Hola, por request del autor os traigo su fanfic "Familia Doo", espero que lo disfruteis.
Hace mucho tiempo, en la misma Ponyville, nació una joven y hermosa pony de tonalidad grisácea y amarilla crin, cola amarilla también y hermosos ojos color amarillo, llena de gracia sus padres la llamaron Ditzy Doo.
El señor y la señora Doo eran pobres y se dedicaban al humilde negocio del transporte de correos y mudanzas, fueron consiguiendo algo de dinero por aquí y por allá, vivían en humildad y en cada cumpleaños le regalaban a su jóven hija una Muffin con una vela sobre ella.
-“Sé que no es mucho Ditzy, pero debes aprender a soñar mucho con lo poco.”-Le decía u madre.
Prosperaron alegres y felices, eran pobre si, pero se tenian los unos a los otros y eso era lo importante, a los tres años a Ditzy le nació su Cutie Mark, unas burbujas que representaban su capacidad de soñar, y en el colegio así la llamaban, Ditzy la soñadora, la gran pegaso de los sueños, muchos la admiraban, pero otros la detestaban, ya que aún siendo más ricos que ella, eran menos felices.
Había un pony en la clase de Ditzy, Jewel Bank, su familia manejaba el dinero de la Villa, y todos le querían por tener dinero, pero desde que Ditzy tenía su Cutie Mark había pasado a un segundo plano, en un ataque de celos e ira, interceptó a Ditzy antes de llegar a su casa.
-“¿A dónde va la señorita Ditzy la soñadora?”-Preguntó Jewel con desdén.
-“Eh…uh… a casa, mis padres me han comprado un Muffin por mi cumpleaños y estoy deseando comerlo, cada año me dan uno y lo como poco a poco, me duran una semana”- Contestó Ditzy con una sonrisa.
-“Y dime…”-Jewel miraba a Ditzy con desprecio mientras daba vueltas alrededor de ella-“¿Qué es lo que tiene de especial una soñadora?, no tienes grandes fuentes econñomicas, y tu único regalo de cumpleaños es un Muffin mientras que a mi me regalan mínimo 5 tartas de delicioso azúcar glaseado y varias cajas de cupcakes, y 30 muñecos importados de Canterlot, por tanto, ¿Porqué te aprecia la gente?-Le preguntó con una risotada al final.
-“Bu-bueno….mi madre siempre me dijo que hay que soñar grandes cosas con lo poco que se tiene, es cierto que somos pobres, pero entre los tres somos muy felices, y aunque pasemos hambre nos tenemos los unos a los otros”-Le volvió a responder Ditzy con una sonrisa.
-“Bla, bla, bla, me sacas de quicio, ¿Sueños dices?, ¿Familia?, ¿Felicidad?, nada de eso se compara con el poder del dinero, y tu santa cantinela sobre la bondad me está matando, voy a a asegurarme que la soñadora sueñe bien alto”-Jewel se dirigió hacia Ditzy con aviesas intenciones.
-“Oh…¿Qué vas a..?
A Ditzy no le dio tiempo a acabar la pregunta, inocente la chiquilla, él de tirano corazón, semejante paliza le proporcionó.
-“So…co…rro….”-Decía Ditzy en baja voz como podía, entre llantos, lágrimas, y patadas y mordiscos.
-“Pide ayuda todo lo que quieras chica burbujas, nadie te va a oir, no a ésta hora”-Decía Jewel con los ojos inyectados en sangre mientras seguía golpeándola.
-“¿Porqué….m-me ha-haces esto?”-Dijo una Ditzy temblorosa y apaleada que escupía sangre-“¿Es que tú..no sueñas?”-Le dijo con una última sonrisa
Y ese fue el colmo de los colmos, Jewel en el ataque de ira le propinó puñetazos, golpes el en estómago y le dio una coz en la cabeza.
-“Pa…pá…..Ma…má…Mu…ffin…adiós…gracias”-Pensó Ditzy mientras su mundo se apagaba.
Jewel paró de golpearla a la hora, cuando vió que ya golpeaba algo que no se movía, le escupió y luego le gritó.
-“Feliz cumpleños soñadora, ahora véte a soñar bien lejos”-Y se fue con sentimiento de gloria.
Pasaron las horas, y los pegasos del clima dieron su programada lluvia de ése día, y como Ditzy no había vuelto a casa, salieron en la búsqueda de su niña.
-“Ditzy, cielo, tu Muffin de cumpleaños espera”-Gritaba su madre preocupada.
Mientras que su padre fue buscando casa por casa a su hija.
