La tempestad [Aventura][triste] Cap 18

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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 13

Notapor horwaith » 21 Jun 2014, 22:17

kolbjorn escribió en 21 Jun 2014, 22:09:
horwaith escribió en 21 Jun 2014, 00:02:genial capitulo, acción perfecta en el mejor momento y como dije: miedo me da cuando ellas se aburran y vayan a por lo grifos, cada vez veo más factible eso xD

Gracias, y bueno, apenas vamos a la mitad del fic asi que hay mucho tiempo para todo XD

es que los demás eran mucho más cortos y he pensado mal. Me alegro que este se alargue, la verdad
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 13

Notapor Volgrand » 22 Jun 2014, 10:39

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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 13

Notapor kolbjorn » 25 Jun 2014, 04:11

Capitulo 14

Despedida.

Spoiler:
El atardecer comenzaba cuando los grifos se dispersaron en diferentes direcciones. Lentamente los ponies comenzaron a reagruparse. Algunos festejaban y se abrazaban. Otros permanecían silenciosos mirando al sol. Unos mas lloraban amargamente al lado de un compañero caído.

Rarity observaba una escena con pesar en su corazón, a la distancia los miembros de la guardia nocturna se agolpaban alrededor de los Hellfire Wings, que alardeaban de sus proezas en batalla, incluido Spike.

Su aspecto era completamente diferente al que tenia la última vez que lo vio. Sus escamas eran más oscuras, las alas se habían vuelto totalmente rojas, la cresta que recorría su espalda era más alta y afilada. Los ojos eran más alargados y similares a los de un cocodrilo o serpiente, la lengua bífida era extremadamente larga y sus colmillos se habían vuelto más notorios, tenía una expresión de arrogancia y desdén que jamás había visto en su esposo. Mientras este reía se detuvo con una expresión de absoluto terror en su rostro. Rarity pudo notar que estaba olfateando, el dragón giró rápidamente la cabeza en la dirección en que se encontraba ella y su rostro se congeló en una máscara que mezclaba sorpresa, miedo y vergüenza.

Tan rápido como un camaleón cambia de color su aspecto regresó a la normalidad. Sus compañeros pegasos lo miraban totalmente extrañados por el cambio y trataban de hablar con él sin respuesta. Empezó a caminar hacia ella lentamente, como un niño que sabía que había hecho algo mal y se acercaba a su madre.

El corazón de Rarity se sintió aliviado, su Spikey-Wikey seguía ahí. El dragón se detuvo en frente de ella. Realmente se veía extraño, tenía una expresión apesadumbrada y no levantaba la vista del suelo mientras se tomaba la punta de su cola con las garras, envuelto en una armadura diseñada para intimidar a sus oponentes.

Finalmente el dragón respiró hondo, y la miró con una expresión totalmente seria.

-Rarity, ¿Qué estás haciendo aquí?

-¿Cómo?, yo esperaba algo del tipo "gracias a las princesas que estas bien" o…

-¿Que estás haciendo aquí? no estoy jugando, ni es momento para uno de tus dramas. No deberías estar aquí. ¿Qué haces con esa armadura?, ¿eso es sangre? ¡Estás herida!

El dragón inmediatamente la sujetó con ambas garras y estaba a punto de despegar con dirección al área donde se encontraban los sanadores cuando la unicornio lo detuvo.

-No es nada, en serio. Debí de mancharme en algún momento, estoy bien.

Spike se la acercó y la olfateó, sangre de grifo. Sintió como si le quitaran una montaña de encima y se dejó caer sobre sus cuartos traseros pesadamente, sin soltar a la unicornio.

-Gracias a las princesas. Escúchame Rarity, quiero que dejes esta locura y regreses a Ponyville con… oh, por el amor de Luna, ¡todas están aquí!, ¿verdad?, ¿en qué demonios estaban pensando?

-Las princesas nos lo pidieron, los elementos de la armonía son las joyas mágicas más poderosas que existen y…

-No importa, tienen que regresar. Esto es una guerra, no tienen nada que hacer aquí.

-Spike, llevamos casi dos semanas en esto, es nuestra segunda batalla grande y hemos tenido muchas batallas pequeñas. Entiendo que te preocupes por nosotras pero estamos bien.

-No, no entiendes. No quiero que te pase nada.

-Estaré bien, el comandante White Thunder me cuida y…

-No me refiero a eso. No quiero que te pase lo mismo que a mí. No quiero que veas lo que vi yo, no quiero que te conviertas en lo que me convertí yo.

-Spike…

-Desde lo de Appleloosa tengo pesadillas, me levanto en el desierto y corro, pero en vez de llegar a Appleloosa llegó a Ponyville… y… y los grifos hicieron lo mismo… y tu y Twilight…

El dragón cerró los ojos, las lágrimas comenzaron a brotar mientras emitía pequeños sonidos ahogados, Rarity se estiró y frotó su cabeza contra la nariz de Spike. Este se limpió las lágrimas y miró a Rarity, sus ojos irradiaban determinación y odio puro.

-No los dejare. No voy a permitir que lo hagan. Aunque tenga que matar a cada grifo y volverme un monstruo no dejare que te hagan daño ni a las demás.

-Spike, ese no eres tú, estas tomando el camino equivocado. No hagas caso a lo que esos pegasos te dicen.

-No es tan simple…- los ojos del enorme reptil reflejaban miedo y duda

Rarity inclinó de nuevo su cabeza, Spike instintivamente levantó las garras e inclinó su cabeza de forma que las frentes de ambos se tocaron. El dragón y la pony permanecieron unidos en silencio mientras lagrimas corrían por sus mejillas.

Rainbow Dash aterrizó detrás de la zona donde se atendían los heridos, tenía solo unos cuantos rasguños pero no quería arriesgarse a que alguna de sus amigas se enterara de que había tomado parte en la acción. Trotó alegremente hacia él un pequeño grupo de ponies cuando se detuvo.

No podía moverse, algo extraño le sucedía a sus músculos. Lentamente, comenzando desde las partes de su cuerpo que habían resultado más heridas en su enfrentamiento con Gilda una sensación de dolor le recorrió el cuerpo.

Sentía como si le encajaran agujas al rojo vivo en cada nervio, superando con mucho el dolor que sintió cuando su antigua amiga le rompió las alas. Sus extremidades sucumbieron y golpeó el suelo, no podía gritar debido a la rigidez de su cuerpo, lo único que podía mover eran sus ojos inundados de lagrimas.

Repentinamente un rostro familiar entró en su campo de visión.

-A… Ayuda… Ze… cora

-De las consecuencias del brebaje te advertí, el dolor que duerme regresa mil veces multiplicado a ti.

-Me…di…ci…

-Es imposible darte otra cosa hasta que tu cuerpo no elimine la poción, tendría efectos aun más terribles en tu condición.

White Thunder, la capitana Dreamycloud y Applejack se encontraban reorganizando las tropas de la guardia nocturna y preparándose para hacerse cargo de los heridos y de los cuerpos cuando Northern Wind y Derpy aterrizaron junto a ellos.

La comandante miraba con nerviosismo y preocupación los alrededores. Se llevó una pezuña a la cabeza.

-No puedo encontrar al capitán Steady Step por ningún lado, ¿lo han visto?

White Thunder intercambió miradas con las dos yeguas que se encontraban a su lado.

-La última vez que lo vi se encontraba con Sir Twilight, vamos a buscarlos.

Los cinco ponies se dirigieron a toda velocidad a la pequeña colina en la que hace unas horas cuatro unicornios habían batallado contra un gran número de enemigos. Desde el aire Derpy localizó un pequeño pony color purpura en el suelo a unos cuantos metros de ahí. Todos se dirigieron al lugar señalado por esta y encontraron a Twilight inconsciente y con ligeras quemaduras en su piel.

Derpy aleteó para hacerle llegar una ligera corriente de aire a la cara. Lentamente la unicornio abrió sus ojos, a través de la neblina que interfería con su vista pudo reconocer vagamente unos rasgos familiares que se le acercaban.

-Por mis corrales dulzura, ¿Qué te pasó?

-¿Applejack?, ¿Dónde… donde está el capitán y los demás ponies?

Northern Wind se acercó con impaciencia y empujó un poco a Applejack.

-Eso es lo que quiero saber, ¿Qué pasó?

-No… no recuerdo bien, estaba asustada… y el hechizo de tele trasportación… requiere la mente… despejada.

La visión de Twilight comenzó a nublarse, la comandante movió violentamente a Applejack del lugar en el que se encontraba y sujetó a la unicornio sacudiéndola.

-¡Despierta!, ¿Qué pasó?, ¿Dónde está el capitán?

-No… había grifos, y uno muy pequeño. Nos atacaron… ¿por ahí?

Twilight señaló indecisa en una dirección. La comandante la arrojó a las patas delanteras de Applejack y voló rápidamente en la dirección que índico Twilight. Derpy, el comandante White Thunder y la capitana Dreamycloud la siguieron.

-Bien compañera, ¿crees que ya puedes caminar?

-Sí, gracias Applejack, ¿Dónde están los demás?

-Se fueron por ahí. Tus piernas tiemblan más que las de un potrillo que da sus primeros pasos, apóyate en mi.

Lentamente llegaron al lugar en el que se encontraban todos. Ambos comandantes examinaban los cuerpos de tres ponies y seis grifos. Mientras tanto Derpy se encontraba a gran altura con una pezuña sobre sus ojos y giraba lentamente. Dreamycloud recorría sistemáticamente los alrededores.

-¡Ahí hay algo!—les llegó la voz de Derpy.

La comandante se dirigió a toda velocidad al lugar al que señalaba Derpy.

Se detuvo unos segundos y comenzó a caminar de nuevo, lentamente, hasta que se derrumbó. Los otros ponies se acercaban a toda velocidad pero se detuvieron cuando la pegaso emitió un desgarrador lamento.

Northern Wind se arrastró hasta que llegó al cuerpo del capitán y lo envolvió con sus alas, recargó su cabeza en la del guerrero caído y dejó brotar el dolor que consumía su alma. White Thunder y Dreamycloud se retiraron sus cascos y Applejack hizo lo mismo con su sombrero colocándoselo en el pecho.

Derpy aterrizó junto a su hermana y la abrazó con las alas, derramando también innumerables lagrimas. Twilight se acercó lentamente y se arrodilló a un lado del cuerpo, no emitió ningún ruido pero de sus ojos cerrados las lágrimas fluían libremente.

La comandante abrazaba con fuerzas al unicornio.

-Viejo tonto, te dije que no era seguro, que ya no estabas en edad, pero tú y tu estúpida obsesión de "servir a su majestad".

White Thunder se puso su casco y se acercó.

-Northern, se que tu y la teniente Hooves eran muy unidas a él, pero aun puede haber grifos rondando por aquí y estamos en una posición vulnerable. Debemos reagruparnos.

La comandante respiró hondo, se separó del cuerpo y recogió su casco del suelo, las lágrimas seguían brotando de sus enrojecidos ojos cuando asintió y miró a su colega.

-De acuerdo, ponlo sobre mi espalda.

Ayudándose con su magia el unicornio negro cumplió con el pedido de su compañera. Él, Dreamycloud y Applejack cargaron con los cuerpos de los otros ponies, Twilight y Derpy los seguían de cerca, el dolor reflejado en sus rostros. Lentamente regresaron a la zona donde el ejército de Equestria se estaba reuniendo.

En cuanto los miembros de la guardia diurna, en especial los unicornios, se percataron de lo que sucedía abandonaron lo que estaban haciendo y se acercaron corriendo. Se detuvieron a cierta distancia, formando sin ponerse de acuerdo un corredor por el cual pasaba Northern Wind con la mirada en alto y lagrimas en sus mejillas. Se dirigió hasta la parte en donde se atendía a los heridos, al detenerse inmediatamente dos unicornios bajaron los restos de su capitán, que Northern Wind cubrió con el estandarte de la primera unidad de unicornios de la guardia diurna.

-Busquen leña, por favor.

Fueron las únicas palabras que pronunció, mientras hacía guardia a un lado del caído. White Thunder tomó mandó completo sobre el lugar. Cavaron numerosas fosas, donde depositaron los cuerpos de los ponies, la mayoría de los cuerpos de los grifos fueron amontonados antes de ser cubiertos con aceite y pasto seco y encendidos.

En el momento en que el sol descendía Northern Wind depositó el cuerpo aun cubierto en un enorme arreglo de madera y pasto seco.

Se volvió hacia los grupos ordenados de soldados. La primera fila compuesta por los oficiales de la guardia diurna, seguidos por los de la guardia nocturna y las caballeros de la Orden de la Corona Solar y finalmente las tropas en un orden similar. La comandante tomó aire y comenzó a hablar sin fijar la vista en algún punto en particular.

-Hoy hemos perdido muchos ponies valiosos que dieron sus vidas por la armonía de Equestria y por sus hermanos que hacen su propia lucha en sus hogares, y los lloramos y agradecemos su sacrificio. Pero entre ellos perdimos a un maravilloso unicornio.

El capitán Steady Step fue como un padre para muchos de nosotros. Él fue el que nos permitió realizar a la teniente Hooves y a mí las pruebas de ingreso cuando fuimos rechazadas en la oficina de reclutamiento. Fueron sus consejos los que me permitieron ascender hasta convertirme en la capitana de la primera unidad de pegasos. Y fue él el que me recomendó ante su Majestad Celestia como su remplazo en el puesto de comandante de la guardia diurna.

Sé que no fui la única a quien ayudo a encontrar su lugar en el ejército y su misión en la vida. Pero no solo era un pony generoso y sincero, también era un excelente y valeroso guerrero con una lealtad insuperable a su Aurea Majestad, siempre con una sonrisa en su rostro. Firme cuando era necesario pero también amable. Cultivado no solo en las artes arcanas, donde rivalizaba con los mismísimos sabios de Celestia, sino que en todas las ramas de los conocimientos que son valiosos para los ponies. La mismísima princesa del día lo llegó a reconocer como un ejemplo de lo que todo pony debería aspirar a ser.

Se giró hacia la enrome estructura y saludo.

-¡Capitán Steady Step!—gritó a todo pulmón.

-¡Presente!—Respondieron al unisono todos los miembros de la guardia diurna.

-¡Capitán Steady Step!

-¡Presente!

-¡Capitán Steady Step!—gritó una última vez antes de que se le quebrara la voz.

-¡Presente!

Northern Wind no pudo contenerse más, White Thunder se adelantó y finalizó la ceremonia, elevando su vista al cielo en el momento en el que la noche y el día se mezclaban y ni la luna ni el sol ocupaban un lugar prominente.

