Volgrand escribió en 11 Ago 2013, 16:18:Resumen de accionesSpoiler:
Rol:
Aitana atraviesa la puerta de la sala de mármol y granito sonriendo. Si su suposición sobre el funcionamiento de este laberinto es correcta, ahora debería volver a la primera celda: La del campo de césped verde. Pero nada más entrar en la nueva sala, se ve totalmente cubierta por un mar de agua dulce. De agua de lluvia para ser más exactos.
—¡¿Blup?!
Nada nuevo para nuestra intrépida aventurera. A peores maldiciones se ha enfrentado (como la maldición del faraón Cloptakammon que hacía que los pastelitos supieran a sal... ¡eso sí que era una maldición!). Rápidamente sale a la superficie y reconoce la celda. ¡¿Una tormenta en medio de un laberinto, con mar incluído?!
—Vale, me equivoqué respecto a la lógica de este laberinto —de pronto suelta una carcajada casi maníaca—. ¡Aquí te has superado, bruja!
Mira por qué puerta va a salir, cuando ve una figura luchando para nadar. Es un poni de tierra pardo... ¡Y tiene problemas! Nada hacia él rápidamente, pero mientras lo hace ve todas esas hermoooosas gemas en el fondo de la celda. "Ah, maldición, ¿por qué ahora?".
—Mejor no te ahogues, ¡agárrate a mi chaleco!
—¿Quien eres? ¿Que está ocurriendo? Por favor, no me dejes ir, ¡apenas se nadar!
—Soy Aitana Pones, arqueóloga. Ahora agárrate, nadaremos hasta la cuarta puerta. Me sumergiré hasta el fondo antes para atrapar una de las gemas. Intenta coger tú otra, ¿de acuerdo?
Antes de que Firestone tenga tiempo a responder, la doctora se lanza a nadar hacia la cuarta puerta. Se sumerge por donde ve más gemas y atrapa una sin desviarse de su trayectoria. Espera que su compañero logre atrapar otra antes de que salgan de la sala. LLegan a la puerta buceando y Aitana, automáticamente, echa un bit y la abre. Con toda su femenina delicadeza, coge a Firestone por la cabeza y lo lanza a través de la puerta abierta. Está a punto de ir ella también cuando mira atrás...
...y ve nueve gemas brillando.
Y ella dudó de qué iba a... oh, ¿a quién queremos engañar? Aitana se lanzó a nadar a través de la turbulenta agua y buceó recogiendo todas las gemas que su chaleco pudo albergar. Cinco para ser exactos. Después volvió a la puerta número cuatro (por la que había lanzado a FireStone), y usa un segundo bit para abrirla. Entonces la atraviesa, empapada, sonriente, y con cinco gemas en los bolsillos.
Nota:Spoiler:
- Soy Aitana Pones, arqueóloga. Ahora agárrate, nadaremos hasta la cuarta puerta. Me sumergiré hasta el fondo antes para atrapar una de las gemas. Intenta coger tú otra, ¿de acuerdo?
"Lo intentaré" pensó, pero no le dió tiempo ni a responder pues Aitana ya se había sumergido en las oscuras aguas arrastrando a Firestone.
Entre las burbujas y la turbidez del agua, a través de la melena de su nueva amiga que flotaba y se enredaba en su rostro, Firestone pudo distinguir en el fondo de la sala, sobre el ya familiar suelo de granito pulido, el brillo resplandeciente de una de las gemas. Estiró su cuello, y casi por obra de un milagro logró agarrarla entre sus dientes antes de ser lanzado a través de la puerta.
Acciones:
Spoiler: