Bueno, he llegado al ecuador de mis fics ¿Quien me iba a decir que me iba a motivar de esta manera cuando creé a Loud Off en el primer capítulo? La verdad, es que tengo que agradeceros a todos el interés que le habéis prestado, y los ánimos que todos me habéis depositado Solo puedo deciros "gracias", y que este no es el final, aún me quedan otros 7 capítulos enternecedores y con ideas buenas que quiero compartiros.
Ay... si Hasbro me conociera a través de estos fics... no estoy seguro si crearía estas historias para el futuro, pero me conformo con que os gusten a vostros Sin más dilación, os traigo:
Noche de tormenta
Éste día, me tocaba acompañar a Applejack al otro lado del bosque Ever Free, a realizar una entrega de los sabrosos pasteles de manzana de la abuelita Smith en un pequeño pueblo rústico. Era un pedido tan grande, que teníamos que usar dos carretas hasta arriba. Pero la historia, no nos lleva dentro de ese poblado, si no, durante el camino de vuelta a casa.
Era una tarde nublada, y el viento empezaba a soplar, Applejack y yo, intentábamos volver a casa tras una ajetreada entrega.
-Sin tu ayuda, jamás habría podido entregar todas esas tartas, no sabes lo mucho que te lo agradezco. -me decía Applejack.
Usando mi pizarra, le escribí: "Sabes que no es nada", regalándole además, una sonrisa. De pronto, oímos un sonido similar a un trueno, y alzamos la vista al cielo, en seguida, sentí como una gota caía sobre mi morro.
De pronto, empezó a llover, al principio, era débil.
-Será mejor que nos movamos. -decía Applejack. -Vamos a ver sí somos capaces de llegar a Sweet Apple Acres antes de que sea tarde, parece que va a desatarse una tormenta
Dicho eso, emprendimos la marcha ligera, adentrándonos en el bosque Ever Free.
Mientras tanto, la lluvia se intensificaba, y Applebloom, Greenkey y Shine Comet, entraron corriendo a casa, resguardándose del intenso chaparrón.
- ¡Brrrr! Cómo llueve. -decía Shine, sacudiéndose el agua.
- ¡Eh! -decían a la vez Greenkey y Applebloom, siendo salpicadas por Shine.
En eso, la abuelita Smith, apareció en el recibidor con unas toallas para las potrillas.
-Menos mal que habéis llegado temprano. -decía la abuela Smith.
- ¿Dónde están Applejack y Loud? -preguntó Applebloom.
-Ellos tenían que realizar un pedido al pueblo de al lado. -les contestó la abuelita Smith.
Tras su respuesta, Big Mac entró de golpe en la casa, chorreando con la lluvia y jadeando. La abuela Smith, le ofreció otra toalla, la cual, Big Mac, sujetó.
Tras entregársela, la abuela Smith se acercó a la ventana, observando a través de ella.
-Parece que va a ir a peor. -decía mirando por la ventana.
-Abuelita Smith... ¿Volverán ésta noche? -le preguntó Greenkey.
-No lo sé, pero conociendo a esos dos, entre Applejack que sabe cuidarse por sí misma, y Loud que es más duro de lo que aparenta, seguro que estarán bien. -le contestó la abuelita.
Aún así, Applebloom y Shine, se miraron preocupadas.
-Yo confió en mi hermano tanto como en tu hermana, pero no parece que vaya a amainar.
-Seguro que si algo le pasase a uno, el otro le cuidará. -le contestó Applebloom.
Entonces, un trueno rompió el sonido de la lluvia, iluminando con un relámpago el cielo.
Mientras tanto, el sendero que comunicaba aquella aldea con el bosque Ever Free, estaba empezando a encharcarse y a llenarse de barro, algo que dificultaba, entre el peso de las carretas y lo empinado del sendero. Yo, tiraba con fuerza del carro, delante de Applejack, que tiraba del suyo. Aunque ella estaba detrás, podía apreciar mi cansancio.
- ¡No te detengas Loud, vamos, tu puedes! -me decía Applejack.
De pronto, Applejack resbaló, al oír el sonido de la carreta ceder, me giré, pude ver a Applejack intentar aguantar la caída, pero, acabó chocando contra un árbol, atrapando su pata trasera entre el árbol y la carreta. Escuché el grito desgarrador y fui corriendo a por ella, haciendo freno con mis patas mientras bajaba con prisa. Cuando me acerqué a ella, alzó su mirada hacia mí.
