Capítulo 5
Dame un lero
-A ver si lo he entendido… ¿esas tres están ahora en el pueblo?
-Pues sí, las acabé espantando y ahora pululan por aquí, no sé dónde, pero están aquí. Adagio sospecha del instituto y ha puesto a Sonata a investigar para saber más cosas, sería prudente mantenerlas alejadas lo máximo posible de aquí…
-Sería lo suyo, pero primero necesitaríamos saber dónde paran exactamente para así tenerlas controladas…
-Eso podría ser sencillo teniendo en cuenta que este pueblo no es muy grande, pero Adagio no tiene un pelo de tonta, podría darse cuenta de que las estamos vigilando si no nos andamos con cuidado…
-Bueno, pero contamos con que no nos han visto nunca, eso es un plus…
-Ya, pero aun así… agh, mierda, me está dando flato… -mascullé, particularmente molesto.
En ocasiones como esas me arrepentía profundamente de volver a cursar primero de bachillerato; nunca había entendido por qué se tenía que mantener educación física hasta ese curso. Al menos ahora teníamos sendos chándales para poder cursarla en condiciones, el negocio en la cafetería había tenido bastante éxito y los Cake ya habían podido empezar a pagarnos regularmente, subsanando poco a poco el problema del dinero. Ahora teníamos el armario un poquito más lleno, un cargador propio, cenas decentes y una maquinilla de afeitar. Todo un lujo comparándolo con varias semanas atrás.
En cuanto al ejercicio de tonificación diaria, como a la profesora le gustaba llamarlo, me tenía especialmente hasta los huevines, como quien no quiere la cosa.
-¡Oh, vamos, en serio, qué lentos sois!-exclamó en ese momento una voz conocida.
Alcé la mirada y vi a Rainbow Dash corriendo delante de nosotros, de espaldas y mirándonos con una sonrisita de autosuficiencia en su cara.
-Os recuerdo que son cinco vueltas y vosotros sólo lleváis dos… así no vais a impresionar para nada a Spitfire…
-A mí mientras me apruebe estoy feliz…-comentó Lloyd, secamente.
-A mí mientras me deje vivir…-comenté yo.
-¡Oh, venga ya, que pocas ganas! ¡Es genial que tengamos a alguien como ella como profesora! ¡Es también la capitana del equipo de acrobacias aéreas de los Wonderbolts, uno de los más prestigiosos del país! ¡Yo quiero entrar en ese equipo y competir con los mejores!-exclamó Rainbow, súper motivada.
-Pues adelante con ello, Rainbow, pero déjanos ir a nuestro ritmo ¿vale?
-Exacto, Rainbow, no tienen por qué seguir el tuyo… sigue tú el mío si puedes-la sugirió en ese momento Applejack, pasando justo a nuestro lado.
-¿¡Qué?! ¡¡Pues claro que puedo, espera y verás!!-exclamó la chica de pelo multicolor, dándose la vuelta y apretando el paso.
Yo por mi parte le hice un gesto de agradecimiento a Applejack y la chica me lo devolvió antes de echar a correr tras Rainbow.
-Agh, qué asco, odio esta clase y odio este lugar…-masculló Lloyd en un momento dado.
-Bueno, podría ser peor…-supuse yo, jadeando.
Lloyd quiso decir algo, pero en ese momento pasó a nuestro lado cierto chico musculoso que nos chilló.
-¡¡Cuatro vueltas, sólo una más!! ¡¡¡Sí!!!
Acto seguido siguió corriendo, dejándonos a nosotros atrás con sendas caras de estupefacción grabadas en nuestros rostros.
-Bueno, pues uno más, a ver quién es el siguiente…-murmuré yo al poco rato.
-No termino de acostumbrarme…-comentó Lloyd justo después.
El patio trasero del instituto era bastante grande, tenía un campo de fútbol, dos de baloncesto, y un montón de espacio libre para mi mala suerte. Por un momento los dos nos quedamos callados, ya que hablar cuando se corre cansa más, y llegados a ese punto yo ya estaba agotadito; en ese momento vimos a Sunset pasar justo a nuestro lado, con una cara de agotamiento muy similar a la mía. Fui a decirla algo, pero en ese momento la chica pisó mal, dio un bandazo hacia delante y acabó cayéndose de morros en el suelo. Yo me paré de golpe y me acerqué a ella.
-¡Sunset! ¿Estás bien?
La chica tan solo me respondió con un gruñido y la ayudé a reincorporarse; el golpe la había causado varias rozaduras en los brazos y un raspón en la rodilla izquierda.
