EL CUMPLEAÑOS DE RARITY.
Escrito por SCARLETKNIVES.
Sipnosis:
Spoiler:
1. Antes del cumpleaños.
-Esta gema… luce tan deliciosa… mmmmmmm…-
Spike estaba absorto mirando a una preciosa y excelente gema que había coleccionado mientras babeaba… pero no podía comérsela, pues se la quería regalar a Rarity, ya que en unos días, sería su cumpleaños. Dicho sea de paso, Spike quería que Rarity lo besara de nuevo, por eso buscó durante días la gema más bella, pero a la par, la más apetitosa para sus gustos de dragón.
Esa gema era una preciosa joya con apariencia de diamante, y que, a trasluz, dejaba ver todos los colores del arco iris, e incluso los reflejaba en las superficies cuando la luz lo atravesaba… algo único. Por eso Spike la escogió para Rarity.
De repente, sintió una pezuña en su hombro, era la de Twilight Sparkle, la cual estaba, como era usual en ella, paseando por la librería reuniendo información sobre cosas que, después de todo, no eran necesarias… pero ella era así. Ella se detuvo al lado de Spike.
-Spike, no tienes que contenerte su quieres comerte la gema, estoy segura que Rarity se pondría muy contenta con cualquier gema que le regalases.- Dijo la unicornio, con su usual tono de voz.
Spike suspiró y miró hacia abajo.
-No Twilight, a ella sólo le gustaría una gema exclusiva. ¿Recuerdas la vez de mi cumpleaños? Eso era ni más ni menos que un delicioso rubí de fuego…- A Spike se le hacía la boca agua mientras hablaba. –Vamos, ella tiene acceso a cientos de gemas diferentes para sus vestidos, regalarle una gema ordinaria no producirá nada en ella.-
-Sí, tienes razón.- Twilight se puso la pezuña en su barbilla y empezó a pensar. -¿Pero no dicen que lo que importa es el detalle del regalo, no su calidad?-
Spike, entonces, se sonrojó y miró hacia otro lado.
-Es que… quiero que me bese, como la última vez…-
-¿Por eso era? Oh Spike, no tienes remedio.- Twilight hizo una pequeña pausa y continuó. –Si a Rarity le pidieras un beso, estoy segura de que te lo daría, ella te quiere mucho—
-¡¿Me quiere mucho!?- Exclamó el dragón con una sonrisa, interrumpiendo al unicornio.
-…Como amigo Spike.-
Spike bajó la cabeza, triste.
-Los amigos también se besan, Spike…- Mencionó Twilight.
Sorpresivamente, Twilight abrazó a Spike por la espalda, y lo besó en la mejilla con ternura. El joven dragón se quedó bastante sorprendido, ya que ella nunca había hecho eso. Una serie de extraños sentimientos vinieron a su mente, pero se sacudió la cabeza.
-¿¡T-T-Tw-Twi, p-por-porqué hiciste eso!?- Dijo Spike completamente rojo y tartamudeando de la sorpresa.
-Oh vamos Spike, no es la gran cosa, yo siempre te doy un beso de buenas noches cada vez que duermes, pero ya estás profundamente dormido como para darte cuenta.- Twilight sonrió haciendo *squee*
Spike se quedó ruborizado en silencio, lo que produjo que Twilight también se sonrojase.
-E-es no-normal, ¿ve-ver-verdad?- Preguntó Twilight muy alterada.
-Si… supongo.- Contestó Spike, lo que hizo que Twilight se tranquilizase y la tensión del ambiente desapareció al instante.
-En fin, acabo de decidir que le regalaré a Rarity esta deliciosa, preciosa jugosa… gema… aaaaaaaa…-
Twilight apartó la gema de la boca de Spike lo que hizo que el dragoncito mordiese el aire.
-Mejor la guardaré yo por ti, estoy segura de que esta gema no pasaría de hoy en tus manos…- Twilight carcajeó con malicia.
-Está bien…- Dijo Spike irritado.
2. La fiesta de cumpleaños.
Días después, llegó el tan esperado día para Spike; el día en el que le regalaría la más preciosa gema a la más bella pony… Pero…
-Lo siento Spike, se me perdió la gema.- Twilight se excusó y sonrió nerviosamente.
Spike se quedó de piedra… literalmente… su cara estaba blanca y estaba paralizado.
-Es broma, está aquí.- Twilight sacó la gema de un joyero y empezó a carcajear, algo que enfureció a Spike por el susto que se había llevado. Después, volvió a meter la joya en la finamente decorada caja y la envolvió con un lazo para regalos.
Pero lo cierto es que no sabía donde estaba, simplemente encontró la gema por casualidad y mencionó la broma, de otro modo, acabaría pareciendo muy descuidada para su asistente.
-Pues, ¿nos vamos a casa de Rarity?- Le preguntó la pony a Spike.
-S-sí… ¿Estoy guapo?- Preguntó el pequeño dragón mientras se ajustaba la pajarita de su cuello.
