[Aventura] Nunca es tarde para cambiar
Publicado: 08 Oct 2014, 13:38
por Joypad_Console
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Días antes de registrarme el en foro, me levanté de la cama con una historia dentro de mi cabeza. Tenía la premisa, el transcurso, y hasta el final planeado de a saber donde. Considerando que valía la pena compartirla, decidí publicarla en fanfiction.net, estableciéndome un ritmo que me permita ir terminando los capítulos sin prisa pero sin pausa.
Sin más dilación, os presento la sinopsis y el prólogo para que valoreis la impresión que os ha dado. Si es bienvenida, entonces avisaré por aquí cada vez que termine un capítulo.
PD: se busca ilustrador para la portada.
Nunca es tarde para cambiar
Sinopsis: Cuttercloud es un pegaso de coloración blanca y azul semejante al del propio cielo, y un orgulloso miembro de la administración climatológica de Equestria. Siendo su marca la de un cúmulo regando un campo de cultivo, el quiere usar su talento para acabar con el hambre en todo el reino, y hacer que crezca el alimento allá donde haya un potro sin nada que llevarse al estómago.
Spoiler:
La esperanza vuela
Faltaba poco para el invierno, y el joven alado estaba supervisando que los nimbos llovieran de forma equilibrada. Se estaba tomando su función muy en serio, pues en el pueblo apartado como en el que se encontraba ahora, esa útima cosecha de temporada era importante, ya que la necesitaban para poder soportar meses de nevadas con fuerte tendencia a cortar las principales vías de comunicación.
Cuando un zona es muy propensa a la magia, esta puede concentrarse en fosas subterráneas, y se canaliza para manifestarse físicamente. Pero si no dispone de una salida a modo de válvula, la presión hace que estalle hacía el exterior violéntamente a temperaturas muy altas, en un efecto conocido como "volcán de magia".
No hacía falta volar para ver el humo mágico vaporizándose, indicando que en la montaña de la que surgía estaba ocurriendo eso, lo cual era visible por los habitantes de la zona, e incluso los unicornios dedicados al estudio de la magia lo encontraban fascinante. Se había enviado un grupo para suavizar el impacto ambiental del volcán, cosa que ya se había logrado con éxito en otras ocasiones. Esto se conseguía gracias a la colaboración de los perros diamante, que excavaban manuálmente las fugas de presión para que esta no llegara a niveles violentos. Sin embargo, estaban teniendo problemas dada la antigüedad de la montaña, cuya formación mineral constaba de componentes dificiles de tunelar.
Pero a pesar de que las contínuas inspecciones indicaban que habría tiempo de sobra para terminar, no fué así...
El sonido de una fuerte explosión llamó la atención de Cuttercloud, que al levantar la mirada miró con asombro como, desde un lado de la montaña, se formaba una gigantesca fuente natural que dejaba caer un torrente de magia en un estado entre gaseoso y líquido, llegando a parar en una lago. No había motivo para estar preocupado, en pocas horas la concentración mágica se diluiría tanto en el aire como en el agua, y la única consecuencia sería que ahora en la montaña habría una cueva tan grande, que un dragón podría utilizarla como nido.
Fué entonces cuando desde su posición en las alturas se dió cuenta de que las cosas se veían agitadas en el pueblo, de modo que se apresuró a reunirse en la plaza central con la nerviosa muchedumbre. Al llegar vió como el equipo de excavación terminaba de informar al alcalde de la situación actual, así como de la urgencía reflejada en sus rostros. Apresurado pero manteniendo la calma, el dirigente de la comunidad se dirigió a los habitantes desde la tribuna:
-¡No hay tiempo para formalismos. El volcán no supondrá ningún peligro, pero todavía hay perros y ponies terrestres atrapados en las próximidades, de modo que todo el personal autorizado para emergencias debe reunirse de inmediato en el campamento base para recibir instrucciones!-
Durante un segundo, los murmullos de preocupación se apagaron. Y a continuación, cada pony, pegaso, unicornio, perro, grifo, e incluso algún que otro dragón pequeño que estaba de paso, se dirigió a realizar una tarea que contribuyera a ayudar, aún por pequeña que fuera. En medio de todo esto ¿que podía hacer nuestro escueto protagonista? quedarse en el pueblo era perder el tiempo, pues mirando a su alrededor observaba como todo funcionaba como un preciso mecanismo de relojería. Tampoco necesitaba volver a su puesto, sabía que el próximo viento estaba planeado para la noche y los nimbos no se moverían de donde los había dejado. La opción que quedaba era dirigirse al campamento base de la excavación.
El caos allí reinante contrastaba con la organización cuasimecánica de la plaza. De fondo, se escuchaba una banda sonora de retumbos, explosiones y siseos. A pesar de que ya hubiera una fuga de escape para la presión, esta no era lo bastante grande, y en sus cercanías se estaban formando peligrosos geyseres. Afortunádamente, se había logrado establecer un perímetro de seguridad para poner a salvo a los miembros que se rescataban, así como su posterior traslado a una improvisada enfermería.
Mirando a su alrededor, Cuttercloud se fijó en un perro diamante que al parecer estaba dando indicaciones y enviando pegasos y grifos a volar por la zona. Algo nervioso, se acercó para indicar su utilidad.
-Soy de la administración climatológica, he venido a ofrecer asistencia aérea.- se presentó.