-No... No te preocupes por mi Loud, estoy bien... ve a buscar ayuda. -me decía tirada en el suelo.
De ninguna manera, negué varias veces, no podía dejarla ahí tirada, así pues, me quité el arnés. Le quité su arnés a Applejack, y empecé a empujar el carro, usé toda la fuerza que podía para apartar la rueda de su pata, pero mi sorpresa fue, al percatarme de que su pezuña, estaba morada.
La miré asustado, preocupado, así que, usé mi magia para apartar el carro con una palanca, sosteniendo el carro con el árbol. Al estar seguro, empecé a arrastrar a Applejack hasta sacarla, inmediatamente, intentó levantarse, pero esa pata morada, se lo impedía.
- ¡Ah! Me duele... -se quejaba Applejack.
Ese moratón tan feo, no me gustaba nada, así pues, me coloqué el arnés de mi carro, y usé mi magia para colocarme a Applejack sobre mi espalda, y para enganchar su carro al mío.
- ¿¡Qué vas a hacer Loud!? -decía asombrada Applejack.
Empecé a subir por donde había caído, tirando con fuerza de ambos carros mientras la lluvia caía cada vez más fuerte.
- ¡Para Loud, te vas a hacer daño! -me insistía ella
Jadeaba sin rendirme, un par de veces, pensé que no podría, pero finalmente, volvimos al sendero, que tampoco nos lo pondría fácil. Sin parar, empecé a tirar con fuerza de los carros, mientras cargaba con una herida Applejack.
- ¡Loud, por favor, no! -me decía preocupada.
Gruñía y tiraba con fuerza, no pensaba rendirme, debía hacerlo por ella. A los pocos minutos, encontré una cueva, pensé, que sería mejor resguardarnos ahí. Con las últimas fuerzas, llegué a meternos dentro, pero no podía darme el lujo de parar ahora.
Usé mi magia, para apoyar a Applejack en una de las paredes de la cueva, y luego, me deshice del arnés, y rápidamente, fui en busca del botiquín. Tras encontrarlo, me acerqué a ella, y le eché un poco de alcohol.
- ¡Ah...! -gritaba por el contacto. -Como duele...
Miré preocupado a Applejack, temía que esa pata estuviera realmente rota, para asegurarme, usé mi magia para arrancar de uno de los carros un par de tablas. Con cuidado, coloqué cada tabla a un lado de su pata, y empecé a vendarla de arriba a abajo, hasta tapar las tablas.
-Loud... No debías...
Sin pararme aún, continúe arrancando un par de tablas más, y colocando piedras, quería hacer una hoguera para iluminar el interior de la cueva. Una vez encendí el fuego, apoyé a Applejack en mí, para acercarla al calor de la hoguera.
-Eres un tonto... -me decía Applejack. -Te dije que te fueras a buscar ayuda, ¿por qué me has hecho todo esto? Podías haberte hecho mucho daño cargando conmigo y los dos carros.
Sorprendido ante aquello, usé mi pizarra para responderle: "¿Cómo iba a dejar a alguien en esa situación? No soy un monstruo"
Applejack, me sonrió levemente, acomodándose en mi.
-No, eres un tonto...
De pronto, un ensordecedor trueno, y un centelleante relámpago, cruzaron el cielo, oyéndose en la cueva. Rápidamente me levanté, mirando hacia la boca de la cueva, en eso, sentí que algo me agarró con fuerza el casco, miré, y pude apreciar a una asustada Applejack.
-No te vayas... Por favor... -decía en bajo. -Nunca se lo había dicho a nadie... Pero le tengo miedo a los truenos.
Sinceramente, me sorprendí, era algo que no esperaba, en ese momento, vi de una forma diferente a Applejack, hasta ahora, la había visto valiente, fuerte, y segura de sí misma, pero ahora... Parecía tan indefensa como la propia Greenkey.
-No quiero quedarme sola. -me decía asustada.
Intenté colocarme frente a ella, y usé mi pizarra para decirle: "No estás sola, estoy aquí, contigo". Parecía más calmada, mirándome tranquila, en eso, se me ocurrió una idea, hice que me soltara para poder hacer algo.
-Loud...
Me adentré un par de metros en la cueva, y cerré los ojos mirando a Applejack, comencé a pensar en mis hermanas, gracias a la actitud insegura de Applejack. Mi cuerno, comenzó a brillar con un fulgor celeste, empezando a extenderse por la cueva hasta la entrada, los carros, que fueron bañados con ese fulgor, empezaron a moverse como si tuvieran vida propia hacia mí, y de ellos, salieron las pocas tartas que quedaban, bailando hacia mí.
Applejack, se quedó impresionada al ver aquello, pero lo mejor estaba por empezar, usé mi magia, para otorgarles de brazos e instrumentos, y estos, empezaron a tocar una divertida música, mientras otros, junto a los carros, bailaban al son de la música. Abrí un poco los ojos, para ver a Applejack, y pude apreciar como se le iluminaban los ojos de la expectación, su sonrisa... No tenía precio.
Applejack, sonreía más calmada, empezando a reír en bajo mientras las tartas empezaban a danzar a su alrededor con la música sonando. El acto, terminó con una explosión de luz, y las tartas abriéndose, expulsando confetis.
La tímida risilla de Applejack de ese momento, inundó la cueva, sinceramente, había escuchado a Applejack reír varias veces, pero esta vez... ¿Qué era lo que estaba sintiendo?
-Muchas gracias, Loud. -me decía mientras me acercaba.
Yo le respondí, con una sonrisa, volviéndola a apoyar al lado de mi lomo.
Mientras tanto, en Sweet Apple Acres, la puerta de la casa sonó. Shine, fue a abrir la puerta junto a Applebloom, y detrás de ésta, vieron a Dust Typhoon y a Rainbow Dash, cubiertos por unas gabardinas.
-Hola Dust. -le decía Applebloom.
-Hola pequeñas. -le respondía. - ¿Han vuelto ya Applejack y Loud?
-No... Y me estoy empezando a preocupar. -le respondió Shine.
-Esto es grave. -continuaba Rainbow.
-Los pegasos de rescate han comunicado en Cloudsdale la posibilidad de peligros de desprendimiento en los senderos. -explicaba Dust. -Como amigo, tengo miedo de lo que haya podido pasar.
La conversación llegó a los oídos de Greenkey, quien fue en busca de la abuelita Smith y Big Mac. Cuando llegó a la cocina, pudo ver que ambos se estaban preparando.
- ¿Abuela Smith? -preguntaba Greenkey.
-Lo hemos oído todo. -le decía a la pequeña. -No nos vamos a quedar de cascos cruzados mientras esos dos están fuera.
Big Mac, le colocó una caperuza amarilla a Greenkey, y ella, le vio sin saber qué decir.
-Vamos a salir a buscar a nuestros pequeños. -le decía sonriendo la abuelita Smith.
- ¡Sip!
En la entrada, Dust aún le explicaba la situación a las pequeñas Applebloom y Shine Comet.
-Vamos a empezar a movernos para buscarlos, os avisaremos si encontramos algo.
-De eso nada. -decía la abuelita Smith saliendo de la cocina con Big Mac y Greeny. -Si esos dos están en peligro, es problema de los Apple.
-Pero abuela Smith... No se ofenda, pero está muy mayor para adentrarse en un rescate bajo esta tormenta. -le decía Rainbow.
- ¡Los Apple somos una familia! -decía la abuela Smith mientras le colocaba a Applebloom y a Shine unas gabardinas. -Y nuestra familia siempre se cuidan los unos a los otros.
A Shine, esas palabras le llegaron al fondo del corazón, ahora entendía, porque Loud se sentía tan a gusto con los Apple.
Dust, dio un suspiro.
-No vale la pena intentar convencerla, ¿verdad? -decía Dust. -Muy bien, yo la acompañaré. Big Mac y las pequeñas, iréis con Rainbow.
Dust, acomodó a la abuela Smith sobre su grupa, y emprendió el vuelo, mientras que Rainbow emprendía la búsqueda con Big Mac y las pequeñas.
En la cueva, Applejack se sentía algo mal, hacia mucho que no estaba tan separado de su familia, y estaba algo asustada por los truenos que retumbaban y los relámpagos que centelleaban. Ella, buscaba cobijo en mi lomo, temblando.
-Loud... Esto es muy difícil. -me decía Applejack. -Quiero volver a casa...
Me sentía muy mal al verla así, pero en mi interior, pensaba que era más hermosa que de costumbre, ¿qué me ocurría? Tenía a Applejack como a mi hermana, una gran amiga y compañera. Dejando eso de lado, usé la pizarra, y le toque un poco el lomo para que lo viera, un mensaje que decía: "No te preocupes, yo te protegeré pase lo que pase".