-Sí Spike, aunque no hay necesidad de llevar una pajarita… al menos no si no te pones ropa formal, te ves raro así.- Twilight rió entre dientes.
-Ya te dije que quería un bigote para parecer muy machote… esto… pffft…- Spike se quejó. –Está bien, me quitaré la pajarita…- Spike agarró un extremo del lazo y lo jaló, y luego se desabrochó la collera. –Ahora.- Continuó Spike. –Dame la delicio… digo preciosa gema, la portaré en su caja hasta la casa de Rarity para entregársela yo mismo.-
-No Spike, te conozco, y sé que te la comerás.- Mencionó Twilight con perversidad.
Spike se sonrojó y se frotó la cabeza dándole la razón a Twilight de manera indirecta.
-Bueno Spike ¿vamos?-
Ambos salieron de la biblioteca y se fueron a la boutique de Rarity, donde todo su exterior estaba decorado muy finamente por el motivo de su cumpleaños. Por dentro, la decoración era mucho más elaborada todavía; pareciese que Rarity hubiese estado preparando su casa durante días.
-Vaya… ¿aún no ha llegado nadie a la fiesta?- Preguntó Twilight al ver todo vacío.
-Creo que es normal.- Mencionó Rarity. –Sólo son las 9 de la mañana… ¿Cómo vinieron tan temprano?-
-Bueno, culpa de cierto dragón desesperado por venir a tu fiesta…- Twilight señaló a Spike en ese momento.
-Bueno, yo…- Spike sonrió, sonrojado.
Rarity hizo un gesto de ternura al ver a Spike sonrojado, y tan interesado por celebrar su cumpleaños.
-Aaaawwww… mi Spikey Wikey….- La unicornio empezó a rozar sus mejillas con Spike, al cual le empezaban a salir corazoncitos por todas partes.
-Vaya Spike, eres todo un galán ¿no?-
Esa voz que habló era ni más ni menos que AJ, que, como buena madrugadora que era, había llegado al cumpleaños temprano, con su regalo agarrado por el hocico, con poca delicadeza.
-Vaya… no estás siendo considerada con mi regalo… eugh… lo estas llenando de babas…- Mencionó Rarity con desagrado y una mueca de asco.
-No seas tan fina, a fin de cuentas, lo que importa es el regalo, y está protegido por el papel.-
-Pero… sé mas elegante… eso fue un poco… ¿pueblerino?- Rarity puso una cara de repulsión
-Ya, pero yo soy una pony de tierra, no una unicornio…- Contestó AJ con un ligero tono de irritación.
-Tsk…-
AJ dejó el regalo al lado de los 2 paquetes que habían traído Spike y Twilight; los abrirían todos juntos cuando todos llegasen a la fiesta.
Eventualmente, llego la siempre veloz Rainbow Dash, la cual se estrello contra los regalos por el exceso de velocidad, aunque por suerte, ningún regalo ni nadie sufrió daños, incluso fue beneficioso, ya que la estela de viento que dejó a su paso secó las babas de AJ del regalo de la misma.
-Ouch… debo controlar mi velocidad en interiores…- Dash se empezó a frotar un bulto que le salió en la cabeza debido al golpe. –¡Bueno Rarity, este regalo es muy genial! ¡Te encantará!- Exclamó Dashie.
El regalo… tenía un sonido metálico cuando lo depositó en el suelo, y parecía pesado… además, de que la forma del envuelto hacía que se viera como un par de pesas…
Rarity puso una cara incomoda, ya que no gustaba de ese tipo de cosas, y sonrió nerviosamente, mientras empezaron a esperar a las 2 ponys restantes.
Después llegó Fluttershy, la cual trajo un regalo totalmente diferente en apariencia al de Dashie; el de la pegaso amarilla parecía ligero y muy suave cuando lo depositó en el suelo.
-Rarity… espero que te guste mi regalo… no es gran cosa… ¡lo siento!- Fluttershy se disculpó como era usual en una pony tan tímida como ella.
-Oh dulzura, no te preocupes, cualquier cosa que me regales me gustará.- Rarity sonrió con amabilidad a Fluttershy y le puso una pezuña en el hombro.
Por ultimo, llegó Pinkie Pie al grito de “¡Fiesta!”, con un enorme cañón de color rosa, que disparó confeti por todas partes, del cañón también salió un regalo envuelto en color rosa, que aterrizó en el montón de regalos con una precisión increíble.
Detrás llegó la pareja Cake, arrastrando una mesa con una deliciosa tarta de nata con fresas, en la cual ponía “Feliz cumpleaños” en chocolate, y con una vela en el centro con la forma del número “17”; era su decimoséptimo cumpleaños.
Los ponis tienen una esperanza de vida similar a la de los seres humanos, por eso cumplía esa edad.
Después de eso, Pinkie sacó un aparato de música de la nada y puso canciones de fiesta. Todas cogieron un trozo de tarta, mientras que los Cake agarraban a Pinkie para que no se comiese toda la tarta.