-Mierda… soy el epítome de la torpeza…-masculló la chica, un tanto molesta consigo misma.
-Ah, no digas eso, le puede pasar a cualquiera… ¿puedes levantarte?
Sunset se apoyó en mí, pero en cuanto pisó en el suelo dejó escapar una mueca de dolor.
-Agh, no, no puedo…
-Tranquila, apóyate en mí, espera…
La pasé el brazo izquierdo por detrás de mi nuca y la así de la cintura con la otra mano para que pudiera avanzar.
-¿Vas bien?
-Sí… gracias por pararte a ayudarme.
-Es lo mínimo que podía hacer... Lloyd, ve a avisar a…
Pero en cuanto levanté la vista comprobé que el tipo se había largado, dejándonos solos allí.
-La madre que lo parió…-pensé en voz baja.
-Pues nada, vamos a tener que andar un poco más… aunque me sabe mal por tu estado.
-No, tranquilo, tampoco es nada grave, puedo hacer un esfuerzo.
Así, y entre los dos, echamos a caminar hacia el otro lado del patio, donde todos los demás ya habían terminado y estaban estirando un poco; Spitfire, al vernos, inquirió.
-Ya era hora, pensaba que os habíais largado… ¿Qué la ha pasado?
-Se cayó al otro lado del patio, se ha hecho un raspón en la rodilla…
La mujer la estuvo echando un rápido vistazo y luego comentó.
-No es nada grave, pero se podría infectar si no se la tratan, acompáñala a la enfermería.
-Sí, señora.
Antes de irnos eché un vistazo hacia donde estaban los demás y vi a Lloyd junto con las chicas; al ver que le miraba me guiñó un ojo y me levantó un pulgar hacia arriba en un gesto de suerte. Quise dedicarle un corte de mangas, pero no pude porque estaba sosteniendo a Sunset.
La enfermería estaba en la planta baja, un poco más adelante de la cafetería; allí nos atendió la enfermera Redheart, la cual estuvo tratando a Sunset limpiando y luego desinfectando la herida, vendándola después.
-No es nada serio, pero ten más cuidado la próxima vez.
-Procuraré…
Una vez que terminó con ella nos despedimos de Redheart y los dos salimos de la enfermería; por un momento miré mi reloj y vi que ya era la hora justa.
-Mira, al final nos hemos saltado los últimos minutos…
-Sí, nos hemos librado. Gracias de nuevo por ayudarme, Sg, si hubiera sido otro ni se hubiera parado…
-Ah, no pienses más en eso, hice lo que tenía que hacer…
Por mi parte la dediqué una sincera sonrisa y ella me la devolvió tímidamente; justo después ella comentó.
-Bueno, yo me voy a cambiar, nos vemos luego en la cafetería.
-Vale, hasta luego.
Yo no tenía ninguna prisa por cambiarme ya que teníamos por delante una hora y media de recreo junto con la comida, por lo que ya me cambiaría después; aun así me dirigí hacia los vestuarios de los chicos y al poco rato me encontré con Lloyd en cuanto salió de ellos.
-Muy bonito ¿eh?-le espeté.
-Ciertamente, la estampa era enternecedora…
-No me refería a eso y lo sabes…
-Me malinterpretas completamente, yo sólo quería dejaros espacio, nada más…
-Vete a la mierda…
Los dos nos dirigimos a la cafetería, también conocido como el único momento del día en el que no teníamos que pagar por comer; aunque siempre procurábamos que nuestras cenas no sobrepasaran los treinta o cuarenta dólares, comer en la cafetería me producía una serie de sentimientos encontrados, así como un buen ramalazo de nostalgia mezclado con el sabor agridulce que sólo Lloyd sentía cada vez Granny Smith nos servía la comida en la bandeja. Al menos ahora no se la quedaba mirando como tonto, aunque la señora le había caído en gracia y le saludaba todos los días. Y como ahora nos juntábamos con las chicas, Applejack la había hablado de él y ahora le saludaba por su nombre también.
-¡Hombre, pero si es el señorito LloydZelos! ¿Qué tal las clases hoy, hijo?
-Bien, muy bien, gracias por preguntar…-masculló Lloyd, deseando que ese momento se acabara.
Para su suerte no le dijo nada más y pasamos a buscar un sitio libre.
-Por Dios, qué escatológico es todo…-soltó Lloyd en un momento dado.
-Oh, venga ya, si es una señora encantadora…
Aun así Lloyd no dijo nada, prefiriendo quedarse callado. Encontramos una mesa libre y nos sentamos en ella, aunque no empezamos a comer, sino que estuvimos esperando a que las chicas llegaran; en un momento dado nuestros móviles sonaron y les echamos un vistazo, viendo que Pinkie nos estaba hablando por el grupo.