-¡Pony, perro, faltan, busca!- dijo el canino agitando la mano en dirección a la montaña mientras rapidamente pasaba a otro pegaso y le repetía lo mismo.
El tiempo apremiaba como para quedarse a preguntar detalles, así que Cuttercloud tendría que preguntar la descripción de los desaparecidos a alguien allí arriba. De modo que emprendió el vuelo buscando alguna referencia desde la que seguir a continuación, cuando una voz familiar sonó detrás suya.
-¡Cutter, eras el único que faltaba por venir!- uno de sus compañeros de oficio le recibía, mientras el superior al cargo explicaba el plan de acción.
-Muy bien equipo, se ha conseguido evacuar a casi todo el mundo salvo a una yegua y un perro diamante que no han sido localizados en los sectores registrados- El sonido de una ligera explosión le exigió una pausa momentánea. -Falta por registrar la zona cercana a la cascada que se ha formado, de modo que nos dividiremos en grupos de 3 componentes. No solo debemos abarcar terreno, sino que, de ser necesario, uno de esos 3 deberá estar disponible para pedir refuerzos ¿alguna duda?-
-¿De cuanto tiempo disponemos?- preguntó uno entre la pequeña multitud.
-Lo peor ya ha pasado, sobra decir que extremeis la precaución con los chorros si no quereis llevaros una buena quemadura.-
Unos minutos después, nuestro personaje blanquiazul registraba la zona designada, junto a un grifo cuya vista de águila favorecería la búsqueda, y una robusta compañera que pudiera cargar con alguien en caso de ser necesario. Cuttercloud haría las veces de auxiliar médico.
Lo que parecía una situación controlada empezaba a ser preocupante, dado que no había rastro de los desaparecidos restantes y el sol comenzaba a caer, no podían permitirse cancelar las ráfagas de viento de esa, dado que el resultado de la cosecha dependía del horario climatológico designado, por lo que habría que detener la búsqueda hasta el día siguiente, reduciendo las posibilidades de poner a salvo a las víctimas. Todos se empezaban a desesperar ante la impotencia de no poder hacer nada mientras el astro rey se ocultaba en el horizonte, y entonces la bengala brilló.
-¡Allí, justo en el resquicio bajo la cascada!- señalaba el grifo.
Llevaban atrapados allí todo este tiempo, pero nadie podía verlos porque había demasiada luminosidad entre el torrente de magia líquida y los rayos solares que se reflejaban en ella. Al desaparecer estos últimos, se pudo apreciar una brillante señal de SOS exáctamante debajo del punto por el que se iniciaba el vertido, gracias a que los perros diamante siempre tenían la costumbre de llevar una piedra preciosa en sus bolsillos. El grifo fué raudo a informar de la situación y traer consigo ayuda para transportar a los dos miembros, dado que no esperaban encontrarlos tan cerca el uno del otro. Con cuidado, Cuttercloud y la fornida transportista volaron lo mas cerca posible de terreno sólido para evitar el contacto con el líquido, cuya temperatura se iba volviendo sofocante a medida que se acercaban a la improvisada plataforma donde estaban la asustada pony y el perro.
-Dolooor, rotooo- se lamentaba dolorosamente el can, con una extremidad delantera sobre el hombro izquierdo.
-Tranquilo, solo está dislocado, te pondrás bien en cuanto llegues a la enfermería- le tranquilizaba Cuttercloud al tiempo que lo colocaba para ser transportado, mientras la grandullona tranquilizaba a la joven.
-Y... ¿se puede saber como acabasteis aquí?- le preguntaba el auxiliar médico a la pony terrestre momentos después, mientras ambos esperaban a que llegara un transporte capaz de cargar con ella hasta el perímetro de seguridad.
-Habíamos encontrado un depósito de sedimento blando para poder hacer otro túnel, el cuál llegaría a la fuente de presión con mayor facilidad que el que ya estaba en progreso. Pero entonces todo empezó a temblar, y apenas tuvimos algunos segundos en dejarnos caer desde la apertura para evitar que el torrente nos diera de pleno. Si él no llega a sujetarme en la caída, yo...- su voz empezaba a apagarse, ahogada mientras se le formaban lágrimas en la base de los ojos.
Mientras Cuttercloud la consolaba, ambos escucharon un crujido sobre sus cabezas y alzaron la mirada súbitamente. Una fisura se estaba abriendo paso para aumentar el tamaño de la cascada, y cuando un peñasco cayó en trayectoria por delante de ellos, el pegaso no tuvo mas remedio que tomar la decisión de buscar otro sitio en el que esperar al equipo de rescate. No tenía un cuerpo atlético, el peso de la pony no podía compararse a la ligereza de las nubes con las que solía trabajar, lo que provocaba no solo un tránsito lento, sino además descendente. Sabía que a ese paso no llegarían lejos, pero al menos ya no había peligro inmediato, y mientras volaba con la piedra a un lado y la magía líquida al otro, pudo divisar a los refuerzos llegando a lo lejos.
Había sido un día agotador, no veía el momento de echarse sobre un cúmulo blando y cerrar los ojos... ¡cuando de repente el viento nocturno llegó y una violenta ráfaga desplazó a Cuttercloud a la abrasadora magia! Apenas tuvo tiempo de gritar de dolor antes de que ambos se estrellaran en el suelo, con la imagen de un brote vegetal enfrente suya antes de que se hiciera la oscuridad.