-¡Soltadme! Quiero… tarta…- Decía Pinkie Pie mientras se intentaba zafar.
-Relajate Pinkie, te dejaremos un trozo, pero si no te agarramos, te la comerías toda de un solo bocado.- Mencionó Carrot Cake.
-Joooo…. ¡Entonces quiero doble tarta en mi cumpleaños!-
-Esta bien Pinkie, te haremos doble tarta delicia de fresa que tanto te gusta.- La señora Cake soltó a Pinkie una vez que se iba contentado con la idea de doble tarta.
Una vez todos tomaron un poco de tarta y sidra (sin alcohol), Rarity se dispuso a abrir los regalos; El primero era el de Pinkie Pie. Rarity desenvolvió el regalo, el cual era un delicioso y exclusivo cupcake Premium con doble capa de sirope de fresa, una delicia sólo para bolsillos acaudalados, y con un aspecto que haría las delicias de cualquiera. Estaba hecho a mano por Pinkie.
-Oh, dulzura… este postre se ve… magnifico…- Rarity babeaba y se relamía al ver semejante apetitosa delicia. –Gracias.-
-¡De nada, fue divertido hacerlo! ¡Wujuuu!- Pinkie empezó a dar saltos rebotando por toda la sala.
El siguiente regalo fue el de Fluttershy; una vez desenvuelto, vio que era un suave cojín con textura aterciopelada y olor a flores.
-Lo… lo hice a mano… espero que te… guste… aunque no tiene… por qué gustarte…- Fluttershy se excusaba mientras miraba hacia el suelo.
-Awwwwww, lindura, muchas gracias, es increíble que lo hayas hecho tu, tienes talento.- Rarity abrazó el suave cojín, y Fluttershy sonrió sonrojada.
Luego tocaba el pesado y poco delicado regalo de Dashie, Rarity lo desenvolvió sin mucha esperanza, y estaba en lo cierto, eran un par de pesas.
-Estás muy blanda ¡Con esto te volverás fuerte como yo!- Mencionó Dashie pavoneándose mientras mostraba sus marcados músculos.
-Sí… ya…- Rarity tenía una cara incómoda. –Mejor abro el siguiente.-
Rarity entonces tomó el regalo de AJ. Una vez abierto, vio que era una suave manta tejida a mano con olor a manzanas.
-Oh… es preciosa AJ, no sabía que tenías talento en la costura.- Rarity sonrió, cambiando el tenso ambiente que se había formado entre las 2 por la mañana.
-Gracias compañera.- AJ se ruborizó al recibir halagos de su amiga-némesis Rarity.
El siguiente era el de Twilight. Era mediano y bastante pesado, y tenía un fuerte olor a… ¿libro? Leer no era el plato favorito de Rarity, a no ser que fueran complejos diseños de moda. Rarity usó su magia para rasgar el papel de regalo… era un libro MUY grueso y bastante viejo y polvoriento.
-Eugh… está demasiado… sucio…- La pony estaba asqueada -¿historia de Equestria?- Rarity leyó el titulo sin mucho ánimo.
-¡Sí! Es un libro genial, lleno de cosas para aprender.- Mencionó Twilight bastante animada, como si estuviese hablando de un millón de dólares.
-Pero yo…-
-Rarity, te compadezco, pero ella les regala esos libros gordos y viejos a todos los que cumplen años, y yo no soy la excepción.- Dijo Spike.
-Ah, y eso que no has leído todo el titulo.- Twilight sopló la montaña de polvo a la cara de Rarity. –Se trata de “Historia y leyendas de Equestria volumen 1, la prehistoria Equestiana y los ponysaurios del periodo Ponásico.-
-A… a… a… ¡ATCHUU!- Rarity estornudó por la montañita de polvo que se le había acumulado en su hocico.
-Upsie, lo siento.- Twilight rió nerviosamente.
Por fin, el momento había llegado. El momento de abrir el regalo de Spike…
3. El regalo.
Spike se estaba mordiendo la cola de nervios “¿Le gustará? ¿No le gustará? ¿Qué hará?” Pensaba el joven dragón.
Los latidos en el pecho de Spike se aceleraban cada vez más a medida que Rarity se acercaba a su regalo y lo observaba por fuera…
-Oh, el regalo de mi Spikey-Wikey… estoy segura que me encantara.- Rarity miró a Spike y sonrió feliz.
-S-sí…- respondió el dragón tartamudeando.
La pony empezó a desenvolver al lazo que rodeaba la cajita con suavidad; mientras, Spike tragaba saliva y sudaba nerviosamente. La pony retiró el papel que envolvía todo para ver un bello joyero de tamaño medio.
-Oh… es precioso Spike… sabes que me gustan las joyas y me regalas este hermosísimo joyero… eres todo un amor, mi Spikey-Wikey—
-No, ese no es el regalo, R-rarity…- Interrumpió Spike. – El verdadero regalo… e-está dentro de él…- Spike empezó a sudar con mucha fuerza; estaba al limite del ataque de ansiedad por la expectación.
