muchas gracias por las respuestas, como premio, aqui teneis un nuevo capitulo
Capitulo 2 grupo 5 la ciudad perdida
−¿Nos secuestran, nos mandan a una misión imposible y ahora que todo parecía ir bien van unos tentáculos y nos vuelven a separar y llevar a vete tú a saber donde?-dijo Zelgadis soltando un sonoro suspiro y sacando el móvil de su bolsillo para comprobar donde les habían llevado esos apéndices.
Al cabo de unos instantes pudo comprobar que se encontraban en el punto más al norte del mapa, en una especie de pueblo abandonado. Justo cuando terminaba de comprobar dónde estaban, sus cuatro compañeros salieron por el portal uno tras otro. Tras ver quiénes eran les ofreció una mano para ayudarles a levantarse, cosa que ellos aceptaron gustosamente.
−Veamos, me ha tocado con la poni con sobredosis de azúcar en sangre y adicta a las fiestas, con una adolescente adicta a investigar, con un niño obsesionado con los sucesos sobrenaturales y que supongo que estará excitadisimo por la situación y por una cría de dragón que es el escla… digo el asistente personal número uno de la princesa Twilight, que guay-dijo Zelgadis mientras miraba por los alrededores sin mirar apenas a los que acababa de describir-. Por cierto, yo solo soy un pobre humano que no sabe por qué le han mandado aquí y está encantado de que lo hayan hecho, para que no os quejéis demasiado de las descripciones.
−Pues como has dicho, aunque sea innecesario dado que ya habíamos hablado cuando estábamos modificando los móviles, aquí estamos a ver que pasa y si podemos averiguar algo y sobretodo, viajar a la biblioteca que nos mencionó la alicornio-dijo Twilight mientras miraba alrededor suyo-. Bueno, ¿nos movemos y vemos qué hay por aquí?
−Por mí bien, poco averiguaremos quedándonos quietos en un lugar, aparte que cierta poni pelirrosa ya a empezado a moverse por el pueblo sin avisar-comentó Zelgadis mientras se dirigía detrás de Pinkie y era seguido por los otros tres.
Cuando la pillaron quedaron en separarse para investigar el pueblo más rápidamente y volver a reunirse en una media hora donde habían aparecido. Al pasar media hora volvieron al punto inicial, se sentaron en el borde de una de las múltiples casas destruidas y se pusieron a hablar.
−Bueno, por lo que hemos podido comprobar el pueblo se compone de unas cien casas comunes, la inmensa mayoría en un estado de deterioro elevado, el ayuntamiento, que sorprendentemente está en bastante buen estado, cuatro edificios que parecen iglesias, situados en los puntos cardinales exactos y en bastante buen estado también y lo que parece una antinaturalmente enorme biblioteca que luce excesivamente grande para una localización tan pequeña-enumeró Zelgadis.
-Yo he entrado en lo que parecen las iglesias y puedo añadir que el interior, salvo los rastros evidentes de polvo por haber sido abandonadas, están en bastante buen estado y el retablo está en perfecto estado, aunque no he reconocido tres de ellos, solo uno-añadió Dipper.
-Yo he entrado en lo que parecía el ayuntamiento y puedo decir que el diseño exterior engaña un montón, el interior parece el de una fábrica o algo así, ni idea de que pueden fabricar, pero había bastantes restos de diferentes tipos de harina y de materiales como para hacer vigas o algo parecido, lo cual es bastaaaaante raro, y cuando vi lo de las harinas pensé que podría ser una fábrica de dulces, pero lo otro me dejó algo desconcertada- mencionó la pony pelirrosa, en un tono decepcionado esto último.
-Bueno, yo no he entrado en ninguno de los edificios grandes, pero sí en las casas destruidas y pude encontrar en bastantes de ellas acceso a lo que parecían sótanos. Al comprobar varios de ellos descubrí que estos están inter… intercona… unidos por una red de túneles parecidos a los de una mina y que algunos de ellos llevan a los edificios principales porque salí por el sitio que Pinkie ha dicho-intervino Spike.
-Yo estuve intentando investigar lo que parecía la biblioteca pero me fue imposible encontrar una entrada que no estuviese completamente sellada. Lo que sí pude averiguar es que en su interior se oye un ruido rítmico, como de una máquina o algo golpeando continuamente y lo que se escuchaba como una corriente de agua muy débil.
−O sea, tenemos múltiples casas, las cuales algunas están interconectadas entre ellas por túneles, cuatro iglesias, que es algo overkill para lo que es un pueblo de unos 400-500 habitantes porque con una basta y sobra, un edificio que parece el ayuntamiento en el exterior pero que realmente es una fábrica de algo y una especie de biblioteca que no sabemos qué es, que está cerrada a cal y canto y de la cual se escucha un ruido rítmico y una especie de río. j*der con el teóricamente pueblo abandonado-resumió Zelgadis mientras Twilight, Dipper y Spike tomaban nota de lo que este decía.
