Capítulo 1
Las almohadas tienen la culpa
Las almohadas tienen la culpa
-Vale, hazme el favor de recordármelo ¿cómo cojones hemos acabado aquí?
-Pues eso mismo me estaba preguntando yo, tío… ¿cómo, cuándo y por qué?
-Pues a ver, recapitulemos, habíamos quedado en La Vaguada para hablar un poco y ragear sobre la peli…
-Espera, espera, eres tú el que ragea, yo la espero con ciertas expectativas y lo sabes…
-Ya, vale, pero ese no es el punto, el punto es que estábamos subiendo las escaleras mecánicas cuando se nos cayeron encima unas cajas… que por cierto ¿de dónde cojones salieron?
-Ni zorra, aunque llevaban almohadas.
-¿Almohadas? Me tomas el pelo…
-Sí, de Pikolin, vi el logo en una de ellas y un dibujo impreso.
-Espera, espera ¿me estás diciendo que nos hemos caído por las escaleras por unas cajas llenas de almohadas?
-Eso parece…
-¡¡Pero eso no tiene ni p*to sentido!!
-¡¡Ya lo sé, y sin embargo estamos en medio de ninguna parte!!
El día no podía ir peor. En serio. Lo que iba a ser una tranquila quedada, se había convertido en una tarde de pesadilla en la que Lloyd y yo nos caímos de espaldas por las escaleras mecánicas del centro comercial La Vaguada. Y sí, suena a chiste malo de cojones, pero oye, las cosas pasan…
-No, en serio, me estoy empezando a rustlear cosa seria ¿dónde se supone que estamos?-inquirió Lloyd, con los ojos muy abiertos y mirando a su alrededor.
-Parece un pueblo, pero… no me suena de nada.
-Joder, si es que yo me cago en los colchones, en Zaragoza y en Alfonso Soláns Serrano…
Preferí ignorar el comentario jocoso de Lloyd y me centré en mi alrededor; dicho pueblo parecía el típico núcleo urbano extrarradial americano, con casas no muy altas y barrios residenciales mezclados con núcleos comerciales dispersos. Al parecer era de tarde, cosa que pudimos corroborar al pasar junto a una tienda de relojes en la que todos ellos marcaban las seis y media, y la actividad en las calles era algo baja.
-Espero que todo esto solo sea un mal sueño o algo parecido, porque si no voy a ragear, y mucho…
-¿Más aún? Tú rageas con lo que sea…
En ese momento los dos doblamos una esquina al tiempo que Lloyd abrió la boca para decirme algo, pero en ese momento alguien se puso en medio y se chocó con él; fui a disculparme, cuando me quedé congelado al ver de quien se trataba. Mi cara se torció en un gesto incrédulo, mientras que la de Lloyd apenas se inmutó, si eso tan solo una mirada penetrante con unos ojillos entreabiertos. Sus cejas temblequearon y la vena de su frente bombeó. Ninguno de los dos podíamos creernos a quien teníamos delante de nuestras narices.
Al p*to Flash Sentry.
-Uoh, perdona, no te había visto… esto… ¿estás bien?
Lloyd no contestó, si acaso dejó escapar un seco jadeo ahogado. Sus ojos se clavaban en Flash cuales dagas llenas de curare, la vena de su frente comenzaba a palpitar cada vez más rápido, y su respiración se hacía cada vez más y más pesada. El chico le miraba acojonado, empezando a apartarse poco a poco. Por mi parte, salí de mi trance enseguida y comencé a improvisar para dejar de llamar demasiado la atención.
-Esto… perdónale, está cansadísimo, no ha dormido nada en todo el viaje y necesita dormir urgentemente…
-Ah… ¿sois nuevos en el pueblo?-inquirió Flash.
-Sí, sí, acabamos de llegar hace escasos minutos…
-Pues bienvenidos a Canterlot… soy Flash Sentry, encantado…-murmuró el chico, extendiendo la mano.
Lloyd la miró con intenciones de arrancársela, pero por mi parte se la di efusivamente para evitarlo.
