Santa madre del amor hermoso, no podía esperarme semejante bestialidad cuando vi la sinopsis.
El principio es cómicamente chocante. ¿Pinkie haciendo aerobic? Absurdo, yo estaba seguro de que sus botes, superpoderes y constantes roturas de la cuarta pared eran ejercicio más que suficiente para mantener la línea. El traje mola, todo hay que decirlo (all hail the calentadores). Claro que todo cobra mucho más sentido cuando ves que es su uniforme particular para entretener a los trastos de los gemelos, genial que se hayan acordado de ellos. Como esperaba, estos pequeños demonios no reaccionan a los múltiples gestos y movimientos de su canguro hasta que se inflinge dolor físico... En fin, el hecho es que les hace sonreír y está contenta por ello.
Raro de cojones ver a una vaca consumir leche. Digo yo, ¿de qué animal? De otra como ella sería muy incómodo, así que tiene que ser de cabra u oveja. Las cuales consumirán leche también de otra especie, así que la cosa se queda como el diagrama triangular de las debilidades de los Pokémon iniciales (vaca bebe oveja, oveja bebe cabra, cabra bebe vaca; por ejemplo). El ciclo láctico, podemos llamarlo. Pasando a otra cosa, era obvio que Rose le iba a dar de sus flores a Pinkie para comer, dadas cosas como el sandwich de flores del capítulo de los tickets de la primera temporada, pero aun así me reí un poco al verle engullir el lirio. Tenemos nombre canon para el vejete del funeral del 2x17, y vemos varias felicitaciones de cumpleaños próximos o actuales...salvo el de la burra. j*der Pinkie, dedícate a la física cuántica, que tienes memoria para ello. Toda esta alegre caminata con interacciones incluidas nos hace ver lo sociable que es la poni rosa, y lo que se preocupa de que sus amigos sean felices y sonrían siempre a la vida. Y llega la canción.
En el capítulo anterior dije que la de las CMC era especial por bonita, lo bien que casaban las escenas con la letra y la cantidad de nuevo canon que aparece, básicamente. Sin embargo, este tema cantado por Pinkie es una de las mejores canciones de toda la serie, comparable en su categoría sólo a "Art of the dress", y me alegra el día independientemente del estado de ánimo que tenga. Vayamos por partes.
Ocurre durante toda la temporada (y se nota más en las canciones), pero la animación ha mejorado una barbaridad. El principio de Pinkie andando lo corrobora, junto con el travelling de la cámara mientras la enfoca sin perder de vista a los transeúntes que se van perdiendo en el horizonte. La música empieza a llenarle a uno de alegría, y lo casual de los primeros momentos con los saludos queda de maravilla. Eso si, lo que adoro de verdad es la parte que canta cuando dobla la palmera, por los cambios de tono.
Cuando salen los dos potros tristes es cuando la cosa se empieza a animar y se desvela el meollo del asunto: el propósito de Pinkie. El divertido y tierno momento de la carreta con ayuda de Big Mac desvela que, si bien el talento de la poni rosa son las fiestas, el motivo por el que lo hace es para hacer feliz a los demás. Algo así se dijo en "Cutie Mark Chronicles", pero aquí se termina de afianzar la idea.
Y de qué manera. Es enternecedor ver cómo se esfuerza por alegrar la cara a cualquiera que esté triste, a la vez que divertido como la escena del colegio (buenísimo el momento 2D con Pinkie caminando hacia él). Lo de Applebloom es especialmente bueno, con un efectivo detalle de animación de voltear su cara varias veces. Bonito graffiti en la granja, por cierto.
El momento tristeza, aparte de hacerte sentir un escalofrío infinito al imaginarte DOS Pinkies coexistiendo en el mismo plano material, me encanta. Y ya se venía intuyendo toda la canción, pero cuando dice su objetivo en la vida con la música in crescendo... Claro que los niveles de epicidad explotan a nivel subatómico cuando empiezan los coros y la coreografía de todos bailando, sonriendo y saltando por los tejados (nuevo poder de Pinkie descubierto: invocación de muchedumbres, Lyra incluida; y oh mira, más empleados del ayuntamiento), alcanzando su clímax cuando sus cinco mejores amigas la llevan en volandas. El finalazo de la canción es supremo, con ese plano de ella dando vueltas sobre si misma mirando hacia el cielo rodeada de los demás.