-Emperador de las estrellas, que cediste tu trono a tu noble hija, recibe el espíritu de este valeroso pony y permítele pastar bajó tu sombra en las eternas llanuras. Madre de la luz, que cediste tu corona a tu sabia hija, protégenos y guíanos hasta el momento en el que nos reunamos con nuestro hermano.

Spike se acercó y delicadamente encendió la pira. Los ponies guardaron silencio mientras las llamas realizaban su labor. Twilight sollozaba recargada en Spike, que acariciaba la cabeza de su hermana. Al finalizar la ceremonia se prepararon para moverse unos metros y tener una noche de descanso antes de establecer un nuevo campamento base cuando la comandante se acercó a Twilight.

-Sir Twilight.

-Comandante, yo…

-Ya me lo dirá todo cuando sea tiempo, por el momento hay otro asunto más urgente. Necesito alguien que dirija a mis unicornios.

-Pero yo no sé cómo hacer eso, no soy militar.

-No, pero es inteligente, tiene capacidad de mando, elabora planes rápidamente y los adapta a las circunstancias. Además, después de la primera gran batalla el capitán me pidió que en caso de que algo le sucediera la considerara a usted primero.

Le extendió la pezuña, Twilight pudo ver una vieja y desgastada medalla de oro con un cordón azul cielo, un unicornio grabado en un sol. La tomó lentamente le dio un pequeño beso, se la colgó y realzo un saludo militar a la comandante, quien se lo regresó.

-Bienvenida, Sir Twilight Sparkle de Canterlot, discípula de su Aurea Majestad, Princesa Celestia de Equestria, Portadora de la chispa de la magia, Caballero de la orden de la corona solar al servicio de Sus Majestades, capitana de la primera unidad de unicornios de la guardia diurna al servicio de su Aurea Majestad.

Días después de la batalla los rayos del sol entraban por el tragaluz en el gran salón del trono, en la parte más alta del palacio-fortaleza en el centro de la capital imperial. La sala estaba construida de tal manera que la luz solar iluminara de manera especial el enorme trono.

Nadie se atrevía a realizar ningún ruido, solo se escuchaba el rítmico golpeteo de una uña sobre el brazo del trono. El emperador pasaba su vista por la enorme masa de nobles y militares que se encontraban ahí. Estos evitaban devolverle la mirada y bajaban la vista cuando los ojos marrones de su señor se posaban en ellos.

El emperador suspiró, impaciente. Se levantó de su trono y caminó a través del enorme salón. Sus plumas y pelaje dorados reflejaban la luz del sol al igual que su armadura de oro con siete gemas incrustadas.

-¿Alguien podría decirme porque demonios no estoy realizando mi entrada triunfal en Canterlot ahora?

Enfocó su furiosa mirada sobre el general Nergal y el primer ministro Nam-Tar. El general no se había tomado la molestia de vendar sus heridas y dejaba a la vista su cuenca ocular vacía, se mantenía firme y no bajaba la vista. Por su parte el viejo ministro seguía encorvado y temblando, pero era difícil saber si era por la edad o por miedo a la furia del gobernante.

Solamente un grifo en la multitud sonreía. Ishtar también pasaba su vista por la sala llena de toda clase de grifos. Mentira, no estaban ahí representados todos los grifos, naturalmente habían sido dejados de lado los fenómenos como Ninlil, los considerados débiles como Lahar, y ni siquiera como esclavo se le hubiera permitido acercarse al palacio a un i´k kalar, si esa bola de idiotas presuntuosos tan solo supieran…

Había sido llamada a presentarse ante el emperador igual que el general y todos los oficiales de alto rango. La segunda gran derrota en dos semanas había ocurrido apenas hacia tres días y había informes de exploradores ponies en la frontera e incluso ya dentro del territorio imperial. El gran grifo estaba enfurecido y exigía respuestas. Las palabras justas en el momento justo y todo procedería como lo planeado. Equivocarse de momento y de palabras y se convertiría en un desagradable montón de carne y huesos rotos.

Miró al general, era un bruto y un sádico, pero era inteligente. Realmente las derrotas no habían sido totalmente su culpa y mientras los ponies no descifraran los documentos sus planes de una invasión por el sur eran excelentes. Era fiel al emperador hasta niveles impensados.

Seguía Lord Nam-Tar, el viejo grifo sabia moverse con las mareas, estaba segura que lo tendría de su lado en cuanto se hiciera obvio que ella tenía la ventaja, pero por mientras el apoyaría al general.

Revisó a los príncipes. Primero el mayor, Shamash, su futuro esposo, era listo, lo suficiente como para aceptar su propuesta de alianza y al mismo tiempo mantenerse en buenos términos con Nergal. El siguiente, Nannar, era como una especie de versión pequeña de Nergal, menos sabio y brutal, y de alguna increíble manera más impaciente. Cuando ella y su esposo subieran al trono tendría que tener mucho cuidado con él. El menor, Nabu, era el más débil físicamente pero el que mejor sabia moverse y el más inteligente, mostraba una total lealtad a su padre y neutral a cualquier otro miembro de la corte, de los tres hubiera preferido casarse con él, pero era el que menos posibilidades le ofrecía a futuro.

Eran todos los que le importaban, el anciano demente no se encontraba ahí, lo cual era bueno. Nadie sabía exactamente de parte de quien estaba o que era lo que perseguía. Miró a los demás nobles, peones en los juegos de los demás y reyes en el suyo propio. Pero esa era la razón por la cual no avanzaban. Ella, los consejeros y los príncipes sabían que solo había un rey en este juego.

-¿Y bien?, me dijeron que los ponies huirían aterrorizados de mis ejércitos y somos nosotros los que nos estamos retirando, ¡Exijo una explicación!
Nergal se adelantó.

-Hemos encontrado con algunas... dificultades su gloriosa majestad. Pero nada que no se pueda resolver.

Ishtar tomó aire, le hubiera gustado mirar a su prometido para saber si lo que estaba a punto de hacer era lo correcto. Pero sabía que había cientos de ojos vigilándola y esperando que cometiera algún error para poder usar su cuerpo como escalón para poder alcanzar un poco más alguna meta.

-Disculpe mi interrupción, oh todopoderoso monarca.

Ahora todas las miradas estaban sobre ella, no había oportunidad de retroceder.

-Es cierto que nuestros poderosos guerreros han encontrado la derrota. Pero creo que eso se debe a que no hemos sabido apreciar las señales. Creo que basamos nuestra estrategia erróneamente en las viejas historias que hemos oído de la debilidad de nuestros enemigos, confirmada por nuestra primera victoria, que personalmente considero que fue contra tropas inexpertas. Si revisamos los relatos de las tropas supervivientes junto con los informes de nuestro espía y meditamos con paciencia encontraremos una forma de lograr la victoria que por derecho divino te pertenece.

Eso era todo, la hora de la verdad. El emperador estaría de acuerdo o permitiría que Nergal le arrancara la cabeza.

-Sabias han sido las palabras que brotaron de la afilada lengua de nuestra futura gobernante.

Todas las miradas se enfocaron en un rincón envuelto en sombras, lentamente un grifo que segundos antes no estaba ahí salió cojeando de entre ellas.

Todos los presentes excepto el emperador retrocedieron con evidentes caras de disgusto. Ishtar no pudo evitar desviar su vista para no verlo directamente. Era difícil precisar qué tipo de grifo era. Ya no tenía plumas en ninguna parte de su cuerpo y solo unos cuantos mechones de pelo corto. En algún momento se había roto el ala izquierda pero se limitaba a dejarla arrastrar por ahí con lo cual se le habían formado llagas en esta. Los ojos eran amarillos con un iris rojo, más grande el derecho que el izquierdo.

Se detuvo exactamente entre el emperador e Ishtar, a la cual le sonrió con su pico ganchudo y curvo. Después se giró hacia el emperador.

-Resplandeciente señor de la guerra. La sangre de los patéticos ponies llenara los mares de este mundo y los cuerpos de sus mil veces malditas princesas adornaran la entrada a tu palacio si prestas oídos atentos a los consejos de esta hembra.

Nergal se acercó al extraño grifo.

-Lord Edimmu, le recomiendo que no se entrometa en asuntos militares y se enfoque en…

-¡General Nergal!, que gusto poder verlo con mis dos viejos y cansados ojos, lástima que usted no puede decir lo mismo. ¡Y con ambas alas!, ¿acaso el antiguo castigo por la incompetencia ha sido abandonado? Cuando pueda pase por mi estudio por su nueva armadura. Espero que esta no sea tan complicada de usar como la anterior.

Horas después Ishtar sudaba copiosamente mientras recorría las viejas calles de la capital al cobijo de las estrellas. En circunstancias normales el hecho de que el emperador anunciara que meditaría la situación y tomaría en cuenta su consejo le hubiera alegrado en sobremanera. Pero el hecho de que esta victoria se debiera en gran medida a la intervención del demente la ponía inquieta.

Repentinamente un olor a carroña descompuesta llenó el ambiente. Una voz susurrante le llegó por la espalda.

-Saludos, noble dama de ambiciosos ojos. ¿Qué te trae por estos callejones llenos de atormentados fantasmas?

Se giró para encontrarse con el anciano, que estaba parado en medio de un callejón en el que no había nada unos cuantos segundos atrás.

-¿Qué deseas?, ¿Por qué me ayudaste?

-Oh, ¿acaso un viejo y leal grifo no puede actuar por lo que él considera es lo mejor para su país? Has estado mucho tiempo inmersa en el aire envenenado de la sala del trono.

-Te lo repito, ¿Qué es lo que quieres?

-Si tanto insistes te lo diré.

Se acercó con una velocidad que contradecía el deplorable estado de su cuerpo.

-Armonía, quiero los elementos. La magia más poderosa que existe en el mundo. La única que fue capaz de dominar a El Caos. Los quiero para mí. Los ponies y las joyas. ¿Los has visto? Dime todo lo que sabes, y mi lengua ablandara el corazón del emperador.

-Solo nos hemos encontrado con tres, de acuerdo a las descripciones de nuestro espía son lealtad, ternura y magia. Esta última dijo llamarse Twilight Sparkle, discípula de Celestia.

-Ahhh, buena niña, ¿Qué mal te trajo compartir? Si, magia. La pequeña Twilight, será la que más me divierta y Celestia lamentara lo que hizo y el día en que tomó a esa pequeña presuntuosa bajó su ala. Adiós.

Edimmu chasqueó los dedos de su garra izquierda y se convirtió en una hedionda nube de gas purpura que se alejó deslizándose por los callejones antes de entrar por una alcantarilla. La comandante grifo se llevó una garra a la cabeza y la sacudió. ¿Por qué demonios le había dicho eso al maloliente engendro?

Molesta consigo misma llegó a su destino, una vieja y destartalada casa de ladrillos sin pintar y cuya única puerta era una manta. Cuando entró sintió que un pequeño y tibio bulto le caía sobre la cabeza. Lahar se levantó de la mesa en la que estaba sentada y le saludó militarmente.

-¿Y bien?, como te fue. Te esperábamos más temprano.

-Podría decirse que bien, pero el viejo demonio me ayudó.

Ninlil descendió de su cabeza y se escondió entre sus patas.

-¿Qué quiere?, ¿está aquí?, me da miedo.

Ishtar la acarició, tranquilizándola un poco.

-No sé, pero eso no debe distraernos. Seguiremos adelante como lo planeamos. Creo que es hora de hablar con nuestra nueva mejor amiga.
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 14

Notapor kolbjorn » 12 Jul 2014, 21:13

Capitulo 15
Fuego y sombras.
Spoiler:
El atardecer pintaba el cielo de tonos naranjas y rojos. Recargada sobre una enorme cerca una joven pegaso miraba con ojos melancólicos hacia el oeste mientras comía una manzana. Antes una manzana era un delicioso postre, ahora era un lujo. Pero afortunadamente Big Macintosh y ella se las habían arreglado para mantener Sweet Apple Acres produciendo junto con algunos cuantos amigos del gran pony.

La guerra ya había cumplido sus primeros dos meses. No habían recibido noticias de Rainbow y las demás. Sweetie Belle ya había terminado sus conciertos pero le era imposible salir de forma segura de Canterlot y estaba viviendo en la casa de una de sus compañeras en el trió. De Apple Bloom solo habían recibido una pequeña carta escrita por algún trabajador del palacio donde se les informaba que había sido "transferida", que estaba a salvo y que no se podía dar más detalles.

A pesar de que Big Mac insistía que el mantener en pie la granja y con eso aliviar un poco el hambre de Ponyville y de los refugiados que llegaban era una tarea igual de valiosa que la que hacían los soldados ella aun no estaba tan convencida.
Le gustaría estar ahí, junta a Rainbow, realizando grandes hazañas y mostrándole a los grifos quien manda, eso sería genial. Entonces recordó: los rostros angustiados de los refugiados, los heridos, los ponies sin ninguna esperanza para futuro. El hecho de que no podía ir a Ponyville sola por riesgo a que la atacaran, ¡a que otros ponies la atacaran!

Suspiró, lo que realmente deseaba era regresar a esos días en los que correteaba por ahí haciendo locuras con sus dos amigas. Cuando estaba segura que aun viviendo en el orfanato al día siguiente todo estaría bien y tranquilo. En ese entonces la predecible sucesión de días le parecía tan aburrida y repetitiva. Ahora se levantaba preguntándose qué nueva desagradable sorpresa le deparaba el día.

Se bajó de la cerca y recogió su canasta llena de manzanas. Si Big Macintosh quisiera se haría rico vendiendo esa fruta, pero él prefería venderla al mismo precio que tenía antes de la guerra o incluso regalarla. Si había un pony que se hubiera ganado un lugar privilegiado en las eternas llanuras ese era el hermano mayor de su amiga.

Cuando estaba a punto de regresar a la casa dedicó una última mirada al horizonte para descubrir a un grupo de pequeñas figuras que se acercaban lentamente. Brincó la cerca y se acercó con cuidado. Eran cinco pequeños potros, incluyendo un bebe, ninguno tenía aun su cutie mark excepto un pequeño que no era mucho mayor que ella en esos viejos días.

Los potros se detuvieron y se escondieron temblorosos detrás del mayor, un pequeño unicornio, que inmediatamente bajó su cabeza y se colocó en posición de embestir.

-Hey, calmados. No les voy a hacer nada. Ahí atrás esta la casa de la familia de mi amiga, tenemos comida y podemos ayudarlos. ¿Les gustan las manzanas?, es la especialidad de la casa. Vamos, acompáñenme

Los potros no se movieron, Scootaloo decidió intentar otra cosa.

