Me comunican que los que iban a ser los próximos masters, Colorful y Slaugther, al final no van a hacerlo, así que la próxima partida la organizaré yo.
Quiero avisaros que el sistema de juego se va a basar casi enteramente al puesto por JoanK, solo que con otros roles, otros escenarios... Pero quizá voy a ser un poco más duro. Para empezar,
no habrá posibilidad alguna de examen forense ni cosas parecidas. De hecho, estoy pensando un escenario de rol en el que los jugadores simplemente "desaparezcan sin dejar rastro" o "sufran una muerte súbita ocasionada por maldiciones que no requieran de ser unicornio", para que la única pista posible sean los actos y las palabras de otros jugadores.
En segundo lugar,
prohibiré tajantemente conversaciones sobre la partida en chats instantáneos. Esto no es un juego de respuestas espontáneas como el
Mafia que se juega en la vida real, donde se pilla al asesino por sus gestos o por lo que tarde en pensarse qué responder para que no le pillen. Los jugadores de rol por foro tienen que tener derecho a tomarse su tiempo para pensar lo que dicen, sean ciudadanos o asesinos. Además, está la ventaja de poder mirar fácilmente lo que hayan dicho varios días atrás.
Opimar sobre el juego en general, las normas, etc, vale. Pero investigar, discutir teorías, etc. se debe hacer o en el post, por PM o quicktopic.
Y ahora preguntaréis:
Pero, Pastel, si no tenemos pistas, ¿cómo vamos a encontrar al asesino? ¡Sólo con los comentarios es imposible!
Claro, el asesino se esconde como una aguja en un pajar. Es imposible encontrar eso.
Porque, ¿qué vas a hacer para encontrar la aguja?
¿Le pides pistas al pajar? ¿Buscas por las pajitas una por una durante largas horas? ¿Le prendes fuego al pajar?
Nada de eso va a resultar, sólo va a ocasionar pérdidas de tiempo y paja.
Pero, ¿y si vas a la ferretería, compras un imán, y lo acercas por allí hasta que la aguja acabe asomándose sola?
¿O coges una fuente de luz, y la vas pasando hasta que veas el reflejo que desprenda el metal de la aguja?
¡Eso es otra cosa! No sólo estás buscando la aguja, también te has preparado para la búsqueda, y te aprovechas de las propiedades de la aguja para evitar que se esconda.
Con esto quiero decir que los ciudadanos no sólo tienen que encontrar a los asesinos. También tienen que pensar en una estrategia con la que a los asesinos les sea difícil esconderse. La más obvia y básica (en mi opinión) es procurar
la máxima participación, la cual explicaré al responder a la siguiente pregunta.
Seguramente preguntaréis también:
Pero, Pastel, ¿qué pasa si el asesino apenas participa para votar y pasar desapercibido? En la última partida ha habido muy poca participación, ni siquiera por parte de los asesinos. ¿Cómo vamos a descubrirle entonces si no tenemos nada a lo que aferrarnos? ¿Cómo deducimos quién es si no participa casi nada?
Bueno, eso no es un problema del sistema de juego. Es problema de vosotros, los jugadores.
Sois vosotros quienes tenéis que participar, teorizar, contradecir teorías, investigar, presionar, emparanoiaros... hasta encontrar al asesino.
¿Habéis oído hablar de la teoría de juegos? ¿
El dilema del prisionero? ¿
La tragedia de los comunes?
En este juego ocurre algo parecido. Si cada uno los ciudadanos es egoísta y piensa en su beneficio a corto plazo, acaba perjudicando a todos, incluído él mismo, en el largo plazo.
Fíjense en los siguientes casos. Tengan en cuenta que cuando hablo de
participar poco me refiero a, como mucho, decir tres o cuatro líneas y si acaso votar. Con
participar mucho me refiero a formular teorías, contrarrestarlas, acusar, defenderse, y compartir emparanoiamientos en general:
1-
Si tú participas mucho,
pero los demás participan poco, vas a llamar mucho la atención y van a terminar sospechando de ti. Es lo que ha pasado en este último juego. Por tanto, lo mejor para ti y para todos individualmente es votar y poco más, manteniendo un perfil bajo, ¿no? ¡Pero eso es caer en una
trampa social! Ya lo verán, ya. Pasemos al caso 2.
2-
Si tú participas poco,
y los demás también participan poco, habéis caído todos es esa trampa.
