Bueno, me he decidido por continuar por aquí en lugar de abrir una discusión nueva.
Empezamos la nueva saga, será más corta que la anterior, ya que me centraré sólo y exclusivamente en lo que realmente importa en ésta saga, y no es historias paralelas. Ojo, no digo que no piense hacer un Spin-Off al final de ésta como en el anterior, para dejaros con la miel en los labios de cara a la saga anterior.
De la misma manera que os gustó la SAGA DE LA ALQUIMIA, espero que disfrutéis con ésta saga, la cual lleva el nombre de...
La era del torneoYa habían pasado dos años desde que vine a vivir a Ponyville, las aventuras que pasé aquel último año fueron fantásticas y había tenido una hermosa hija con Applejack, además, me pude reencontrar con mi madre a la que creía muerta. Conseguí amigos increíbles, y un largo etcétera de acontecimientos que me serían imposibles de citar.
Tras esos dos años, mis hermanas habían crecido mucho, Shine parecía casi una Pony adolescente pese a tener tan sólo diez años, igualando casi el tamaño de Twilight, por ejemplo, mientras que Greeny había alcanzado finalmente los ocho años, habiendo crecido un poco más, pero aún así, no soltaba a Mopi ni de broma.
En el caso de Applecore, ya había aprendido a andar debidamente, comía bien los sólidos y ya podía hablarnos. Había empezado a explorar el mundo por su cuenta, pero siempre era vigilado por nosotros, sus padres, sus tíos y sus abuelas. Y precisamente, ésta mañana me encontraba en Trotingham con su abuela, Sapphire Leviathan.
Habían pasado dos años desde la muerte de nuestro abuelo, y me acerqué con ella para visitar su tumba la cual, curiosamente, estaba al lado de su supuesta lápida.
-Supongo que era más que probable que pasase. -comentaba Sapphire. -Oh papá... Lamento no haber estado en tu funeral ni en tu entierro... Aquellos cinco años me han alejado de todos mis seres queridos y de lo que una vez fue mi mundo... Ojalá supieras lo que te agradezco el haber mantenida unida a la familia...
-"Nos cuidó con mucho cariño, siempre dándolo todo por nosotros, especialmente por Shine y Greeny". -le decía a mi madre.
-Y pensar que ahora estoy aquí... Frente a la tumba de mi padre y mi marido... Y en el centro, la mía. ¿Cuántos puedes decir eso?
Sapphire, se aproximó a la tumba de su difunto marido.
-Mí querido Star Light... No pasa ni un día en el que no te eche de menos... -musitaba mientras frotaba su cara en su tumba. -Espero que puedas perdonarme...
-"Tus hijos te hemos perdona, mamá" -le comenté con mi "voz" en su mente. -"No te castigues más, por favor"
Sapphire se me acercó y me estrechó entre sus cascos.
-Gracias por acompañarme, hijo. -me decía.
-"No ha sido nada... Mamá"
Tras decir ello, materialicé un par de ramos de flores, las cuales, colocamos sobre las tumbas de mi padre y de mi abuelo.
-Ojalá hubiera podido despedirme de ti debidamente, papá.
Sapphire y yo comenzamos a salir del cementerio en dirección a la estación, no sin antes, ocultar la dentro de una botella de cristal que portaba en mis alforjas.
El viaje de vuelta a Ponyville no se me hizo tan largo como otras veces, al contrario, se me hizo bastante corto, pero hubiera querido que mamá pudiera asomarse y ver por la ventana, pese a que le habíamos encontrado una preciosa casa en Ponyville, muchos de los habitantes aún tenían miedo de ella, al menos recibía la visita de mi familia y, de vez en cuando, de la mismísima Celestia, quién quería ayudarla a integrarse.
Al llegar a Ponyville, me sorprendí al ver tanto bullicio en el pueblo, ¿a qué venía tantos Ponys?
En ese instante, Brave Heart se topó conmigo cerca de la estación.
- ¡Loud, menos mal que has vuelto! -me dijo.
-"¿Qué es todo esto?" -le pregunté.
