El unicornio en Hogwarts [Crossover] [Aventura] [Humano]

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Re: El unicornio en Hogwarts [Crossover] [Aventura] [Humano]

Notapor Sg91 » 12 Jun 2013, 18:33

Capítulo 4

Lo básico



-...y así fue como, al menos según las teorías modernas, nació Ecuestria.

Si bien muchos Gryffindors estuvieron escuchando la historia de Twilight, los demás aprovecharon la oportunidad para terminar de cenar. Después de un largo día lleno de emociones, unas verduras asadas al vapor lo remataban.

-Vaya…-murmuró alguien, después de un denso silencio.

-¿En serio luchaste contra una mantícora?-preguntó a Twilight un niño de nombre Dean Thomas.

-Luchar no sería la palabra más adecuada…-murmuró ella, tratando de explicarse.

-¿Y entonces cómo lo hiciste?

-¿Qué dijiste que pasó cuando...?

-¿Por qué no conoces los...?

Como si alguien hubiera abierto las puertas del aliviadero de un pantano, varias personas empezaron a hablar a la vez. Twilight trató de responder a todas las preguntas que pudo, pero agradeció cuando Dumbledore les llamó la atención.

Les dio un breve discurso, aunque fue como una lista de recordatorios y actualizaciones, más que otra cosa. Twilight se quedó bastante asombrada, sobre todo por la parte de los gemelos, los cuales parecían ir a la zaga de Pinkie y Dash en cuanto a bromistas se refiere; y es que tenían casi todos los artículos que estaban prohibidos. Pero algunas de las indicaciones eran más preocupantes.

El bosque prohibido, por ejemplo, parecía tan peligroso como el Everfree y estaba más cerca del castillo de lo que ella preferiría. No obstante, el funcionamiento del clima aquí fue toda una sorpresa; aunque el anciano mago no quiso que subestimaran el peligroso pasillo de la tercera planta, por lo que les puso al corriente también.

O eso, o estaba tratando de asustar a los niños para que no corrieran riesgos, por supuesto.

Después del discurso, Dumbledore los animó un poco y anunció.

-¡Y ahora, antes de que vayamos a acostarnos, cantemos la canción del colegio! ¡Que cada uno elija su melodía favorita! ¡Y allá vamos!

Spike parpadeó.

-¿Elegir una melodía?

Y entonces, el canto comenzó.

Tanto Twilight como Spike se llevaron sus cascos y garras a los oídos.

Normalmente, cuando Pinkie y las demás cantaban improvisadamente, generalmente lo hacían en sintonía y bien coordinadas; pero el sonido de cientos de alumnos de diferentes edades, cantando con tonos y melodías al azar no fue divertido, y provocó en ellos un considerable dolor de cabeza.

Unos pocos segundos después, Twilight realizó el hechizo del cono del silencio, y tanto ella como Spike suspiraron aliviados.

Cuando casi todo el mundo parecía haberse detenido, Spike sacó la cabeza de la superficie del hechizo y luego asintió a Twilight. En cuanto ella lo retiró, lo único que llegaron a oír fue a los gemelos pelirrojos cantando un canto fúnebre.

-Uf… no me esperaba eso-le dijo a Spike

-Desde luego-asintió Spike-me pregunto si al menos tendrán bien la audición.

-Pues es posible…

Un vez que los gemelos terminaron, Dumbledore llamó a lo que había pasado música, cosa con lo que Twilight no estaba de acuerdo, y finalmente envió a todos a la cama.

En ese momento, la cama sonaba como un buen plan. Tanto ella como Spike habían estado despiertos durante diecisiete horas, para poder coger el tren ese mismo día. Al menos mañana seguía siendo fin de semana.





La torre de Gryffindor se encontraba en la séptima planta del castillo. Al parecer, todos los dormitorios estaban o en torres o en las mazmorras del mismo.

Twilight supuso que tenía sentido, si necesitaban un lugar con un montón de espacio. La puerta con contraseña, sin embargo, le parecía algo un poco tonto. Si se trataba sólo del acceso a la sala, con restringir la entrada solamente a los estudiantes de Gryffindor bastaba.

En cuanto Percy dijo la contraseña para abrir el retrato que guardaba la entrada, en el que aparecía una señora de grandes proporciones, uno de los estudiantes de primer año levantó la mano.

-¿Puedo decirle la contraseña a mi hermana? Está en Ravenclaw.

-Bueno...-Percy se lo pensó por un momento-no creo que vaya contra las reglas. Lo comentaré en la próxima reunión de prefectos y ya te digo.

Twilight se reprimió el llevarse un casco a la cara. ¡Pues claro, otras personas podían venir de visita! Además, se trataba de una escuela, no del ala de Star Swirl...

Después de ese breve palo por su parte, Twilight y Spike siguieron los otros estudiantes a través del agujero en la pared. Fue un poco incómodo para Twilight subir, pero nada demasiado molesto.

-Bueno, aquí estamos. Ésta es la sala común de Gryffindor-dijo Percy-la escalera a mano izquierda lleva a las habitaciones de los chicos, y las de la derecha, a las de las chicas. Este año, las del primer año se encuentran en el segundo piso… creo.

Otro chico mayor con la insignia de prefecto en su pecho se lo confirmó con un simple asentimiento con la cabeza.

-Vale. Vuestras habitaciones de este año será la vuestra propia durante todo el curso, el equipaje ya estará allí. Los cuartos de baño están en las escaleras, en... un momento, esa puerta no me suena.

-Ah-Twilight levantó la pezuña torpemente-creo que esa es nuestra habitación.

-¿Y cómo es que tenéis vuestra propia habitación?-inquirió Ron.

-Hombre, somos de diferentes especies y tal…-dijo Spike, encogiéndose de hombros-estoy acostumbrado a estar en la habitación de Twilight, y ella está acostumbrada a tenerme a su alrededor.

-Lo tenemos resuelto-añadió Twilight, en tono de disculpa-además, no tenemos a donde ir fuera del colegio…

-Bueno, tú lo has dicho…-asintió alguien. Parecía unos años mayor que los nuevos estudiantes, y más cerca de la edad de los gemelos.

-Sí. Lo siento si alguien está molesto, pero... estamos un poco perdidos. De todos modos, me gustaría irme ya a la cama...

-Ah, bien, vale, puedes retirarte-dijo Percy-mañana por la mañana os darán los horarios.

Era, de hecho, la misma habitación que la que habían estado utilizando durante los últimos días, sólo que esta vez decorada en rojo y oro en algunos de los tapices.

Twilight se obligó a permanecer despierta el tiempo suficiente para poderse lavar los dientes, y para hacer que Spike también se los lavara; tuvo que recordarse a sí misma quitarse la túnica antes de dejarse caer en la cama.

Vestirse cada mañana iba a ser algo nuevo, en todo caso...






Fueron de los primeros en llegar al comedor la mañana siguiente. Twilight no había querido despertar a Spike, pero aun así tuvo que hacerlo, por lo que decidió ir con ella para desayunar.

La mayoría de los que ya estaban allí eran un puñado de estudiantes de más edad, junto con dos o tres profesores, desayunando como ellos.

-Señorita Sparkle, y señor Spike. Me alegro de verlos tan temprano el primer día-comentó la profesor McGonnogall, acercándose a la puerta-tengo los horarios aquí. Si tienen alguna pregunta, pueden hacerla.

-Oh, gracias-agradeció Twilight, cogiendo el pergamino-vale, vamos a ver...

Muchas de las clases eran de doble hora, mientras que el resto eran de una sola hora, con varios períodos de descanso.

-¿Qué podemos hacer en los tiempos libres?

-Los deberes, o estudiar o dedicarlos al ocio-dijo McGonogall-lo que usted quiera, siempre y cuando los deberes se realicen a tiempo y se mantenga al día en sus estudios.

-Muy bien. Oh ¿tiene un mapa del castillo?

-Dios mío, se me olvidó. Gracias por preguntar, señorita Sparkle.

El mapa no era tan completo como podría llegar a ser, con un buen montón de habitaciones sin marcar, pero con los principales lugares de clase a la vista.

-Gracias. Er... ¿qué es este material? No parece papel...

-Se llama pergamino. Originalmente, estaba hecho de piel de animal, aunque los magos lograron hacerlo con pulpa de madera a partir del siglo XVII-explicó McGonnogall, con una pequeña sonrisa-me parece que fue Uric El Chiflado el que inventó el método. Una de sus contribuciones más útiles a la sociedad mágica.

-Menos mal-suspiró Twilight-ya me estaba empezando a preocupar. La primera clase con usted es mañana ¿no?

-Así es. Si no tiene más dudas, la veré mañana.

-Por ahora nada-dijo ella-¿Spike?

-No, todo bien-asintió él con determinación.

-Muy bien, entonces.






Spike logró entablar amistad con otros alumnos en la sala común esa tarde, por lo general contando historias de bromas extravagantes de él y Dash tratando de gastárselas a Pinkie, o que él y Pinkie la habían gastado a la propia Dash. Twilight oyó algunas que no conocía, pero no quiso hacer comentarios.

Estaba demasiado ocupada leyendo el Libro Estándar de Hechizos y Mil hierbas mágicas y hongos, o bien cualquier otra cosa que la pudiera ayudar en su primer día. No saber algo cuando la respuesta estaba en el libro sería muy vergonzoso.

Además, el dejarse ver a los dos relajándose y actuando con normalidad, como si no hubiera nada del otro mundo en que un unicornio y un bebé dragón pulularan cerca, ayudó a todos los demás a relajarse también. De la misma manera evitaban que cundiera en masa el pánico en Ponyville sobre un dragón viviendo en el pueblo, salvo unas pocas excepciones notables, por lo menos.

Hacia las cinco, hubo un repentino silencio, seguido de vítores. Levantó la vista y vio a Peewee volando en círculos en el centro de la sala común.

Algunos de los Gryffindors se reían de sus cabriolas, incluyendo de lo que parecía un bucle doble al revés, cosa que Dash parecía haberle enseñado. Otros estaban más emocionados de que Gryffindor tuviera a la "mascota más increíble del año".

El chico de pelo moreno, Harry, le llamó la atención, se encontraba sentado en una esquina con Ron. Parecía mucho más relajado de lo que había estado ayer. En ese momento, la inspiración la llegó; por un momento pensó que Harry podía ser como Dash, en ciertos aspectos, aunque por otro lado pensó que tenía un poco de la consideración de cierta pegaso color crema, ya que sabía perfectamente lo que pasaba cuando a Dash se la prestaba demasiada atención. Sin embargo, había similitudes con Fluttershy también. No le gustaba ser el centro de atención y prefería evitar incidentes aislados relacionados con su persona.

Twilight se dio cuenta de que le estaba mirando fijamente, y miró hacia otro lado antes de que alguien se diera cuenta, volviendo a sus cosas.