PinkieNs stamos cambiando! 5´!
Lloyd
kk
Sg
Os esperamos
ApplejackPor cierto, Sg, has sido todo un galante al ayudar a Sunset…
RarityDesde luego, ya no quedan caballeros así…
Sg
Ah, chicas, me halagáis, no es para tanto…
RainbowSunset te lo agradece especialmente… creo que decía no sé qué de invitarte a un helado…
SunsetRainbow Dash!!!!
RainbowXD
Sg
Bueno, bueno, no hace falta…
Lloyd
No seas tan condescendiente e invítala tú… ¬ ¬
Sg
Lloyd, calladito estás más guapo...
PinkieStamos llegando!!
Justo después las vimos entrar desde donde estábamos y Pinkie nos saludó desde la distancia, braceando mucho. No pudimos evitar dejar escapar una risita ahogada.
-Qué tía… está como nunca en cualquier mundo.
-Sí…-asintió Lloyd, esbozando una ligera sonrisita.
-Huy, huy, huy ¿eso que veo es felicidad y conformidad en tu cara?-inquirí en ese momento, dándome el venazo gracioso.
-¿Eh? ¿Pero qué dices? No seas ridículo, sabes que odio este lugar…
-¿Seguro?
-¡Pues claro!
-Tu cara no dice lo mismo cuando ves a Pinkie…-comenté yo, como quien no quiere la cosa.
Lloyd tan solo me respondió enseñándome el dedo anular. Las chicas se presentaron al poco rato con sus bandejas y estuvimos comiendo con ellas mientras que hablábamos de todo un poco.
-Hay que ver lo bien que le has caído a mi abuela, Lloyd… me acaba de comentar que la has saludado-reveló Applejack al poco rato de sentarse.
-Ah, sí, una señora encantadora tu abuela…-murmuró el chico, tratando de sonar convincente.
-¿Vives con ella, Applejack?-pregunté yo, para aparentar.
-Sí, y con mi hermana pequeña Applebloom y mi hermano mayor Big Mac. Somos una gran familia.
-Qué bien… ¿Qué tienes ahí, Fluttershy?-inquirí yo extrañado, al ver que acercaba un poco de comida a su mochila.
La aludida se sobresaltó un poco, pero se repuso enseguida y murmuró.
-Oh, le estoy dando un poco de zanahoria a Ángel; se siente tan solo cuando no estoy en casa que a veces me lo traigo conmigo…
Nada más decirlo, el aludido se asomó de un hueco de la cremallera de su mochila y comió de la mano de la chica; tanto Lloyd como yo reprimimos una mueca de asco, ya que ese conejo no era precisamente de nuestro agrado. A mí nunca me había caído bien, aprovechándose de esa forma de la pobre Fluttershy poni y tratándola fatal; no sabíamos cómo podía ser este en concreto, pero supusimos que sería igual de cabrón. Y aun mayor fue la confirmación cuando el conejo de marras cogió y salió de la mochila de un salto, acercándose a nosotros.
-¡Ah, no Ángel, vuelve!-exclamó Fluttershy.
-¡Hostias, que viene, que viene!-mascullé yo por lo bajo.
-¡Oh, mierda, no, que no se acerque, que no se acerque!-soltó Lloyd por su parte.
Sin embargo, el lindo conejito dio un lustroso salto hasta acabar en la cara de Lloyd, el cual dejó escapar un pavoroso chillido al tiempo que se echaba hacia atrás y caía de espaldas con la silla incluida; todo el mundo se sobresaltó y exclamé.
-¡¡Pero Lloyd, tío, que sólo es un conejo!!
-¡¡Soy alérgico al pelo de conejo, socorro!!-reveló entonces el chico.
Entre la confusión y la algarabía que se había montado en cero coma, Ángel aprovechó y salió corriendo después de martirizar psicológicamente a Lloyd, zigzagueando entre las mesas y las piernas de los demás alumnos.
-¡Espera, Ángel, no te escapes!-exclamó Fluttershy, muerta de miedo.
-¡Pero Fluttershy! ¿¡Para qué sigues trayendo aquí a esa calamidad peluda?! ¡Siempre nos hace lo mismo!-la espetó Rainbow, particularmente molesta.
-¡A ver, haya paz, no ha pasado nada serio!-trató de mediar Applejack entre ellas.
-¡Lloydi! ¿Estás bien?-inquirió Pinkie, ayudándole a levantarse.
-Sí, sí, estoy bien… espero que no me dé ninguna reacción…-murmuró él, un poco atacado.
