Lo que fuimos [Drama] [Adventure] [Slice of life]

[horwaith]

Si sabia que eran tantos capitulos no me los leia de una tacada xD (pensaba que "solo" eran 18) pero me ha encantado, la primera parte donde describes los lugares donde van las mane6, celestia y luna son precisas por lo que me ha parecido, como si hubieses cogido una guia de viaje, google maps o ambas. Todas estan hechas segun sus papeles, la razon por la que acabaron aqui esta muy currada y, como he dicho, me ha encantado leerlo (pese a que he tardado 3 dias) y espero leerte mas veces, tanto en este como en otros.

[Sg91]

Capítulo 25

10 años después

-Recordad que ambas cargas son muy idénticas entre sí, pero las diferencias las podéis apreciar en este gráfico de aquí; a lo largo de todos estos años, y tras lo que pasó, estuve estudiando apropiadamente los entresijos de la electricidad y finalmente pude dar con una explicación más exacta y aproximada que cuando llegué por primera vez aquí. Ahora, partiendo de lo que ya sabemos previamente, tengo una pregunta para vosotros ¿creéis que los polos magnéticos de las partículas son iguales?

Varias pezuñas se levantaron y escogió una al azar.

-¿Sí?

-Creo que no, ya que si tenemos en cuenta la aceleración de la corriente respecto a la de las cargas, los polos permanecen inalterables.

-No está mal argumentado, pero no… a ver, tú.

-Yo creo que sí, puesto que los polos siempre cambian dependiendo de la cantidad de presión, y lo que permanece inalterable aquí es precisamente la corriente, y no los polos…

-No puede ser, los polos conservan la misma carga, eso que dices no tiene sentido-le espetó entonces el último poni que habló.

El otro quiso responder, pero en ese momento una voz alta y potente murmuró.

-Señorita Sparkle, tengo una pregunta ¿por qué se supone que deben de quedarse inalterados sólo los polos? Si mal no recuerdo, en su tesis doctoral llegó a comentar que en una sola partícula todo puede llegar a variar sólo si la corriente aumenta independientemente de la presión eléctrica… en ese caso, no solo los polos quedarían inalterables…

Twilight esbozó una grata sonrisa y exclamó.

-¡Eso es! Eso es a lo que yo quería llegar, muy bien, sí señor. En efecto, todos los elementos de una partícula pueden variar enormemente dependiendo principalmente, de la corriente eléctrica, y no sólo de otros factores externos…

En ese momento una estridente campana interrumpió a Twilight, la cual anunció.

-Muy bien, lo dejamos aquí, mañana terminaremos con este tema y resolveremos dudas, así que no os olvidéis de traer todos vuestros apuntes, recodad que los necesitareis para elaborar el resumen y entregármelo a mí.

La clase magistral se vació en cuestión de segundos y Twilight recogió su pendrive con todas sus presentaciones en él; tras eso recogió la pantalla, apagó el proyector y el ordenador, dejando bien recogida su mesa. En ese momento oyó unos pasos resonando por el suelo y vio a alguien apoyado en el umbral de la puerta.

-Ah, señor director…

-Twilight Sparkle… cada vez que la veo dar clase, me alegro enormemente de tenerla aquí. La universidad de Columbia no ha podido pedir mejor profesora…

-Ah, me halaga señor, sólo hago mi trabajo…

-Y de una forma impecable, he de decir… Ahora que la jornada ha acabado ¿le apetece almorzar conmigo y el secretario en la cafetería?-inquirió el director, mientras salían del aula.

-Me encantaría, pero me temo que no puedo, dentro de hora y media tengo una convención acerca de humanología en el Sheraton de Times Square y me tengo que ir ya…

-Oh, es cierto… Proyección humana en la historia contemporánea y actual ¿verdad?

-La misma-asintió ella.

-En ese caso no la entretengo más… buenas tardes, señorita Sparkle.

-Hasta mañana, director.

Twilight salió de la facultad de ciencias y encaró el campus de la universidad con un marcado optimismo; la ciudad de Nueva York despuntaba incluso por la tarde, y no había ni una sola nube en el cielo. Desde donde estaba pudo ver la antena del Empire State Building alzándose sobre la ciudad, pero siendo opacada por la insuperable vista del One World Trade Center. Twilight inspiró con fuerza y consultó la hora un momento; las seis y media.

-¡Agh, mierda, pierdo el autobús, lo pierdo!-masculló entonces antes de echar a correr.

La parada del autobús estaba un poco más abajo, la unicornio lavanda corrió todo lo deprisa que pudo cargando con sus cosas; llegó justo a tiempo para abordar el autobús antes de que éste cerrara sus puertas.

-Bof, por los pelos…-suspiró, pagando el viaje al conductor.

El viaje desde el campus desde la línea B era casi siempre igual de rápido, y para ir al Sheraton, la iba de perlas; se sacó un sándwich de margaritas de sus alforjas y lo estuvo comiendo junto con un zumo de naranja, mientras que iba contemplando la ciudad. El tráfico era fluido y nada congestionado, en ese sentido se había hecho realmente bien mejorando las infraestructuras de la ciudad; un montón de ponis andaban a paso ligero por las calles, mientras que los vehículos, todos eléctricos, recorrían la ciudad desde todos los rincones. El autobús bajó por toda la octava avenida bordeando el Central Park, el cual estaba verde y frondoso en esa época del año como es la primavera; pasó también cerca de su casa en cuanto llegaron a la altura del museo de Historia Natural, pero ella estaba enfrascada en sus propios pensamientos. El autobús iba medio lleno, delante de ella una poni mayor iba con las bolsas de la compra entre sus patas; un semental joven de ojos castaños escuchaba música con los cascos puestos y moviendo su cabeza rítmicamente. Una pareja de mediana edad compuesta por una pegaso y un poni de tierra conversaba a media voz en la parte trasera del vehículo. Afuera, un taxista dio un claxonazo, sacando a Twilight de sus pensamientos y despertándola.