-Eh… vamos a ver, teoría mágica... hechizo de levitación básica. ¿Cómo difiere de la levitación de los unicornios? Bueno, tengo una posible forma de traducirlo... Me parece que Rarity usa una versión más sofisticada que utiliza para su confección. Lástima que no pueda preguntarla...






El profesor Flitwick parecía muy emocionado de tener la primera clase con los de primer año de Gryffindor y Ravenclaw. Quizás porque podría presentar a su propia casa su tema favorito, pero también por la presencia de los tres individuos inusuales de ese año.

Curiosamente, era el propio Harry el que más ilusionado le tenía. De hecho, se cayó de los libros que estaba usando para ver por encima de la mesa cuando llegó a leer el nombre de Potter en la lista de clase, al contrario de Twilight y Spike, que sólo le provocaron exclamaciones chirriantes inusuales.

-Muy bien. Ahora que ya estamos todos... ¿Quién de los aquí presentes ha hecho alguna vez magia sin varita?

Twilight levantó la pezuña. Spike, junto a ella, frunció el ceño por un momento antes de levantar una garra. Todo el mundo lo miró atónito ante semejante pregunta.

-Ah, Twilight Sparkle. Bueno ¿nos puede dar ejemplos?

-Er... bueno, sólo tengo una varita desde hace una semana, pero he estado usando magia durante toda mi vida. Los unicornios, en mi mundo, usan la magia para agarrar objetos, y realizan hechizos para hacer un montón de cosas. Por ejemplo, si tengo que moverme con rapidez, a veces me teletransporto en vez de caminar. Aunque suele ser más de corto alcance, el gasto energético aumenta exponencialmente con la distancia, aunque hay un límite mínimo por debajo del cual, la magia involucrada es constante...

-¡Una forma de aparición! Excelente, pero no es lo que estaba buscando. ¿Spykoranuvellitar?

Spike mostró una mueca antes de hablar.

-Prefiero simplemente Spike, de verdad. Hace tiempo que se me aplicó un hechizo para que mi fuego funcionara como un enlace postal. Creo que es parecido a los polvos flu.

-Curioso. Pero de nuevo, eso no es lo que estaba buscando.

Flitwick se volvió y pasó una mano por la pizarra. Una tiza se levantó de un salto y comenzó a escribir.

-La magia se divide en tres áreas principales: la Voluntad, la Varita y la Palabra. O al menos es así como nosotros las denominamos, aunque ninguno de estos términos es bastante exacto. La varita es cualquier foco mágico, supongo que su cuerno sería algo similar ¿no, señorita Sparkle?

-Twilight, por favor. Y sí, los cuernos de los unicornios se consideran focos mágicos, como las alas de los pegasos y las pezuñas de los ponis de tierra.

-Vaya, interesante. Pero cuando digo magia sin varita, me refiero a magia realizada sin foco. Estoy seguro que todos ustedes lo han hecho alguna vez... después de todo ¿cómo saben que son brujas y magos?

-¡Oh! ¡Magia accidental!-exclamó Padma Patil.

-¡Precisamente, tres puntos para Ravenclaw! Aunque te voy a quitar uno por no levantar la mano, así que dos puntos. Ahora, les vuelvo a preguntar. ¿Alguno de ustedes ha hecho magia sin varita?

Esta vez, casi todos levantaron la mano. Flitwick se pasó unos minutos recorriendo el aula, impresionándose por la cantidad de efectos que tenía la magia accidental, sobre todo con Harry, el cual llegó a tener un caso de aparición; Lisa Turpin llegó a quemar los parterres de sus padres y Neville una vez hizo desaparecer una ventana.

Finalmente, llegó hasta los dos ecuestrianos. Esta vez, fueron los únicos que no tuvieron nada que ofrecer.

-¿Ninguno de los dos? Bueno, claro, si no es necesario un foco en usted, señorita Sparkle… aun así ¿ha llegado a realizar magia inconscientemente alguna vez?

A eso, Twilight se sonrojó y Spike sonrió.

-Vamos, Twilight. Conozco la respuesta a esa pregunta

-Está bien. Bueno, para poder acceder a la academia de Celestia tuve que superar una prueba eclosionando un huevo de dragón. No pude hacer nada al principio, pero cuando lo intenté mi magia se me descontroló. Llegué a convertir a todos los presentes en macetas, aunque... fue aterrador, y no pude parar hasta que la princesa Celestia logró calmarme.

-Ya veo-asintió Flitwick, con gravedad-no se sienta tan triste, señorita Sparkle, suele ser algo común en la magia llegar a realizarla sin voluntad. o sin foco, sobre todo ante un exceso de emoción. Supongo que su pánico empeoró las cosas. Aun así, eso es una lección que todos pueden aprender, el foco en la magia es vital. Si tratarais de hacer levitar una pluma y no estáis del todo concentrados, podríais acabar lanzando la mesa hacia el otro lado de la clase.

Varios niños se quedaron boquiabiertos.

-Lo que significaría que tendríais que devolverla a su sitio, claro.

Esta vez, hubo un puñado de carcajadas.

-De todos modos ¿dónde me había quedado? Oh, sí. Spike. ¿Tiene una historia de magia accidental para compartir con nosotros?

-Bueno, creo que esto lo podría contar-murmuró Spike, frunciendo el ceño-de hecho, hay dos cosas. La primera vez fue cuando me entró hipo. No pude controlar mi fuego, y a Celestia la llegó una veintena de rollos en solo un minuto. La otra es un poco… bueno, no estoy orgulloso de ello. Ocurrió en mi último cumpleaños... me volví muy codicioso, y... resulta que los dragones, al menos en mi mundo, crecen cuando esto pasa.

Twilight se estremeció al recordarlo.

-Oh, estaba tan preocupada por ti. El médico no pudo hacer nada.

Todo el mundo se quedó en silencio durante un minuto después de eso.

-Bueno, eso parece haber bajado el estado de ánimo un poco-observó Flitwick, con una sonrisa determinada-pero bueno, que nos vamos por la tangente ¿por dónde iba?

-Por la voluntad, creo-murmuró Terry Boot.

-Eso, la voluntad. Es la parte más importante de la magia. Nuestra magia no sirve de nada si tan solo nos limitamos a decir las palabras y mover la varita. Observen.

El diminuto profesor blandió su varita, y dijo.

-Aquamenti.

No ocurrió nada.

-¿Veis? eso era un ejemplo de un hechizo sin voluntad. De hecho, he estado restringiendo mi voluntad. Si hubiera lanzado el hechizo normalmente, habría producido agua, pero también hubiera necesitado ser preciso con lo que quería hacer para controlar el flujo del agua.

-En el caso de la magia accidental, no podríamos hablar de voluntad; aunque tal vez el término más adecuado sea el deseo. Cuando esto pasa, las emociones se anteponen a las ideas y te obligan a hacer algo completamente diferente. A veces se puede llegar a hacer cosas espectaculares, pero es agotador, porque una de las cosas que la varita hace es evitar el desperdicio de magia. Y lo que da forma a la magia para evitar un derroche de la misma es la palabra.

-La Palabra suele ser lo de menos... al menos se supone que lo es, pero sí puede llegar a ser importante, ya que puede llegar a sustituir parte de la Voluntad. Piensen en ella como un estabilizador o un encantamiento de amortiguación. Da forma a su magia, haciendo que fluya en la dirección correcta.

Flitwick puso su varita en la mesa, y luego señaló.

-Ahora aplicaré la Voluntad y la Palabra. Accio.

La varita salió volando hasta su mano. Acto seguido, apuntó al borrador.

-Ahora, sólo la Voluntad y la Varita.

El borrador salió flotando en el aire.

-Y, por último, sólo la voluntad.

Arrojó su varita en el aire y se quedó ahí, flotando por encima de su cabeza.

Varios estudiantes aplaudieron.

-Gracias. Ahora, vamos a empezar con un hechizo muy sencillo. No requiere dar forma a la magia, simplemente hay que usar la Palabra. Apunten su varita hacia delante, piensen en la luz, y digan Lumos.

La clase obedeció, y una serie de luces de diferentes colores e intensidades iluminaron un poco más la estancia.

-Vaya, interesante, señorita Sparkle ¿Detecto un segundo efecto mágico?

-Siempre he tenido una gran reserva mágica, por lo que la canalizo con cuidado-contestó ella-me tomó como unos tres o cuatro años perfeccionarlo, antes perdía mucha magia durante bastante tiempo.

-De hecho ése es un aspecto importante, no se tiene más poder sólo con tener el control, sino que se debe de estar seguro de que… ¡señor Weasley! ¿Esa varita está bien? Su luz parece bastante difusa…

Ron lo miró a la defensiva.

-¡Es la misma que mi hermano Charlie utilizó, y no tuvo problemas!

-Oh, ya veo, una varita familiar... tal vez fuera la de Gideon Prewett. Lo recuerdo…

En ese momento, Flitwick pareció un tanto distante; Twilight reconoció el mismo gesto que las princesas solían dibujar cuando hablaban de ponis antiguos, alejados en el tiempo.

-Fue un hombre muy hábil con los encantamientos. Es posible que te venga mejor la de Fabion, al menos si tu familia tiene acceso a ella. Después de todo, la varita elige al mago, y aunque sin duda es preferible tener una varita mágica propia, una un poco más enfocada siempre viene mejor. Ahora, para apagar la luz de nuevo, tan solo hay que decir Nox y pensar en la oscuridad. Daros cuenta de que a pesar de que ya no estáis pensando en el objeto a invocar, el hechizo se sigue aplicando hasta que vosotros mismos lo finalizáis. Este es un ejemplo muy genérico de cómo funcionan los encantamientos.

Twilight escribió frenéticamente con una pluma la transcripción de la clase, anotando en los márgenes notas suyas propias. Ciertamente era una magia más enfocada a la permanencia de los efectos de la misma, en comparación con la ecuestriana; eso mismo le dio pie a pensar en un posible origen de la misma a partir de los elementos de la armonía, cuando al menos ese tipo de magia apenas podía ser entendida por la Ecuestria de aquel entones. Era bien sabido que Star Swirl, a pesar de su extenso trabajo, nunca había escrito acerca de todo lo que había llegado a conocer... y él no era el único antiguo mago que se había llevado secretos a la tumba.

Spike, mientras tanto, estaba tratando de ver si podía cambiar el color de la luz de su varita, o hacerla más brillante. Recordaba a Twilight haciendo un ejercicio similar cuando estaba trabajando con ilusiones, desde que mejoró tanto en visualización como en la especificidad.

-¿Profesor?-preguntó alguien entonces.

Twilight levantó la vista y vio que se trataba de uno de los chicos que había dicho que era de sangre mestiza, Seamus Finnigan.

-¿Sí, señor Finnigan?-inquirió el profesor de Encantamientos.

-Verá, mi madre es una bruja, y mi padre un muggle-destacó Seamus-¿Cómo es que soy un mago?

