Scootaloo mira a Edge, con una sonrisa.
"De esto me ocupo yo"
Situandose en el centro del triangulo formado por los tres monstruos, Scootaloo saca una gema, la muestra en alto para que los monstruos la observen, y la lanza al aire, poniendo sus pies bajo un punado de rocas.
"Buscad, perritos!"
En el momento en que los perros se adelantan para recoger el bit, Scootaloo levanta las rocas con su pata, e impulsandose con su scooter, da un salto y gira sobre si misma en el aire, pateando tres rocas, una por cabeza, que les golpea en la misma, aturdiendolos, mientras Scootaloo recoge su gema, ya cayendo, y se la vuelve a guardar.
Tras unos segundos, los perros se dan cuenta de que han sido enganados, y se dan a la caza de Scootaloo blandiendo sus picos. Esta se desliza entre dos de ellos agarrando su scooter, y esquiva el golpe del tercero, que deja una abertura suficiente para que Scootaloo se acerque a sus patas traseras y le propina una coz con fuerza, cosa que hace perder el equilibrio y caer de cabeza al duro suelo de piedra, donde Scootaloo le vuelve a golpear en la cara, dejandolo sin sentido.
Subiamente, Scootaloo nota un movimiento bajo el suelo, y salta al lado justo a tiempo en el momento en que uno de los dos perros que habia ignorado sale de el, agitando su pico con furia.
"Ponnnnniiiii.....esclava para nosotros...."
El monstruo vuelve a ocultarse bajo el suelo, mientras el otro perro aun en pie se dirige hacia Scootaloo, con su maza preparada. Scootaloo no se lo piensa dos veces: con un peligro por lado, se dirige corriendo hacia el perro de la maza, sintiendo las piedras del suelo agitarse tras de ella. Cuando este va a golpear a Scootaloo, ella salta entre las piernas del perro, y la maza cuyo objetivo era Scootaloo se encuentra con la cabeza del perro bajo tierra.
Un horrible "CLONGGGGG" resuena por la habitacion. Scootaloo se acerca al perro, ahora preocupado por su companero, con una sonrisa.
"Tranquilo, yo le ayudare. Pero me tienes que pagar cinco gemas"
El perro, a reganadientes, mira en su bolsa, saca cinco gemas y las deja en el suelo.
"Maldita ponnnnnyyy..... Ahora ayuda.... y dejanos..."
Scootaloo sonrie al perro, y le da su patinete.
"Aguanta, yo me encargo"
En el momento en que el monstruo recibe el patinete y lo aguanta, sorprendido, Scootaloo hace acopio de todas sus fuerzas, incluso batiendo sus pequenas alas, coge la maza del suelo con su boca, y girando sobre si misma, le propina un golpe en la sien al perro, que cae al suelo, tambien inconsciente.
Scootaloo vuelve hacia Edge, aun con la sonrisa en la cara, y su querido patinete lleno de gemas.
"Gracias Edge, volvamos ya"