Objetivo: Entrar en Equestria [Colaborativo]
Publicado: 28 May 2013, 15:55
por Sr_Atomo
Escribo esto en respuesta a mi post del tema "[Humor][HiE] Las desventuras de Volgrand en Ecuestria"... y lo pondré en Spoiler, ya que así la letra es más grande y os enteraréis mejor.
Estoy desesperado. Debo entrar en Equestria pero no sé cómo hacerlo. Me necesita… sé que me necesita, y la impotencia que siento ahora mismo no hace sino agravar mi angustia.
Pero os estaréis preguntando de quién hablo y por qué necesito acceder a ese país que, hasta hace poco, pensaba que era algo ficticio. No sé cuánto tiempo me queda, o mejor dicho, cuánto le queda a ella antes de desfallecer, pero creo que puedo permitirme el lujo de empezar desde el principio:
Ayer mi familia se fue al pueblo a pasar una o dos semanas para descansar del trasiego de la vida diaria. Mi hermano menor, sin embargo, se marchó el fin de semana con su novia a un lago cercano, invitados por unos amigos que tienen una casa allí. Por lo tanto, me quedé yo solo para cuidar de la casa y de las dos gatas que tengo.
Al fin podía estar de rodríguez, a mis anchas… y lo aproveché, vaya si lo aproveché: saqué de la caja todas las figuras de My Little Pony que tengo y, después de despejar la estantería que tengo por encima del ordenador, situé todas las ponis en su sitio correspondiente, anhelando el poder dejarlas ahí, e incluso sacarlas de su envoltorio. Pero no puede ser… mi familia, aunque acepta mi “actitud brony”, no estarían muy a favor de que yo gastase ni un céntimo en “algo para niñas”.
Después de colocar a las Mane6 Amigas, la granja de Applejack, la escuela de Cheerilee y la rosácea Princesa Celestia (“Soy una princesa, ¿eres tú también una princesa?”), me dediqué a visionar todos los capítulos de la serie, saltándome la comida, la merienda y la cena.
Marché a dormir dejando el ordenador encendido. Estaba cansado y con la mente abarrotada de ponis de colores, pero con una sonrisa en la boca. Había dado rienda suelta a mi pasión por la serie, por esa serie que me había arrancado sonrisas y me había hecho tan feliz.
En la cama, mis dos gatas (Iris y Venus, dos hembras de raza siamés) se acurrucaron conmigo, buscando el calor en una noche inusualmente fría, a pesar de que la primavera había entrado hacía unos cuantos días. Debo decir que Venus, la pequeña, se coloca con sus patas delanteras sobre el brazo izquierdo, mientras que Iris prefiere el calor que proporciona mis muslos, clavando sus uñas cuando hago un mínimo movimiento.
El problema vino después: ya en el duermevela me pareció notar una especie de flash, pero no le di mucha importancia… estúpido de mí… podría haberlo evitado si me hubiese dado cuenta. El caso es que el peso que tenía sobre los muslos se había hecho más liviano. Supuse que Iris se había levantado para comer pienso o a beber, pero no fue hasta el día siguiente cuando conocí la verdad, la cruda verdad.
No la encontraba por ningún lado. Comprobé que todas las puertas y todas las ventanas seguían cerradas, pero Iris no aparecía por ningún lado. Busqué por todos los recovecos de mi casa, con negativo resultado. Pregunté a los vecinos: nadie sabía nada de ella. Desesperado, me senté al ordenador para contactar con mi hermana, que vive en otra ciudad, pero trabaja en una tienda de mascotas y es la que mejor puede decirme dónde buscar por el comportamiento inherente a los gatos.
Por costumbre, suelo ponerme los cascos, aunque luego no escuche nada. Pero esta vez sí que lo hice… un maullido incesante salía del auricular. Enciendo el monitor y, en primer plano… Iris miaba desesperada desde dentro del monitor. O, mejor dicho… desde dentro del recuadro donde se veía un episodio de “My Little Pony: Friendship is Magic”.
La pobre gata miraba directamente hacia mí, mientras con sus pezuñas intentaba rasgar la inexistente (o inabarcable) barrera entre el vídeo y la realidad.
—¡Qué haces ahí! —exclamé con los ojos como platos, sin creerme cómo había hecho eso.
Iris debió escuchar mi voz, porque al instante su maullido lastimero cambió a uno más alegre.