Flitwick esbozó una irónica sonrisa, y se encogió de hombros.

-Siento no poder responderle, señor Finnigan, pero aún no se sabe cómo ni por qué ocurre eso. Hoy en día los magos tienden a engendrar más magos, aunque no siempre suele ser así, y conocemos que a veces algunos hijos de muggles son de la misma familia. Pero no sabemos exactamente por qué.

-Eso es genética-anunció Twilight.

Al ver que todo el mundo se encontraba mirándola, ella continuó.

-Los unicornios tienden a tener potros unicornios porque así está establecida su genética. Pero es posible que un pegaso o poni de tierra posea genes de unicornio latentes en su código genético, el cual puede ir cambiando de generación en generación, desde el último ancestro unicornio engendrado hasta el siguiente. En Ponyville, el pueblo donde vivo, recientemente una pareja de ponis de tierra tuvo un unicornio y una pegaso gemelos. No se trata de una cuestión recesiva de alelo dominante, aunque bien podría haber múltiples rasgos recesivos combinados que producen personas mágicas entre los seres humanos.

La mayor parte de la clase parecía un poco perdida.

-¿Genética?-repitió Flitwick, fascinado-parece un tema sumamente interesante. Me encantaría saber más al respecto. ¿Qué significa alelo?

-Pues… ¿puedo usar la pizarra?-preguntó ella, mirando por dónde podía pasar para llegar hasta ella.

-Por supuesto-asintió Flitwick.

Corrió hasta la mesa, recogiendo tizas de varios colores; Twilight se tomó un momento para medir la edad de su público, y así establecer una forma de simplificarlo.

-Está bien, lo que voy a mostrar es una versión simplificada y no va a estar del todo bien, ya que se necesitaría un análisis estadístico para mostrar los números reales, por lo que no explicará gran cosa. Independientemente de si se es mago o no, la genética está regida por dos instrucciones que se heredan de los padres. La eme grande es de muggle y la pequeña be de brujo. Si se tiene dos bes, entonces se es un mago o una bruja. Si se tiene sólo una, no, y si se tiene dos emes, entonces también se es un muggle.

Ella dibujó con tiza dos cuadrados en la pizarra, y luego dividió cada uno en cuatro más pequeños. En la parte superior de ambos puso una gran M y una pequeña b, y luego señaló a Seamus con su pata derecha.

-Tú comentaste que tu madre es una bruja ¿no?

-Así es-asintió Seamus.

-Bien, en ese caso quedaría así.

Dos bes fueron escritas en el lado izquierdo de la primera caja.

-Ahora, cuando naciste obtuviste una letra de cada uno de tus padres. Podrías haber adquirido la M o la b de tu padre...-explicó, mientras escribía una M azul o b en cada cuadrado, apropiadamente-…mientras que obtuviste una be de tu madre, ya que era lo único que tenía.

Cuatro bes rojas ocuparon los cuatro espacios.

-Ahora, hay las mismas posibilidades de estar en alguna de estas cuatro cajas-continuó, señalando cada una de forma secuencial-por lo que podrías ser un MM o un Mb y un muggle, o un bb y un mago.

Varios estudiantes asintieron, mientras que el resto frunció el ceño.

-Si tuvieras dos padres magos, en este modelo lo único que podrías obtener es b. Esto no está del todo bien, como ya dije, pero vamos a ignorar eso por ahora. Y por último, si eres un nacido de muggles…

Ella puso un segundo par de emes y bes en el lado inferior de la caja, llenándola.

-Hay tres que son muggles, pero uno que es un mago o bruja. De esta forma, puedes obtener un mago nacido de padres muggles.

-¡Maravilloso!-exclamó Flitwick-¿es así como funciona para los unicornios?

-Esto es solo un modelo básico de genética, pero el cruce de razas ponis es mucho más complejo, como probablemente también lo sea tanto para magos como muggles. Por desgracia no me traje ninguna guía conmigo, no tuve exactamente tiempo para hacer la maleta.

-Bueno, igualmente ha sido una nueva e interesante información. He aprendido algo en mi propia clase ¿no es maravilloso?-inquirió Flitwick, sonriente-ahora… ¿sí?

Uno de los Ravenclaw tenía su mano levantada.

-Mi madre es una profesora de biología en una escuela muggle. Creo que la oí hablar de esto mismo una vez. Es por esto que tengo los ojos azules cuando ninguno de mis padres posee ese color.

-¡Oh! Bueno, si eres capaz de hablar con ella sobre eso durante las vacaciones de Navidad, te estaría muy agradecido si ella tuviera un libro de texto de sobra. Gracias… y gracias a usted también, señorita Sparkle.

Twilight volvió a su asiento, sintiendo una mezcla extraña de vergüenza y euforia. Dar clase la hacía sentirse especial.

-Ahora, otra cosa que quería abordar es la pronunciación-anunció Flitwick, reanudando su lección-para lanzar un hechizo es necesario decirlo correctamente, el quid de la cuestión radica en las sílabas y su forma, son muy importantes...





El patrón en la mayoría de las clases fue muy similar. La presencia de Harry Potter era más interesante que la de Twilight y Spike, aunque sólo ligeramente, ya que las clases tendían a convertirse en discusiones entre Twilight y el profesor por lo menos una vez. A la unicornio la daba la sensación de que iba a tener que hacer investigaciones aparte dentro de unos años, algo que era comprensible, ya que después de todo la escuela fue creada para enseñar a alumnos en edad escolar secundaria, y no a estudiantes en edad adulta.

Herbología resultó ser el punto fuerte de Neville; cuando se concentraba en hacer crecer las plantas, se le veía mucho más seguro de sí mismo que de costumbre, y Twilight apenas podía creer que se trataba del mismo chico. Viéndolo desde su punto de vista, estaba más que convencida de que su marca de belleza tendría que ver con la jardinería si fuera un poni; tan solo había empezado y estaba aprendiendo, pero la habilidad que mostraba le recordaba bastante a Applejack cuando trabajaba con sus manzanos. Incluso no perdió de vista a Trevor.

Sin embargo, cuando Herbología era su fuerza, Pociones era su debilidad. Twilight no pudo evitar comparar el perfeccionismo implacable del profesor con el de su director en sus últimos años en la Academia... aunque probablemente ése era el problema. Ese tipo de enfoque sacaba lo mejor de los estudiantes como ella, aunque ponía bajo una enorme presión a los estudiantes menos confiados.

Afortunadamente, se las arregló para detectar un par de errores antes de que los cometiera y le ayudó a hacer bien la poción. De igual forma, Neville la ayudó también, sobre todo partiendo y cortando algunos ingredientes, convirtiéndose así en sus "manos" y compartiendo el trabajo bien hecho

Spike, por su parte, había terminado emparejado con un chico de Slytherin muy agarrado. El dragón parecía estar disfrutando hablando con él, y el chico parecía estar contento de no tener que manejar los desagradables ingredientes él mismo, por lo que ninguno de los dos ponía pegas.

Historia de la Magia fue una decepción. No había otra manera de definirla. Twilight tenía muchas ganas de saber la forma en que el mundo de la magia se había desarrollado, pero lo único que consiguió fue interminables conversaciones monótonas sobre las rebeliones goblin. La idea de un fantasma dando clase era un poco extraña.

Al final se pasaba las clases tomando notas sobre un tema completamente diferente, desmantelando hechizos en conceptos y componentes, comparándolos con los suyos propios y así encontrando su equivalente ecuestriano. En particular, se decantó por el hechizo de levitación que había practicado con Spike dos días antes de empezar y cómo difería de la levitación de los unicornios.

El método unicornio involucraba rodear un objeto con un aura de poder; a continuación, se aumentaba la potencia para reemplazar una energía con otra y así aplicar un movimiento físico absoluto sobre el objeto, ya fuera para moverlo o rotarlo. Había variantes un poco más avanzadas que se acercaban un poco más al método poni, fue realmente interesante para ella volver a ver todos esos conceptos. Los potros unicornios practicaban lo suficiente hasta que les salía solo, como caminar; pero caminar de una manera instintiva no ayuda a averiguar cómo una pata digitígrada difería de una plantígrada.

El hechizo de levitación, Wingardium Leviosa, implicaba un aura casi desde su comienzo, pero era casi como un efecto secundario y apenas visible. La característica principal de cómo funcionaba el hechizo se asemejaba a una correa de sujeción. Ligeramente elástico, muy fuerte y capaz de levantar un gran peso sin transferir mucha fuerza, surgía directamente de la varita (o mano) y casi "apalancaba" el objeto alrededor. La clave estaba en el movimiento relativo, no absoluto.

Todo ello en su conjunto era absolutamente fascinante.

Luego estaba Astronomía, una clase divertida, sobre todo para Twilight, ya que había comenzado con un nuevo cuaderno lleno de cosas para sugerir a Luna en cuanto regresaran a casa; en Transformaciones Twilight tuvo que esforzarse mucho más para tratar de averiguar cómo funcionaban los hechizos, obteniendo varias páginas de notas inconclusas y una silenciosa transformación al final de las clases. En Defensa Contra las Artes Oscuras Quirrell explicó a trompicones que una parte importante de la defensa era una ofensa no letal, y que era importante ser capaz de lanzar bien los hechizos. Empezó enseñando una serie de hechizos menores a la clase y cómo funcionaban, como un preludio muy básico antes de abordar las distintas formas mágicas de lucha. También explicó que los hechizos en cuestión podían ser detenidos incluso por el escudo mágico más básico, pero aplicando el suficiente poder sobre ellos, se podía dar al traste con cualquier escudo.

Fue un enfoque diferente al de su antiguo profesor Lodestone, el cual habría hecho hincapié en el movimiento y a la inventiva en cuanto al lanzamiento de hechizos ofensivos y defensivos se refiere; pero Twilight ya estaba pensando en maneras de mezclar los dos estilos, junto con algunos trucos de su propia cosecha, y combinando las técnicas de ambas escuelas.

Las lecciones de vuelo, por el contrario, eran algo totalmente diferente. Aparte de todo lo demás, eran sólo durante un trimestre y no era necesario el uso de varita.

Twilight tuvo que quedarse fuera de las clases porque el profesor Kettleburn no había sido capaz de confirmar si era seguro que ella montara en una escoba, sin manos para agarrarla; aunque la solución vino de un encantamiento de amortiguación personalizado del profesor Flitwick, el cual lo había previsto. Gracias a eso pudo asistir a las clases y alzar el vuelo, lo que hacía que su corazón se dispara cada vez que veía a Spike volando a su lado con una sonrisa salvaje dibujada en el rostro. Incluso había sido capaz de atrapar a Neville cuando se cayó de su escoba. Aunque Harry resultó tener un talento especial para volar, lo que le recordó a Dash; los dos poseían fuerza, vigor y una espectacular habilidad de vuelo.

