Aviso que el capítulo, el 95%, está escrito en primera persona, es decir, lo narra la propia Freeze, así que no le pongo color a las partes en las que narra ella.
Spoiler:
Capítulo 9: Conexiones, separaciones y un nuevo comienzo
En una sala del castillo de las dos hermanas, ahora medio derrumbado, concretamente en una sala secreta de la biblioteca, un pony tapado totalmente con una capa gris, el cual la capucha dejaba asomar un cuerno azul celeste blanquecino, se encontraba escribiendo lo que parecía un diario.
- ¡Oh! ¡Hola! – La pony se quitó la capucha, era Freeze Winter, quien saludaba con el bolígrafo – Seguramente os preguntareis porque estoy sola aquí escribiendo – miró por la ventana – han ocurrido muchas cosas desde que derrotamos a Narciss, algunas buenas, algunas malas… - la alicornio siguió escribiendo – os cuento mientras escribo…
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Al día siguiente de derrotar a Narciss, yo y mis hermanas nos despertamos después de dormir plácidamente y sin preocupaciones para después dirigirnos al hall donde Celestia nos esperaba.
- Buenos días, princesas, espero que hayáis descansado bien, porque tengo una tarea ardua para vosotras, confío en que la cumpliréis con éxito – Celestia sonrió.
¿”Tarea ardua”? Tenía algo de miedo, de todas las tareas que nos había mandado Celestia, ¿que hasta para ella, una semidiosa, le resultara difícil? No sabía que era pero me estaba oliendo por donde iba el asunto.
- ¿De qué se trata, Celestia? – Preguntó Leaf, después me miró, creo que ambas estábamos pensando lo mismo.
Celestia suspiró, no parecía estar segura que sus alumnas fuesen a conseguir tal cosa, pero tenía que confiar en ellas, la habían salvado la vida a ella y a su hermana Luna.
- Quiero que intentéis que haya paz y armonía entre las tres razas de ponies – Pidió Celestia – Es algo que llevo queriendo desde siempre, además de que evitaría muchísimos problemas. No pondría en duda de que el verdadero origen de Narciss hubiese sido el odio entre las razas.
Lo sabía, sabía que Celestia nos pediría esto algún día y no me extraña que le parezca difícil hasta a ella, lidiar con cada raza de pony no es nada fácil y sabiendo lo testarudos que son las tres razas, cada una a su manera pues no facilita las cosas, pero habría que intentarlo.
- ¡¿QUÉ?! – Summer se exaltó, para inmediatamente después calmarse o aparentar que se calmaba – Princesa Celestia, con todo el debido respeto de los Tres Imperios pero… ¡¿Se te ha caído un cacho de castillo encima?! Sabes lo cabezonas que son los tres líderes de los imperios, has intentado lidiar con ellos y ni siquiera tú has podido – Explicó Summer.
- Summer… - Luna se adelantó un paso y miró a la alicornio amarilla – Precisamente os mandamos a vosotras porque habéis sido como ellos y estamos seguras de que les entenderéis. Summer, tú has sido pony de tierra, Leaf ha sido unicornio y Freeze ha sido pegaso – Explicó la alicornio oscura.
Es cierto. Que sepamos, Luna y Celestia habían sido siempre alicornios y no podían tratar bien con los Tres Imperios.
Así que después de que hablara con mis hermanas, aclaramos que lo mejor de momento sería ir cada una por nuestro lado al respectivo imperio que le correspondía y hablar con el emperador.
No tardamos demasiado en volver puesto que después de hablar con los emperadores de “tal disparate”, que era como ellos lo catalogaban, nos echaron casi a coces de los imperios y tuvimos que volver, bonita manera de agradecer que hayamos salvado los Tres Imperios, por cierto.
- Tenemos que pensar un plan, no podemos decir a Celestia y a Luna que no hemos podido hacer nada y que para colmo nos han echado… - Dijo Leaf triste – deberíamos pensar otro plan.
- Yo digo de juntar a los tres emperadores en un sitio y que hablen entre ellos para que así resuelvan sus diferencias y… cabezonerías, ¿pero cómo lo hacemos? No va a ser fácil – Sugirió Summer, pero aún con dudas.