-Igualmente, yo soy Sg, Sg91… y este es Lloyd, LloydZelos… discúlpale, está que no puede con su alma…
-Ya veo, ya… pues así a ojo parecéis tener mi edad ¿no vendréis al instituto Canterlot de transferencia por un casual?-inquirió él, curioso.
-Eh… sí, exactamente, al instituto, de hecho lo estamos buscando…
-Pues en ese caso id todo recto por esta calle hasta llegar a una cafetería, tirad hacia la derecha y luego torced a la izquierda en el siguiente cruce, el instituto está todo recto pasada una colina.
-Ah, pues muchas gracias, supongo que la residencia estará abierta…
-Claro, todo el día…
-Estupendo… pues un placer conocerte, Flash, ya nos veremos por los pasillos…
-Claro…
Me despedí de él y Flash se fue calle abajo; en cuanto desapareció de la vista, me permití dejar escapar un bufido de alivio.
-La madre que me parió…
Esperé algún tipo de comentario por parte de Lloyd, pero como no llegaba, le miré por un momento; el chico aún seguía en el sitio, con la misma mirada asesina de antes y sin decir nada. Yo me preocupé, le pasé la mano por delante llamándolo.
-Lloyd… eh, Lloyd, despierta… Lloyd… ¡¡Lloyd!!
Ante ese grito, el chico reaccionó y me miró fijamente, al tiempo que me cogía de los hombros, con una mueca de horror y furia grabada en su rostro; abrió la boca para hablar, pero no salió nada de sus labios.
-Esto… me puedo imaginar lo que me quieres decir…-murmuré, como quien no quiere la cosa.
-¡¡No!! ¡¡Nada!! ¿¡Me oyes?! ¡¡Nada!!-gritó de golpe, asustándome.
-Eh… ¿vale?-inquirí, sin saber bien que decir.
-¡¡Yo me cago en todo, mira!!
-Sí, bueno…
-¿¡Qué cojones, tío?! ¿¡Por qué?! ¡¡De todos los mundos y universos posibles, de todo el ancho multiverso, de todas las estrellas, constelaciones, galaxias, agujeros negros y demás mierda intergaláctica!! ¿¡Por qué?! ¿¡Por qué a mí?!
-Esto… yo estoy aquí también ¿sabes?
-¡¡Ya no sé qué es peor!! ¡¡Y encima vas y te pones a hablar con él cual colega, hala, ahí, viva la vida, seamos amigos!!
-¿¡Y qué querías que hiciese, j*d*r?! ¡¡No me estabas ayudando!!
-¿¡Ayudándote?!
-¡¡Sí, porque no hacías más que decirle en toda la cara “Hola, estamos fuera de lugar aqu픡¡ ¡¡Qué sutileza la tuya!!
Lloyd quiso replicarme, pero en ese momento se debió de quedar en blanco o algo así, puesto que no dijo nada. Ambos nos quedamos mirando fijamente, sin decirnos nada más. Conocía al chico. Teniendo en cuenta todo lo que había pasado, y en un lapso de tiempo tan corto, su cerebro debía de estar bullendo en esos momentos tratando de comprender lo que había pasado. Y luego estaba Flash, claro.
-Oye, mira, entiendo que estés nervioso y quieras ragear, pero no haremos nada en ese plan. Estoy tan confuso como tú, y en estos momentos quiero saber cómo y por qué estamos donde estamos, por lo que vamos a intentar calmarnos un poco ¿vale?
-¿Calmarme? ¿¡Calmarme?! ¿¡Cómo quieres que me calme?! ¡¡Estamos dentro del p*to mundo de Equestria Girls!!-chilló Lloyd, lleno de rabia.
-¡¡Ya lo sé!!-chillé yo, en contrapunto.
El silencio posterior fue tan denso que hasta se podía cortar; por un momento observamos nuestro alrededor y vimos que un montón de gente se nos quedaba mirando extrañada. Sin mediar palabra, cogí del brazo a Lloyd y me lo llevé lejos de allí.