Antes de que se dieran cuenta, un día festivo se acercaba. Se trataba de una fiesta que ambos ecuestrianos reconocieron en concepto, si no en detalle, y que habían dado lugar a otra discusión con Percy sobre coincidencias cósmicas. Dicha fiesta era algo muy similar a la Nightmare Night.

Twilight había trabajado durante la mayor parte del domingo haciendo su disfraz, el cual constaba de una capa hechizada para que tuviera forma de alas y hacerla casi idéntica a la princesa Luna; Spike también había decidido esforzarse con el suyo, resultando en una armadura en miniatura que le daba un aspecto de caballero.

Las expresiones en las caras de todos cuando dejaron su habitación esa noche, sin embargo, les dijeron que no habían captado la esencia de los disfraces.

-¿No os disfrazáis?-preguntó Spike-tardé horas en soldarla. ¡Tuve que conseguir carbón extra para mantener mi fuego encendido!

-Bueno, de vez en cuando. Pero eso es para el truco o trato. Nosotros no solemos disfrazarnos durante las vacaciones, y por lo general usamos disfraces de miedo. Creo que los estadounidenses lo hacen más como vosotros-respondió Seamus-aun así, estáis impresionantes, los dos.

Los gemelos Weasley esbozaron sendas sonrisas traviesas e idénticas en sus rostros.

-¿Por qué no vemos lo que tenéis que decir en la fiesta?

-¡Por mí vale!-sonrió Spike, de forma retadora.

Twilight trató de reprimir una sonrisa por su parte, pero al final cedió. Esa era el tipo de cosas que la verdadera Luna más le gustaría.

-Recordad, todo va a estar preparado, lo sé, pero no reaccionéis demasiado pronto o demasiado tarde. Será más divertido si lo tratáis como si fuera algo usual-indicó ella unos minutos antes de bajar al comedor.

La mayoría de los presentes, entre ellos los gemelos, Ron, Neville, Lee Jordan, Seamus, Dean, otros dos chicos y tres chicas del equipo de Quidditch, sonrieron con complicidad. Twilight canceló entonces el hechizo, volviendo a su estado normal, y guardó la armadura de Spike en una caja pequeña con un hechizo de contracción.

Con esa sencilla técnica, tan solo sería sacar la armadura, reactivar el hechizo y en pocos segundos estarían disfrazados de nuevo.

-Oye, Harry, ¿vienes?-preguntó Ron, mirando al chico en cuestión-¡vamos, amigo, es Halloween! ¿No quieres venir?

Neville jadeó de repente, y tiró del brazo de Ron, espetándole.

-¡Cállate!

-¿Qué?-inquirió Ron, enfadado.

-Mira, Ron... es Halloween. El día en el que Quien tú ya sabes murió-le recordó él, molesto.

-¡Sí! ¡Es un día de celebración!-exclamó Ron, encogiéndose de hombros.

-Es el día en el que los padres de Harry murieron-señaló entonces Neville.

Todo el mundo se estremeció de pronto, comprendiéndolo en el acto.

-Oh...

-Pobrecillo…-murmuró Alicia.

-Sí, me preguntaba por qué estaba tan callado-pensó Seamus en voz alta.

-¿Se podría decir así? Quiero decir ¿normalmente?-trató de bromear Dean, sin apenas resultados.

-Creo que deberíamos... darle un poco de espacio-sugirió Neville, al ver como se lo tomaba la gente.

-Está bien.

Varias personas asintieron, y Spike corrió hacia Harry.

-Para que lo sepas, vamos a estar en la fiesta, ¿de acuerdo?-le dijo el dragón en voz baja.

Harry asintió ligeramente.

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Re: El unicornio en Hogwarts [Crossover] [Aventura] [Humano]

Notapor Sg91 » 12 Jun 2013, 18:34

¡¡¡Por fin, soy libre!!! Ya se han acabado los exámenes, el veranito ya casi está aquí y ya puedo retomar mi ritmo habitual de escritura, y que mejor forma de hacerlo que con la traducción, que ya os la debía, porque ha pasado mucho desde la última subida. Ya estoy con el quinto capítulo, el cual el autor lo subió hace relativamente poco también. Éste ha sido quizás el más difícil de todos, y es que la parte en la que Twilight se pone a explicar genética en clase de encantamientos tiene telita, como habéis podido comprobar... pero bueno, ya está, me ha quedado bien, y no me quejo. A disfrutar... :)

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Re: El unicornio en Hogwarts [Crossover] [Aventura] [Humano]

Notapor intervención » 12 Jun 2013, 18:37

weee nuevo capítulo!! ^^

PEro ahora tendré que reermelos pq no me acuerdo xD
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Re: El unicornio en Hogwarts [Crossover] [Aventura] [Humano]

Notapor Sr_Atomo » 12 Jun 2013, 18:54

Bien, bien, bien... guardado al ordenador para una futura lectura...

Por cierto, los tres capítulos anteriores los he leído y me han gustado mucho...
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Échale un vistazo a mi fanfic "Parallel Stories" y opina.
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Re: El unicornio en Hogwarts [Crossover] [Aventura] [Humano]

Notapor Angelus-Y » 25 Jun 2013, 18:34

Madre mia me ha encantado este episodio y mas porque hay genetica, jaja, me encanta...Incluso me he imaginado por un momento que Twilight me daba las clases de genetica de mi curso :), ha sido una parte muy divertida y el resto tambien me ha gustado mucho y esta bastante bien plasmada las cosas, ademas de como la combinan y demás. Y la parte de explicacion de en que se basa la magia tambien me ha encantado, es algo que me llama la atencion esas formas de explicar la magia, al menos en mi opinion.

Por otro lado muy buen trabajo de traducción Sg91, la verdad es que como bien dices esa parte de genetica ha tenido tu telita para que haya podido fijarlo adecuadamente y la verdad ha quedado muy bien y parece correcto, aunque estoy algo adormilado y no me fijado en exceso detalle. Asi que nada, muchas gracias Sg por el trabajo que estas haciendo se agradece de verdad :D2.
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Re: El unicornio en Hogwarts [Crossover] [Aventura] [Humano]

Notapor intervención » 25 Jun 2013, 18:56

Sg91 me puedes hacer un favorazo???? Sube en formato doc a google drive este fanfic porfasisplis :S
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Re: El unicornio en Hogwarts [Crossover] [Aventura] [Humano]

Notapor Sg91 » 26 Jun 2013, 01:23

intervención escribió en 25 Jun 2013, 18:56:Sg91 me puedes hacer un favorazo???? Sube en formato doc a google drive este fanfic porfasisplis :S

Por mi vale, aunque la verdad es que nunca he usado el google drive y no sé como se hace...

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Re: El unicornio en Hogwarts [Crossover] [Aventura] [Humano]

Notapor intervención » 26 Jun 2013, 13:21

Es bastante simple.

Entras a tu google drive (creo q es drive.google.com) y le das a crear, documento. Y ahi es copypaste. Luego mmm se tendria q configurar la privacidad... No me acuerdo d q opciones t da :/
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Re: El unicornio en Hogwarts [Crossover] [Aventura] [Humano]

Notapor edgareo » 26 Jun 2013, 13:23

intervención escribió en 26 Jun 2013, 13:21:Es bastante simple.

Entras a tu google drive (creo q es drive.google.com) y le das a crear, documento. Y ahi es copypaste. Luego mmm se tendria q configurar la privacidad... No me acuerdo d q opciones t da :/


Hay que subirlo y luego que te pase el link, ya esta.
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Re: El unicornio en Hogwarts [Crossover] [Aventura] [Humano]

Notapor Sg91 » 16 Sep 2013, 10:26

Capítulo 5

Emoción no programada


El Gran Comedor estaba lleno de calabazas y adornos similares. Y de otras cosas también, pero las calabazas no eran muy conocidas en Ecuestria, por lo que cuando Twilight entró, fue en lo primero en lo que se fijó.

Ella y los otros Gryffindors llegaron a la fiesta relativamente tarde, ésta ya estaba en pleno apogeo. La mayoría de los seres humanos estaban demasiado ocupados comiendo como para fijarse en ella, pero algunos no. Twilight tuvo que aguantar una risita al ver sus reacciones.

Después de todo, se encontraba vestida con capas de glamour y magia que la hacían ver un poco más alta, mucho más oscura, con dos grandes alas y una melena estrellada en perpetuo movimiento. Era la viva imagen de la princesa Luna cuando la vio en la última Nightmare Night. Puestos a comparar, Spike junto a ella apenas era perceptible.

Las conversaciones burbujeantes alrededor de las mesas comenzaron a silenciarse poco a poco, muchas personas alertaron a sus amigos y otros se volvieron para mirar. La confusión se mezcló con un leve toque de miedo por parte de algunos, aunque otros habían empezado a mirar hacia atrás y adelante entre su encubierta marca de belleza, superpuesta ante otra con el aspecto de una luna creciente visible entre nubes.

Aunque ese detalle había sido completamente casual. Durante ese año, Halloween coincidía en una noche con un tercio de media luna llena, coincidiendo con el aspecto de la marca de Luna, facilitando a Twilight su copia exacta mediante un rápido hechizo de ilusión. Licencia artística.

Dumbledore la miró por encima de sus gafas y tras ver que se trataba de ella, asintió amigablemente al resto de profesores en la mesa, la cual estaba casi llena exceptuando dos asientos vacíos, uno del perennemente ausente profesor de Adivinación y el otro el de Quirinus Quirrell. Twilight supuso que se encontraban trabajando.

Sin decir nada, Twilight trotó con elegancia hacia la mesa de Gryffindor y se sentó, con Spike tras ella. A estas alturas casi todas las miradas estaban puestas en esa extraña aparición, y muchos de los Gryffindors que sabían lo que estaba pasando apenas podían contener la risa.

Ella vio al otro lado de la mesa un cuenco con patatas, y se dirigió a Lavender Brown.

-¿¡Podrías pasarme las patatas asadas?!

Una imitación creíble de la Voz Real de Canterlot retumbó por todo el comedor, aunque no tan fuerte como lo haría Luna, pero con la fuerza suficiente como para hacer eco por todo el lugar.

-S-sí, claro...-musitó Lavender tímidamente, levantando el cuenco hacia ella.

Twilight lo cogió con su magia, levantando un tenedor, y delicadamente lo probó.

-¡Delicioso!

Dumbledore se puso en pie y comenzó a aplaudir, sorprendiendo a la mayor parte de los presentes.

-Excelente traje, Twilight Sparkle. Maravilloso despliegue de magia de ilusión y tan bien detallada. Confieso que al principio pensé que otro individuo de su especie se había unido a nosotros.

Twilight apagó el efecto mágico del traje, tomando un poco de aire y confirmando lo que estaba diciendo Dumbledore.

