[/url]Hola bronies y lectores.
Este es un one-shot que se me ocurrió mientras leía el fanfic de “La segunda vida de Eclipse y Aurora”, en dicho fic Spike se marcha de Equestria y se va a vivir con los dragones. Sin embargo, en esta historia Twilight es retenida en el país de los dragones.
Normalmente suelo publicar en fanfiction. Algunos quizás ya me conozcan, pero esta es la primera vez que publicó en este foro.
El fanfic está narrado mediante distintos narradores protagonistas.
EL SECUESTRO DE TWILIGHT
Capítulo 1
SECUESTRO
NARRADOR PROTAGONISTA, POR TWILIGHT
No sé por dónde empezar. Tengo la sensación de estar viviendo una pesadilla. Ya llevó tres días encerrada en una sucia y enorme celda, la cual forma parte de las mazmorras del palacio de Draconen, el país de los dragones. ¿Cómo llegué aquí? Me secuestraron, acusándome de un crimen que no había cometido.
Todo comenzó el martes. Mis amigas y yo fuimos a ver la emigración de los dragones. Uno de ellos me vio discutiendo con Spike, en realidad no fue nada serio, simplemente mi compañero había traído un poco de ponche para la ocasión, pero tropezó y me lo volcó encima, poniéndome la ponchera por sombrero, le llamé la atención. A veces pienso que regañó demasiado a Spike, pero me estoy desviando de la historia. Mi observador era el consejero o algo así del rey Magma, el soberano de este país. Al verme aquel gigantesco reptil fue directo a por mí, me agarró con una de sus garras; mis amigas intentaron ayudarme pero no pudieron hacer nada. Mi raptor se separó del resto de su raza. Durante un tiempo Dash persiguió a mi secuestrador, pero de pronto él se volvió y le dio un fuerte golpe con su enorme cola. Mediante un hechizo de teletrasporte logre zafarme temporalmente del dragón y acudí en ayuda a mi amiga, pero el reptil tomó a Dash del cuello con una de sus garras, y me amenazó con matarla si no me entregaba a él. No tuve elección, me vi obligada a entregarme para que no matase a Rainbow, podría haber intentado huir con un segundo teletransporte, pero entonces seguramente Dashie hubiese muerto.
Mi raptor soltó a mi amiga pegaso y me tomó entre sus garras. Me dijo que si volvía a intentar escapar alguna ciudad de Equestria lo pagaría. Le pregunté que por qué me hacía esto, y me contestó “Porque has incumplido el tratado. Debes ser juzgada por ello en el país de Draconem”, no entendí está respuesta. ¿El tratado? ¿De qué me estaba hablando? Fui llevada a presencia del rey dragón, fue entonces cuando vi mejor a mi raptor. Era un dragón volador, de piel rojo sangre, con escamas negras, sus garras y ojos eran de color marrón oscuro. El rey era un dragón serpiente; de piel dorada con escamas plateadas, y garras grises. Me recordaba un poco a la Diosa-alicornio Artemisa, porque normalmente se la representa con el lomo dorado y las crines plateadas, aunque nadie sabe su aspecto real. Me enteré entonces de que mi raptor se llamaba Arquímedes, él me acuso de mantener esclavizado a un niño dragón; por la descripción que dio supe que se refería a Spike. El soberano, de nombre Magma, me dijo que la acusación contra mí era muy grave, porque suponía la ruptura del Tratado de Everfree. Le respondí que no entendía la acusación, que Spike y yo éramos como hermanos, y que no sabía de qué tratado me estaba hablando. Arquímedes me acusó de mentir e insistió en que debía ser condenada a la pena máxima. El monarca me miró y me preguntó si tenía algo que añadir; contesté que Arquímedes me había secuestrado, que mi detención era ilegal, insistí de nuevo en que nunca había maltratado a Spike, y negué saber nada de ningún tratado. Magma suspiró, reconoció que mi detención no era del todo legal, pero mi caso debía juzgarse y mientras tanto permanecería retenida. El monarca me aseguró que se daría aviso a las autoridades equestrianas sobre mi arresto.