Lo que hace especial a esta canción no es la animación o la música, ni siquiera la coreografía, aunque estos factores llevados a la perfección ayudan mucho. Es la letra. La canción habla del propósito vital de una persona (buscad en el diccionario y veréis que no se me ha ido la olla), de sus motivos tras sus acciones más profundas. Algo tan importante como el "esto es lo que quiero hacer con mi vida, esto es lo que se me da bien y me hace especial". El único ejemplo parecido sería "Art of the dress", que explica el oficio de Rarity (su propósito en la vida: la moda teniendo en cuenta las preferencias de cada poni, en vez de hacer lo que le de la gana como muchos diseñadores) con una excelente música y coreografía, aunque mucho más reducida que en este caso por razones obvias; pero no llega a su altura por no hablar de la generosidad de la unicornio blanca hacia los demás, si comparamos con precisión. Ambas entrarían en la categoría de "serious business" de las canciones de la serie, por hablar de lo que mueve a sus protagonistas.
La mayoría de las canciones de la serie, aunque divertidas y muy bien elaboradas, tratan sobre temas puntuales y más o menos triviales (no estoy diciendo que sea algo malo, todo lo contrario). Es sorprendente ver algo tan profundo y lleno de significado como esto, que puede llegar a hacerte pensar que hacer felices a los demás puede merecer la pena y que hasta en los peores momentos puedes sacar fuerzas para salir adelante. Como he dicho antes, esta canción te alegra el día si o si, y es imposible no sonreír como un bobo mientras la oyes. Mis aplausos más sonoros y reverencias más pronunciadas hacia quien la haya compuesto, Andrea Libman, Shannon Chan-Kent y los coros. No bromeabas cuando alababas las canciones, Daniel Ingram, so cabronazo.
co*o, un burro. Ya en el momento que ves su comportamiento intuyes que va a haber problemas con Pinkie, empezando por intentar adivinar su nombre por narices (genialísimo que le hayan llamado Cranky) y...cantándole una canción una vez sabido. Con pocos resultados aunque le estires la boca chica, este parece duro de roer. Si, ha fallado tu lógica (enorme los esquemas de fieltro, lo de la canción aleatoria porque si y la rotura de la cuarta pared con el tick).
Una cosa, Pinkie: a la gente no tiene porqué gustarle que les toquen sus cosas sin permiso, y más cuando parecen frágiles. Eso si, impagable la lógica de "pues me traigo mi carro y somos amigos de carros". Bonico, por cierto, con su marca y diversas decoraciones más. ¿Otra canción? Ya se a qué te referías con que había muchas en esta temporada, Trollingram. En fin, por lo menos es pegadiza y el baile de Pinkie mola, con finalazo (y frase que me recordó a Barney de HIMYM) saliendo el confetti del horno y...una masa no identificada de los cañones. Ah vale, que te has marcado un fail, pero la acabas de cagar bien. Otra muestra de que Pinkie no obedece las leyes de la física y la lógica saliendo del molde y tragándoselo entero. Y he de decir que me sorprendió verle aplastar la peluca con tanta violencia al confundirla con una araña, espero que Fluttershy no lo haya visto. Cagada suprema llamarle calvo con un megáfono aunque fuera con buenas intenciones (aunque yo no me hubiera reido), y hace gracia que Cranky se ponga un hierbajo y arreando. Si, le estás perdiendo.
Buena manera de arreglarlo, pagándole un tratamiento completo en el spa (también me ha gustado volver a ver a Lotus y Aloe, y ahora conocemos a la recepcionista, con un look muy moderno) del que ahora conocemos más detalles aparte de lo que vimos con Rarity y Fluttershy. Desde luego, el tío sale nuevo, y encima Pinkie le regala un pelucón por cortesía de la modista que para más inri se parece a la melena de Steven (se que es poco probable, pero molaría volverle a ver). Pero todavía no es suficiente para hacerle sonreír, parece (aquí, aunque la chica no tiene mala intención, ya empieza a insitir demasiado en querer hacerse amiga suya y que se alegre por narices).