-Gracias, profesor. Me temo que olvidé investigar previamente la festividad de Halloween aquí, y supuse que era de forma similar a la de Ecuestria.

-Totalmente comprensible-respondió, a través de la sala en silencio-debo decir que fueron parte de nuestras propias tradiciones las que influyeron en Halloween, aunque luego la fiesta sería un poco más colorida. Tal vez sería bueno dar cuenta de esa idea... pero dejemos los detalles para después. ¡Come!

Twilight obedeció y comenzó a servirse una buena comida; observó que, como de costumbre, los elfos habían realizado la cena especial de Spike con todos los elementos de rigor.

-¿Y de quien vas disfrazada exactamente?-preguntó Sally-Anne Perks-¿Por qué tienes alas?

-Bueno, decidí disfrazarme de la Princesa Luna-explicó Twilight sin mantener la Voz Real de Canterlot, ya que no se encontraba metida en el personaje y no era el mejor momento. Además, se había esforzado para ayudar a Luna a que dejara de usarla-es una de las gobernantas de Ecuestria, y se encarga de alzar la luna

Cormac McLaggen levantó la vista, extrañado.

-¿Cómo que se encarga de alzar la luna?

-Sí-asintió Twilight con la cabeza, simplemente-la princesa Luna es una alicornio, tiene alas y cuerno, comparte todas las características de los unicornios, los pegasos y los ponis de tierra, y tanto ella como su hermana Celestia son muy poderosas. Tienen más de mil años de edad, su hermana mayor Celestia controla el sol y Luna controla la luna.

-Espera un segundo-murmuró Seamus, frunciendo el ceño-¿no son las princesas hijas de reinas? ¿O me he olvidado de algo?

-No, en Ecuestria no hay reina o rey. Yo creo que la razón por la que Celestia usa el término princesa es porque tiene más sentido tener más de una princesa, cosa que no es posible con una reina, y tampoco quería excluir a su hermana.

Twilight se estremeció ligeramente en cuanto recordó la situación en Ecuestria cuando se fue. Ella lo había estado tratando de evitar antes de llegar por primera vez aquí, pero aun así el hecho le dolía.

-Tranquila, Twilight-se dijo a si misma-nadie más vio lo que pasó, y apenas pudiste hacer nada por evitarlo. En cuanto volvamos, podrás regresar al momento antes de que nos fuéramos. No te perderás nada.

-¿Y cómo es Halloween de dónde vienes?-preguntó alguien. Aun no se había aprendido su nombre puesto que era de un curso superior y no hablaba con él con la misma frecuencia.

Twilight alzó la vista, agradecida por la distracción.

-Bueno, en realidad la llamamos Nightmare Night. Está basada en la historia de Nightmare Moon, y...








La comida, como siempre, era excelente y si a eso le añadías una tertulia por parte de Twilight, era aún mejor, al menos para ella. Spike hablaba con otros niños más cercanos a su edad, la mayoría niños, aunque también había alguna que otra niña en el grupo; hablaban, sobre todo, de vuelo.

Una hora después, la fiesta fue interrumpida por un ruido fuerte cuando las puertas se abrieron de golpe. Todo el mundo miró a su alrededor para ver al profesor de Defensa contra las Artes Oscuras tambaleándose, con la ropa desgarrada y en estado de pánico.

-¡Troll en las mazmorras! ¡Hay un troll en las mazmorras!-gritó entonces-ya lo he dicho.

Y con esas palabras, se desplomó hacia delante.

Casi antes de que la gente hubiese empezado a entrar en pánico, Dumbledore desató una explosión de su varita.

-¡Silencio!-exclamó, con la voz mágicamente amplificada por un hechizo-¡Por favor, mantengan la calma! ¡Prefectos, asegúrense de que los estudiantes de sus casas permanecen en el Gran Comedor! ¡La mitad de los profesores se quedarán aquí para mantenerlos a salvo, la otra mitad irá a buscar al troll!

Canceló su hechizo y empezó a hablar con mayor normalidad a los distintos profesores.

Normalmente Twilight habría comenzado a analizar el hechizo para encontrar su equivalente ecuestre, pero no era el momento más indicado, y para ella tampoco.

Alguien corrió hasta donde estaba Quirrell y lo ayudó a levantarse, apoyándolo en su brazo. Todavía parecía aturdido, pero un estudiante de años superiores había lanzado un hechizo sobre él y ya se estaba recuperando.

Twilight miró a su alrededor, pensando rápidamente. ¿Había una criatura peligrosa en la escuela? ¿Por qué habría una criatura peligrosa en la escuela? ¡Se trata de una escuela, no del bosque Everfree! ¡Era algo terrible!

¿Y si fuera una especie de broma de Halloween, al igual que Luna hizo durante la Nightmare Night? Aun así, eso no tenía sentido, ya que los estudiantes de más edad estaban tan asustados como los más jóvenes. Si fuera así ya estarían acostumbrados, o quizás…

Oh, no.

-¿Qué pasa con Harry?-preguntó ella con urgencia.

Sus amigos la devolvieron la mirada, dándose cuenta de lo que quería decir.

-Pero... está en la torre, ¿no?-inquirió Fred.

-Sí, debería estar seguro….-murmuró George.

-¡No, no, él dijo que igual bajaría después!-recordó Twilight, luchando contra el comienzo de un ataque de pánico-¡Si está bajando y piensa que todo está bien, podría encontrarse con el troll!

Spike tragó saliva bajo su disfraz.

-Los trolls son malas noticias. Son muy resistentes a la magia... eso es todo lo que recuerdo, excepto que también son muy fuertes y duros de pelar.

Twilight se preocupó por momentos, y luego tomó una decisión.

-De acuerdo. Voy a asegurarme de que está bien.

-¡No puedes ir!-exclamó Spike-¡podría ser peligroso!

-Si Harry viene para acá y el troll está de camino, puedo ayudarle. Si no se ha movido de donde está y el troll tampoco, puedo advertirle. Y si él no viene, por lo menos sabrá que es mejor no bajar-contempló Twilight las posibilidades, dirigiéndose a la puerta-¡Percy, me voy para asegurar que Harry está bien!

-¿¡Que vas a hacer qué?! ¡Espera!-exclamó el prefecto pelirrojo, sin creérselo.

-Yo también voy-anunció Ron-fui un estúpido, y él es mi amigo.

Neville se levantó para ir también, junto con Spike y los gemelos. Percy se quedó boquiabierto, negando con la cabeza, y le explicó la situación concisamente a su compañera prefecta del dormitorio de las chicas, antes de salir disparado tras ellas con su varita en alto.








-¿Cuál es el camino más directo hasta la Torre de Gryffindor desde el Gran Comedor? Estamos a jueves, por lo que…-se preguntó Twilight, yendo al galope por los pasillos principales.

Tratando de recordar cómo funcionaban las escaleras, corrió tan rápido como pudo. Todavía era un poco incómodo, pero la escalera principal era una pendiente mucho más suave que las de caracol que conducen a la oficina del director y ella ya estaba bastante acostumbrada a ellas.

-¡Ajá! La única ruta buena hacia el quinto piso y superiores son las otras escaleras, y ésta es la única en llegar hasta la cuarta planta.

Eso significaba que había un pasillo de conexión a lo largo de la cuarta planta.

Al llegar a la tercera planta, Twilight sintió que sus patas comenzaban a arder y se detuvo un momento, jadeando. Un leve movimiento la llamó la atención, y se estremeció por un momento antes de darse cuenta que tan solo era una túnica ondeando, y no un troll, alejándose de ella.

Twilight sopesó las ventajas de gritar, pero decidió no hacerlo. Supuso que los profesores habían elaborado un acuartelamiento eficiente del edificio que ya se estaba dando en esos momentos. Además, técnicamente no debía estar allí. Así que no dijo nada, y retomó la subida de escaleras de nuevo.

-Estúpido castillo y estúpidas barreras anti-teletransportación...

Cuando por fin llegó al cuarto piso, se detuvo un segundo para calcular la ruta más rápida hacia la otra escalera; en ese momento, oyó un crash cerca de allí, seguido por un nervioso impedimenta.

-Eso no va a funcionar; hay una gran cantidad de criaturas mágicas en este mundo que tienen la piel gruesa, junto con una resistencia mágica inherente, casi tanto como los dragones ecuestres. Tal vez eso significa…

Los pensamientos de Twilight se pararon de golpe al ver a Harry y su inconfundible pelo negro despeinado, alejándose de un troll que se acercaba a él rápidamente. Lanzaba toda clase de hechizos y maldiciones que conocía a la criatura, aunque la lista no era demasiado larga.

Concentrándose, Twilight canalizó su magia en su cuerno mientras corría hacia adelante.

-Los trolls son resistentes a la magia, pero no es necesario hacerle daño, tan solo he de asegurarlo.

Harry la oyó venir, se dio la vuelta justo cuando ella patinaba hasta detenerse junto a él. Una cúpula de color rosado resplandeciente se materializó a su alrededor, y el garrote del troll rebotó tras un porrazo fuerte y una lluvia de chispas.

-Gracias, Shining...-murmuró para sí misma.

Luego se volvió a mirar al troll, que fruncía el ceño con perplejidad, observando la esfera de color rosa y empujándola con un dedo.

-¿Qué pasó?-inquirió Harry.

-El profesor Quirrell nos advirtió que había un troll en el castillo. No sé cómo llegó hasta aquí, pero me di cuenta de que podrías estar en problemas-explicó Twilight, dejando escapar una mueca cuando el troll golpeó la cúpula de nuevo.

Se miró por un momento y se dio cuenta de que aún llevaba su disfraz de la Nightmare Night, quitándoselo por si tuviera que hacer uso de mucha más magia.

-Parece que llegué justo a tiempo…

-¡Harry!-gritó Ron justo detrás de ellos-¿Estás bien, amigo?

-S-sí, gracias Ron. Por ahora- respondió Harry.

-¡Buen trabajo, Twilight!-exclamó Spike sonriente, antes de gritar por encima del ruido del troll reanudando su asalto.

-¿Cuánto tiempo puedes seguir así?

-¡Bastante, creo!-respondió Twilight, controlando su gasto de magia.

Afortunadamente los escudos defensivos de Shining estaban bien optimizados, aunque ella no podía igualar del todo la técnica del mismo modo que su hermano. Éste en particular fue diseñado para resistir impactos físicos.

-¡Bueno, nos supusimos algo así!-dijeron los gemelos al mismo tiempo.

-¿Por qué me habéis seguido?-inquirió Twilight-¿Neville también?

-Claro-afirmó Neville en voz baja-eres nuestra amiga.

Como si fuera tan simple… aunque en realidad lo era.

-¡Ahí estáis!-exclamó Percy, apareciendo tras la esquina-¿Qué creéis que estáis hacien… do?

El prefecto se recuperó rápidamente de la sorpresa al ver un escudo de color rosa brillante protegiendo a un unicornio de un troll en el cuarto piso de Hogwarts.

