Capítulo 1
Viendo el futuro
Viendo el futuro
Twilight miró a los ojos de su mentora, tratando de comprender lo que acababa de decirla.
-Yo... no lo entiendo... ¿cómo...?
Su voz resonaba por toda la vacía sala del trono, donde las vidrieras de colores que ilustraban la historia de Ecuestria adornaban las paredes.
La princesa Celestia se limitó a sonreír.
-Has aprendido muchas cosas, conociste a muchos ponis, y durante todos estos años has crecido y madurado hasta convertirte en una yegua capaz e inteligente. Ha llegado el momento en que cumplas con tu destino, mi fiel alumna. Quiero que asciendas al trono junto a mí.
-Una princesa... Yo... pero eso es una gran responsabilidad...
Twilight se quedó mirando el suelo, sin saber bien qué decir; nunca había considerado aplicar esa palabra a sí misma desde que era una imaginativa e ingenua potrilla.
La princesa Celestia se puso a la misma altura que Twilight y levantó suavemente su barbilla con un casco.
-Twilight, no se me ocurre a nadie más merecedor de este título que tú. Sin duda te lo mereces.
-Yo... supongo que sí, pero... ¿Y mis amigas?
-Estarán presentes en la ceremonia. Estoy segura de que estarán encantadas de estar a tu lado en un momento tan especial. Puedes teletransportarte de nuevo a Ponyville e informarlas de antemano. Sé que tu magia es completamente capaz de semejante tarea.
Teletransportarse a Ponyville desde Canterlot podría ser un poco exagerado, pero es cierto que la magia de Twilight había mejorado bastante desde que se mudó al pequeño pueblo. La magia de la amistad incrementó sus poderes mucho más que cualquier otro unicornio normal. No le gustaba mucho destacar demasiado ese hecho, pero tampoco podía negar que era casi igual que un alicornio, pero sin...
-Obtendrás tus alas en la ceremonia-anunció la princesa Celestia.
Al ser su alumna personal desde que era una potrilla, para Twilight era fácil predecirla. Twilight inclinó levemente la cabeza, sintiéndose abrumada.
-Entiendo...
-No te preocupes, Twilight. Te daré unos cuantos días para asentarte un poco antes de comenzar con las tareas reales.
Unos pocos días no eran absolutamente nada en la vida de un alicornio inmortal...
-Como ya te he dicho, Twilight, me gustaría que te teletransportaras a Ponyville y hablaras con tus amigas. Ellas son la razón por la que has crecido, y tienen derecho a saber de tu destino antes que el resto de Ecuestria.
-Lo haré. Gracias, princesa. Es realmente todo un honor-dijo Twilight antes de irse.
-Buenas noches, mi fiel estudiante.
Twilight salió del salón del trono, acabando en los pasillos del palacio. El sonido de sus cascos golpeando el suelo de mármol se hizo eco a través de la alta estructura. Twilight abrió la puerta para salir a la calle, el aire fresco de la noche azotaba su melena y las estrellas distantes la dieron algo para mirar mientras su mente vagaba en otros lugares.
-Un alicornio... una princesa...-murmuró Twilight para sí misma.
De entre todos los ponis, Twilight era el que Celestia había elegido para ser digno de la mayor responsabilidad imaginable. Despegó su mirada del cielo y miró a las marcas que lucían en sus flancos.
¿Era realmente su destino?
¿Cómo podía ser? Ella era una simple bibliotecaria. Talentosa en la magia, eso desde luego, pero eso tampoco significaba que fuera una buena líder. Si realmente fuera su destino, debía de estar segura, o al menos emocionada.
En cambio, se encontraba prácticamente temblando de ansiedad. Esto sería un gran cambio. Tendría que regresar a Canterlot. Tampoco podría ver a sus amigas más a menudo.
Sus amigas...