—Tranquila… —susurré mientras posaba la palma de mi mano sobre la pantalla, en un intento de acariciarla e infundirla seguridad—, pronto te sacaré de allí… estés donde estés…
Me fijé entonces por detrás de ella, buscando información para rescatarla. El capítulo que se emitía, aunque ahora no me importa nada, era el 2x24. Allí, todos los personajes actuaban de forma normal (tal como debía ser), ignorantes de lo que acontecía con mi gata. Por lo tanto, supuse, Iris había quedado atrapada no en el capítulo, sino dentro del ordenador… algo que se vio confirmado cuando el capítulo terminó, mostrando los créditos. Mi gata miraba hacia los lados, intranquila… pero ahí estaba.
A raíz que tenía puesta toda la serie en una lista, empezó el capítulo 2x25 y, afortunadamente, durante el salto ella seguía allí. Empezó la escena de la comida campestre, las cartas y la canción del hermano mayor y mejor amigo… pero, cuando Twilight emitió la última nota, Pinkie Pie giró la cabeza de forma extraña mirando directamente hacia mí o, mejor dicho, hacia Iris.
—¡Ooooohhhh! —expresó con sorpresa—. Mirad qué gatito más bonito hay ahí —continuó diciendo, señalando a mi gata—. ¡Será un gran compañero para Mordisquitos!
—¡¡No te atrevas a ponerle una mano encima!! —chillé—. ¡O patas, o lo que sea…! ¡Déjala en paz!
Iris miró alternativamente a Pinkie, que se acercaba irremediablemente hacia ella, y a mí, acelerando sus movimientos con las patas intentando desgarrar la pantalla. Pero se rindió cuando Pinkie, con una suavidad extrema, la alzó y la puso sobre su lomo, alejándose de la pantalla y volviendo al grupo.
—¡Oh, fijaos bien! —dijo Rarity—. Es una gata… yo no me la puedo quedar —entonces miró hacia las demás—. ¿Qué? Las gatas son muy territoriales… Opal y ella se pelearían todo el rato…
—¡Buah! —espetó Rainbow Dash—. Sólo es una gata sarnosa…
Iris comprendió perfectamente las palabras y le lanzó un garrazo a la pegaso mientras arqueaba su lomo.
—Y además con malas pulgas —continuó hablando la poni de pelo multicolor.
—Creo… —susurró Fluttershy—, creo que lo mejor es que venga conmigo…
Las demás asintieron.
—Es lo correcto, “azucarillo” —comentó Applejack.
—Lo que me fastidia… —musitó la amarillenta pegaso— es que alguien haya sido capaz de abandonarla… ese alguien es un monstruo…
—¿Sabéis qué? —cortó Twilight—. Necesitaba un motivo de peso para no asistir a la boda de mi hermano con esa “Mi Amore Cadenza”. Si no me ha explicado nada antes, será porque ha perdido el cariño que teníamos… Y prefiero recordarle como un hermano de verdad, no como debe ser ahora… —se acercó a Iris y le dijo—. Gracias a ti, podré escribir una negativa a Celestia que sea convincente: estaré buscando a tu dueño.
Y simplemente recogieron todo y se fueron a sus respectivas casas, llevándose a Iris con ellas (con cara de resignación) y desapareciendo del encuadre, ante mis súplicas y ruegos, desoídas por las seis ponis.
Bueno, más o menos esta es la explicación de lo ocurrido. Escribo esto pidiendo ayuda… necesito entrar en Equestria, sacar a mi gata y volver lo más rápido posible… aunque después de dejar a mi gata en el mundo real, no me importaría volver a entrar a Equestria y quedarme unos días por allí (todo sea dicho).
Llevo algo más de dos horas buscando fanfics de humanos que acceden a Equestria. Necesito conocer todas las formas posibles de romper la barrera entre los dos mundos… y recrearlas. Tengo de plazo máximo dos semanas para sacar a Iris de la pesadilla que está viviendo.
Pero, si no funciona ninguna de esas maneras, tendré que inventarme alguna… todo sea por evitar una gran bronca, volver a “poner” los capítulos como deben ser (no queráis saber lo que ha pasado en el capítulo 2x26… sólo os comento que Chrysalis ha prevalecido y Canterlot está arrasada) y, sobre todo, salvar a mi gata, que la pobre no está acostumbrada a un mundo tan… azucarado. Por supuesto (y antes de que se me olvide mencionarlo), creo que debo dejar el ordenador encendido el máximo tiempo posible.
Os comentaré mis avances cuando los haga… mientras tanto, dadme ideas y os contaré si he tenido éxito o no. Muchas gracias, amigos bronys.
Siento mucho si hay faltas de ortografías o repeticiones... son producto de la rapidez y del nerviosismo.
Necesito vuestra ayuda: Es hora de que me deis ideas de cómo podría entrar a Equestria. Las que me parezcan más factibles y/o menos peligrosas, las intentaré emular... y os narraré lo que ocurra, tenga éxito o no.