-Vaya, me ha venido bien y todo…-pensó ella, esbozando una pequeña sonrisa.

En menos de quince minutos, el autobús llegó hasta la esquina del parque y bajó un poco más hasta girar a la izquierda por la cincuenta y tres, esquina con la octava; el hotel Sheraton se hizo entonces visible y Twilight se puso en pie, acercándose a la puerta junto con varios ponis más. El autobús se detuvo enseguida y se inclinó levemente hacia el lado de la derecha, para facilitar la salida de los ponis. La puerta del Sheraton la quedaba justo al lado, por lo que entró directamente y se dirigió hacia la recepción.

-Hola, soy Twilight Sparkle, vengo a participar en la conferencia Proyección humana en la historia contemporánea y actual del humanólogo Current Research…

-Justamente ha dejado recado para usted, señorita Sparkle, le espera en la sala de convenciones del piso cuarenta y cinco-la indicó la recepcionista.

-Muchas gracias.

Se dirigió hacia los ascensores y, en ese justo momento, uno de ellos llegó y sus puertas se abrieron, saliendo un montón de ponis de su interior; ella entró justo después con unos cuantos más, clicó el botón de la cuarenta y cinco con su magia, mientras que el resto de los demás hacían lo propio con el suyo. Una pegaso se sirvió de su ala derecha para oprimir el botón de la planta cincuenta. El ascensor comenzó a subir a gran velocidad y en menos de cinco minutos, llegó a la planta cuarenta y cinco. Nada más salir de éste, vio un cartel que publicitaba la exposición, y un poco más adelante, pudo ver a Current hablando con un poni más.

-¡Current!

El aludido se giró, y en cuanto vio a Twilight, esbozó una gran y sincera sonrisa de felicidad.

-¡Twilight, querida, aquí estás! ¡No sabes cuánto me alegro de que pueda contar contigo para esta conferencia!

-El gusto es mío, Current, ya sabes que te la debía…

-Ah, no seas tan modesta… mira, te presento a otro compañero erudito del campo, Deep Knowledge.

-Encantado de conocerla, señorita Sparkle, me han hablado muy bien de usted…

-Ah, no será para tanto…

-Qué modesta… y no es por nada, pero estamos ante una de las primeras que empezó a estudiar a los humanos en sí, además de ser la estudiante de la presidenta Celestia…

-Bueno, bueno, detalles aparte… además, hace tiempo que dejé de ser su estudiante…

Estuvieron hablando un rato más en el pasillo antes de entrar en el salón de conferencias donde se iba a celebrar el evento; el resto de colaboradores también estaban allí y Current la estuvo presentando a todos, siendo un total de cinco. Luego comenzaron a llegar los asistentes y ellos comenzaron a tomar sus asientos en la mesa presidencial del estrado. Tras unos cinco minutos más de espera, el salón se llenó y la conferencia comenzó de seguido.

En esta se puso de manifiesto la creciente importancia de la nueva disciplina conocida como humanología, la cual estaba siendo impartida en numerosas universidades de todo el país y del mundo, siendo la de Columbia una de las más pioneras en ese aspecto; el papel de Twilight en la misma fue el de una historiadora, contando en retrospectiva los inicios de la nueva ciencia, siendo ella una de sus precursoras. Luego el resto de sus compañeros siguieron la exposición, y una vez que terminó, se dio lugar a un turno de preguntas y respuestas; a Twilight le tocó responder unas cuantas acerca de detalles concretos concernientes a los humanos, le gustó sobre todo una pregunta que decía así.

-Señorita Sparkle ¿qué es lo que más le gustó acerca de los humanos durante sus investigaciones?

-Lo inteligentes que fueron y el agudo ingenio que llegaron a desarrollar a lo largo de toda su historia… nunca dejo de asombrarme, incluso ahora sigo haciéndolo.

Tras una hora y media intensa y agotadora, la conferencia acabó a eso de las ocho y Current la invitó a tomar una copa con todos los demás en un bar cercano; no dijo que no y estuvo pasando un buen rato agradable y distendido con ellos durante un cuarto de hora. Tras una charla amena y distendida, Current fue el primero en irse, siguiéndole los demás al poco rato.

-Gracias por colaborar conmigo, querida, la conferencia no habría sido lo mismo sin ti…

-Ha sido un placer, Current, me ha gustado mucho, tenemos que repetirlo más a menudo-sugirió ella.

-Cuando quieras, querida, te avisaré con tiempo.