-De acuerdo, no estaré cerca de ustedes. De todos modos se dirigían a la granja. Hay manzanos y maíz y muchas cosas. Pueden tomar lo que quieran y quedarse cuanto tiempo necesiten. Por cierto, ¿Dónde están sus padres?

Una pequeña comenzó a llorar. Debió de haberlo sabido por sus miradas, eran igual que ella.

-Lo siento, lo siento muchísimo. Yo también soy huérfana. Mis padres no murieron en la guerra pero aun así se que es lo que se siente. Por favor, vengan, síganme, estarán seguros en la granja.

Los potros miraron al unicornio, el cual a su vez miró a Scootaloo y finalmente asintió. Comenzaron a avanzar lentamente sin dejar de mirarla y sin pronunciar ninguna palabra. Scootaloo caminaba de la manera más pausada posible y sonriéndoles todo el tiempo. La pequeña se detuvo y señaló hacia el cielo con una pata temblorosa.

-Monstruo…

Scootaloo levantó la vista. Su sangre se heló y sus patas comenzaron a temblar. Jamás había visto al enemigo, pero de inmediato reconoció a la criatura que volaba en círculos sobre ella. Inmediatamente reaccionó.

-¡Bajo los manzanos, ahora!

Los potros corrieron inmediatamente, el grifo trazó un círculo amplio y bajó, volando lentamente a ras del suelo en su dirección.

Las rodillas de Scootaloo temblaban. Había oído historias de la amiga de Rainbow, era casi tan rápida como Rainbow, era más grande que Rainbow, era cruel y abusaba de los débiles. Y ahora una de esas cosas que durante los últimos meses se habían dedicado a matar ponies y quemar casas se dirigía hacia ella, que aun no obtenía su cutie mark, que el año anterior había perdido en una competencia contra la mensajera local con problemas de visión.

Pero era la única entre ese monstruo y cinco pequeños. Rainbow jamás habría dejado que se metieran con alguien que no pudiera defenderse y tampoco lo haría ella.

Extendió sus alas y se dirigió hacia el grifo, volando lo más rápido que podía. Cuando estaba cerca de él este se limitó a girar un poco y golpearla con sus patas de león. Sacándole el aire y lanzándola contra el suelo. Scootaloo golpeó la tierra de manera aparatosa. Se levantó a tiempo para ver a los pequeños pasar por debajo de la cerca y al grifo elevarse para evitarla.

La bestia hibrida realizó un giro y comenzó a volar sobre los manzanos dando vueltas en círculos. Scootaloo sacudió la cabeza y tomó altura, había visto a suficientes águilas y halcones cazar como para saber qué es lo que estaba sucediendo.

Para horror de la pegaso el pequeño unicornio salió de debajo del cobijo de los arboles mirando hacia el cielo. El grifo inmediatamente tomó altura y se dirigió hacia abajo. Scootaloo reaccionó por instinto y volando a máxima velocidad logró tomarlo por sorpresa y golpearlo en un costado, lo cual mandó al agresor contra un árbol mientras ella golpeaba el suelo nuevamente.

Sin perder un segundo gritó a los potros.

-¡Rápido! Sin salir de la cubierta, hay un pony rojo y grande en la casa, díganle que…

Escucho los pasos detrás de ella.

Lentamente se giró para ver al grifo. Su vista pasaba alternada y rápidamente del afilado pico a las poderosas garras de águila y a las enormes patas de león. La bestia irradiaba un aura de poder y determinación que se hacía peor con su mirada fría. Él no estaba viendo a un enemigo, estaba viendo un estorbo.

Scootaloo tragó saliva.

-Corran, yo lo detendré.

Los potros no se movieron.

-¡Ahora!

Los pequeños ponies tardaron unos segundos en salir corriendo. Scootaloo continuaba con su vista fija en la enorme bestia, que no movió ni un musculo. El corazón de la pegaso golpeaba su pecho alocadamente, respiraba rápidamente por la boca. De repente todo se había hecho más detallado. Podía ver y escuchar mejor de lo que lo había hecho antes. Era como cuando hacia cosas peligrosas y divertidas, ¿Cómo había dicho Twilight?, ¿adrenalina? Pero ahora era diferente, ahora era algo mortalmente peligroso y terriblemente horroroso.

Escuchó un pequeño ruido a su izquierda, lo cual provoco que desviara un poco su vista en esa dirección. Alcanzó a ver de reojo un borrón de movimiento por el lado derecho. En una fracción de segundo movió ágilmente su cuerpo para evitar por escasos milímetros la garra del grifo. Rápidamente la garra del lado opuesto se dirigió hacia ella, rodó para esquivarla sin recibir daño alguno. Inmediatamente se dio cuenta de su error al moverse de lugar y trató de embestir al grifo.

Este se limitó a moverse a un lado. Scootaloo se detuvo y giró rápidamente para lanzarse de nuevo. La agilidad de la pegaso sorprendió al grifo, que se llevó un cabezazo en el costado que lo sacó de balance.

Este se levantó y de nuevo lanzó su garra contra Scootaloo, de nueva cuenta esta la esquivo pero no tuvo tanta suerte para evitar un segundo golpe que le provoco tres cortadas profundas en un costado.

Rodó por el camión que llevaba a la aun lejana casa, abrió los ojos para descubrir que los potros no habían seguido por completo su consejo y corrían por este. Escucho el llamado de un halcón y vio al grifo tomar altura para lanzarse nuevamente.

-Rainbow Dash nuca se dio por vencida- se dijo a si misma mientras con esfuerzo se levantaba. Tomó aire y con un gran impulso inmediatamente se elevó directamente hacia el grifo. Este la esquivo girando hacia un lado. La velocidad y la inexperiencia evitaron que Scootaloo pudiera frenar hasta que estaba a gran altura.

En ese momento el grifo ya descendía toda velocidad sobre los potros. Scootaloo respiraba agitadamente, su costado le ardía y le faltaba aire.

-Vamos Scoot, solo una vez más, aleja a ese monstruo de los pequeños.

Se lanzó con las pezuñas extendidas, volando lo más rápido que jamás había hecho en toda su vida, podía sentir la fricción del aire cada vez mayor en sus pezuñas, el viento en sus alas. No iba a lograrlo, el grifo estaba demasiado lejos y era demasiado rápido.

-Maldita sea, ¡Vamos Scootaloo!, ¡Ahora o nunca!

Aumentó la velocidad, sintió cada vez más calor en sus pezuñas y en sus alas.

-Ya casi, un poco más, tú puedes.

Hubo una explosión, pudo ver como sus pezuñas delanteras se encontraban al rojo vivo, sus alas se sentían increíblemente calientes. Golpeó al grifo cuando este estaba a punto de alcanzar a los potros. Al contacto con las pezuñas de la pegaso el pelaje de este se encendió. Scootaloo resintió el impacto y se estrelló contra el suelo, de reojo alcanzó a ver a los pequeños ponies que ya casi llegaban a la seguridad de la granja. Se levantó y se encontró con que el grifo ya había apagado las llamas y se encontraba extremadamente furioso.

-Rayos, sí que es persistente. Desearía que Sweetie Belle y Apple Bloom hubieran visto eso, ¡Fue genial!

El grifo se colocó en posición de ataque. Scootaloo sonrió.

-¡Vamos, tonta gallina!, ¡tengo más de donde vino eso!

Sus patas apenas la podían sostener, punzadas de dolor invadían su cuerpo desde su costado y apenas podía respirar.
Escuchó risas. Tres grifos mas aterrizaron a su alrededor. La fuerza de voluntad que la sostenía rápidamente la abandonó y se dejó caer, bajando la cabeza.

-Te voy a quemar vivo por esto maldito pony…

Podía oír los pasos del grifo que se acercaban y las risas de los compañeros de este. También sintió un rítmico golpeteo del suelo que se hacía más fuerte a cada instante. Las risas cesaron y pudo ver en el suelo la sombra de algo que bloqueaba la luz del sol que se había tardado un poco más de lo normal en descender. Su vista se encontró con un enorme y furioso pony de color rojo que lanzaba vapor de sus ollares.

-Cierra los ojos y cúbrete los oídos, Scootaloo.

La pegaso obedeció inmediatamente, jamás había visto a Big Mac tan enojado, de hecho jamás lo había visto enojado en toda su vida.

Los grifos se acercaron al gran pony riendo.

-Buena idea, así ese tonto pegaso no sabrá que…

El grifo recibió el impacto de la cabeza del poderoso pony directo en su pecho, este no se detuvo en su embestida hasta que estrelló al guerrero contra un manzano que se partió a la mitad. Sintió un grifo en su espalda que encajó todas sus uñas en su carne desprotegida. Con un fuerte impulso de sus patas traseras logró lanzar a su agresor e inmediatamente lo coceó mandándolo varios metros lejos.

Los dos grifos restantes lo atacaron por el frente, Big Macintosh se encabritó y dejó caer todo su peso sobre el pecho de ambos, destrozando la joya mágica y dejando la marca de sus cascos delanteros en las armaduras.

Scootaloo se estremeció cuando algo le tocó la cabeza, estaba a punto de abrir los ojos cuando reconoció la voz ahogada de Big Mac.

-Aun no, ya puedes descubrirte las orejas pero no abras los ojos. Te ayudare a caminar.

Avanzaron unos cuantos metros antes de que le permitiera abrir los ojos. Se encontraban ya a escasa distancia de la casa.

-¿Cómo están los potros?

-Bien, gracias a ti. Ustedes, encárguense de lo que quedó allá atrás.

Los ponies a los que se dirigió el de nuevo tranquilo granjero se dirigieron rápidamente a la zona donde quedaron los cuerpos de los grifos. Scootaloo y Big Macintosh se detuvieron cerca de la cocina, el gran pony rebuscó en la alacena y sacó un frasco con una substancia de color amarillo enfermizo que olía a una mezcla de cebolla y ajo.

-Muy bien, levanta esa ala. Esto va a arder como no tienes idea.

Big Mac no mintió y la pegaso se estremeció cuando le aplicaron el ungüento.

-Un viejo remedio de la abuela, evitara que se te infecte y te ayudara a la cicatrización.

-Rayos, por lo menos podía oler mejor. ¿Cómo se ve?

-Magnifica.

-¿Qué?

Big Macintosh no respondió y se limitó a sonreír. Scootaloo revisó su cuerpo. Sobre su costado había un escudo dorado del cual salían dos alas de fuego.

La pegaso brincoteó por todo el lugar olvidándose del cansancio y del dolor hasta que finalmente abrazo al hermano de su amiga con lágrimas en los ojos.

-¡Espera a que Sweetie Belle, Apple Bloom y Rainbow vean esto!

Horas más tarde, La habitación de Celestia se encontraba en completo silencio, la suave luz de las estrella entraba por una ventana. La princesa estaba en su cama respirando intranquilamente. Se levantó de improviso con un pequeño grito y se sorprendió al reconocer su cuarto. No se encontraba en el mismo lugar en el que había perdido el sentido. Miró a su alrededor hasta que se topo con la mirada enfurecida de su hermana menor.
Permanecieron en silencio hasta que Luna habló.

-¿Cuándo pensabas decirme lo que te está pasando, Celestia?

La princesa del sol sonrió.

-Es la primera vez desde tu regreso que no me llamas "querida hermana" y no usas palabras anticuadas, eso quiere…

-¡Eso quiere decir que estoy muy preocupada y molesta!

Se escuchó el retumbar de unos truenos y un pequeño vendaval azotó la habitación.

-Luna, cálmate. No quise preocupar a nadie. Imagínate qué pasaría con la moral si los ponies se enteraran de que algo me sucede.

-¿Y tenias que ocultármelo a mí también?, yo también gobierno a Equestria, y según recuerdo tu me dijiste que las decisiones importantes las tomaríamos entre las dos. Pero más importante que eso, soy tu hermana. ¿Por qué me lo ocultaste?

Celestia bajó su mirada.

-Lo siento, no quise preocuparte a ti también.

-lo sé, pero no debes ocultarme cosas tan delicadas. Me asustaste mucho cuando entré a la sala del té y te vi en el suelo.

-Lo siento Luna, ¿pasó algo con el sol?

-No, lo bajé por ti y subí la luna como si nada hubiera sucedido. Nadie se dio cuenta de nada.

-Gracias.

Luna le acercó a su hermana un pergamino con su magia.

-Ten, nos llegó este mensaje de Ponyville. Los grifos llegaron hasta ahí. Cuídate, me voy.

-¿Irte?, ¿A dónde?, ¿Por qué?

-El proyecto celeste está concluido, mi aprendiz está lista, ya no es necesario que supervise la creación de las armaduras. Voy a la batalla.

-¡Luna!, recuerda las condiciones que nuestros padres nos pusieron para poder descender. ¡Si interferimos directamente en algún problema que los ponies puedan resolver solos…!

-No pueden resolverlo solos, los grifos pueden interferir en el control del sol y la luna. Y aunque no fuera así no pienso quedarme ni un minuto más viendo sufrir a mis amados súbditos, ¡Aunque eso significara que nuestros padres me exiliaran por diez mil años!

El silencio se apoderó de nuevo de la habitación. Luna se dirigió a la puerta y se detuvo, mirando hacia atrás con aire triste

-Adiós, querida hermana. Sé que podrás hacerte cargo de todo lo que suceda. Te forjé una armadura, te ayudara a controlar el sol sin problemas. Esperó verte pronto.

Rápidamente salió y cerró la puerta para no tener que alargar la despedida más. Tomó aire y se limpió las lágrimas de sus ojos. A un lado un pony encapuchado esperaba silenciosamente.

-¿Te encuentras preparada, perseverante estudiante mía?

La pony asintió.

-Muy bien, partamos hacia la gloria de la victoria entonces.

Luna extendió sus alas, por las ventanas del palacio entraron multitud de murciélagos que se posaron sobre ella. Al mismo tiempo su crin se extendió y la envolvió.

Cuando se contrajo de nuevo los murciélagos se habían convertido en una armadura de acero oscuro, obsidiana y plata. La cubría de pezuñas a cabeza, incluyendo las alas. Era similar a la de la guardia nocturna pero más imponente.

Las placas se superponían de tal forma que recordaban las escamas de un dragón con adornos hechos de plata y estrellas de diamantes. En el pecho donde normalmente el ojo vigilante se encontraba había una reproducción de su cutie mark hecha con dos joyas mágicas, un par de diamantes, uno blanco y uno negro. El casco dejaba flotar libremente su etérea crin e incluía su corona, sobre los hombros y los codos de las alas había pequeñas púas de metal.
La princesa de la noche revisó su aspecto y suspiró.