Seguidamente fue conducida a los calabozos, allí me metieron en una enorme celda. El colchón estaba cubierto de gemas, no podía dormir sobre él. Uno de los carceleros se burló de mí diciéndome “Pues duerme en el suelo”. ¿Qué remedió? Tuve que dormir directamente en el suelo, así ya llevó tres días. Me colocaron un collar en el cuello, que anulaba mis poderes, esta hecho de una aleación de plomo, estaño, antimonio y cobre, que se usa para repeler la magia; tiene un cierre con cerradura que solo se abre con una llave.
Estoy escribiendo con mi casco delantero izquierdo, por lo que mi caligrafía es un desastre.
Durante todo este tiempo mis carceleros me han interrogado a lo bestia. Me han golpeado, retorcido mis extremidades, incluso me han hecho un esquince en mi casco delantero derecho; pero lo peor es que hoy, hace tan solo unos minutos y antes de devolverme a la celda, me penetraron con un consolador, con tanta fuerza que incluso me desgarraron la zona vaginal. He perdido mucha sangre, puede que no sobreviva, notó que se me nubla la vista, no puedo…
DÍA 4 DE MI ARRESTO
Desperté en una cama de hospital, también rellena de gemas, por lo que me duele la espalda. No sé exactamente que me sucedió. Lo último que recuerdo es que me estaba desangrando cuando me desmayé. Al despertar vi a un dragón a mi lado. Él tenía la piel azul cielo, sus escamas y garras eran marrón oscuros y sus ojos azul marino. El reptil me miró con lástima. Me explico que él y el rey me habían visitado en las mazmorras, al ver mi estado el soberano ordenó que recibiese atención médica.
—Señorita Sparkle. Soy Neptuno. El médico le ha curado sus heridas, pero ha dicho que deberá estar ingresada durante dos o tres días hasta que le retiren los puntos que le han dado en su vagina. Lo crea o no, el rey no tuvo nada que ver con lo sucedido en las mazmorras, esos miserables tenían que interrogarla pero no torturarla, se propasaron, pero han sido arrestados y serán sometidos a una investigación.
—¿Quién es realmente usted?
—Ha sido sometida a arresto domiciliario. Cuando le den el alta se vendrá conmigo a mi casa, vivo con mis dos hermanos pero nos apañaremos. El rey confía en que estando en nuestra compañía no sufrirá más malos tratos.
—O sea que usted es mi nuevo carcelero.
—Técnicamente sí, pero prefiero que me consideré su anfitrión. Ni mis hermanos ni yo le permitiremos abandonar el país, pero la trataremos con respeto. No todos los dragones somos unos brutos, como los tipejos de la mazmorra.
—Fui arrestada ilegalmente y por error.
—A mí no tiene que convencerme, convenza al juez. Ahora será mejor que descanse acaba de despertar de la anestesia.
—¿Me anestesiaron?
—Claro, ya le dije que tuvieron que darla puntos, no iban a ponérselos sin anestesia.
DÍA 7 DE MI ARRESTO
Ayer salí del hospital y me trasladaron a mi nueva residencia. Allí conocí a los hermanos de Neptuno, eran dos. Un dragón macho de piel verde con escamas y garras marrones, sus ojos eran verde azulado, respondía por Urano; el último era una dragona, de piel amarilla claro, con escamas rojas, garras rojo oscuro y ojos azules; respondía por Minerva. Urano me explicó que eran trillizos porque habían nacido del mismo huevo, algo muy raro en su especie. La dragona me comentó que todos los colchones de la casa estaban rellenos de gemas, pero podía dormir en el sofá del salón. Para mi alimentación ella había conseguido algunas frutas y verduras, lo cual era un alivio porque en la mazmorra y en el hospital, solo me alimenté de gachas.
—Supongo que tiene usted muchas preguntas, señorita poni—intervino Minerva.
—Me llamó Twlight Sparkle, y sí tengo preguntas. ¿Por qué me han secuestrado? ¿Por qué me retienen en este país? ¿Por qué me han confiado a ustedes? ¿Qué es el Tratado de Everfree?