Se despidió del resto de ponis y, una vez sola, miró la hora; las ocho y veinte. Se sentía agotada y quería irse ya a casa, aunque entonces se acordó de una cosa que tenía pendiente y buscó una cabina telefónica, encontrando una a la vuelta de la esquina. Tocó la pantalla táctil usando su magia, iluminó su cuerno y lo introdujo en un resquicio de la máquina durante unos pocos segundos; tras eso lo sacó, y en la pantalla se pudo leer: Bienvenida de nuevo, Twilight Sparkle. Una vez que tuvo acceso a su cuenta se fue a la carpeta de contactos y el primero en salir fue el de Applejack; sonriendo lo seleccionó y comenzó a darse una videollamada, marcando al otro lado y esperando una contestación. Al cabo de unos pocos segundos esperando, la pantalla se encendió dejando a la vista a una yegua de pelaje amarillo claro y crin pelirroja.

-¡Anda, Twilight!-exclamó al verla.

-Hombre, hola Applebloom ¿cómo estás?

-Muy bien ¿y tú?

-También bien… ¿está Applejack por ahí? Hacía tiempo que no hablaba con ella y me gustaría saludarla…

-Claro, ahora se pone… ¡Applejack!-gritó entonces la yegua, llamando a su hermana.

Al cabo de unos pocos segundos esperando, Applejack se mostró en la pantalla esbozando una gran sonrisa.

-¡Hola, Applejack!

-¡Hombre, pero si es Twilight Sparkle! ¿Qué tal estás, dulzura? Hacía tiempo que no sabía de ti…

-Ya, he estado muy liada últimamente, lo siento por no haberte llamado antes…

-Ah, tranquila, ni lo pienses, si de por sí aquí en la granja el trabajo es una constante, no me quiero imaginar lo que es para una profesora de Nueva York…

-Hombre, es otro mundo… te mentiría si te dijera que no me gusta esta ciudad porque me encanta, siempre me vi viviendo aquí y ahora… heme aquí.

-Eso es lo importante, dulzura, claro que sí…

-¿Y tú que tal estás? ¿Qué tal todo por la granja?

-Ah, pues como siempre, trabajando duro de sol a sol… pero ya sabes cómo es esto, luego se agradece, y en Brownwood también.

-Aún me acuerdo del éxito que tuvisteis… y me costó creer que tu abuela aceptara mecanizar la producción así como así…

-Fue un paso difícil para ella, pero necesario… ahora producimos más y mejor, y no es tan laborioso el proceso. Aunque me hubiera encantado que hubiera visto todo esto… se habría sentido orgullosa de mí…

-Lo sé… ya era muy mayor ¿no?

-Más de cien años aguantó, y seguía tan lozana como el primer día, pero al final dijo basta. En fin, es ley de vida… polvo al polvo, dicen…

-Sí… ¿cómo están tu hermano y Zécora?

-Ahí van, mi hermana se ha ido ahora con ellos… Caramel me ha estado ayudando con la cosechadora…

-Oí que ya pronto se iba a casar con su novia ¿no?

Applejack tardó un poco en contestar, sin borrar en ningún momento su sonrisa de la cara.

-Ah, sí, dentro de dos semanas, me han invitado…

-Qué bien, me alegro mucho por él…

-Y yo, y yo…-murmuró la poni de tierra.

-Algún día de estos tenemos que quedar en el pueblo… ya sabes, para hablar entre todas…-sugirió Twilight en un momento dado.

-Sí, sería buena idea, así recordamos los viejos tiempos…

Siguieron hablando un rato más hasta que el ruido de un motor al otro lado de la línea llamó la atención a Applejack.

-Oh, no, otra vez no… ¿en serio, Big Mac? ¿El freno de mano otra vez?

-¡Sep!-se oyó al aludido, bastante apurado.

-Agh, este poni… ya has oído, dulzura, el deber me llama…

-Pues ya sabes entonces…

-Sí… ¡hablamos!

-Chao, Applejack.

Twilight colgó primero y tras esa llamada, siguió en orden por la lista de contactos; el siguiente fue Fluttershy, repitiendo el mismo procedimiento hasta que la aludida descolgó al otro lado de la línea. La pegaso amarilla llevaba puesta una bata blanca de laboratorio.

-Ehm… ¡oh, hola Twilight!

-¡Hola Fluttershy! ¿Qué tal estás? Hacía tiempo que no hablaba contigo…

-Oh, muy bien, me pillas en pleno tratamiento…

-Oh, vaya, no era mi intención molestarte… si eso termina y te llamo luego…

-No, tranquila, tengo a mi interina ocupándose, puedo atenderte…

-¿Segura?

-Sí, claro, dime…

-Oh, era por hablar… he estado ocupada durante todo este tiempo y no he encontrado tiempo para relajarme y hablar con vosotras. Antes he estado hablando con Applejack y la he comentado en que podemos quedar un día de estos en el pueblo para vernos, charlar y pasar el día…

-Vaya, eso suena muy bien, no me importaría, la verdad…

-¿Qué tal te va con tu clínica en San Angelo?-inquirió ella, curiosa.

-Muy bien, recibo bastantes visitas y me han enviado a un par de estudiantes en prácticas desde la universidad de Texas, así que la verdad es que me va muy bien. Lucky me ayuda mucho también…

-¿Lucky? Ah, sí, ese chico del trébol por marca de belleza…

-El mismo, se mudó conmigo a la ciudad y trabaja cerca de mi clínica, en una tienda de jardinería… ¿sabes que fue él el que consiguió repoblar el parque estatal después del incendio que arrasó varias hectáreas?

-Ah, sí, el mismo que tu viste ¿no? ¿Y dices que él lo ha conseguido repoblar?