-Eh, vale… ¡Expelliarmus!-exclamó entonces, apuntando su varita hacia el troll.

Un chorro de luz centelleó de su varita, golpeando el troll, pero apenas funcionó.

Twilight miró hacia atrás, interesada.

-¿Cuál era ese hechizo?

Hubo otro ruido sordo y una lluvia de chispas saliendo de su escudo.

-Es un hechizo de desarme-respondió Percy, un tanto amedrentado-esperaba que no lo resistiría porque afecta al garrote, no al troll...

-¡Pues claro!

Sintiéndose un poco tonta al no ver antes la solución, Twilight dobló su concentración en el escudo y, usando su telequinesis, trató de arrebatar el garrote de la mano del troll.

-Y... ¡ahora!

El garrote salió volando en el aire, rebotando en el techo y aterrizando en algún lugar lejos del troll, el cual se quedó miró su mano confundido.

-¡Genial!-exclamó Percy-bien hecho. Ronald, ¿puedes ir a buscar a uno de los profesores, por favor? Vi al profesor Snape en el tercer piso, cuando venía para acá.

-¿Por qué tengo que ir yo?-inquirió Ron, molesto.

-Azar, Ronald. Ahora date prisa.

Percy se volvió hacia el troll.

-Twilight ¿tienes algún hechizo que podría funcionar con él? Me temo que la resistencia a conjuros de penetración es de nivel EXTASIS y aún no he avanzado tanto en Defensa Contra las Artes Oscuras.

-La resistencia a hechizos...-repitió Twilight, buscando entre su repertorio de magia ecuestriana-la mayoría de mis hechizos son más de utilidad lineal o para combate, y estoy oxidada en muchos de ellos. ¿Es la resistencia a conjuros absoluta?

-No, es un factor relativo. Los hechizos por debajo de un nivel de potencia A no tienen ningún efecto; entr son parcialmente absorbidos por su propio poder para aumentar la potencia de forma no lineal en comparación con el hechizo original. Y los superiores a B...-murmuró Percy, mientras trataba de recordar las palabras exactas de su libro de texto.

Fred, George, Harry, Spike y Neville se miraron entre sí un tanto perplejos, mientras Percy hacia a Twilight un rápido resumen de cómo funciona la resistencia a conjuros, al mismo tiempo que el troll intentaba romper el escudo a base de golpes con sus puños.

-Vale, en ese caso servirá, gracias.

Twilight se volvió, al tiempo que cargaba un hechizo explosivo ecuestriano y disparaba.

Todo el mundo se quedó, por lo menos, un poco sorprendido cuando el troll se vio lanzado por el pasillo con una fuerza tremenda, golpeando la pared del fondo.

-¡Pensaba que habías dicho que eran altamente resistentes a la magia!-recordó Twilight, mirándole ceñuda.

-¡Y yo pensaba que no tenías nada tan potente como eso!-replicó Percy.

Spike sonreía, dando fe de que Twilight era la mejor unicornio en cuanto a magia se refería. Todos los demás se veían un poco asustados.

En ese mismo instante, los gemelos sonrieron.

-¡Eso ha sido…

-… impresionante!

-Esto... ¿qué hacemos ahora?-preguntó Neville, levantando una mano.

-Oh, sí, lo siento. ¿Estáis todos bien?-inquirió Percy, sacudiendo su cabeza.

-Sí, claro-comenzó Twilight-¿Harry?

-Tranquila, estoy bien-afirmó Harry, con un tono de voz un poco incierto.

-Bien. Aunque… ¿por qué Harry no estaba en la fiesta?

-Porque es el aniversario de la muerte de sus padres-explicó Neville-tampoco estaba seguro de si quería bajar.

-Oh, vaya. Perdón por preguntar, no me había dado cuenta-murmuró Percy, sonrojado.

-Nadie lo hace-dijo Harry con amargura, hipando un poco-Yo...

-¿Estás bien?-preguntó Twilight-suele pasar después de que algo grande suceda. Sé lo que se siente.

-¿A qué te refieres?-inquirió Harry, mirándola.

-A cuando uno empieza a darse cuenta de todo lo que pudo haber salido mal. Empiezas dudando de ti mismo, pensando sobre todo en lo que podrías haber hecho mejor… Cuando estás bajo presión no hay tiempo para tener miedo, pero una vez que todo pasa, te das cuenta. Y eso... no me gusta.

-Bueno, por lo menos ahora tienes algo de experiencia…-observó Spike, sonriendo débilmente.

-Preferiría no tenerla en este momento-admitió Twilight, agitando las orejas y la cola.

-Hey, ¿dónde está el troll?-inquirió Ron, volviendo en ese momento con Dumbledore y Flitwick.

Fred y George se giraron para dirigirse a su hermano menor.

-¡Ha sido…

-… increíble! ¡Twilight…

-… lo mandó a volar a través de todo el…

-… pasillo!

-Caramba…-murmuró Flitwick, observando a Twilight y viendo al troll estampado contra la pared-¿Cuánta potencia usaste con ese hechizo?

-No sé cuan resistente sería a los conjuros, por lo que lo sobrecargué un poco de más-explicó Twilight, un tanto incómoda.

-Bueno, si mal no recuerdo comentó que tenía problemas a la hora de regular la potencia...-murmuró Flitwick, casi para sí mismo-impresionante.

-Ahora solo queda aclarar este embrollo. ¿Por qué estaban todos ustedes aquí?-inquirió entonces Dumbledore.

-Es culpa mía-comenzó a decir Harry-no estaba en la fiesta, y me encontraba yendo para allá cuando el troll…

-Oh, pues claro… ya decía yo que faltaba alguien. Y debido a eso no pudiste escuchar la advertencia del profesor Quirrell, por supuesto. Aunque no explicó cómo el troll se coló en Hogwarts, sin embargo. Estoy seguro de que es una larga historia…

-Eh… no, no, yo no lo dejé entrar…-murmuró el muchacho.

-Bueno, en ese caso quedas exculpado. Ahora, Twilight Sparkle. ¿Por qué estabas aquí?

Twilight le miró, sintiendo culpable.

-Me entró el pánico, lo siento. Sé que usted dijo que permaneciera en el Gran Comedor, incluso podría haber avisado a uno de los profesores, pero... simplemente no pensé.

-Ya veo-murmuró Dumbledore, mirándola por encima de sus gafas-entiendo, por lo que me contó, que está acostumbrada a manejar situaciones de emergencia por sí misma, pero es mejor confiar en el personal en situaciones como esta.

-¡Pero usted no llegó a tiempo!-dijo Ron de pronto.

Twilight sacudió su cabeza dirigiéndose hacia él, frustrada por que la gente hiciera excusas para ella. Sabía que lo importante era aceptar la culpa.

-No, tiene razón. Si se lo hubiera dicho a los profesores, podrían haber llegado a tiempo. Ellos ni siquiera lo sabían.

-Saliste corriendo hasta aquí-puntualizó Neville en voz baja-y eso que uno no se puede aparecer en Hogwarts.

-Por favor, dejadlo. Aprecio que tratéis de exculparme, pero... siento que he hecho mal. Quizás no. Aun así lo sigo creyendo. No pensé... y se supone que soy buena en eso.

Sonaba más amarga de lo que pretendía.

Después de un momento, Flitwick se excusó y se dirigió hacia el troll, para tratar de sacarlo del castillo.

Dumbledore se acarició la barba, sopesando sus palabras.

-Es cierto que su ayuda impidió una catástrofe potencial, Twilight Sparkle. Tal vez esto será suficiente. Se le castigará por abandonar un área de seguridad durante una crisis…

En ese momento, levantó la mano para acallar a los demás alumnos, que estaban a punto de hablar.

-… y usted recibirá veinte puntos por proteger con éxito a su compañero de escuela. ¿Le parece aceptable?

Twilight asintió bruscamente, ya que los efectos secundarios de la adrenalina comenzaron a hacer efecto.

-Muy bien, entonces. Por favor, informe a Hagrid este sábado por la noche, después de cenar. Creo que tiene una serie de tareas que pueden adaptarse a ti.










Una vez de vuelta en la torre de Gryffindor, Twilight ignoró a los demás y se dirigió directamente a su habitación. Spike la siguió, preocupado, y se estremeció cuando la vio derrumbándose sobre la cama.

-¿Estás bien, Twi?-inquirió él.

-No-respondió Twilight de seguido-eso ha sido... terrible.

-Pero... ¡si llegaste a hacer frente a Discord! ¡Y a Nightmare Moon! ¡E incluso a mí!-contó Spike con sus garras.

-Sí, lo sé. Pero simplemente… llegué justo a tiempo. No puedo dejar de pensar en lo que podría haber pasado si lo hubiera hecho un segundo más tarde.

Spike se dio cuenta de que estaba respirando profundamente y de manera uniforme, probablemente tratando de evitar el pánico.

-Parece… más real cuando sólo hay una sola persona.

Spike se acercó a la creciente pila de libros que Twilight había ido sacando de la biblioteca; tras ordenarlos durante un minuto más o menos, sacó un libro sobre teoría de hechizos.

-Para que lo sepas, probablemente no vaya a entender casi nada, pero estoy seguro de que te hará bien.

Se sentó en el borde de la cama, volcándose en las páginas de un capítulo acerca de encantamientos.

-A ver... Existen una serie de formas de encantamientos. El más simple, conocido como hechizo persistente, es simplemente un encantamiento de transfiguración que es temporal pero de larga duración, como el encantamiento de amortiguación. Muchas formas de magia... eh... vale, no tengo ni idea de cuál es esta palabra…

Twilight se rio y levantó la vista.

-¿Estás tratando de leerme un libro antes de ir a la cama?

-Sí-asintió Spike, pasando la garra a lo largo de la palabra-pero no está funcionando. Esto... ¿Male… dicot?

-Déjame ver.

Twilight miró un momento por encima del hombro de Spike.

-Ah, maledicat. Es una forma muy arcaica de decir maldición.

-Entonces ¿por qué no dicen maldición y ya está?-preguntó Spike, alzando sus garras con gesto exasperado. Twilight cogió el libro antes de que se cayera de su regazo-no sé ¿acaso se consiguen puntos por usar palabras más oscuras?

-¿No te importa lo arcaico?-inquirió Twilight.

Spike negó con la cabeza.

-Bueno, no suena tan mal… Igualmente ¿continúo?

Twilight ojeó el libro un poco, y se lo dio de nuevo.

-Adelante.

-Vale. Muchas formas de maledicats... son, simplemente, hechizos perjudiciales que pueden llegar a tener efectos negativos, ya sea en un objeto o una persona. Las formas más específicas de maldiciones incluyen encantamientos rúnicos, en los que se inscribe un hechizo a través de las runas que definen un efecto. Como se usaban en la antigüedad... ¿no?

