LOS CAZADORES DE HISTORIAS (Aventura; Sci-Fi; Historias)

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LOS CAZADORES DE HISTORIAS (Aventura; Sci-Fi; Historias)

Notapor Angelus-Y » 22 Nov 2015, 18:24

Despues de mucho, Mr.Quill ya ha descansado suficiente, y esta listo para doblegar vuestras mas preciadas historias... Este fanfiction nació con el propósito de seguir una linea general, involucrando las historias o fanfics de algunas personas. Es una aventura principalmente con elementos de multiples tipos y que espero sea vuestro agrado. El otro tema con este fanfic lo borraré debido a que he tenido que hacer algunos cambios importantes, ya que como publico tambien en Wattpad esta historia y no era adecuado poner publicidad y demás acerca del foro, por no hacer SPAM, además así podría jugar con mas historias.

LOS CAZADORES DE HISTORIAS



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Muchisimas gracias por la artistaza que hizo este dibujo y seguro algunos conocereis: Taila_Fox. Quiero expresarle mi mas profundo agradecimiento por su duro trabajo y recomiendo encarecidamente que visiteis su DeviantArt: http://yukiko-snowflake.deviantart.com/


Sinopsis:


Cada historia escrita, es un mundo vivo. Cada autor, escribe una obra y esa obra vive, despreocupada, siguiendo la linea descrita por su autor. ¿Pero que hay de aquellos que han sido desterrados, marginados y desechados fuera de la imaginacion y la mente de sus creadores? Nadie lo sabe, salvo ellos mismos, que caen a un lugar entre las historias conocido como el Vacuo y allí, sobre un mar de oscuridad y enfermedad, se alza el castillo de Mr.Quill, la sede de los grandes cazadores de historias. Mr.Quill, el lider de los cazadores, gobierna con mano de hierro su orden de cazadores, luchando contra otros bandos que ansian el poder de las historias. Vive la aventura de los nuevos cazadores, descubriendo el grandioso mundo del Vacuo y las diferentes historias, desentrañando el misterio del lugar.

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Capítulo 1: El visitante.




Hoy llega un nuevo visitante al castillo de Mr.Quill. Una sombra de lo que podría haber llegado a ser esta criatura. Otro "Indefinido" más que se planta a las puertas de esa caótica estructura, en el Vacuo, o también conocido por pocos como "El Entremundo". Los desperdicios, las ideas, los fracasos y lo inimaginable acaba desechado aquí, vagando por ese vacío oscuro, casi sin fin, que se halla entre los mundos escritos.

El visitante acaba allí, delante del enorme portón dorado, tan vacío y triste que no sabe que hacer, tan solo se deja guiar por la obviedad y toca la puerta con ligeros toques. Se oye un forcejeo y un extraño mecanismo de engranaje correr y al abrirse por sendos lados dejando visible solo una pequeña imagen del interior. Al abrirse, el visitante no ve que nadie le reciba.

—Vaya, debes de ser el nuevo —dice una voz. Empieza a ojear sin éxito de un lado para otro, hasta que decide bajar su mirada y encuentra a quien le estaba hablando.

Un pequeño personaje, vestido de negro, algo jorobado y con una máscara metalica, partida en dos, cubriendo su cara.

—Veo que no sabes hablar. —observó el pequeño.

Pero la indefinida sombra solo se dedicaba a seguir escudriñándole con curiosidad, por dentro sentía un pequeño cosquilleo al ver el sombrero que llevaba puesto, una prenda negra alargada con un cascabel al final, como el de un duende. También sintió extrañeza por sus brazos, recubiertos de un metal ambar parecido al dorado portón, pero con piezas brillantes azuladas en las articulaciones y en sus garras.

—¿Te parezco gracioso? A muchos se lo parezco.

La sombra negó lentamente con la cabeza y volvió a su depresiva mirada cabizbaja.

—No me importa que te rías de mí. Y, no, definitivamente no sabes hablar, pero tranquilo, a todos les pasa cuando salen del mar del Vacuo. —el pequeño personaje, de metro diez de altura, se volvió, dejando que la sombra pudiera ver como un tubo metálico, también dorado, ascendía desde la plataforma antigravitatoria circular que lo sostenía, hasta su joroba. —Por favor, entra, sé bienvenido a la morada de Mr.Quill.

Al desplazarse hacia el interior, su aparato mecánico de desplazamiento desprendía un sonido monótono, procedente del motor, para ser exactos. El visitante, con lentitud y timidez, fue entrando en el castillo, deleitando su mirada con el peculiar decorado del interior. Maquinas, tubos recolectores de energía, paredes de piedra, suelos de mármol reflejantes, lámparas de araña y el tenue ruido de los engranajes, ruedas y motores funcionando en perfecta armonía. Una alfombra de tapizado rojizo daba bienvenida al nuevo.

–Esto de aquí es estancia nupcial, las armaduras e instrumentos mecánicos y mágicos son propiedad del señor, por lo que se pide a los nuevos empleados no tocar nada. —explicaba, sin dirigirle la mirada, en su recorrido. — Sígueme hasta el teletransportador. ¡Ah! —exclamó dándose la vuelta. —Perdona, mi nombre es Slivly, por si te lo preguntabas.

Slivly y el nuevo visitante llegaron hasta la parte izquierda de la sala, donde un teletransportador, basado en una plataforma circular, conectada por cables y en cuya periferia se alzaban tres agujas que conectaban entre sí la energía.

—Colocate en el centro, con sumo cuidado...al principio puede que sientas algún calambre, pero nada de que preocuparse. — De forma mecánica, se acercó hasta el pequeño panel del teletransportador, programándolo para el funcionamiento automático. Cada tecla que pulsaba daba lugar a un agradable sonido como las teclas de un piano. —Listo... —Ambos se colocaron y entre las tres agujas empezó a elevarse una elevada carga de energía que se entrecruzó y empezó a envolver a los sujetos, haciéndolos desaparecer al cabo de escasos segundos.


Era como bucear por el agua, el proceso de teletransportación y hacía cosquillas además. Pronto llegaron hasta otra estancia completamente diferente. Se bajaron del segundo teletransportador al cual llegaron, y se toparon con una gran puerta, decorada con hebras de marfil y cristales en forma de rombo. Slivly se aproximó a otro panel al lado de la puerta, e introdujo una contraseña secreta de varias letras. Los cristales de la puerta brillaron fuertemente y la puerta comenzó a abrirse lateralmente, dando lugar a una inmensa sala.

—Esta es la sala del trono...donde yace el gran Mr.Quill. Ponte erguido y ofrece tu aspecto mas duro... —aconsejó el pequeño.

La sala del trono era esplendorosa: Coronada en los extremos por inmensas columnas de superficie de oro, pero en cuyo interior, ya que se avistaba por algunas fisuras de las mismas, se contemplaba un inmenso circuito recorriendo sus entrañas .La alfombra que decoraba la sala esta vez era de color azul cielo y el suelo estaba hecho de un cristal transparente, del cual más allá bajo el visitante y Slivly se contemplaba una red de cables tubos y lo que aparentaban ser generadores cilíndricos que bombeaban energía hacia todos lados, incluso a los circuitos de las columnas. Unas pequeñas escaleras de azul tapizado elevaban hasta el trono, el cual estaba con el respaldo puesto al revés, mirando hacia un cristal blindado que ofrecía bellas vistas al llamado Vacuo, en forma de un inmenso horizonte que daba una mezcla de gélidos colores y luces intermitentes en un denso mar oscuro.

—Mr. Quill, mi señor. Perdonad la interrupción. —dijo con una leve inclinación, juntando sus extremidades metálicas en señal de respeto. —Ha llegado el Indefinido en el que habíais puesto interés.




La sombra miró al frente, y divisó como el trono se giraba lentamente para dar a conocer al feudal de Slivly. Un elegante individuo, sentado con las piernas cruzadas, quien se hallaba leyendo un pequeño libro de tapadera de cuero.




— ¡Ah! El nuevo cazador de fanfics que pedí. He estado observándote.




Lentamente se puso erguido y derecho, levantándose de su recomfortable asiento mullido, ajustándose sus guantes de cuero marrón. El aludido "Mr Quill" llevaba consigo un porte de exaltada elegancia, en especial denotado por sus simples pero refinadas prendas: Un sombrero negro de tres picos, adornado con una pluma roja, que recordaba a antiguos tiempos de mosqueteros y leales sirvientes. Su larga capa oscura, colgada por ambos lados y se unia mediante un precioso broche de color rojo de remates dorados. Su camisa de cuero marrón oscuro, adornado con un anillo de plata sujetado por amarres. Y sus mallas negras adornada con botas marrones, de cuero, para variar.

—Como ya debes saber, mi nombre es Mr.Quill. Soy el viajero del Vacuo, maestro de aquellos despojados de gozar de una historia: Los Indefinidos.

La sombra se quedó un tanto sorprendida, aunque como detallista que era, se fijó en el cinturón oscuro que portaba el señor, y en el cual guardaba algo inusual: Un estoque de pálido metal, quizás plata, metido en su vaina. Por no mencionar que su rostro estaba oculto tras una máscara lisa de metal claro, con dos ojos afilados dibujados en su faz y con dos marcas rojas verticales bajo los mismos, con forma de colmillos.


La sombra no sabía como actuar, hasta que sin querer miró a Slivly y le indicó con disimulo que hiciera una reverencia. Por ello, respondió como se le dijo e inclinó la cabeza.