-Oh, sí, trabaja como un profesional, y tras varios años de trabajo lo ha conseguido… ahora los animales del bosque tienen dónde vivir, medio parque se las pasó calcinado varios años…

-Qué bien… me alegro mucho por ti, Fluttershy, sé que no fue fácil para ti irte así sin más…

-Lo sé… pero si te digo la verdad, fuisteis vosotras las que más me animasteis a hacerlo. Siempre estuvisteis ahí por mí y me apoyasteis, sin importar qué, y ahora soy lo que siempre quise ser. Gracias, Twilight. Gracias por ser mi amiga…

La pegaso amarilla dejó escapar un par de lágrimas y Twilight no pudo evitar emocionarse al igual que ella; las dos alzaron sus patas hacia la pantalla, en un intento de abrazo lejano y distante, que aun así se notaba cercano y cálido al mismo tiempo.

-De nada, Flutters… ya sabes que siempre estaremos ahí…

La aludida sonrió y asintió con la cabeza, limpiándose la cara. En ese momento oyeron un chillido apagado y Fluttershy se puso en alerta.

-¡Oh, cielo santo, qué lenguaje! Perdona Twilight, me tengo que ir…

-Ah, claro, por supuesto… hablamos ¿vale?

-Vale, hasta luego-dijo ella antes de colgar.

La pantalla volvió a mostrar sus contactos y Twilight siguió en orden la lista, siendo la siguiente Pinkie Pie; marcó su número automáticamente y, tras una corta espera, descolgaron.

-¿Sí?

-Ah, hola señor Cake…

-Hombre, Twilight, ¿Qué tal todo?-inquirió el aludido visiblemente nervioso.

-Muy bien… ¿le pillo en buen momento?

-Eso depende… pero si lo que quieres es hablar con Pinkie, se puede poner.

-Se lo agradecería…

-Vale, espera un poco… ¡Pinkie! ¡Te llaman!-exclamó el señor Cake, desapareciendo de la pantalla.

Al cabo de unos pocos segundos de espera, la aludida apareció de improviso tras una explosión de confeti y serpentinas.

-¡Twilight!

-Hola, Pinkie, como veo estás como siempre…

-¡Pues sí! ¡Precisamente me has pillado haciendo una tarta de las grandes, Pound y Pumpkin me están ayudando y nos está quedando genial, tendrías que verla, luego te mando una foto!

-Qué bien… estarán enormes ya…

-¡Desde luego! La semana que vienen cumplen catorce años ¿te lo puedes creer? ¡Catorce años! Cómo pasa el tiempo…

-Dímelo a mí… parece que fue ayer cuando te mudaste a Tulsa…

-Sí… ya sabes que fue un poco difícil convencer a los Cake, pero la verdad es que me gustó mucho el sitio a pesar de todo, y siempre pensé que la pastelería de los Bay bien se merecía una oportunidad…

-Oportunidad que supo aprovechar, eso desde luego…

-¡Por supuesto que sí! ¡Tenemos cubierto toda esta semana y la que viene, tenemos encargos hasta para Oklahoma! ¡Estamos teniendo mucho éxito!

-Nunca lo dudé, eso desde luego… aquí quien más sabe de dulces y fiestas eres tú…

-¡Puedes apostarlo!-asintió ella, guiñándola un ojo.

Twilight rio por lo bajo y asintió.

-Sí… vaya, hacia tanto tiempo que no hablaba contigo… he estado hablando con Fluttershy y Applejack y las he comentado que un día de estos podemos quedar en el pueblo y pasar el día juntas… ya sabes, para recordar los viejos tiempos…

-¡Huy, sí, sí, me apunto, hagamos una gran fiesta que haga temblar todo Central High!

-Genial entonces, te mantendré informada ¿vale?

-¡Vale! Aunque déjame a mí organizar la parte de la música y el catering ¿va?

-Claro, todo tuyo, no se lo pediría a nadie más…

-¡Yay, genial! ¡Ya lo verás, va a ser una gran fiesta!-exclamó ella, recalcando el gran.

En ese momento se oyó un chof desde el otro lado de la habitación y una serie de gemidos quejicosos; Pinkie alzó la vista y exclamó.

-¡Oh, la galleta, la galleta, que no se caiga! ¡Te dejo, Twilight, estos dos no se compenetran muy bien a veces!

-Ve entonces, no se vayan a enterrar en harina…

-¡No se lo digas dos veces! ¡Adiós!

-Chao, Pinkie.

Twilight fue la primera en colgar, esbozando una gran sonrisa en su cara; Pinkie Pie siendo Pinkie Pie era lo mejor que se podría tener para levantar el ánimo a cualquiera. Sin borrar su sonrisa en ningún momento, hizo la siguiente llamada a Rainbow Dash; tras varios segundos marcando, alguien descolgó al otro lado y se mostró en pantalla nada más ni menos que a Spitfire, la capitana de los Wonderbolts con su traje puesto.

-¿Sí, quién es?

-Anda, hola Spitfire, soy Twilight Sparkle, la amiga de Rainbow Dash…

-¿Sparkle? Ah, sí, ya me acuerdo, tu amiga habla mucho de ti…

-¿Está por ahí? Me gustaría hablar con ella…

-Vamos a empezar nuestro espectáculo dentro de poco, pero si quieres la llamo…

-Te lo agradecería…

-Vale, espera un poco… ¡Dash! ¡Al teléfono!-exclamó Spitfire, saliendo volando.