-Como ya te mencioné antes, entusiasta aprendiz mía. El miedo es una gran arma, hay que saber usarla.

Ambas ponies caminaron por el pasillo hasta salir al jardín y de ahí mediante magia se trasladaron a los terrenos donde se llevaba a cabo la construcción de las
armas diseñadas por Luna.

Se detuvieron un momento a admirar los resultados del proyecto Celeste.

-¿Se encuentra todo en su punto para mi partida?

El jefe de ingenieros se acercó, seguido de Apple Bloom.

- Si, su etérea majestad.

-Esplendido, partamos sin más demora en ese caso. Nos uniremos al contingente donde luchan valientemente las caballeros de la orden de la corona solar. Es hora de que nuestras valientes tropas planten su pezuña en territorio enemigo y finalizar con esta sangrienta contienda.

Un unicornio observaba entre las sombras, tenía que informar de esto de inmediato al emperador.
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 15

Notapor kolbjorn » 21 Jul 2014, 20:07

Capitulo 16
Furia.
Spoiler:
El ensordecedor ruido de la batalla llenaba el aire como los rugidos de una hidra enloquecida. Sobre una formación de rocas el grupo de mandó de los ponies observaban la situación. A lo lejos podrían apreciarse los reflejos del sol sobre el gran rio del oeste. La frontera estaba solo a horas de distancia.

Twilight tocó con su pezuña la pequeña joya mágica que tenía en frente, sobre una roca.

-¿Capitán Little Fun?, necesito que lleve a los Hellfire Wings hacia el suroeste.

Desde la joya le llegó una voz molesta.

-De acuerdo Sir Twilight… ¿Alguien quiere decirme porque demonios estamos siguiendo órdenes de un oficial de la guardia diurna?

Otra voz surgió de la joya

-Capitán, creo que aun esta brillando.

-Mier…

La unicornio suspiró y tocó nuevamente el artefacto.

-Rainbow, toma tu escuadrón y cubre a Spike, bajó ninguna circunstancia quiero que se repita lo de hace cuatro días.

-De acuerdo jefa.

Twilight se sintió un poco más tranquila, la comandante Northern Wind había puesto a su amiga al frente de los sobrevivientes del escuadrón de rescate. Aunque sus palabras exactas cuando lo hizo fueron: "si haces alguna estupidez, potra, tu siguiente asignación va a ser limpiar las letrinas"

La joya brilló y la voz de White Thunder se pudo escuchar.

-Entrare por el noreste, necesito fuego de cobertura.

-Entendido comandante.

Twilight realizó rápidamente unos cálculos mentales y tocó de nuevo la joya.

-Jefe de artilleros, fuego de cobertura para el comandante White Thunder. Gire las catapultas veintiocho grados al norte de su posición actual y utilice setentaicinco por ciento de la potencia total, reajuste cuando sea necesario.

No esperó respuesta, la hora convenida había llegado.

-¿Rarity?

La voz de la unicornio le llegó en un susurro apenas audible

-Ya encontré al rufián que dirige a los grifos y siento su joya.

-¿Estás a distancia segura?

-Por supuesto, yo diría que son quinientos metros mínimo. Para cuando sepan que pasó ya estaré lejos de aquí. Solo dame la señal querida, pero que sea rápido. No soporto mas estar sobre esta incomoda arena, tal vez podrías conseguirme un cojín para la próxima vez, seda estaría bien

-No creo que sea posible

-¿Qué hay de Spike?

-Tranquila, Rainbow lo tiene cubierto.

-Maravilloso, entonces cuando tú lo ordenes, cariño.

Activó la joya una vez más.

-Applejack, en cuanto reciban la señal tú y la capitana Dreamycloud entraran con la fuerza mixta para apoyar los refuerzos. ¿Lista?

-Como una vaca que espera su primera ordeña, compañera.

-Bien.

La joya emitió un ligero resplandor. Se pudo escuchar una voz calmada.

-Estamos listos para hacer nuestra parte, solo esperamos tu señal para ejercer nuestro sanador arte.

-Bien Zecora, tu tomaras el centró y Pinkie y Fluttershy cada uno de los lados. Esperen la señal.

Respiró hondo y se limpió el sudor de su frente, Northern Wind y Derpy se le acercaron.

-Muy impresionante Capitán Sir Twilight, podría tener una brillante carrera militar. Y el hecho de que descubriera como reproducir el artefacto que capturó Lady Fluttershy nos ha traído incalculables beneficios.

-Gracias comandante, por lo menos pude descubrir cómo funciona un poco esa magia rara de los grifos. ¿Cómo está su ala?

-La señorita Zecora dice que en dos días podre entrar en combate nuevamente.

-Que bien, siento mucho lo que pasó. Le estaré eternamente agradecida por salvar a Spike. No sabe cuánto me dolería perderlo.

-De hecho no puedo imaginarme un dolor mayor que el perder un hermano.

Derpy inmediatamente abrazó a la comandante, la cual se sonrojó y amablemente se la quitó de encima. Twilight aun no podía desentrañar la relación que unía a dos pegasos tan diferentes, tenía la sospecha de que Rainbow sabía algo porque cuando las veía juntas soltaba una risita y se llevaba las pezuñas a la boca como si quisiera evitar que saliera algo. Estaba sorprendida de la curiosa forma en la que a la que siempre había considerado una madre amorosa y despistada mensajera peleaba, aunque no estaba totalmente segura si era habilidad o suerte.

La comandante tosió para aclararse la garganta

-Hablando de su hermano, no quiero que me malinterprete. Pero sus habilidades en combate no son lo que esperaba.

-Tiene un poco de problemas con su esposa. No sé que es mejor, que no pelee bien y lo hieran o que sea un excelente guerrero pero se deje llevar por su instinto.

Hubo un pequeño silencio cuando todos los presentes sintieron una vibración en el suelo. La comandante sonrió y miró hacia el norte.

-Creo que ya llegaron nuestros amigos, Capitán Sir Twilight.

Twilight asintió y de inmediato comenzó a dar órdenes por medio de la joya.

White Thunder había logrado penetrar por un flanco de las fuerzas enemigas. Las catapultas que les había proporcionado la princesa eran una ventaja increíble, pero los grifos habían desarrollado una respuesta con la brutalidad que caracterizaba a su general.

Consiguió visualizar a una de esas respuestas. Un i´k kalar se dirigía a toda velocidad contra un pelotón de ponies de tierra. Antes de que el unicornio pudiera reaccionar el grifo terrestre activó la joya que llevaba colgando. Una esfera de energía mágica purpura se expandió a partir de esta en un radio de varios metros y explotó con gran fuerza, acabando al mismo tiempo con los ponies y el grifo.

Maldijo entre dientes, pero no podía hacer algo al respecto, y continuó abriéndose pasó a través de sus enemigos. En las últimas semanas a la crueldad y brutalidad que caracterizaba a las tácticas de los grifos se había sumado una mejor manera de presentar combate. Ya se había dado cuenta que el general era más inteligente de lo que se podría deducir por su gusto por la sangre, pero este nuevo estratega grifo los estaba metiendo en problemas.

Sintió como el suelo temblaba bajó sus pezuñas, los refuerzos habían llegado. En dirección contraria a la que él había entrado y atacando el flanco más desprotegido de los grifos cientos de guerreros búfalos entraron en combate resoplando y embistiendo con todas sus fuerzas. El desbalance empeoró cuando justo en el momento en que la embestida de los guerreros inicio el comandante grifo a cargo de la batalla recibió una pequeña pero potente esfera mágica en el pecho que lo acabó.

El ímpetu y la fuerza de la estampida de búfalos fue demasiado para los i'k kalar, los que no conseguían moverse a un lado eran aplastados o atravesados por los cuernos de los guerreros. Dreamycloud y Applejack lideraban un grupo conjunto de ponies de tierra y unicornios que protegían a los búfalos sin armadura de los ataques mágicos.

En el cielo los escuadrones de elite de ambas guardias forzaban a sus enemigos aéreos a replegarse. Las fuerzas terrestres de la guardia diurna presionaban por el lado opuesto. Pero a pesar de todo los grifos no se retiraban. Eran la última línea de defensa para evitar que el contingente más efectivo de ejército de Equestria llegara hasta la frontera.

Twilight entró en el combate guiando a los mejores unicornios de la guardia diurna. Cada metro se ganaba a base de esfuerzo, sacrificios y sangre. Ambos ejércitos estaban tan juntos que fue imposible usar las catapultas sin riesgo para los ponies. La batalla aérea se desarrollaba escasos metros sobre los combatientes de tierra.

Cientos de metros a la distancia el general Nergal observaba la batalla acompañado de cientos de grifos perfectamente quietos y en formación. Ishtar se balanceaba de un lado a otro y no dejaba de alternar su vista entre el general y la precaria situación de su ejército.

-General, con todo respeto…

-Nunca me has tenido respeto, deja de fingir.

-Nuestras tropas están siendo asesinadas. Tenemos que…

-No haremos nada hasta que los ponies avancen más. ¿Dónde demonios está tu espía?, necesito saber si ya dejaron desprotegidas sus maquinarias.

Ishtar tocó una joya. Estaba a punto de hablar cuando Nergal se le acercó, tomó la joya y le habló directamente.

-Muy bien fenómeno, ¿aun hay ponies cuidando las maquinas?

-Hey, ¿Quién eres?, ¿Dónde está Ishtar? No voy a hablar contigo.

-Escúchame bien. Tal vez no pueda hacerle nada a tu dueña. Pero tú no le importas a nadie más que a ella, así que si quieres seguir con tu miserable vida vas a contestarme. ¿Aun hay vigilantes?

Hubo un pequeño silencio antes de que obtuviera una respuesta afirmativa. Arrojó la joya de nuevo a Ishtar.

-Tendremos que dejar la captura de una de esas cosas para después. ¿Qué me dijo que eran, comandante Ishtar?

-Las llaman catapultas, originalmente las usaban como un juguete en una celebración dedicada a una leyenda.

-Parece que tienes mucha información de los ponies últimamente. ¿Alguna vez te hablé de mi difunta ayudante?, ella también tenía mucha información de ellos.

Nergal le sonrió antes de darse vuelta y regresar su atención al campo de batalla. Se volvió a los soldados presentes.

-Muy bien, esperaremos a que la ventaja de los ponies parezca definitiva. Los atacaremos por la retaguardia. Yo me encargare del dragón. Si ven a cualquier pony con armadura que sea diferente a alguna otra captúrenlo. Si empieza a hacer algo raro mátenlo. Ishtar, te quedaras aquí para vigilar que no se acerquen refuerzos de los ponies.

-¡Pero…!

-Sabes, no creo que al emperador le agrade la noticia de que no hagas caso de la orden que te dio de obedecerme cuando te nombró mi segunda al mandó. Te quedaras aquí a vigilar. No te preocupes, si hay algún elemento de la armonía lo capturare y lo entregare al emperador por ti.

El general le sonrió de nueva cuenta mientras se preparaba para despegar, la gran mayoría de las fuerzas de los grifos se colocaron detrás de él. Nergal estaba punto de emprender el vuelo cuando se detuvo.

-Una cosa más, si veo a cualquiera de tus soldados, en especial a tu mascota o a la otra estúpida, en el área de la batalla yo mismo les arrancare las alas y los matare.

Los grifos se elevaron y se dirigieron a la batalla. Nergal se permitió una tercera sonrisa al observar la cara de frustración de la comandante Ishtar. Regresó su atención a la confrontación. No hubo rugidos ni llamado de ningún tipo, no hubo advertencia, no hubo piedad.

Para cuando los pegasos se percataron era demasiado tarde. Los grifos de Nergal atacaron brutalmente. El general tenía un objetivo en mente, una forma de recuperar su dignidad después de perder un ojo contra una pequeña pegaso. Localizo su objetivo y se lanzó.

La sed de sangre llenó su mente. De un solo golpe arranco el ala de un pegaso que trató de detenerlo, embistió a un grifo que le estorbaba. Spike se percató del enorme grifo casi de su tamaño que se dirigía hacia él, giró para recibirlo de frente.

El sonido del impacto ensordeció a los combatientes que se encontraban cerca del lugar. La fuerza y velocidad de Nergal llevó a ambos a estrellarse sobre el campo de batalla. Los dos enemigos se levantaron e inmediatamente se trabaron en combate. Nergal se lanzó con ambas garras extendidas, Spike detuvo el ataque pero la fuerza lo hizo irse de espaldas.

El grifo trató de encajar su pico en el cuello de Spike, este lo esquivó y utilizando la ventaja que le daba su largo cuello mordió el ala izquierda del general. Este rugió más de ira que de dolor, consiguió zafar su garra derecha del agarre del dragón y golpeó la cabeza de Spike con suficiente fuerza para desprenderle el casco y hacer que lo liberara.

Con su garra libre Spike sujetó la cabeza del general y lo golpeó con sus patas traseras en el vientre quitándoselo de encima. Los dos se levantaron y se quedaron mirando mutuamente, respirando de manera agitada.

Ambos se lanzaron hacia el frente nuevamente, Spike bajó su cabeza y embistió al general, lo arrastró varios metros hasta que este le encajo las garras en el cuello. A pesar de la increíble fuerza del grifo apenas podía penetrar las duras escamas del dragón. Spike realizó un gran esfuerzo y lanzó al general hacia arriba con toda la fuerza de su cuello y patas delanteras.

El general se estabilizó en el aire a poca distancia del suelo, solo para recibir una columna de fuego que lo obligó a moverse hacia la derecha, cuando miró de nuevo Spike cargaba directo hacia él, golpeándolo en el pecho y elevándolo.

Los protectores en las garras de Nergal comenzaron a emitir un brillo purpura y descargó el golpe contra los costados del dragón. La magia estalló y la armadura del Spike se destrozó, el dragón tosió sangre e inmediatamente perdió altura cayendo de nuevo sobre el campo de batalla. Nergal se precipitó con las garras extendidas. Un zumbido llenó el aire seguido del ruido de un descomunal impacto cuando algo golpeó el costado del general y lo desvió lanzándolo hacia el suelo a decenas de metros donde había caído el dragón.

Cuando el grifo se levantó pudo ver un objeto azul y dorado que se acercaba a toda velocidad dejando atrás una estela con todos los colores del espectro. El general giró hacia un lado apenas evitando un nuevo impacto cuando dos pegasos más lo atacaron por el lado contrario.