-¿¡Qué no es tan serio, Applejack?! ¡Se ha lanzado contra Lloyd cual conejo rabioso!
-¡Rainbow Dash, mide tus palabras!-la regañó Rarity, confortando a una preocupada Fluttershy.
-A ver, tranquilas, no pasa nada, tan solo tenemos que ir a buscarlo… si queréis puedo ir yo-se ofreció Sunset.
-Mejor te acompaño, no es fácil atrapar a un conejo-la sugerí.
-¡Huy, yo también, yo también! ¡Cuantos más seamos antes lo encontraremos, y entre todos podremos darle caza!-añadió Pinkie.
-Te acompaño, aunque mejor te dejo a ti el cogerlo…-comentó Lloyd, aun recordando el momento.
-Rainbow y yo iremos por nuestra cuenta-dijo Applejack con voz queda.
-¡Encima eso! ¡Ni siquiera hemos terminado de comer!
-Yo iré con Fluttershy, tranquila querida, lo encontraremos enseguida.
La repentina situación nos obligó a terminar de comer en tiempo record y tras eso nos separamos para poder abarcar más terreno entre los ocho que éramos; aún quedaba hora y media de recreo, por lo que si nos dábamos prisa y encontrábamos al conejo todavía nos quedaría un poco más de tiempo para relajarnos antes de retomar las últimas clases del día. Sunset y yo estuvimos repasando toda la planta baja, buscando al animal entre los escondrijos más pequeños y enrevesados donde se podría haber metido.
-Vaya lío… ¿ha pasado esto más veces?-inquirí yo, curioso.
-Sí, está prohibido traer animales a clase, pero Fluttershy suele traerse a Ángel, y al final éste se acaba escapando cada vez… aun así ningún profesor la ha llegado a pillar.
-¿Y cómo así? Si se escapa, alguien tendría que verle…-obvié yo.
-Ya, pero aun así… es un conejo muy escurridizo, no sé cómo Fluttershy consigue dominarle.
-Pues parezca que sea él el que domine… ya ves cómo se le tiró a Lloyd…
-Sí… ha sido hasta gracioso-comentó ella, esbozando una graciosa sonrisita.
-Sí, es verdad…
Los dos nos reímos con confidencia, al tiempo que seguimos buscando por las cercanías. Aunque miramos bien por todos los lados, no llegamos a verle ni el pelo de los bigotes; optamos por ponernos en contacto con los demás a través del grupo de WhatsApp.
Sg
¿Lo habéis visto? En la planta baja no está…
ApplejackEstamos mirando en el primer piso… ¿has visto algo, Rainbow?
RainbowEn la biblioteca no está… condenado conejo…
RarityRainbow, ya vale…
FluttershyLo siento chicas, es culpa mía, no lo volveré a traer…
Sunset
No pasa nada, Fluttershy
Pinkie Stamos mirando en el gimnasio! Has visto algo, Lloydi?
Lloyd
Nada, tampoco lo he visto en el almacén
Rainbow¡Agh, así no hacemos nada! ¡Reunámonos un momento en el vestíbulo!
Como estábamos cerca nos personamos allí enseguida y lo estuvimos hablando entre todos.
-¿Cómo vamos a hacerlo? ¡El instituto es enorme, podría estar en cualquier parte!-exclamó Rainbow.
-Y no sólo eso, como algún profesor lo acabe encontrando y lo vincule con Fluttershy, la podría caer una buena…-recordé por mi parte.
-Oh, mi pobre Ángel, todo esto es culpa mía…-masculló la chica, llorosa.
-No digas eso, querida, ya verás cómo lo encontraremos…-la animó Rarity.
-El problema es que los conejos son rápidos y pequeños, por lo que se pueden esconder fácilmente. Me da que vamos a necesitar un pedazo de zanahoria y un buitrón…-murmuró Applejack.
-Bueno, bueno, espera un momento Applejack, consideremos las posibilidades…-sugirió Lloyd justo después.
Pero antes de que nadie más dijera nada más, una voz que a Lloyd y a mí se nos antojó profundamente familiar comentó.
-¿A alguien de aquí se le ha perdido un dulce e inocente conejito?
Todos nos dimos la vuelta, y tanto Lloyd como yo no nos pudimos creer lo que veían nuestros ojos; en el umbral de la puerta principal, la cual seguía en obras, una figura alta y un pelín desaliñada sostenía a Ángel en sus brazos. Era un hombre de piel color grisáceo oscuro, de pelo color blanco y moreno, encrespado, y de ojos amarillos y pupilas rojas; sus facciones eran rectas, tenía unas cejas blancas y pobladas y una perillita acabada en punta. Vestía con un traje de color gris claro, con rayas negras, camisa morada y corbata blanca, además de un pantalón de lana marrón rojizo y unos pulcros zapatos de un color marrón más oscuro. Llevaba además puestos unos guantes amarillos y portaba consigo un bastón con un boliche blanco y azul rematando la punta.