-Las princesas Luna y Celestia van a hacer un anuncio importante, vamos, los demás ya han acudido al ayuntamiento.
Acompañé a Brave Heart hacia el ayuntamiento, una vez ahí, pasamos entre los demás Ponys para juntarnos a nuestros amigos, ahí, me encontré con Applejack y Apple Core, ésta última, al verme, fue corriendo hacia mí.
- ¡Papá! -gritaba con entusiasmo la pequeña potranca.
Agaché la cabeza para frotar su carita con la mía.
-"Hola mi niña". -le decía con mi voz mientras sonreía y la frotaba con mi cara. -"¿Te has portado bien con mamá y tus tías?"
- ¡Sí! -contestaba la pequeña.
En eso, Applejack se nos acercó.
-Hola Loud. -comentaba felizmente Applejack al verme.
Froté su morro con el mío tras dejar a Apple Core entre mis cascos.
-"¿Ya han llegado las princesas?". -le pregunté a Applejack.
-Así es, yo tampoco sé que es lo que pasa, pero si ha llamado a todos los Ponys de Equestria será importante.
Me aproximé con Applejack y nuestra hija hasta la segunda fila cercana al estrado que se encontraba a las puertas del ayuntamiento, ahí estaban los demás, todos... Menos Twilight.
-"¿Y Twilight?" -les pregunté.
-Creo que está con las princesas. -contestaba Dust.
En ese momento un par de guardias, uno de Celestia y otro de Luna, abrieron las puertas del ayuntamiento aproximándose al estrado, acto seguido, Celestia, acompañada a sus lados por Luna y Twilight, se empezó a aproximar.
Una vez en el estrado, Celestia, con su porte magistral, extendió sus alas a la vez que hacia brillar su cuerno en su aura dorada, creando prismas por todo el pueblo, reflejando la imagen de las regias princesas.
Acto seguido, tomó aire y habló al micrófono.
-Queridos ciudadanos de Equestria. -clamaba Celestia. -Os he reunido a todos para anunciaros un evento importante que se celebra una vez cada cien años.
Eso nos tomó por sorpresa a todos
-La mayor competición de todo el reino dará comienzo en breve, estoy hablando del Torneo de los tres Equinos.
Al mencionar aquello, muchos de los habitantes empezaron a cuchichear entre ellos.
-Papá, ¿qué es eso? -me preguntó Apple Core.
-"No lo sé mi amor" -le respondí.
-Supongo que muchos no conoceréis el evento. -intuía Celestia. -Éste evento se realizó en honor al primer aniversario a la fundación de Equestria para poder escoger a los mejores candidatos a optar en las fuerzas de protección del reino.
Esa información iluminó los ojos de Brave Heart.
-Pero ese no sólo será el premio, ya que se trata de un complemento. El verdadero premio consistirá en esto.
Cortando la frase, Celestia observó a su hermana Luna, la cual, usando su magia, alzó una campana de cristal semitransparente que tenía un tenue brillo multicolor. La princesa Luna la alzó por encima de la cabeza de Celestia, y una vez en el cenit de la princesa, la joven princesa Twilight usó su magia para destapar la pequeña cúpula de cristal.
Una cegadora luz se dejó ver, poco a poco, a medida que la campana se elevaba, cuando ésta se elevó por completo dejó ver una esfera arco iris que giraba sobre sí misma. Era algo impresionante que nos obligaba a observarla casi como idiotas.
-Éste objeto se llama Orbe de los Deseos. -explicaba Celestia. -Es el verdadero premio de la competición, un deseo exento de condiciones.
Todos los Ponys miraron con interés aquel extraño orbe multicolor.
-Éste orbe sólo brilla una vez cada cien años, por ello, y por la memoria de los fundadores, se realiza este tipo de torneos. -continuaba explicando Celestia. -Para participar, hace falta formar equipos de tres Ponys de diferentes especies, es decir, un unicornio, un pegaso y un Pony terrestre por equipo.
-Disculpe, su alteza, ¿por qué esa norma? -preguntó un Pony entre el público.