Sí, es verdad que lo más fácil es no llamar la atención y rezar para que Lord Helix te deje llegar al final de la partida. Pero le estáis poniendo la victoria en bandeja a los asesinos. ¿Qué debe hacer un asesino para pasar desapercibido? Lo mismo que hacen todos los demás:
Nada. Vamos, que lo tienen muy fácil para ocultarse sin apenas esfuerzo. Y como votéis poco, controlar las votaciones para ellos será pan comido. ¡Este es
el peor de los casos posibles, ya que en el primero al menos hay un poco de esperanza! ¡El juego no sólo se vuelve aburrido, sino que además los ciudadanos sufren una derrota aplastante! ¡Hay que evitarlo a toda costa!
Ahora vamos a imaginar las situaciones contrarias.
3-
Si tú participas poco,
pero los demás participan mucho, ¡esto es otra cosa! Ahora resulta que brillas por tu ausencia. Si mientras todo el mundo anda teorizando, machacándose los sesos, montándose paranoias enormes, y acusando a otros jugadores, tú estás tocándote las narices, lo mejor que pueden hacer los ciudadanos es echarte al pozo, seas asesino o no.
Si eres asesino, les viene genial. Es fácil deducir que, si tú no estás acusando a nadie con fundamentos medianamente decentes, mientras que todos los demás sí lo hacen aun si se equivocan, es porque sabes que todos son inocentes, y no se te ocurren argumentos para acusar a nadie porque no tienes ningún asesino que buscar.
Si eres inocente, tampoco les viene mal. Simplemente se habrán desecho de un ciudadano que aportaba muy poco, así que no es una gran pérdida.
Es decir, que el hecho de no participar en esta situación te lleva a la ruina. ¡Ahí se halla
la dificultad de ser asesino!
Mientras los ciudadanos tienen la desventaja de no saber quién es quién, los asesinos tienen la desventaja de no tener a quién acusar con buenos argumentos sinceros, y les será más difícil pasar desapercibidos cuantos más y mejores argumentos y acusaciones den los ciudadanos.
4-
Si tú participas mucho,
y los demás también participan mucho, el juego se vuelve muy interesante. En este caso todos participan mucho, incluído el asesino. ¡Ese asesino es muy bueno! Mientras todo el mundo anda buscando sospechosos y acusando con los mejores argumentos que se les ocurren, ¡el asesino se llena la boca de embustes para pasar desapercibido en un perfil alto! Ahora todo se convierte en una batalla entre intelectos. Entre los que saben mentir y los que saben descubrir esas mentiras.
Es aquí donde ocurren las partidas épicas, y cómo me gustaría que se desarrollase la mía.
Es el mejor de los casos posibles si lo que nos interesa es divertirnos. Pero todo eso depende de vosotros.
Con esto podría hacerse una tabla parecida a la del dilema del prisionero (sabes que tú vas a participar o no, pero no sabes qué va a hacer el resto), y también se parecería a la tragedia de los comunes si consideramos que el bien común en todo esto sería el derecho a guardar silencio. Si se usa en la justa medida puede estar bien. Pero si se abusa de él acaba pasando como en los dos primeros casos, y el pueblo acaba con muy pocas posibilidades de supervivencia.
TL;DR: Si todos están dispuestos a participar y a sacrificar la seguridad del perfil bajo, si todos se mantienen honestos con ese ideal, confiando en que los demás también lo hagan, los ciudadanos tendrán la oportunidad de salvarse. Pero basta con que un grupo lo bastante grande se vuelva cobarde y egoísta, diciendo "
Mejor paso, no sea que acuse sin querer a un inocente y me acaben mirando a mí.", para que a todos los ciudadanos acaben condenados. Si no hay apenas participación, aún a riesgo de condenar inocentes, a los asesinos les será muy fácil pasar desapercibidos simplemente participando poco. Si hay mucha participación, los asesinos estarán obligados a tirarse de la lengua todo lo posible para pasar desapercibidos en un perfil alto. Así que, los ciudadanos deberán evitar por todos los medios el caso 2, de participación mínima, si quieren sobrevivir.
Vale, todo eso está muy bien, pero, ¿cómo voy a ponerme a teorizar y acusar desde el primer día? ¡Todavía no tenemos nada y acabaremos condenando a un inocente!
En primer lugar, que el pueblo condene a un inocente en el primer día es de lo más normal del mundo. Habría que tener mucha suerte para encontrar a un asesino al azar. Pero mientras ganéis, ese inocente también ganará.
En segundo lugar, nadie dice que tengáis que empezar a acusar ya desde el primer momento. Antes de buscar la aguja, habrá que planear de qué forma podríamos hacerla salir, e ir preparando un poco el terreno, ¿no? Como en el ajedrez, los primeros momentos, las aperturas, parecen una tontería y no te vas a comer ninguna pieza por mover los primeros peones. Pero usar la apertura correcta puede ser decisivo para todo el resto de la partida, incluso si tienes que sacrificar alguna pieza.