-¿Dentro?-
Entonces Rarity empezó a abrir con su usual delicadeza la caja… poco a poco, el brillo empezó a salir de la caja, cautivando a Rarity. Ahí estaba; la gema de Spike, reposando en un cojinete aterciopelado, resplandeciendo con los siete colores del arco iris.
Rarity se quedó en estado de shock…
-¿Q…qu…que…? ¡¿PERO QUÉ ES ESTO!?- Exclamó Rarity…
-Oh no… no le gusta.- dijo Spike, el cual bajó la cabeza entristecido mientras un aura de pena lo rodeaba… pero….
-Esto no puede ser…- Rarity quiso desvanecerse, pero al final tan sólo quedó sentada en el suelo. –Esto es… un diamante arcoiris… apenas hay una decena en todo el mundo… debido a su exclusividad, valen millones de monedas… Y tu… Spike… ¿¡ME HAS REGALADO UNO!? ¡KYAAAAAAAAAAAA!-
De repente el modo de Rarity cambio por completo; estaba en éxtasis, dando saltos más altos que los que daba Pinkie Pie cuando tenía una sobredosis de tartas, y rebotando por todos lados.
-¿Valen millones de monedas?- Preguntó Twilight. -Si lo sé, lo hubiese vendido antes de que Spike lo regalase.- Se dijo la unicornio morada a si misma.
-Esto es más que lo que hubiese soñado… ¡NO ME LO CREO! ¡AAAAAAAAAAA!- Rarity gritaba como una fan viendo a una superestrella.
De repente, se acercó a Spike, con la mayor sonrisa que el dragón había visto en una pony, y comenzó a abrazar y a besar a Spike como si se tratase del reencuentro de una pareja de enamorados tras estar separados todo un año.
-¡Spikey-Wikey! ¡Te adoro! ¡Te quiero! No tengo palabras para agradecerte esto… y siento que la deuda es muy grande…- Rarity estaba frenéticamente alegre, era el momento más feliz de su vida sin lugar a dudas.
Spike, que tenía la cara completamente llena de pintura de labios, no reaccionaba. Estaba demasiado enamorado y en las nubes como para despertarse.
Las demás ponys estaban sorprendidas también, aunque no por la gema, sino por la desmesurada reacción de Rarity. Parecía una actitud más propia de Pinkie Pie que de una señorita como ella… de hecho, Pinkie también saltaba con ella porque… bueno, Pinkie es así.
Spike por fin pudo reaccionar, estaba muy feliz por ser besado y abrazado por la pony, pero luego pensó en lo que dijo acerca del valor de esa gema, y se entristeció un poco. – Me alegro de que te guste… por lo que veo es una gema muy valiosa… es una pena que la vendas, aunq—
-¡NO!- Exclamó Rarity con decisión. –Ni aunque valiese todo el oro del mundo, jamás vendería esta gema, pues es el primer regalo de cumpleaños que me hace mi amado Spikey-Wikey…- La pony volvió a acercarse a Spike a besarlo y abrazarlo.
Spike era, sin duda, el dragón más feliz del mundo; cada beso de Rarity, era para él algo… increíble…
La fiesta transcurrió con normalidad… si no fuera por las miradas que Spike a Rarity intercambiaban todo el rato. El resto de ponys sintió que sus regalos eran despreciados por el de Spike, y se pusieron algo tristes al término de la fiesta, sin embargo, Rarity se disculpó con ellas, explicándoles la rareza extraordinaria de la gema, así pues las ponys comprendieron.
Ya eran las 8 de la tarde y, tras una tarde de fiesta, todas las ponys se disponían a regresar a sus casas. Antes de que Twilight y Spike saliesen de su casa, Rarity se aproximó a Spike, evitando que Twilight se diese cuenta, y le susurró al oído:
“-Quiero que vengas a mi casa esta noche, a las 11-“
Spike se sonrojó y asintió con la cabeza. La sonrisa y la belleza de Rarity era demasiado radiante… ¿qué estaba planeando?
4. La cita
Spike se había ido a dormir temprano, para estar descansado para la cita de Rarity. A Twilight le extrañó que se fuera a la cama tan temprano, pero lo atribuyó al cansancio de la fiesta.
Sin embargo, Spike había puesto su despertador a las 11, y lo había puesto entre las mantas, para que Twilight no lo escuchase. Sin embargo, esa pony era toda una nerd que se pasaba hasta las 2 de la mañana despierta leyendo y experimentando cosas ya fuese con magia, con libros o con su propio cuerpo.
La hora acordada llego y el despertador sonó, haciendo que Spike se levantase… y en efecto, Twilight estaba haciendo experimentos de magia como siempre… ¿Cómo huir sin que ella se de cuenta?
Disimuladamente, hizo una bola con las mantas para que pareciese que estaba durmiendo, y puso un peluche dentro de su cama para darle volumen. Posteriormente, se acercó a la ventana del dormitorio para huir por allí, pero desafortunadamente, chirrió con fuerza.