-Se debe a los fundadores del reino, los cuales fueron uno de cada especie, por esa razón nosotras, las princesas, las cuales pertenecemos a la raza de los alicornios, no participáremos. -respondió la regia y elegante Celestia. -Además, se harán entrega de unos brazaletes que potenciaran vuestras habilidades tales como la agilidad, la fuerza, la resistencia, la magia, etc.
Brave Heart se veía cada vez más interesada.
-No me imagino que le pasaría a Pinkie si le dan uno. -me mascullaba Dust cerca del oído.
-"Prefiero no saberlo"
-Oh, princesa por favor, de la noticia y diga quién será el árbitro de la competición. -decía una voz oculta.
Los Ponys miraban a su alrededor, preguntándose de donde salía aquella voz.
-Se me hace familiar. -decía Applejack.
De pronto, al estrado le salieron unos enormes ojos amarillos con las pupilas rojas, y unas frondosas cejas blancas.
-Seguro que todos desearán saber quién deberá velar por la seguridad de los participantes. -volvía a decir la voz.
Acto seguido, el pedestal desapareció en un destello fugaz, y una criatura apareció, se trataba de un ser similar a un dragón, pero tenía partes de diferentes animales, no sabría decir si podría tratarse de una quimera o no.
- ¡El gran y fabuloso Discord, para servirles!
- ¡¿Discord?! -gritaban de incredulidad las chicas.
-"¿Qué pasa, Applejack?" -le pregunté.
-Nada, nos ha pillado por sorpresa... Ya te contaré la historia cuando pueda. -me respondía la anaranjada Pony.
-Como bien ha dicho aquí, Discord, él será el encargado de velar por la seguridad de los participantes. -contaba Celestia tras la propia presentación de Discord.
- ¡Ejem...! Si no os importa, leeré las cinco sencillas normas para éste torneo. -decía Discord sacando de su oído un pergamino.
Se aclaró un poco la garganta, y de debajo de su ala de murciélago sacó unas gafas.
-Regla número uno: Sólo se permite a tres clases de Pony diferentes por equipo. Regla número dos: No se permitirán las muertes ni heridas mortales a los demás competidores. A quién rompa esta regla, será enviado al Tártaro y su equipo será descalificado.
Esa norma nos puso de los nervios, ¿qué tan peligroso o que tan bárbaras serían aquellas pruebas que podrían provocar tal reacción en el resto de Ponys?
-Regla número tres: Queda totalmente prohibido el uso de armas para las pruebas previas al torneo final.
- ¡Disculpe! -inquirió Ruby. - ¡¿Esa norma no entra en conflicto con la anterior?!
-Durante las finales, podéis usar espadas, mazas, cascos y escudos para poder desarmar a vuestro rival, pero no podéis herirlos de gravedad. -interrumpió Celestia.
-Continuaré. -decía Discord sonriendo. -Regla número cuatro: En todo momento, los participantes deberán llevar puesto un aro que amplíe sus habilidades para darle más emoción al torneo. Y por último la quinta norma: En el caso de que la vida de los participantes corra peligro, yo, el árbitro, intervendré para asegurarme de que no corran peligro.
Una gélida sensación me recorrió completamente la columna, ahora en serio ¿qué tan peligroso era ese torneo?
-No obligo a nadie a participar si no quiere, pero todos aquellos que figuren en la lista de participantes deberán participar, ya que los aros los buscarán para participar y no podrán desprenderse de ellos hasta que termine el torneo. -explicaba Celestia. -Eso es todo por ahora, las inscripciones empezaran en una hora y dudarán hasta el próximo amanecer.
Tras la reunión de las princesas, los Ponys empezaron a marcharse, algunos se quedaron para hacer la cola.
-Si no os importa chicos, yo iré a apuntarme. -decía Brave Heart.
-Y yo también. -continuó Rainbow.
-"Esas dos tienen mucho peligro". -decía mientras nos íbamos los demás.
-Bueno, si participan seguro que sabrán cuidarse ellas mismas. -me respondía Ruby.
- ¡Será divertido! -decía Pinkie dando sus pintorescos saltos de un lado a otro. - ¡Animaré a Rainbow Dash y a Brave Heart para que logren ganar el torneo!
