Tras un poco de tiempo, la conversación derivó a otros temas, mientras pensaban qué puerta usar a continuación. Y Aitana se esforzaba por contar una anécdota aguantando la risa.
—Pues entonces entramos en la pirámide, esperábamos encontrar el sarcófago del faraón Amumu. Tardamos varias horas, pero al final recorrimos el laberinto, sorteamos las trampas, y llegamos hasta la sala de la eternidad.
—¿La sala de la eternidad? —preguntó Edge Pyrite.
—Es la sala donde está el sarcófago, para que el faraón descanse eternamente. —explicó Twilight.
—¡Eso es! Pues llegamos a la sala, y para nuestra sorpresa, ¡el sarcófago estaba abierto y vacío! Y cuando el profesor Trottingtor lo examinaba, algo apareció a su espalda... —Aitana hizo una pausa dramática—... ¡era la momia, con las patas levantadas!
Aitana imitó el movimiento de la momia, y tanto Twilight como Edge hicieron una inspiración por la historia.
—¿Y qué ocurrió?¿
—Pues grité al profesor, y cuando éste se giró... la momia se echó encima suyo al grito... jejeje... al grito Meeeeen-looooooor
Aitana dijo esa última palabra imitando una grave y fantasmagórica voz infantil. Twilight parpadeó un par de veces.
—¿Qué quiere decir eso?
—Je, je, je... quiere... ¡ja, ja!, ¡quiere decir "Amigo"!
Hubo un par de segundos de silencio, hasta que Edge hizo un "¡pffft!" y empezó a reír.
—¡Ja, ja, ja! ¿En serio, la momia quería ser amiga del profesor? ¡Venga ya!
—¡Pero eso no es lo mejor! —continuó Aitana entre risas—. Es que el profesor Trottingtor se creyó que Amumu intentaba estrangularlo... ¡y se puso a correr en círculos por toda la sala, con Amumu colgando de su cuello! Y el pobre iba gritando: "¡Amumu nut nooooo men-looooor!"
—¿Y eso quiere decir...?
—¡No abandones a Amumu, amigooooo...! —dijo Aitana imitando la voz de la momia.
Y entonces sí, los tres ponis empezaron a reir a carcajadas durante varios minutos. Tantos que, al acabar, Aitana hasta estaba llorando de la risa. Cuando se calmaron, Twiight logró preguntar lo más evidente:
—Pero, ¿qué pasó con Amumu? ¿Lo tuvisteis que...?
—¿Destruír? ¡No, mujer, no! Si Amumu es un pedazo de pan. Fue faraón pero se murió siendo un potrillo, y claro, lo momificaron. Con tan mala suerte que el pobre resucitó y se encontró solo durante muchos años. ¡Claro que buscaba un amigo!
—¿Entonces?
—Sigue en la misma pirámide. El profesor Trottingtor sigue visitándolo todas las semanas. En su última carta me dijo que Amumu cada día juega mejor al ajedrez. Y yo aprovecho cada vez que visito Egiptrot para ir a ver a mi amiguito. Deberíais conocerlo, os caería bien.
Otro de sus compañeros empezó a contar otra anécdota. Aitana miró alrededor, relajada tras la incómoda respuesta que le dio el día anterior a Twilight. Pero ahora no podía evitar preguntarse, ¿por dónde ir?