-¿Qué es overkill?-preguntó Dipper cuando Zelgadis había terminado.
−Cuando algo es excesivo dadas las circunstancias, se suele usar en videojuegos pero también se puede usar en otros ámbitos, como por ejemplo usar un bazooka para matar una mosca o dinamitar una casa porque la música de los vecinos te molesta. Piensa en ello como un superlativo de excesivo.
−Gracias por la explicación-dijo Dipper todo sonriente-. Bueno, ya hemos visto lo que es el pueblo, ¿donde creéis que será mejor ir?
−Yo diría que donde ha ido Pinkie, es el sitio más interesante y fácilmente accesible, ya iremos después a la “biblioteca”-dijo Twilight mientras miraba a los demás.
−Yo también pienso que será la mejor idea, además igual tenemos suerte y podemos hacer algo de bollería que llevarnos a la boca-añadió Zelgadis mientras se levantaba y le ofrecía una mano tanto a Twilight como a Dipper.
−Si hay material, dejadme eso a mi-respondió la poni pelirrosa mientras se relamía y empezaba a caminar hacia el lugar.
−Si, buena idea lo del ayuntamiento, es lo único fácilmente accesible y que puede darnos alguna pista de lo que necesitemos-dijo Dipper mientras aceptaba la mano de Zelgadis.
−Pues todos al ayuntamiento-finalizó Spike mientras se levantaba y se ponía a seguir a Pinkie.
Al cabo de un llegaron a su destino y entraron por el mismo sitio que Pinkie había usado antes, un agujero en la pared delantera del tamaño de un niño, lo cual obligó a Twilight y sobretodo a Zelgadis a agacharse para poder entrar. Cuando lo hicieron vieron lo que aparentaba ser una cadena de producción y transporte, pero no podían discernir de qué debido a los restos que había por la zona, dado que había tanto de repostería industrial como de vigas de madera y metal, miembros ortopédicos sin terminar de ser fabricados o destruidos al ser pisados o mordidos, marionetas algunas en buen estado y otras adyacentes totalmente destrozadas. Mientras examinaban el lugar los tres chicos se dieron cuenta de que estaban siendo observados y seguidos por algo.
−Pinkie, espera-dijo Zelgadis en voz alta-, ¿puedes venir un momento conmigo?
−Voy-dijo la poni dando saltitos y acercándose al humano.
−¿Te has dado cuenta?
−Oh, ya lo creo, este sitio necesita una buena limpieza. Aunque eso le pegaría decirlo más a Rarity… Bueno, no, seguro que se habría desmayado nada más ver esto… Eso me recuerda a aquella vez en la cocina de Sugarcube Corner que…
−No, no-respondió él, cortándola rápidamente-, me refiero a que nos sigue algo.
−Ah, eso. Si, hace rato, creo que son ratas o algo así por el tamaño y los ojos.
−Me gustaría o bien atrapar a una o asustarlas y que intentes seguirlas a ver donde te llevan, pero sin arriesgarte demasiado. Te lo digo a ti porque creo que de los aquí presentes tu eres la mas rápida de todos nosotros.
−Oki doki-dijo la poni tras lo cual pegó un súbito salto y atrapó debajo de sus cascos a una de las ratas a unos pocos metros, la cual no pudo hacer nada para poder escapar. Cuando las demás ratas vieron esto, salieron despavoridas del lugar mientras eran observadas por un sonriente Zelgadis.
−Bueno, veamos que tenemos aquí. ¿Será una locura preguntarle a la rata? ¿Será una común o algo más exótico?-se preguntó Zelgadis en voz alta mientras observaba al animal y esperaba respuesta de los demás, pero antes de que nadie respondiese una especie de nube negra salió de la rata y se alejó a toda prisa de allí, al mismo sitio donde habían huido las otras antes, causando que la rata se desplomase.
−¡¡¿¿Que ha sido eso??!!-exclamó súbitamente Zelgadis.
−Ni idea, pero esa cosa ha abandonado el cuerpo de la rata y ha causado que esta se quede inconsciente, deberíamos averiguar más cosas, porque no me gusta nada lo que ha pasado-respondió Twilight.
Solo decir esto los cinco se dirigieron hacia donde habían visto irse a las ratas, pero poco pudieron hacer porque el agujero era excesivamente pequeño, ni Spike entraba y eso que era el más pequeño del grupo.