Yo pensé y pensé hasta que se me ocurrió una idea, pero era un todo o nada, tenía que arriesgarme.
Enviamos cartas a los emperadores de los Tres Imperios para decirles que había una zona que aún no tenía nombre y que era rica en alimentos y suministros. Después fuimos a la zona indicada y nos escondimos detrás de una montaña donde no pudieran vernos, efectivamente los tres emperadores con sus ayudantes fueron al lugar y empezaron a discutir sobre quien se iba a quedar dicha zona.
- Leaf, tu eres la experta en magia, ya sabes lo que hay que hacer – Tras decir eso a Leaf, asentí dándola la señal.
El cuerno de Leaf brillo y empezó a formarse un huracán encima de los seis ponies, a lo que los ponies decidieron ir a discutir dentro de una cueva que había al lado, la misma cueva de la montaña donde estábamos escondidas nosotras.
La discusión seguía y seguía y la alicornio marrón invocó unos lobos de viento alrededor del huracán, los ayudantes de los ponies se estaban empezando a asustar viendo la situación, pero los tres emperadores seguían a lo suyo. Decidí ponerme manos a la obra y empecé a congelar a los tres emperadores rezando que funcionase porque a mí no me gustaba congelar ponies porque sí.
Los emperadores quedaron completamente congelados y los ayudantes asustados sin saber que hacer hasta que se cumplió lo que había planeado: estaban empezando a entrar en razón diciendo que seguir discutiendo era inútil y no hacía más que traer problemas. Pero era demasiado pronto para parar el hechizo, había que asegurar.
Summer viendo que se estaba cansando Leaf de usar tanta magia, cogió las riendas. Las bestias estaban invocadas, Summer solo tenía que limitarse a controlarlo.
Por lo que estaba observando y escuchando, los ayudantes estaban diciendo que las razas de ponies no se llevaban bien por culpa de los emperadores, ya que les tenían aprisionados dentro de sus imperios y les tenían lavado el cerebro con mentiras sobre otras razas, incluso de las princesas Celestia y Luna.
Al ver la situación, les dije a Summer y a Leaf de empezar a descongelar a los emperadores y de empezar a extinguir los lobos de viento.
Los emperadores no sabían lo que había pasado y los ayudantes hablaron con ellos para que se unieran para crear un país, era lo mejor que podían hacer, la verdad. Yo deseé que hubiera funcionado y para sorpresa mía, los tres emperadores se pusieron de acuerdo, ese día fue el más feliz de mi vida.
Ese fue el final del reino de Los Tres Imperios y el comienzo de un nuevo país donde las tres razas por fin convivirían en paz: Equestria. La verdad es que el nombre nos gustó mucho.
Regresamos al castillo de Celestia y Luna y les informamos de la situación, su reacción… no sabría describirla con palabras, e incluso me pareció ver a Celestia soltar una lágrima de emoción.
- Muchas gracias… de verdad no sé cómo agradecéroslo… bueno, se me acaba de ocurrir – Celestia pensó un poco – Hace siempre la misma temperatura en Equestria desde que arreglasteis los problemas climatológicos, os encargareis de llevar las estaciones en Equestria, os relevareis como líderes de Cloudsdale, ¿qué os parece?
- ¿Cloudsdale? – Preguntó Summer sin tener ni idea.
- Es una ciudad en el cielo recién construida, es donde se crean todo lo relacionado con los climas – Explicó Leaf.
- Lo sabes todo, ¿por qué lo sabes todo? – Se enfadó un poco Summer indignada.
- Pues… porque leo y me informo… - Respondió Leaf un poco cortada.
- A diferencia de cierta ex-pony terrestre - Le reproché recordándola a Summer que tenía que seguir estudiando aun siendo princesa.
De pronto la puerta al hall se abrió y vino un guardia corriendo.
- ¡Princesas! El Rey del Imperio de Cristal… ¡debéis hacer algo! – Dijo el guardia alarmado.
- Guarda el aliento y cuéntanos – Intentó calmarle Celestia.