-En serio, tío, tienes que calmarte…
-Ya, vale, lo intentaré, pero no te prometo nada…
A partir de ahí, comenzamos a vagar sin rumbo por el pueblo; yo sugerí ir al instituto, pero Lloyd se negó en redondo, por lo que estuvimos dando vueltas como tontos. La localidad era bastante grande para ser un simple pueblo, los edificios más altos no pasaban de los cinco pisos, y éstos se concentraban en la zona más comercial, donde se aglutinaban la mayoría de los comercios. Vimos la Boutique Carrusel y el Sugarcube Corner, además de otros comercios que ya conocíamos; el ayuntamiento se veía como cualquier otra estructura de construcción típica americana, pero conservaba algunos elementos propios de las casas que poblaban el Canterlot que más conocíamos. Vimos un parque bastante grande a las afueras del pueblo y al final, después de recorrerlo de cabo a rabo, acabamos pasando al lado del instituto Canterlot irremediablemente.
-Anda, mira, aquí está… deberíamos ir a echar un vistazo-comenté, como quien no quiere la cosa.
-Ni de coña-masculló Lloyd, con voz queda.
-Vale, quédate aquí, tengo curiosidad.
Sin mediar palabra, crucé la calle rápidamente y me acerqué a la fachada principal; vi la estatua del corcel enfrente de mí y la di la vuelta, para comprobar una cosa. Quise darle un toque a la superficie del pedestal, pero mi mano lo traspasó sorpresivamente, notando un agradable cosquilleo en la yema de los dedos. Me quedé de piedra y me di la vuelta para avisar a Lloyd, pero en ese momento me choqué contra algo muy duro.
-¡Auch! ¡j*d*r, macho, que cabeza más dura tienes!
-¡Pues anda que tú!-me espetó él.
-Oye ¿y tú que haces aquí? ¿No se supone que no querías venir?
-Ya, pero no me voy a quedar solo haciendo nada, no es propio de mí…
-Jo, tío, menuda labia la tuya… por cierto, adivina qué: el portal está abierto-comenté entonces.
-¿De veras?
Para sorpresa mía, Lloyd se mostró repentinamente interesado y se acercó a éste para comprobarlo, asegurándose él mismo.
-Vaya… pero entonces, si está abierto, ¿en qué momento hemos aparecido aquí?-se preguntó en voz alta.
-Ni idea, podemos averiguarlo si entramos…-sugerí yo.
-No estoy seguro de si realmente quiero hacerlo…
-Tú verás, pero me gustaría averiguarlo.
No costó mucho convencerle de lo contrario, de hecho tan solo bastó hacer lo mismo que lo de la última vez y él me siguió al poco rato hacia la entrada.
-Todavía no sé por qué estoy haciendo esto…
-Quizás porque te puede la curiosidad, como a mí…
-Yo no soy tan alegre como tú, Sg…
-Lo sé, y me choca que lo hagas, la verdad.
Subimos las escaleras hacia la entrada, sin poder evitar recordar cierta escena.
-Aquí fue donde Twilight se dio la ostia contra el cristal…
-¿Me ves con cara de querer reírme ahora?-inquirió Lloyd con molestia.
-Oye, pues a mí me hizo gracia…
-A ti te hace gracia todo…
-Mira, eso también es verdad…
El interior del instituto era idéntico a como lo recordábamos; a mano tanto izquierda y como derecha se encontraban las vitrinas con las copas, premios y diplomas dirigidos al instituto, así como otros premios distinguidos a alumnos y profesores. Había escaleras a ambos lados del recibidor, y desde donde estábamos se podía ver el piso superior. Por todos los lados se podían ver pancartas con el logo y los colores de la institución, con ambas figuras de caballos a ambos lados de la C con forma de herradura.
-Siempre me han llamado la atención los motivos equinos…-comenté en un momento dado.
-Bueno, tiene sentido teniendo en cuenta de que es un universo alternativo al de Ecuestria…
-Ya, pero yo me refiero a que son caballos, no ponis…
-No dejan de ser equinos…-murmuró Lloyd, con voz queda.
No dije nada más, teniendo en cuenta que razón no le faltaba. En ese momento una figura familiar salió de una puerta que también nos era familiar, con un sol grabado en el dintel de la misma.