−Visto lo visto, mejor seguir con lo que podemos hacer y dejar eso de lado, ya nos preocuparemos de ello cuando toque- dijo resignado de bajar Zelgadis mientras miraba toda la sala.
Cuando terminaron de investigar toda la habitación se dirigieron hacia una de las dos puertas que habían visto desde un inicio, la que estaba cerca del agujero por donde habían huido las ratas, la cual estaba situada en la parte noroeste respecto de la
puerta principal, dejando la otra, situada al este, para mas adelante. Antes de bajar las escaleras comprobaron que estas estuviesen en buen estado y soportasen a todos ellos, lo cual les tomó unos cinco minutos, tras lo cual empezaron a bajar con sumo cuidado, dado que se dirigían hacia donde habían huido las ratas y no sabían cuántas de estas podría haber allí.
Cuando terminaron de bajar salieron a una sala redonda, la cual estaba adornada por cuatro columnas naturales y un pequeño lago en el medio en el cual un grupo de unas quince ratas estaban bebiendo agua y tres puertas adicionales a la que acababan de usar para entrar, una en cada punto cardinal si suponemos que por la que han entrado es la sur. Al verlos entrar parte de las ratas salieron huyendo por la puerta norte (unas diez) y el resto se quedaron en la sala emitiendo amenazantes chillidos.
−Chicos, estas ratas tienen los ojos igual que la otra antes de que la nube la abandonase, ¿qué hacemos?
−Yo no me acercaría, son ratas al fin y al cabo y suelen ser portadoras de enfermedades, algunas de las cuales nos afectan a nosotros y a ellas no-dijo Twilight mientras mantenía la distancia con ellas.
−Ademas tenemos otras dos puertas aparte de la que han usado las otras para huir-puntualizó Dipper.
−Eso es cierto, pero hay un detalle que no me gusta en todo este asunto-mencionó Zelgadis mientras miraba a las otras dos puertas y al lago.
−¿Cual es?-pregunto Spike mientras veía horrorizado como Pinkie se había dirigido al lago y se había puesto a observarse en él-. Pinkie, ¿qué haces? ¡No es momento para tus aleatoriedades!
−Solo quería verme reflejada y mirar un poco el lago-dijo la pelirrosa mientras se observaba.
−No oigo ningún ruido, ni siquiera los típicos siseos de las ratas y eso que tenemos no menos de quince por aquí cerca, ¿qué puede estar suprimiendo esos ruidos y todos los demás?-Añadió Zelgadis extrañado
−Vaya, es cierto, no oigo nada salvo a nosotros mismo y como bien dices eso es de lo más extraño-añadió Twilight.
Nada más decir esto oyeron un fuerte golpeteo rítmico desde el lado derecho de la estancia, como si algo grande estuviese andando hacia alli. Al cabo de un minuto de miniterremotos acompasados una especie de tiranosaurio metálico apareció por la puerta… y nuestros héroes ya se encontraban a la carrera por la puerta opuesta de donde había salido la criatura esta.
−¿Qué narices es eso?-preguntó la Twilight humana.
−Se llama Tyranno y es un jefe final del juego Chrono Trigger-dijo Zelgadis mientras trataba de hablar y no morderse la lengua a la vez-. Era lo único que me faltaba por ver, jefes de videojuegos, qué cruz. La criatura esta es invulnerable al daño salvo que le ataquemos con electricidad, entonces si que se le puede pegar, pero al cabo de un tiempo libera esa electricidad en área alrededor de el y vuelve a su estado invulnerable-añadió después de librarse de caer unos momentos antes-. Para empeorar las cosas tiene una especie de ataque de área que necesita cargar con un daño demencial, con lo que mejor tenemos los móviles preparados para usar el escudo protector-añadió mientras ayudaba a Spike a levantarse y volvían a ponerse los dos a la carrera-. Para no malgastarlos el orden será yo primero, Twilight segunda y Dipper tercero, espero que no necesitemos más. Aunque tenemos otra posibilidad que en el juego no existía-dijo Zelgadis mientras ponía una sonrisa maliciosa y miraba fijamente a Spike.
−¿Por qué me miras así?-dijo algo asustado Spike.
−Esa criatura no está viva, es un robot, al menos en el juego lo era. Dentro debería haber alguien controlándolo, pero tú eres del tamaño de la criatura que lo controlaba en el juego, podríamos distraerlo mientras tú abres la cabina del piloto, lo sacas de allí y tratas de hacerte con el control de la criatura.
−¿Me estás diciendo que podríamos “pasearnos” con esa cosa?-preguntó Spike mientras sonreía felizmente.
−Así es, pero necesitaremos sacarlo a campo abierto. Aparte, podríamos usarlo para abrirnos una “puerta” en la biblioteca.