-¡Ah, Ángel!-exclamó Fluttershy, echando a correr hacia él.
-Así que era suyo; si mal no recuerdo, señorita, a los estudiantes no se le tienen permitido traer mascotas a clase.
-Sí, es verdad, lo siento señor, es que… se queda solito cuando no estoy en casa, y yo…
Aun así, el hombre esbozó una confidente sonrisita y la cortó enseguida comentando.
-Ah, haré la vista gorda por esta vez, pero procure que no vuelva a evadirse, eso sí.
-Gracias, muchas gracias, señor…
Lloyd y yo nos miramos por un momento, para ver si era real lo que veíamos, pero por mi parte preferí asegurarme.
-Rarity… ¿Quién es ese hombre?
-Ah, es el superintendente escolar Discord, suele venir cada mes de inspección, normalmente se suele presentar de improviso-explicó ella.
La información nos dejó del todo muertos, sobre todo a Lloyd, el cual se quedó mirando a su mayor ídolo con cara de lelo total.
-¡Qué bien, genial, gracias supernintendo Discord!-exclamó Pinkie, toda feliz.
-No ha sido nada, señorita… aunque eso sí, chicos ¿me podríais explicar por qué la entrada está de obras? No tenía constancia de esto…-comentó en ese momento Discord, con el ceño fruncido.
Ante eso Sunset no pudo evitar sonrojarse de la vergüenza, cosa de la que reparé enseguida y comenté.
-Ah, no tenemos mucha idea, si eso mejor pregúntele a la directora…
Nada más decirlo, la puerta de su despacho se abrió y la aludida salió de este con varios papeles en la mano; Discord, al verla, exclamó.
-¡¡Celeeeessssstia!!
Ésta, al oír la voz, dio un ligero bote y en cuanto le vio masculló.
-¡Ah! ¡Su… superintendente Discord, qué agradable sorpresa!
-He venido de inspección, como cada mes, y me encuentro con estas obras de las que poco o nada sé… ¿qué ha pasado, Celestia?
-Oh, pues eso no ha sido nada más que un desagradable y tonto incidente, nada importante…-murmuró la mujer, mirándonos con cara nerviosa, sobre todo a Sunset.
-¿Tonto incidente? ¿Es un tonto incidente que un andamio de carga esté reforzando la fachada por dentro y por fuera?-inquirió Discord, con gesto incrédulo.
-Oh, sí, bueno, digamos que hubo una explosión de gas que, afortunadamente, no tuvo repercusiones más allá de lo meramente económico…
-¿Y aun así no quedó reflejado en el expediente ni nada parecido? ¿No lo comunicó al Consejo Escolar?
Ante eso Celestia no supo que más decir y se quedó en blanco por unos segundos; nosotros la miramos momentáneamente, mientras que ella nos lanzaba una nerviosa mirada.
-Tú y yo tenemos que hablar, querida…-murmuró Discord con voz queda, dando un toque en el suelo con su bastón.
-Sí, claro, usted primero…
Antes de entrar en su despacho, Discord nos lanzó una última mirada, especialmente a Lloyd y a mí, lo que nos dejó aún más flipados si cabía; por su parte, Celestia nos largó a todos con la mirada sin necesidad de decírnoslo ella misma, aunque esbozó un gesto de disculpa exclusivamente a Sunset antes de entrar en su despacho.
Una vez solos todos guardamos silencio, algo cortados por lo que acababa de suceder; a Sunset se la veía más alicaída y deprimida que nunca, llegando a musitar por lo bajo y con lágrimas en los ojos.
-Entonces eso es lo que soy… un desagradable y tonto incidente…
Todas las demás reaccionaron de seguido, tratando de confortarla en todo lo posible; Lloyd yo nos miramos por un momento, sin saber bien si intervenir o no. Los dos sabíamos bien por qué Sunset lo decía, pero en teoría nosotros no sabíamos nada de eso.
-No, no, escúchame cariño, tú no eres nada de eso ¿vale? Lo sabes tú y lo sabemos nosotras, seguro que Celestia no lo decía con mala intención…-habló Rarity primero, cogiéndola de las mejillas.
-O si no, es que esa mujer es muy troll…-comentó Rainbow, como quien no quiere la cosa.