Los tres dragones rieron. Urano me respondió “Esas son muchas preguntas, pero la más importante es la última. Puesto que la arrestaron por incumplir el tratado”. El dragón verde miró a sus hermanos, seguidamente los tres me condujeron al salón, en donde yo dormiría. Allí Urano empezó a explicármelo todo, no daba crédito a sus palabras.
Hacía 2000 años Equestria y Draconem se habían enfrentado en una guerra, que provocó la muerte de varios dragones y ponis. Después de 2 años de luchas, la princesa Celestia y el rey Magma firmaron un tratado de paz. Esta amnistía fue firmada en el centro del bosque Everfree, de ahí su nombre “Tratado de Everfree”. Según este acuerdo los ponis no podían esclavizar a los dragones y viceversa. A mí se me acusaba de mantener esclavizado y secuestrado a Spike, y según el tratado debía ser juzgada en Draconem. Les pregunté qué pasaría conmigo si me declaraban culpable; Minerva me respondió que ella y sus hermanos no eran abogados, pero lo más probable era que o me condenaran a muerte, o me mantuviesen arrestada sin permitirme regresar nunca a mi país. Neptuno se acercó a mí y me dijo; “la pena de muerte es improbable, lo más seguro es que te obliguen a permanecer en el país, tú abogado podría solicitar lo que aquí llamamos arresto nacional, significa que vivirías en este Estado como ciudadana, pero nunca podrías volver a Equestria”.
Me asustaron las palabras de mis nuevos carceleros. Además me surgieron muchas dudas. Si realmente hubo una guerra hace 2000 años, entonces ¿Cómo es los equestrianos ignorábamos dicho conflicto? ¿Las princesas nos lo ocultaron? ¿Por qué? Sin embargo, lo que más me aterraba era saber que podían llegar a ejecutarme, o a retenerme en el país; en ambos casos nunca volvería a ver a mis amigas ni familiares. Puede que Neptuno notase mis temores porque me dijo “El juicio es inevitable, pero haremos todo lo que podamos para que te declaren inocente, aunque solo sea por evitar un nuevo conflicto entre nuestros países”.
NEPTUNO
Tanto mis hermanos como yo dudábamos de la culpabilidad de la yegua. No parecía una mala persona, aunque la maldad tiene muchos rostros. Sin embargo, lo que se había hecho con aquella poni era una injusticia, impropia de los valores de nuestro reino. Su detención se había producido de forma ilegal, a modo de secuestro; además había sido maltratada y violada por nuestra raza. En el hospital ya me informaron de que la chica ingresó con un desgarramiento vaginal. No paraba de pensar en los miserables que violentaron a la poni en las mazmorras ¿Qué habría sido de ellos? La Constitución prohíbe las torturas a prisioneros, salvo si estás son autorizadas previamente por un tribunal o por su majestad, pero hay límites que no puede autorizarlos nadie, ni siguiera el rey; y la violación es uno de esos límites. No se puede violar a una prisionera, ni tampoco se permite la abrasión, ni privar a nadie de sus sentidos o amputarle uno de sus miembros; todo esto es tan ilegal, que ni siguiera el rey puede autorizarlo.
Un rato después, por encargo de mi hermana, fui a comprar un colchón de lana; como los que usan algunos ciudadanos y turistas grifos, en el país hay una minoría de población grifo, son muy pocos, menos del 5% de los habitantes, pero si nacen en el país y están inscritos en el registro civil tienen los mismos derechos y obligaciones que los dragones. Minerva pensó que este tipo de colchón se adaptaría mejor a Twilight, y aceptó. Lo único malo es que la compra me costó 920 lavas, la lava era el moneda oficial, como no tenía tanto dinero pague 340 como entrada y deje el resto a deber; la diferencia era de 580, que tendría que abonar en 4 plazos, me cobrarían cada mes 145 mensuales hasta saldar la deuda. En la casa teníamos sabanas, mantas y almohadas sobrantes, con todo ello montamos una cama para nuestra nueva “huésped”. La comida fue otra dificultad, todos nosotros cocinábamos pero a mí se me daba mejor que a Urano y a Minerva, no obstante normalmente solo nos dedicábamos a la carne, no estábamos acostumbrados a cocinar menús vegetarianos; conseguí un libro de cocina vegetariana, y comencé a trabajar con él. A mi hermana le gustó pero a Urano y a mí no.