−Cuidado donde la abrís, no sea que os carguéis algún libro o algo interesante-se quejó Twilight interrumpiendo la conversación.
Al cabo de unos cinco minutos de correr y de notar que la criatura no les seguía se pararon en la sala a la que acaban de llegar. La redonda sala estaba desprovista de toda decoración salvo por el hecho de que estaba construida. Dentro de ella lo único destacable era una especie de triángulo que con patas, brazos y una chistera en la cabeza. Al verlo la cara tanto de Zelgadis como de Dipper cambiaron de color.
−Bill Cipher, ¿qué haces tú aquí?-gritó Dipper mientras mostraba una cara de pocos amigos.
−Anda, el pequeño saco de carne junto a unos nuevos amigos, qué gran placer volver a verte.
−¿Todo lo que está pasando es responsabilidad tuya?
−Quién sabe, pero me beneficia lo que está pasando, puedo actuar más libremente- solo decir eso una especie de brillo negro le recorrió todo el cuerpo, cosa que no pasó desapercibida para nadie, pero trataron de ocultar lo mejor posible-. Veamos, ¿a qué queréis jugar hoy?-dijo Bill mientras hacía brillar toda la sala haciendo que todos se quedasen ciegos temporalmente.
Cuando todos recuperaron la vista vieron que seguían allí, pero había dos cambios. El primero era que Bill Cipher no se encontraba en la sala y el segundo que había una enorme estrella de cinco puntas en el suelo y cada uno de ellos se encontraba en una de las puntas. Al ver la situación Zelgadis gritó:
−Pinkie, no se te ocurra moverte, analicemos la situación antes.
−Vale, lo que tu digas-dijo la poni justo después de levantar una pata para salir.
−Veamos, tomando la entrada a la sala como el norte o el punto más importante, Dipper está en la punta, yo a su derecha, Spike a su izquierda, Pinkie esta detras mio y Twilight detras del dragón. Alrededor nuestro hay dos círculos concéntricos con unas letras que no sé lo que significan pero fijo que nada bueno. ¿Alguno de vosotros reconoce la escritura?-preguntó Zelgadis a los demás.
−Yo si, son iguales a los caracteres que tiene Bill en su cuerpo y a algunas palabras que hay escritas en mi diario-dijo Dipper mientras examinaba el sitio donde estaba.
−¿Alguno de vosotros podría tratar de sacar con cuidado un brazo, pata o garra para ver si hay alguna clase de campo de fuerza que nos impida salir de aqui?-pidió Zelgadis, a lo que Pinkie sin pensárselo dos veces sacó la pata que tenía elevada y pudieron comprobar que no había ninguna clase de campo de fuerza ni barrera de ningún tipo-. Gracias por la ayuda Pinkie. Si no me equivoco tenemos cinco opciones ahora mismo, la primera y más obvia quedarnos quietos sin hacer nada y esperar que algo o alguien venga a nosotros, algo no muy halagüeño dado que cierto tiranosaurio está por la zona, la segunda es que uno de nosotros coja y se salga de la estrella hacia afuera, otra opción es lo mismo que la anterior pero entrando en el pentágono interior, la cuarta es que todos salgamos hacia afuera simultáneamente y la quinta y última que entremos al pentágono a la vez. Yo prefiero una de las dos opciones de salir de la estrella, y vosotros ¿qué opción preferís?-preguntó Zelgadis mientras esperaba la respuesta de los demás.
−Yo estoy con Zelgadis, cualquiera de las dos opciones de salir me parecen buenas, aunque estoy más inclinado a la opción de uno a uno, por seguridad-dijo Twilight.
yo también prefiero las de salir y como Twilight de uno en uno, por si acaso hay alguna trampa, que no caigamos todos en ella-continuó Dipper.
−o me uno a lo que la mayoría decida, es más divertido ir con la ola, pero estoy más inclinada a la opción de todos juntos-añadió Pinkie.
−eo que la opción mayoritaria es la misma que yo pensaba, salir de esto y tambien estoy inclinado por la opción de salir de uno en uno-comentó Spike en último lugar.
−Vale, entonces saldremos de uno en uno, ¿qué os parece empezar por Dipper y seguir en el sentido de las agujas del reloj? ¿O preferís sentido contrahorario o empezando por otra persona?-preguntó Zelgadis.
−Como has dicho me parece bien-dijeron los otros cuatro uno tras otro.
Cuando terminaron le hicieron un seña a Dipper para que saliese de la estrella, pero justo solo tocar el exterior el mundo se difuminó y se encontraron todos delante de una cabaña algo deteriorada en medio de un bosque. La cabaña tenía un cartel en el techo que ponía “Mystery Shack” con la S caída. Cuando todos salieron de su estupor Dipper empezó a cavilar en voz alta..