-Mmmm…- Twilight se encontraba experimentando con hechizos. –Si logro concentrarme lo suficiente, podré convertir el zumo de limón en zumo de naranja y…- Twilight fue alertada por un sonoro chirrido desde el dormitorio. -¿Qué demonios fue eso?-
La pony subió al dormitorio, y no vio nada extraño… “Spike” estaba durmiendo en el canasto, la ventana estaba cerrada, todo en orden…
-Que raro. –Twilight se empezó a tambalear de sueño. –Dormir sólo 4 horas diarias me está pasando factura…-
Desde la parte exterior de la ventana, Spike estaba suspirando de alivio… por suerte, pudo escaparse rápidamente y volver a cerrar la ventana por fuera.
-Eso estuvo cerca… será mejor que me dé prisa, no es de caballeros hacer esperar a una dama.- Spike bajó por una rama y se dirigió a la boutique del carrusel, la cual era una de las pocas casas que tenía las luces aún encendidas. Rarity lo debía de estar esperando, de hecho desde una de las ventanas, se podía ver el rostro distraído de Rarity mirando al horizonte, sonriendo.
El joven dragón ya se encontraba en frente de la puerta de su casa; estaba nervioso, y su corazón latía veloz… pero se armó de valor, y llamó a la puerta. Pasó cerca de un minuto, y, al fin, Rarity abrió la puerta. Ella tenía un collar, en el cual, estaba engarzada la preciosa gema que le había regalado Spike. Era el collar más precioso que jamás había visto.
-Spikey-Wikey… entra, te estaba esperando.- Rarity miró con ternura a Spike, mientras le hacia gestos de que entrase. Ella estaba hablando en baja voz, seguramente su hermana y sus padres ya estaban durmiendo.
-V-vale.- Respondió Spike, y entró dentro de su casa.
Nadie diría que se había celebrado una fiesta; todo estaba demasiado limpio. En el dormitorio de la pony, la cama estaba cubierta con la manta que le había regalado AJ, y la almohada había sido sustituida por el cojín de Fluttershy. Encima de la mesa del dormitorio, estaba el tomo de Twilight, y en lo alto de una estantería, las pesas de Dashie. El cupcake de Pinkie estaba desaparecido, ya que Rarity ya se lo había comido.
Spike estaba nervioso, muy, muy nervioso; estaba en el dormitorio de la pony a la que amaba, y no sabía el motivo… “¿acaso…?” Spike empezó a pensar cosas sucias, pero sacudió la cabeza.
-Spike…- Susurró Rarity, sentada en su cama. Spike estaba al lado.
-¿Pa-para que m-me qu-querías?- Spike estaba inquieto como un gatito, pero muy alegre a la vez, estaba sentado al lado de su amada… en su misma cama… podía oler el aroma de la pony… su dulce olor a perfume…
-Spike…- Rarity estaba tan, o más nerviosa que el propio Spike, y también estaba ruborizada. - Creo que necesito hablar contigo.-
-Dime Rarity, por ti haría todo.-
-Verás.- La pony hizo una pequeña pausa. -¿Recuerdas cuando te hablé de ese “amigo”?-
Rarity, días atrás, tuvo una conversación con Spike en una de sus búsquedas de gemas. Le mencionó que tenía un amigo que le hacía sentir cosas únicas… un amigo por el cual apenas dormía o comía cuando pensaba en él… Ese día, fue el peor de su vida para Spike, su corazón se partió. Aunque le regalase una gema preciosa, él ya había perdido toda esperanza…
-Sí…- Spike se entristeció. -¿Ese amigo que te hace sentir segura y que te hace sentir cosas que jamás has sentido?-
-Sí, aquel que me roba el sueño y hace que me despierte con una sonrisa…- Rarity se puso muy colorada.
-N-no quiero saber de él… lo odio…- Spike no pudo evitar decir eso.
En ese momento, Rarity abrazó a Spike, con lágrimas en sus ojos…
-No digas eso…- La unicornio sollozó ligeramente, y miró a Spike a los ojos. –Porque… Spikey-Wikey… ese “amigo”… eres tú…-
En ese momento, el corazón de Spike dio un vuelco… De estar completamente triste y abatido… a ser el dragón más feliz sobre la tierra… Spike empezó a llorar y sonrió mientras miraba a los ojos llenos de lágrimas de Rarity, la cual estaba sonrojada, y esbozando una tímida sonrisa. Era como un sueño… y si de verdad era uno, el joven dragón no quería despertarse…
-Rarity… ¿es en serio?- Preguntó el incrédulo dragoncito.
-Sí, mi amado Spikey-Wikey… ya no puedo callar estos sentimientos que tengo por ti…- Rarity tomo un poco de aire y se secó las lagrimas. –Al principio pensaba que sólo eras un dragón cualquiera… que serías, ya sabes… como son los dragones….-
-¿Rudo, agresivo y sucio?- Completó Spike.