Tras una corta espera, un rayo multicolor se mostró en pantalla y la aludida se quitó las gafas para hablar.

-¡Hombre, pero si es la cerebrito Twilight Sparkle!

-Hola Rainbow ¿Qué tal todo por la fabulosa Las Vegas?

-¡Pues fabulosamente genial, por supuesto! Ya sabes que me encantó esta ciudad desde el primer momento, y oye, como este, ningún otro lugar para el espectáculo aéreo de los Wonderbolts…

-Sí, oí que ibais a hacer un tour por toda la costa oeste…

-¡Sí, para marzo! ¡Llevaremos la genialidad por todos los rincones de la costa oeste, desde Seattle hasta San Diego!

-Genial… a ver si puedo e intento coincidir contigo en Los Ángeles o San Francisco, tengo unas ponencias allí a mediados de marzo.

-¡Eso sería aún más genial! Hacía mucho tiempo que no sabía nada de ti… y la verdad, se os echa mucho de menos a todas…

-Lo sé, yo he estado muy liada últimamente… aunque he estado hablando hace nada con las demás y las he estado comentado que un día de estos podemos quedar en el pueblo para pasar el día y recordar los viejos tiempos… Pinkie se va a encargar de montar la fiesta…

-¡No me digas más entonces, estoy dentro! ¿Sabes? Trabajar con los Wonderbolts es genial y una de mis granes metas hechas realidad… pero pasar tiempo con vosotras, es aún más genial.

Ante esa declaración confesa de amistad, Twilight tan solo sonrió ampliamente y Rainbow la devolvió el gesto con confianza; en ese momento oyeron a Spitfire decir.

-¡Dash, salimos en tres minutos!

-¡Voy! Ya lo has oído, el público me llama…

-Ve entonces, déjalos a todos con la boca abierta…

-No me lo digas dos veces… adiós, Twilight.

-Chao, Rainbow.

Rainbow la guiñó un ojo antes de colgar; la unicornio lavanda sonrió ampliamente, recordando por qué eran tan amigas. Ya sólo la quedaba una más, y era la siguiente en la lista de contactos. Marcó a Rarity rápidamente y ésta la cogió enseguida.

-¿Sí?

-Hola Rarity, cuánto tiempo…

-¡Twilight, querida! ¡Oh, desde luego, hacía tiempo que no había vuelto a hablar contigo!

La unicornio blanca llevaba puesto un elegante vestido de color turquesa y e había peinado muy elegantemente.

-Vaya, estás muy guapa ¿hay alguna ocasión especial?

-Oh, desde luego que sí, querida, tengo una pasarela de moda aquí en Oklahoma en lo alto de la torre Devon, los diseñadores más importantes del estado también van a estar y yo voy a llevar mis mejores piezas. ¡Los voy a dejar extasiados!

-De eso no tengo ninguna duda…

-¿Y qué hay de ti, querida? Viviendo en Nueva York y dando clase en la universidad de Columbia, tengo que admitir que me das un poco de envidia sana…

-Oh, vamos, tampoco es gran cosa…

-¿Que no es gran cosa, dices? ¿Bromeas, querida? ¡Esa ciudad es maravillosa! ¡Las luces, el glamour, el encanto, la grandeza! Un día de estos me gustaría hacer allí una presentación de nueva línea, así de paso nos vemos…

-Eso estaría genial… aunque ahora que lo comentas, he estado hablando hace poco con las demás y las he comentado que podemos quedar un día de estos en el pueblo y pasar el día allí, recordando los viejos tiempos… Pinkie se va a encargar de la fiesta…

-¡Oh, eso es aún mejor, que gran idea! Cuenta conmigo, querida…

-Me alegra oír eso, sabía que dirías que sí…

-¡Por supuesto! Tengo muchas ganas de volver a veros, el trabajo llena, pero llena aún más estar con vosotras…

Las dos se sonrieron mutuamente, compartiendo su amistad; en ese momento se oyó una voz grave desde el otro lado que decía.

-¡Rarity, venga, que vamos a llegar tarde!

-¡Huy, ya voy Thunderlane, espérame! Te dejo querida, mantenme al corriente cuando puedas…

-Claro, te mandaré un correo en cuanto me organice un poco.

Rarity colgó y suspiró, cerrando la sesión; realmente hacía tiempo desde la última vez que se vieron todas juntas, y ya tocaba una reunión grupal después de todo ese tiempo. Miró la hora y vio que ya eran las ocho y media.

-Hala, qué tarde se me ha hecho…

Encaró la calle en busca de un taxi libre, y en cuanto vio uno, le llamó.

-¡Taxi!

El vehículo se detuvo al instante y abrió la puerta con su magia, abordándolo de seguido.

-¿A dónde vamos?-inquirió el taxista un unicornio de pelaje amarronado y crin azul.

-Al 1025 de la 78 esquina con Columbus Avenue-indicó ella.

El taxista alzó la banderilla y el viaje comenzó desde donde estaban; la mente de Twilight comenzó a viajar por otros derroteros, relajándose y dejándose llevar. El taxi pasó por Times Square, donde las pantallas gigantes y la publicidad brillaban ininterrumpidamente las veinticuatro horas del día; la larga avenida se encontraba un pelín saturada, y los semáforos en rojo regulaban el tráfico lo mejor que podían. En la pantalla grande en lo alto del One Times Square, se pasaba la emisión de noticias diurna, pero en ese momento ésta se cortó para dar paso al saludo presidencial; Twilight puso atención, así como el resto de conductores parados y ponis que iban andando por las aceras. Salió entonces el logo de la Casa Blanca para luego dar paso a una escena en la que aparecía de frente la princesa Celestia en el despacho Oval, la cual llevaba un pin de los EEUU en su collar de oro.