-¿Qué hacemos todos en Gravity Falls?
−Bienvenidos al laberinto espectral, de donde solo podréis huir cuando encontréis las llaves adecuadas-contestó la voz omnipresente de Bill
−¿Qué nos has hecho, maldito dorito ultra ególatra?-preguntó Zelgadis en una mezcla de sarcasmo y preocupación.
−¿Yo? Nada, vosotros al salir del pentágono, yo solo puse eso como un adorno.
−Ya, un adorno que nos lleva a mi mundo. Devuélvenos a donde estábamos-contestó Dipper, furioso.
−¿Y perder la ocasión de poder jugar con vosotros viendo cómo os volvéis locos y me divertís mucho?
−A ver cuáles son las reglas del juego, porque tendrá alguna, ¿no, señor megalomaníaco?-preguntó exasperado Zelgadis.
−Si, si, a ello iba cuando me habéis interrumpido. Las reglas son sencillas, en este lugar hay cinco “llaves”, una para cada uno de vosotros, cuando las consigáis todas podréis salir de aquí.
−¿Solo eso? Pan comido-dijo Spike al ver que no decia nada más.
−Bill, nos conocemos suficiente para saber que eso no es todo, di toda la información o nos negamos a jugar contigo-añadió Dipper mientras miraba fijamente al triángulo parlanchín.
−Jo, solo iba a ir haciéndolas poco a poco, cuando a mi me apeteciera. Vale, hay tres detalles importantes: el primero es que en cada mundo sólo podéis estar una vez, si lo abandonáis ya no podréis volver, el segundo es que cada llave es específica de cada uno de vosotros pero cualquiera puede cogerla y no podéis intercambiarlas, y el tercero y más divertido es que no estáis aquí físicamente, solo en mente, vuestros cuerpos están en la cueva y en un rato, lo que marca la cuenta atrás de los móviles de la pelimorada y el greñudo, el tiranosaurio llegará a vuestros cuerpos y no creo que os guste lo que os puede hacer. Como bonus de amabilidad deciros que en cada mundo hay una llave, pero esta no tiene que corresponder a la persona del mundo, aunque podría serlo- solo decir esto desapareció sin más.
−ESPERA, ¿qué forma tienen las llaves?-gritó Spike justo después de que Bill desapareciese a lo que una voz de ultratumba en el aire respondió “tarjetas magnéticas”.
−¿Qué es eso de tarjeta magnética?-preguntó el dragoncito a lo que Zelgadis sacó un monedero y una tarjeta como lo que había mencionado y se la enseñó tanto a
Spike como a Pinkie, dándole el chico las gracias.
−Eso sí, este es el tamaño estándar, pero Bill no ha dicho nada del tamaño, puede ser tanto más grande como más pequeña, solo espero que sea de dimensiones mas o menos razonables.
Tras preguntar Spike esto, tanto Twilight como Zelgadis sacaron sus móviles y vieron que había un contador descendente de cuatro horas y media, con lo que respiraron tranquilos mientras se los guardaban.
Solo hacer esto una tarjeta magnética de un metro de ancho, dos de alto, brazos y piernas que serían la envidia de Hulk, globos, serpentinas y dulces grabados por su superficie y un gorro de fiesta en lo que debería ser su cabeza, se detuvo delante de ellos, les hizo una cordial genuflexión y salió por patas ante el estupor de nuestros personajes.
−¿Acaba de pasarnos por lo morros la llave de Pinkie Pie como quien no quiere la cosa?-se preguntó Zelgadis en voz alta-. Bueno, quá más da. Pinkie, todo tuyo, si necesitas ayuda da un silbido o algo asi, aunque no sé por qué me veo que no la necesitarás.
−
Aye, aye, sir.
Y tras decir esto se largó a la carrera a por su llave mientras sus compañeros se sentaban a ver el espectáculo. Solo irse la tarjeta reapareció delante de ellos y la poni pelirrosa detrás de ella, pero justo cuando la iba a coger desapareció en una nube de humo. Al cabo de un rato volvieron a aparecer ambos envueltos en una nube de puños mutua, como si uno estaría haciendo el “ora ora ora” y el otro el “muda muda muda” y volvieron a desaparecer después de unos segundos. Un momento después volvieron a aparecer, estando la tarjeta lanzando confeti, serpentinas y atacando con matasuegras mientras la pony se defendía y atacaba a la vez con múltiples usos del party cannon. Al final, harta de no conseguir nada la poni sacó un carromato amish (no preguntarse de dónde por favor, es Pinkie Pie) lleno de material de fiesta y se lo estampó a la tarjeta, noqueándolo. Tras pasar esto la pelirrosa cogio la tarjeta y se la guardó, momento en el cual apareció Bill Cipher e hizo desaparecer a la poni y a la zona donde se encontraban.