-¿Puedo ayudaros en algo?
Ambos nos quedamos en blanco, sin saber bien qué decir; Celestia nos lanzó una mirada ceñuda, muy similar a aquella que lanzó a Twilight cuando estaba en su despacho.
-Joder, incluso en persona el diseño es aún más feo…-masculló Lloyd, flipado.
-Ya, bueno, no es precisamente el mejor de todos…-asentí yo, fijándome en sus larguísimas piernas.
-Qué condescendiente que eres…
-Y tú qué quejica que eres…
Lloyd quiso responderme a eso, pero Celestia le cortó murmurando.
-¿Y bien?
Sin pensármelo siquiera, decidí hablar.
-Ah, hola, somos nuevos aquí, estamos de intercambio para primero de bachillerato…
-¿Ah, sí? Qué raro, el plazo de inscripción se cerró hace un mes…
-¿Plazo? Vamos, no me jodas…-susurró Lloyd por lo bajo.
Comprendiendo su molestia, decidí usar lo que sabía y argumenté.
-Bueno, no hemos podido venir hasta hoy, además, tengo entendido que ha aceptado a la última alumna que vino…
Ante eso, Celestia se quedó un tanto rustleada, preguntándose que cómo era que sabía eso; aunque ya era arriesgado de por sí, funcionó, ya que Celestia se justificó a sí misma comentando.
-Bueno, hice una excepción con ella ya que quería presentarse a las elecciones del baile de otoño…
Tanto Lloyd como yo nos miramos ceñudos, al tiempo que el chico decidió meterse.
-En tal caso, no será tampoco improcedente que nosotros nos incorporemos también…
-Eh… no, supongo que no… aunque, en ese caso, dejadme ver vuestros expedientes-balbuceó Celestia.
Ahí ya la cosa se torció un pelín, pero yo, haciendo mano de mi improvisación, murmuré.
-El problema es que estamos sin ellos puesto que la compañía de autobuses ha extraviado nuestros equipajes… ya hemos reclamado, pero a saber para cuándo nos los devolverán…
-Vaya, menudo contratiempo…
-Ya ve, y el problema es aún mayor teniendo en cuenta que teníamos en él todo el material y la documentación… nosotros esperábamos que, como buena institución que es esta, nos pudieran ayudar con este percance…
-Eh… sí, bueno, el instituto puede hacerse cargo de la situación hasta que os devuelvan el equipaje…
-Estupendo, muchas gracias, directora…
-Sí, bueno, de nada… dadme vuestros nombres si eso…
En cuanto a eso no tuvimos ningún problema, y la directora volvió a su despacho enseguida para arreglar los papeles. Aunque Lloyd no estaba del todo satisfecho.
-¿Se puede saber a qué cojones venía todo eso?
-¿Qué? Hemos ganado más tiempo y un sitio donde parar… ¿o no pretenderás que nos quedemos en la calle?
-Sabes que no tengo ninguna intención de quedarme aquí ¿verdad?-masculló Lloyd, con rabia.
-Ya, yo tampoco, pero no sabemos cuándo podremos volver…
-En realidad es muy sencillo, cruzamos el portal a Ecuestria y le pedimos ayuda a la Celestia inteligente, tan fácil como eso.
-Ah, vale, metete tú ahí, sal en el palacio de Cristal y explícales a la princesa y compañía todo lo que ha pasado, te creerán y te ayudarán encantados de la vida…
-Pues mejor eso que quedarme aquí con ya sabes tú quien…
-Ah, oye mira, haz lo que te dé la gana…
-Pues vale.
Lloyd fue a irse, cuando en ese momento Celestia volvió de su despacho con varios papeles consigo, obligándole a parar un momento.
-Vale, os he inscrito en el programa de becas de ayuda, el instituto os ayudará y os proveerá de material y recursos hasta que recuperéis vuestras cosas-anunció ella.
-Estupendo, gracias directora…
-Os he asignado una habitación libre en la residencia, es la 322, tercera planta.
-Gracias de nuevo.