—Señor, déjeme decirle que el portal está...

— ¡Callate Slivly! Ahora no es el momento, ¡retírate de inmediato! —interrumpió el enmascarado.

—S-Si, señor. Lo siento...—y con pesar se dirigió a otro teletransportador, dejando a maestro y visitante solos.


—Bueno... ¿Por dónde iba? Ah sí, tú eres el llamado antiguamente, Xuroan ¿Te suena ese nombre? —inquirió, pero la sombra no respondió, tan solo negó con la cabeza. —Es mejor así...a partir de ahora, tendrás un propósito, no navegarás sin rumbo, sin nombre, ni sin conciencia por el mar del Vacuo, yo te daré un fin, un destino...

La sombra, agradecida, aunque de forma inconsciente, se inclinó nuevamente.

—A ti...por lo pronto, responderás por el nombre de Runoa. De ahora en adelante, formas parte de los cazadores de historias. Con el propósito de ganar lo que tu escritor nunca te dio... —explicaba con una mano puesta en la espalda.


El visitante se extrañó.


—Es normal que ahora estés confundido, tan solo sientes una profunda depresión y vacío, por lo que te hicieron...poco a poco empezarás a recordar, a sentir más emociones. Pronto.


La sombra se revolvió pero no dijo nada...


—He estado estudiando lo que un día fuiste, y se cómo te vas a sentir, has debido sufrir mucho...pero eso, es tu pasado, yo, y solo yo, te daré lo que ahora careces...Un proposito, tus deseos...

No existía alguna otra causa por la que estar allí, no sentía necesidad, ni desconfianza. Solo dulces palabras salidas de un señor dispuesto a acogerle, que en ese mar de olvido que por siempre hasta ahora ha flotado, hasta que una voz le llamó y la siguió hasta este castillo...su voz.
Se inclinó, dando a afirmar.

—Excelente. Ahora...permíteme que te ofrezca una forma más...definida, a cómo te querrías ser... —Levantando su capa con delicadeza, mientras que abría la otra mano, hizo levitar su estoque, desenvainándolo hasta que llegó a su mano. Dejo caer su capa y empuñó su arma, de lo más peculiar: La empuñadura y el inicio de la hoja parecían ser corrientes, pero la punta de la misma se asemejaba a la parte final de una pluma de tinta. Con semejante instrumento empezó a moldear la sombra que conformaba el cuerpo del visitante: Le ofreció, en forma de silueta oscura, las garras de un lagarto, una cola, un caparazón en su espalda, armado con púas y unas patas poderosas. Alargó su nariz hasta convertirla en hocico y le dio un toque intimidante con ojos de color miel. Cuando acabó su labor, envainó el estoque.

—Maravilloso, esto ya es otra cosa... —expresó Mr.Quill.

La sombra se miró a sí misma, parecía otra cosa...pero se sentía feliz. Aunque solamente fuera una silueta de lo que debería ser, ella sonreía al ver su nueva forma, su aspecto mejorado...El vacío que sentía quedó un poco atrás. Tal fue su agradecimiento que se postró ante él, Mr.Quill.

—Aún no me lo agradezcas...esto es un incentivo para que te esfuerces en lo que te espera. Se te adiestrará como Indefinido y cobrarás historias para mí. Con tu deuda saldada, llegará un momento en el que te sentirás completo... ¿Lo entiendes?

La sombra asintió vivamente, se levantó y esperó órdenes de su nuevo maestro.

—Como te he mencionado, aún debes mostrar tu eficacia...Slivly te preparará para tus pruebas, si las superas, irás con el primer grupo, aunque sino... Bueno, ya hablaremos de eso. —indicó Mr.Quill, quien al apartar su mirada de él, prosiguió sus palabras. —Todos los Indefinidos estamos ahogados en una profunda injusticia, debes asimilar que todo esto, lo hacemos por justicia, por llegar a donde otros no han llegado. Tu vida es lealtad a mí. Todo por tener una vida mejor. ¿Ha quedado claro?

Nuevamente asintió.

El enmascarado feudal se acercó su muñeca, donde llevaba puesto un brazalete electrónico de arcano aspecto, manipulando una serie de botones, logró contactar con su sirviente.


—Slivly, ven ahora mismo, lleva a nuestro "huésped" a su nueva recámara para que comience su adiestramiento.

—Si, mi señor —contestó por el brazalete.

A escasos segundos de tiempo, el pequeño sirviente volvió por uno de los teletransportadores entre una maraña de rayos. Se acercó hasta Runoa y le indicó el camino.

—Ven conmigo Runoa, te llevaré al lugar que te corresponde.

Y ambos fueron abandonando la sala, mientras que Mr.Quill ansiaba retornar a su cómodo trono, para seguir contemplando el extenso mar oscuro del Vacuo.

Tras un pequeño tour por el encantado castillo, Runoa fue llevado a su nueva estancia: Una pequeña habitación cuyo techo y paredes era cruzado por varias tuberías, las paredes eran de madera, al fondo yacía una cama, de aspecto confortable, y una mesa de estudio a cuyo lado había varias válvulas. Sobre la mesilla, había colocado un tomo de lo más peculiar, con cubierta de tapiz oscuro y hojas viejas escritas en una forma que, curiosamente, Runoa podía leer sin tan siquiera saber o haber aprendido algo de ellas, como algo innato.




—Esta será tu estancia temporal, te recomiendo descansar un poco, antes de emprenderte en la lectura de este libro. Es el "manual del Cazador" te explicará todo lo necesario para comprender tu situación, cómo funcionan las historias y las claves para ser un "cazador"— explicó Slivly señalando el libro. — Me he tomado la molestia de introducir datos adicionales sobre el campo de fics que estamos ahora en proceso de "asimilar" yo que tu, le echaría un vistazo.

Runoa miró sonriente a Slivly y agitó la cabeza.

—Bueno, eso es todo...descansa, mañana registraré tus avances, aprendiz. —Y dando la vuelta, abandonó la nueva habitación de Runoa, cerrando la puerta de madera oscura con cautela, para no hacer mucho ruido.

Runoa no podía expresar lo que sentía, el pasar de un olvidadiza y vacía existencia a tener un propósito y poder recordar todo lo que le fue arrebatado al caer al Vacuo. El horizonte del Entremundo se esclarecía en una luz crepuscular.




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Al cabo de unos minutos, en la sala del trono...


—Señor...Runoa ya está asentado. Como ordenasteis.


Mr.Quill seguía oteando el Vacuo...




—Magnifico, dentro de setenta y dos horas comenzarán las pruebas de promoción. Quiero que todos estén listos para el nuevo campo objetivo. —exigió el misterioso dueño del castillo.


—Me tenéis intrigado señor. ¿Qué tienen de especial esas historias o fanfictions?


Mr.Quill, soltó una risa entre dientes.


—Son un campo ideal para explotar y asimilar, con historias complejas, tramas interesantes y de una gran energía...te lo aseguro mi fiel ayudante, esto será único, en comparación con las porquerías que nos hemos encontrado hasta ahora... —especificó el señor.




—Regla número 4: "Si los poderes del OC, o personaje original, perteneciente a la historia, no concuerdan, escapan a la lógica o tienen poca continuidad respecto a la historia "primigenia" el Indefinido que haya asesinado al OC no obtendrá poder alguno, pero si el control de la historia, aunque no tendrá relevancia, ni Ideacidad en cantidad"—recitó Slivly.



—Exacto, pero en este caso, va a cambiar.—confirmó Mr.Quill.


—No lo dudo, mi señor. —coincidió asintiendo levemente.


— ¿Has leído y estudiado los fanfics que te dije? —inquirió Mr.Quill, dándose la vuelta hasta su leal sirviente.


—Si...y ya he seleccionado los dos primeros a abordar entre ellos. Aunque según he visto, la historia "primigenia" de este campo, es curiosa, y según he comprobado, hay muchos elementos mágicos, las reglas de esos mundos serán estrictas, siempre que los OCs de ese mundo sean adecuados.


— ¿Y crees que lo son?


—Por supuesto, doy mi más sincera aprobación, mi señor. —sinceró Slivly.


—Puedes retirarte Slivly, luego me darás los detalles.


El pequeño jorobado en su plataforma antigravedad, se retiró a inspeccionar el resto del castillo, mientras que su feudal, se quedó pensativo...


—Un campo de fanfics, ideal para mis pruebas...-rio entre dientes - mi momento de gloria está a punto de llegar, al igual que los llantos de sus escritores. —Rió sonoramente, envuelto en soledad en su trono, sintiendo el placer de su recompensa. —Pronto, muy pronto... - cerró el puño. - Demostraré que no hay autor que se me resista.
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Re: LOS CAZADORES DE HISTORIAS (Aventura; Sci-Fi; Historias)

Notapor McDohl » 22 Nov 2015, 18:43

Mr.Quill reboots! Cuanto me alegra saber que vas a retomar esta historia. Tienes mi full support :D
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Re: LOS CAZADORES DE HISTORIAS (Aventura; Sci-Fi; Historias)

Notapor horwaith » 22 Nov 2015, 19:36

McDohl escribió en 22 Nov 2015, 18:43:Mr.Quill reboots! Cuanto me alegra saber que vas a retomar esta historia. Tienes mi full support :D

También el mio y me sigue gustando la historia.