Muchas gracias por vuestra colaboración.
Spoiler:
Objetivo: Entrar en Equestria
Capítulo 01
Estoy desesperado. Debo entrar en Equestria pero no sé cómo hacerlo. Me necesita… sé que me necesita, y la impotencia que siento ahora mismo no hace sino agravar mi angustia.
Pero os estaréis preguntando de quién hablo y por qué necesito acceder a ese país que, hasta hace poco, pensaba que era algo ficticio. No sé cuánto tiempo me queda, o mejor dicho, cuánto le queda a ella antes de desfallecer, pero creo que puedo permitirme el lujo de empezar desde el principio:
Ayer mi familia se fue al pueblo a pasar una o dos semanas para descansar del trasiego de la vida diaria. Mi hermano menor, sin embargo, se marchó el fin de semana con su novia a un lago cercano, invitados por unos amigos que tienen una casa allí. Por lo tanto, me quedé yo solo para cuidar de la casa y de las dos gatas que tengo.
Al fin podía estar de rodríguez, a mis anchas… y lo aproveché, vaya si lo aproveché: saqué de la caja todas las figuras de My Little Pony que tengo y, después de despejar la estantería que tengo por encima del ordenador, situé todas las ponis en su sitio correspondiente, anhelando el poder dejarlas ahí, e incluso sacarlas de su envoltorio. Pero no puede ser… mi familia, aunque acepta mi “actitud brony”, no estarían muy a favor de que yo gastase ni un céntimo en “algo para niñas”.
Después de colocar a las Mane6 Amigas, la granja de Applejack, la escuela de Cheerilee y la rosácea Princesa Celestia (“Soy una princesa, ¿eres tú también una princesa?”), me dediqué a visionar todos los capítulos de la serie, saltándome la comida, la merienda y la cena.
Marché a dormir dejando el ordenador encendido. Estaba cansado y con la mente abarrotada de ponis de colores, pero con una sonrisa en la boca. Había dado rienda suelta a mi pasión por la serie, por esa serie que me había arrancado sonrisas y me había hecho tan feliz.
En la cama, mis dos gatas (Iris y Venus, dos hembras de raza siamés) se acurrucaron conmigo, buscando el calor en una noche inusualmente fría, a pesar de que la primavera había entrado hacía unos cuantos días. Debo decir que Venus, la pequeña, se coloca con sus patas delanteras sobre el brazo izquierdo, mientras que Iris prefiere el calor que proporciona mis muslos, clavando sus uñas cuando hago un mínimo movimiento.
El problema vino después: ya en el duermevela me pareció notar una especie de flash, pero no le di mucha importancia… estúpido de mí… podría haberlo evitado si me hubiese dado cuenta. El caso es que el peso que tenía sobre los muslos se había hecho más liviano. Supuse que Iris se había levantado para comer pienso o a beber, pero no fue hasta el día siguiente cuando conocí la verdad, la cruda verdad.
No la encontraba por ningún lado. Comprobé que todas las puertas y todas las ventanas seguían cerradas, pero Iris no aparecía por ningún lado. Busqué por todos los recovecos de mi casa, con negativo resultado. Pregunté a los vecinos: nadie sabía nada de ella. Desesperado, me senté al ordenador para contactar con mi hermana, que vive en otra ciudad, pero trabaja en una tienda de mascotas y es la que mejor puede decirme dónde buscar por el comportamiento inherente a los gatos.
Por costumbre, suelo ponerme los cascos, aunque luego no escuche nada. Pero esta vez sí que lo hice… un maullido incesante salía del auricular. Enciendo el monitor y, en primer plano… Iris miaba desesperada desde dentro del monitor. O, mejor dicho… desde dentro del recuadro donde se veía un episodio de “My Little Pony: Friendship is Magic”.
La pobre gata miraba directamente hacia mí, mientras con sus pezuñas intentaba rasgar la inexistente (o inabarcable) barrera entre el vídeo y la realidad.
—¡Qué haces ahí! —exclamé con los ojos como platos, sin creerme cómo había hecho eso.
Iris debió escuchar mi voz, porque al instante su maullido lastimero cambió a uno más alegre.
—Tranquila… —susurré mientras posaba la palma de mi mano sobre la pantalla, en un intento de acariciarla e infundirla seguridad—, pronto te sacaré de allí… estés donde estés…
Me fijé entonces por detrás de ella, buscando información para rescatarla. El capítulo que se emitía, aunque ahora no me importa nada, era el 2x24. Allí, todos los personajes actuaban de forma normal (tal como debía ser), ignorantes de lo que acontecía con mi gata. Por lo tanto, supuse, Iris había quedado atrapada no en el capítulo, sino dentro del ordenador… algo que se vio confirmado cuando el capítulo terminó, mostrando los créditos. Mi gata miraba hacia los lados, intranquila… pero ahí estaba.