- Af… af… - Intentó respirar el guardia - magia negra ha cubierto el Imperio de Cristal y el rey se ha corrompido, ahora los ponies de cristal son sus esclavos…
- Hermana… - Luna miró a Celestia.
Celestia cerró los ojos pensativa para luego abrirlos de nuevo y mirarnos fijamente seria.
- Princesas estacionales, debéis quedaros aquí, tenemos que irnos Luna y yo al Imperio de Cristal – Ordenó Celestia.
- ¿Princesas estacionales? – Preguntó Leaf.
- Un momento, ¿qué os vais? ¿No podemos ir a ayudar? – Summer abrió las alas, quien me dio un golpe con una de ellas.
- ¡Eh! ¡Cálmate y aprende a controlarte un poco! – Retiré el ala de mi cara con el casco.
- Sí, es mejor que vayamos nosotras dos solas porque tanto escándalo alertaría al rey corrupto – Luna explicó haciéndonos entrar en razón.
Y así Luna y Celestia partieron hacia el Imperio de Cristal solas, ni los guardias fueron con ellas como era de costumbre.
La espera fue larga, de mientras nosotras tres estuvimos hablando sobre nuestro nuevo rol y como nos administraríamos y lo que ello conllevaba, que era no poder estar siempre juntas, lo cual nos entristecía sobremanera.
Hasta que un día ambas princesas llegaron agotadas y algo malheridas, parecía que habían tenido una dura batalla. No teníamos ni idea de lo que había ocurrido y Luna tenía algo extraño, en ese momento no sabía decir el que, pero no la noté como siempre…
- ¡Luna, Celestia! – Nos acercamos a las dos alicornios.
- No os preocupéis, chicas… estamos bien, sólo se nos complicó un poco la situación, eso es todo… - Dijo Celestia.
- Si… Hubiera salido todo bien de no ser que Sombra lanzó una maldición a todo el Imperio en el último momento haciendo que… al quedar él encerrado, también ocurriera lo mismo con “su” Imperio – Terminó Luna de explicar.
- ¿Qué tipo de magia usaba? ¿No tendrá relación con Narciss ese rey? – Preguntó temerosa Leaf.
- Imposible, Narciss quedó total y absolutamente encerrada en el Árbol de la Armonía – Aclaró Summer – Y creo que no es la primera vez que te lo digo – miró de reojo a Leaf, quien sonrió con un “squee”.
Era imposible, Summer tenía razón, pero por lo que contaron Celestia y Luna, éste unicornio, que ni tan siquiera era de nuestra raza y aun así casi gana a las dos princesas, usaba magia negra. Pero poco se podía hacer puesto que el Imperio ahora estaba desaparecido y el rey encerrado.
Pasaron meses e intentamos hacer nuestro trabajo trayendo las estaciones como podíamos, aunque no empezamos con buen pie, nos atrasábamos a la hora de relevarnos e incluso nos faltaba una estación, al final conseguimos hacerlo bien y los pegasos de Cloudsdale hacían genial su trabajo.
El problema de la falta de una estación, que era la primavera, Celestia se encargó de subsanarlo hablando con los ponies de Equestria y haciendo una fiesta popular llamada “Winter Wrap Up” (Recoger el invierno) la cual estaba supervisada por mí antes de irme de Cloudsdale y dejar el relevo a los propios pegasos.
Uno de los días que tocaba relevar a Leaf para el cambio de estación, Summer vino volando a Cloudsdale, no era propio de ella abandonar su puesto.
- ¡Freeze, Leaf! ¡Los elementos! – Summer aterrizó en las nubes agotada - ¡Celestia y Luna han cogido los Elementos del Árbol!
- ¡¿Qué?! – Gritamos Leaf y yo al unísono.
Tras escuchar esto, nos dirigimos tan rápido como pudimos a dicho árbol, el cual parecía estar en perfectas condiciones, pero sin los elementos y no parecía haber ni raíces típicas de cierta alicornio ni nada parecido.
- Es raro, ¿significa eso que el árbol puede mantenerse sin los elementos? – Observó Leaf.