URANO
Mientras mi hermano se marchaba de casa para ir a comprar un colchón para Twilight, Minerva se dirigió al palacio real para intentar solicitar una audiencia con el rey, nos habían ordenado que como mínimo uno de nosotros debía estar siempre con ella, no podíamos dejarla sola. Por tanto me quedé solo en casa con la señorita Sparkle, ella mi miraba con desconfianza, normal después de lo que le habían hecho. Le explique que no la permitiríamos abandonar la casa, pero que no tenía que temernos. No teníamos intención de hacerla daño.
Twilight me preguntó quiénes éramos realmente. Le dije que mis hermanos y yo pertenecemos a una familia aristocrática muy cercana a la corona. Sin embargo, la aristocracia de este país es educada con mucha severidad. Cuando un noble nace hasta los 12 años se cría con sus padres, pero a partir de su duodécimo cumpleaños los aristócratas son educados por una familia de plebeyos, de la total confianza de dichos progenitores, y a los 18 deben hacer el servicio militar. De esta manera se intenta que los gobernantes aprendan a valorar el trabajo físico. Después del periodo del ejército se recibe la formación universitaria. Sin embargo, lo más polémico del sistema, es que nadie, ni siguiera la plebe, pueda ser reconocido como heredero de sus padres hasta que estos así lo determinen. En el caso de los plebeyos con la autorización paterna es suficiente, pero a la nobleza a de autorizarles tanto los padres como el rey. Mis hermanos y yo somos aristócratas de nacimiento, pero hasta que no seamos formalmente nombrados como herederos de nuestra familia, se nos considerara plebeyos, aunque lo que nos interesa es nuestra herencia; lo de ser plebeyos no tiene importancia, más del 80% del país lo es. Además hemos pasado “media vida” viviendo con una familia de ganaderos. En este país la ganadería es muy importante, porque aunque los dragones podemos comer vegetales y rocas minerales, somos mayormente carnívoros. Lo que más nos gusta son las vacas, los corderos y los cerdos.
MINERVA
Desde mi casa hasta el palacio real hay unos tres kilómetros, pero eso no es nada si se va volando, pero solo empleé mis alas hasta el kilometro dos, el resto lo hice caminando. Me gusta ver la ciudad desde el aire, pero también callejear. Los habitantes de este país tienen un tamaño medio de 5 metros de altura, por eso nuestros edificios son muy grandes en comparación con otros países. Mis hermanos y yo no somos tan enormes, apenas alcanzamos dos metros y medio, 2,60 en el caso de Urano. Se nos considera bajitos lo cual le atormenta a Neptuno, pero estaba hablando de la ciudad. Nuestras casas normalmente son viviendas individuales, los materiales más empleados en nuestros edificios son el mármol y el hierro inoxidable; las ventanas normalmente son de vidrio, pero en ocasiones se emplea el rubí. De hecho, el que un edificio tenga ventanas de rubí es un signo de distinción y prestigio, aunque personalmente no lo veo práctico, la visibilidad es peor que con el vidrio. Las calles están muy centralizadas unas con otras. En los colegios la disciplina es muy severa. Se obliga a los niños a estudiar técnicas de lucha desde los 10 años, así están más capacitados para su posterior servicio militar a los 18. Creo que es un error obligar a unos niños a luchar, posiblemente sea por eso por lo que nuestra raza tiene mala fama, y seguramente también ese es el motivo que muchos dragones tengan un carácter violento.