Applejack, apoyó su cabeza entre sus patas, melancólica y triste. Usé de nuevo mi pizarra, se me ocurrió decirle: "¿Por qué no me hablas de tu familia? No sé mucho de ella todavía".
- ¿Qué? ¿De verdad quiere que te cuente cosas de mi familia?... ¿No te aburrirás?
Asentí.
-Bueno... Una vez... La verdad es que sucedió una cosa muy graciosa. Verás... -comenzó a narrar una anécdota que resultó ser bastante graciosa.
Applejack, me siguió contando cosas divertidas sobre su familia, cosas que nunca me hubiera imaginado, que conseguían hacerme reír, aunque sólo en expresión, pues, evidentemente, de mi boca no salía ningún sonido.
-Vaya... -decía Applejack asombrada. -Nunca te he visto esa cara.
Ante ello, usé mi pizarra para preguntarle: "¿Qué cara?"
-Pues la de reírte... -contestó. -Aunque no tienes voz... Te ves lindo cuando lo haces... Deberías reírte más.
"¿Tu crees?", le pregunté por mi pizarra mientras mis mejillas, no sabía muy bien porque, se ruborizaban.
-Claro que sí. -reafirmó ella. -Sonreír te hace ver mucho más guapo... -añadió.
Ese comentario, provocó que mi corazón latiera rápidamente, y no sólo eso, mentiría si dijese, que no me terminé de poner colorado. Applejack, permaneció un momento en silencio, hasta que, por fin, pareció decidirse a hacer una pregunta que llevara algún tiempo pensando.
-Loud... Sinceramente... ¿Qué piensas de mí? Soy tozuda, bruta, nada elegante..., no soy la mejor compañía que se pueda pedir y, sin embargo, siempre estás a mi lado para cualquier cosa, ¿por qué?
Intentando responder a su pregunta, empecé a escribir en mi pizarra: "¿Y por qué no? Además, yo más bien te describiría como una Pony amable, honesta, trabajadora y fuerte". Dudé en añadir algo más, pero, pensando que ella había dado un paso en ese sentido, aunque no sabía a dónde podría llevar aquello, escribí a continuación: "Y no se sí serás o no elegante, pero si que eres hermosa". Y por unos instantes, mientras ella leía mis palabras, casi quise que se me tragara la tierra ahí mismo...
Al leer mi respuesta, Applejack, se ruborizó, intentando ocultar su cara bajo su sombrero.
-Y tu eres muy halagador, responsable, cariñoso y servicial. -me dijo a su vez. -Y es algo que aprecio mucho de ti... Eres... Bueno... -parecía no saber cómo expresar lo que quería decir. -...La verdad es que me he dado cuenta de que... Bueno... -sonrió, nerviosa, y esa sonrisa, bajo el verde esmeralda de sus preciosos ojos y sus enrojecidas mejillas, me resultaba especialmente cautivadoras. -...Qué eres especial para mí.
Cerré los ojos unos instantes, sonriendo a la vez, tras escuchar esa declaración por parte de ella. De pronto, sentí en mis labios una sensación cálida, de golpe, abrí los ojos, tenía el suave pelaje de Applejack junto a mí, y no sólo eso, si no, sus labios en los míos.
Al poco, Applejack separó sus labios de mi, bajando la mirada, pero... Ella estaba sonriendo muy colorada, mientras que yo, parecía estar congelado como un verdadero idiota. Algo, me descolocó por dentro, era algo totalmente inesperado. Casi, podía sentir como se me escapaba el corazón por la boca.
-No sé qué ha pasado Loud... -decía Applejack. -Pero... Me haces sentir cosas aquí... Que jamás había notado.
Al decir eso, se llevó el casco al pecho, se podía apreciar, como el corazón le latía. Aún nervioso por aquello, no escapaba de mi asombro. Sin saber qué hacer, sólo le devolví un beso a Applejack en la mejilla, algo que pareció impresionarla.
-Tonto... -decía frotándose la mejilla con el casco.
Nos volvimos a mirar a los ojos, el corazón, me latía con más fuerza que antes, ¿en qué momento Applejack se había vuelto tan hermosa? ¿Tan... Única? Mi rostro, se acercaba al de ella despacio, sintiendo su entrecortada respiración y su aliento sobre mí. Finalmente, junté mis labios con los suyos, éste beso, fue más largo, duradero, y, más cálido, era como en aquellos cuentos que les contaba mi abuelo a mis hermanas, un momento, en el que llegué a desear que el mundo se detuviera para siempre.
