El Jade Palido [Slice of Life] [extras del autor insaid]
Publicado: 19 Sep 2012, 21:45
este es el primer episodio de mi fan fic y primera edición con los nombres de los personajes "definitivos" de todos modos el proyecto está en pausa así que no esperéis episodios nuevos en un corto periodo de tiempo.
Este no es un buen ejemplo de texto bien redactado ya que está diseñado para ser traducido.
aqui os dejo un extra [non pony related] de un texto mas reciente que escribí:
Episodio 1 : El Jade Palido
Episodio 1: El jade pálido
(Linea temporal: Nacimiento de Shining Jade)
Marelona era una ciudad bastante alejada de todo el ajetreo de Canterlot, quizá demasiado, pues era cada vez mas común que los ponies que residían en ella se mudasen a villas colindantes o la propia Capital, donde la vida era mas fácil y todo era mas seguro debido a la cercanía de la guardia real. Una ciudad relativamente antigua, junto al mar, que poco a poco se iba quedando sin habitantes, pero en la que todavía vivían muchísimos ponies, donde todavía se formaban familias, familias como la de Rought Gold, un elocuente unicornio de color Jade y melena rubia y larga, de facciones suaves.
Gold estaba viviendo una época muy feliz en su vida, se había casado con una pegaso maravillosa después de años juntos, habían empezado a vivir juntos hace un año y ahora, estaban esperando un hijo, todo sería perfecto si no fuese por que su trabajo negociando con los mercaderes para abastecer la ciudad entera le mantenía alejado de su querida la mayor parte del tiempo.
Se encontraba en una habitación, acicalado de forma elegante, negociando con un mercader procedente de Fillydelphia, que venia a intercambiar un cargamento de frutas, mayoritariamente naranjas, y verduras, suficiente para abastecer durante semanas a toda la ciudad, sin embargo lo que pedía era demasiado, las algas que se cultivaban en la reserva marina de Marelona eran consideradas una delicatessen en Fillydelphia y eso era un problema notable, pues cada vez quedaban menos y había que escatimar mucho, pero corría el riesgo de empeorar las relaciones con los mercaderes de esta ciudad, cosa que sería fatal para la ciudad y aceleraría la desertización.
- Esta es mi ultima oferta - dijo el mercader tajantemente - ¿Lo tomas o lo dejas?
Gold se dio cuenta al instante de lo que pretendía el mercader y sonrió para sus adentros, su instinto le decía que debía
jugar la carta mas arriesgada... y lo hizo.
- Lo dejo - sentenció Gold - Ya tengo una oferta mejor por la mitad de lo que me estas pidiendo. - mintió
El mercader dejo entrever una señal de desesperación en sus ojos, necesitaba esas algas mucho mas de lo que Gold esperaba
e hizo un ultimo intento
- Bien, 3 quintas partes del pedido que la cantidad que te acabo de ofrecer - dijo con nerviosismo - ten en cuenta que no encontrarás verduras de mejor
calidad que las mías.
- ¿Quieres cerrar el trato? - pregunto Gold con fingido desinterés
- Trato hecho. - Sentenció el mercader
Gold sonrió para sus adentros, le había tocado un mercader novato y eso era lo mejor que le podía pasar a la ciudad, pues ahora por una cantidad muchísimo menor de algas había logrado obtener mas comida que nunca, ambos firmaron el contrato y el mercader abandono la habitación hacia los almacenes de la ciudad acompañado de una pony gerente, ambos con prisa, pues parecía que pronto iba a llover.
Gold se puso a organizar sus papeles.
pasaron unos minutos desde que terminó y la puerta se abrió de golpe, pudo ver uno de sus mejores amigos Brown Earth, un pony de color castaño con un pelo moreno y rizado, este pony, generalmente alegre, tenia preocupación en su rostro, lo que hizo que Gold se alarmase
- ¿¿Por el amor de Celestia que te ha pasado?? - Pregunto Gold a su amigo
Brown comenzó a intentar tomar aire y hablar al mismo tiempo, con nefasto resultado
- Mi esposa... - empezó a balbucear seguido de algunas frases incomprensibles - ...dando a luz... - en este punto comenzó a toser
- ¡Eh! relájate Brown - dijo Gold con preocupación - ademas, si tu esposa esta dando a luz ¿Que haces aquí contándomelo? deberías estar con ella - finalizó incriminandole
De nuevo, su amigo le miro y esta vez tomando aire mas despacio, pero aun nervioso habló mas claro aun balbuceando:
- No... lo entien...des - balbuceo - Sapphire...estaba allí y... ella también...
Gold no le dejo terminar, esto no podía estar pasando, pues a su esposa, Sapphire, todavía le quedaban un par de semanas para dar a luz.
- ¡¿QUE SAPPHIRE ESTA DANDO A LUZ?! - gritó alarmado - ¡DEBEMOS IR INMEDIATAMENTE AL HOSPITAL!
Y ambos amigos, trotaron rápidamente durante un par de horas hacia el hospital, mientras la lluvia comenzaba a bañarlos, maldiciendo a los pegasos por no hacer su trabajo precisamente aquel día.
. . .
El hospital era un edificio de color perla, tenia bastantes años y no era muy grande, tiempos atrás esto era un problema, por que la población era muchísimo mayor, pero ahora, el hospital era perfecto pese a estar alejado de todo.
Gold y Brown estaban en el vestíbulo, una sala grande, habían varios ponys esperando a su consulta, menos de lo habitual, ya que a estas horas las consultas pronto cerraban, otros pocos eran acompañados por celadores hasta las habitaciones de aquellos que querían visitar.