-Os dejo también vuestros horarios y la clase a donde tenéis que ir… curioso que os hayáis matriculado en primero de bachillerato, os veis más mayores…
-Eh, sí, bueno, es que nos cuesta un poco arrancar…-murmuré yo, algo cortado.
-Ya… bueno, pues bienvenidos de nuevo al instituto Canterlot. Si queréis podéis asistir esta noche al baile de otoño, todos vuestros demás compañeros se están arreglando, aunque si estáis sin traje, no os preocupéis, puedo hacer una excepción con vosotros.
-Gracias una vez más, directora…
Celestia se despidió de nosotros y, una vez solos de verdad, Lloyd me espetó.
-¿¡Nos cuesta arrancar!?
-Tenía que decir algo, ahora sólo tenemos que aparentar un poco…
-Pues aparenta tú, me largo a Ecuestria-anunció él, con voz queda.
-¡¿Qué?! ¡Espera, no me puedes dejar con el marrón ahora! ¿Cómo justifico tu marcha? ¡Celestia sospechará!
-Pues que sospeche, pero conmigo lejos de aquí.
-Lloyd, ir a Ecuestria no nos garantiza que volvamos enseguida a nuestro mundo.
-Ya, pero si tengo que esperar, prefiero hacerlo allí.
Podía entender que no le gustara estar allí, pero lo que no entendía es que me dejara tirado así sin más. Conocía a Lloyd, pero no estaba del todo seguro de si realmente lo haría. ¿O quizás no?
-¡Vale, muy bien, lárgate si quieres, no me importa!-exclamé, enfadado.
El aludido no dijo nada, tan solo agitó una mano a modo de despedida, dejándome solo en el recibidor; bueno ¿y qué más daba? Si me quedaba ahí podía comprobar de primera mano los acontecimientos de la peli, quizás conocer a mis personajes preferidos, volver a cursar primero de bachillerato… era un buen plan ¿no?
Solté un suspiro resignado y decidí pasarme por la residencia para descansar un rato allí; la habitación era una como otra cualquiera de residencia, con dos camas, dos armarios, dos escritorios, una tele, baño y poco más. Aunque ahora era algo grande para solo una persona.
Pronto me encontré más aburrido de lo que llegué a pensar y decidí volver al instituto pensando en una posibilidad de regreso; teniendo en cuenta de que se trataba del universo de Equestria Girls, y éste se encontraba configurado de manera muy idéntica al mío, decidí ir a la biblioteca y cotillear un poco por internet. Nada más llegar, me senté delante del ordenador más cercano y puse sin pensar en google Spaniard Hooves. Y para mi eterna sorpresa, me redirigió automáticamente.
-¿¡Qué cojones?! ¿¡En serio?!-mascullé, alucinado.
En pocos segundos, tuve delante de mí la portada y la primera entrada me dejó aún más alucinado si cabía; ésta reportaba la desaparición de Lloyd y mía allá por Madrid en aquel extraño y bizarro momento. Y en el foro, en General/Off topic, había otro hilo hablando del asunto.
-Ah, espera, tengo que avisarles para que me ayuden… pero ¿a quién aviso?
Miré en la sección de usuarios conectados, tan solo había unos pocos bots trabajando y un par de invitados no visibles. Pero, poco después, se conectó alguien a quien conocía bien.
-¡Ah, Astur!-exclamé.
En ese momento la pantalla parpadeó y, de repente, ésta me mostró al aludido cual videollamada de Skype; sin entender lo que había pasado, mascullé.
-¿¡Astur?!
-¿¡Sg!? Pe… pero ¿qué haces en mi ordenador? ¿No habías desaparecido?
-¡Estoy atascado!
-¿Qué?
-¡Ayúdame tío, Lloyd y yo tuvimos un accidente en La Vaguada y ahora estamos atrapados en el mundo de Equestria Girls!
-Espera, espera un momento… ¿qué?
-¡Sé que parece una locura, pero es cierto, el foro aparece en el internet de aquí por alguna extraña y conveniente razón! ¡j*d*r, macho, esto parece un fic malo!
-Pero, pero, pero…
-¡Tienes que ayudarme, tío!