Cuando recuperaron la consciencia todos se encontraban en un castillo como de cuento de hadas con muchas vidrieras y a la poni pelirrosa no se le podía ver por ninguna parte.
−Por lo que veo, cuando uno de nosotros consigue la llave desaparece o Bill le hace desaparecer, qué bonito-mencionó Zelgadis algo preocupado-. Eso quiere decir que el último en encontrar su llave lo va a tener que hacer solo o eso me temo.
−Pues busquémoslas rapidamente y salgamos de aqui-dijo Spike mientras miraba por los alrededores-, supongo que aquí se encontrará mi llave, dado que estamos en el castillo de Twilight en Equestria.
−Recuerda lo que dijo Bill, que podría ser que no coincidiese con el del mundo, fijate que el mundo anterior era el de Dipper y hemos conseguido la llave de Pinkie-mencionó Twilight mientras era absorbida por la magnificencia de la sala en la que se encontraban.
Mientras registraban el lugar, Zelgadis sacó su móvil del bolsillo para comprobar el tiempo que les quedaba y se le quedó la cara en blanco.
−Chi...chicos, ¿hemos estado inconscientes una hora? Porque en la cuenta atrás solo quedan tres horas y cuarto-dijo, tras lo que la pelimorada sacó su móvil y comprobó los tiempos y vio que también marcaba lo mismo que el de Zelgadis.
Después de registrar la sala en la que se encontraban, una especie de pequeña biblioteca (aunque Spike dijo que era el cuarto de Twilight) durante lo que, según los moviles, parecía media hora, se fueron de alli. Guiados por Spike fueron a la sala del trono y vieron que sobre la mesa se encontraba una tarjeta magnética con estrellas en su superficie.
−En serio, ¿ha estado aquí todo el rato?-se preguntó Spike en voz alta mientras indicaba a la Twilight humana cogiese la tarjeta
Al hacerlo, Bill volvió a aparecer y desintegró tanto a la humana como a la sala donde se encontraban. la humana pelimorada vió que estaba en la sala del pentágono junto a la poni pelirrosa.
−Hola Pinkie, la teoría de Zelgadis es cierta por lo que veo.
−Bueeeeenas Twilight, por lo que veo os ha costado poco tiempo encontrar la siguiente llave-dijo la poni mientras le daba un súbito abrazo a la humana.
−¿Cómo que poco? Algo más de media hora nos hemos tirado buscando en esa maravillosa biblioteca.
−Imposible, yo llevo aquí menos de cinco minutos.
Tras decirle esto Twilight sacó el móvil del bolsillo y vio que marcaba la hora normal y que no había ningún rastro de cuenta atrás por ninguna parte
−O sea, que Bill ha jugado con nosotros para que nos apresurásemos sin necesidad.
−Yo no diría tanto lo de sin necesidad-dijo Pinkie mientras señalaba al final del pasillo y veía al tiranosaurio a la distancia.
−Vigilemos que no se acerque y si lo hace nos llevamos el cuerpo de los otros tres. ¿Podrías llevar tú el de los dos humanos sin problemas? Yo me encargaria del de Spike.
−Oki doki- dijo pinkie mientras se ponía en posición de vigía.
Dentro del sueño los tres chicos se despertaron en lo que parecía la habitación de Zelgadis en su mundo. Al verla puso una ligera cara de nostalgia que se le pasó rápidamente al ver el ordenador encendido con un mensaje: “si la llave quieres encontrar, por la casa las pistas has de buscar, mas no la podrás encontrar si en la silla estás”.
Solo leer esto miró entre los pliegues de su silla del ordenador y encontró un plano de la casa, con una X marcando el cuarto de baño del piso de abajo. Al llegar al cuarto de baño vieron que donde debería estar la taza del váter se encontraba una enorme cabeza con la boca abierta y una nota estampada en su frente. Al acercar Spike su garra para agarrar la nota la cabeza se movió y trató de morderle la mano.
−Tú, dame de comer y te dejaré coger lo de mi frente-dijo la cabeza cabreada mientras miraba a los tres.
Solo decir esto Zelgadis salio del cuarto y les indicó a Spike y Dipper que le siguieran.
−Se me ha ocurrido una manera de conseguirlo pero teneis que ser rápidos, ¿vale?
−Vale-dijeron los dos al unisono.
−Es bien sencillo, voy a coger uno de los cubos, lo llenó de agua y se lo echo por la boca, mientras se lo echo quitarle la nota, ¿de acuerdo?