-Muy buenas tardes, mis queridos ponis; hoy, como todas las tardes, me dirijo a todos vosotros para saludaros y desearos una feliz noche mientras comparto un poco de actualidad diaria. Esta mañana hemos terminado la reunión con los minotauros afincados en Alemania, al otro lado del océano, y hemos firmado un acuerdo unilateral con el que estrecharemos aún más los lazos y las relaciones comerciales y culturales. Este acuerdo nos beneficiará a largo plazo, manteniendo las relaciones comerciales como hasta ahora y promoviendo el intercambio educacional cultural con algunas de las universidades alemanas más prestigiosas. Por otro lado, mi hermana aquí presente, ha conseguido iniciar una serie de relaciones con los ponis afincados en el país vecino de México con los que…

En ese momento la cámara enfocó a la princesa Luna, la cual se encontraba jugando con una PSVita, sosteniéndola con su magia y con la lengua medio sacada; Celestia abrió los ojos como platos y masculló.

-¡Luna! ¡Maldita sea, que estamos en el aire, no es el mejor momento y lugar!

-¡Espera, espera, espe…! ¡Ah! ¡Lo siento, perdón, me he abstraído un poco!

A eso, la gran mayoría de ponis soltó una carcajada, entre ellos Twilight; todos sabían muy bien lo jugona que era Luna, por lo que no se lo tomaron ni siquiera mal, sino como una anécdota más. El saludo presidencial se alargó un poco más, y, en cuanto terminó, el ritmo normal se retomó en todo Times Square; el tráfico volvió a rodar y los ponis volvieron a ponerse en movimiento por las aceras, como si nada hubiera pasado. El parón incluso vino bien para agilizar y descongestionar un poco la intersección, y el taxi no tardó mucho más en atravesar el resto del distrito hasta llegar al Upper West Side; paró justo delante de la puerta de su casa.

-Son 35 dólares, señorita-indicó el taxista.

Twilight pagó rápidamente y salió del taxi, el cual enfiló la calle hacia el lado contrario; la unicornio lavanda entró al portal usando sus llaves y se pasó por un momento por los buzones para ver si tenía correo. Para su sorpresa, vio que tenía una carta de Spike y su corazón dio un vuelco.

-Spike…

Cogió la carta con su magia, la abrió y se puso a leerla mientras esperaba al ascensor.

Querida Twilight,

Ya han pasado unos dos meses y sigo sin poder encontrar a los changelings, Canadá es muy grande, y no ha habido signos de que nadie más se haya asentado aquí; ya sabes que es por eso que Celestia me quiso otorgar esta misión, la cual cumpliré y con creces. No sé si, en el caso de que me los encuentre, estarán dispuestos a escucharme y hacer un trato con nosotros, pero menos es nada, y aun así hay que intentarlo. Tras los acuerdos de ultramar firmados con los grifos, los minotauros, los Diamond Dogs y demás otras criaturas al otro lado del charco, Celestia ha estado un tanto inquieta con esta raza en concreto, lo cual es del todo entendible. Una guerra es lo último que necesitamos, y estoy seguro de que a los humanos no les hubiera hecho ninguna gracia. Es por eso que pondré todo mi empeño en lograr esta unión para que todo siga tan perfecto y bien como hasta ahora. Aunque pensándolo fríamente, estoy seguro de que escucharán bien a un dragón joven con grandes alas y larga cola que escupe fuego. Sí, definitivamente me escucharán. Te echo de menos, en cuanto vuelva serás la primera en enterarte de todo.

Con amor,

Spike

La unicornio lavanda sonrió con ganas y estrechó la carta contra su pecho; hacia bastante tiempo que no sabía nada de él, y esa carta la había tranquilizado hasta límites insospechados. Para entonces el ascensor ya llevaba un buen rato allí, por lo que se subió a él. El quinto piso estaba más cerca que un cuarenta y cinco, por lo que llegó enseguida, sacó la llave y entró en su casa; nada más entrar dejó las llaves sobre una encimera y se despojó de sus alforjas, sintiéndose bastante cansada. En cuanto entró en el salón, encendió la luz y una rosa voló hasta ella; alzó la vista y vio a Comet ofreciéndosela con su magia, con la mesa puesta y una cena que se veía deliciosa.

-Bienvenida a casa, cariño-anunció él.

-Oh, Comet… ¿me has estado esperando durante todo este tiempo?

-Sí… tenía el presentimiento de que ibas a tardar un poco, por lo que esperé e hice la cena un poco después. Y me parece que he acertado…

-Oh, cariño, es un detallazo, gracias…

-Lo que sea por mi bella flor…-murmuró él, poniéndola la rosa en su oreja.

Twilight sonrió con las mejillas encendidas y regaló al semental un buen beso en los labios; tras el saludo no esperaron más y comenzaron a cenar tranquilamente. Para Twilight fue todo un descanso, ya que se pudo relajar tras un duro día de trabajo, con una buena comida y un buen vino junto a su novio. Mientras tanto, hablaron de todo un poco, de cómo había sido el día, del trabajo, de la carta de Spike y de cosas más triviales. De primero había un consomé de verduras riquísimo que supo a gloria a Twilight, junto con una ensalada para acompañar; de segundo hubo un guiso de patatas aderezado con margaritas y nomeolvides y una pizca de orégano. Y de postre hubo un flan de limón con nata por encima.