-No me importaría participar para pedir ese deseo. -inquirió Rarity. -Poder pedir lo que sea sin excepciones... Sólo imaginaros las posibilidades.
-Podría pedir incluso las ayudas necesarias para la familia. -decía Applejack mientras nuestra hija caminaba a su lado.
-Mamá, ¿vas a participar? -le preguntaba curiosa la pequeña Apple Core.
Applejack agachó la cabeza hacia su hija mientras caminábamos, frotando el pequeño cuerpo de Apple Core.
-No me hace falta pedir un deseo, cariño. -le respondía sonriendo. -Ya tengo todo lo que quiero, a ti y a tu padre.
Al oírla, me sonrojé bastante, mirando a mis chicas favoritas.
-"Yo también te quiero, princesa". -le respondí.
Tras dejar a mi madre en su casa, volvimos a Sweet Apple Acres, pero no podía dejar de pensar en ese deseo. La verdad es que tenía algo en mente desde hace tiempo, pero no tenía el dinero suficiente para ello, ni el valor necesario para decírselo a Applejack.
Ya en casa, Apple Core entró corriendo dando saltos, encontrándose con su tía Greenkey.
- ¡Hola tía Greeny! -decía abrazándose a ella.
- ¡Hola Apple Core! -decía abrazándola.
-Gracias por venir a jugar con ella, Greeny. -le decía Applejack.
-Es mi deber como tía.
Greeny había crecido mucho de forma interna, no parecía la pequeña unicornio ensimismada y que corría a nosotros cuando tenía problemas, ahora parecía más segura... Desde lo que pasó con Neferis, desde que mamá volvió a nuestras vidas, vivía en su casa y nos visitaba casi a diario, Shine, por otro lado, le gustaba la vida en la granja le resultaba más tranquila para poder estudiar su magia gracias a Twilight.
-Si que habéis vuelto temprano. -nos decía Shine. - ¿Qué tal está mamá?
-"Está bien". -le respondía.
-¿Qué ha sido el jaleo de hace un momento? -nos preguntó la abuela Smith.
-La princesa Celestia anunció algo llamado El torneo de los tres Equinos. -contestó Applejack.
La abuela Smith parecía sorprendida al escuchar la noticia del torneo.
- ¡Hacia mucho tiempo desde el último torneo! -exclamaba la abuela Smith con los ojos realmente abiertos. -No he tenido la suerte de verlo, pero las historias que contaba mi padre sobre el torneo siempre me hacían imaginarme en el estadio. ¿Participaréis?
Applejack y yo nos miramos, y a continuación negamos.
-No nos hace falta abuela. -contestaba Applejack.
- ¿Por qué no? -volvió a preguntarnos.
- ¿Por qué voy a participar si tengo todo lo que necesito? -respondía Applejack acariciando a Apple Core.
La pequeña reía levemente ante las caricias de su madre, que la miraba con ternura.
De pronto, se pudo escuchar un sonido similar al de una traca de fuegos artificiales, miramos a través de la ventana y pudimos apreciar que cientos de pequeñas columnas de luz se alzaban al cielo.
- ¡Papi, Papi! ¿Qué es eso? -preguntaba Apple Core.
No supe que responderle, estaba muy embobado mirando aquellos cientos de columnas alzándose al cielo.
De pronto, empezaron a dispersarse en varias direcciones, era realmente un espectáculo digno de verse.
-Es realmente alucinante... -decía Applejack mirando por la ventana.
- ¿Por... Por qué se acercan dos hacia aquí? -preguntaba Greeny echándose un poco hacia atrás.
-Se acercan peligrosamente... -continuaba Shine.
- ¡Al suelo! -decía Applejack.
Todos nos tiramos al suelo, yo me puse sobre mis hermanas y mi hija para protegerlas, entonces, de golpe y porrazo, aquellos dos haces de luz irrumpieron por la ventana y giraron alrededor de la habitación muy rápido, pero poco a poco iban menguando la velocidad.
De pronto, aquellos haces de luces se detuvieron y fueron hacia mí y Applejack, enganchándose en nuestros cascos. Cuando la luz se disipó, pudimos ver unos extraños brazaletes con una piedra esmeralda engarzada en ellos.