En nuestro sistema judicial todo ciudadano debe ser juzgado por un jurado popular. La población se divide entre plebeyos y nobles, pero estos tienen los mismos derechos y obligaciones; la nobleza suele ser económicamente más rica pero se la acostumbra a trabajar desde muy joven, la ociosidad no está bien vista. Si un ciudadano no tiene un trabajo de pago, debe dedicarse a estudiar o participar en alguna ONG o en cualquier actividad física, deportiva o intelectual. Hay un grupo especial: los sin nombre, son personas que por haber cometido algún delito grave se les declara fuera de raza, es decir, no tienen derecho a nada y todo el mundo les margina. El problema del sistema, es que al nacer se hereda el estatus de los padres, el hijo de un fuera de raza es un sin nombre, el de un noble es un aristócrata, etc. He visto muchos casos de sin nombre, que lo son por el mero hecho de ser vástagos de unos padres que también lo son, pobres niños. Es injusto que un pequeño tenga que pagar por los errores de sus padres.
Llegué al palacio, donde fui recibido por Arquímedes. No me gusta mucho; hace dos años mis hermanos y yo presentamos un proyecto de ley, para conceder la condición de ciudadanos a los fuera de raza que lo fuesen por nacimiento; al principio el proyecto tuvo buena aceptación en el Parlamento, pero él se opuso y convenció al rey y a otros aristócratas de que se negasen a sacar adelante la nueva ley.
Su majestad me recibió a solas en la sala del trono. Hice una respetuosa reverencia pero él se limitó a abrazarme, me dijo que se temía el motivo de mi visita, y me platicó “Sin duda estás aquí por la unicornio procedente de Equestria”, a lo que le respondí “Sí, su majestad. Con todo respeto, esa chica fue raptada de su país y torturada en el nuestro. Ni siguiera se ha demostrado su culpabilidad. Merece que la liberéis y la devolváis a su casa”. Había hablado sin rodeos. El soberano me miró fijamente, como si me estuviera analizando, de pronto me contestó “A estas alturas ya es tarde para liberarla sin más. He mandado un emisario a la princesa Celestia de Equestria, además he dado orden de organizar un juicio. Twilight Sparkle será juzgara en unos días” Le pregunté al rey que por qué nos había entregado a la prisionera a mis hermanos y yo. Me respondió que volver a encarcelarla era arriesgado, porque podría ser violentada de nuevo, especialmente porque los que habían vivido la guerra todavía guardaban mucho odio a los ponis, pero, Urano, Neptuno y una servidora no vivimos el conflicto, y aparte teníamos un carácter muy pacifico, la chica estaría segura con nosotros. Está respuesta no me terminó de convencer, perdí la paciencia y estalle “Majestad, esto es una vergüenza. ¿Desde cuándo nos dedicamos a raptar yeguas? ¿Desde cuándo se permiten las torturas a los prisioneros? La presunta víctima de la señorita Sparkle ni siguiera ha prestado declaración”. Pensé que el rey me castigaría por ser tan directa y hablarle en ese tono, me miró con furia, pero de pronto su expresión se relajó y me dijo “Tienes carácter, niña. Mejor empléalo en algo productivo, como el conseguir un abogado para Twilight. Aun no he podido buscar ningún letrado, tú te encargarás. Deberías ser más cuidadosa con la persona que puede aceptar o negarse, que tus hermanos y tú recibáis el legado de vuestros padres”. Genial, ahora me tocaba buscar un abogado ¿Y quién lo iba a pagar? ¿Yo? ¿Con qué dinero? Tuve que limitarme a obedecer ¿Qué otra opción tenía? Regresé a casa enfadada, para entonces Neptuno ya había organizado una cama para Twilight, mediante un colchón que colocamos en un cuarto de estar. Informe a mis hermanos y la poni de mi conversación con el rey.
