Aitana se levanta con un dolor de cabeza interesante. No es la peor resaca de su vida, pero sí que es bastante fuerte. Eso sí, tiene la sensación de haber pasado una noche divertidísima.
—¡Buenos dí... arg!... Vale, gritar no es una buena idea.
—buenos días Aitana.
—Hey Edge, me alegro de verte. Te perdiste una buena fiesta.
—¡Ya lo creo que sí! —gritó Applejack, haciendo que la arqueóloga rechinara los dientes.
Aitana miró a todos, pero le sentó como un cubo de agua fría ver que Twilight parecía molesta. ¿Qué había ocurrido? ¿No habría...? ¡No, por favor, que no hubiera ocurrido nada raro! ¡Pero si no bebió tanto!
Pero un recuerdo asaltó su mente. En concreto, Applejack retándola a un "No tienes bemoles de beberte otro vaso de un trago". Ah, maldito fuera el que nventó el "No tienes bemoles". Nadie podía negarse a eso.
Recogieron las cosas y, tas estudiar sus opciones, vieron que la mejor era la puerta seis. Cuando pudo, Aitana se acercó a Applejack.
—Oye Applejack, ¿Twilight está molesta, verdad?¿Hice algo... incorrecto anoche?