- ¿Qué diablos es esto? -decía Applejack mientras veía su casco.
Applejack y yo nos quedábamos mirando como incrédulos, no sabíamos por qué los teníamos si no nos habíamos apuntado al torneo. En ese momento, tanto Rainbow Dash como Brave Heart irrumpieron en la casa.
- ¡Chicos, ¿habéis visto el espectáculo de los aros?! -nos preguntó Rainbow.
- ¡Ha sido increíble! -admiraba Brave Heart. - ¡Es verdad que buscan a todos los que están inscritos!
En eso, miramos a ambas con cierto recelo, ahora creíamos entender que ha pasado.
-"¿Podéis explicarnos que es lo que habéis hecho?" -les pregunté.
-No nos habréis apuntado al torneo, ¿verdad? -continuó Applejack.
Rainbow y Brave Heart no supieron que responder.
- ¡Chicas! -les exigía la Pony anaranjada.
-Esta bien, lo confesaremos. -decía Brave Heart con un prolongado suspiro. -Cuando fuimos a apuntarnos nos pedían mencionar a otros dos Ponys de otra clase, yo sólo conocía a dos en quienes podía confiar para participar.
-"¿Dos especies diferentes?" -pregunté.
-Pero Brave Heart, tu eres un Pony de tierra, Loud es un unicornio y yo soy otra de tierra, ¿no te has equivocado? -preguntó Applejack.
-Eh... Lo cierto es que esa fui yo. -inquiría Rainbow.
- ¡¿Que has hecho qué?!
-"Un momento... Si Brave Heart me escogió a mí, y Rainbow escogió a Applejack... ¿Entonces, quienes son los terceros?" -les pregunté.
Pudimos escuchar los trotes de un par de Ponys más aproximarse a la granja, parecían realmente enfadados, entonces, por la puerta, irrumpieron Dust y Rarity, quienes también portaban los aros en sus cascos.
- ¡Brave Heart, explícame esto! -le exigía Dust.
- ¡Aunque adore un buen complemento, ¿tiene alguien la amabilidad de explicarme que pasa?! -gritaba Rarity.
Brave y Rainbow, les contaron la misma historia que a nosotros.
-Si queríais que participásemos, ¿por qué no lo pedisteis debidamente? -preguntó Rarity.
- ¿habrías aceptado? -dijo Rainbow en respuesta.
- ¡Oh, no! No me rebajaría a un espectáculo tan bárbaro como ese. Yo también he estado en la reunión. -contestaba Rarity.
-Ya... Pues ahora estas obligada a participar.
-Admito que esto me podría dar acceso directo a ser realmente un Pegaso de Rescate. -decía Dust. - ¿Pero realmente valdría la pena éste atajo?
- ¿Sabes las veces que intenté alistarme en la guarida real? -inquiría Brave Heart. -No me toman en serio porque soy muy baja, ganar el torneo podría mostrar a esos estirados que valgo tanto o más que ellos.
El motivo de Brave Heart, era bastante fuerte.
-"Ésta bien, Brave, te ayudaré" -le dije. -"Ya que no podemos evitarlo, participaré"
-Gracias Loud. -respondió Brave Heart.
-Supongo que yo tampoco tengo otra que participar. -continuó Applejack.
-Mami... ¿Participaréis? -preguntaba Apple Core. -Dijiste que no te hacía falta.
Apple Core se sentó en el suelo preocupada, aunque tuviera nada más que dos años, realmente era muy avispada e inteligente. Applejack y yo nos acercamos a ella, regalándole una sonrisa. Acto seguido, la tomé con mi magia y la elevé hasta tenerla entre nuestras caras.
-No te preocupes terrón de azúcar... -le respondió su madre. -Aún mantengo lo que te dije... Soy feliz contigo y tu padre.
-Pero... Esa competición parece peligrosa... Tengo miedo.
-"Te prometo que no nos pasará nada, mi vida".
-Chicos, ¿Nos disculpáis un momento? -preguntó Applejack.
