Emereldo
Raza: Pegaso.
(Alas mas bien atrofiadas)
Edad: Maduro con punto viejo
Profesión: Minero (con pico)
Habilidades:
Normales:
Mandibula Robusta: Despues de toda una vida de usar el pico para cascar piedras, tiene los dientes de un titán. Puede coger cosas pesadas con la boca, pegar mordiscos de miedo y comer cosas que cualquier otro ser pelaria/abriria primero.
Pezuñas todoterreno: En las cuevas, en el confinamiento natural de la roca y con el agua que ronronea entre estratos como unica compañia; un desliz, un tropiezo, puede significar la muerte segura. Despues de unas cuantas malas experiencias de joven, una cicatriz en el lomo y una rodilla mala, ha aprendido a no subestimar el terreno y a moverse por suelos peligrosos con agilidad y astucia.
Bondad Paternal: Ha visto demasiadas muertes. Jovenes que salen de su hogar un dia y no vuelven. Demasiadas lágrimas desperdició en su dia. En este mundo de caos, esta dispuesto a no ver a nadie mas sufrir, y aunque sabe que algun dia esa bondad será su perdicion, esta dispuesto a correr el riesgo de un dia caer en un engaño que no ha sabido ver si, por el camino; ha ayudado a otros.
Especialista:
Minero Profesional: El suelo no tiene secretos para el. Esa roca tiene un rubí detras. Esa piedra es maestra, si la pico todo se viene abajo. Estoy caminando sobre una cueva. Esta montaña tiene algo de cobre en la base. Mucho tiempo trabajando con la tierra, demasiado puede. Sabe que no es el mas experimentado en el combate, pero confia en su control sobre la piedra para ganar con astucia.
Poco conocidas:
Ligera deteccion de mentiras:En sus paradas por las tabernas, la mejor manera de pasar el tiempo es jugar a las cartas, y aunque nunca apostaba alto, cada bit era importante para el. Poco a poco, vio los patrones de sus compañeros de juego. Ahora miente. No, creo que ahora es en serio. Maldita sea, era mentira. Despues lo probó en el trato fuera del juego. Los comerciantes tambien mentian, intentaban engañarlo, y a veces, conseguia desmontar sus mentiras. Nunca se volvio un manipulador nato, pues su bondad lo empujaba a confiar en la gente aunque la situacion fuera sospechosa, pero, solo a veces, su intuición lo libraba de tratos turbios que seguramente habrian acabado con el sin algun organo vital.
Cocina: Vive solo. Come cosas que cocina. Bastante logico, pero cuando se le ve picando piedra no es lo primero que se piensa. Tambien es importante decir que sabe cocinar lo justo, no platos super complicados, ya que no le gusta experimentar. Pero tiene doce maneras diferentes de cocinar cada fruta que le traigas, segun lo que tenga a mano.
Poder especial: Fuerza de un caballo
Es forzudo.Y en este mundo de ponis habrientos, aún se nota mas. Allá donde hay una abuela, sabe que en algun momento va a tener que mover algo o abrir algo que nadie mas ha conseguido.
Historia:
Emereldo no se acuerda de donde nacio, recuerda crecer rápido, pues la familia lo necesitaba. Recuerda algo horrible pasar. Una pelea entre sus padres, su hermano llorando, algo romperse contra el suelo. Su padre abrió las alas en toda su extension. Recuerda no ver la luz. Y en la oscuridad, un grito. Y el aleteo de las alas, el sonido del abandono. A saber como habria sido su vida si esas alas no hubieran volado esa noche. Su hermano lloró. El miraba al vacio. Recuerda pasar quien sabe cuanto tiempo con la mirada perdida, entre el sueño y la lucidez, mientras su hermano lloraba, abrazado a el. La noche iba y venia. Entonces una sombra.Y un grito. Y se acabaron las lagrimas.
Cuando despertó de su letargia, su hermano no estaba.
Despues sus recuerdos se funden en una masa de dolor y frio. Recuerda cavar una tumba con sus pezuñas, sin mas herramientas a mano. Recuerda un cosquilleo en su grupa mientras picaba frenéticamente contra el duro terreno. Cargar con su madre y enterrar el cuerpo, y buscar el de su hermano durante demasiadas noches. Recuerda sentir el frio del invierno, y sus alas pegadas a su lomo mientras andaba sin rumbo. Recuerda abandonar aquel infierno.
Pero bueno, no todo era tan malo ahora. Se ganaba la vida picando en las minas. Viajaba mucho, de villa en villa, como se podia permitir. Habia nacido con alas, pero no las utilizaba. Eran un recordatorio, nada mas. Un recordatorio de lo que era su padre. Eran lo que habia evitado el olvido. Tenia miedo de que los recuerdos lo cambiaran, y queria olvidar. Pero esas alas inútiles se lo impedian...
Vivia solo, y se guardaba bien de hacer amigos. Habia tenido amigos, claro. Ninguna de esas amistades acabó bien. Este mundo tenia demasiada muerte para que una amistad durara, al pareces. Lo unico que Emereldo conserva de ello son promesas de no dejar que se repita. Ahora era un tipo bastante solitario, es cierto, pero siempre mantenia la felicidad dentro suyo. Siempre esperando lo mejor. Siempre ayudando a los demas, aunque no los conociera. Viajaba con sus herramientas, su dinero y sus materiales, cuando se acababa el mineral en ese terreno o cuando sentia que ya habia hecho todo lo que podia en ese pueblo. Habian lugares en los que la gente lo odiaba pero acababan queriendolo. Habian otros en los que le hacian una fiesta de bienvenida, solo para luego intentar comerselo. Todas las experiencias, buenas y malas, se juntan en Emereldo. Y le sirven para vivir nuevas aventuras.
En el ultimo pueblo, una mujer habia aparecido muerta, degollada detras de una casa. "Ha sido ese que siempre saluda y es majo. Siempre son lo que menos lo parecen". Habian saqueado su cueva. Con el poco dinero que llevaba encima, su pico y un saco mas que despreciable de minerales, se habia aventurado a traves de una cueva desconocida. Sabia que habia una salida, la roca se lo decia. Hacia dias que los gritos y amenazas habian quedado atras, y la salida no podia quedar lejos...
Pero, por alguna razón, sentia un cosquilleo en su Cutie Mark.