Aitana escudriñó los alrededores en cuanto apareció. Celda oscura, suelo de piedra... y un único y solitario bit. Y seguía oyendo a Twilight.
— ¿Seguís ahí?
—Estoy aquí, pequeña. En la misma sala de antes. En nada llegaré a tu celda y te liberaré.
Atana se dirigió a la puerta seis... pero se detuvo al sentir una poderosa presencia en la celda.
—Qué tienes qué decir moon?
—Saludos, doctora Pones. Antes que nada quería comentar lo entusiasmada que estoy por su trabajo de campo en las distintas misiones que ha enfrentado. Tiene madera de superviviente
Aitana no puede evitar esbozar una enigmática sonrisa.
—Superviviente... No creo qué sea la palabra. Pero gracias por el elogio.
—No obstante —continuó Nightmare Moon—, me preocupa la facilidad con la que pierde sus equipos.. Quizás desee ayuda para reencontrarse con ellos
Hubo un par de segundos de silencio, que fueron rotos por un "Pfff.... ¡BWAJAJAJAJAJAJAJA!" de Aitana. Moon se quedó sin palabras.
—Bruja , estás perdiendo... ¡Jajajaja!... facultades. ¿De verdad vas a usar el mismo truco conmigo? ¡Por favor!
—¿De qué truco habla? Sólo estamos teniendo una conversación entre yeguas adultas y supervivientes. ¿Qué piensa hacer, doctora?
—Ya te jo dije: rescatar a Twilight.
—¿Y cómo? —rió la princesa de la noche eterna—. No sabe donde esta.Ha perdido de nuevo a todo su equipo.
—Sí que sé dónde está, bruja. Y si no fuera por tu ardid con Scootaloo, Twilight ya estaría libre.
—Pero ahora, ¡ni usted misma sabe donde está, doctora!
La arqueóloga no se molestó en responder a una bravuconada con una respuesta tan obvia. En su lugar, abordó el tema del equipo.
—Lo de perder el equipo es un concepto algo... relativo, ¿sabes? Un equipo no necesita estar junto para funcionar como tal.
—Usted ni siquiera sabe qué puerta tomar.
—La seis bruja, la seis. Igual qué hice antes. La razón por la qué dejé un único bit en,la sala era reconocerla, ¿sabes?
Moon mostró una expresión sorprendida.
—Oh, ¿la seis? Yo había venido a pedirle que no usara la cinco.
—Je, buen intento bruja. Al menos te reconozco el mérito de intentar engañarme a mi, en vez de a Scoots. Pero dime, ¿qué sorpresa me has preparado para cuando encuentre a Twilight? ¿Un dragón o algo así?
—¡No encontrarás a Twilight! —gritó la alicornio.
—Sí que lo haré. Si no es ahora, será más tarde, pero la encontraré. Ahora dime, ¿qué sorpresa tienes en la celda de la estudiante de Celestia?
—Escucha, Pones, ya te he dicho que no llegarás a tal celda.
Aitana no pudo evitar sonreír ante la forzada fanfarronería de moon.
—Sabes que sí que lo haré, bruja. Te estás engañando a ti misma.
—Entonces, ¿mantienes tu elección, la puerta seis?
La princesa de la noche esbozó una forzada sonrisa de alivio, intentando hacer creer a Aitana que la puerta seis no conducía nada. Un intento vano, por más poderosa que fuera, Moon era realmente una manipuladora pésima.
—Moon, eres más tonta de lo qué pareces. Que no cuela.
—No me digas que... ¡¿Cambiaras de puerta?! ¡Eso no es justo!
—Déjalo ya, Moon. Las dos sabemos que la puerta seis es el camino hacia Twilight Sparkle. Quizá deberías aprovechar este tiempo para prepararme una buena sorpresa cuando llegue a Twilight. Este laberinto empieza a parecerme aburrido.
La alicornio miró un largo tiempo a esa rebelde y cabezona poni de tierra.
—Vale, se acabo el juego Pones. ¿Qué quieres por dejar la seis?
—Quiero a Twilight. Que así me ahorraré un bit y una gema.
—Eso es lógicamente absurdo. Pero tengo otro trato: He oído que te gustan las aventuras y los dragones. Tengo un dragon muy grandote aquí. ¿Quieres ir con él en lugar de a esa puerta que no sabes donde va?