TWILIGHT
Había pasado una semana desde que me mudé a la casa de los tres dragones. Ellos se portaban bien conmigo; pero a veces les respondía enfadada, porque aunque me tratasen con amabilidad me mantenían retenida. Seguía llevando el collar que inmovilizaba mi magia, en una ocasión intente forzar la cerradura con un cuchillo, Minerva me descubrió y me llamó la atención diciendo “Deja de hacer eso ahora mismo, o tendré que atarte y no quiero tener que hacerlo. Además desde aquí no puedes teletransporte a Equestria, es demasiada distancia. Y la guardia detectaría tu olor si huyeses, no dudes que te perseguirían. Mejor que no les pongas a prueba a los soldados dragón, no sabes de lo que son capaces”. Le di la razón, mi país estaba demasiado lejos para una teletransportación. Además ¿Adónde iría? ¿A Ponyville? ¿A Canterlot? ¿Y si me perseguían hasta allí y atacaban la ciudad? No podía arriesgarme a poner a inocentes en peligro. Dejé el cuchillo en su sitio y miré a la dragona quién me miró con enfado, pero de pronto su rostro se relajó y suspiro “Mira, Twilight, si por mi fuera te llevaría a Equestria ahora mismo, pero no estoy autorizada. Si quieres marcharte ha de ser por la vía legal”.
NEPTUNO.
Por increíble que parezca desde que Twilight llegó a la casa, mis hermanos y yo tuvimos que asumir todos sus gastos; desde la compra de su colchón, pasando por su alimentación y demás hasta el coste de su abogado. Nuestro padre y la corona se negaron a poner ni un céntimo. Minerva era profesora de primaria, Urano trabajaba en auxiliar administrativo en un ayuntamiento; y yo trabajaba en una granja de ganado vacuno, donde mis hermanos y yo nos criamos a partir de los 12 años. Sin embargo, aun juntando los tres salarios lo teníamos difícil para pagar al letrado de Twilight. Como no la podíamos dejar sola tuvimos que turnarnos entre nosotros, para que mientras dos se iban a trabajar el tercero se quedase con ella, como yo era el que más fácil lo tenía me quedé con la poni la mayoría de las veces. En la granja me conocían y comprendía mi situación, pero Minerva tenía que responder ante sus alumnos, los padres de ellos y el claustro de profesores; y Urano tampoco lo tenía fácil, la administración es muy estricta con sus funcionarios.
Nuestra madre estaba de vacaciones en el reino grifo, se marchó dos días antes del rapto de Twilight, y no regresaría hasta dentro de varias semanas, Urano había sugerido escribirla contándole todo lo que estaba pasando, pero al final preferimos no hacerlo, ella se merecía tener unas vacaciones tranquilas, ya se enteraría de todo al volver a casa.
TWILIGHT
Al octavo día me pasó algo sorprendente, me visitó la princesa Celestia. Ella saludó de mala gana a los tres dragones, y les llamó “carceleros”, este adjetivo les molestó a los tres especialmente a Urano, el cual se encaró con la princesa y grito “¿Carceleros? Nosotros no pedimos que la señorita Sparkle viniese aquí, nos la endosaron porque sí, porque al rey le dio la gana, ni siguiera nos consultaron. Espero que Equestria nos pagué sus gastos, porque el abogado de la señorita no trabaja gratis”. Minerva intervino de pronto poniéndose entre su hermano y la princesa. Seguidamente nos hizo pasar a esta última y a mí al salón, donde mantuvimos una conversación, la cual expongo aquí.
—Twilight, estaba muy preocupada. Rainbow Dash me dijo que un dragón te había secuestrado, pero no sabíamos dónde estabas. Luna y yo enviamos patrullas de pegasos para que investigasen a los dragones equestrianos, pero con discreción. Dos días después se presentó un emisario de este reino en el palacio de Canterlot, nos informó de tu situación. Al principio pensé en ocultarle todo a tu familia, pero tenían derecho a saberlo. Tus padres, tu hermano, Cadence, tus amigas… todos están muy preocupados y nerviosos. De algún modo el suceso se filtró a la prensa; toda Equestria está aterrada, los padres tienen miedo de que sus hijos salgan a la calle, por temor a que los rapten como hicieron contigo.
—Princesa... lléveme a casa, por favor.
—No es tan sencillo. Estoy negociando tu liberación, pero va a tardar un tiempo.
—¿Un tiempo? ¿Quiere decir que me va a abandonar aquí?