PD: el dibujo de Taila es precioso, ha conseguido captarlo muy bien.
PD2: Ya que estamos, podría hacer retratos de alguno que aparezca en el capítulo, es que me gustaría ver, por ejemplo, a Runoa. :D2
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Re: LOS CAZADORES DE HISTORIAS (Aventura; Sci-Fi; Historias)

Notapor taila_fox » 22 Nov 2015, 21:29

oh my, hype hype, yo voy a leermelo en cuanto pueda y ya te comento con más calma ;)
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Re: LOS CAZADORES DE HISTORIAS (Aventura; Sci-Fi; Historias)

Notapor edgareo » 23 Nov 2015, 02:15

Esperando continuación, gud job mate :3
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Re: LOS CAZADORES DE HISTORIAS (Aventura; Sci-Fi; Historias)

Notapor Angelus-Y » 01 Dic 2015, 18:22

Nota de autor:


Antes de nada, queria agradecer profundamente el apoyo que estais depositando en esta historia. Jamás podré agradecerlo suficiente, de verdad. En este capitulo, en este caso, he hecho cambios mas acentuados que me gustaria saber si estan a mejor o peor. Si hay algun detalle, critica, opinion, etc. Decidmelo. Muchas gracias de antemano.


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Capítulo 2 : Aprendizaje de Indefinido.


Tras un reparador descanso, Runoa dedicó su tiempo a ojear el tomo que sobre su mesa permanecía, listo para ser estudiado. Lo cogió con interés y se lo llevo a la cama, pues por alguna razón no quería estudiar en la mesa, se le hacía incómodo pensar en esa idea.

Abrió el libro por la primera página, que empezaba así:

"Guía y reglamento del cazador/coleccionista Indefinido"

Acompañado de una introducción:

"Si estás leyendo esto, es porque eres una criatura sin historia, abandonada y sin autor...eres una masa oscura procedente del Vacuo. ¿Qué es el Vacuo? El infinito mar oscuro donde van a parar los personajes, las ideas y todo aquello que por alguna razón, ha sido descartado y abandonado. Por tanto, tú, eres un fracaso. Pero para nosotros, los Indefinidos, eres la llave de nuestro triunfo."


Esto hizo que Runoa se sintiera en cierto modo...mal. No recordaba nada de quien iba a ser, ni quien era su autor, ni nada. Era eso, un desperdicio. Sin embargo, como bien le dijo Mr.Quill, se la ha asignado un propósito, según este, era adentrarse en la cacería de historias.

Siguió leyendo el libro:

"Hay millares de mundos, escritos por infinidad de autores, y todas y cada una de ellas, son susceptibles de ser asimiladas por nosotros, los Indefinidos Cazadores. ¿Qué que es un Indefinido? Ya lo habrás supuesto, tú lo eres, aquel que no ha sido plasmado en la historia, o, si lo has sido, has caído en el olvido. Nunca has sido definido por completo, por el cariño de tu autor y si alguna vez lo fuistes, has perdido lo que te definia..."


"Muchas historias nacen de otras, la mayoria, conocidas como fanfics, surgen de una historia primigenia, que es la primera historia, de la cual surgen las demás, estas derivadas se llaman "fanfictions" y son nuestro alimento y objetivo, junto con el resto de historias, para llegar hasta la primera y destruir el llamado "fandom" por completo."

Encontró unos cuantos términos de lo más inusuales, pero con ayuda de un glosario y las notas que Slivly fue apuntándole, no supuso mucho problema ir asimilando conceptos y reglas. Se pasó horas, sin cansancio alguno...pues estaba absorbido en el conocimiento de todo lo que al Vacuo y los mundos se refería.

"Un Cazador, es un conquistador de historias, mientras que un Coleccionista, es el más alto rango que refleja tus victorias sobre múltiples fanfictions. Cuantas más historias, mayor será tu poder y tu dominio, e iras adquiriendo tu propia identidad."


Al cabo de escasos segundos, alguien tocó la puerta de su recámara.

— ¿Runoa?

—Si...adelante. —él mismo se llevó una de sus garras a la boca, sorprendido de su propia voz. ¡Podía hablar! Y su voz, tímida y grave invitó a Slivly a entrar.

El pequeño sirviente de Mr.Quill, entró cautelosamente, suspirando mientras se desplazaba en su vehículo, aparentemente con un semblante de felicidad tras su máscara férrea.

—Impresionante Runoa, has adquirido tu voz antes de lo que esperaba. Es buen indicativo —explicó mientras se dirigió a las válvulas a los lados de la mesa, girándolas en una pauta específica.

—Vaya...no, no sé ni cómo. —confesó el Indefinido.

—Bueno...tiene una explicación lógica, querido amigo. Al estar leyendo, tal y como veo, has estimulado tu mente, aun sin moldear, de forma que has impulsado tus secciones responsables del habla. —explicó el sirviente. - Al menos eso creo, despues de todo, previamente ya sabias hablar, cuando fuiste un personaje o un producto de la mente autora.

— ¿Cómo sabes eso? —inquirió con sus ojos fijos en él.


—Al igual que Mr.Quill sabe de todo acerca del Vacuo y los mundos, yo dediqué gran parte de mi pobre existencia, al desarrollo de los Indefinidos, una vez son salvados del extenso olvido... —aclaró con sus brazos mecánicos abiertos.

—Extenso... ¿olvido? —repitió.

Slivly suspiró profundamente.


—Es el destino, de aquellos olvidados, desechados como la mugre, la suciedad...una vez te sumes en el Vacuo, eres parte de la masa oscura que lo conforma, y solo Mr.Quill, puede sacar a los personajes de su terrible destino... —De pronto bajó su cabeza, entristecido. —Pero no puede salvarlos a todos. Son las reglas. Todo se conforma por reglas.

—Incluso los mundos escritos, ¿verdad?

—Así es, por eso te he hecho entrega de ese tomo, contiene las reglas de cada mundo, como actuamos y que debemos hacer para prosperar. Con la esperanza de que algún día, podamos tener nuestra historia, y quien sabe que más... —expresó Slivly, aún guiado por ese tono de depresión. —En fin...me alegra ver que haces progresos, pero me gustaría hacerte una pequeña prueba.

La silueta de reptil se alarmó.

— ¿Una prueba?

Slivly asintió...


—No creo que esté preparado. —opinó Runoa.


—Tranquilo, es algo sencillo, solo es para estimular tu memoria y desarrollo. El resultado es poco importante en estos casos. —esclareció mientras se aproximaba a Runoa, al tiempo que este se levantó de la cama.


—De ser así...adelante.

—Muy bien... —carraspeó — Dime... ¿Qué es un OC?

—Un OC...mmmm —pensó durante unos segundos, sintió su mente moverse como una locomotora y sin mucho trasteo logró dar con la clave. —Ah, sí, un OC o también llamado "Original Character" es el personaje principal de una historia o derivado de la HP. Es el personaje de más relevancia para el autor.

—Magnifico... ¿Y cómo se conquista una historia?

—Hay que eliminar al OC, si se aniquila o se desencadena su perdición, entonces el dominio de la historia y los poderes del personaje, pasarán a ser propiedad del Indefinido cazador. Pero un OC no debe confundirse con los OSC, que son los secundarios y no dan control de la historia, y creo recordar que tambien se podia hacer un contrato con el personaje.

—Impresionante y por último... ¿Siempre debes ser tú quien elimine al OC?

—No...debe ser...emmm...—lo tenía en la punta de la lengua, estaba a punto de soltarlo, pero siempre se le escurría la respuesta. Se movía inquietamente tratando de captar la solución, pero al cabo de diez segundos, sintió que se le había escapado por completo. —Oh...no lo sé, se me ha olvidado.


—No temas...es más que normal. Te respondo: No tiene porqué. Puede hacerlo un villano. Si hay un villano principal en la historia, la misión de los cazadores puede desviarse a asistir al villano hasta que este provoque su muerte. No obstante, los poderes y propiedad de la historia pasarán a los Indefinidos y se obtiene el poder de villano y heroe, por lo que a veces es rentable. —recitó alegremente.


— ¡Es verdad! —exclamó Runoa. —Un villano...pero ¿Qué es un villano?


—Bueno...es...


Repentinamente una voz grita por una parte del mecánico brazo de Slivly.

— ¡SLIVLY!

Con voz temblorosa, el aludido responde.

— ¿S-Si señor?

—Ven a la torre, ¡Inmediatamente!

—Claro, señor, allá voy. —respondió cerrando el transmisor. —Tengo que irme Runoa...sigue leyendo y empapándote de conocimiento, tus progresos son magníficos.

La silueta sonríe.

—Gracias, Slivly.

—Con permiso...—dijo inclinándose y ajustando el tubo de su plataforma a su espalda.

Slivly se retiró de los aposentos, con la puerta cerrada, dejando a Runoa ensimismarse en las palabras del libro.

El sirviente atravesó unos cuantos teletransportes, hasta el momento en que llegó a la parte central del castillo, donde se alzaba la torre del mismo, con una fachada negra, impregnada de una esencia purpúrea y rezumante.
En la parte central, todo se adornaba de estatuas de Mr.Quill, estatuas de piedra grisácea, algunas de metal plateado. Un suelo de mármol reflejante, candelabros de tenue llama y antorchas de fuego fantasmal. Vidrieras siniestras y cuadros vacíos. Para ascender a la torre había dos caminos, y el más cómodo, el ascensor, fue el que tomó Slivly para reunirse con su señor.