Spike se levantó llevándose las garras a las costillas, aun escurría sangre de su boca. No sentía tanto dolor desde la pelea con el dragón verde. Pudo enfocar su vista en el enorme grifo, que en ese momento azotaba contra el suelo a un pegaso. Se sorprendió cuando vio a Rainbow Dash golpear a su oponente en la cabeza estrellándolo contra el suelo, solo para que este inmediatamente se levantara y casi alcanzara a la pegaso.

La mayoría de los ponies estaban cansados y enfrascados en batallas con las fuerzas de los grifos que ahora los superaban en número. El capitán Little Fun aterrizó junto a Spike y movió de lado a lado su cabeza.

-Desde que te topaste con esa esposa tuya has perdido tu toque.

-Por favor, ayude a Rainbow.

-¿Tu niñera?, creo que ya está lo suficientemente grandecita para cuidarse sola. Por cierto, ¿sabías que ese grifo es el general Nergal?

El pegaso observó con satisfacción la expresión de Spike.

-Exacto, el responsable de lo que pasó en Appleloosa.

Spike se levantó olvidándose del dolor. Sus alas se volvieron rojo brillante pero el resto de su cuerpo se oscureció. Sus colmillos crecieron al igual que su garras, su cuerpo aumento un poco de tamaño.

Rainbow y Nergal habían tomado altura ignorantes de lo que pasaba con el dragón. La pegaso se dio cuenta de que a pesar del tamaño y de la sed de sangre que lo invadía el general era ágil y podía planear y anticipar los ataques.

Un rugido resonó en los oídos de todos los presentes, superponiéndose a los demás ruidos de la batalla. Con una explosión de llamas el dragón se lanzó contra el grifo, este se olvidó de Rainbow y descendió con sus garras extendidas y los protectores de estas brillando.

Little Fun sonreía mientras veía alejarse a Spike.

-Ese es mi muchacho.

Arrojó al suelo la joya que hacía unos días le había entregado Twilight y la aplastó con su pezuña. Miró a sus ponies que se encontraban aleteando por encima de él.

-Bien señores, esta fiesta ya se puso interesante. El que mate menos grifos tendrá el castigo de costumbre. ¡Sin detenerse!, ¡sin misericordia!, ¡sin importar las consecuencias!

En el cielo los dos monstruos impactaron con una explosión de fuego y magia. La energía arcana en las garras del general se descargó pero al dragón no le importó lo que le hizo a su cuerpo. Golpeó con su garra izquierda la cabeza del Nergal abriéndole de nuevo las heridas que obtuvo en el enfrentamiento con Fluttershy. Este contraatacó, golpeando al dragón en la cabeza con una garra, luego con la otra y finalmente con ambas en la parte superior. Spike cayó al suelo con la espalda hacia arriba. Era lo que el general estaba esperando.

Aterrizó sobre su enemigo y lo tomó de las alas estirándolas hacia atrás con todas sus fuerza. Spike hizo crecer las púas de su cola y golpeó con esta a Nergal, el cual rodó varios metros. Cuando se levantó y estaba a punto de contraatacar escuchó una voz.

-Te mueves un centímetro maldito desgraciado y te cocino vivo.

Miró a un lado, un unicornio negro le apuntaba con un brillante cuerno del cual brotaban arcos de electricidad. Spike se levantó y cargó a toda velocidad. Rainbow se interpuso entre el grifo y el dragón.

-Hey, grandote, cálmate ya lo tene…

Spike sujetó a la pegaso y comenzó a apretarla. El comandante WhiteThunder miraba alternadamente al grifo y al dragón, maldijo y descargo su magia contra su soldado.

Spike cayó inconsciente aun con Rainbow entre las garras. White Thunder rodó para evitar el golpe que Nergal le lanzó e inmediatamente se incorporo cargando magia nuevamente.

De una joya en la maltratada armadura de Nergal se escuchó una voz.

-General, tenemos que irnos.

-Ahora no, estúpida.

-Llegaron refuerzos para los ponies.

-Entonces encárgate de ellos.

-No creo que eso se pueda. Mire al cielo.

El general notó que la batalla se había detenido hasta cierto grado. Pero el comandante aun lo tenía en la mira.

-Me gustaría capturarte vivo, pero matarte no me parece tan malo.

-Mejor suerte para la próxima con eso, pony.

La joya en el pecho de la armadura del general comenzó a brillar, White Thunder se preparó para esquivar la descarga de magia y contraatacar. Hubo un resplandor purpura repentino seguido de un relámpago del mismo color que salió disparado hacia el cielo, cuando la luz se desvaneció el general ya no estaba ahí.

White Thunder corrió sin perder un momento hacia Spike, este tenía una mano sobre la cabeza y había recuperado su aspecto normal. Miró con aire confundido al unicornio.

-¿Comandante?, ¿Qué pasó?, había un grifo muy grande y…

Spike notó que sostenía algo en la otra garra. Se sobresaltó al darse cuenta que era una de sus amigas.

-¿Rainbow?, ¿qué te pasó?, ¿Estás bien?, ¿te lo hizo ese grifo grande?

La pegaso sacudió la cabeza y miró al dragón unos segundos.

-Estoy bien Spike, no te preocupes…. Tú me salvaste del grifo grande, gracias.

El comandante no dijo nada, tenía su vista fija en el cielo.

Había dos enormes dirigibles que se acercaban. El más pequeño era por lo menos del doble del tamaño de la nave insignia de la guardia diurna. Un nutrido grupo de grifos se separo de la batalla y atacó. De la nave voladora más grande salió un único disparo de magia que los atacantes esquivaron solo para que la esfera estallara con gran violencia y derribara a la mayoría. De la más pequeña surgieron innumerables disparos que derribaron a los grifos restantes.
Cuando se acercaron más el comandante pudo notar los detalles.

El diseño era totalmente diferente a lo que había visto antes. El globo y la góndola se encontraban unidos en vez de estar esta última suspendida por cuerdas como era lo normal. La parte superior de ambas naves se encontraba reforzada y protegida, eso era lo único que tenían en común.

El dirigible más grande parecía más bien una escultura móvil hecha de mármol y de oro, al frente tenía una reproducción de la cutie mark de la princesa Celestia, debajo de las ventanas de la cabina de mandó se podía observar un alargado tubo de metal blanco recubierto de joyas y adornos dorados desde el cual brotaba una ligera columna de humo. Tenía a los lados dos enormes alas semejantes a las de una gaviota que en ese momento apuntaban hacia arriba. Se podían observar cientos de portillas de combate.

El pequeño, relativamente hablando, era completamente negro con purpura y plateado. Al igual que el blanco era hermoso, pero en un sentido más bien melancólico. El frente llevaba como insignia la cutie mark de la princesa Luna, enormes cadenas de metal lo recorrían como si quisieran aprisionarlo, púas de acero lo recorrían a lo largo y mostraba dos enormes alas similares a las de un dragón o un murciélago.

Los ponies se encontraban en completo silencio y totalmente quietos con la excepción de los sanadores. Los grifos se replegaban y huían de la nueva arma de sus enemigos. Spike miraba fijamente al dirigible negro.

-Comandante, ese dirigible lleva el estandarte.

-Todos los dirigibles llevan un estandarte.

-No, me refiero a El Estandarte, usted sabe, el de la princesa.

Los ojos de White Thunder se abrieron de par en par. Una mezcla de sorpresa, felicidad y miedo le hicieron olvidar las cientos de preguntas que le llenaban la mente.

Estaba aquí, su Etérea Majestad, la Princesa de la Noche, Emperatriz de las Estrellas, Gobernante de las Revoluciones del Astro de la Noche. Estaba con ellos, había llegado y los grifos conocerían lo que era el verdadero significado de la hermosa y terrible oscuridad.
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 16

Notapor horwaith » 22 Jul 2014, 16:43

odio que corten en el mejor momento, me encanta cuando lo has cortado y ciertamente me han gustado los demás, aunque no encontraba palabras para decir nada
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 16

Notapor kolbjorn » 23 Jul 2014, 22:27

horwaith escribió en 22 Jul 2014, 16:43:odio que corten en el mejor momento, me encanta cuando lo has cortado y ciertamente me han gustado los demás, aunque no encontraba palabras para decir nada

Gracias, que bien que te gustaron
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 16

Notapor kolbjorn » 05 Ago 2014, 00:35

Capitulo 17
Decisión y verdad.

Spoiler:
El comandante White Thunder sonrió y se llevo la pezuña a la joya que colgaba de su cuello, tubo que alimentarla un poco con su magia para que pudiera hacer lo que planeaba. El artefacto mágico se calentó notablemente cuando abrió decenas de canales de comunicación.

-Muy bien ponies. Nuestra señora viene de vista, no la defraudemos. ¡Deber y Amor!, ¡Hagamos temblar a esos grifos!

Miró a Spike, que aun sostenía a Rainbow en sus garras.

-¿Cómo están esas costillas, dragón?

-Es raro, creí que el grifo grande me las había roto, pero ahora solo me duelen un poco… ¿no está el capitán Little Fun por aquí?, recuerdo que estaba junto a mi pero luego todo se vuelve borroso. ¿No me deje llevar por completo?, ¿o sí?

Rainbow se estiró y dio un par de aleteos experimentales antes de volar de la garra de su amigo.

-No te preocupes grandote, ese grifo hizo una de sus cosas mágicas locas en tu cabeza, pero todo está en orden. Me salvaste, ahora te debo una.

Spike sonrió y luego se miró a si mismo preocupado.

-¿Crees que Rarity y Twilight me hayan visto pelear?, no quiero que se preocupen. Rayos, voy a necesitar una nueva armadura.

White Thunder, que hasta ese momento había estado coordinando los movimientos de sus soldados, se acercó.

-Después nos ocuparemos de eso, pero necesito que te quedes cerca de Sir Rainbow, ¿Podría hablar con usted en privado un momento, Sir?

La pegaso se acercó al unicornio y ambos se separaron del dragón, que seguía revisando su cuerpo con expresión perpleja. White Thunder se lamio los labios.

-No sé qué demonios fue eso, pero no debe dejarlo que entre en combate. He tratado pero no puedo comunicarme con el capitán Little Fun. Si lo ve acercarse a Spike comuníquese conmigo inmediatamente.

-De acuerdo.

White Thunder se alejó del lugar para organizar la persecución de los grifos que se reagrupaban. Rainbow le dio un pequeño golpe en el costado a Spike.

-Hey, esa gallina súper desarrollada lastimó a uno de mis pegasos. Necesito que me ayudes con él.

-Pero…

-Por favor, así te debería dos.

El dragón aceptó y llevó al herido pero aun consiente pegaso a donde se atendía a los soldados. Rainbow Dash y Fluttershy lo convencieron de continuar con la labor de encontrar y trasladar heridos a pesar de los deseos del dragón de unirse al contraataque encabezado por la guardia nocturna.

A pesar de le enorme ventaja que suponían los dirigibles los grifos estaban determinados a no dejar a sus enemigos llegar a la frontera. A diferencia de otras ocasiones no se retiraron totalmente y se reagruparon. Decididos a dar hasta la última gota de sangre por su emperador.

Los ponies de la guardia diurna se encontraban en una situación incómoda. Sus enemigos no se retiraban y no les importaba lo que les pasara. Continuaban peleando a pesar de las heridas y no se detenían hasta que perdían la vida. Por otro lado los miembros de la guardia nocturna se habían contagiado con un furor incontenible y actuaban de manera más violenta y destructiva de lo normal.

Rainbow Dash mantenía un ojo sobre Spike, que en esos momentos transportaba a dos ponies entre sus garras pero no dejaba de mirar hacia la batalla. Escuchó una voz desagradable detrás de él

-Hey tu, lagartija gigante.

Ambos se giraron para observar al capitán Little Fun, que los miraba con aire molesto.

-¿Qué demonios te crees que eres?, ¿Una ambulancia?

-Lo siento capitán, estaba ayudando a mis amigas.

Little Fun imitó la voz de Spike con un tono burlón

-Estaba ayudando a mis amigas. -Lo miró severamente. -Eres un Hellfire Wing, tu deber no es ayudar a los heridos, es herir al que se te ponga enfrente, de manera grave, mejor si es letal. Ahora mueve ese escamoso trasero tuyo y comienza a matar grifos antes de…

Rainbow se interpuso entre los dos. Con las pezuñas en la espalda.

-Spike está ahora bajo mis órdenes y no se va a ningún lado.

Activó la joya de comunicación que sostenía entre sus pezuñas.

-¿Y tu quien eres para dar órdenes? Aparte de una mascota de las princesas

Rainbow se enfadó y se llevó la pezuña en la que sostenía la joya al pecho.

-Yo soy Sir Rainbow Dash de Cloudsdale. Guardiana de la Lealtad Inquebrantable.

Little Fun levantó una ceja y le dedicó la mirada menos impresionada que podía dedicar.

-También soy Caballero de la orden de la corona solar al servicio de Sus Majestades. Y… soy capitana, si, capitana de la guardia diurna al servicio de su Aurea Majestad. Sí, soy capitana de los…

Rainbow se detuvo un momento, "Los miembros del escuadrón de rescate" no se escuchaba impresionante, tenía que encontrar algo rápido.

-… capitana de… los… Blazing… Sunrays. Si, los Blazing Sunrays, los mejores pegasos de la guardia diurna. Y como las princesas me dieron de hecho autoridad igual a la de los comandantes entonces le ordeno al soldado Spike que me ayude en el traslado de los heridos. Vámonos Spike, tenemos mucho que hacer.

Rainbow se adelantó unos metros y se detuvo.

-¿Nos vamos Spike?

El dragón miró alternadamente a ambos pegasos, giró hacia Rainbow y se fue detrás de ella. Escucharon por última vez la voz del capitán.

-No podrás esconderte detrás de tus niñeras para siempre. Ya sabes cuál es el castigo.

Se dio la vuelta y se dirigió a la batalla.

Rainbow tomó la joya y se la acercó a los labios.

-¿Escucho eso comandante?

-Sí, potra, pero creo que te equivocaste de comandante. Deberías pedirle a Sir Twilight que te enseñe como usar la joya correctamente. Por cierto, ¿Capitana de los "Blazing Sunrays"?, ya hablaremos de eso.

Rainbow se llevó una pezuña al rostro. El viento comenzó a agitar su crin, levantó la vista. Había algo raro en ese viento y en las nubes de tormenta que se acercaban desde el este. Las nubes comenzaron a formar un vórtice sobre el área de batalla. Los relámpagos se hicieron presentes.

Rainbow inclinó la cabeza

-Solo a los grifos…

-Hmmm, Rainbow, aun tengo a los ponies en las garras.