-“¿Han visto a mi Ditzy?”-Preguntaba el padre con la respiración corta.
-“No, y no entres mucho que me ensucias la casa, maldito pobretón”-Le cerraron la puerta puerta en las narices varias veces despreciándole por su nivel económico.
Al rato la madre ya desesperada lanzó a correr hacia el colegio y tropezó con algo en el suelo.
-“¡Ay!, ¿A quién se le ocurre poner en medio del camino a….?”
La imagen que vió le heló la sangre, le paró el corazón un segundo y le palideció todo el semblante.
Ante ella estaba su pequeña hija, llena de golpes, moriscos y moratones, sin abrir los ojos, recostada entre sí, señal de haber intentado proteger su cuerpo, y con mucha sangre…pero respiraba, leve, pero había una respiración.
-“¡CARIÑO VEN RÁPIDO, HE ENCONTRADO A DITZY!”-Chilló la señora Doo como si no hubiese un mañana con su hija sobre su lomo mientras buscaba a su marido, y acto seguido su marido llegó y la vió…allí, tumbada sobre su madre..en su estado.
-“Di….Ditzy, mi pequeña, mi soñadora, ¿Qué le ha pasado?”-Lloraba el padre mientras le daba levemente con su hocico en el de ella.
-“¿Qué hacemos cariño?, no tenemos dinero para un hospital, ¿Crees que alguien nos ayudará?”-Preguntó la madre agachando la cabeza y sollozando.
-“Lo dudo ….antes cuando preguntaba me trataron ya con mucho desprecio por ser pobres como somos…”-Dijo mientras le hacía arrumacos con el hocico a su esposa para animarla mientras lloraba también.
-“¿Qué…qué haremos?, noto sus latidos y su respiración sobre mí…no podría soportar que mi hija….que mi Ditzy….”-La madre rendida lloraba sobre sí misma con el alma rota.
-“No lo sé cielo…no lo sé…”-El padre simplemente puso el semblante más serio posible y cerró los ojos intentado pensar.
Y entonces, una idea se iluminó pasando fugaz por la mente de un padre destrozado, era arriesgada, pero no había otra opción.
-“Cielo, sé lo que hacer, pero nos jugamos la vida, ¿Me escucharás?”-Preguntó con firmeza y seriedad.
-“Amor mío, por mi hija, hasta entregaría mi propia vida”-Le respondió ella mirádole fijamente a los ojos-“¿Qué hay que hacer?”.
-“He oido que hay una jóven curandera en el Everfree Forest, repudiada por todos por su aspecto, quizás nos ayude”-Dijo él con tono tajante.
-“¿Pero es de fiar?, no la conocemos cariño, ¿Y sí es peligrosa o un fraude?.....”-Pero ella misma se respondió cuando sintió a su hija toser a su lomo-“Como he dicho, ni hay tiempo ni métodos, vamos”.
Ambos, Señor y Señora Doo se adentraron en lo más profundo de Everfree corriendo como pudieron, las zarzas les arañaban las patas, tropezaron con el barro varias veces, pero siempre protegían a su hija de todo como podían y pasase lo que pasase seguían adelante.
Al paso, el Señor Doo vió una gallina.
-“Mira Lena, una gallina, ¡Debe ser de la granja de la curandera!”-Le dijo el marido lleno de alegría.
-“Tienes razón Liver”-Le respondió la madre con una sonrisa mientras se acercó a la gallina-“Dime pequeña, ¿Nos llevas con tu dueña?”
En ese momento un escalofrio recorrió el cuerpo de Liver al ver de refilón que del trasero de la gallina recorría una enorme cola de serpiente. Sin tener tiempo a gritar empujó a Lena se interpuso entre ella y la gallina.
-“C-cariño, ¿Qué…?”-Dijo mientras contemplaba horrorizada cómo el cuerpo de su marido se convertía en piedra poco a poco empezando por las patas traseras.
-“L-lo siento, no me dí cuenta de que era un basilico, supongo que no podré acompañarte, pero éste bicho tampoco podrá seguirte”-Y con un esfuerzo agarró al basilisco sin soltarlo.
-“Liver….yo….Ditzy”-Decía Lena entre sollozos y lágrimas-“¿Porqué nosotros?, ¿Porqué ahora?”
-“Recuerda….Lena…soñar…es….importante…lo…siento….mucho…..Ditzy…no pudimos darte tu Muffin de cumpleaños…”Y con su último aliento produjo éstas últimas palabras mientras se convirtió en una estatua abrazando un basilisco que no paraba de retorcerse.