Sin esperar la respuesta de nadie, subimos a la habitación de Apple Core, aquella habitación, que antes fuera la mía, había cambiado mucho desde la última vez, tenía una cama similar a la de sus tías, un pequeño tocador y un mueble para sus ropas y juguetes. Una vez ahí, la sentamos sobre su cama, colocándonos frente a ella.
- ¿Qué te pasa mi amor? -le preguntó Applejack.
-Mami... Tengo miedo de lo que os pueda pasar. -decía la pequeña. -Oí todo lo que dijeron... Os pueden hacer pupa...
-"No nos harán nada Apple Core" -le contesté.
-Haz caso a tu padre, no sabes que tan duro es realmente. -decía Applejack mirándome con ojos de cómplice.
-Pe... Pero...
-Shhhh... Tranquila mi amor... Yo también estoy nerviosa...
-Mamá... Papá... -decía Apple Core con un nudo en la garganta.- ¡Buaaaahh!
La pequeña se lanzó a nosotros, abrazándonos mientras lloraba.
-Vamos, vamos mi amor... Ya está... -le decía Applejack acariciando su pequeño lomo.
-"No tengo pensado dejar que le hagan nada a tu madre ni a mi" -le decía. -"Tu madre sabe cuidarse sola, es muy fuerte"
-Pe-pero...
Senté a Apple Core en su camita y le dio un ligero beso en la frente.
-"Apple Core, de verdad que quisiera no participar" -le decía. -"Pero ya no hay marcha atrás"
-Te prometemos que no nos pasará nada. -seguía Applejack.
- ¿De verdad? -preguntaba Apple Core sollozando.
Ambos asentimos delante de ella. Ante la afirmación, Apple Core se lanzó a darnos un abrazo. El corazón se me derretía al notar el abrazo de nuestra niña.
-Se valiente cariño. -le decía Applejack.
-Si mami...
Tras hablar con ella, los tres bajamos ante la mirada de todos: Rainbow Dash, Rarity, Dust y Brave Heart.
- ¿Y bien? ¿Lo habéis solucionado? -preguntó Rainbow.
-Sí. -respondía Applejack.
- ¿Estas mejor pequeña? -dirigía Rainbow la pregunta a Apple Core.
Apple Core asintió ligeramente con la mirada baja.
-Venga, anímate. -le decía Rarity acariciándole la cara. -Te prometo que cuidáremos de tu madre.
- ¿De verdad?
-Y nosotros de tu padre. -continuaba Dust.
-Puedes confiar en nosotros. -terminaba Brave Heart.
Apple Core esbozó una inocente sonrisa ante la seguridad que mostraban nuestros amigos.
-Vaya, si que os habéis puesto sentimentales. -decía una voz familiar procedente de la chimenea,
- ¡Discord! -exclamaba Rainbow.
De la chimenea salió una nube de hollín y polvo que empezaba a formar el cuerpo de Discord poco a poco, al formarse, se sacudió un poco el polvo de sus garras, avanzando a nosotros.
-Siempre es un placer veros. -dijo.
- ¿Qué haces aquí? -le preguntó Applejack con cierta cara de desconfianza.
-He venido para desearos suerte en el torneo. -respondió. -Vaya, tú debes de ser el unicornio que se enfrentó a Neferis, ¿verdad? -decía mirándome.
Asentí casi de inmediato.
-Créeme si te digo que has tenido mucho valor en enfrentarte a esa arpía. -me contestó. -Hacía mucho tiempo que no oía hablar de la alquimia.
-"Magia de materialización, si no le importa".
A Discord, no le pareció sorprender que le respondiera con mi "voz", seguro que alguien le habría dicho que era mudo.
-Bueno, no he venido sólo para saludar. -dijo. -He venido a avisaros.
- ¿Sobre qué? -interrumpía Rarity.
-Como ya debéis saber, el Gran Premio del torneo es la esfera de los deseos, un deseo libre de condiciones, y es posible que algunos Ponys de intereses oscuros quieran hacerse con ella.
Escuchamos atentamente.
