Xalcer escribió en 06 May 2014, 10:16:moekonya escribió:3. Red Spirit:Spoiler:Xalcer
Moe, creo que te has equivocado. Es IMPOSIBLE que yo haya ganado con "esa cosa" tan random que escribí
Aquí os dejo el fic. No me hago cargo de los daños causados por su lectura.Spoiler:Los cálidos rayos del sol bañaban la orilla con cálido manto mientras este se ocultaba tras el lejano horizonte. Las olas, impulsadas por una refrescante brisa marina, rompían en la orilla con una relajante melodía. Marcadas en la blanca arena, varios pares de cascos recorrían la playa hasta una hoguera moribunda, alrededor de la cual, dos ponis descansaban.
- ¿Cuánto crees que van a tardar las chicas? - preguntó uno de ellos, un unicornio de crin violácea, mientras echaba más leña a la hoguera.
- Dijeron que iban al baño, así que entre 20 y 30 horas. - contestó su compañero, un poni amarillo de crin oscura, quien se hallaba tumbado a su derecha. - Ya sabes qué pasa cuando se meten las cuatro en unos servicios a emperifollarse. - dijo lanzando un bufido de exasperación y tirando arena al aire, cansado de tanta espera.
- ¿Puedes parar de hacer eso? - dijo su compañero mosqueado. - Si sigues así vas a apagar la hoguera.
De lo que antes había sido una gran hoguera, ahora solo quedaban unas cuantas llamas crepitando sobre una montaña de ascuas y arena. Se suponía que la fiesta debía empezar una vez anocheciera pero, como solía pasar todos los años, su impaciencia les hizo imposible esperar tanto y la fiesta estaba ya a punto de acabar. Aquellos ya se había convertido en una tradición para ellos. Todos los años, los seis se reunían alrededor de una hoguera a la orilla del mar por alguna razón que ninguno de ellos recordaba ya. Tampoco es que la razón fuera importante. Se reunían todos juntos para divertirse, y eso era lo único que les importaba.
- Cuando vuelvan las chicas no iremos, así que, ¿qué más da la hoguera?
Red Spirit se volvió hacia su compañero y abrió la boca para contestarle pero algo le distrajo. Había una cicatriz de tamaño considerable en el costado izquierdo de su compañero, la cual le hacía sentir culpable cada vez que la veía. Hacía unos meses, Red Spirit fue asaltado por unos matones quienes decidieron que sería divertido darle una paliza. Durante la pelea, el cuerno de Red se partió. Cuando su compañero se enteró, no paró hasta dar con ellos. A su regreso, volvió con aquella herida en el costado. Siempre que la veía, Red Spirit no podía evitar sentirse culpable.
- Oye, Brownie. ¿Que tal está... tu herida?
- Ya te he dicho mil veces que estoy bien, así que deja de preguntarme lo mismo. - dijo Brownie mosqueado, mientras se rascaba inconscientemente la herida. - No fue culpa tuya.
- Pero...
- No. Fue. Culpa. Tuya. - contestó rotundamente Brownie. - Aquellos tipos se lo merecían. Y deja el tema de un vez. - Brownie cerró los ojos, intentando relajarse con el sonido de las olas.
Pero Red no podía dejar de pensar en ello. Cuando vio a Brownie regresar en su estado, algo dentro de él surgió. Algo que nunca antes había sentido con ningún oto poni. Conocía a Brownie desde que eran pequeños potrillos, ¿por qué sentía aquello ahora? ¿Por qué se le hacía un nudo en la garganta cuando le hablaba, se sonrojaba cuando decía su nombre o sentía algo en el estómago al verle? No se había atrevido a decirle cómo se sentía con nadie, ni siquera con las chicas. No quería correr el riesgo si se trataba de algo pasajero.
Observó atentamente a Brownie. Parecía que el sonido de las olas habían conseguido relajar al joven semental, quien descansaba con los ojos cerrados, ajeno al su alrededor. Su cabeza descansaba a pocos centímetros del flanco de Red Spirit. Este no podía evitar admirar a su compañero: sus musculosas patas de poni terrestre, su suave crin marrón, la expresión de placidez de su cara, su pelaje amarillento, la calidez de sus labios en contacto con los suyos...
Red Spirit tardó unos segundos en darse cuenta de lo que estaba haciendo. Tan absorto estaba en mirar a su compañero, que no se había percatado de que poco a poco se había ido acercando a él, hasta que se vieron inmersos en un profundo beso. Lentamente se apartó de Brownie, a quien no le había pasado desapercibido. Miraba al cielo con los ojos abiertos de par en par, en estado de shock.
- Brownie, yo... - Red Sprit no sabía que decir. Estaba tan chocado como su compañero. No entendía por qué lo había hecho, algo dentro de él le obligó a hacerlo. Su cabeza era un completo caos: por una parte, había disfrutado con aquel beso, pero otra parte le hacía sentirse mal por ello. Mientras su mente intentaba procesar todo aquello, un sonido a sus espaldas le hizo volverse. Frente a él se estaban las chicas, quienes les miraban sorprendidas.
Lo que empezó como un gran día, acabó con una mala noche.
No lo he leido aun pero...y si solo tu escribiste para ese OC?