Hola Agu!
Primero mis más sinceras disculpas por no responder antes. Entre las vacaciones y que luego se me fastidió el internet, no he tenido oportunidad. ¡Pero bueno!
Muchas, ¡muchísimas! gracias por tu review. De verdad, para mi no hay mayor alegría que una crítica bien fundamentada, que señale tanto los puntos flojos como los fuertes de mi historia. Es... fantástico
. Además, mientras que señalas puntos que otros lectores ya me habían señalado -el Mulberry siendo el malo de golpe- también señalas cosas que nadie me había dicho.
Es cierto que el pueblo de Mountain Peak, en sí, no cambia demasiado... a simple vista. No he profundizado en sus personajes, y es algo que podría haber hecho, sin embargo no me acabó de salir. Los cambios del pueblo son a nivel social, y muy sutiles, creados cómo no, por las fatas negras. Si te fijas, después de que Star confiese lo que había pasado con los lobos, la mitad del pueblo parece lista para echarla de Mountain Peak. Pero, a lo largo de los siguientes meses y capítulos, todo parece calmarse y la gente parece olvidar lo ocurrido. ¡Ostras, qué buen rollo! ¿No?
La auténtica verdad, lo que estaba pasando ahí, es que las fatas ya estaban en el pueblo, atacando poco a poco a aquellos con los sentimientos más poderosos. ¿Quiénes, entonces? Pues aquellos que estaban pensando en cómo sacar a Star del pueblo. Esto ocurre muy rápido tras la confesión, ya que los sentimientos hacia Star son muy poderosos, y las fatas se alimentan de ellos: No actuaron directamente protegiendo a la curandera pero, siendo esta una vorágine sentimental en Mountain Peak (amor, odio, cariño, recelo, confianza, temor...) atacaron a aquellos que mostraban los sentimientos más fuertes y negativos hacia ella, sin poseer a ningún poni ni levantar ninguna sospecha de su presencia.
Habían aprendido del ataque de la loba. En vez de alimentarse del amor, algo que los ponis notarían, se alimentaron del miedo, la desconfianza, el odio... En otras palabras, durante varios años, Mountain Peak vivió un periodo de "falsa paz", hasta el final de la historia, cuando ya empiezan a alimentarse de todos los sentimientos de los vivos antes de poseerlos.
Ahora, volviendo al tema: ¿Cómo podía escribir esto? ¿Debía explicarlo tal cual? ¿Debía dar pistas? O mejor... ¿debía seguir narrando cómo vivía Star Whistle, ajena a esta invasión? Y ya teniendo una hija, Star se encuentra totalmente centrada en ella. No se pregunta "Anda, Pepe Luis parece que ya no me odia", si no "Ostras, qué bien, nadie está atacando a mi hija por mi relación con los lobos". Star Whistle es, para bien o para mal, una poni de tierra corriente y moliente, sin otro poder que no sea una empatía muy superior a la media... y se le escapan las pistas hasta que es demasiado tarde.
De hecho pensé en describirlo más, los cambios de actitud de la gente, de hacerlo más evidente... hasta que un lector me mandó un mensaje. Me dijo que no había entendido bien lo que había ocurrido con el pueblo hasta que se leyó la historia una segunda vez, y dijo: "¡HIJAS DE...! ¡Eran las fatas, todo el rato!". Cuando me mandó este mensaje... bueno, digamos que vi que había logrado exactamente lo que quería: unos actos por parte de las fatas TAN sutiles que costara pillarlos.
Ah, maravillosas fatas negras.... me encanta este bicho. Creo que son una personificación (¿ponificación (¿espirificación?)?) perfecta de mis peores pesadillas.
Respecto a Silver Boulder: no te voy a engañar, se me ocurrió sobre la marcha. En el primer borrador de la historia, en mi cabeza, Silver era el bueno, el que siempre apoyaría a Star pasara lo que pasara. Y Mulberry no iba más que a ser una víctima de las fatas, el que arrojara las primeras pistas. Pero, en primer lugar, pensando sobre Mulberry me di cuenta de que este era un personaje muy fuerte, en muchos sentidos: Había aguantado cuerdo cuando su padre fue poseído, cuando las fatas se dedicaron a alimentarse de sus mejores sentimientos (amor, confianza, cariño, seguridad...) y cuando su madre empezó a perder la cabeza.
Y luego, cuando escribí el capítulo en que Silver espía a Star al volver... caí en la cuenta. No me había dado cuenta, pero Mulberry era todo lo que la loba decía: alguien que lucha por los que ama (escapó de su casa y fue a pedir ayuda a la única persona que supo que le escucharía), y confiaría en Star ciegamente. Y, con ese simple gesto, Silver espiando a su novia y siguiéndola... él demostró ser lo contrario.
Toda la escena de Silver, Star y la loba la improvisé. No tenía nada en mente, y me salió así. Es cierto, se me ocurrió en el último instante, y debería haberlo introducido antes, pero... me salió así. Si volviera a escribir "Hermanas de la Tormenta" hablaría más de Slver Boulder, Mulberry y demás, así que aquí te doy la razón
.
Respecto a la relación de Star con la vidente loba.... es cierto, es preciosa. Creo que lo mágico de esta historia es cómo dos seres radicalmente diferentes, tanto cultural como biológicamente, son capaces de superar estas barreras y volverse "hermanas" en un sentido tan profundo. Star Whistle, la única poni que logró hablar con los lobos invernales; y la vidente, la primera loba que habló con un poni. Una de ellas, recolectora, sedentaria, pacifista, vegetariana y curandera; la otra, una cazadora, nómada, guerrera, carnívora y guía espiritual.
Y la gran pena con esta historia... es que no puedo hacerla original. Es imposible, se mire como se mire: esta historia solo puede funcionar en el mundo de MLP, o en una copia del mismo. Jamás podría funcionar con humanos y, si crease una raza para ella, sería una mera copia de los pequeños ponis de Mountain Peak. Ergo... mi mejor historia, hasta la fecha, se tendrá que quedar como un fanfiction.
En fin, Agu, gracias por tu review y por leerme, ¡espero que disfrutaras la lectura como yo disfruté escribiéndola!
un abrazo.