- Eso parece. No obstante, hablaremos con Celestia y Luna, seguro que han tenido una buena razón para cogerlos sin tan siquiera avisarnos – Dije convencida.
Llegamos al castillo y nos disculpamos a Celestia por abandonar nuestros puestos. La alicornio de pelo rosado nos explicó que no tuvieron más elección que coger los elementos con urgencia porque un draconequus llamado Discord había aparecido causando el caos en toda Equestria.
A lo que debo anotar que en los relevos con Leaf y con Summer, veía anomalías extrañas tipo nubes de algodón de azúcar o lluvia de chocolate, que sinceramente me hubiera gustado que durase más esa temporada, jiji.
Luna no estaba con Celestia, lo cual me extrañó, así que pregunté a la alicornio blanca el por qué no estaba con ella. Celestia me evadió la pregunta y nos mandó de vuelta a Cloudsdale.
- Id vosotras a Cloudsdale, os alcanzaré en breve – Mandé a Leaf y a Summer.
- ¿Ocurre algo, Freeze? Nosotras también hemos notado la ausencia de Luna, pero yo supuse que estaría enferma o… parecido – Leaf miró hacia ambos lados rascándose la cabeza con el casco dudosa.
- No creo que sea eso, yo también he notado algo extraño en Luna, pero no tengo la suficiente confianza con ella como para preguntarla. Creo que lo mejor es que Freeze hable con ella y la pregunte – Sugirió Summer, cosa que me extrañó, rara vez sugería cosas con cabeza, o al menos parte de ella.
Así que Leaf y Summer partieron a Cloudsdale y yo me dirigí al cuarto de Luna sin que me pillasen los guardias y mucho menos Celestia, abrí despacio la puerta.
- ¿L-Luna…? – Asomé un poco la cabeza y el cuerno por la pequeña abertura de la puerta.
Luna se hallaba tumbada mirando el Sol por la ventana triste, estaba claro que algo la pasaba, y muy malo.
- Adelante, Freeze Winter – Me dijo Luna seca – Pero que no dure mucho, recuerda que tienes tu responsabilidad.
- E-esto… yo… - Intenté organizar mis pensamientos – Verás, al volver no te hemos visto con Celestia y tanto mis hermanas y yo hemos pensado que te pasaba algo importante, porque no es propio de ti.
- Yo… - Luna suspiró – No lo sé, Freeze, mi hermana siempre se lleva toda la fama de sus hazañas y en cambio yo… acabo eclipsada por ella.
- ¿Eclipsada? – Pregunté - ¿Quieres decir que Equestria apoya más a Celestia que a ti?
- … - Luna pensó – No creo que tenga solución, Freeze, es como si las estaciones de Summer o Leaf tuvieran más éxito que la tuya, ¿qué harías?
- Pues… - esa pregunta me pilló por sorpresa – si tengo algún problema, hablaría con mis hermanas y se lo contaría. Intenta hablar con Celestia, seguramente pueda ayudarte.
- Ésta bien… Gracias Freeze – Luna me miró de reojo sonriendo, parecía que había conseguido hacerla entrar en razón.
Pasaron dos semanas y decidimos volver al castillo una mañana a visitar a las princesas Celestia y Luna, pero parece que no fuimos en buen momento, ya que Celestia nos encerró en nuestra antigua habitación casi nada más llegar como si no quisiera que viéramos nada.
- Lo siento mucho chicas, pero debo resolver asuntos con Luna en privado – Comentó Celestia desde el otro lado de la puerta cerrada.
- ¡¿No nos dejas ni ayudar tan siquiera?! – Gritó Summer furiosa - ¡Ya es la segunda vez que te niegas a que os ayudemos! – Summer embistió a la puerta intentando tumbarla sin éxito.
- S-Summer, yo creo que deberíamos respetar que hablen en privado, recuerda que Luna no estaba demasiado bien… - Intentó calmar Leaf a Summer.
- ¡Solo puede haber una única princesa en Equestria! – Se escuchó a Luna desde la habitación - ¡Y esa princesa seré YOOOO!