-Por supuesto, como una criatura del Caos que soy, nada me haría más feliz que ver todo ese adorable Caos que podría nacer. Pero después de lo ocurrido con Tyrek, he aprendido a identificar a mis amigos, y no caeré jamás en ese error. -explicaba Discord.
-No quisiera interrumpir ésta agradable historia pero, ¿podría ir al grano, por favor? -le contestaba Dust,
-Oh, sí, desde luego. -decía Discord. -Durante la anotación de equipos, me ha parecido percibir algún tipo de interés oscuro en alguno de los participantes, pero no puedo identificar cual.
Eso nos pilló un poco por sorpresa.
-Sólo imaginaros las consecuencias de que alguno de los Ponys pida un deseo que pueda ser perjudicial para todos. Para todos, menos para mí.
- ¿Y por qué nos dices esto? -preguntó Applejack.
- ¿Es que uno no puede preocuparse por sus amigos? -dijo en respuesta Discord.
En ese momento, Apple Core le tiró de la cola a Discord y éste, al notar el tirón, dirigió su mirada a la pequeña.
-Di-disculpe señor Discord... Sé que los árbitros son imparciales pero... ¿Cuidará de mi papi y mi mami?
Discord se quedó algo petrificado por la pregunta de la pequeña.
-Y... ¿Quiénes son tus padres?
-Nosotros. -decía Applejack poniéndose a mi lado. -Ella es Apple Core, nuestra hija.
- ¿Cuándo pensabas contármelo? -le preguntó anonadado.
Discord, tomó a Apple Core entre sus garras y la alzó hasta colocarla frente a él.
-No te preocupes pequeña. -le dijo. -No dejaré que le pase nada a nadie. Soy el árbitro, ¿recuerdas?
-Vaya Discord, cuando quieres puedes ser muy tierno. -admiraba Rarity.
-Bueno... -decía Discord dejando a Apple Core en el suelo. -Yo he cumplido con mi parte. Os deseo suerte y todo eso, ahora debo irme. Yo que vosotros descansaría, mañana comenzará el torneo.
-"Gracias, Discord"
-A voir.
Discord, hizo aparecer una puerta, por la cual desapareció, dejándonos como antes.
-Parece que va por las buenas ésta vez. -comentó Rainbow.
-Esperemos a ver cuánto le dura. -continuaba Rarity.
-"Entonces nosotros formáremos un equipo, ¿no?"
-Si, mañana nos vemos delante del estadio. -comentó Brave Heart. -Los Rain Hope ganaremos la competición.
-No sí las Power Fillies lo ganamos. -inquirió Rainbow
- ¿Rain Hope? -preguntó incrédulo Dust.
- ¿Power Fillies? -siguió Rarity.
-Si, son los nombres de nuestros equipos. -contestó Brave.
Tras que se fueran para descansar, y Greeny a casa de mamá, Applejack y yo nos fuimos a probar los brazaletes. Applejack lo probó contra un árbol muerto, el cual coceó, fue asombro, de una patada había conseguido arrancarlo de cuajo y llevándose por delante otros tres. Yo, por otra parte, mi magia de materialización había alcanzado otro nivel, ahora podía materializar cosas en base a más de un material: fuego, tierra, aire, metal... Me sentía realmente poderoso, pero a la vez aterrado, me sentía como cuando usaba mi magia por primera vez.
- ¿Estás bien? -me preguntó Applejack.
-"Si... Es sólo que... Tanto poder... Me da escalofríos". -le respondía.
-Lo sé... Imagina lo que pasaría si lo usasen mal...
-"Debemos de evitar que el Orbe de los Deseos caiga en las pezuñas equivocadas".
Applejack, posó su cabeza contra mi cuello.
-No dejaremos que nadie lo tome, así que ya sabes, tú o yo debemos ganar el premio. -me dijo sonriendo.
-"Dalo por hecho". -le contesté resonando mi voz en su mente.
-Vayamos a descansar, mañana será el gran día.
Nos fuimos a dormir casi de inmediato, apenas cenamos por la angustia del torneo, mañana éste empezaría y tendríamos que enfrentarnos a nuestros amigos e iguales. ¿Qué dirección iba a tomar todo esto?