−De acuerdo-dijo Spike.
Tras decirles esto cogió un cubo de fregar que había por la zona, lo llevó a la cocina, lo llenó de agua y volvió al baño y empezó a echarle el agua por la boca. Cuando llevaba unos segundos de hacerlo Spike aprovechó para arrancarle la nota de la frente y leer lo que decía: “No tan fríos estáis pero yo mas frío estoy, cuanto más fríos esteis más calientes estaréis”.
Solo leer eso Zelgadis se dirigió inmediatamente a la cocina y miró dentro del congelador y en la bandeja de los hielos vieron una tarjeta con diversas criaturas y un DP escrita en ella. Tras verla le dejaron paso a Dipper para que la cogiese. Al hacerlo Bill volvió a aparecer y a hacer desaparecer el lugar.
Tras despertarse Dipper se vio en la sala junto a Twilight y Pinkie y a la distancia podia verse al tyranno acercarse a donde se encontraban, pero lentamente.
−Hola chicas, ¿qué tal estáis?
−Bien, custodiando vuestros cuerpos mientras esperábamos a que salieseis.
−¿Alguna novedad?
−De momento pocas, que Bill nos ha mentido con lo de los tiempos y que el tyranno llegará aquí en unos quince minutos al ritmo que lleva.
−Qué raro, Bill mintiendo-dijo Dipper en el tono más sarcástico que pudo.
Volviendo al mundo de los sueños, Spike y Zelgadis se encontraban en una especie de pastelería.
−¿Sugarcube Corner?-se preguntó Spike en voz alta.
−Tiene su lógica, faltaban los sitios de Pinkie y el de Twilight. Solo espero que no nos pidan hacer algo aquí o algo relacionado con Pinkie, porque pobres de nosotros si es así
−Ya te digo, a mi se me dan algo mal las tartas.
−Yo si tengo la receta y materiales puedo tratar de hacer algo, pero no esperes una maravilla como las de Pinkie.
Tras charlar un rato ambos (y Zelgadis comprobar que quedaba poco mas de una hora en el móvil para encontrar las dos tarjetas) se pusieron a buscar alguna pista que les indicase qué tenían que hacer o dónde se encontraba la llave. Al poco tiempo encontraron la habitación de la poni pelirrosa llena de cupcakes, muffins, tartas y bastones de caramelo desperdigados por la habitación. Cuando entraron en ella oyeron una voz que decía: “me encuentro dentro de uno de los dulces, encontradme”.
−¡¡¿¿Nos estás diciendo que tenemos que comernos todo esto??!!-exclamó Zelgadis mientras miraba toda la comida que había en la habitación.
−Eso me temo, ¿empezamos?
−NO, me niego a comer tantisimo dulce. Pinkie Pie, perdón por lo que voy a hacer.
Solo decir eso cogió un muffin y lo estrelló contra el suelo y observó los restos, al ver que no había nada repitió la acción con otro dulce. Después de unos veinte minutos y ayudado por Spike por fin encontraron la tarjeta, la cual estaba dentro de otra llave con decoraciones inspiradas en los dragones. Al ver cómo lucía se la dejó a Spike, el cual al cogerla causó que apareciera Bill Cipher, lo hiciese desaparecer y trasladase a Zelgadis a otro lugar, en concreto a la entrada de Canterlot High.
−Qué bien, el último lugar que quedaba, a ver qué me toca hacer para salir de aquí.
Inmediatamente se puso a buscar cuando vio que llegaba un autobús al instituto y empezaban a salir alumnos de él. Al cabo de un rato vio que uno de ellos llevaba colgada de la solapa una tarjeta magnética con el nombre de Zelgadis y un par de iconos que reproducían la señal de salida. Por mala suerte la persona que lo llevaba era Flash Sentry. Preocupado y agobiado trató de relajarse mirando cuánto tiempo le quedaba para conseguir su llave y vio que ponía 20 minutos nada mas. Sin cortarse un pelo llamó al engominado.
−Esa tarjeta que llevas es mía, ¿puedes dármela?-le ordenó al engominado con una voz apremiante.
−Anada, es cierto, no es mi carnet de estudiante, no se como ha podido llegar aquí, si me ayudas a recuperarlo te la doy-le contestó después de mirar la tarjeta.
−Vale-dijo Zelgadis resignado mientras corria hacia el autobus y le pedía al conductor si podía examinar el bus en un momento en busca de la tarjeta de Flash.
Por mala suerte no se encontraba allí, pero por buena se encontró tres objetos: un cepillo para el pelo, la tarjeta de otro alumno, Bulk Biceps, y un coletero con forma de manzana. Al salir del autobús vio a la distancia a Apple Bloom y se dirigió a la carrera a ella mientras miraba el tiempo en el movil, 17 minutos y bajando.