De pronto se hizo de noche y decidí correr a asomarme por la ventana. Por suerte podía mirar al hall del castillo, la Luna había eclipsado al Sol y en el hall se podía ver una bola negra de la cual salía un alicornio negro de la altura de Celestia, crin y cola como la noche en forma de humo y ojos azules verdosos con retina de serpiente, definitivamente era la princesa Luna, la oscuridad la había consumido. Leaf y Summer se acercaron a asomarse también como podían y ver lo que ocurría.
Un rayo de la alicornio negra salió del hall casi alcanzando la torre donde nos encontrábamos nosotras y atravesando dicho sitio.
Celestia apareció volando y otro rayo disparado casi la da de no ser que la alicornio blanca lo había esquivado por poco, aterrizó y ambas alicornios se quedaron mirando esperando que movimiento hiciera la otra con las alas extendidas.
- ¡Luna! – Comenzó a hablar Celestia, quien cerró las alas - ¡No lucharé contra ti! ¡Debes hacer descender la Luna! ¡Es tu deber!
- ¿Luna? – Preguntó la alicornio negra – Yo soy… - La alicornio dio un pisotón y miró más desafiante a Celestia - ¡Nightmare Moon! Ahora tengo una tarea real, ¡destruirte! – Nightmare Moon disparó otro rayo a Celestia, quien lo volvió a esquivar volando y saliendo por el agujero que había hecho anteriormente la alicornio negra.
- ¿Dónde te crees que vas? - Nightmare salió volando detrás de Celestia y disparando rayos por todo el castillo, por suerte, los rayos que alcanzaba nuestro cuarto rebotaban puesto que estaba protegido por un hechizo que había puesto la propia Celestia.
- ¿Qué podemos hacer? ¿Qué podemos hacer? – Leaf intentaba lanzar un contra-hechizo al hechizo de Celestia para abrir la puerta, pero no había manera, mientras Summer seguía embistiendo la puerta.
- Ah… - Summer paró – es inútil, no podemos hacer nada…
Intenté pensar en algo para parar esa estúpida pelea, pero aunque saliéramos, ¿Qué haríamos? ¿Luchar contra nuestra mentora? ¿Encerrarla con Narciss en el árbol? No se me ocurría nada en el que ambas princesas, Luna y Celestia, salieran completamente ilesas, por lo tanto, no tendríamos más remedio que esperar y ver como acabaría ésta crisis. Por un momento pensé en la pony rojiza que nos ayudó a vencer a Narciss, pero no había manera de pedirla ayuda y no se la vio aparecer.
Se oyó un grito, el de Celestia, Nightmare la había alcanzado con uno de sus rayos y la alicornio blanca cayó al suelo del hall pegándose un fuerte golpe.
- ¡CELESTIA! – Gritamos las tres, a lo que Nightmare entre risas miró hacia nuestra ventana y nos escondimos, pero aun así ella se acercó a mirar.
El castillo empezó a temblar y al rato salió Celestia usando los Elementos de la Armonía y con el pelo cambiado, ahora tenía la crin y la cola arcoíris.
Nightmare al darse cuenta de la presencia de Celestia se situó a unos metros de ella volando y se preparó para lanzar otro rayo, mientras que Celestia hizo girar los Elementos de la Armonía entre lágrimas y ambas dispararon sus rayos, chocando entre sí por un momento y ganando claramente el de Celestia.
- ¡NOOOOO…! – Gritó Nightmare Moon mientras el rayo de Celestia la enviaba a la Luna. Los cráteres de la Luna tomaron forma de cabeza de unicornio, o más bien de Luna.
Justo en ese momento Summer consiguió abrir la puerta, así que corrimos hacia el hall tan rápido como pudimos para ayudar a una Celestia herida.
- ¡Celestia! – Llegamos y entre todas intentamos mantenerla en pie, ésta estaba hundida.
- L-lo siento, chicas – Se disculpó de pronto Celestia.
- ¿Por qué…? - Yo ya me temía lo peor.
- Yo… - Celestia suspiró – me he visto obligada a desterrar a mi propia hermana.
Desterrar… ¿Quería decir que no la volveríamos a ver? Las tres nos sentimos como si de pronto nos echaran un cubo de agua helada encima, sobretodo yo, quien tenía más confianza con Luna, quien me había enseñado a volar y a usar magia… Ahora que pase esto.