Entre llantos y lágrimas Lena se puso a correr bosque adentro rasgándose las patas, perdiendo pelo entre las ramas y manchándose, pero finalmente llegó a una exótica cabaña hecha de madera y de pintoresco aspecto, sin pensárselo dos veces y con el aliento fuera, tocó a la puerta.
Rápidamente la puerta se abrió mostrando a algo que parecía un pony, pero tenía lineas blancas y negras por su pelaje, de aspecto extraño, pero ella nunca habñia juzgado a nadie, no se consideraba en posición de juzgar.
-“Pasa rauda y fugaz como el viento, semejante locura entrar en Everfree en mitad de una lluvia, entra y toma asiento”-Dijo la misteriosa pony.
-“Gra…gracias”-Le respondió Lena mientras entraba rápidamente a la cabaña sin tiempo a pensar en lo inquietante que podía ser tanta amabilidad.
La cabaña le pareció extraña, de madera y desordenada, llena de pociones, máscaras y demás cosas exóticas y raras.
-“Antes de empezar le diré que soy una zebra y me llamo Zecora, debo aclarar”-Insinuó Zecora.
-“Bien, soy Lena, del pueblo, mi hija está muy malherida y he venido por si pudieses hacer algo, no tenemos dinero, ni nada, pero te daremos lo que haga falta”-Se apresuró Lena a decir con rapidez.
-“Oh, no temas querida, no cobro ni ansío material, curandera soy y ayudar a tu pequeña es vital, toma ésta poción de nueces de almohaida, y que te tome una buena bebida”-Dijo Zecora entregándole a Lena una poción que acto seguido le dio a Ditzy.
Los segundos pasaron, que se hicieron minutos, que se transformaron en horas, pero entonces, Ditzy despertó.
-“Mmmmhhhh”
Lena corriendo fue a abrazar a su hija, pero se dio cuenta de que algo ni iba bien, tenía un ojo para cada lado, y tenía aspecto extraño.
-“¿Ditzy?....soy yo, Mamá, cielo, ¿Me entiendes?”-Preguntó preocupada y con lágrimas en los ojos.
Ditzy la miró y respondió.
-“¿Mu….ffins?”-Dijo mientras ladeaba la cabeza.
-“Oh, Ditzy, Ditzy, ¿Qué te ha pasado?”-Sollozaba su madre mientras la abrazaba hasta darle todo su cariño.
-“Muffins….”-Musitó Ditzy meramente.
-“No me gustaría interrumpir, pero una herida interna en su cabeza la ha hecho quedarse así, parece que su destino ahora es sufrir…¿Lena?”-Dijo Zecora mientras se percató de algo malo-“¿Lena?”-Se acercó y zarandeó su cuerpo que se hallaba abrazando a su hija de mirada perdida.
El cuerpo de Lena cayó al suelo, inerte, había sido demasiado para ella, una última lágrima cayó por sus ojos y luego se desprendió de su rostro para caer al firme suelo, una madre que lo había apostado todo por su hija, y pagó un gran precio. La joven Ditzy se acercó y empujó un poco con el hocico la crin de su madre, acto seguido se puso a llorar.
-“¿Muffin?....Muffin….¡MUFFIN!”-Sollozaba la pobre Ditzy.
-“Pequeña, quizás no me comprendas, pero tus padres en su amor su vida sacrificaron por ti, ahora debes empezar un nuevo comienzo y no un fin, no es por despreciarte pero en mi cabaña no podría cuidarte, en el pueblo te dejaré y por tus padres velaré, a la Princesa Celestia una nota mandaré”-Espetó Zecora.
Y así sucedió, al día siguiente dejó a Ditzy en la puerta del orfanato con una nota explicando más o menos lo sucedido y que la cuidasen bien, y le mandó a la Princesa Celestia una carta explicativa con la historia de la pequeña.
Pasaron los años y en el orfanato Dizty creció sin destacar en nada, era torpe pero se esforzaba aunque no conseguía nunca nada, incluso se tropezaba con sus propias patas, un día la mandaron a su antiguo colegio para que intentase aprender.
-“¡Eh!, es Ditzy”-Exclamaron todos.
-“No, la maldita mocosa de los Doo no, no debería estar aquí”-Dijo para adentro Jewel que entró en pánico.
Sin embargo cuando todos se acercaron sólo pudo decir.
-“Muffins”-Y tropezar con sus propias patas hacia atrás.
-“¡Jajajajaja!, mirad a vuestra soñadora Ditzy Doo, con esos ojos a cada lado y tropezándose con sus patas, deberíamos llamarla Derpy Hooves”-Se burló Jewel y todos empezaron a reirse de la pony.
