Al contrario de lo que se suele pensar, ellos son más cooperadores y conciliadores
Cristina Sáez
04/08/2016 20:00 | Actualizado a 05/08/2016 07:07
Durante los Juegos Olímpicos de Río, fíjense en algún partido de Rafa Nadal y verán cómo, tanto si gana como si pierde, al acabar le estrechará la mano a su rival, probablemente le tocará el hombro con un gesto conciliador o empático, incluso le dará un abrazo e intercambiará algunas palabras.
En cambio, no esperen que Garbiñe Muguruza, la segunda tenista del ranking femenino, o Serena Williams, la primera, se comporten igual: es probable que tan solo estrechen la mano fugazmente de su contrincante y se marchen sin más de la pista. Y es que hombres y mujeres manejamos el conflicto de forma bien distinta y mantenemos una actitud diferente ante una derrota deportiva.
De hecho, según un estudio que recoge la revista Current Biology esta semana, al contrario de lo que dicta el cliché sobre diferencias entre géneros, ellos son más cooperadores y conciliadores que ellas. Y al parecer ese comportamiento distinto tiene que ver con roles de género que hunden sus raíces en la evolución humana.
Investigadores de la Universidad de Harvard (EEUU) han analizado decenas de vídeos colgados en Internet de partidos profesionales de cuatro deportes –bádminton, tenis, boxeo y ping pong- en los que participaban 44 hombres y mujeres de diversos países. Escogieron esos deportes porque enfrentaban a dos jugadores, en lugar de deportes de equipo en los que entran más variables. Y lo que les interesaba no era el partido en sí, ni tampoco su resultado, sino justamente qué ocurría cuando acababa: ¿cómo reaccionaban los deportistas?
“Veíamos de forma sistemática que los hombres, además de dar la mano, dedicaban más tiempo y esfuerzos a realizar gestos de conciliación, como tocar la espalda del oponente, que las mujeres”, señala en una entrevista a Big Vang la investigadora Joyce Benenson, coautora del estudio. “Eso desmonta los tópicos acerca de que las mujeres son más cooperativas y empáticas; de hecho, nuestros resultados apuntan que ellas tienen más dificultades que ellos para solucionar conflictos”, remacha.
Como los chimpancés
Benenson es psicóloga evolutiva de la Universidad de Harvard y lleva 30 años dedicada a investigar, sobre todo con niños, precisamente esas diferencias entre sexos a la hora de cooperar y también de competir. Recientemente comenzó a trabajar junto al primatólogo británico Richard Wrangham, también de Harvard, que había hallado las mismas diferencias de comportamiento en grupos de chimpancés; estos primates son la única especie animal, además de los humanos, en que los machos suelen tomar parte en conflictos entre grupos rivales.
“La pregunta que nos hacíamos era cómo humanos y chimpancés pasaban de ser agresivos en conflictos uno contra uno a cooperar para luchar juntos contra otro grupo rival. La investigación con chimpancés mostraba que los machos son más capaces de resolver los conflictos que las hembras, por lo que nuestra hipótesis era que con los humanos debería suceder algo parecido. La cuestión era cómo encontrar un conflicto idéntico para ambos sexos, para poder comprobar si estábamos en lo cierto. Y el deporte fue nuestra repuesta”, relata Benenson a Big Vang.
La hipótesis del guerrero
Para los autores del trabajo, sus resultados prueban la llamada ‘hipótesis del guerrero’, según la cual los hombres suelen esforzarse más en resolver los sentimientos negativos una vez acaba un conflicto con otro miembro del mismo sexo para poder así cooperar juntos frente a alguna amenaza común. Y eso ha sido una estrategia evolutiva. Los machos en las especies mamíferas, dice Benenson, han evolucionado para competir por parejas y recursos. Sin embargo, y a diferencia de otras especies, también para cooperar contra otros grupos.
so explica, según esta psicóloga, por qué los jugadores del Barça y del Madrid pueden enfrentarse de forma agresiva durante toda la Liga pero si se encuentran en la selección española para competir contra otro país, son capaces de apartar la rivalidad y cooperar.
A todo eso, remarcan los autores de este trabajo, no es que a las mujeres no les importe reconciliarse o que les dé igual solucionar un conflicto, sino que la que pierde “se siente terrible por haber perdido y no quiere prolongar el dolor. ¿Por qué querría hacerle un gesto empático a quien le acaba de derrotar?”, apuntan.
Una razón evolutiva
“Los machos humanos han evolucionado para estar preparados para resolver conflictos con otros machos que no son familia, de manera que puedan cooperar en la defensa de sus comunidades. En cambio, las mujeres, tradicionalmente, han invertido más en las familias, en cuidar de los hijos y de otros miembros de la familia. No creo que necesiten a otras mujeres fuera de la familia. Nuestra hipótesis es que esto es una diferencia evolutiva de sexos en la estructura social que aún hoy funciona”, indica esta psicóloga de Harvard.
“Las mujeres se mantienen unidas de forma más estrecha pero si una traiciona a la otra, ninguna de las dos olvidan”
Los resultados de esta investigación tienen implicaciones más allá del deporte, consideran los científicos. Porque, de hecho, las diferencias de comportamiento entre sexos se repiten en una infinidad de contextos: tras un divorcio, por ejemplo, los hombres tienden a mantener relaciones más pacíficas con las nuevas parejas de sus esposas que al revés y los conflictos irreconciliables suelen darse más entre chicas que entre chicos.
“Los hombres están mejor preparados que las mujeres para luchar por lo que quieren entre ellos, y luego reconciliarse y cooperar, ya sea en la guerra, en los negocios, en la política, la religión, las relaciones sociales, etc. En cambio las mujeres se mantienen unidas de forma más estrecha pero si una traiciona a la otra, ninguna de las dos olvidan”, apuntan los autores de esta investigación.
Ahora el siguiente paso, asegura Benenson, será estudiar los mecanismos psicológicos que subyacen a esas diferencias observadas entre sexos.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/ciencia/cuerpo-humano/20160804/403646902480/mujeres-resuelven-peor-conflictos-hombres.html
Ahora se entienden muchas cosas
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