Desde luego, la casa es perfecta para aislarse del mundo, como parece ser su intención. Pero lo lamento tío, no se puede escapar de Pinkie, y menos si estás deshaciendo el equipaje. Por cierto, bonita bola de niev-LOOOOOOOOL, Derpy. Unos cuantos souvenirs más tarde, la poni rosa...seré claro. La caga de manera espectacular como nunca antes en la serie la ha cagado nadie (salvando a Snips y Snails, Ursa menor, jum): quemando el álbum de los recuerdos de Cranky, entre otros de su amor perdido. Normal el arranque que coge, y la otra todavía tiene las narices de decir si no pasa ná. Jodeeeeeeer, Pinkie. Genialísima la coña de "forever", por otra parte.
Twilight demuestra ser bastante racional como (casi) siempre, diciéndole que tiene que entender que no todo el mundo puede hacerse amigo tuyo (yo entiendo a Pinkie, está en su naturaleza ser así, pero lo que no puede ser...), y Rainbow se lo dice con bastante menos tacto mientras sigue leyendo a Daring Do (bendita continuidad). ¿Cómo, creíais que se iba a rendir tan fácilmente? Claro que tiene que al menos arreglar las cosas disculpándose, me lo esperaba totalmente. Oh, y bienvenida a Facebook, Twilight.
El pobre Cranky está destrozado en su casa, así que es normal que reaccione con horror al pensar que la alocada yegua rosa va a provocarle más desgracias y salga huyendo. Aquí viene la que es sin duda la parte más descojonante de todo el episodio. Llevamos unos cuantos minutos viendo a Pinkie con sus botes, habilidades sobrenaturales y demás, pero en estos momentos desata todo su poder: desafío a la gravedad quedándose colgada de la puerta, supervelocidad y equilibrio perfecto mientras va saltando de árbol en árbol, teletransporte al aparecer en la cima de la montaña antes que él, maestría en el disfraz a lo Mortadelo, los ojos que salen de cualquier parte (esto me dio miedo), y se nos resume con un mapa lleno de Pinkies lo que ya he dicho antes: es imposible escapar de ella. NO. SE. PUEDE.
Después de un poco más de "quenoteperdonocagoendiez", llega un momento que a la vez me esperaba y no. Era obvio que le iba a encontrar a la burra (aunque no tan pronto), pero j*der, que fuera la del principio del capítulo no lo vi venir...creo que soy el único. Una historia un tanto absurda, ya que el papel podía haberlo visto el tío fijándose un poco más (por cierto, curioso detalle que no sólo ponis vayan a la Grand Galloping Gala), pero por lo menos acaba bien. Tras hacer una cómica cara al verle sonreír, se le hace saber que gracias a reencontrarle con su antiguo amor ya son amigos y el Team Pinkie despega de nuevo. Una buena carta en la que se puede ver que más o menos ha aprendido la lección (con la canción principal de fondo, encima), y...¿otra canción? Me parto por lo inesperado e inapropiado del momento. Hija mía, que llevan un porrón de años sin intimidad, está claro para qué se han metido en casa. Y juas, la canción mítica esta en los créditos.
Momentazacos del quince y medio con guinda de postre y cumbre:
-Aerobic time, traje incluido.
-Smile, smile, smile. Mejor canción de la temporada.
-Cómo hacer amigos, ahora explicado con fieltro.
-Carro preparado para recibimientos, nueva adición al arsenal tras el party cannon.
-Homenaje a los pitufos con lo de que el regalo no va a explotar.
-Equipo de lectura en la librería. Como ya he dicho, bendita continuidad que provoca cosas nuevas.
-Persecución eterna, Pinkie en estado puro.
-Pinkie rocket.
En resumen, un episodio que ya de por si iba a ser excepcional por quién lo protagoniza (es imposible aburrirse con ella), encima nos atiborra de canciones y una de ellas una magnífica obra de arte por los motivos que ya he expuesto. Bendita serie.
por Account Cancelled » 02 Sep 2012, 19:51 