-¿Qué?, ¡Oh rayos! ¡Rápido!

La guardia diurna y los bisontes se limitaron a contener a los grifos mientras los miembros de la guardia nocturna los cazaban. Desde el suelo Applejack observaba la caótica escena que se desarrollaba en el cielo. La tormenta parecía tener conciencia propia y seguir de manera implacable a los grifos.

-Hey, M.B. ¿Qué, en el nombre de todas las manzanas, está pasando?

Mint Blast no le respondió, mantenía la vista fija en el cielo con una expresión de total felicidad.

-¿No es increíble, A.J?

-No lo creo compañero, es raro y me da miedo. No es normal.

-Es la hermosa y terrible oscuridad.

-¿Qué?, estás hablando como un conejo que comió demasiadas zanahorias.

-La princesa Luna está aquí, ella está haciendo esto. Vino a ayudarnos

-Pues me gustaría que lo hiciera de una manera menos oscura y terrible y más hermosa, vámonos de aquí antes de que nos caiga un rayo o un grifo encima.

Le costó trabajo convencer a Mint Blast de que se movieran del lugar y buscaran refugio de los vientos que levantaban la arena del lugar y la convertían en algo tan cortante como navajas. Se ocultaron detrás de una roca, Applejack se quitó su sombreo y lo sujetó contra su pecho.

-Esa princesa Luna sí que sabe cómo hacer una entrada.

-El miedo es una gran arma.

-De lo que recuerdo de la vez que la trate lo que menos quería era darle miedo a los demás.

-¿En serio la conociste?, ¿y cómo es?

-¿Estás diciendo que eres un miembro de la guardia nocturna y no conoces a la princesa Luna?

-Solo la he visto de lejos, después de todo soy solo un soldado sin rango.

-Por la forma en que babeabas hace rato cualquiera hubiera pensado que estas enamorado de ella… ¿no lo estarás verdad?

-Por supuesto que no, no digo que no sea hermosa, pero a mí me gusta otra yegua. Además mi aprecio por ella es mas por lo que hizo por mí.

-No te entiendo, ¿hizo algo muy bueno por ti pero no se conocen directamente?

-Mira, hice cosas malas, muchas. Herí a ponies y estoy seguro que le hice la vida difícil a muchos más. La guardia diurna me atrapó y me arrojó a un calabozo. No digo que no me lo mereciera, pero la cárcel es un lugar horrible. Aprendí mi lección cuando pague mi condena, pero obviamente un pony con mi historia no puede ser aceptado de nuevo así como así. Entonces llegó la carta, la princesa estaba formando una guardia y necesitaba de ponies como yo, ponies como ella. Que hicieron cosas terribles y estaban honestamente arrepentidos y necesitaban de una oportunidad para redimirse. Es la misma historia para cada miembro de la guardia nocturna, desde el comandante White Thunder, la capitana Dreamycloud y así hasta el soldado de rango más bajó. Tenemos oscuridad en nuestros corazones, pero la princesa nos ayudo a aceptarla y aprovecharla para ayudar a los demás.

-Eso es bueno compañero, todos merecemos una segunda oportunidad.

Lahar observaba la escena desde la distancia. Escuchó la vos de Ishtar a través de su gema

-¿Dónde estás?, ¿encontraste a Ninlil?

-No, pero encontré a uno de los elementos de la armonía.

-Ni se te ocurra, no sé donde se metió Nergal, pero si él o uno de sus soldados te ven ahí no podre ayudarte. No vale la pena el riesgo y mucho menos si estás sola.

-Congraciarte con el emperador vale cualquier riesgo, además solo la acompaña un unicornio. Nos vemos en el punto de reunión.

-¡No!, esper…

Lahar desactivó su joya y aterrizó pesadamente frente a los dos ponies que inmediatamente se pusieron en guardia

-Elemento de la armonía, he venido a llevarte con el empera…

-Maldita sea mi suerte si me dejó que una gallina gigante como tú me atrape.

Mint Blast se colocó entre la pony y la grifo

-Exacto, además si quieres llevarte a A.J. será sobre mi cadáver.

-Así sea entonces.- murmuró Lahar antes de lanzarse a la carga.

Mint Blast disparó un hechizo que la grifo recibió en el pecho. Esto no detuvo su carga y de un golpe con una garra mandó al unicornio contra la roca con la que hace unos momentos se estaba protegiendo. Saltó sobre Applejack, tomó al pony entre sus garras y lo azotó de nuevo contra la roca antes de dejarlo caer.

Recibió una embestida de la pony campesina que la arrojó hacia un lado. Applejack revisó al unicornio. Cuando escucho que la grifo se acercaba lentamente.

-Solo está inconsciente, estará bien en unos minutos, ¿continuamos?

-¿Qué demonios quieren?

-Antes de ser tan groseramente interrumpida te estaba diciendo que…

-¡No!, ¿Qué demonios es lo que quieren?, ¿Por qué hacen esto? ¿Por qué matan ponies inocentes y destruyen pueblos y ciudades?

La grifo parpadeó e inclinó la cabeza.

-Honestamente no lo sé, no es necesario ser un genio para darse cuenta que lo de los territorios es solo una tonta excusa. Lo que quiera el emperador no me importa, pero esta guerra nos ha traído a mis compañeros y a mí una gran oportunidad que no vamos a desaprovechar.

Applejack no respondió y se lanzó en carga directa contra la grifo, está bajó la cabeza y cargó también, chocaron de frente, empujándose, avanzando y retrocediendo pocos centímetros y cavando profundos surcos en el suelo con sus pezuñas y sus garras.

Applejack saltó hacia un lado, giró y trató de patear con sus poderosas patas traseras a la grifo, esta giró rápidamente y detuvo el golpe con sus garras de águila aunque retrocedió un poco. Applejack se separó y quedó mirando de frente a su enemiga. Lahar cerraba y habría sus garras.

-Nada mal pony, en verdad nada mal.

Lahar se lanzó de nuevo contra Applejack, en el último segundo se desvió hacia un lado y consiguió golpearla con una garra en el costado. La pony se dio vuelta, se encabritó y dejó caer pesadamente sus pezuñas que la grifo consiguió esquivar. Lahar lanzó un golpe con su garra que dejó una marca roja en el rostro de Applejack. Con un rápido movimiento de su pezuña delantera el elemento de la honestidad golpeó a la grifo en la cabeza y la hizo retroceder un poco.

La pony aprovechó y rápidamente giró para propinarle una poderosa coz que la hizo caer sobre un costado. Applejack embistió golpeándola con la cabeza en el vientre, la grifo rápidamente la pateó lejos con las patas traseras.

Lahar se incorporó parta recibir de nueva cuenta una coz, cuando Applejack trató de golpearla de nuevo la grifo se agachó y golpeó con su cabeza a la pony en el vientre. Applejack rodó y Lahar saltó sobre ella, la pony rápidamente se colocó con las cuatro patas hacia arriba e hizo impacto con estas en la armadura de la grifo que se abolló y lanzó a su atacante hacia un lado dejándola sin respiración.

Applejack aprovechó para recuperar un poco el aliento y ordenar sus pensamientos. Lahar tomó un poco de distancia.

-Ishtar tiene razón, ustedes los ponies son más de lo que parecen. Me gustan las peleas justas, pero esto es más importante que mis convicciones.

La grifo tomó altura, mirando de frente a Applejack que tomó posición para recibir el ataque aéreo. La joya en el pecho de Lahar comenzó a brillar, la pony lamio sus labios y cambió ligeramente su posición sin dejar de ver a su enemiga. Entonces notó otro pequeño brillo que venía de un collar que la grifo usaba.

Lahar rugió, pero Applejack sintió como si la aplastaran con algo, el suelo a su alrededor se hundió varios centímetros en un amplio círculo, la fuerza obligó a la pony campesina a caer sobre sus vientre.

En cuanto el rugido y con él la fuerza cesaron Applejack se levantó de nuevo, desconcertada y respirando pesadamente pero desafiante y firme. La grifo comenzó a tomar aire al mismo tiempo que las gemas en su pecho y cuello se encendían nuevamente, Applejack giró y pateo con toda su fuerza una roca que se encontraba en la orilla del pequeño cráter.

Lahar se movió hacia un lado para apenas evitar la piedra que salió disparada a toda velocidad. Entonces algo la tomó por sus patas de felino. Bajó la vista para encontrarse con Applejack que la sujetaba firmemente y poco a poco la hacía perder altura. Forcejo y movió la cintura con fuerza hasta que logró zafar una pata con la que golpeo repetidas veces la cabeza de la pony, provocándole grandes cortes con sus garras de jaguar.

Finalmente Applejack perdió el agarre y cayó pesadamente. Recibió de nueva cuenta el impacto de la magia de la grifo, esta vez en el pecho lo que le provoco un ataque de tos y escupir sangre. Su enemiga aterrizó sobre ella y la golpeó en la cabeza con la garra cerrada una vez, Applejack consiguió regresar el golpe en las costillas de la grifo pero esta no se levantó. Otro golpe con tal fuerza que la pony estuvo a punto de perder el conocimiento pero aun consiguió mirar de manera desafiante a Lahar.

La grifo levantó la garra para propinar un tercer golpe, esta vez con sus afiladas uñas expuestas, cuando una esfera de magia color verde menta explotó en esta y la lastimó seriamente. Lahar se alejó de la pony sosteniéndose la garra derecha por la muñeca, cuando volvió la vista con lagrimas en los ojos pudo ver a Mint Blast que de nuevo se encontraba entre ella y Applejack.

-Te dije que seria sobre mi cadáver, grifo.

Applejack le gritó con el poco aliento que le quedaba.

-¡Tonto muévete!, es más fuerte que tu.

Lahar rugió de nuevo, Mint Blast se arrojó sobre Applejack recibiendo la mayor parte del impacto que rompió su armadura. El esfuerzo reavivo el dolor en la garra de la grifo que gritó y rodó sobre si misma sujetándose la garra gravemente quemada.

Mint Blast consiguió separarse un poco de Applejack

-¿Estás bien A.J.?

-¡Estúpido! eso fue demasiado arriesgado, mi armadura es mejor, ¿en que estabas pensando?

-Creí que había quedado bastante claro. Cuando dije que me gustaba otra yegua obviamente eras tú.

Lahar se acercó y de un golpe apartó a Mint Blast.

-Lamento interrumpir tan tierna escena, pero ahora aprenderás que "sobre mi cadáver" no son palabras que se deban pronunciar en una guerra.

El unicornio disparó una vez mas mientras se levantaba del suelo ágilmente.

-Si crees que voy a morirme después de decir eso me estas confundiendo con el personaje de alguna mala historia, gallina.

Lahar esquivó sin problemas el hechizo y sujetó a Mint Blast por la garganta mientras este la miraba a los ojos con una sonrisa burlona.

-Suéltalo.

El unicornio y la grifo miraron hacia atrás a una Applejack firmemente plantada sobre sus patas con una mirada de total resolución.

Mint Blast rió de nuevo.

-Hiciste enojar a la más valiente y decidida de todos los elementos de la armonía, yo que tu empezaba a correr antes de que te desplume. Applejack negó con su cabeza.

-No, no soy la más valiente y decidida. Soy una hipócrita, todas las noches lloro a escondidas y cuando dirijo los ataques me estoy muriendo de miedo.

La joya en el pecho de Applejack comenzó a emitir un brillo naranja. Lahar soltó al unicornio y giró apoyándose de manera amplia en tres de sus cuatro extremidades.

Applejack continuó avanzando

-Me he estado mintiendo a mi misma y a los demás, tratando de llenar las expectativas que pusieron en mí. No soy una militar, no soy una heroína de guerra, solo soy una cultivadora de manzanas que quiere terminar con toda esta estupidez, con todo el dolor sin sentido, y que quiere regresar con sus hermanos a su vieja granja.

El elemento de la armonía estaba totalmente iluminado y los pasos de Applejack dejaban marcas profundas en el suelo.

-Te diré algo grifo, dices que cumplir con tus objetivos es más importante que tus convicciones. Estas mal, lo más importante es ser honesto y fiel a uno mismo. Ahora si puedo decirte quien soy realmente: Sir Applejack de Sweet Apple Acres, Protectora de la firme honestidad, caballero de la Orden de la Corona Solar al servicio de sus Majestades.

Lahar rugió, instintivamente Applejack golpeó con sus pezuñas delanteras el suelo provocando una explosión que contuvo la fuerza de la magia de la grifo.

Applejack cargó contra la grifo, sus pezuñas provocaban pequeñas explosiones y dejaban diminutos cráteres a su pasó. Su velocidad era mayor que la que había tenido al iniciar la pelea y su cabeza golpeó con tal fuerza a la grifo que la mandó varios metros hacia atrás.

Applejack saltó sobre Mint Blast y aterrizó con las pezuñas delanteras enfrente del lugar donde había caído Lahar. Al contacto con las pezuñas el suelo explotó creando un gran cráter y elevando de nueva cuenta a la grifo.

Cuando esta cayó pesadamente inmediatamente se levantó y comenzó a inhalar de nuevo, Applejack corrió con sorprendente velocidad a donde estaba esta, giró y le propinó una coz en el pecho.

La explosión destrozo el suelo, la joya y la armadura de la grifo y proyectó a esta a toda velocidad contra la enrome roca que había servido de refugio a los ponies apenas unos minutos atrás. Lahar golpeó con tal fuerza la piedra que creó grietas en esta.

Applejack se acercó rápidamente a su enemiga, sorprendentemente y a pesar de las heridas seguía respirando aunque estaba inconsciente. El elemento de la armonía perdió lentamente su brillo y la pony granjera se dejó caer mientras la emoción se disipaba y el dolor volvía.

Cerró los ojos y dejó fluir sus sentimientos honestamente por primera vez en mucho tiempo.

Alguien se sentó junto a ella y le limpió las lágrimas.

-Te vez más bonita cuando te ríes, ¿sabes?

-Dices más tonterías que un burro que tomó demasiada cidra, ¿estás bien?

-¿Qué dices?, ¡no pudo ser un mejor día!, la princesa luna se nos unió, sobreviví a una pelea con el grifo más rudo que haya visto, ayude a capturar al grifo y sobretodo le dije a la yegua de mis sueños que me gusta mucho.

Applejack sonrió y le dio un beso en la mejilla.

-Eso no quiere decir que seamos aun pareja o algo por el estilo.

-Me decepcionaría si fuera tan fácil.