-Estaba todo muy bueno, Comet, siempre has sido todo un manitas en la cocina…

-Lo sé… aunque hay algo más…

Twilight se quedó extrañada al ver que se levantaba, cogiendo algo con su magia; elevó entonces una cajita pequeña ante ella y, por un momento, sintió como si se le paraba el corazón. Comet abrió la cajita, mostrando entonces un anillo de perlas y diamantes precioso, mientras decía.

-Twilight Sparkle… ¿quieres casarte conmigo?

La aludida no pudo responder al principio, estaba impactada, casi no se lo creía; miró por un momento a Comet, el cual la miraba con una sonrisa sincera y con todo el amor que la podría dar. Fue entonces cuando reaccionó.

-Sí… ¡Sí, sí, sí quiero!-exclamó, dando un bote y abrazándole.

Usando su magia, Comet alzó el anillo y se lo puso a Twilight en el cuerno; tras eso, los dos se miraron fijamente antes de besarse con gran pasión. En ese preciso momento, fue cuando Twilight supo que era verdaderamente feliz, y nada podía opacar ese momento, el cual deseaba que no se acabara jamás. El beso se prolongó sus buenos minutos, compartiendo entre los dos el mismo amor. Afuera, el sol se ponía tras el Hudson, remarcando el skyline de la ciudad, la cual comenzaba a brillar.

Mientras tanto, el planeta seguía girando.

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Epílogo

Era la hora, él lo sabía y miles de personas también; se encontraban esperando, y no quería seguir haciéndoles esperar, por lo que terminó de arreglarse los dobladillos de la chaqueta y marchó con paso firme fuera de su estudio.

-Señor, la gente espera afuera-indicó en ese momento un hombre fortachón y vestido de negro.

-Sí, ya voy-indicó él.

El pasillo lucia desierto, un total de cuatro cuadros decoraban la casi desnudas pared lateral; él pasó a su lado, casi sin prestarles atención, no porque no les gustara, sino porque ya los conocía bien. El primero de todos mostraba el retrato de una alicornio de color blanco y crin y cola pelirrojas; llevaba puesto un collarín de oro real, una tiara de oro de igual color y una gema violeta incrustada en ella. Su semblante era tranquilo y sereno, mantenía los ojos cerrados y una pata semialzada. Su marca de belleza era un tintero y una pluma.

El siguiente retrato mostraba a otra alicornio de color blanco, ésta vez de crin y cola etéreas y de colores fríos. Llevaba puestos los mismos engalanes reales que la anterior y ésta mantenía los ojos abiertos, con una expresión seria pero bondadosa. Su marca de belleza era un reluciente sol.

El retrato contiguo mostraba a otra alicornio, ésta vez de pelaje azul oscuro, con crin y colas estrelladas y etéreas. Sus engalanes reales eran distintos, un collarín de color negro azabache con una luna creciente dibujada en este y una tiara algo más pequeña y de igual color remataba el conjunto. Su expresión era algo más relajada, con un ligero toque de melancolía en su mirada. Su marca de belleza era una luna creciente.

El último retrato mostraba ésta vez a un hombre alto y delgado, de color, y vestido con un traje gris; estaba retratado de pie junto a un escritorio, al fondo se podía ver el mapa de una tierra con forma abombada y en el traje del hombre se podía ver un pin con una bandera extraña. Mostraba una gran sonrisa y unos dientes blancos que contrastaban con su piel morena.

Una vez que pasó los retratos, giró a la izquierda en el siguiente pasillo hasta llegar a un palco; desde lo alto de éste se podía ver a una gran multitud expectante, llenando unos jardines enormes con estatuas con forma equina. El hombre se acercó a un micrófono que allí había y se dirigió a la muchedumbre mientras empezaba a hablar.

-Hoy estamos aquí para celebrar y festejar, pero sobre todo para recordar. Para recordar que, una vez, hubo aquí una raza distinta a cualquier otra, una raza que llegó a ser igual que todos nosotros, y demostró la misma fortaleza y el mismo tesón que nosotros también llegamos a mostrar alguna vez en un mundo más distante y lejano. Una raza que, al contrario que nosotros, supo convivir entre ellos, respetarse y vivir los unos con los otros en paz y armonía. Una raza que, por encima de todo, valoraba la amistad y la unión como ninguna otra raza que antes el mundo conoció. Puede que alguna vez esa raza llegara a brillar aquí; pero es ahora cuando nosotros recordamos ese brillo y esa armonía que una vez llegó a reinar aquí. Y ahora luchamos entre todos para que ese mismo espíritu siga resonando por toda esta tierra, para que no olvide lo que una vez fue. En un día como éste, nosotros recogemos el testigo una vez más y vivimos como ellos lo hicieron aquí. Porque la amistad entre todos nosotros es lo más importante. Que así siga siendo.

Su discurso fue seguido por una ola de aplausos y vítores de miles de hombres, mujeres y niños; la emoción y el fervor se podía notar saliendo de todos y cada uno de ellos, mientras ocupaban uno de los tantos recovecos de una ciudadela colgando de las faldas de una gran montaña. El sol en lo alto del cielo brillaba con fuerza, marcando el comienzo de un gran día.