Mientras continuábamos el beso, coloqué mi casco sobre el suyo, sintiendo como ella me sujetaba con fuerza.
Cuando nos separamos, juntamos nuestras frentes, mirándonos como tontos a los ojos, los de ella, tenían un brillo que me encantaba, que me hipnotizaban.
-Oh, Loud... -decía en voz baja, mientras frotaba su morro con el mío.
Por Celestia y Luna... Cuando llegué a Ponyville, no me imaginé que esto podría pasar, enamorarme, era lo último en lo que pensaba, pero... Empecé a sentirme inmensamente feliz, Applejack había visto algo en mí, no sé qué, pero ahora más que nunca, me sentía realmente afortunado.
La noche, se fue sucediendo, y la lluvia comenzó a amainar, mientras que sentía como Applejack, se estaba quedando dormida apoyando su cabeza sobre mi lomo. Realmente, estaba a gusto, pero no podía tenerla así. Pensé, que más podría hacer para ayudarla, así pues, usé mi magia para lanzar una esfera por la boca de la cueva, y elevarla a la inmensidad del cielo nocturno, usándola a modo de bengala, buscando la esperanza de que alguien nos encontrara.
A la mañana siguiente, los Apple, Rainbow Dash y Dust, estaban aún en nuestra búsqueda, tras un rato investigando el cielo, Rainbow se percató de la esfera luminosa, que apenas tenía luminiscencia.
- ¡Dust, ahí! -le decía Rainbow señalando con su pezuña.
Dust, se le acercó.
-Genial, aviso a Big Mac y las pequeñas e iremos para allá. -le respondió.
-No tardáremos. -continuó la abuela Smith.
Dust, la abuela Smith, y Rainbow Dash, fueron los primeros en llegar al lugar donde estaba el brillo desvaneciéndose, Big Mac y las potrillas, no tardaron en llegar. Dust, bajó de su grupa a la abuela Smith con delicadeza, para adentrarse.
-Entraré yo primero, por si acaso. -les dijo.
Dust, se adentró en la cueva, y cuando por fin encontró las fulgurosas ascuas de los restos de la hora, apreció nuestras figuras durmientes pegado uno al otro. Sonrió con picaresca, y llamó al resto.
- ¡Podéis entrar! -les decía desde el interior de la cueva.
Los demás, empezaron a entrar despacio, y cuando llegaron a donde estábamos, Rainbow soltó una pequeña risa, tapándola con el casco, mientras que la familia Apple miraba sonriendo. Shine, se puso junto Applebloom, riendo levemente, y Greenkey, que no sabía lo que estaba pasando, se nos acercó, aún dormidos.
Greenkey, comenzó a tocarme el costado con su casco.
-Loud... Despierta hermano. -me decía.
Me moví un poco, comenzando a desperezarme, y aún dormido, miré a mi pequeña, hermana, regalándole una sonrisa. Pero al poco, me empecé a dar cuenta, y al ver a todos, comencé a despertar a Applejack.
- ¿Eh, que, qué? -decía Applejack desperezándose.
Se sorprendió bastante al ver a todos ahí, tal fue, que intentó levantarse, pero la pierna aún le dolía.
- ¡Ah!
Applejack, se precipitó, pero me puse debajo de ella para evitar que cayese, bajo la sorprendida mirada de los demás.
- ¿Qué ha pasado? -preguntó Rainbow Dash.
Aún con Applejack apoyada sobre mí, me senté en el suelo, y comencé a usar el lenguaje de signos, al verme, Shine comenzó a traducirme.
-"Necesitamos un médico, temo que Applejack se haya roto la pezuña".
-No te preocupes. -dijo Dust. -Usaremos la lona de las carretas para llevar a Applejack al hospital.
-Deja que te ayude. -continuó Dashie.
Ambos, cogieron las lonas de las carretas, y entre todos, empezamos a colocar con cuidado a Applejack sobre ella. Dust y Rainbow, estaban listos para alzar el vuelo, pero entonces, Applejack dirigió su mirada hacia mí, esbozando una sonrisa tímida, susurrando en bajo.
-Gracias, Loud...
Al escucharla, solté una leve sonrisa, mirando los hermosos ojos de Applejack. Inmediatamente, Dust y Rainbow alzaron el vuelo, y salieron de la cueva dirigiéndose a Ponyville, mientras tanto, más tranquilo, me dirigí a los carros, dispuesto a engancharme los dos, pero Big Mac me detuvo.