Miraron hacia arriba, la terrible tormenta había cesado y los dirigibles se disponían a aterrizar.
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 17

Notapor kolbjorn » 08 Ago 2014, 17:00

Capitulo 18
Cambio de Vientos.
Spoiler:
Twilight observaba el reagrupamiento de las tropas de los ponies, los miembros de la guardia nocturna se apresuraban a tomar una formación especial alrededor del dirigible de color oscuro.

Le preocupaba la sensación que había tenido en el pecho hacia algunos minutos, similar a las dos que tuvo cuando Rainbow fue a rescatar a Fluttershy. Probablemente una de sus amigas había logrado despertar su elemento. Pero no había tenido tiempo de contactarlas ya que la comandante Northern Wind le había asignado el reordenamiento de la guardia diurna.

La joya que colgaba del cuello de la unicornio junto con la vieja insignia de mandó del difunto capitán comenzó a brillar.

-Aquí Twilight, ¿Quién es?

-Hola compañera, M.B. y yo te tenemos un regalo, a que no adivinas que es.

-¿Applejack?, Gracias por el regalo, pero a menos que sea una forma de derrotar a los grifos creo que tendrá que esperar.

-Bueno, yo quería darte este grifo de alto rango pero supongo que tendré que regresárselo al emperador.

-¡Un grifo de alto rango!, maravilloso, perdimos al último por una hemorragia en el ala que le quitaron. ¿Está herido?

-Yo creo que debería estar muerta, pero parece que es un hueso duro de roer. No necesita de una ayuda tanto como de una cuerda para sujetarla. Aunque M.B. y yo si estamos algo sacudidos.

-¿Te encuentras bien? Tú… tú activaste tu elemento ¿verdad?

-Y no tienes idea de lo bien que se siente, ni ganar todos los rodeos de Equestria se sentiría tan bien como esta pequeña piedrecita haciendo lo suyo.

-Está bien, mandaré a algunos sanadores y soldados por ustedes, ¿Dónde están?

-Hmmm, aparentemente como unos seiscientos o quinientos metros al norte de donde se formo la tormenta, busquen una roca grande y muchos agujeros en el suelo, nos vemos dulzura.

Los rescatistas llegaron al lugar del duelo entre Applejack y Lahar y condujeron a los ponies y a la prisionera a un lugar seguro. Ahí Twilight, Zecora, Pinkie y Fluttershy ya los estaban esperando.

Zecora revisó a los tres combatientes, se acercó a Twilight con expresión preocupada.

-La grifo esta en peor estado del que muestran las apariencias, la pelea le dejó huesos rotos y heridas internas. Será difícil que la vida pueda conservar, hare todo lo que está en mi poder para lograrla salvar.

En cuanto a los ponies puedes estar tranquila, sus heridas aunque fuertes no ponen en riesgo su vida.
Mint Blast se levantó de la camilla en la que se encontraba con todo su abdomen vendado y con una sonrisa en el rostro.

-¡Perfecto, eso quiere decir que puedo ver el desembarque de la princesa!

Empezó a caminar alegremente hacia la salida, al pasar junto a Zecora esta le puso una pezuña en la espalda. El joven unicornio se detuvo con una expresión desconcertada en su rostro. La mantuvo durante unos segundos hasta que finalmente gritó.

-¡Demonios!, ¡eso duele!

-Debes mantener reposo joven inquieto, las actividades agitadas se acabaron por el momento.

Applejack se acercó con una sonrisa en el rostro aunque cojeando y con gran cantidad de vendajes en su cabeza.

-Vamos Zecora, dale solo unos minutos, yo me encargaré de que cuando todo termine esté de regresó como una oveja en su corral.

-Solo hay una forma en la que consienta esta situación, que tu descanses también pues estas en la misma condición.

-De acuerdo amiga, en cuanto este loco vea a la princesa nos regresamos inmediatamente.

Northern Wind entró en la carpa en ese momento.

-Buenas tardes señorita Zecora, Sir Twilight, Sir Applejack, ¿Dónde está nuestro prisionero?

Twilight le señaló a Lahar, que en ese momento estaba inconsciente y siendo atendida por Fluttershy y Pinkie.

-Aquí está, Zecora dice que a pesar de las apariencias sus heridas son graves y tal vez no sobreviva

Northern Wind se acercó a la grifo y le dio un vistazo por todos los ángulos posibles.

-Eso no es aceptable, por lo menos no hasta que lo interroguemos. Quiero que se esfuercen en mantenerla viva, no quiero que pase lo mismo que con el anterior, sobre todo con la princesa aquí. Sir Twilight, ¿está toda la guardia diurna reunida?

-No, aun no he conseguido contactar con el capitán de la octava unidad de pegasos.

-Mandaré un grupo de búsqueda, nosotros tenemos que estar presentes en el desembarco de la princesa.

Al salir de la carpa, acompañada de Fluttershy, Pinkie, Applejack y Mint Blast, Twilight se encontró con una escena peculiar. Los soldados pertenecientes a la guardia diurna se apresuraban a tomar su lugar. Pero la guardia nocturna se encontraba en perfecta formación, totalmente en silencio y sin mover ningún musculo. Le sorprendió ver a Spike sin armadura, alejado de los Hellfire Wings y con golpes visibles en su cabeza y costados. El sol ya se había puesto y la luna aun no hacia su aparición

Enfrente del dirigible oscuro se encontraba White Thunder, detrás de él todos los oficiales de la guardia nocturna y un poco más atrás Rarity y Rainbow Dash. Las caballeros de la corona solar restantes se colocaron en posición. Solo los sonidos del desierto se podían escuchar.

La rampa de acceso del dirigible nocturno bajó. Rápidamente descendieron por esta una docena de unicornios luciendo las armaduras de la guardia de la noche que se colocaron formando una valla ambos lados de la rampa.

Twilight percibió movimiento entre las sobras que ocultaban el interior de la nave. En ese momento toda la guardia nocturna excepto White Thunder se inclinó y colocó su frente sobre el suelo como si fueran un solo pony.

Twilight y sus amigas decidieron hacer lo mismo, acompañadas de un poco de quejidos por parte de Applejack y Rainbow. White Thunder se adelantó hasta la rampa y se colocó de lado derecho al final de esta, tomó aire y gritó a todo pulmón.

-Su Etérea Majestad, La princesa de la Noche, Emperatriz de Las estrellas, Gobernante de las Revoluciones del Astro de la Noche, Princesa Luna de Equestria.
Cuando White Thunder terminó de pronunciar estas palabras también se inclinó. Luna descendió lentamente por la rampa cubierta por una gran capucha negra y seguida por otro pony igualmente encapuchado. Mientras ella descendía simultáneamente la luna ocupaba su lugar en el cielo. Al llegar al final de la rampa se detuvo, la capa se consumió en una explosión de llamas negras y permitió ver a todos los presentes la armadura de la princesa de las estrellas, colocó gentilmente su pezuña derecha sobre el hombro del comandante.

-Podéis levantaros, viejo y querido amigo.

El unicornio se incorporó y miró al pony silencioso que seguía sin descubrirse.

-Es mi apreciada aprendiz, pero eso no es un asunto que merezca nuestra atención por el momento, valiente comandante.

Luna se aproximó a la multitud. White Thunder se colocó atrás y a la derecha de la princesa.

-¡Atención!, ¡Firmes!

Los miembros de la guardia nocturna adoptaron de nueva cuenta la actitud que tenían antes del desembarque de la princesa. Luna dio dos pasos hacia adelante.

-Amados ponies míos, hemos venido hoy para unirnos a vuestros valerosos esfuerzos. El día de hoy vos habéis abierto la puerta que conducirá a nuestro bienaventurado reino a la merecida y gloriosa victoria. Nuestros enemigos conocerán el miedo y la incertidumbre, sentirán en sus corazones el terror que provocan los pasos del ejército enemigo al estampar su huella en la tierra que llaman hogar. Avanzad sin duda ni temor en vuestros corazones mis valientes guerreros. Porque nuestra causa es justa y defenderemos nuestro derecho a la vida y a tener un hogar hasta las últimas consecuencias.
Levantó su pezuña derecha señalando a la lejana orilla del gran rio. El volumen de su voz aumentó y conforme hablaba el viento comenzaba a soplar con más y más fuerza.

-Esa es la última barrera, ¡no es nada!, el sol y la luna guiaran vuestros pasos, La Refulgente y Abrazadora luz y la Hermosa y Terrible oscuridad os protegerán, ¡Adelante hijos e hijas de Equestria!, ¡que vuestras alas derriben la puerta del palacio del emperador!, ¡que vuestra magia destruya su trono!, ¡Que vuestras pezuñas pisoteen su corona!, ¡Que la sagrada y justa tempestad de Equestria cubra los cielos de Kadingirra!
Al decir esto un rayo bajó desde las nubes negras que se habían formado de nuevo e impactó contra el suelo del otro lado del rio.

La guardia diurna reaccionó como era de esperarse y lanzó gritos de aprobación. Los miembros de la guardia nocturna permanecieron inmóviles en su lugar. Luna sonrió y se golpeó el pecho con la pezuña. Su voz retumbó con cientos de ecos aunque era la única que hablaba.

-¡Deber!

La princesa de la luna se llevo la pezuña a su corazón, cambiando a un tomó amable y calmado.

-Y Amor.

La guardia nocturna repitió el saludo. Luna sonrió, asintió con su cabeza, se dio la vuelta y regresó a la nave, los miembros de la guardia nocturna se inclinaron nuevamente. Y se incorporaron cuando desapareció de la vista en la oscuridad del dirigible seguida del pony encapuchado. Uno de los unicornios que se mantenían de guardia en la rampa se acercó a White Thunder.

-Su majestad desea tener una reunión con los comandantes y con las caballeros de la corona solar.
Twilight y sus amigas entraron en el dirigible guiadas por el unicornio y seguidas de los dos comandantes. La enorme nave de guerra seguía los patrones de decoración que tanto agradaban a Luna. Mientras las ponies miraban asombradas los militares analizaban y calificaban. White Thunder era saludado por cada pony de la tripulación con el que se encontraba en el camino. Antes de la guerra hubiera considerado a la mayoría de ellos demasiado jóvenes para ingresar a la guardia. Northern Wind se le acercó.

-¿Qué opinas?, ¿te gusta lo que ves?

-Necesitaré revisar todas las cubiertas, también necesito ponerme en contacto con el jefe de ingenieros de esta cosa para conocer todas las especificaciones. Pero si, me gusta lo que veo.

El unicornio guía se detuvo frente unas enormes puertas de metal oscuro, replica en pequeño de las puertas que llevaban a las habitaciones de la princesa en el castillo. White Thunder llamó a la puerta.

-Podéis entrar, queridos amigos.

La habitación era enorme. Había una suave luz que provenía de un candelabro forjado en forma de cuatro dragones. En el centro se encontraba una mesa tallada en maderas finas. Alrededor de esta se encontraban dispuestas nueve sillas. Luna ocupaba la más grande y decorada, con el misterioso pony sentado en un pequeño y sencillo banco de madera atrás de ella.

White Thunder se sentó a la derecha de la princesa. Twilight se sentó a la izquierda por indicación de esta. A partir de ella se sentaron Rarity, Applejack, Rainbow Dash, Pinkie, Fluttershy y Northern Wind.

Luna miró a los ponies frente a ella. Les sonreía y ellos le devolvían la cortesía, pero podía ver mucho en los ojos de sus amigos. Lo que veía le llenó de congoja su espíritu.

Twilight tenía la vista cansada y su sonrisa era desganada, la princesa notó que suspiraba constantemente y pasaba de vez en cuando su pezuña por una vieja insignia que colgaba de su cuello.

Rarity tenía dificultades para mantener su educa sonrisa. Mantenía la vista baja y se podían notar en sus ojos enrojecidos muchas noches de escaso sueño e innumerables lagrimas.

Applejack era quizá la única que sonreía honestamente. A pesar de eso de vez en cuando mostraba una mueca de dolor cuando se acomodaba los abundantes vendajes que en algunos lados aun tenían sangre fresca.

Rainbow mostraba las huellas de muchas y difíciles batallas. Su mirada seguía siendo desafiante pero por primera vez en el tiempo que tenia de conocerla Luna notó un dejó de miedo y desesperación en el fondo de los ojos de la pegaso.

Pinkie miraba con curiosidad en todas direcciones. La princesa se sorprendió sin embargo al notar que el incesante torrente de palabras que normalmente brotaba de la boca de la pony había sido reemplazado con pequeños comentarios en voz baja y le parecía que la crin de esta ya no era tan esponjada y colorida como la última vez que la vio.

Fluttershy le sonrió tímidamente mientras trataba de esconder una marca que indicaba que algo le había golpeado fuertemente la cabeza. Al hacer esto revelo varias manchas de sangre que salpicaban sus brazos aunque no se le veían heridas recientes.

La comandante mantenía el aire tranquilo y elegante que siempre la había caracterizado. Esto a pesar de la herida notable que tenía en su ala derecha. E increíblemente podía ver un poco de duda en su mirada.

Finalmente observó al comandante de sus fuerzas. El unicornio había hecho todo lo posible por mostrar el mejor aspecto posible después de la batalla. A pesar de esto aun se le podían notar las huellas del largo y prolongado combate. De todos los presentes era el único en el cual no notó ningún cambió en la mirada.
La princesa sacudió la cabeza, tomó aire y sonrió de nuevo.

-Sean bienvenidos, mi muy apreciados ponies, al Stargazer, la nueva nave insignia de la guardia nocturna. A vuestras ordenes, comandante White Thunder. Su nave hermana, el Morning Glory está a vuestra completa disposición, Comandante Northern Wind.

-Ahora, decidme por favor. ¿Qué tan pronto podremos iniciar con la invasión a Kadingirra?, debo informaros que hace ya tres días recibimos reportes confirmados que ya hay escuadrones de grifos rondando cual lobos hambrientos el otrora alegre Ponyville. Además tengo entendido que nuestros enemigos ya tomaron Manehattan y se aproximan a Cloudsdale. ¿Es cierto?

Northern Wind asintió lentamente.

-En efecto Manehattan fue tomada hace dos días, sin embargo hemos recibido informes que los oficiales grifos al mandó de las tropas enemigas se han mostrado menos… violentos que en otras ocasiones. Sin embargo este cambió de actitud solo se ve reflejado en algunas tropas. Hemos fortificado las defensas de Cloudsdale, afortunadamente la mayoría de la población civil ya ha huido, principalmente a las montañas de Skydome.

Respecto a lo de Ponyville no teníamos información alguna, en cuanto sea posible nos pondremos en contacto con nuestras fuerzas ahí y en Canterlot. Respecto a lo de la invasión el comandante White Thunder se ha ocupado más de esas posibilidades.