¿Qué pensarían de todo esto? Pinkie sería probablemente la más fácil de convencer, normalmente está de acuerdo con cualquier cosa. Por otra parte, no podría asistir siempre a sus fiestas, y no podría pasar todo el rato con ella cada día, lo cual sería una decepción importante para la poni rosa.
Rainbow probablemente se burlaría de sus escasas habilidades de vuelo. Twilight esperaba que el ser un alicornio no la pondría por encima de las habilidades de vuelo naturales de un pegaso, ya que ella preferiría burlarse que ser envidiosa.
Rarity estaría celosa. Vivir en Canterlot era el mayor sueño de la modista, y ser parte de la realeza, una de sus mayores fantasías. Twilight no había pedido esto; ni siquiera era lo que quería de la vida. Casi parecía un desperdicio si se comparaba con los deseos de Rarity.
Ni siquiera Applejack ni Fluttershy lidiarían muy bien con el cambio. Twilight podía imaginarse a Fluttershy poniendo una cara valiente y pretendiendo alegrarse por ella, pero sabía que Applejack la diría lo que sentía sin rodeos.
Y Spike... su asistente número uno. Cada vez que se acordaba de él, su corazón daba un vuelco. Recordaba las lágrimas corriendo por su rostro, y gritando de terror que no lo abandonara cuando el Rey Sombra le había atrapado en su peor miedo: no ser necesario. ¿Podría volverse real ese miedo? ¿Necesitaría a Spike cuando ya no tuviera libros que apilar o cartas para enviar?
Twilight comenzó a caminar. Sabía que debía seguir las instrucciones de la princesa Celestia y teletransportarse de nuevo a Ponyville, pero tenía miedo. Miedo de lo que sus amigas pensarían, temerosa de que pudieran confirmar sus propios pensamientos: que no estaba preparada.
Twilight se dirigió lentamente hacia la salida pasando al lado de la estatua del jardín, mirando a su alrededor, pero con su mente totalmente evadida. La dilación no era un hábito que Twilight practicara con frecuencia, y sólo servía para perturbarla aún más.
-¡Hey, Twilight!
-¡Ah!
Twilight saltó y giró la cabeza, viendo a un semental unicornio sonriente, engalanado con una armadura de oro chapado de la Guardia Real, incluyendo una larga lanza de metal.
-Oh, hola Javelin Tosser... Lo siento, yo sólo, eh...
-No te preocupes, Twilight, eres bienvenida a pasear por los jardines. Ha pasado un tiempo desde que te he visto en Canterlot, eso es todo.
Twilight asintió con la cabeza, torciendo su oreja derecha como siempre hacía cuando estaba nerviosa.
-¡Ah, sí! Sí, por supuesto... hermoso día, er, noche para dar un paseo-murmuró ella, forzando una sonrisa-¿vienen muchos ponis aquí por la noche?
Javelin Tosser negó con la cabeza.
-No, el Archivo de Canterlot por lo general está bastante solitario. Siempre eras la única en aquí cuando eras más joven, ¿recuerdas?
-Oh, por supuesto ¿cómo podría olvidarlo?
Twilight se quedó mirando el enorme edificio. La última vez que había estado en el Archivo fue cuando había intentado colarse en el ala de Starswirl el Barbudo con Pinkie Pie para encontrar los hechizos del tiempo.
-¿Quieres que te deje entrar, Twilight?-la ofreció Javelin Tosser-no es ningún problema.
Twilight negó con la cabeza. No tenía ninguna razón para entrar en los archivos ahora, ¿de qué serviría un hechizo de tiempo para ayudarla a descubrir su verdadero destino?
Twilight vaciló, su oreja derecha todavía seguía retorciéndose mientras su mente trabajaba a toda marcha. ¿Y si hubiera alguna manera de que pudiera ver el futuro? ¿Qué mejor manera había de asegurar a sus amigas de que todo iba a estar bien, o explicar a la princesa que no estaba hecha para el trabajo, y luego decirles que ella ya sabía a ciencia cierta qué pasaría? El futuro era un período de tiempo variable, obviamente, pero si Twilight podría ver lo que sucedería si ella se convertía en una princesa... simplemente para asegurarse de que todo iba a estar bien...