A raíz que tenía puesta toda la serie en una lista, empezó el capítulo 2x25 y, afortunadamente, durante el salto ella seguía allí. Empezó la escena de la comida campestre, las cartas y la canción del hermano mayor y mejor amigo… pero, cuando Twilight emitió la última nota, Pinkie Pie giró la cabeza de forma extraña mirando directamente hacia mí o, mejor dicho, hacia Iris.
—¡Ooooohhhh! —expresó con sorpresa—. Mirad qué gatito más bonito hay ahí —continuó diciendo, señalando a mi gata—. ¡Será un gran compañero para Mordisquitos!
—¡¡No te atrevas a ponerle una mano encima!! —chillé—. ¡O patas, o lo que sea…! ¡Déjala en paz!
Iris miró alternativamente a Pinkie, que se acercaba irremediablemente hacia ella, y a mí, acelerando sus movimientos con las patas intentando desgarrar la pantalla. Pero se rindió cuando Pinkie, con una suavidad extrema, la alzó y la puso sobre su lomo, alejándose de la pantalla y volviendo al grupo.
—¡Oh, fijaos bien! —dijo Rarity—. Es una gata… yo no me la puedo quedar —entonces miró hacia las demás—. ¿Qué? Las gatas son muy territoriales… Opal y ella se pelearían todo el rato…
—¡Buah! —espetó Rainbow Dash—. Sólo es una gata sarnosa…
Iris comprendió perfectamente las palabras y le lanzó un garrazo a la pegaso mientras arqueaba su lomo.
—Y además con malas pulgas —continuó hablando la poni de pelo multicolor.
—Creo… —susurró Fluttershy—, creo que lo mejor es que venga conmigo…
Las demás asintieron.
—Es lo correcto, “azucarillo” —comentó Applejack.
—Lo que me fastidia… —musitó la amarillenta pegaso— es que alguien haya sido capaz de abandonarla… ese alguien es un monstruo…
—¿Sabéis qué? —cortó Twilight—. Necesitaba un motivo de peso para no asistir a la boda de mi hermano con esa “Mi Amore Cadenza”. Si no me ha explicado nada antes, será porque ha perdido el cariño que teníamos… Y prefiero recordarle como un hermano de verdad, no como debe ser ahora… —se acercó a Iris y le dijo—. Gracias a ti, podré escribir una negativa a Celestia que sea convincente: estaré buscando a tu dueño.
Y simplemente recogieron todo y se fueron a sus respectivas casas, llevándose a Iris con ellas (con cara de resignación) y desapareciendo del encuadre, ante mis súplicas y ruegos, desoídas por las seis ponis.
Bueno, más o menos esta es la explicación de lo ocurrido. Escribo esto pidiendo ayuda… necesito entrar en Equestria, sacar a mi gata y volver lo más rápido posible… aunque después de dejar a mi gata en el mundo real, no me importaría volver a entrar a Equestria y quedarme unos días por allí (todo sea dicho).
Llevo algo más de dos horas buscando fanfics de humanos que acceden a Equestria. Necesito conocer todas las formas posibles de romper la barrera entre los dos mundos… y recrearlas. Tengo de plazo máximo dos semanas para sacar a Iris de la pesadilla que está viviendo.
Pero, si no funciona ninguna de esas maneras, tendré que inventarme alguna… todo sea por evitar una gran bronca, volver a “poner” los capítulos como deben ser (no queráis saber lo que ha pasado en el capítulo 2x26… sólo os comento que Chrysalis ha prevalecido y Canterlot está arrasada) y, sobre todo, salvar a mi gata, que la pobre no está acostumbrada a un mundo tan… azucarado. Por supuesto (y antes de que se me olvide mencionarlo), creo que debo dejar el ordenador encendido el máximo tiempo posible.
Os comentaré mis avances cuando los haga… mientras tanto, dadme ideas y os contaré si he tenido éxito o no. Muchas gracias, amigos bronys.
FIN DEL CHAPTER 01
Siento mucho si hay faltas de ortografías o repeticiones... son producto de la rapidez y del nerviosismo.
Necesito vuestra ayuda: Es hora de que me deis ideas de cómo podría entrar a Equestria. Las que me parezcan más factibles y/o menos peligrosas, las intentaré emular... y os narraré lo que ocurra, tenga éxito o no.
Muchas gracias por vuestra colaboración.