Al subir a la parte mas alta de la torre oscura, donde se guardaba la estancia de Mr.Quill, se encontró con dos estatuas de su señor, alzando una espada y que se cruzaban en “X” entre ambas, guardando una inmensa puerta, en cuya fachada estaba tallada una replica de la máscara de su señor en un tamaño mayor.
Cuando Slivly entró por el enorme portón, pudo observar, como su feudal, se hallaba sentado en un trono, junto con tres cazadores que estaban arrodillados y temblando. La recámara de Mr.Quill era bastante amplia, con un órgano en uno de los laterales y una colección enorme de trofeos y objetos valiosos en el otro. El suelo de mármol límpido y reluciente, estaba cubierto por el centro de una alfombra morada. Y tras el trono, una enorme estatua de la figura de Mr.Quill, en pose victoriosa, que compaginaba con los cuadros que pintaba y colgaba en las paredes, junto con las antorchas de fuego azul.

—Uy, ¿Interrumpo algo señor? —inquirió cortádamente el sirviente.

—En absoluto Slivly, solamente estaba “charlando” con el escuadrón B-36. ¿Verdad amigos?
Pero ninguno de los tres aludidos, cazadores embriagados en prendas negras y máscaras puntiagudas, se atrevió a pronunciarse.

—En tal caso…con su permiso. —lentamente se fue acercando al lado de su señor, observando los temblores de terror de los presentes y como el rostro de su señor estaba marcado por el enfado.

—Bien, ¿por donde iba? Ah, si…¿Qué excusa tenéis ahora? ¿Mmm?

El cazador del centro, vestido en un uniforme raído y de mascara de tres puntas, se alzó y respondió.

—Señor, es que…los Errantes nos atacaron y…esos personajes eran muy fuertes, no sabemos como….

—¡SILENCIO! No he oído excusa mas mala en todo lo que llevo de líder cazador. ¿Sabeis como va la orden?
Ninguno respondió…

—Veréis, es muy, muy sencillo. - fingió una delicada voz mientras les miraba compasivamente. - Aquí vuestros Aezers, instrumentos, adiestramiento…No se hace gratuitamente, hay que invertir Ideacidad para todo eso, y... lo más lógico, que quizás vuestras diminutas mentes no llegan a comprender, es, que si se invierte, se espera una retribución mayor que la cantidad invertida. —explicó despacio y con desdén. —Según vuestro registro de las ultimas diez cacerías, habéis….mmmm —empezó a ojear un papel que sacó de sus prendas — habéis consumido 36 Tamilones de Ideacidad… y las ganancias han sido 3 Tamilones. —Inclinó su cabeza hacia delante y miró fijamente a sus invitados. —¿Veis a donde quiero llegar?

Los tres asintieron temblorosamente.

—Vale, ahora dejad vuestros Aezers y pertenencias a un lado…las máscaras incluidas. —imperó suavemente el coleccionista. - Yo que me esfuerzo porque recupereis una historia, por tener un fin. !POR DAROS UNA CASA Y UN DESTINO! Para que no tengais que vivir en este Vacuo y podais gozar de colores, comida y una vida digna.... !¿Y así se me agradece?! - exclamó esa última linea con enfado - Luchamos por una causa digna para nosotros, pero hay que hacer sacrificios....

Ipso facto obedecieron, desprendiendo sus herramientas y máscaras, mostrando su rostro silueta de varias formas variadas…


—Bien…así me gusta…—sonrió sarcástico mientras su mano derecha, cubierta en sus guantes acariciaba un botón situado en el posabrazos de su trono. —Entonces comprenderéis que debo tomar medidas. —apretó el botón rojo que emanó un pequeño ruido y abrió una especie de portal oscuro, del cual emanaban tentáculos etéreos y púrpuras.

Los cazadores salieron corriendo gritando como pudieron, pero el feudal, alzando su estoque, erguido y apuntando a los cazadores, los inmovilizó con una especie de fuerza invisible.

—¡¿IBAIS A ALGÚN LADO?! Pero si acabo de empezar… - soltó una risa cruel - Ratas inútiles, debería transformaros en Errantes para sacaros provecho...Pero, mirad, hoy, me apetece divertirme... —dijo entre dientes, mientras los atraía al pozo oscuro y a las tentaculares extremidades que buscaban algo que agarrar.

—Merphis, dado que tu eres el “líder” creo que te toca asumir responsabilidades.

—¡NO SEÑOR! ¡POR FAVOR, LE JURO QUE LE DEVOLVEREMOS EL DOBLE! ¡EL TRIPLE! ¡LO QUE SEA! —gritaba agarrándose a la alfombra con fuerza pero inútilmente.

—Ajam, cuéntame más. - Los tentáculos agarraron a los dos cazadores que le acompañaban, estrujándolos con fuerza y alzándolos sobre el pozo. —Lo siento Merphis, pero, asi es la vida de un cazador, si no sirves…Al Vacuo. Es lo que tiene decepcionarme. - rio una vez mas mientras hacía un gesto de despedida- Chaooo…

—¡PERDONADNOS MR.QUILL! —gritaban desesperados, ahogados por el miedo mientras un rugido y extraños ronroneos resonaban desde la profundidad del portal. Merphis, inmovilizado, contempló como sus compañeros eran envueltos y devorados hacia las profundidades de aquel pozo de energía oscura.

—Guardemos un par de segundos de silencio…. —declaró Mr.Quill fingiendo tristeza y quitándose el sombrero, colocándoselo en el pecho. —Bueno, a otra cosa… —volvió a la normalidad, y se acercó al cazador, una vez cerró el portal.

—Sois un monstruo… —susurró como pudo Merphis.

—En absoluto, todo esto lo hago por el bien de los cazadores. Y yo soy paciente… ¿Hubieras preferido estar bajo los hilos de tu autor? ¿El que te abandonó? Solo porque se avergonzaba de tí... -Mr.Quill sonreía sabiendo que hincaba un cuchillo en su corazón.- No eres mas que basura...Nada más. A diferencia de tí, muchos gozaran de una libertad y un mundo que tu jamás volverás a ver... - vió como Merphis era presa de una envolvente amargura por sus húmedos ojos. Al contemplar esa debilidad, en un súbito movimiento desenfundó su estoque plateado y atravesó el pecho de Merphis, saliendo por el otro lado. Sus ojos se abrieron de par en par y su respiración se cortó súbitamente. —Compréndeme, mi paciencia tiene un límite.—Dio un giro pronunciado al estoque para abrir la herida lo suficiente para que no pudiera regenerarse. Los ojos brillantes del cazador comenzaron a apagarse, mientras de forma inútil alzaba sus brazos y luchaba para deshacerse de Quill, al tiempo que este, con gesto de burla, le decía que se callara con sus manos. —Sssshhh…, mira el lado bueno, para nosotros, los personajes, no hay nada mas allá de la vida. - le confesó para arrancar su esperanza en su ultima respiración.

Cuando la vida abandonó al cazador, Mr.Quill arrancó el estoque de su carne de tinta y se sacó un pañuelo para limpiar su filo del Éter de aquel desgraciado.

—Ay, Slivly…que dia mas duro. —expresó con frialdad y esbozando una sonrisa.

El mayordomo del castillo tan solo temblaba y ni se atrevía a pronunciar palabra, lo que había contemplado era algo insólito.

- Se...señor, no entiendo, ¿Por qué no les ha transformado en Errantes? Al menos...no, no se...
- ¿Desde cuando eres tú quien decide de la vida de los demás? - le preguntó su maestro, lanzandole una mirada burlona.

El mayordomo no respondió, y bajó la cabeza, avergonzado...

—En fin, te llamé por un asunto importante…Pero antes, ordena que limpien esta basura.

—S-si señor…

Desde su muñequera, Slivly del castillo llamó a las unidades de mantenimiento, las cuales llegaron a través de unos conductos laterales de la habitación. Unos robots cubiertos de Teranio, de lente ocular rojiza, carentes de patas y con brazos flexibles acabados en pinzas.

—Ah si, y el cadáver de Merphis echadlo a los Errantes, que tengan comida de sobra, y así recuperamos algo de Ideacidad. —Volvió a sentarse, no sin antes estirarse un poco, y cruzarse de piernas, apoyándose con el codo. —En fin, mi querido amigo, mientras los Éterbots limpian quería preguntarte un par de cosas…

—¿Si señor?—inquirió algo tembloroso.

—Los Éterbots me han informado de un descenso en la producción de Teranio, ¿A que se debe?

—Oh, eso… bueno, ha habido una pequeña incidencia en la maquinaria. Ahora mismo están reparándola señor.

—Ya veo…Mas vale que Empresas I.N.K no me haya entregado otra máquina defectuosa. ¿Y que hay del numero de historias prisioneras y la cantidad total de Ideacidad? —preguntó sonriente con la mirada incisiva.

—345778 historias, mi señor… y la cantidad de Ideas es...12344 ta-tamilones. —respondió con corte, aunque se arrepintió de decir nada, al ver a su feudal levantarse con un aire siniestro y una mirada fulminante. —¿Se-señor?

Bruscamente el líder cazador cogió a Slivly de su pecho, agarrando sus prendas con fuerza y alzándolo a su altura. El tubo que conectaba su espalda le dolía enormemente al ir despegándose de la misma.

—Señor, por favor, me haceis daño…. —dijo estremecido.