-En realidad, Javeline, ¿crees que podrías desbloquear el ala de Starswirl el Barbudo por mí?
-¡Claro, no hay problema! Espera un segundo.
Twilight le observó mientras él jugaba con sus llaves. Esto era una locura. Los hechizos de tiempo eran excepcionalmente peligrosos e ilegales, salvo para los unicornios más poderosos. Un pequeño cambio en el pasado puede afectar todo el futuro. No se dio cuenta la primera vez que viajó atrás en el tiempo, pero podría llegar a meterse en serios problemas al repetir la ofensa.
Por supuesto, en este caso sólo era el futuro, no el pasado. Y ella sólo estaría buscando, no viajando. Twilight se repetía las mismas palabras una y otra vez en su cabeza, tratando de calmarse para poder hacer lo que tenía en mente.
Después de todo, ya era más o menos un alicornio ¿no?
Finalmente, Javelin Tosser abrió las puertas fuertemente encadenadas al ala de Starswirl el Barbudo y se apartó.
-Estaré fuera si necesitas algo más, Twilight.
-Gracias, Javelin. ¡Buenas noches!
El corazón de Twilight le latía furiosamente ahora, como siempre lo hacía antes de un examen, ya fuera una prueba escrita o un desafío físico que sólo correspondía a los mismos Elementos de la Armonía.
Y ella era el Elemento de la Magia. Podía hacer esto. Podía hacer esto fácilmente... o al menos lo esperaba.
Las estanterías altas a su alrededor la hacían sentirse excepcionalmente pequeña. Corrió entre las hileras de libros y pergaminos, mirando frenéticamente a su alrededor, buscando lo que necesitaba. Ella sabía que si tenía el poder de enviarse a sí misma hacia atrás en el tiempo, entonces debía ser capaz de simplemente vislumbrar el futuro con relativa facilidad.
Twilight levitó varios rollos de la última estantería, decidiendo si eran de valor partiendo simplemente de los títulos. Un documento de hechizos de tortura prohibidos, Enfermedades mágicas incurables, Poder alicornio y su abuso histórico... Twilight hizo una nota mental para leer ése último más tarde.
Toda esa fila en concreto contenía documentos controvertidos e ilegales. Ella sabía que no debía de estar buscando a través de ellos, pero los hechizos de tiempo entraban en esas dos categorías. La posibilidad de cambiar los acontecimientos después de que hubieran ocurrido era demasiado poderosa para la mayoría de potros, de todos modos. Incluso ella misma sólo consiguió un minuto más o menos la primera vez, pero eso fue todo lo que necesitaba en ese momento.
Además, vislumbrar el futuro era muy diferente que cambiarlo.
Viaje temporal. Ver el futuro. El corazón de Twilight saltó de la emoción y leyó rápidamente. Si lo que buscas es una visión más flagrante, pronuncia estas palabras en voz alta para ver un futuro distante. Perfecto. Era exactamente lo que estaba buscando. Twilight echó un rápido vistazo al rollo varias veces, y luego leyó en voz alta. Pasado al presente, y en adelante a partir de ahí, busques lo que busques, nunca dudes así. Twilight entrecerró los ojos para seguir la lectura mientras su cuerno comenzaba a brillar. Concéntrate ahora en un lugar y un tiempo que se aproxima, y podrás luego ir allí con la ayuda de esta rima. Deja tus preocupaciones y ve con cuidado, ya que te encuentras ahora en un mundo en el que has sido olvidado.
Twilight vislumbró Ponyville, diez años en el futuro; el tiempo suficiente como para ver el efecto completo de su coronación en sus amigas. Hubo un destello cegador de luz blanca, y Twilight sintió una intensa presión sobre su cuerpo.