—La puerta qué sí sé donde va, bruja, no te confundas. Además, aunque me gustaría ver a tu dragón, me llama más liberar a todos y demostrar qué tu laberinto es inútil.
—Mi laberinto.. Inútil..... Mprh...
La alicornio incluso descendió de las zonas más altas de la celda, posándose en el suelo a la altura de Aitana.
—Aunque fuera por donde crees, ¿por qué sacar a Sparkle? Sería una molestia. Tú viajas mejor sola.
—¡Moon! Primero me acusas de abandonar a mi equipo, ahora me dices que viajo mejor sola. ¡Aclárate!
—¡¡Escúchame, asaltatumbas!! No te interesa seguir empecinada en sacar a esa unicornio. ¡Solo hará que retrasarte con sus tontas quejas! Además, ¿qué dirán los ponis de ti si necesitas la ayuda de una estudiante de magia barata para continuar? ¡Tienes un prestigio, Pones!
Aitana miró un segundo al suelo, sonriendo ligeramente. A medida que el enfado de Moon aumentaba, la arqueóloga sintió cómo la magia chisporroteaba en su brújula. Moon era un ser realmente poderoso, pero con pocas luces en lo que se refería a los demás.
—En primer lugar, bruja: Yo no viajo mejor sola. Solo viajo más rápido. En segundo lugar: Cuando yo empecé mi carrera no era más que la sombra de otro arqueólogo. No me desagrada llevar una estudiante conmigo.
—Pero yo te ofrezco llevarte con un dragón, ¡para que demuestres lo que vales realmente!
—Moon, yo no necesito demostrar nada. Sabes que mis mejores trabajos son aquellos que nadie conoce. No lo he sacrificado todo por la fama y la gloria, bruja.
La bruja guardó silencio mientras barajaba sus últimas cartas.
—Oh, vaya, veo que te quedan pocos bits. ¿Te doy uno a cambio de la gema?
—Jeje, buen intento bruja. Pero creo que recogeré el bit que hay en esta sala, que casualmente, ¡dejé yo misma antes!
—Ya... ¿y si te ofrezco algo a lo que no te podrás negar?
La arqueóloga aguardó en silencio la oferta.
—Tú eliges otra puerta, doctora, y yo quitaré las jaulas que haya ahora sobre... digamos Applejack y Pinkie Pie. Dos de las portadoras de los elementos de la armonía por lo que SUPONES que te llevará a uno. ¿Qué te parece?
Aitana abrió bastante los ojos, sorprendida ante semejante propuesta.
—Espera... ¿liberar a dos de las portadoras por no usar esta puerta? ¡¿Qué diantres tienes aquí que es tan importante?!
—Espera.... Liberar a dos mane por no usar está puerta? Que diantres tienes aquí que es tan importante?
—O quizás sea un farol y te esté distrayendo de usar la cinco —Moon hizo una pausa melodramática—. ¡Uy!¿Por qué pensaré en voz alta?
—Moon, eres una pésima manipuladora. En serio.
—¡¡¡Pues tu estúpida amiguita rasdesuelo no piensa lo mismo!!!
Aitana le devolvió a la alicornio una mirada cargada de ira y malicia.
—Ella es joven e impresionable. ¡Pero al menos Scootaloo sigue sus objetivos sin manipular a los más débiles, no como otras cobardes!
Moon retrocedió en silencio ante la puñalada verbal. Tras unos segundos, una enigmática sonrisa regresó a su rostro.
—Jeh... No hay nada que pueda torcer tu iniciativa...
—No. Tu lo has dicho.
—Je... Je.... —Moon mira el techo, riendo lentamente sin expresión—. Tan pronto... Esto no quedará así, doctora Pones. Volveremos a vernos.
—Eso espero bruja. Y quizá entonces te demuestre realmente el error que has cometido con todo esto.
Moon desaparece. Aitana percibe un sentimiento replegado, una ira comprimida en el silencio que queda en la celda. Una rabia que, por alguna razón, Moon no quiso mostrarle.
—Interesante...
Aitana Pones, tras recolocarse el sombrero, recoge el bit que hay en la sala -y que antes ya había estado en sus pezuñas- y lo usa para atravesar la puerta seis.