Brown jadeaba como si se le fuese a salir el corazón por la boca y Gold respiraba aceleradamente, en parte por el esfuerzo, en parte por el nerviosismo, su corazón latía rápido y su cabeza le dolía como si le fuese a explotar. Vio a Brown acercarse al mostrador para hablar con la recepcionista
- Este cabezón... - pensó
Adelanto a Brown y se acerco a la unicornio que estaba tras el mostrador
- Hola Mind... - dijo pausadamente pues ya conocía a esa unicornio y la situación podía volverse violenta - ¿podrías por favor llamar a un celador? Quiero ver a mi esposa. - Se giró y miró a Brown con una sonrisa - tranquilo, te acompañaremos antes hasta la habitación de Lasia.
Mind Voice era una unicornio de color morado con la melena carmesí, estaba entretenida escribiendo algunos informes, al escuchar la voz de Gold levanto la cabeza y le dedicó una mirada fulminante.
- Vaya, mira quien ha venido. - dijo sarcásticamente Mind Voice
Gold intento mantener la compostura, sabía a que se debía todo esto y aunque ya había pasado tiempo desde aquello, ella se lo seguía recordando siempre que tenia la oportunidad, así que no le quedaba otra opción que ceder a lo que ella quería, se preparó para fingir, no era momento de discutir, ahora mismo solo quería ver a su esposa, decirle a Mind Voice cual era su obligación, solo retrasaría la espera.
- Mind, por favor... - suplicó Gold - Si no lo haces por mi, hazlo por Brown.
A Mind se le escapo una risita, estaba claro que se sentía realizada en ese momento por haber conseguido una suplica de Gold.
- No lo hago ni por tí ni por tu amigo - dijo con firmeza - lo hago por que es mi trabajo. - finalizó
Mientras Mind Voice usaba su magia para llamar a un celador, Gold suspiro ante su contestación, dio media vuelta y acompaño a Brown a uno de los bancos, para sentarse en ellos, aunque Brown seguía nervioso y temblaba como si estuviese muerto de frío, ya no jadeaba.
- Tendrías que haberle dicho que llamase a otro - Dijo Brown - se como te sientes ahora mismo y no me gusta que esperes por mi.
Al decir esto Gold le golpeo con la pezuña en la frente
- ¿Quieres darte un descanso? - dijo sonriente - no soy yo quien ha recorrido media ciudad para avisar a su amigo de que su mujer estaba dando a luz
Y por primera vez en todo el rato que llevaban juntos en ese día, Brown se rió. Hablaron durante unos minutos de cosas triviales, Brown parecía haberse relajado y volvía a tener su habitual buen humor, Gold no tardo en levantarse cuando vio a un celador, quizá con anticipación, por que hizo lo mismo con los tres anteriores, pero esta vez no estuvo equivocado:
- ¿Rought Gold y Brown Earth? - pregunto el celador
Gold se acerco a el, seguido de Brown y ambos asintieron, el celador los miró con con una sonrisa
- Felicidades - dijo - acompañadme en silencio, por favor.
Gold miró por ultima vez a Mind Voice de reojo antes de entrar al pasillo, siguiendo al celador, se encontraba con la mirada perdida, sin moverse ni hacer nada, como si estuviese en otro lugar.
Recorrieron varios pasillos, hasta las escaleras y subieron a la primera planta, el celador les había explicado que las habían puesto juntas por que llegaron al mismo tiempo, Gold sonrió.
- Vaya, parece que tendré que invitarle a una ronda de Sidra - pensó
Cuando vio que Brown también estaba sonriendo negó con la cabeza tratando de no reírse, al parecer su amigo le conocía tan bien que ya sabia cual sería su recompensa.
Y alcanzaron la habitación, la enfermera Whitehooves estaba frente a la puerta, esperándoles con una sonrisa, era una pony de color naranja, con la melena verde, a la que Gold conoció en la escuela por ser la hermana pequeña de su compañero de clase Stable, que no es otro que uno de los doctores mas valorados del hospital de Marelona, que ella estuviese en la puerta era buena señal. Whitehooves les hizo una señal de silencio.
- Ha sido dos partos muy rápidos - dijo en voz baja - y están muy cansadas, debéis dejar que duerman, mañana os traeremos a vuestros hijos.
Ambos asintieron y entraron lentamente en la habitación, primero entró Brown que fue directo hacia Lasia. Gold entró y miró hacia la cama de Sapphire, allí estaba, su maravillosa chica, con su preciosa melena de color zafiro durmiendo en la cama... Y su corazón dio un vuelco, ya nada mas importaba, por que estaba junto a ella, le acarició la frente con el hocico y se sentó en el sillón junto a su cama, apoyando la cabeza en el colchón, mirándola, casi todos sus miedos se desvanecieron, ella estaba bien.
. . .
Gold despertó sintiendo que le acariciaban el pelo, se había quedado dormido en el sillón, cuando abrió los ojos y vio a Sapphire acariciándole, se acerco a ella y la besó. Ella le hizo una seña para que se acercase en silencio y el pudo ver en sus brazos al pequeño Jade, un bebe unicornio que tenia el color de su padre y la melena de su madre, en colores mas pálidos, durmiendo plácidamente. Ahora si que podía decir, que todo estaba bien y que había formado su propia familia, su padre, estaría orgulloso de él.
Este no es un buen ejemplo de texto bien redactado ya que está diseñado para ser traducido.
aqui os dejo un extra [non pony related] de un texto mas reciente que escribí:
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