-Rainbow Dash, no estás ayudando…-la espetó la chica modista.
-Rarity tiene razón, ya visteis en qué situación la dejó el comentario del superintendente Discord, probablemente quiso salir del paso de la forma más rápida posible… aunque una no muy inteligente-supuso Applejack.
-Claro, tiene sentido, no creo que la directora Celestia dijera algo tan horrible sobre ti a propósito… ella siempre ha sido muy buena y considerada-recordó Fluttershy, sosteniendo con firmeza a Ángel en sus brazos.
-¡Por supuesto que no, después de todo estaba el supernintendo Discord delante, y no podía decir que realmente fuiste tú!-obvió por su parte Pinkie.
Ante todo ese apoyo, Sunset tan solo esbozó una alegre sonrisa y murmuró.
-Gracias, chicas, si no fuera por vosotras, yo… no sé lo que sería de mí…
Sin decirla nada más, las seis se fundieron en un gran y tierno abrazo grupal; Lloyd y yo tan solo nos quedamos apartados, siendo testigos de tamaña amistad y sintiéndonos felices por Sunset.
-Se merece una segunda oportunidad-comenté yo por lo bajo.
-Sí, desde luego…-asintió Lloyd sin dudar.
En ese justo momento oímos la campana resonando por todos los pasillos, anunciando el fin del recreo y el comienzo de las clases de tarde; todos nos pusimos en camino, aunque tanto Lloyd como yo lanzamos una última mirada escrutadora a la puerta del despacho de Celestia, preguntándonos que qué podrían estar hablando en esos momentos.
-¿Un explosión de gas entonces, querida?
-Sí, desde luego, había una pequeña fuga en uno de los tubos y la presión hizo el resto, aunque ya le digo que afortunadamente tan sólo hubo daños materiales…
-¿Cuándo sucedió?
-Después de finalizar la fiesta del baile de otoño, al poco de cerrar el instituto.
El superintendente Discord se mostraba particularmente interesado en el suceso en sí; aprovechando que ninguna de las dos tenía clase a esa hora, Celestia llamó a su hermana para atenderle entre las dos.
-Bueno, aun así no comprendo por qué no avisasteis al Consejo Escolar…-comentó Discord, observando el papeleo.
-Se trataba de una cuestión de tiempo, tuvimos que interrumpir las clases por un día, y mi hermana y yo no vimos apropiado seguir alterando el horario de los estudiantes…
-…por lo que optaron por encargarle las obras a una empresa privada… ¿con los fondos de la administración?-inquirió Discord, alzando una ceja por encima de los papeles.
-Claro, que otro remedio nos quedaba… si hubiéramos avisado al consejo hubiera tardado un tiempo en contestarnos, y no era seguro para los estudiantes dejar la entrada principal sin arreglar.
Los ojillos rojos de Discord regresaron a la última línea, mientras iba comentando por el camino.
-Si mal no recuerdo ya nos habían reportado problemas financieros…
-Sí, debido a estos no habíamos podido costear la financiación de algunas actividades extraescolares y clubes del instituto…
-Ya… el caso es que, como bien ya sabéis, el Consejo Escolar tan solo concede subvenciones anuales a aquellos institutos que mejor trayectoria muestran. El vuestro consiguió acceder a la del año pasado, pero teniendo en cuenta los precedentes, no sé si podréis acceder a la de este año. Hay otros institutos que están pugnando por ella, y el instituto privado Cristal en la ciudad está haciendo grandes labores últimamente, por ejemplo…
-Sí, conozco ese instituto, en él trabaja mi sobrina…
-Ah, entonces les viene de familia. Trasladaré este asunto al consejo, eso desde luego, debiste consultárnoslo primero, Celestia…-murmuró Discord.
-Lo sé, lo sé…
Después de eso le estuvieron enseñando los libros de contabilidad, así como los últimos expedientes y otros documentos relacionados. Aunque hubo algo que le llamó la atención.
-Anda ¿y estas becas de ayuda? No las habíais utilizado hasta ahora…
-Oh, sí, bueno, esas becas las están recibiendo dos alumnos trasladados…-explicó Celestia.
-¿De veras? ¿Y dónde están sus expedientes?
-Extraviados, nos explicaron que la empresa de autobuses que les trajo al pueblo perdió su equipaje con toda su documentación en él… opté por darles las becas para que pudieran incorporarse a las clases lo antes posible.
Aun así, el ceño de Discord se torció bastante, no muy convencido por lo que Celestia le estaba contando.
-¿Y se la diste así sin más? ¿Sin pedirles su identificación ni nada parecido? ¿En qué estabas pensando, Celestia?