—Precisamente… ¿Cómo es que hay tan pocas historias a mi disposición? ¿Tan pocas ideas? ¡¿Cuánto MÁS TENGO QUE ESPERAR?!

—Se-señor, le aseguro, que con las historias de esta zona conseguiremos las ideas necesarias para el gran proyecto. —respondió con siseos de escozor en la espalda.

—Por tu propio bien Slivly, espero que así sea, sino…ya te imaginas que puede pasar. ¿Verdad?
El Indefinido asintió rápidamente, tragando saliva.

—Bien…—lo dejó caer bruscamente, y este soltó un quejido, mientras se ajustaba el tubo de su espalda. —En tal caso habrá que conquistar estas historias. ¿Cuál será la primera que abordará el grupo de Runoa?
Slivly no podía contestar de la enorme molestia en su espalda, al tener el tubo desencajado, no paraba de temblar y sentirse amargado.

—¿!SLIVLY?! —exclamó con penetrante mirada.

—Si….señor…. Es una historia simple en verdad, pero tiene bastante Ideacidad, se-señor. Se llama “Rainbow Wings” y la segunda que he programado ha sido la de “Antes de Equestria”
Mr.Quill suspiró cansado y decepcionado.

—¿En serio vas a mandarlos a esas historias infantiles y arcoíris? Espero que sea una broma…
Slivly negó con la cabeza, con temor.

—Señor, ya sé que no han tenido buena fama esa clase de historias, pero la Ideacidad que abunda en estas historias, es rica en ilusión, afecto… y podría ser una cantidad importante, además, son un objetivo fácil e ideal para comenzar con los reclutas.

—Ya veo… —dijo no muy convencido. —¿Y cuales son las protagonistas de esas historias?

—Bueno, una es una poni pegaso y en la otra, es, bueno, son…alicornios.

—¡!¿QUE?!! ¿ALICORNIOS? ¡¿ESAS BESTIAS CHETADAS?! —gritó ebrio de furia. —¿Qué clase de broma es esta Slivly?
El mayordomo se puso las manos delante de la cara, como si tuviera miedo de que le pegara, no paraba de agitarse como un flan, escondido tras una estatua.

—Señor, le aseguro que estas protagonistas nos darán suficiente IDEACIDAD. No es broma…mírelo si no me cree.
El feudal apretó sus puños enfurecido, pero al ver el pánico con el que Slivly le estaba hablando, decidió tranquilizarse, confiando en que era verdad.

—Bastante basura me he encontrado en el Vacuo, historias con personajes idos de “perfeccion” que no daban una MIERDA de ideas. Slivly, si esas alicornios no me dan la Ideacidad que requiero….reza lo que sepas. ¿Cristalino?

—S-si, señor.

—¿Cómo se llaman ambas?

—Blueberry y Freeze Winter, se-señor.

—¿Freeze Winter? —abrió sus ojos sorprendido. —Me suena ese nombre… No sé por qué… —se quedó pensativo unos segundos, intentando recordar… Entonces sonrió lentamente hasta esbozar una sonrisa amplia tras su máscara. —Ah, si, ya me acuerdo. —rió entre dientes.

—¿La conocéis señor? —inquirió extrañado.


—Digamos que…tuve un encuentro fortuito con ella, hace un tiempo, bueno, con ella y algunos más.

—¿Ah si? ¿Cuándo?

—Eso no es de tu incumbencia Slivly… Pero ya que estas, te voy a pasar una lista de historias, y me vas a confirmar si en este sector hay algo similar. ¿Entendido?
El aludido asintió.


—Bien…en cuanto al resto, envíame los informes y los detalles. Tengo que atender ciertos asuntos. —repentinamente alzó su estoque, colocando su filo en la garganta de su sirviente, que apenas podía hablar del pavor. — ¿Quieres hacerme dos veces feliz en un dia Slivly?
Tragó saliva y respondió afirmando con severo temor.

—Bien… —guardó su arma y se quitó el polvo de la capa. —… tengo que salir para destrozar algunas historias que se resisten a la asimilación —explicó mientras se miraba los guantes despreocupado. — Yo, y mis coleccionistas nos encargaremos de ello. Y mientras estoy fuera, TÚ, te encargaras del castillo y de terminar el entrenamiento de Runoa y su nuevo escuadrón. —ordenó mientras se ajustaba el sombrero.

—Si señor… —se inclinó respetuoso. —Le iré informando.

—Excelente… Cuantas más historias, más ideas, y cuantas más ideas, más cerca de que todos los personajes sean liberados de las riendas de sus autores… —dijo frotándose las manos.

—En efecto.

—¿Sabes Slivly? Me hallo excitado de poder volver un poco a las viejas costumbres de la cacería. En verdad necesitaré estirar estas piernas y aniquilar unos cuantos OCs.

—Espero que le vaya bien mi señor.

Mr.Quill le miró con expresión burlona tras su máscara. —¿Acaso lo dudas? Caer ante mí es un honor, al igual que sentir la gélida hoja de mi estoque por la garganta. —sonrió desenvainando su arma y contemplándola en un vistazo. —Aunque nada me excita mas que sentir ese ultimo aliento escapar de las bocas, y como la muerte congela la sangre y embriaga a esos pobres diablos. —liberó una risa entre dientes. — Y encima me recompensan con Ideacidad, recursos y maquinas… —suspiró dichoso. — Es genial.

El soberano del castillo se ajustó las prendas y fue caminando hacia la salida, seguido de su sirviente.

—Por cierto señor…Mekas ya está listo con las pruebas y la producción de Aezers para Runoa y el resto de candidatos, incluida nuestra “invitada” de honor. —
recordó el mayordomo.

—Ah, si…ella, sigo preguntándome porqué la dejé.

—Según vos, mi señor, por deleitaros…

—Si, cierto… —recordó con sobriedad.

Cuando ambos estaban por salir de la estancia, un Éterbot de mantenimiento se adentró y llamó la atención de Mr.Quill.

—¿Qué pasa ahora? —preguntó brusco.

—Mr.Quill, los coleccionistas le esperan en el puerto, a bordo del Galeón Calamidad. —informó la unidad robótica.

—Que eficiencia…. —musitó sorprendido. —Gracias, puedes retirarte.

Dicho esto, el robot se retiró con presteza hacia uno de los conductos que llevaban a distintos lugares del enorme castillo. Tanto Slivly como su feudal caminaban bajando las escaleras de la torre.

—¿Señor?

—¿Qué quieres…?

—¿Seguiremos dando Ideacidad a la Empresa y a Rag-Nak?

—No… —respondió con seriedad Mr.Quill.

—Lo imaginaba. —confesó tajante Slivly con los brazos atados a la espalda,

—Estando tan cerca no voy a perder tiempo con ambos. No obstante, creo que será mejor que simplemente reduzcamos el importe de adquisición, por si acaso…

—Como deseéis…

Mr.Quill sonreía desquiciadamente tras su máscara, sintiendo placer al pensar en un futuro no muy lejano. Pronto todo iba a cambiar, pero por el momento, la clave era la paciencia. Con andar elegante y cuidado el líder de los cazadores se dirigió al puerto con sus fieles coleccionistas, mientras que su sirviente tiraba por otro camino, y al quedarse a solas, desprendió un pequeño llanto , viéndose como de su espalda se desprendía un extraño brote de tinta púrpura, y pequeñas chispas de un malfuncionamiento. Sentía un frío atronador.

-¿Por qué? - se preguntaba amargadamente el mayordomo...

Runoa, entretanto, se quedaba en su cama, leyendo y leyendo conocimientos que debía asimiar, para adentrarse en la cacería. La caza de historias.

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Diario de un viejo cazador.


He renacido, ahora veo las cosas de una forma diferente. No lo puedo creer…He sido una marioneta todo este tiempo, y yo que pensaba que mi mundo era el único, que mis dioses eran auténticos….Jamás he estado tan equivocado.

Mi primer día entre los cazadores ha sido raro. Slivly, el sirviente de Mr.Quill es muy amable y curiosamente leal a su feudal. Sin duda Mr.Quill es respetado entre los más experimentados cazadores. Ya me advirtió, que aunque me acogiera en su orden, aquí si no sirves te exilian al infinito mar negro que ellos llaman “El Vacuo” Todos los Indefinidos, incluso los coleccionistas, sienten un miedo extraño hacia esas aguas corrompidas de esa esencia… Pero en cierto modo, es hermoso, sobre todo cuando en el cielo púrpura ves esas estrellas y burbujas y cada una de ellas, es una historia.

Cuando pregunté a Mr.Quill porque me hizo pasar por tanto, me respondió que yo era especial, que tenía lo necesario para ayudar a los que han sido abandonados. Y lo haré, cazaré a personajes e historias necesarias y cuando por fin seamos libres de las ilusiones a las que fuimos sometidos, cada muerte que hayamos causado, será restaurada a la vida. Con ello, confio en que mis dotes de espadachín me guien por el sendero correcto, y que cada sangre que derrame, luego vuelva a su portador, cuando todo haya acabado. Sin embargo, es verdad que hay historias que no deberían existir.
“Hay que hacer sacrificios, y la justicia debe prevalecer…” Esas son las palabras de Mr.Quill, y tiene mucha razón.

