"Vaya, esto es nuevo", pensé mientras pasaba una de mis pezuñas por la nuca, tratando de recuperarme del teletransporte. Con la vegetación tan espesa me era imposible localizar a mis componieros, pero estaba totalmente segura de que seguirían conmigo; al fin y al cabo, sabía hasta cierto punto cómo funcionaba esa puerta. O, quizá... ¿y si había otra puerta con un efecto parecido?
El grito de Firestone desde otra parte de la celda despejó todas mis dudas y me confirmó que todo había sido fruto de la acción de mi querida vieja conocida: la puerta 3.
- ¡ESTAMOS FUERA! ¡ESTAMOS FUERA!
Un momento, ¿había dicho "fuera"? Pero, fuera... ¿fuera?
Siguiendo su voz, intenté llegar a Firestone tan rápido como me permitía la espesa vegetación, dispuesta a darle un buen abrazo. ¿Sería posible que hubiéramos encontrado la salida por puro azar? Y yo que me había reído de ese pensamiento cuando lo tuve celdas atrás...
Mi sonrisa se desvaneció y mis orejas se volvieron flácidas cuando llegué hasta mi compañero, quien se encontraba inmóvil frente a una de las altas paredes del laberinto.
- No.... no puede ser... ¿esto forma parte del laberinto?
- Eso parece - respondí, acercándome a él por detrás y poniendo una de mis pezuñas sobre su hombro como gesto de compasión.
Firestone se apoyó contra la pared, aparentemente tratando de asimilar lo ocurrido. Decidí aprovechar ese momento para investigar la sala con más detalle y reunir a Rarity con los demás. Troté hacia el centro de la celda, tratando de encontrar cualquier detalle inusual. Gemas por el suelo; hacía tiempo que no me encontraba con una. Por lo demás, todo eran plantas, plantas y más pl-
Me detuve en seco al ver una figura familiar en una de las ramas justo encima de mí. Me pareció oír a Firestone por detrás, pero toda mi atención estaba centrada en lo que aparentemente tenía sobre mi cabeza: una araña. Quizá no era lo que pensaba, ¡pero no me detendría a comprobar si se movía!
Me alejé tan rápido como pude del supuesto arácnido. Momentos atrás no había dudado en sumergirme a rescatar a un compañero a punto de ahogarse en plena tormenta o a hablar con tranquilidad con un peligroso changeling, ¡pero había llegado a mi límite! Mientras me desplazaba a gran velocidad entre la vegetación, presa del pánico, me pregunté si realmente había conseguido alejarme de mi peor pesadilla. ¿Y si había caído encima de mí cuando me giré? ¿Y si estaba en esos momentos trepando por mi pelaje, buscando un sitio en el que morderme? ¡Sólo de pensarlo comenzó a picarme todo el cuerpo!
Entonces, choqué con algo blando y cálido. Aún presa del pánico, di un pequeño grito y un brinco hacia atrás. Respiré profundamente, tratando de relajarme, y estudié lo que tenía delante de mí: cuatro patas, crin, hocico... claramente un pony. Alas... sin duda era una pegaso. Pelaje violeta... ¿conocía a alguna pegaso con pelaje violeta?
- P-perdona, no vi que estabas aquí - me disculpé, extendiendo una pezuña hacia la pegaso.- Me llamo Colgate y soy de Ponyville. Encantada.