-Sí… pero…- Rarity miró con ternura a Spike nuevamente. –Pero cuando te conocí mejor… no tardé en darme cuenta de que…- La unicornio se puso completamente roja. -…tú eras el indicado… aquel con un corazón puro y generoso… que siempre ha estado a mi lado, en los malos y en los buenos momentos…-
Rarity, aproximó su cara a la de Spike, el cual tenía la mayor sonrisa de su vida.
-Te amo, Spike.-
-Y yo a ti también, Rarity… siempre te he amado… desde el primer momento que te vi…-
-Lo sé… siempre lo he sabido…-
Rarity, en ese momento, agarro las mejillas de Spike con sus pezuñas, y juntó sus labios con los de él.
El primer beso de Spike… pero también el de Rarity… se sentía tan intenso… 2 criaturas tan diferentes, unidas por el poder de un gran sentimiento abstracto como es el amor… era algo mágico.
Spike sentía que iba a explotar de tan rápido que latía su corazón, pero Rarity también sentía lo mismo.
Tras casi un minuto de beso, ambos se separaron, dejando entre ellos un trazo de saliva. Spike había probado la dulce saliva de Rarity, la cual aún conservaba el sabor del cupcake de Pinkie, que se había comido justo un minuto antes de que Spike llegase. Igualmente para Rarity la boca de Spike le había parecido muy rica… aunque realmente, la boca de los dragones no es que sea demasiado agradable tanto en aroma como en sabor, pero el amor que Rarity sentía por él hacía que todo le pareciese maravilloso.
5. Bajo la luz de la luna
Después de la escena, Spike planteó una duda que le preocupaba.
-Twilight y las demás se opondrán a nuestro amor, por ser de diferentes especies, Rarity... ¿no crees?- Spike bajó la cabeza.
-Ohhh, Spikey-Wikey, todo tiene solución… créeme.-
-¿Solución?-
Entonces, Rarity tomó el enorme libro que le había regalado Twilight; al final, había unas cuantas hojas sueltas; eran hechizos.
-Twilight me regaló estos hechizos con el libro, según dice en el reverso, quiere que practique magia…- Mencionó la pony.
-Ya veo ¿Qué con eso?-
-Unos de los hechizos es de polimorfia… o lo que es lo mismo, puedo cambiar tu aspecto… por ejemplo, al de un pony.-
-¿De verdad?- Spike se mostraba curioso.
-Así, podríamos salir juntos, sin que nadie nos dijese nada…- Rarity puso “ojos de dormitorio” mientras se mordía el labio -… Y debes de ser un semental muy guapo, estoy segura…- Mencionó la unicornio.
-Vale, empieza cuando quieras.- Dijo Spike muy seguro.
Lo cierto es que, aunque Rarity puede usar magia, está lejísimos de ser como la de Twilight o Trixie. Realizar el hechizo le iba a llevar un increíble esfuerzo y concentración extras. Pero gracias al amor que ardía en su corazón, se sentía capaz de todo.
Cuando Rarity empezó a realizar el hechizo, apenas hizo un esfuerzo para que un enorme rayo saliese de su cuerno en dirección a Spike… el poder del amor, era algo muy incomprensible y poderoso.
Spike fue envuelto en un aura mágica y su cuerpo comenzó a cambiar, Spike empezó a brillar, hasta que sólo se vio su silueta, y posteriormente, la misma silueta empezó a tener una apariencia más cuadrúpeda, más de pony… poco a poco, el brillo se fue atenuando, mostrando nuevamente a Spike, pero esta vez, transformado en un atractivo semental.
El color de su piel era del mismo rosa que tenía antes, sus pezuñas eran de color verde suave, y su melena y cola, en punta, mantenía el color verde de sus espinas. Era un unicornio, posiblemente influyó el hecho de que Rarity fuese uno. El ahora semental aún conservaba ojos de dragón, pero no cambiaba el hecho de que realmente pareciese un pony.
Rarity se excitó un poco al ver a su amado trasformado en un semental pero trató de ocultarlo, no era propio de una dama como ella, el caer a los instintos de la carne con tanta rapidez, incluso con su amado.
-¿Me veo bien?- Preguntó Spike, aún adaptándose a las características e su nuevo cuerpo; le costaba caminar, como a un caballo recién nacido.
-Te ves imponente, Spikey-Wikey.- Rarity entornó los ojos. -… Y muy atractivo.-
-Uhhh… desde este punto de vista… eres incluso más preciosa, Rarity…- Mencionó Spike sonrojado. –Creo que, ya estoy más o menos preparado para moverme…-
-Que te parece sí…- Comentó Rarity. -… ¿Salimos a dar una vuelta a la luz de la luna, nosotros 2 solos?-
Spike, como era obvio, asintió con la cabeza.
Ya eran casi las 12 de la noche, pero a esa hora, podrían disfrutar de una calma absoluta, ya que todos estaban durmiendo, a excepción de algunos ponis trasnochadores.
Rarity decidió ir con Spike al puente en el cual fue besado por Rarity después de volver a la normalidad el día que se transformó en dragón. Allí se relajaron mirando el agua del río en el cual se reflejaba la Luna.