Twilight tan solo asintió, escuchando atentamente.

-Y también existen encantamientos aritmánticos más modernos, con los que el hechizo se convierte en un solo diagrama y se asigna a un objeto. Asimismo, existen ciertos tipos de encantamientos sustractivos, con los que un objeto con propiedades mágicas innatas se refina mediante la eliminación de rasgos indeseables.

En ese momento, Spike se detuvo.

-No creo que pueda seguir, hay unas ecuaciones raras en un par de frases…

-Tranquilo, no pasa nada. Gracias Spike, me siento mejor… Ahora ve a limpiarte los dientes.

-¿Tengo que hacerlo ahora? Los demás mencionaron algo acerca de traer las sobras de la fiesta aquí….

-Está bien, ve… Oh, por cierto ¿qué pasó con tu armadura?-inquirió Twilight.

-Me la quité a mitad de la escalera, cuando iba para allá. Iré mañana a por ella-respondió Spike, a medio camino de la puerta.

-¡Que no se te olvide!-exclamó ella antes de que desapareciera tras la puerta.









La última lección de esa jornada fue una larga hora de Defensa Contra las Artes Oscuras, centrada inevitablemente en criaturas mágicas. Resultó que Quirrell se encontraba muy bien calificado para manejar trolls, aunque admitió que prefería hacerlo con un poco de ayuda extra.

Cuando todo el mundo se iba, éste levantó la voz.

-Se-señorita Sparkle ¿ti-tiene un minuto?

Twilight se volvió, sorprendida.

-¿Sí, profesor?

-Se-será sólo un mo-momento, si no la im-importa- murmuró, forzando las palabras a través de su característico tartamudeo.

Ella asintió con la cabeza y se hizo a un lado para que Dean y Lavender pudieran pasar.

-Por supuesto que no. Esta es mi última clase del día.

-Gra-gracias.

Esperó a que todos se hubiesen ido, y luego cerró la puerta, sentándose tras su escritorio.

-Bueno, se-señorita Sparkle, me pre-preguntaba si se había dado cu-cuenta de lo-lo raro que fue ese tro-troll.

-En realidad no. Tengo muchas ganas de cursar Cuidado de Criaturas Mágicas, por supuesto, pero eso no se da hasta tercer año-admitió Twilight.

-N-no me refiero a eso, se-señorita Sparkle. Todo pa-parecía muy conveniente...

Twilight parecía perdida, dándose cuenta Quirell enseguida.

-¿Sa-sabe acerca de la pro-prohibición del pasillo del ter-tercer piso?

-Sí, el profesor Dumbledore lo mencionó-asintió Twilight.

-C-creo que a-alguien puede estar tratando de ro-robar lo que se oculta en el pa-pasillo.

Para su sorpresa, él esbozó una sonrisa tensa.

-Ho-Hogwarts es considerado el lu-lugar más se-seguro de toda Gran Bretaña, a pesar de que no lo pa-parezca de-después de lo de Halloween. Du-Dumbledore me pidió a-ayuda para pro-proteger algo.

-Oh, ya veo... ¿Y qué hay de ese banco de duendes, Gringotts? ¿No sería un lugar más seguro?-inquirió Twilight, frunciendo el ceño.

-Po-posiblemente. Pero Du-Dumbledore piensa de manera diferente. Después de todo, él es un g-gran mago-murmuró Quirell, encogiéndose de hombros.

-Supongo... Pero, ¿qué quiere que haga?-inquirió Twilight, preocupada.

-Ha-hazme saber si ve-ve algo sospechoso-pidió el profesor de Defensa. Probablemente no podría ser más específico, ya que casi cualquier cosa podría valer.

-¡Oh! Ahora que lo pienso, vi algo cuando estaba corriendo para tratar de encontrar a Harry. Vi a alguien entrar en el pasillo del tercer piso. Supuse que no sería nada serio…-anunció ella, sintiéndose un poco culpable.

Eso no era del todo cierto, después de todo. Incluso recordaba que Percy comentó ver a alguien en ese piso ¿Quién sería? Apenas podía recordarlo...

-E-en ese momento, e-estaba con el pro-profesor Ke-Kettleburn, por lo que no-no puede haber sido él... si fu-fuera alguien que s-se supone que debía de estar ahí…-murmuró Quirrell, con tono sombrío.

-¿Cree que alguien se podría haber colado?-preguntó Twilight.

-No lo pu-puedo descartar-admitió Quirrell.

-Está bien, estaré atenta-asintió la unicornio lavanda.

-No la pido ma-más que eso. Gra-gracias por su ti-tiempo, señorita S-Sparkle.










-Muy bien, Hagrid ¿Qué vamos a hacer? Creo que nunca antes me habían castigado-comentó Twilight, mientras contemplaba la última luz natural del dos de noviembre desvaneciéndose tras el horizonte.

-Bueno, no puedo hablar en nombre de los profesores-respondió Hagrid, llevando una ballesta en una mano y sosteniendo la correa de su perro Fang en la otra-pero siempre he creído en el trabajo práctico. Verás, tengo que ir al Bosque Prohibido para patrullar, tú también puedes venir.

-Vale, está bien.

Twilight lanzó un par de hechizos de luz, uno de su cuerno, y un lumos de su varita.

-¿Eso ayuda?

-¡Bueno, eres todo un premio!-rio Hagrid entre dientes-la mayoría de las veces tengo que pedir permiso para hacer eso. Bien, sólo somos tres, así que debemos ir en grupo. Vamos.

Hagrid partió a grandes zancadas hacia el perímetro del bosque, obligando a Twilight a mantener un ritmo de trote complicado para ella.

-¿Hay alguna razón en particular por la que tienes que patrullar? Te debe de quitar un montón de tiempo-inquirió Twilight al llegar a los primeros árboles, con los ojos fijos en el suelo para asegurarse de no tropezar con ramas o raíces.

-Bueno, un poco. Normalmente lo hago sólo un par de veces a la semana, pero recientemente han estado pasando cosas desagradables en el bosque por las noches.

Sonaba un poco preocupado.

-Esto no te estará quitando tiempo para estudiar ¿no?

-Oh, qué va. Me aseguré de terminar todos los deberes. Voy a empezar a investigar los hechizos defensivos mañana. ¿Has dicho que algo desagradable estaba pasando en el bosque?

-Sí. Algo ha estado matando unicornios-anunció el hombre con gravedad.

Twilight tropezó de golpe, tambaleándose hacia delante, pero las grandes espaldas de Hagrid la salvaron de caer.

-¿¡Que algo ha hecho qué?!

-Oh, perdona, debí haber recordado… Lo siento, es que estoy acostumbrado a... no importa.

Respirando entrecortadamente, Twilight puso sus pezuñas de nuevo en tierra firme, y Hagrid la soltó.

-¿Matando unicornios? ¿Algo aquí está matando unicornios?

-Sí. No sé qué puede ser. Al principio pensé que podría ser un hombre lobo o summat, pero hubo un ataque hace dos semanas, y no había luna llena. No te preocupes, estarás bien conmigo y Fang-la tranquilizó Hagrid, haciendo un gesto con su ballesta.

-¿Has estado llevando a otros estudiantes en estos viajes?

Twilight se concentró, formando un hechizo protector contingente a medias, para evitar que pudiera vomitar por reflejo. Gastó algo de su magia, pero no le importó en esos momentos.

-Bueno, sí-admitió Hagrid, algo perplejo.

-Dudo mucho que eso sea… seguro-murmuró Twilight, reteniendo la palabra inseguro-ahora, vamos a hacer esto rápido para que pueda volver al castillo cuanto antes.

Tras varias experiencias en el bosque Everfree, la idea de caminar por donde había una criatura potencialmente hostil llegaba a ser muy molesto.









Twilight saltaba ante cada crujido o ruido animal, imaginando de todo, desde un dragón hostil a una víbora que acecha en la oscuridad; pero nada se materializó hasta que, media hora después de entrar en el bosque, Hagrid señaló algo brillante en un claro.

-Eso es probablemente sangre de unicornio-anunció con gravedad-negocio sucio.

En cuanto puso un casco en el claro, Twilight se sintió débil. Echó un vistazo al animal blanco y grande tumbado justo a su lado antes de acercarse a trompicones a un arbusto, con arcadas.

-¿Estás bien?-inquirió Hagrid, agachándose a su lado-no sabía que los caballos podían enfermar…

-No, no estoy bien-masculló Twilight, entre lágrimas-una de mis mejores amigas tiene pelaje blanco, y mi maestra también. Incluso tiene el mismo tamaño. Por un momento... las he visto a ellas.

La unicornio lavanda tosió y escupió para sacarse el agrio sabor de su boca.

-Agh... los ponis pueden enfermar, pero es más difícil para el poni que es más grande de lo normal. No he estudiado mucha biología, no sé por qué...

-Bueno, tranquila, no pasa nada, quédate aquí. Le echaré un vistazo, Fang se quedará contigo. ¿Te importa dejarme un momento tu varita para alumbrarme?

Twilight levitó su varita y Hagrid la cogió con dos dedos.

-No te preocupes. Tendré cuidado con ella-agregó.

Twilight oyó el crujido de la maleza en cuanto Hagrid se acercó al unicornio muerto. Trató de pensar en otra cosa inmediatamente después.

-Vaya, esto no es bueno. Esta pobre yegua ha muerto hace un par de días... y no había comido nada. No creo que fuera un depredador, al menos por la sangre.

Tragando saliva, Twilight reunió el valor necesario para hacer una pregunta.

-¿Por qué no se lo han comido otros depredadores?

-Los unicornios… bueno, al menos los unicornios que tenemos aquí, son criaturas puras. Nada les atacaría así sin más. En cuanto a la sangre, se supone que contiene una poderosa magia, pero hay un alto coste para con ella...-explicó Hagrid, distraídamente-ni siquiera yo lo entiendo del todo. Nunca estuve interesado en ese tipo de temas. ¿Será alguna especie de maldición?

-De acuerdo ¿Podemos irnos ya? Me estoy poniendo mala por momentos…-pidió Twilight, tragando convulsivamente.

-Sí, será mejor. Volveré a recogerlo más tarde. ¡Fang! ¡Nos vamos a casa, chico!

Fang se dio la vuelta y comenzó a tirar de la correa. Hagrid lo seguía, y Twilight comenzó a moverse después de él. Cogió su varita de él un momento más tarde, y comenzó a concentrarse en el suelo otra vez.

Esa no había sido una semana muy divertida...








Al día siguiente, Twilight se lanzó a la investigación de nuevo. Empezó con la versión local de hechizos de protección, pero después de un buen rato se preguntó dónde podía encontrar un libro que mencionara la naturaleza de la sangre de unicornio.

Obstinadamente, se las arregló para aprender el más básico, Protego, una burbuja de protección que podía detener los hechizos de menor potencia. Una vez que terminó, fue después a buscar un libro sobre los usos de las criaturas mágicas.