Ende.

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Y llegamos al final. Parece mentira ¿verdad? todo el esfuerzo que he invertido, el tiempo usado y pasado... uauh. Espero que os haya gustado tanto como a mí el escribirla, éste ha sido el proyecto más ambicioso de todos los que he abordado hasta ahora en cuanto a la franquicia de MLP se refiere, y, la verdad, no me puedo sentir más satisfecho.

Y como bien venia diciendo, tengo un anuncio especial que dar; y es que, después de ver toda la historia en su conjunto, he creado, casi sin proponérmelo, una nueva línea y universo en el cual puede haber miles de historias distintas. Las posibilidades son infinitas... constantes y variables... y sé que si, os ha gustado, también os ha inspirado. Por eso, dejo abierta la historia en plan dominio público para que quien se sienta inspirado o quiera escribir algo en concreto englobado en este universo, pueda hacerlo. Hay miles de temas para elegir, tanto con los ponis en el mundo humano, tanto con los humanos en Ecuestria; a mí se me ocurren miles de ideas, pero si quisiera escribirlas todas yo mismo, tardaría mi vida entera. Así que adelante, cread, escribid, haced que la historia continúe... tenéis de todo, el viaje de Spike por Canadá, la boda de Twilight y Comet, las relaciones entre las otras razas al otro lado del océano... la lista puede continuar y continuar y no detenerse. Y lo mismo con los humanos en Ecuestria. Seguro que muchos han notado que hay ciertos detalles entre medias sin cerrar; también podéis partir desde ahí, podéis hacer precuelas, intercuelas, o cualquier cosa que os ocurra. Tan solo tenéis que crear. Es ahora cuando más me doy cuenta de la naturaleza creadora de las historias, y sé que cualquier otro aquí puede hacer algo igual de bueno que lo que he hecho yo. Así que venga, no os cortéis.

También quiero comentar que ahora retomaré Amor de madre, la cual la tenia pendiente, y mucha gente ya empezaba a apremiarme para que la tocara; aunque eso sí, me daré un poco de margen, pero tranquilos que esa es la siguiente. Y eso es todo, espero que os haya gustado, comentad y contadme vuestras ideas.

[amadeus_dark]

Bastante bien el fic, solo una pequeña critica.... Te has olvidado completamente de Cadence, Shining, los elementos y Discord X-D

Salvo cuando nacio Skyla, no les has vuelto a mencionar

pd: Como llevaran los humanos el hecho de NO tener noche?

[Sg91]

Bastante bien el fic, solo una pequeña critica.... Te has olvidado completamente de Cadence, Shining, los elementos y Discord X-D

Salvo cuando nacio Skyla, no les has vuelto a mencionar

pd: Como llevaran los humanos el hecho de NO tener noche?

Cuantas cosas ¿verdad? ya sabes

[amadeus_dark]

Bastante bien el fic, solo una pequeña critica.... Te has olvidado completamente de Cadence, Shining, los elementos y Discord X-D

Salvo cuando nacio Skyla, no les has vuelto a mencionar

pd: Como llevaran los humanos el hecho de NO tener noche?

Cuantas cosas ¿verdad? ya sabes

Me encantaria... pero no quiero meterme con mas fics de momento.

[horwaith]

Muy buena historia, aunque en el epilogo hay un detalle:

Spoiler:

El pasillo lucia desierto, un total de cuatro cuadros

¿cuadros? eran vidrieras y no estaban ellas solas pues las escenas de las mane6 contra luna y discord ya se habian visto en algun otro momento anterior a la coronacion de twilight, creo recordar

Me gusta el enfoque que le has dado, dejando totalmente abierto lo que se quiera continuar.

[Sg91]

Muy buena historia, aunque en el epilogo hay un detalle:

Spoiler:

El pasillo lucia desierto, un total de cuatro cuadros

¿cuadros? eran vidrieras y no estaban ellas solas pues las escenas de las mane6 contra luna y discord ya se habian visto en algun otro momento anterior a la coronacion de twilight, creo recordar

Me gusta el enfoque que le has dado, dejando totalmente abierto lo que se quiera continuar.

Es un pasillo distinto, y no la sala de las vidrieras, un lugar inventado por mí

[horwaith]

Muy buena historia, aunque en el epilogo hay un detalle:

Spoiler:

El pasillo lucia desierto, un total de cuatro cuadros

¿cuadros? eran vidrieras y no estaban ellas solas pues las escenas de las mane6 contra luna y discord ya se habian visto en algun otro momento anterior a la coronacion de twilight, creo recordar

Me gusta el enfoque que le has dado, dejando totalmente abierto lo que se quiera continuar.

Es un pasillo distinto, y no la sala de las vidrieras, un lugar inventado por mí

Iba a ponerlo, pero lo he borrado por el camino y cada uno crea su fic como quiere, al fin y al cabo

[Sr_Atomo]

Fanfic terminado. Me ha encantado. Muy pero que muy bueno. He llegado a entristecerme durante varios momentos de la historia.

Postdata: Respondiendo a Metallic Lenneth y su duda sobre las trampillas que esconden latas de comida... Si los humanos han ido desapareciendo de forma escalonada, lo más lógico es que la gente obtenga la mayor cantidad de recursos para subsistir, llenando despensas y cosas así.

Postdata2: Sg91, tengo que hablar muy seriamente contigo de este fanfic, por un asunto que se me antoja bastante importante...