Slivly me ha enseñado todos los conceptos básicos del Vacuo, y la verdad, es fascinante. He aprendido mucho y ahora veo cada mundo y cada pizca de terreno de una forma diferente. Solo que…en este lugar, todo es muy oscuro, incoloro, hay poca vida. Comprendo el sufrimiento de los pobres indefinidos abandonados, lo entiendo. Es demencial, injusto, pero juro que demostrare mis dotes de cazador y salvaré a los que han sido abandonados al Vacuo. Por fin he descubierto mi destino en la vida…Y estoy famélico de poder visitar nuevas historias.

Parece ser que el afecto y la energía con la que cada historia es creada, influyen mucho en las ideas que la conforman. Y depende de la originalidad, la conformación, lo infantil o compleja que sea…Muchos factores que dictaminan la preferencia de un cazador, pues se deben tener toda clase de ideas.
También me he percatado de algo insólito. Cada cazador esta siempre vestido con prendas oscuras, o equipado con máquinas o cubierto con máscara…Es intrigante, Slivly me dijo que tenía un motivo.

Quién lo diría, que éramos marionetas del destino, y ahora, me siento libre. Y lo mejor de todo, es que ella está conmigo y juntos emprenderemos la marcha de la cacería. Confío en Mr.Quill y aunque gobierne con mano de hierro, sé que sus métodos deben ser así para poder cumplir nuestro sino.

Quiero descansar, hoy ha sido un dia movidito, y aunque ahora no tengo sueño, al ser indefinido, todavía conservo el recuerdo de haber tenido sueño…veré que pasa.
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Re: LOS CAZADORES DE HISTORIAS (Aventura; Sci-Fi; Historias)

Notapor McDohl » 01 Dic 2015, 18:44

Aunque algunas partes las recordaba, veo que le has dado mucha mayor profundidad al mundo de Mr.Quill. Veo también cierto detallito a un encuentro fatídico del pasado :3 mucho ánimo con el fic y aquí seguiré asiduamente :D
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Re: LOS CAZADORES DE HISTORIAS (Aventura; Sci-Fi; Historias)

Notapor horwaith » 01 Dic 2015, 19:39

Esta mucho mejor, en la anterior lectura la primera parte me pareció bien pero que parecía un libro de texto, además se conoce más a Mr Quill y su caracter al haber hecho esa escena con los cazadores fallidos. Y el cambio en que le dice el nombre de Freeze Winter, creo que es revelador por la historia que debe tener con ella.

Sigue así, porque me esta gustando esto y quiero saber que nos tienes preparado.
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Re: LOS CAZADORES DE HISTORIAS (Aventura; Sci-Fi; Historias)

Notapor edgareo » 02 Dic 2015, 02:00

Keep going! Esta quedando genial ;3
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Re: LOS CAZADORES DE HISTORIAS (Aventura; Sci-Fi; Historias)

Notapor Angelus-Y » 10 Ene 2016, 03:37

Por fin he logrado escribir este capitulo. He cambiado algunas cosas respecto del original, espero que haya quedado mejor y que todo este a gusto... Ojala disfruteis de la lectura. Un saludo y gracias por todo.



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Capítulo 3: El pateador y el sino de la cacería.


Aquel libro estaba repleto de conocimientos jamás vistos. Hablaba de límites, restricciones de los mundos, reglas estrictas que en caso de incumplirlas, suponía la muerte... Descubrió que los poderes de un cazador dependían de la historia en sí, y cada historia suponía un desafío diferente, revelado al cazador… por eso ninguna historia es más sencilla que otra por la temática que trata sino por la ilusión y las ideas que contiene.

—Ideas…—murmuraba Runoa, envuelto en la curiosidad, llamándole la atención.

Al seguir leyendo el libro descubrió que las ideas era la clave de todo, era el combustible, la energía, la vida…Todo se movía por las ideas, llamada asimismo como Ideacidad.

Según el afecto, la trama, los personajes…de lo bien elaborada que estuviera, las ideas eran más llamativas y numerosas y eso era objeto de ser cazado…Pues las mejores historias deben ser asimiladas y así conseguir más ideas que nunca… Sin embargo las otras historias eran usadas también para el entrenamiento de los cazadores y eran eliminadas para recolectar todas las ideas posibles. El sistema era complejo según pensaba Runoa, pero sin duda el único método era la cacería. En la siguiente página descubrió algo increíble sobre las reglas:

"Niveles de restricción: Tal y como existe la justicia, el bien, el mal....Debe existir el equilibrio. Los Indefinidos tenemos excelentes poderes y propiedades, al igual que los recursos del Vacuo nos harían dominar por completo y sin dificultad muchas historias, pero la gracia es la siguiente: En función de la historia, nuestros poderes y capacidades, así como la forma de involucrarnos son limitados. Según el antiguo descubridor del Éter: "Toda lucha en las historias, debe ser justa"


- ¿Mis...poderes? ¿Tengo poderes?-se quedó pensativo el Indefinido al tiempo que continuaba ojeando para su mente, al son de los sonoros golpes que se escuchaban más allá de sus paredes, de ruidosos transportes, el vibrar de las tuberías y las maquinas del castillo funcionar a pleno rendimiento.


"Las limitaciones son variadas, pero hay algunas generales, como que de máximo solamente pueden estar presentes entre 4 y 5 cazadores, sino sería tan fácil como enviar un ejército y asegurar una asimilación. Esto se explica en que nosotros somos como virus en las historias, intrusos que el propio mundo detecta y si se fuerza nuestra presencia, seríamos expulsados de ella."

Y mientras continuaba inmerso en los conocimientos del Vacuo, algo le sacó de su ensimismamiento, devolviéndole a la realidad un instante.


— ¡CUIDADOOO!

Runoa volteó la cabeza al son de aquel grito, pero para cuando lo hizo un fuerte balonazo le golpeó en todo el hocico, derribándole sobre la cama nuevamente
al tiempo que veía algunas estrellas del golpetazo. El balón, extraño de por sí, comenzó a botar y botar hasta que llego a la puerta y alguien lo recogió.

— ¡Ay madre! Lo siento, lo siento. —se disculpó el extraño personaje, entrando en los aposentos del recién llegado Indefinido y comprobando si estaba bien. —

De verdad que lo siento, es que estaba chutando y bueno…se me fue el balón un poco…je, je. —Su voz era adolescente, animada, pero sin duda en aquel preciso instante el miedo estrangulaba sus cuerdas vocales.

La pobre silueta reptil, cuando por fin pudo reaccionar, agitó la cabeza vigorosamente y logró recuperar la consciencia, aunque sin duda le había dejado atontado aquel golpetazo.

—Ay…Menudo golpe.

El recién llegado estaba mordiéndose las manoplas, unas parecidas a las de un portero de futbol, pensando en que la había liado pero bien esta vez.

—Vaya… ¿Quién eres tú? —inquirió Runoa, sorprendido al ver a aquel nuevo Indefinido, el cual era más pequeño que él, vistiendo una especie de equitación futbolística, pero de color negro entero y portando en su cabeza, un yelmo con cornamenta, la cual no era muy grande. Aquel yelmo-máscara tenía dos orificios para los ojos, su curvado diseño era estético aunque debía resistir muy bien los golpes por lo abultado que era. — ¿Eres…un cazador?

— ¿Yo? —contestó sorprendido, para seguidamente reírse. —Ojala fuera ya un cazador. Supongo que todavía tu no ¿Verdad?
Runoa respondió negando tenuemente con la cabeza e intrigado por su nuevo visitante.

—Oh, perdona, jeje. —dio un brinco cual muelle y colocándose delante del aspirante cazador, extendió su manopla blanca. —Me llamo Chuty, aspirante a cazador de la orden. ¿Y tú? —preguntó con una sonrisa denotada por la expresión de sus ojos verdosos.

—Emm…Runoa. Un placer Chuty. —respondió correspondiendo el saludo.

— ¡WOW! —exclamó dando un brinco más alto que el anterior. — ¿Eres Runoa? ¡Madre mía! Esto se llama destino… ¿Eres el nuevo verdad? ¡TIOOOO!

Los ojos de Runoa no expresaban sino sorpresa al ver la alarmante reacción del futbolista Indefinido, que botaba enérgicamente la pelota y saltaba de un lado a otro.

— ¡DAME UN ABRAZO! —dijo extendiendo sus brazos para apachurrarle.

—Emmm…. ¿Vale? Yo te doy un abrazo. —correspondió sintiéndose raro.

— ¿No lo sabes verdad? —preguntó acompañado de una risilla. — ¡Voy a ser tu compañero!

— ¿Con…compañero?

— ¡SI! Vaya, no me lo puedo creer, y yo ansioso de conocer a mi nueva patrulla. Y eh aquí uno. —explicó alegremente.
Chuty se aproximó a Runoa, escudriñándole detenidamente.

—Madre mía, ¡qué chuloooo! Me encanta tu forma: esos cuernos, cara de dragón, garras de reptil y patas…. —se mordió los labios— ¡Y UNA COLA! Madre del amor hermoso…!Que emoción! ¡WUJUUUU!

Dejándose llevar por la emoción el futbolista dio una fuerte patada al balón, dirigida al techo, que se quebró abriendo un boquete del impacto.

— ¡Ay madre...que la lio parda! —comentó cubriéndose la cabeza de los pequeños escombros que precipitaban sobre él.

Aquella repentina acción, aunque catastrófica, hizo que Runoa dibujara una sonrisa en su oscuro rostro y lo acompañara una risa, provocada por lo animado que era su compañero, a lo que este también rio felizmente.