−Apple Bloom, espera-exclamó Zelgadis mientras iba donde ella-, creo que esto es tuyo.
−Oh, sí, sí que lo es, muchas gracias pero… ¿cómo es que sabes mi nombre si yo no te conozco?
−He estado un tiempo con tu hermana AJ y nos habló bastante de ti, por eso he podido reconocerte. Una cosa, no habrás visto la tarjeta de estudiante de Flash, ¿verdad?
−Pues sí, sí que la vi, se le cayó dentro del autobús y Diamond Tiara la recogió.
−Gracias, ya le diré a tu hermana que te encuentras bien cuando vuelva a verla.
−Gracias a ti por decirme que está bien, estamos bastante preocupados por lo que le pasó.
Solo decirle esto se despidió y salió corriendo al instituto, a ver si pillaba a Diamond antes de que entraste en clase. Buscándola con la mirada se la encontró hablando con Silver Spoon y Trixie. Al verlas juntas zelgadis se acercó a ellas y le pregunto a Diamond
−Me han dicho que tienes el carnet de estudiante de Flash, ¿podrias darmelo? Es que lo necesito urgentísimamente-imploró mientras miraba el móvil y veía que quedaban solo diez minutos antes de que acabase la cuenta atrás.
−¿Y por qué tendría que dársela a un piojoso greñudo en vez de a su dueño?
−Porque probablemente tú por ti misma no se lo darías a su legítimo dueño sin antes haber conseguido algo y ese piojoso greñudo como tú lo has llamado podria conseguirte ese algo, si no es demasiado difícil.
−Interesante, parece que sabe negociar. Vale, te lo doy a cambio de que nos consigas a todas nosotras una cita con el susodicho y sus amigos y que recuperes el objeto que se le ha perdido a Trixie.
−El objeto no será este cepillo, ¿verdad?-preguntó Zelgadis mientras le enseñaba el cepillo a Trixie y esta se lo quitaba de las manos y le pasaba una especie de líquido para limpiarlo.
−¡El gran y poderoso cepillo ha vuelto a las manos de la gran y poderosa Trixie gracias a la ayuda de un mono greñudo desconocido!
Inmediatamente Zelgadis salió a la carrera y se dirigió hacia donde se encontraba Flash y le dijo la propuesta de Diamond Tiara a lo que él aceptó no sin antes poner cara de disgusto. Cuando por fin recuperó su llave se miró extrañado porque no aparecía Bill, ni desaparecía del lugar ni nada. Preocupado sacó su móvil y vio que aún quedaban tres minutos en el reloj.
−Bill, ¿por qué no salgo de este lugar si ya tengo la llave?
−¿Y por qué deberías salir? Así es más divertido, además, el Gran Jefe nos ha dado órdenes explícitas de acabar contigo y tus amigos humanos, ¿por quá tendría que ser amable con vosotros?
−¿Órdenes para acabar con nosotros? ¿El Gran Jefe? ¿Es que acaso no es Discord el responsable de esto y vosotros os estáis aprovechando de ello?
−Discord solo es una mera marioneta mas en esto…-ise cortó Bill, que iba a continuar pero algo hizo que se quedase callado inmediatamente-. Bueno, si me disculpas, tengo gente que eliminar.
−Un momento, que quiero hacerte tres preguntas, serán breves.
−Dispara, pero sé rapido.
−¿Qué pasa si vuelves a un mundo en el que ya has estado antes?
−Que despiertas inmediatamente dado que solo se puede pasar por cada mundo una vez por cada persona de ese mundo.
−¿Cada mundo conserva todas las peculiaridades inherentes a ellos: magia, tecnología, gente?
−Sí.
−Vale, última pregunta, ¿qué se siente al haber ayudado a la persona que teóricamente tenias que eliminar?-preguntó Zelgadis mientras se lanzaba a la carrera hacia la base de la estatua y desaparecía por esta.
−¡MIERDAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
En el momento que traspasó la entrada desde Canterlot High a Equestria Zelgadis se vio rodando en la sala con el pentagrama y a los otros cuatro escondidos para que no los viese el tyranno
−Hola gente, ¿qué me he perdido?
−Las mentiras de Bill, el tiempo de los móviles era falso, era notablemente menos.
−Sií bueno, a mi quería dejarme encerrado en tu mundo Twilight, afortunadamente sabía lo del portal en la estatua y he podido venir aquí gracias a ello. Y después tenemos que hablar de una cosa que me ha dicho y que me parece preocupante, pero ahora, veamos cómo lidiamos con el tyranno y su domador.
CONTINUARÁ EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO DE ESTE GRUPO