—Twilight, no puedo liberarte a la fuerza. Si lo hiciera las relaciones entre Equestria y Draconem se desmoronarían, eso no es conveniente para ninguno de los dos países.
—Pero no puede dejarme aquí. Quieren juzgarme.
—Exacto. En el juicio demostrarás tu inocencia. Spike testificará a tu favor y yo también. En cuanto te declaren inocente podrás regresar a Ponyville.
—¡Que gracia! ¿Y si me declaran culpable?
—Si se diera el caso pagaré un rescate por ti.
—No puedo creer que me visité para decirme que me abandona aquí.
—Toda nuestra familia quería venir conmigo y también tus amigas, pero solo a mí se me permitió visitarte. En esta casa estás a salvo, no trates de fugarte o la fiscalía usará tu fuga en tu contra.
—¿Sabe lo que me hicieron cuándo llegué aquí?
—¿Lo sucedido en la mazmorra? Sí, lo sé. El rey dragón me informó. Aquellos miserables ya fueron detenidos; se hizo una investigación sobre ellos, al parecer no has sido su única víctima; pero ya están siendo juzgados por sus crímenes.
—No puedo creer que me abandoné a mi suerte.
—No te abandonó. Cumplo con mis responsabilidades de princesa, saldrás de aquí por la vía legal.
—Y otra cosa. ¿Qué es todo eso de una guerra ocurrida entre Equestria y este país hace 2000 años?
—… Es tarde, tengo que irme.
—Maestra, no puede dejarme con la duda.
Celestia se encamino a la salida, pero Twilight la bloqueó la puerta.
—Twilight, déjame pasar.
—Respóndame antes.
—Por favor, no me preguntes eso.
—¡RESPÓNDAME!
—… Ah, sea. La guerra se llevó a cabo 500 años después de la fundación de Equestria, es decir, hace 2000 años. Luna era muy pequeña, casi una bebe, y yo eran una adolescente que había subido al trono al morir mi padre. Consideraba primitivos a los dragones, pensé que toda Equestria podría enriquecerse con la conquista de este país, asique…
—¿Les invadisteis?
—Sí. Fue un grave error, que provocó la muerte de varios ponis y dragones. Equestria estuvo a punto de ser destruida; y Luna… ella… estuvo a punto de morir. Fue entonces cuando me di cuenta de que debía intentar detener la guerra. Firme un tratado de paz. Para intentar superar mi dolor al cabo de un año mandé destruir todas las pruebas y evidencias del conflicto, como mi hermana era muy pequeña le oculte todo. Ella no sabe nada, jamás he tenido el valor de confesárselo.
No daba crédito a lo que oía. ¿Mi maestra había provocado la guerra? Vi que sus ojos se llenaron de lágrimas.
—Perdóname, Twilight. Por mi culpa Equestria sufrió, y ahora tú estás pagado por mis crímenes.
De pronto oí tres poderosos rugidos, entonces comprendí lo que pasaba. Los dragones tienen el sentido de la audición muy desarrollado, lo habían oído todo. De pronto se abrió la puerta y entraron los tres reptiles, quienes miraban a Celestia con cara de odio.
—¡USTED! ¡USTED PROVOCÓ LA GUERRA! ¡ASESINA!—gritó Neptuno, quien se abalanzó sobre mi maestra y la agarró del cuello.
Vi como mi mentora comenzaba a ahogarse, le faltaba el aire y no tenía fuerza para usar la magia, intenté ayudarla pero Urano me sujetó, no me hacía daño pero me tenía inmovilizada, y aun llevaba puesto el collar anti-magia. Celestia estaba empezando a ponerse roja, parecía a punto de perder el conocimiento, pero de pronto para sorpresa de todos Minerva golpeo a su hermano lanzándole al suelo y haciendo que soltase a la princesa.
—¡Minerva! ¿Qué estás haciendo?—preguntó Neptuno.
—Aunque está alicornio sea una miserable este no es camino correcto. ¿Quieres convertirte en un asesino? No te lo permitiré.