El unicornio asintió.

-Con los refuerzos que su majestad nos ha traído es posible que podamos invadir el territorio enemigo antes de lo planeado. Tenemos dos opciones: esperar a que las líneas de suministros estén aseguradas y con eso eliminar las posibilidades de que los grifos las corten, claro que esto le daría tiempo a los grifos de reagruparse. La otra opción es atacar en cuanto sea posible, solo que en este caso tendríamos que saquear los poblados enemigos.

Applejack levantó la pezuña.

-Un momento, ¿eso no es hacer lo mismo que hacen ellos?, yo no voy a robarle la comida a nadie. No quiero tener la imagen de cachorros grifos hambrientos en mi cabeza, con las de los potros es más que suficiente.

White Turner asintió nuevamente.

-Entiendo lo que siente Sir Applejack, pero como ya le dije anteriormente a Lady Rarity en una guerra hay que hacer cosas desagradables para terminar lo más rápido posible con males mucho mayores. Además debe de tener en cuenta que ellos fueron los que iniciaron con esto.

Ahora bien, nuestra información acerca de Kadingirra es muy limitada. Sir Twilight tiene la teoría de que antes de la guerra el traidor en Canterlot se dedicó a destruir todos los mapas y libros referentes a los grifos, concuerdo con ella. Sin embargo Sir Applejack logró capturar un grifo que aparentemente es de alto rango. Esperamos que nuestros sanadores logren salvarle la vida para poder interrogarlo.

Luna recorrió de nuevo con su vista la mesa, obviamente la mención de los grifos en Ponyville había alterado a las presentes.

-Me percaté de que los valientes guerreros bisontes se han unido a nuestra lucha, ¿podremos contar con su presencia en la siguiente etapa de esta confrontación?

Rainbow se levantó y negó con la cabeza.

-Llegué a un trato con una vieja amiga mía, nos ayudarán a defender los territorios que compartimos con ellos. Pero no entraran en el territorio de los grifos.

-Entiendo, gracias valiente Sir Rainbow Dash. Ahora, se que desde que descendimos de este hermoso vehículo os estáis preguntando quien es el pony que me acompaña. Se trata de mi aprendiz personal. Por favor querida, presentaos ante nuestros invitados, y recordad lo que hablamos anteriormente.

El pony se adelantó y se descubrió. Los comandantes no notaron nada en particular en la unicornio de color azul claro y melena blanca y azul cielo. Por el contrario las caballeros de la corona solar no pudieron evitar lanzar exclamaciones de asombró.

-Un placerrr conocerrrlos, comandantes. Mi nombre es Trrrixie Lulamoon.

Northern Wind le sonrió.

-Reconozco ese acento, usted viene de las montañas Skydome. Yo nací ahí pero me mudé muy joven a diferentes ciudades.

White Thunder le dedicó una pequeña reverencia.

-Un placer conocerla señorita. Sé que si la princesa la escogió usted tiene algo especial.

Luna se levantó.

-Comandante White Thunder, comandante Northern Wind. Por favor acompañadme, os mostrare las capacidades de las naves.

La princesa y los comandantes salieron. Hubo unos minutos de silencio mientras las ponies observaban a la unicornio. Trixie se reacomodó la capa lo cual
permitió a las demás ver su atuendo. En la base del cuerno llevaba un anillo de oro oscuro con diamantes engarzados. En el cuello llevaba un collar del mismo metal forjado en forma de serpientes entrelazadas con el ojo vigilante en el centro. Adornaba sus pezuñas de una forma similar.

-¿Qué opinan?, crrreo que el estilo de la prrrincesa me va bien. ¿No tienen nada que decir?, ¿Les podrrria sugerrrir "Sentimos haberrrte humillado inecesarrriamente"?

Rainbow la señaló con el entrecejo fruncido.

-¿Qué rayos estás haciendo aquí, farsante? No sé qué truco usaste para engañar a la princesa pero si creíste que esa osa era algo malo no sabes que son los grifos.

Applejack le puso una pezuña sobre el hombro.

-Tranquila, no creo que la princesa sea tan fácil de engañar, algo vio en ella.

Twilight se adelantó y le extendió su pezuña.

-Estoy muy impresionada y feliz. Es asombroso lo que has conseguido en tan poco tiempo.

La unicornio azul miró la pezuña que le ofrecían, suspiró y regresó el saludo.

-Quierrro dejar dos cosas en clarrro, prrrimero, solo estoy hablando con ustedes por la prrrincesa. No he olvidado lo que pasó en Ponyville. El que estemos del mismo lado no significa que seamos amigas. Ustedes harrrán lo suyo y yo lo mío. ¿Entendido? Segundo, no soy la pony que conocierrron en su pueblito, he pasado por muchas cosas durante estos años y mi magia ha mejorrrado mucho.

Rarity se le acercó.

-No te creas tanto, Twilight nos explicó que es lo que era tu magia. Ilusiones, juegos de luz y sonido. Necesitas algo más que eso en esta guerra.

-Bueno, eso es currrioso viniendo de una costurrrera. Lo que muchos ponies no entienden de mi tipo de magia es que…

Una explosión resonó en la nave, el techo de la habitación se derrumbó. Intempestivamente por el entró un enorme grifo de color completamente oscuro. Con un rápido movimiento de su cabeza derribó a Rarity y le brincó encina. Le clavó profundamente su garra izquierda en el cuerpo y lanzó un golpe directamente a la garganta de la unicornio.

Rarity gritó, repentinamente notó que seguía de pie donde mismo. El techo se encontraba intacto al igual que su cuerpo. Sin embargo con excepción de la vista todos sus sentidos le decían que había sido gravemente herida y le tomó un minuto convencerse a sí misma de lo contrario. Todos los presentes la miraban extrañadas excepto Trixie, cuyo cuerno tenía un brillo que se apagaba lentamente.

-...si convences a la mente, el cuerrrpo la seguirrra. Con su permiso, tengo mucho que prrracticar.

Trixie salió de la habitación y se perdió entre los corredores de la nave. Las caballeros de la corona solar se mantuvieron indecisas por unos momentos mirándose mutuamente. Twilight murmuró.

-Grifos en Ponyville.

Applejack se lamio los labios.

-Desde el oeste solo hay un camino para llegar a Ponyville…

Fluttershy se acercó y la abrazó.

-No te preocupes, estoy segura que Big Macintosh y Apple Bloom están bien.

Rainbow le dio un ligero golpe en un hombro que logró arrancar un pequeño quejido de la pony granjera.

-Sí, no te preocupes, si hay alguien que les puede enseñar a esos grifos quien manda es Big Mac.

Applejack no respondió, había notado algo en un mecanismo que se podía ver a través de las puertas abiertas. Salió de la habitación lentamente y miró con más detenimiento el complejo conjunto de cuerdas, engranes y poleas. En una de las poleas alguien había tallado dos engranes en forma de manzana.

La princesa Luna recorría la primera cubierta de combate seguida de los dos comandantes. Se detuvo y golpeó una de las paredes.

-Mis herreros crearon una nueva forma de forjar el acero. Es más ligero y tiene la misma resistencia, eso nos permito crear una coraza que no interfiera con la capacidad de ele...

-¡Comandante Northern Wind! ¡Comandante Northern Wind!

Un pegaso de la guardia diurna volaba a toda prisa hacia los presentes. Se detuvo, dedicó una pequeña reverencia a la princesa y se dirigió a su superior con voz entrecortada.

-Comandante, hemos encontrado a la octava unidad de pegasos.

-Excelente, dígale al capitán que…

Los ojos de la pegaso se encontraron con la mirada del soldado.

-¿Dónde están?

-Detrás de la gran formación de rocas al suroeste. Creo que el comandante White Thunder también debería de ir.

Ambos comandantes salieron inmediatamente seguidos por la princesa, en cuestión de minutos llegaron al lugar, Little Fun se encontraba ahí con uno de sus soldaos y muchos miembros de la guardia diurna. White Thunder lo miró.

-Escuché que los diurnos perdieron unos pegasos y estaba aburrido…

Se acercaron un poco mas caminando lentamente. Luna se llevó una pezuña a la boca y se dio la vuelta llorando. White Thunder se quitó el casco y bajó la vista. Northern Wind miró el terreno frente a ella durante unos minutos, dio media vuelta y regresó a toda velocidad al campamento.

-¡Haré hablar a esa maldita gallina aunque tenga que matarla a golpes!

En una pequeña llanura cubierta de arena se encontraban los cuerpos de veinte pegasos. Ninguno tenía alas. A todos les faltaba un ojo. Todos tenían profundos cortes en el pecho en forma de una mariposa.

White Thunder se colocó de nuevo su casco.

-Ni una sola palabra de esto a Lady Fluttershy, me encargaré personalmente de aquel que se atreva a desobedecer. Atiendan esos cuerpos. Princesa, venga conmigo por favor.

Ambos ponies se retiraron, los miembros de la guardia diurna se acercaron lentamente a sus compañeros caídos cuando Little Fun les gritó.

-Dejen eso ahí, ya es demasiado con ver a sus compañeros en esa situación. Mis muchachos y yo nos encargaremos. Vayan a descansar.

Los ponies se miraron entre ellos, y lentamente regresaron al campamento sin dejar de mirar atrás. Cuando se alejaron el capitán se acercó a su soldado.

-Tráeme al dragón.

Northern Wind entró intempestivamente en el hospital de campaña. A pesar de las protestas de Zecora se dirigió directamente a donde se encontraba la grifo. Esta estaba siendo vigilada por dos soldados de cada guardia. Tenía los ojos abiertos y se encontraba examinando con curiosidad su brazo derecho donde la garra quemada había sido amputada. Twilight, White Thunder, Rainbow Dash y la princesa Luna entraron después. Northern Wind apartó a los soldados y sujetó a la grifo.

-Escúchame bien gallina. Vas a responder a todo lo que te pregunte.

Lahar miró a la pegaso antes de regresar la vista su muñón. De su pico salió un delgado hilo de voz

-¿Acaso tus padres no te enseñaron a pedir las cosas por favor, pony?

-Maldita gallina si no hablas voy a…

-¿A qué?, ¿matarme? Hablé con la cebra, es un milagro que este viva. Y por lo que me dijo solo me quedan unas horas.

Lahar cerró los ojos, respiró profundamente lo que le provocó un ataque de tos que terminó con un vomito de sangre. Pasaron algunos minutos más antes de que abriera los ojos nuevamente.

-¿Sigues aquí, pony?, te vez furiosa. Ese maldito monstruo hizo algo horrible, ¿verdad?

Northern Wind asintió lentamente.

-Haaa, Ishtar realmente se va a molestar conmigo. Tengo una condición pony. Prométeme que tus soldados trataran a los grifos con alas de oro en sus armaduras como nosotros los tratamos a ustedes.

-No puedo asegurar nada.

-En… en ese caso... prométeme que mataran a Nergal y cuando lo hagan le dirán que la hija de lord Gilgamesh… ayudó… a su… derrota.
La expresión de Northern Wind se suavizó lentamente, cerró los ojos por unos segundos.

-Así será, te lo juro por Celestia.

-Bien, ¿Qué es lo que quieres oír?

El interrogatorio duró horas aunque avanzaba lentamente. Twilight tomaba nota concienzudamente de lo que decía Lahar. Hacia el final fue necesario que ella y Rainbow tradujeran las palabras en grifo que entremezclaba con el idioma de los ponies. Cerca del amanecer no respondió más preguntas.

La princesa, los comandantes y las caballeros de la corona solar salieron del hospital. Twilight le entregó el escrito a White Thunder, este y la princesa se retiraron. Northern Wind estaba a punto de hacer lo mismo cuando la unicornio la detuvo.

-Discúlpeme, comandante. Pero, ¿Por qué cambió de opinión cuando escucho ese nombre?

La pegaso se giró y miró a ambos ponies.

-Lord Gilgamesh era el amigo grifo del capitán Steady Step.

Los rayos del sol naciente se reflejaron en las escamas de Spike mientras este colocaba la última piedra sobre las veinte tumbas que había cavado. Se alejó unos metros y se sentó con la vista perdida en el horizonte. Little Fun aterrizó junto a él.

-Eso fue divertido, ¿no dragón?

Spike suspiró.

-Apuesto a que te trajo buenos recuerdos de Appleloosa.

-Por favor, no diga eso.

-De acuerdo, pero solo quiero que te metas una idea en ese escamoso cerebro tuyo. Esos ponies bien pudieron ser tus niñeras. Los Hellfire Wings hacemos lo que hacemos no porque sea divertido, sino porque en ocasiones no queda otra opción. Cada grifo que matamos son muchos ponies que salvamos de situaciones como estas.

-Si quieres irte vete, pero si vas a quedarte te quiero al cien por ciento con tu escuadrón. Si te quedas y vuelves a hacer lo mismo yo mismo te matare.

-Me quedo.

-No te escuché.

-Dije que me quedo.

-Habla más fuerte maldita sea, ¿acaso eres un estúpido potro?, ¿o quieres que traiga a tu esposa para que tome las decisiones de nuevo por ti?

-¡Me quedo! soy un Hellfire Wing.

-No, no lo eres, eres un estúpido remedo de dragón que se esconde detrás de su esposa y de su hermana porque tiene miedo de entrar en combate.

-¡Soy un Hellfire Wing!, ¡haré lo que sea necesario hacer! ¡Sin detenerme, sin misericordia, sin importar las consecuencias!

-¿En serio?, ¿y lo vas a hacer por venganza o para proteger algo?

-Lo voy a hacer para proteger a mi esposa de los grifos.

-Supongo que podre ponerte a prueba. Una cosa más, fuiste el que menos grifos mató. Sabes lo que eso significa.

Spike escuchó a los demás miembros del escuadrón que se acercaban. Se tendió sobre el suelo y extendió las alas hacia arriba. Dos pegasos tomaron la punta de cada una y las comenzaron a bajar hacia el frente lentamente.

Spike mantenía fija la vista en el capitán. Si gritaba serian un minuto más, si lloraba seria un minuto más por cada lágrima. Sus compañeros continuaron forzando sus alas hasta que finalmente la articulación cedió y el hueso que unía su ala izquierda con su cuerpo salió de su lugar. Solo entonces el dragón se permitió un gesto de dolor. Little Fun le sonrió.

-Esperó que hayas aprendido. Alguien acomódele esa ala, lo único más inútil que un dragón cobarde es un dragón cobarde que no puede volar.
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 18

Notapor ninllot » 25 Ago 2014, 00:54

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