-Me acuerdo de aquel día cada vez que estoy aquí… del día que te regalé aquel rubí de fuego y después me trasformé en ese monstruo… que era yo después de todo…- Mencionó Spike.
-Sí…- Rarity se giró hacia Spike.
-Y bien… ¿por qué me has traído aquí?-
-Bueno…-
Rarity agarró su collar el collar con el diamante arco iris engarzado que Spike le había regalado y ella había confeccionado, y, posteriormente se lo quitó y se lo devolvió a Spike.
-Tómalo… a mi ya no me hace falta.- Dijo Rarity.
-Pero… te lo regalé a ti… ¿por qué me lo devuelves?- Preguntó Spike algo extrañado.
-Spike, no necesito la gema más preciosa, ni siquiera regalos de cumpleaños… porque…- Rarity miró a los ojos de Spike con amor. –Spike… tú eres mi único regalo… el regalo más inestimable para mí, más valioso que cualquier maravilla del mundo.-
Spike se sintió conmovido con las palabras de Rarity, y la besó en los labios. Ahora que era un pony, era mucho más fácil hacerlo. Después del beso, Spike agarró el collar de Rarity, el cual aún tenía en su pezuña, y lo lanzó al río con fuerza.
-¿P-por qué hiciste eso?- Preguntó Rarity algo alarmada -¿Qué no era la joya que tanto te esforzaste en encontrar?-
-Porque… tienes razón.- Spike se acercó a Rarity. –Tú eres mucho más preciosa y valiosa que esa rancia gema… además… quisiera que ese gesto que acabo de hacer fuese algo simbólico, algo como…-
-¿Cómo nuestro lugar especial?- Interrumpió la unicornio.
-Sí….- Respondió Spike. –Este será nuestro lugar especial a partir de ahora.-
Rarity volvió a besar a Spike, esta vez, algo apasionadamente. Spike estaba sorprendido… la unicornio lo estaba abrazando con fuerza, como si no quisiese dejarlo escapar, mientras le daba el más tierno de los besos el cual representaba todo el amor que sentía por él.
-Spike… regresemos a mi casa… hay una última cosa que quiero hacer esta noche…- Rarity se sonrojó repentinamente al punto de que su cara se había vuelto completamente roja. ¿Por qué razón?
Ambos habían vuelto a la casa de Rarity… pero ambos estaban en silencio, y sonrojados… había una tensión extraña en el ambiente… una tensión positiva, pero extraña.
-B-bueno Rarity ¿Q-que cosa querías hacer?- Spike estaba rojo como un tomate.
-Bueno… yo…- A Rarity no le salían las palabras… estaba muy nerviosa… sus patas traseras temblaban ligeramente, y no dejaba de mirar a Spike de manera apasionada.
La tensión del momento estaba a punto de desbordarse… y…
Rarity se abalanzó sobre el semental, y empezó a besar todo su cuerpo sin parar… Spike comenzó a realizar lo mismo con ella… La pasión entre ambos empezó a subir de tono a pasos agigantados…
-Spikey…- Rarity miró a Spike a los ojos, con deseo… no hacía falta ser muy inteligente como para saber lo que implicaba eso.
Spike entendió “la señal”… y ambos sonrieron.
Después de eso, la pareja fue a la cama, y se acostaron juntos, mirándose el uno al otro…
-Spikey… quiero ser una contigo…- A Rarity le brillaban los ojos mientras lagrimeaban. –Spikey… te deseo…-
-Rarity… yo no sé mucho de estas cosas…- Spike estaba bastante nervioso; era su primera vez, al igual que la de la unicornio.
-No te preocupes… yo te guiaré…- Rarity sonrió. –Spikey…-
-Rarity… te amo…-
Sólo la luna llena de esa noche supo lo que sucedió allí, en la cama de Rarity, donde ambos se volvieron uno.
6. La sorpresa.
Eran las 7 de la mañana, y Spike era despertado por el tenue brillo anaranjado del amanecer.
Cuando miró a su cuerpo, volvía a ser un dragón. El pequeño salió de la cama de Rarity, llena del sudor de la noche de pasión, y se acercó a ella mientras dormía.
-Rarity… te amo…- Susurró Spike.
Rarity sonrió, y abrió los ojos. Su melena estaba deshecha y su piel estaba empapada de sudor
-Spikey-Wikey…-
-Rarity… regresaré a casa ahora, para que Twilight no sepa nada…- Mencionó el dragoncito. –Ella siempre se levanta tarde.-
Rarity carcajeó con suavidad.
-Está bien, Spikey…- Dijo Rarity, con una voz somnolienta. –Spikey… acércate un momento…-
Spike se acercó a la cabeza a Rarity y esta lo besó con ternura en los labios.
-Te amo, Spikey…-
Spike salió de la casa de Rarity lleno de felicidad, y, dicho sea de paso, rezando para que Twilight siguiese durmiendo y no le regañase por estar fuera, aunque Spike olía a pony… y eso era algo difícil de ocultar.