La aludida quiso contestar, pero Luna lo hizo en su lugar.
-Eso mismo la pregunté yo… no puedes fiarte así sin más de dos chavales que dicen ser traslados cuando no tienen con qué demostrarlo, hermana.
-Exactamente ¿y si son dos listillos que quieren aprovecharse de la administración del instituto para vivir de gorra y con una comida al día?-sugirió Discord.
-Bueno, eso es un poco extremo ¿no? ¿Y si nos dicen la verdad?
-¿Qué dice la administración sobre los últimos traslados? ¿Hay señas suyas?
Antes de que Celestia pudiera comprobarlo por ella misma, Luna cogió los últimos expedientes y los puso sobre la mesa.
-Los comprobé anoche. No hay nada.
Por su parte Discord quiso asegurarse, corroborándolo de seguido y lanzando una densa mirada a una nerviosa Celestia.
-Estás acumulando muchos puntos negativos, querida… me temo que esa subvención se os queda muy lejos.
Ante eso, la directora dejó escapar un dejado suspiro, sin saber muy bien qué decir.
-Lo de la fachada puede esperar, los accidentes pueden pasar, pero me temo que esto es más serio. Tienes a dos chavales que no sabes de dónde han salido viviendo a tu costa, quiero esto resuelto para mi próxima visita, o si no, el Consejo tomará cartas en el asunto ¿me he expresado con claridad, Celestia?
-Sí, superintendente Discord…
-Muy bien… veamos qué tal están las instalaciones-sugirió él, levantándose.
Antes de abandonar el despacho, pidió una copia de los documentos con la poca información que tenían acerca de esos dos posibles alumnos colados; los ojillos de Discord leyeron con rapidez su contenido.
-LloydZelos y Sg91… ¿Qué tramáis, muchachos?
-Bof, me pitan los oídos…-mascullé en ese momento, frotándome las orejas.
-Madre mía, madre mía, yo flipo, en serio…-seguía diciendo Lloyd, sin poder salir de su asombro.
-Lloyd, déjalo ya, sabes y de sobra que era de esperar…
-¿¡De esperar, dices?! ¡¡No, de eso nada, es de esperar encontrarnos con Gilda, o con Lightning Dust, por ejemplo, pero no con Discord!!-masculló el chico.
-Y seguramente lo dirás porque no has podido darle la mano…-obvié yo.
-¡¡Entre otras cosas!! ¿¡Pero tú has visto cómo nos ha mirado antes?! ¡¡Lo sabe, el cabrón de él lo sabe!!
-Bueno, bueno, espera, no te precipites, una cosa es el maestro del caos en Ecuestria y otra cosa es el superintendente escolar aquí…
-¿¡Y eso que tiene que ver?! ¡¡Es el p*to Discord!!
Y lo peor o mejor de todo es que había estado así desde que acabamos las clases; como Sunset no estaba muy animada, dejamos el refrigerio en el Sugarcube Corner para otra ocasión, las chicas se fueron a sus casas y nosotros volvimos a la residencia. Había tarea por hacer, entre otras cosas estudiar para un parcial de historia que se aproximaba o varias frases para analizar para lengua, pero en ese momento el superintendente Discord lo ocupaba todo.
-El caso es que me llama la atención… debe de haber señas de algún tipo de él, probaré a mirar-comenté en un momento dado haciendo mano de mi móvil y accediendo a internet.
Activé los datos y busqué directamente por superintendente Discord en google; para mi sorpresa, salieron varios enlaces relacionados.
-Vaya, aquí parece haber algo…
Tapeé en el primer enlace y accedí a un artículo en línea sobre el Consejo Escolar Estatal; al parecer la institución cumplía veinte años y se daba un repaso general a su historia, con algunos de sus miembros más destacados, entre ellos Discord.
-Mira, te leo:
El superintendente escolar Discord se ha convertido en toda una figura de autoridad y disciplina dentro de la institución del Consejo Escolar; tiene un total de treinta institutos a su cargo en todo el estado, y se encarga de inspeccionar y vigilar que todos y cada uno de ellos se mantengan en óptimas condiciones, así como que lleven al día sus cuentas, libros de contabilidad y demás procedimientos administrativos. Destaca por tener mano dura en todas y cada una de sus visitas, además de hacerlas sin avisar, presentándose de improviso para garantizar el correcto funcionamiento de todos los institutos dentro de cualquier ambiente que se precie. Está al cargo de… ¿¡el presidente Sombra?!-solté en ese momento yo, sin creerme lo que acababa de leer.
-¿¡Qué?!-hizo lo propio Lloyd, mirándome incrédulo y acercándose a leerlo él también.