-No.
-Loud, ¿has cuidado de Applejack tú sólo toda la noche? -me preguntó la abuela Smith.
Asentí.
- ¿Y has cargado tu sólo con los dos carros y con ella a cuestas? -volvió a preguntarme.
De nuevo, asentí.
-Deja que te ayudemos un poco, como agradecimiento.
Big Mac, se acercó al otro carro, y se lo enganchó, yo, miré impresionado a todos, no sabía cómo reaccionar, pero entonces, la abuela Smith me dio un abrazo.
-Gracias por cuidar de nuestra pequeña Applejack. -me dijo.
Inmediatamente, Applebloom me abrazó un casco, y Big Mac me dio un leve golpe en el costado, a modo de agradecimiento.
-Shine, ¿qué ha pasado? -le preguntó Greeny a su hermana.
Shine, le pasó su casco por encima, y la pegó a ella.
-Que nuestro hermano es un héroe. -le respondió.
Tras el volver a Sweet Apple Acres, rápidamente me desenganché el carro y me fui corriendo al hospital de Ponyville.
Mientras tanto, en el hospital, Applejack estaba en cama, con la visita de sus amigas.
- ¿Qué Loud estuvo cuidando de ti toda la noche? -preguntó Twilight impresionada.
-Se ha portado como todo un caballero. -admiraba Rarity.
-Pero eso no es todo, chicas. -declaraba Applejack.
- ¿Qué quieres decir? -le preguntó Fluttershy.
-Veréis... Yo... Anoche... -Applejack, titubeaba muy cortada. -Me besé con él.
- ¡¿Qué?! -decían las cinco asombradas.
- ¡¿Y cómo fue?! -le preguntó Rainbow.
-...Dulce... Como el zumo de manzana. -respondió roja bajando la mirada.
-Eso es estupendo, Applejack. -decía Pinkie sonriendo de oreja a oreja. -Apuesto que estarás feliz al lado de Loud.
En ese momento, abrí la puerta de la habitación, jadeando y resoplando por la carrera que realicé para llegar hasta el hospital.
Las chicas, entendieron que ahí, sobraban.
-Creo que será mejor que nos vayamos. -decía Twilight.
-Oh, si, por supuesto. -continuó Rarity.
Todas, pasaban a mi lado sonriendo, la última en salir, fue Twilight, quien me susurró:
-Felicidades, Loud.
Cuando todas salieron de la habitación, me acerqué a Applejack, al verla tumbada, saqué mi pizarra para preguntarle: "¿Estás bien? ¿Qué te ha dicho el doctor?"
- ¡Je! Estoy bien, cielo. -me respondió. -El doctor dice que sólo es un esguince, que en dos semanas estaré recuperada.
Solté un gran suspiro, y le dije en mi pizarra: "Menos mal... Pensé que sería peor". Al ver mi respuesta, Applejack me golpeó ligeramente en la cabeza con sus cascos, al verla, tenía esa mirada y sonrisa que en la cueva, y, pasando su casco detrás de mi cabeza, me acercó a ella, dándome otro beso en los labios, el cual, tras unos segundos, empecé a corresponder, sintiendo su agradable olor a manzanas y la suavidad de su pelaje sobre el mío.
Tras separarnos, solté una suave sonrisa, llena de felicidad.
-Te amo, Loud. -me dijo.
Yo, usé el lenguaje de signos para responderle: "Y yo a ti, mi princesa". Applejack, se ruborizó enormemente. Tras un largo tiempo, llegó la hora de irse, realmente, no quería irme, quería estar con ella.
-Será mejor que te marches a casa, Loud. -me dijo. - ¿Volverás mañana?
Ante eso, asentí, y le añadí un mensaje en la pizarra: "Y todos los días, te traeré un buen cesto de manzanas"
-Gracias Loud... -decía feliz soltando una lágrima de felicidad.
De pronto, y sin poder evitarlo, le di otro beso, estaba realmente atontado por ella. Tras el beso, junté mí frente a la suya, y le regalé otra sonrisa.
Cuando me aproximé a la puerta, me giré para ver a Applejack, y, antes de irme, usé mi magia para crear un jarrón con flores al lado de la mesita de Applejack. Me miró feliz, y con eso me fui tranquilo.
El corazón me iba a mil, realmente, lo que pasó anoche fue totalmente inesperado, pero... No cambiaría nada de lo que pasó, pues... Por Celestia... Fue magia pura, una noche, que jamás olvidaré.