En un día tan señalado como es el aniversario del nacimiento propio, uno mismo no puede sino preguntarse si existe la remota posibilidad de que un gato pueda mantenerse congelado durante 1.000 años y 2 minutos dentro de un arbol que rejuvenezca en vez de envejecer mientras un sapo toca un gong de cartulina y descongelarse recuperando todas sus funciones vitales tal y como las dejó excepto por una inesperada adquisición como es el superpoder de hacer sombras con las manos (en su caso, gatunas).
Espero que esto te ayude a reflexionar y tu mente quede iluminada.
Felicidades y de nada por la inspiración filosófica.