Ambos seguimos leyendo, sintiendo como nuestros jimmies se disparaban de golpe.
-
A… a cargo del presidente Sombra, el CEO de todo el Consejo, el cual se encarga de presidir a todos los demás miembros a su cargo; le asiste en su cometido su secretaria Chrysalis… ay, dios…
la cual le lleva el papeleo, mientras que el administrador Don Tirek… oh, mierda…
que es el que lleva las cuentas y demás procedimientos de carácter administrativo…Para entonces se me estaba haciendo muy difícil seguir leyendo, y Lloyd tenía un serio problema para concebir y procesar toda esa información, teniendo que tumbarse en la cama para ello. Y no era para menos, todos los miembros del Consejo Escolar eran los mayores villanos que el mundo poni llegó a conocer.
Aun así traté de no pensar en todo eso y opté por pasarme un rato por el foro para ver si por algún casual había una novedad sobre nuestras personas; no había nada destacable, aunque en un momento dado, cuando quise entrar en el hilo de Rainbow Rocks, la pantalla se me fundió a negro de golpe.
-Genial, ya se me está reiniciando solo otra vez, p*to móvil de mierda…-pensé entonces, hastiado.
Pero en vez de salirme la pantalla de inicio con el logo de Samsung al fondo, la imagen se emborronó y, justo después, una figura estuvo a la vista; pude distinguir unas gafas ahumadas amarillas que me eran familiares, así como unas patillas y una perillita que yo conocía bien. Fue entonces cuando caí.
-¿¡Dennis?!-solté, asombrado.
En ese momento Lloyd alzó la cabeza e inquirió.
-¿Qué pasa?
-¡Es Dennis, tío, tengo a Dennis en la pantalla de mi móvil!
El chico se levantó y se puso a mi lado, corroborando así que Dennis estaba ahí.
-¡co*o! Pero espera, no parece vernos…
-Pues no… llamémosle a ver si así…
Entre los dos estuvimos llamándole a gritos hasta que al final el aludido reaccionó y nos vio, quedándose tan asombrado como lo estábamos nosotros.
-¿¡Lloyd, Sg?! Pero, pero… ¿Qué hacéis en mi móvil?
-¡No lo sé, tío, estaba mirando el foro cuando apareciste de repente! Qué poco se te ve ¿dónde estás?-quise saber yo.
-Pues mira, me pilláis a pocos minutos de empezar un concierto con mi banda, quise mirar el foro por si alguien había comentado algo en el hilo de quedadas, Vigon, Taila y Snix comentaron que se pasarían…
-Ya, vale, todo eso está muy bien, pero… ¿Qué pasa con lo de sacarnos de aquí y tal?-inquirió Lloyd, con cierto tono apremiante en su voz.
-Pues no lo sé, tío, la última vez que hablamos de eso acordamos poner unos horarios de guardia… Volgrand nos comentó su encontronazo con vosotros antes de emitir, pero no sabemos cómo podemos ayudaros desde aquí.
-Resulta curioso que estas conexiones tan raras y repentinas se den cuando estamos conectados al foro en el mismo momento… quizás puedan ser un buen punto de partida-sugerí yo, pensativo.
-Sí, también lo pensamos, pero ya os digo que no sabemos cuál puede ser la causa…
Por un momento Dennis se quedó callado, mirando hacia un lado, pero justo después comentó.
-Oh, mierda, esa es la señal… lo siento tíos, pero os tengo que dejar, salimos ya al escenario.
-¡Ah, no, espera Dennis, un momento!-exclamó Lloyd.
Pero el chico cortó la conexión sin decirnos nada más; justo después la pantalla fundió a negro una vez más y se quedó así, evidenciando un apagado por falta de batería.
-Puto móvil de mierda-repetí yo, cada vez más asqueado de él.
Por su parte, Lloyd se quedó mirando a la pantalla con un gesto muy similar al que puso aquella vez cuando Volgrand también nos cortó; al final volvió a tumbarse en la cama y se quedó mirando al techo con gesto cansado.
-Pues nada… a seguir esperando…-murmuré yo, yendo a por el cargador.
-Sí… mientras tanto mi vida sigue preguntándose qué hace y a dónde va. Es tan triste…-susurró Lloyd, con un gesto entre rabia contenida y lo más parecido a la melancolía.
Por mi parte preferí no decir nada, poniendo el móvil a cargar y mirando por la ventana de la habitación; la figura del instituto se recortaba en la distancia, con la luz de la tarde reflejándose en sus ventanas. Al fondo, las luces del pueblo comenzaban a brillar.