Las lágrimas caían por su rostro-“Mu…muffin….muffin muff”-Expresó, pero sólo consiguió que se riesen aún más de ella.
Entonces, una luz apareció en mitad del cielo que gritó:-¡BASTA YA!
Era la Princesa Celestia que se había presentado en mitad del colegio, todos se postraron ante ella y Ditzy intentó lo mismo pero tropezó y cayó hacia atrás lastimándose el trasero.
Jewel expresó una risotada y se acercó a la princesa con cara de galán.
-“Y decidme Princesa Celestia, ¿Qué os trae por aquí?, y de antecasco os pido perdón por el espectáculo de Derpy, es un tanto patosa”-Burló Jewel.
Celestia con voz profunda y mirada serie le replicó.
-“Jewel Bank, conozco toda tu historia con la jóven Doo, una carta de una zebra ejemplar me llegó contándome las penurias de su familia y hablé con ella, me ha costado tiempo y magia pero sé lo que pasó ese día, ¿Qué tienes que decir Bank?”-Le espetó con fiereza Celestia.
-“Pe…pero, tengo dinero princesa, lo que sea, no va a compararme a mí, que estoy cerca de ser el nuevo gerente del Banco de la Villa con esa pony idiota que no sabe decir nada útil”-Gruñó Jewel.
-“Bien, no me queda nada más que decir, Jewel Bank, por la presente tú y tu familia quedáis desterrados de Ponyville de por vida, y vuestro banco pasará a ser parte de la empresa de transporte a la cuál Ditzy se unirá y se le dará un trato especial, a ver si aplicando un castigo ejemplar a tu familia por tus actos te educan mejor y aprendéis de la humildad”-Dijo Celestia finalmente.
-“Pe..pero…yo….Argh..¡Esto no quedará así Hooves, la Derpy de la clase, ya no vas a soñar más, nosotros seremos ricos en otra parte, pero tú serás así de por vida”-Rió Jewel mientras se fue riendo.
Celestia se acercó a Ditzy que estaba perdida y le dijo:
-“Joven Doo, en dos años más, cuando salgas del orfanato vendré a verte, quiero que veas algo, de mientras, cumple una buena labor en la oficina de correos y transportes”-Dijo Celestia que desapareció en un haz de luz.
Y así debió suceder, pero no, siguió siendo torpe y alocada, sólo sabía decir “Muffins” y tropezar y volar al revés, aunque en el fondo los de la oficina de correos le tenían tanto cariño que le cambiaron el nombre por “Derpy Deliver” y la acabaron de entender, al final el nombre burlón que le había puesto Jewel se había convertido en algo poco más que su otro nombre, pero ya no era sinónimo de burla, sino de cariño y afecto.
Transcurrieron los dos años con normalidad, y cuando Ditzy salió del orfanato Celestia fue a verla como prometió.
-“Muff….¿Muffin?”-Preguntó Ditzy.
-“Joven Doo, ven conmigo”-Dijo meramente Celestia que hizo un círculo mágico a sus pies y les teletransportó al castillo, el jardín de las estatuas.
-“Muffins, Muffins Muff”-Replicó Ditzy mientras volaba boca abajo hacia arriba.
Celestia atrajo a Ditzy hacia sí con magia y la colocó a su lado.
-“Quiero que veas esto, entiéndelo, compréndelo con el corazón, suéñalo, es lo que tus padres hubiesen querido”-Le dijo Celestia con el tono más cariñoso del mundo.
Ditzy miró al frente como pudo y dentro de ella algo le hizo llorar hasta más no poder.
-“Muffins….”-Dijo en silencio
Frente a ella una enorme estatua de piedra de su padre abrazando a una estatua de mármol de su madre y una pequeña estatua de ella misma sobre una pequeña Muffin.
En la inscripción pone: “En memoria a Liver Doo, Lena Doo, el verdadero ejemplo de unos padres que aman a su hija y que aprendieron a soñar”.
Dentro, muy dentro de la mente de Ditzy, en su interior, una jóven chiquilla aún esperaba su fiesta de cumpleaños en casa, recordando a sus padres y su Muffin, y lejos, muy lejos de allí, en una casa abandonada, sobre una mesa yacía un Muffin con una vela cubierto de polvo y un regalo envuelto a su lado con una pequeña etiqueta: “Para Ditzy, nuestro pequeño sueño”.
Recordad chicos, no importa lo mucho que se tenga, lo importante, es saber soñar con lo poco, desde el corazón.
Autor: Pixiced, miembro/guionista de Mas Mancos Que Ayer (One Pie)