MINERVA
Personalmente no me importaba lo que le pasase a la maldita alicornio blanca, pero no iba a permitir que mis hermanos y yo cometiésemos un asesinato. Mire a Celestia que estaba paralizada en el suelo y jadeaba. La dije que se fuese ahora que aun podía hacerlo, que era culpa suya todo lo sucedido, incluido el rapto de Twilight. La maldita yegua se miró a Urano, que aun tenía sujeta a Twilight, volví la vista a mi hermano y le dije que soltase a la señorita Sparkle, él la soltó. Celestia se marchó lentamente del salón, nos suplicó que no le hiciésemos daño a Twilight, le aseguré que la unicornio a no sufriría ningún daño por parte nuestra, tras marcharse a la señorita Sparkle se le llenaron los ojos de lágrimas y se marchó a su habitación, me fui tras ella.
EL REY MAGMA
La detención de Twilight Sparkle provocó mucha tensión entre el gobierno y la nobleza. Algunos afirmaban que se había cometido un secuestro, y este tendría consecuencias para las relaciones con Equestria. Otros, entre ellos Arquímedes, afirmaban que ya iba siendo hora de escarmentar a los equinos y tomar Equestria. Arquímedes hizo las siguientes declaraciones en pleno Parlamento, donde estábamos reunidos más de 300 dragones, “Majestad y señorías, ¿No es tiempo ya de reclamar los territorios que nos pertenecen? Firmamos una amnistía con Equestria hace 2000 años ¿Y para qué? Para que los dragones que residen en la tierra de los ponis vivan como siervos ¿Hasta cuándo vamos a tolerar tanta humillación? Sometamos a todos los equinos, y los que no quieran jurarnos fidelidad que paguen las consecuencias”. Uno de los nobles se levanto y se encaró con Arquímedes. “¿Habrás de una guerra? La guerra es el mayor azote contra la libertad, no lo olvides. ¿A quién confiaríais la responsabilidad de la guerra? A los que quieren perdernos, supongo. Tú has provocado todo esto, tú secuestraste a una pobre muchacha equina, cuya supuesta víctima ni siguiera ha prestado declaración. ¿Quieres que se repita el conflicto de hace 2000 años? ¿No sufrimos bastante por aquel entonces? Majestad, este hombre está loco. Nos llevará a la aniquilación, expulsarle de este sagrado órgano” Estas declaraciones produjeron muchos comentarios, tanto a favor como en contra de ambas partes. El que había hablado en contra de Arquímedes era Ceniza; se trataba de un dragón de piel gris, escamas negras, garras rojo oscuro y ojos azules.
Fue una reunión agotadora. No se llegó a ningún acuerdo. Neptuno y sus hermanos me habían pasado informes positivos sobre la detenida. Cada vez estaba más dudoso sobre su culpabilidad pero ¿Qué iba a hacer? ¿Liberarla? Ya no podía, ahora su caso lo llevaba un tribunal.
FIN DEL CAPÍTULO 1
Hola bronies y lectores.
AVISO PARA LOS LECTORES
Lamentablemente soy nuevo en el foro. Todavía no controlo bien las opciones de publicación, he cerrado accidentalmente el capítulo 2, se puede leer pero no comentar. Por ahora, no subiré más episodios a este foro hasta que no haya aprendido a manejar las opciones de publicación. Si quieren leer el resto de la historia busquenla en fanfiction.net. Recuerden que si quieren enviarme algún review tendrán que hacerse un cuenta en fanfiction; también pueden enviarme un comentario anonimo sin cuenta pero entonces no podré responderles.
Título: "El secuestro de Twilight"
Autor: Scrittore Passine.
En principio está historia iba a ser un one-shot, pero como se alargaba decidí dividirla en varios capítulos. Por ahora el fic de Trixie estará parado hasta terminar esta historia, pero lo terminaré, no se preocupen.
Espero que está historia sea de su agrado.
Los nombres de Neptuno, Minerva y Urano son nombres de dioses de la mitología romana. Me encantan los nombres de los dioses romanos y griegos.
Por favor, dejen sus reviews.
Un saludo.
Nos leemos.
