General:
My Little Pony empieza su quinta temporada de una manera muy distinta a lo que habíamos visto hasta ahora, y no en el sentido de sensación de algo épico o extremo como en el final de la cuarta, sino como algo totalmente nuevo. Una trama profunda, con un conflicto complicado y curioso.
Desde el momento en el que comenzó a plantearse el conflicto (no hubo que esperar mucho, pues a los 4 minutos de empezar el primer episodio las protagonistas ya estaban en el pueblo en cuestión), supe que a mucha gente no le iba a gustar nada este episodio. O al menos no tanto como los alucinantes e impactantes episodios de la cuarta temporada. De hecho, en este episodio apenas hemos visto acción, y ni si quiera hemos tenido demasiados momentos entretenidos, salvo algunos detalles de Pinkie Pie. Para entrar en la filosofía del episodio, hay que fijarse en algo tan simple como Fluttershy aceptando todo aquello que ven en el pueblo de una forma positiva desde el principio y la diferencia respecto a Rainbow Dash, que prácticamente ríe, incrédula, cuando le explican que se han deshecho de sus marcas para formar parte de esa sociedad. Eso es lo que creo que han querido mostrar con este episodio, los diferentes puntos de vista de las seis protagonistas comparados con los puntos de vista igualitarios de los ponis del pueblo que visitan. Ambos grupos comparten una amistad, en teoría, y ninguno de ellos tiene ningún problema grave que los separe a lo largo de los dos episodios. También se trata el terrible y verdadero asunto de la tiranía, una sociedad regida por un líder que propaga unas ideas de igualdad y felicidad que limitan a los habitantes con el objetivo de no ser unos mejores que otros, mientras que al mismo tiempo el líder o tirano no acata esas normas, convirtiéndose en la excepción de su propia filosofía, poniéndose un escalón por encima de los habitantes.
Se puede ver a los habitantes desde el punto de vista de Fluttershy, de Rainbow Dash, o simplemente desde un punto de vista más neutral, como con el que lo he vivido yo. Realmente los habitantes estaban siendo felices, apartando el hecho de que su líder les engañaba. Pero, ¿realmente valía la pena ser eternamente felices e iguales a cambio de no ser especiales en absoluto?
Por todo esto creo que es una trama muy complicada para un episodio de My Little Pony común. Me parece fantástico que traten algo así, que invite a los espectadores a filosofar y a tener sus propias opiniones sobre la trama, pero no creo que sea muy inteligente mantener ese estilo durante muchos episodios, pues puede acabar aburriendo a la gente. Al fin y al cabo, hay que saber mesurarse y no olvidar que se trata de un programa de entretenimiento. Espero que se den cuenta de esto en los próximos episodios, y confío en que serán más atractivos para más personas.
Detalles que me han llamado la atención de este episodio:
- Una vez más, la presentación de una tiranía, la imposición de una filosofía que no cumple el propio filósofo, en un programa de este tipo.
- La trama complicada y aburrida para mucha gente, que arriesga a la serie a perder el interés de los más pequeños.
- La falta de acción, todo es una continua investigación y después reflexión.
- Un episodio centrado también en lo que en un principio parecían ponis de fondo, a los que desarrollan y convierten en personajes clave a medida que este avanza (tienen más personalidad después de un episodio que el maldito Flash Sentry después de dos películas, dios mío).
- Estos ponis de fondo serán los que salvarán a las protagonistas, no al revés.
- La villana escapa. ¿Es importante para la trama de la quinta temporada?
Canciones:
- In Our Town: Simple, nada especial. Una presentación al pueblo y a sus habitantes, una demostración de la filosofía de Starlight. Creo que vamos a ver canciones mucho más interesantes que esta a lo largo de la temporada. No creo ni que fuera necesaria realmente, pero ha venido bien y ha quedado bonita para simplificar el dilema y hacerlo más entendible.
Nota:
Primera parte: 7.5
Segunda parte: 8.5
Global: 8.5