Ya en casa, Spike empezó a trepar por el árbol, y se metió por la ventana del dormitorio, para regresar a su cama y que Twilight no se diese cuenta de nada…
El dragón abrió con suavidad la ventana para que no chirriase, y entró dentro… Pero por desgracia, Twilight descubrió todo… estaba justo delante de él… despierta.
-Me paso toda la noche despierta intentando convertir el agua de limón en naranja, ¿y que es esto?- Twilight estaba muy enfadada. –Me acabo de dar cuenta de que en tu cama sólo había un peluche… ¡¿Qué significa esto!?-
-Yo… yo…- Spike no sabía que decir…
Repentinamente, Twilight se acercó a Spike y empezó a olisquearlo.
-Hueles a perfume de mujer… y a… Spike… ¿Qué demonios has estad—
De repente, Twilight se desvaneció. Demasiadas horas despierta y poco sueño hicieron que su cuerpo colapsara.
-Ufff, me he librado.- Suspiró aliviado Spike. Después, se acostó en la cama, pensando en el romance que le esperaba por delante…
Al día siguiente, Twilight olvidó que Spike había salido esa noche aunque el vacío mental hacia que sospechara del dragón. Pasaron casi 2 meses, y Spike no sabía nada de Rarity, ni siquiera se presentaba a las citas entre todas las amigas… según decían, se encontraba indispuesta. Pero… ¿por qué? Si ella lo amaba… ¿por qué evitaba encontrarse con él?
Twilight le prohibía salir a Spike porque sospechaba algo de aquella noche por lo que no podía ir a ver a Rarity, pero hoy pensaba escaparse. Aprovechó un descuido de la pony para huir e ir a la casa de su amada Rarity.
Escondiéndose y en sigilo cual Snake, Spike pudo llegar a la casa de la unicornio. Una vez allí, tocó la puerta, y salió Rarity. Estaba un tanto desmejorada.
-R-rarity… ¿Te encuentras bien?- Spike se alarmó ligeramente al ver a la pony.
-Spikey Wikey…- La pony besó a Spike en la boca al verlo, y sonrió al preocuparse por ella. -Sí… tan solo estoy agotada…- Rarity parecía algo cansada.
-¿Cansada? ¿Has ido al médico?- Spike estaba preocupado.
-Sí… la semana anterior, fui al medico… y…-
-¿Y?-
-Spikey… yo… yo…- Rarity empezó a sonreír cada vez más y más.
-Estoy embarazada de ti, Spikey.-
Spike se quedó en shock… ¿como tomarse esta noticia? Una parte de el estaba preocupado, sólo era un bebe ¿qué iba a hacer ahora con hijos en el mundo? Otra parte en cambio, estaba muy contenta, ya que Rarity estaba incubando el fruto del amor entre ambos, y eso era algo… increíble…
-Ya veo… por que… ¿por qué no has contactado conmigo antes? Tan sólo estuvimos juntos ese día, y nada más…- Preguntó Spike.
-Descubrí que estaba embarazada al día siguiente… mi cuerpo estaba notando cambios, y cosas que no había sentido, y el hecho de que no usáramos protección… lo aclaró todo…- Rarity empezó a llorar. –Tenía miedo… por eso te evitaba.-
-Rarity…- Spike abrazó a la pony. -¿Por qué miedo?-
-Miedo a que me rechazases… miedo a que ya no me quisieses… mucho miedo…- Rarity lloraba desconsolada.
-Yo nunca haría eso, Rarity.- Spike se llenó de valor. –No importa lo que pase, o lo que nos prepare el destino, te amo Rarity, y eso nunca cambiará.-
-Spikey-Wikey…- Rarity seguía llorando, pero esta vez lo hacía de felicidad.
Ambos se fundieron en un romántico beso, sin miedo a que los demás ponis de la calle los vieran.
-Rarity… no importa lo que pase, no importa lo que hablen, no importa lo que nos critiquen, me da igual… me casaré contigo, y cuidaré a ese niño que esperas… mi hijo.-
-Ya veo… Spikey, te amo… no me equivoqué al elegirte… está bien, casémonos… estoy segura de que serás un buen padre.-
4 meses después. Spike y Rarity se casaron.
3 meses después de la boda, Rarity dio a luz a su hijo; un Kirin al que llamó Diamond, en honor al diamante de aquel día… de aquél cumpleaños.
1 Año después de ese evento, Rarity celebró su 18º cumpleaños, esta vez, con Spike como marido, y con Diamond destruyéndolo todo como bebé desastroso que es.
Y desde ese día, vivieron felices, por siempre, y para siempre.
FIN
AFTERWORD:
Hola, aquí ScarletKnives. Gracias por leer mi fic, me esforcé mucho para hacerlo. Desde que vi el capítulo de “Secret of my excess” siempre quise un capítulo que continuase la historia, y finalmente lo escribí. Gracias a todos aquellos que me animaron con esto ^^
me gusta tu estilo bien estructurado, concreto y dinámico. Nos estamos leyendo!