—Si es que, no tengo remedio. —explicaba Chuty mientras recogía su balón. —soy muy efusivo a veces,

—Ya lo veo. Intenta controlarte. —comentó el Indefinido soltando una leve risilla. —Tengo curiosidad. ¿Qué es ese balón tuyo?

—Oh… —cogió entre sus manoplas la pelota y la acercó cautelosamente a los ojos del reptil ensombrecido.

Aquel balón era cuanto menos curioso. Unas placas circulares y de color celeste se colocaban sobre su faz dorada, siendo un total de seis colocadas simétricamente e interconectadas por unos circuitos azules que parecían correr una extraña energía.

—Vaya, es increíble.

— ¡Si! Es mi Aezer.

— ¿Tu Aezer?

—Si. ¿Sabes lo que es un Aezer?

Runoa sabía que le sonaba esa palabra, y es que recientemente había leído del tema, solo que su definición vendría más tarde, en un capitulo posterior, por ello no conocía mucho de ello.

—Solo el nombre. ¿Qué es?

—Pues…. —se llevó las manos a su supuesta barbilla, divagando por unos instantes. —…no sabría decirte. Es como… Emmm. Jopeta. No me sale.

El Indefinido reptil no pudo evitar reírse.

—No pasa nada…pronto llegare a esa parte.

—Ay madre, espero poder pasar esta vez el examen.

— ¿Te refieres a las supuestas pruebas? —trató de confirmar.

—Sí, falle la parte teórica…Ya sabes, no se me da bien asimilar las cosas.

Tras liberar aquel comentario, Chuty bajó la cabeza, influenciada por un sentimiento de tristeza. No obstante, Runoa, que desplegó una cálida sonrisa, trató de animarle.

—No te preocupes, seguro que esta vez ira mejor. Es más, si quieres podría ayudarte.

— ¿En serio? Guau, eso sería genial.

— ¿Y cómo son las pruebas físicas? Ya por mera curiosidad...

— ¡Oh! Son geniales, y facilísimas, solo tienes que pasar unos circuitos y así van recogiendo datos. Después crean un Aezer adecuado para ti y tu especialidad.
Como la mía, que es chutar, lógico ¿no?

—Ya veo, estaba preocupado por ello.

—Nah, tranquilo. —Dio un salto sentándose en la cama y colgándose del hombro de Runoa. —Ya verás como todo va genial. Y pronto podremos cazar historias.

—Cierto…me pregunto cómo serán.

El pateador ahogó un grito.

— ¿Qué cómo serán? ¡SON LA RELECHE! Yo solo lo vi en una pantalla, pero tío, hay una explosión de COLORES. Todo esta tan… ¡Vivo! Y piensa en la cantidad de aventuras que correremos. Yo estoy que no me aguanto, pero claro… antes debo pasar el examen.

Runoa soltó una pequeña risa, aunque estaba absorto en su mente, imaginando con la vaga descripción de Chuty, como eran aquellas historias, que tantas había plagando el mar del Vacuo.

—Cazador de historias… ¿Sabes lo guay que queda eso? ¡Es genial! Y algún día, seré un Coleccionista.

— ¿Un…coleccionista? No me suena que es eso.


— ¿NO SABES QUIENES SON? ¡AY RUNOA! Son…emmm, la creme de la creme.

—Tus expresiones me confunden un poco…

— ¡SON INCREIBLES!

—Vale, mejor. —declaró sonriente.

—Los coleccionistas son la elite de los cazadores, los seis de Mr.Quill. Mi favorito es Peyl…

—No me suena, la verdad. —confesó el Indefinido reptil expectante de las explicaciones de Chuty.

—Es el mejor de todos. Mi favorito. De un gancho te puede mandar al otro extremo del Vacuo, solo digo eso.

—Guau, ¿Tan fuerte es?

— ¡Si! Le vi entrenando en una de las cámaras del castillo, no me extraña que sea cazador, tendrías que ver como se movía y pegaba. Menudos cates.
Runoa rio el comentario, sintiéndose relajado gracias a la conversación con su nuevo compañero.

—Y yo, me convertiré en uno de los coleccionistas, es lo que más deseo. Cazare todo lo que haga falta… —declaró sonriente mientras daba unas pataditas a su balón con sus botas metálicas.

—Seguro que lo conseguirás… Yo, no tengo ningún sueño, pero si deseo poder ver esas historias y conocer que hay más allá. Lo que un día fui…es algo que quiero que se pierda.

Chuty no respondió al comentario, sabiendo cómo se sentía el ser alguien desechado por tu creador. Dejo la pelota caer y rodar por la habitación. Cuando fue a recogerla agitadamente, la puerta de la cámara de Runoa se abrió.

—Oh, oh…M…Mr.Quill. —tartamudeó el pateador, con el balón en las manos y agachado, mientras alzaba su mirada hacia el feudal de los cazadores.

—Mr.Quill… —Runoa se levantó y sin pausa alguna hizo una reverencia, mostrando su respeto hacia el cazador.

—Chuty, ¿se puede saber qué haces fuera de tu habitación?

—Emmm…pues, bueno. — frotaba el balón continuamente, moviéndolo inquieto sin saber que responder. — quería….

—Se supone que deberías estar estudiando, no holgazaneando como un maldito perezoso. —inquisitivo, se colocó en frente de él, con actitud intimidatoria, y Chuty tan solo podía mirar al suelo avergonzado.

—Si me permitís, Mr.Quill. Lo que quería Chuty era preguntarme una duda. —excusó el reptil sombrío.

— ¿Si? —preguntó mirando de reojo al pateador, quien sin dudar asintió.

—Sí, estaba leyendo en voz alta y creo que al oírme vio adecuado preguntarme acerca de las reglas ¿Verdad Chuty?
El aludido asintió, algo decaído y temeroso de Mr.Quill.

—Agradezco tu interés en ayudar Runoa, pero debe apañárselas solo. —explicó, mientras se volteaba hacia el futbolista que temblaba cual flan. —Y ahora vuelve a tus aposentos…de inmediato.

—S-si Mr.Quill. Gracias. —y raudo como una flecha abandonó la estancia de Runoa, cerrándose las puertas de golpe.

—Bueno…así que pidiéndote ayuda. Curioso… —dijo el cazador, andando lentamente hacia la cama de Runoa, donde se hallaba la guía del cazador.

—Si…así es.

Cuando el feudal se acercó al tomo y empezó a inspeccionar el lugar por donde iba Runoa leyendo, demostró asombro en su mirada y una inquietud bastante notable.

—Impresionante Runoa. Veo que has avanzado de una forma increíble. Slivly no exageraba en tus dotes.

—Si le soy sincero señor, el conocimiento del Vacuo me parece fascinante. —confesó el aspirante, con ojos alegres.

—Hmph. ¿Sabes? Me recuerdas a un viejo amigo.

—¿Ah sí? —inquirió sorprendido.

—Si… —Mr.Quill cerró el libro con el marcapaginas ya insertado y se puso en frente de Runoa con las manos juntadas. —Un viejo cazador, que le encantaba el Vacuo. Era como un mundo tan fascinante para el…compartimos muchas cosas, discutiendo incluso de lo que lo plaga. Sin duda posees el mismo hambra de curiosidad.

—Me alegra saberlo. No os niego que me siento famélico de descubrir. Solo espero estar a la altura de un cazador.
El líder cazador rio entre dientes.

—Tranquilo, ya verás como sí. Pocas veces se puede fallar. Aunque al principio ayudamos a los novatos, por si acaso. No temas. —serenó al Indefinido mientras se ajustaba el sombrero. —Venia por evaluar tus avances, pero es cristalino que sobresales de mis expectativas. Verás debo irme del castillo para un asunto importante.

—Oh, ¿es molestia si pregunto el que?
Nuevamente Mr.Quill rio breve y se cruzó de brazos.

—Digamos que hay historias que se resisten a la asimilación. Y que poseen una cantidad de ideas bastante rica.

—Ah, ya veo… —asintió con un semblante palpable de preocupación.

El líder se percató de ello, acercándose a Runoa, tendiendo su mano sobre su hombro.

—Te noto preocupado Runoa. ¿A qué se debe?

—He estado pensando… —comenzó diciendo no muy convencido y cortadamente. — Y... ¿Solamente se obtienen ideas cazando? Es decir… ¿Es necesario matar? No sé si me explico. Es que…se me hace raro pensar en ello.

La mirada de Mr.Quill se tornó entrecerrada y con ceño fruncido.

—Ven, siéntate… —invitó el señor.

Tan solo asintió y acató, sintiendo que algo no iba bien.

—Ah, Runoa, la cacería en un remoto pasado, se basaba en cazar historias del tres al cuarto…focos de presencias malignas. —comenzó detallando, mientras con un semblante sonriente extendía su mano, gesticulando al son de su explicación. — Pero cazar aquellas asquerosidades apenas nos otorgaban ideas… Y a medida que el tiempo pasaba, llegaban más cazadores, las historias se volvían más estrictas… Y se necesitaban nuevas fuentes de ideas, o sino la muerte invadiría a los Indefinidos. Por ello propuse la cacería de las grandes historias del Vacuo.

—Por cubrir las necesidades… ¿verdad? —dedujo el Indefinido.