-Sí, vale, pero… ¿dónde está Lloyd?-inquirió Astur, extrañado.
-¡Se largó a Ecuestria dejándome tirado el muy cabrón! ¡Parece ser que hemos aparecido cerca del final de la primera película, por lo que el portal está abierto!
-¡j*d*r, pues vete con él, seguro que los ponis pueden ayudarte mejor desde allí!
-¡Lo he pensado, pero es que el problema es que nos hemos metido de lleno, la directora Celestia sabe de nuestra existencia e irme así sin más sería muy sospechoso!
-¿¡Y eso que más da?! ¡Vete a Ecuestria y punto! ¿¡O acaso quieres quedarte allí?!-inquirió Astur, frunciendo el ceño.
Abrí la boca para hablar, pero no dije nada. Astur me echó una mirada incrédula, llegando a comentar por lo bajo.
-Joder, macho, qué masoca eres…
-¡No es nada de eso! ¡Salir de aquí para meterme en otro mundo tampoco es la solución! ¡Además, si lo hubiera hecho, no hubiera podido comunicarme contigo!-añadí, algo alterado.
Ambos nos quedamos en silencio por unos breves segundos hasta que Astur habló.
-Buen punto, al menos sé que estáis bien, estábamos muy preocupados por vosotros aquí.
-Gracias por tu genuina preocupación, pero nos gustaría volver y tal…
-Pues no se me ocurre nada que pudiera ayudaros… quizás, si descubrierais la razón por la que estáis ahí, podríais salir.
-Es una opción, pero no se me ocurre nada por lo que podríamos aparecer aquí… Lloyd está cabreadísimo, ya sabes…
-Sí, me lo imagino. Aunque debisteis permanecer juntos y no separados…
Fui a responder cuando, en ese justo y conveniente momento, la imagen comenzó a parpadear y emborronarse.
-¿Astur? ¿¡Astur?! ¿¡Me oyes, Astur?! ¡¡Astur!!
Sacudí la pantalla, la di los habituales toquecitos para que funcionara, pero finalmente la conexión o lo que demonios fuera eso se perdió, la pantalla fundió a negro y el ordenador se apagó de golpe.
-¡¡Oh, mierda!!-mascullé, frustrado.
La conexión se perdió rápidamente y Asturcon volvió a ver la pantalla de su ordenador; aún le costaba creer lo que había pasado, pero, al parecer, Sg91 se encontraba en ese momento en el mundo de Equestria Girls. Y con LloydZelos. Extraña pareja. Aunque aún tenía sus dudas y no estaba del todo seguro si realmente había pasado o era alguna especie de broma de muy mal gusto por parte de Lloyd y Sg; por parte de Lloyd se podía esperar algo así, pero de Sg no, eso desde luego. No era tan farruco como Lloyd. Aun así quiso asegurarse y optó por rastrear la IP de la supuesta llamada a través del navegador; en vez de tener los clásicos 32 bits de típica IPv4, era aún mucho mayor y además incluía un sistema se cifrado completamente distinto. Y eso de por sí ya era bastante raro, ya que todavía no existía una clase de IP lo suficientemente potente como para poder albergar todo ese código numérico sin estallar. Por lo que, sin esperar mucho más, cogió su móvil, marcó un número y esperó a que lo cogieran desde el otro lado. Al poco rato, respondieron a la llamada.
-¿Sí?
-Dennis, tenemos un problema, necesito que me ayudes a convocar una quedada de emergencia…
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Vale, después de ver Rainbow Rocks y encantarme, supe enseguida que debía de escribir esto; la idea me vino después de ver el final del vídeo de Bronies react to season 4 finale, en el cual Saberspark acaba encerrado en el mundo de Equestria Girls por culpa de ACRacebest. Y entonces me puse a pensar... ¿que pasaría si Lloyd y yo acabaríamos igual por razones totalmente random? He aquí el resultado... comentar también que va ser una historia exclusiva del foro, no la voy a publicar en ningún otro lado por obvias razones, así que espero que os guste. Va con todo mi cariño y amor, Lloyd