Concedido, despues de saberlo deberas meterte una cucharada de postre de sal en la boca.
Todo comenzó cuando el pavo le envio una carta con una alita de pollo grapada. En la carta (aceitosa) explicaba que su hija habia sido secuestrada y que si queria verla de nuevo tendria que entregar a su marido, conocido traficante. a la banda de los Urogayos Ululantes.
La gallina sabia que su marido no era bien visto ante la ley, pero como persona era un gran hombre. No se habia enamorado de el por nada, despues de todo. Aquellas puestas de sol en las que se acurrucaban, dandose calor con las plumas. Y aquellos amaneceres en lo alto del pajar, cuando el hinchaba su pecho, rojo como la sangre, y soltaba ese grito profundo.
Por eso, fue dificil la decision. Pero su hija era muy importante para ella
Habló con su marido. El lloró, pero lo entendio. El queria tambien lo mejor para su hija.
Quedaron con el Pavo y el jefe de los Urogallos Ululantes en una carretera desierta. Cuando llegaron los dos, cogidos de las alas, vieron a su hija llorando en el suelo con una venda sangrante en un costado y la cabeza tapada.Pavo estaba en primera fila, apuntando una pistola a la pequeña gallina. El gallo cruzó, mientras su mujer lloraba desconsoladamente. El gallo llegó al otro lado y se dejó atar las alas por uno de los sicarios.
-Tu turno, Pavo- dijo el Gallo.
Pavo le dió una patada a la hija de la pareja para que se levantara. La joven gallina se levantó poco a poco. Todos estaban expectantes. La tension cubria la escena entera como una cuerda atando a un condenado a muerte.
La joven gallina se giró de un salto. Su pico atravesó el saco que llevaba en la cabeza y se clavó de lleno en el ojo de Pavo. El grito fue horrible. Gallina se quedó sin aliento. Pavo le dió un rodillazo a la cria, que calló al suelo, agarrotada de dolor.
Entonces Pavo comenzó a reir, sus plumas abriendose cada vez mas, mostrando la locura que encerraba dentro. La sangre corria por su cara, cuello abajo, mojando su plumaje. La risa era aguda, casi inaudible. Era insoportable. La gallina lo miró desconcertada. El gallo lo miró asustado. La risa de Pavo descendió lentamente hacia el silencio. Hubieron unos segundos en los que latidos era lo unico que se oia. Entonces Pavo se movió.
Colocó la punta de la pistola contra la cabeza de la hija.
-Parece que esta gallina...
No es moco de pavo.
Gallina gritó, y corrió todo lo que pudo a través de la carretera. su hija, tirada en el suelo, temblaba, incapaz de decir una palabra. El Gallo forcejeó con los sicarios, en vano. Todo estaba perdido.
Bang
Pavo dejó que Gallina llorara sobre el cadáver de su hija unos minutos.
Después la mató.
Gallo nunca volvió a cuestionar a sus superiores.
Deseo poder dejar de llorar :'C