—Exacto… Runoa, yo busco un hogar para vosotros. El cruel destino de los Indefinidos es caer al mar oscuro y por siempre permanecer en el olvido. —

Súbitamente un ferviente sentimiento de rabia invadió a Mr.Quill, haciéndose palpable en como apretaba sus puños. —Si supieras el asco que siento cuando los autores echan por la borda todo lo que han creado y lo condenan…Es por eso que yo mismo decidí por todos los medios, crear una historia y un mundo para nosotros, los Indefinidos.

—Si…y lo entiendo, es más, quería agradecerle todo lo que hace…

El feudal le miraba, sabiendo que no estaba convencido del todo.

—Aunque los personajes no sean responsables…su sacrificio es necesario, Runoa…Además, aunque les quitemos sus ideas, una vez todo haya acabado, quisiera poder recuperar esas vidas que arrebatamos. —declaró quitándose el sombrero y colocándolo frente a su pecho.

— ¿De verdad? —inquirió incrédulo Runoa.

—Oh, por supuesto. Sé muy bien que muchas veces cazamos criaturas que no tienen la culpa…pero quiero que cuando todo esto acabe, y por fin podamos vivir…libres…sin dueño y sin temor… podamos solventar nuestros pecados. —sugirió con tono apesadumbrado el líder cazador.

—Lo entiendo… —dijo Runoa, con una sonrisa.

—Hay algunos que dicen que el fin no justifica los medios Runoa…pero créeme. —Giró su mirada hacia el reptil con triste impresión —que esa es la excusa de los cobardes…

— ¿Cobardes Mr.Quill?

—Sí, cobardes… pronto lo entenderás. —apoyó su mano sobre el hombro de Runoa, con una cálida expresión. — Siempre debe haber sacrificios…además Runoa, tarde o temprano las historias caen al Vacuo. Los autores no merecen lo que tienen. —cogió sus garras y las juntó con las suyas. — ¿Me ayudaras a crear un hogar para los que injustamente caen al Vacuo?

Runoa se había quedado perplejo ante como el líder cazador se había sincerado con el tan abiertamente. Y aunque aún veía incierto el sino de la cacería, sin duda razón no le faltaba a Mr.Quill. Y por otro lado, un repentino pensamiento abordó la mente de Runoa, sobre los autores… y lo que hacían con sus historias.

—Si… lo haré. —afirmó con una media sonrisa.

—Sabía que podía confiar en ti Runoa…pronto los mundos serán liberados de esos estúpidos autores y los Indefinidos por fin tendremos la historia que merecemos… —Y delicadamente soltó sus garras, volviéndose a colocar su sombrero y levantándose lentamente. —Runoa, créeme cuando te digo, que luchas por una causa justa y noble.

Finalmente se fue con lentitud, la puerta se cerró, con Mr.Quill saliendo con una larga sonrisa tras su máscara y Runoa se quedó frío, mirando al suelo sin saber que hacer…

Cazar…por sobrevivir, por llegar a un mundo mejor, tener su propia historia, volver a ser algo… pero eso implicaba asesinar, o la esclavitud…pero por un lado surgió otra pregunta en su mente. ¿Qué esclavitud era mejor la del autor, o la de los cazadores?

Al salir al pasillo, Mr.Quill fue ajustándose las prendas correctamente, mientras desenvainaba su preciado estoque con punta de pluma, bañado en un metal plateado e impoluto, largo y mortal… Cuando lo volvió a guardar, restaurando las formas, se encontró con Slivly que acababa de girar la esquina.

—Señor, todo listo al cien por ciento. ¿Ha hablado con Runoa de ello?

—No…

Slivly adoptó una pose agazapada y preocupada.

—Pero señor…no dijo que sería mejor decir…

—Sencillamente Slivly —interrumpió. —Considero mejor que permanezca ignorante…por el momento.

—Si señor…

— ¿Cuánta Enfermedad tenemos?

—Pues acabamos de recolectar el último cargamento, la empresa requiere un quince por ciento de la obtención. —informó con tono suelto y frotándose las manos como si tuviera frio.

—No veo porque no… —respondió caminando por el corredor.

—Y las dosis iniciales para Runoa y la patrulla están listas… esperemos que funcione. La cepa es…sensible.

—Excelente… ¿Qué hay de las historias que te dije? —inquirió muy interesado.

—Sin autor escribiendo por el momento.

Mr.Quill dibujó una desquiciada sonrisa.

—Perfecto…simplemente perfecto. Todo sale acorde al plan mi querido amigo.

—Sí, señor… Voy a guardar el cargamento. Si me disculpáis…

— Bien, ocúpate de todo, si ocurre algo, lo que sea…llámame al Galeón Calamidad. Tengo que hablar con mis coleccionistas… —aclaró, retirándose y quebrando el silencio con su risa discreta mientras Slivly suspiraba.

—Faltaría más…. —dijo inclinándose y seguidamente yéndose con rostro inquieto.

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Diario de un viejo cazador.

Hoy he hablado con Mr.Quill. Me ha explicado nuestro nuevo cometido. Es curioso…la sed, el hambre, la vejez, la muerte en sí, es una ilusión… Sin embargo, hasta yo mismo lo he notado…una esencia retorcida, algo extraño en mí, debe ser eso lo que Mr.Quill quiere evitar a toda costa. Las ideas son la cura, y busca que algún día, podamos crear nuestra historia y deshacer esta extraña “maldición” Pudiendo vivir, respirar, comer, beber, como hacemos al partir de cacería en extraños mundos…

Aquí en el Vacuo, todo es tan vacío…pero al menos vivo, pienso, no yazco en el olvido ni camino como una bestia sedienta. No soy un asesino pero si debo hacerlo para conseguir lo que otros no pueden, entonces lo haré, además, Mr.Quill me aseguró que aunque cruel, se podría restaurar a algunos personajes que asesinamos…los que lo merezcan claro.

De todos modos ¿Por qué debería temblar ante alzar mi Aezer contra los personajes? Si…caerán al Vacuo, serán olvidados, al menos…mueren con la verdad y, quien sabe, puede que vuelvan a ser algo cuando nuestro cometido termine, pero aun así, no soy un asesino, sin embargo no veo otra salida, hacer un contrato de rendición es difícil, y más cuando los personajes son tan tozudos.

Aunque he visto que hay un cazador llamado Mekes. Este, curiosamente, casi no ha asesinado a ningún personaje, sino que ha logrado sellar contratos en casi todas. Le pregunté cómo lo hacía, y…me quedé congelado al ver sus crueles métodos, al menos no morían, pero sin duda debe ser bastante espabilado para obligarles a firmar. Y encima el personaje que firma, debe ser totalmente consciente de lo que implica. Es el contrato del cazador y que lo firme uno creyéndolo o pensando que es una broma de mal gusto, pero aun así temiendo la verdad, ya eso es indiferente. O eso me dijo Mekes, no es la primera vez que le viene un gallito firmando ya recién avisado y firma el muy idiota…

Pero, pasando a mi día, he leído el libro que Slivly me ofreció y los conocimientos del Vacuo resultan increíbles, es un mundo nuevo, es como un lugar entre las historias, pero una historia en sí, solo que sin autor ni reglas específicas y con una terrible maldición… Así funciona. Pronto iré de cacería y demostrare mis dotes, luchare por los pobres Indefinidos, y serviré a Mr.Quill, que aunque duro es justo y se preocupa por los suyos. Es agradable charlar con el de vez en cuando, sabe muchísimo del Vacuo, es lógico. Al fin y al cabo creo que es el primer cazador de historias. Resulta que antes de él, había muy pocos y no cazaban historias, sino unas criaturas extrañas de tinta salidas del Vacuo.

Luego ha hablado también de un “Pulcro” una especie de organización. Igual son otra clase de cazadores o una sección de elite del castillo…No lo sé. Ah, y lo más fascinante es que…resulta que solo nosotros podemos atravesar las historias. Tenemos un don…que obtenemos mediante un contrato para nosotros, que nos otorga la “marca del cazador” y esta nos ofrece el poder de entrar en las historias, atravesando la membrana que separa el mundo del Vacuo. ¿No es increíble? Este mundo está lleno de sorpresas.

Oh, y mi Aezer…tras hacer las pruebas físicas, Slivly me creó con mis datos una espada. Resulta que esta espada tiene una doble función…por un lado es como un ordenador, permite recoger datos, guardar archivos…un montón de cosas, y por otro lado sirve de arma para cazar. Un espada delgada y larga de filo de

Teranio y capaz de invocar la electricidad o desplegarla por si sola. Cuando la probé era como un niño alocado, feliz e ignorante…Me siento como un
superhéroe y es mía, mi Aezer personalizado.

Miro por la ventana y un cielo oscuro se alza, veo burbujas brillantes, los mundos… Veo un mar infinito y sin fondo tal vez, en el que el silencio reina…el Vacuo.

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Re: LOS CAZADORES DE HISTORIAS (Aventura; Sci-Fi; Historias)

Notapor horwaith » 10 Ene 2016, 20:55

No me acuerdo de esta conversación entre Runoa y Mr. Quill, si es que la hubo, pero me gusta y como sabe tantas cosas sin que nadie se la diga. Un capítulo muy bueno, con ciertos avances en algo que ya se había hecho: las dudas de Runoa y miedo me da la historia a la que sea enviado, creo que la voy a conocer y no soy el único ente que le pase eso.
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Re: LOS CAZADORES DE HISTORIAS (Aventura; Sci-Fi; Historias)

Notapor Charming Waltz » 14 Feb 2016, 22:13

Wao nunca habia leido algo como esto, me parece muy bueno en verdad. Felicidades :D
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