- Luna… ¿Desterrada? – Summer intentó recapacitar sobre lo que había oído – pero… ¿qué ha ocurrido? Quiero decir, la vimos transformarse en esa horrible cosa que además tenía cierta similitud con Narciss…
- Se dejó llevar por la envidia y los celos porque acaparaba yo toda la atención, debí haberlo visto antes… - Celestia seguía lamentándose.
Salí corriendo hacia mi habitación, oyendo tras de mí a Celestia, Leaf y Summer llamándome, pero no hice caso y me encerré llorando lamentando el no haber tenido tiempo de decirle nada a Celestia sobre lo que le ocurría a Luna realmente, y que la alicornio blanca se haya dado cuenta tarde.
La noche de incidente dormimos en el castillo, esa noche en especial me costó mucho dormir, sentía que me faltaba algo, no paraba de mirar la Luna y la forma de los cráteres, nadie diría que tenían que pasar mil años hasta que pudiera ver a mi mentora.
Al día siguiente, Celestia nos llamó, parecía que lo de la princesa Luna no era lo peor que nos aguardaba…
- ¿Qué ocurre, Celestia? Debemos volver a Cloudsdale a seguir ocupándonos de los climas – Pregunté a la princesa.
Celestia miró abajo durante un momento y luego nos miró firmemente.
- He decidido destituiros como princesas de las estaciones – Dijo Celestia rotundamente – No quiero pasar de nuevo por lo mismo que he pasado con Luna y tener que desterraros, es por vuestro bien.
- Pero, pero, Celestia… - Intentó decir Summer.
- No hay peros, ya está decidido – Continuó Celestia.
- ¿Y ahora quien se ocupará de las estaciones? ¿De Cloudsdale? – Preguntó Leaf casi llorando triste.
- Los propios ponies, gracias a que conseguisteis que hubiera paz entre las razas, ahora pueden hacer cambiar las estaciones ellos mismos – Explicó Celestia.
- ¿Nos estás llamando inútiles? – Le reprochó Summer – Celestia, esto no tiene ningún sentido, que Luna se convirtiera en esa cosa, no quiere decir que nosotras vayamos a hacer lo mismo.
Eso último dolió a la alicornio blanca, quien insistió en que era lo mejor para las tres, y no sólo eso, Celestia nos ordenó también que a partir de ese momento viviéramos por separado, no quería que nos reconociesen.
Leaf, Summer y yo nos fuimos a estar solas un buen rato para despedirnos, fue muy duro ese momento, habíamos pasado toda una vida juntas sin separarnos casi y estábamos muy tristes por ello, todo nos pilló por sorpresa, pero sé que volveríamos a vernos, confiaba en ello al menos.
Salimos del castillo con nuestras cosas, no sé dónde se fueron a vivir Leaf y Summer, supuse que a un lugar tranquilo. Yo me fui unos días al pueblo que estaban construyendo al otro lado del Bosque Everfree… ¿Ponyville se llamaba? No sé, tenía cierto encanto el nombre y decidí quedarme a vivir allí tranquila, o al menos hasta que me enterase que Celestia se había ido del castillo o por el estilo.
Hasta que un día pasó, Celestia había construido otro castillo en la montaña más alta de toda Equestria bajo el nombre de Canterlot y se había mudado allí dejando abandonado el viejo castillo de las dos hermanas, por lo que volví para quedarme allí y estudiar magia por mi cuenta y escribir el resultado de mis estudios.
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Freeze terminó de escribir, cerró el libro, el cual tenía la portada de un copo de nieve y lo colocó al fondo de una estantería.
- Y hasta ahora – concluyó Freeze – la verdad es que no se está tan mal aquí después de todo, se puede vivir al menos.
De repente, se oyeron unos gritos en por el castillo.
- Ay, de nuevo niños apostando quien se adentra más en el castillo sin sufrir sustos del “Pony de las Sombras”, en fin – Freeze se puso una capa marrón – Hora de ahuyentar, ¡hasta otra!
FIN