De repente, se encontró tirada en el suelo. Twilight gimió y se dio cuenta de que se encontraba al principio de una calle, aunque no estaba muy segura de dónde estaba exactamente. Ante el temor de que de alguna manera había fallado el hechizo y tan solo se había teletransportado, se levantó y miró a su alrededor.
Dondequiera que estuviese, no era Canterlot, y menos aún Ponyville. En toda esa calle había una serie de edificios muy desgastados y en estado de ruina y no había nadie más a la vista.
-¿Hola?-llamó Twilight.
No recibió respuesta, por lo que dio unos pasos cautelosos hacia adelante.
En cuanto se adentró en el pueblo fantasma, poco a poco comenzó a reconocerlo. Pudo ver la Boutique Carrusel, aunque había varias tablas de madera clavadas sobre su entrada y ventanas. Había un solar vacío donde el Sugarcube Corner solía estar, y su propia biblioteca-árbol estaba sin hojas y muerto.
No había fallado el hechizo; se encontraba en Ponyville una década más tarde. Twilight lo miró fijamente, con la boca ligeramente abierta. No se esperaba que el hechizo la llevara físicamente al futuro, ya que no creía que fuera lo suficientemente poderosa como para poder realizar eso. Por otra parte estaba cerca de convertirse en un alicornio, tal vez su magia se incrementó adecuadamente.
De todos modos, si éste en concreto funcionaba como el hechizo de viajar atrás en el tiempo, entonces probablemente no tenía más que unos pocos minutos. Tenía que averiguar si Ponyville estaba en ruinas porque ella se había convertido en una princesa, o bien si había habido una guerra en los últimos años. La segunda opción parecía mucho más probable, aunque no más reconfortante.
Twilight sabía que no tenía mucho sentido, pero aun así llamó a la puerta de Rarity para estar segura. La tienda parecía haber sido abandonada hace tiempo.
Se dirigió a la biblioteca-árbol y llamó allí también, aunque se sintió un poco tonta al hacerlo en su propia casa. La puerta crujió ruidosamente cuando la abrió, Twilight se alegró al ver que la colección se encontraba perfectamente intacta, tal y como ella la había dejado antes de ir a Canterlot.
-¿Spike?-gritó, aunque era más que nada una ilusión. Su casa claramente no había sido ocupada en muchos años.
Sólo había una cosa fuera de lo común en la estancia, y Twilight se dio cuenta de inmediato. Había un arrugado pedazo de pergamino situado a los pies de una de las estanterías. Twilight lo recogió con su magia y lo desdobló.
Spike, me voy a Canterlot durante unos días. La princesa dijo que tenía algunas cosas importantes que discutir conmigo. Mientras estoy fuera, asegúrate de cuidar a Owlowiscious, mantener los libros ordenados, y no comer mucha comida basura. En serio Spike, te acuerdas de lo que pasó la última vez, ¿no? De todas formas, estoy segura de que lo harás bien y no me tendré que preocupar. ¡No destruyas la biblioteca mientras estoy fuera! (es broma, Spike. ¡Lo harás muy bien!) Te quiere, Twilight.
Había manchas de lágrimas salpicadas al final de la carta. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Twilight. Esa fue la nota que había escrito hace unos días antes de marcharse. ¿Por qué estaba aquí todavía? Twilight salió del árbol y galopó fuera del pueblo. Incluso si la mayoría de los vecinos de Ponyville se hubieran ido, sabía que todavía había dos de sus amigas que no serían capaces de irse. Applejack, cuya granja se encontraba en las afueras de la ciudad, y Fluttershy, que estaba a cargo de los animales de Ponyville, y por lo tanto no podían irse... o eso esperaba, porque necesitaba desesperadamente respuestas.
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Bueno, y así se perfila mi nuevo proyecto de traducción, la historia original es de Neonz (http://www.fanfiction.net/u/1084694/). Ha sido bastante sencillo, puesto que no he tenido ningún problema a la hora de adaptarlo, aunque las rimas me han obligado a pensar un poco más, eso sí. Espero que os guste, a ver que os parece