No era alentador. La sangre de unicornio estaba llena de magia, lo suficiente como para que pudiera estabilizar a una criatura que se encontrara al borde de la muerte, incluso podría revertir el envejecimiento si se tomaba la suficiente. Pero la maldición que Hagrid mencionó estaba ahí también. El sujeto que era condenado sentía cada vez menos apego por la vida, por haber matado a una criatura tan pura e inocente por semejantes razones.

Twilight cerró el libro bastante afligida. No sólo se trataba de un tema delicado, sino que era una forma rastrera y atroz con tal de prolongar la vida. Incluso podía entender las consecuencias. Una sobrecarga mágica semejante causaría que la producción mágica natural del cuerpo se atrofiara, haciendo que el usuario fuera cada vez más dependiente de la sustancia mágica, hasta el punto de que si se interrumpía el consumo, podría ser fatal.

Hubo un pequeño destello de fuego a su lado, y Peewee apareció de improviso, aterrizando en la mesa.

-Oh, hola, Peewee...-le saludó Twilight-lo siento, me he sentido un poco mal de un tiempo a esta parte.

Peewee soltó un gorjeo de desaprobación, y luego comenzó a cantar.

No era muy complejo, como canto de ave que era, pero fue una maravilla escucharlo. Twilight pudo sentir su humor mejorando por momentos.

-Veo que has aprendido algo nuevo. Gracias. Lo necesitaba.

El pequeño fénix gorjeó alegremente, y salió volando en cuanto Madam Pince se presentó para ver qué era ese ruido.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Bueno, por fin tengo el último capítulo traducido, perdonad por el retraso, pero es que he tenido un par de términos que se me han trabado bastante. Uno de ellos es el de maledicat, la palabra original es malison, otra forma antigua de decir en inglés maldición, curse. Pensé en dejarlo tal y como estaba, pero preferí usar el término en latín para designarlo como una palabra antigua y en desuso; lo hice de esta forma porque todos los hechizos del universo de Harry Potter vienen del latín, pensé que sería una buena forma de adaptarlo de una forma más "familiar" a la lengua romance por excelencia. Éste es el último capítulo escrito hasta ahora por el autor, por lo que habrá que esperar a que suba el siguiente.

Te voy a escribir toda enterita... cachito a cachito... con todo lujo de detalles...
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Re: El unicornio en Hogwarts [Crossover] [Aventura] [Humano]

Notapor intervención » 16 Sep 2013, 10:29

Wiiiiiii hotro capítulo!! *W* gracias por traducirlo ;)
Ahora lo leeré gegege
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Re: El unicornio en Hogwarts [Crossover] [Aventura] [Humano]

Notapor Sg91 » 14 Nov 2013, 17:55

Capítulo 6

Haciéndose oír


Dos días después de aquel incidente, la curiosidad pudo más con el resto del colegio.

-Entonces… ¿Qué pasó?-preguntó Sally-Anne Perks, soltándolo de golpe.

Luego se sonrojó rápidamente y la miró terriblemente avergonzada.

-¿Qué pasó de qué?-inquirió Twilight, levantando la vista de su libro con un tanto de reparo.

Se esperaba que se lo preguntaran tarde o temprano, pero tampoco quería adelantar acontecimientos.

-Con lo del troll, ya sabes… y lo del sábado.

-Está bien…

Twilight cerró el libro que estaba leyendo, titulado Ley mágica avanzada, y suspiró.

-Cuando nos avisaron acerca del troll, me di cuenta de que Harry podría estar en peligro, ya que no estaba allí en ese momento. Así que fui a buscarlo para advertirle, y... levanté un escudo que lo detuvo, y luego lo golpeé con un hechizo paralizante.

Hubo murmullos apagados a su alrededor.

-En cuanto a lo del sábado... lo siento, pero no me apetece hablar de eso. No fue agradable. Estoy bien, sólo... no quiero hablar de eso.

-¿Qué hechizo usaste?

-Mi hermano me lo enseñó. Él lo llamo escudo brillante, es difícil de levantar, pero los hechizos defensivos son su especialidad y puede llegar a hacer cosas increíbles.

La unicornio lavanda sonrió por un momento, recordando viejos tiempos, como cuando levantó un pequeño campo defensivo alrededor de un helado para aislarlo del calor.

-¿Tienes un hermano? No lo sabía…-murmuró Cormac Mac Laggen.

-Sí. Se llama Shining Armor, es un guardia real, que es como un auror, creo, pero no es lo mismo...









-Eso ha sido agotador-masculló Twilight dos horas más tarde, cuando la sesión de preguntas y respuestas finalmente acabó.

-¿Estás bien?-inquirió Spike.

-Sí, sí, solo...

Twilight guardó silencio durante un minuto más o menos.

-Espera. ¿Dónde me quedé?

Con una mirada determinada en su rostro, tomó el libro de la jurisprudencia y lo abrió por la página marcada.

-Ah, aquí está…

-¿Qué es eso?-preguntó el dragón.

Twilight le lanzó una mirada penetrante.

-¿Acaso estás preguntando para librarte de hacer los deberes?

-No, si ya lo tengo todo hecho.

Como prueba, Spike levantó un rollo de pergamino con unas garras ligeramente manchadas de tinta.

Twilight lo cogió con su magia y leyó rápidamente su ensayo.

-No está nada mal, Spike. Estoy segura de que al profesor Flitwick le gustará.

Spike sonrió tímidamente.

-De todos formas, estoy leyendo sobre la ley Mágica, y me está tomando su tiempo. Usan la ley común aquí, así que tengo que leer todos los precedentes para poder entenderlo...

-Vale… ¿y qué hay de nuestra vuelta a casa?

Twilight le miró a los ojos.

-Spike, probablemente eso nos va a tomar años. Siento tener que decírtelo así, pero es lo que hay. Sé que puede parecer que estoy más centrada en otra cosa, pero me paso al menos una hora al día tratando de averiguar matemáticamente la forma de igualar el hechizo ecuestriano de…

-Está bien, está bien-murmuró Spike, levantando las manos-lo siento.

La unicornio lavanda se corrigió de seguido.

-No, perdona, mereces que te ponga al día…

-Tranquila, no te preocupes…

Twilight le observó alejarse, acercándose a algunos de sus compañeros de clase y empezando a hacerles preguntas sobre quodpot.

Todavía se sentía un poco culpable por espetarle de esa manera, pero si no tenía intención de hacer un drama de ello, tan solo lo dejó estar.








Ese jueves, una carta aterrizó delante de Twilight durante el desayuno.

-Gracias, Owlowiscious.

El búho la respondió con un pequeño ululo antes de salir de allí volando hacia el techo.

Cogió el pergamino con su telekinesis, quitando un sello de cera que parecía ser oficial, y desdobló el pergamino grueso.

-Eh… vale…

Una segunda carta aterrizó frente a Spike.

-Probablemente sea la misma que tengo yo, Spike. Aun así asegúrate-indicó Twilight, terminando de desayunar para atender la carta.

-Claro.

-Y no…

-… hables con la boca llena, sí, sí. A ver... parece ser algo acerca de… ¿el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas?

-Sí, yo tengo lo mismo… la fecha para la vista disciplinar es la misma.

-¿Tenemos que ir a una vista?-inquirió Spike, tragando nerviosamente.

-Es sólo una formalidad-le tranquilizó Twilight-o al menos lo debería ser. Ciertamente somos criaturas inteligentes, espero que no se les ocurra calificarnos como trolls…

-Desde luego-asintió Spike.

-Oh, ¿vais a ir al Ministerio? Mi padre trabaja allí, aunque en otro Departamento-comentó Ron.

-Ah, sí ¿Cuál era? No recuerdo bien el nombre…-murmuró Twilight.

-En la Oficina contra el Uso Indebido de Artefactos Muggles. No hay muchas personas en su departamento, por lo que normalmente suele estar un tanto desbordado, pero a él le gusta.

-Oh, ya veo…

Twilight se levantó del banco de seguido.

-Voy a avisar al director de esto.








Dumbledore la miró detenidamente por encima de sus gafas.

-¿De veras? Qué peculiar. Normalmente ponen más atención en este tipo de casos. ¿Dices que es para hoy?

Twilight asintió con la cabeza, sosteniendo la carta con telekinesis.

-A las once de la mañana, el siete de noviembre. Sí, desde luego es para hoy.

Dumbledore contempló su casi acabado desayuno, y empujó su silla hacia atrás, levantándose en el proceso.

-Bueno, en ese caso necesitáis que os lleven, os acompañaré

-Gracias, no he estado nunca en el Ministerio, así que sí, necesitamos que nos guíen-asintió ella, sonriendo.

-Y, por supuesto, no es posible aparecerse o desaparecerse en Hogwarts. Como sé que tu teletransportación utiliza el mismo método, hay que considerarlo también... dame unos minutos para recoger mi capa, y nos pondremos en marcha.








El Atrio del Ministerio era casi como el Callejón Diagon.

Una vez más, Twilight y Spike fueron irremediablemente los centros de atención; la visión de un unicornio morado y un pequeño dragón bípedo fue presenciada por todos los trabajadores del Ministerio, los cuales iban vestidos con unas túnicas muy similares a las de Hogwarts.

Y, sin embargo, hubo diferencias. En lugar de quedarse todos mirando desperdigados, pequeños grupos de personas se concentraban cerca de donde ellos estaban y hablaban en voz baja entre ellos, sin dejar de mirarles durante la mayor parte del tiempo.

Dumbledore atravesó con confianza el silencioso Atrio, en dirección a un conjunto particular de puertas; los dos ecuestrianos le siguieron de cerca.

Apresurándose detrás de él, Twilight tuvo tiempo de contemplar de cerca la arquitectura. Todo era muy raro a sus ojos, los ponis tendían a diseñar estructuras amplias al aire libre, mientras que todo el complejo estaba bajo tierra, pero, al mismo tiempo, se podía ver que una mano práctica había hecho un buen trabajo

El Atrio era un punto de encuentro para los trabajadores que iban de un lado a otro, era lo suficientemente grande y ancho para evitar que la gente se hacinara, y las entradas situadas a lo largo de una de las paredes permitían un tráfico fluido de personas.

Sin embargo había cierto detalle que la extrañaba. Los balcones superiores indicaban que las personas trabajaban allí, pero no se veía por ningún lado ningún descansillo de escaleras. Y aunque estuvieran situadas detrás de las puertas de acceso, ocuparían demasiado espacio…

Dumbledore dio un golpecito en la puerta con su varita, y ésta se abrió para revelar una habitación muy pequeña.

-Adelante, Twilight. Usted también, Spike.

Twilight miró a la habitación, confundida.

-No es muy grande...

-Oh, sí, supongo que no les será familiar. Esto es lo que se llama un ascensor. Se trata de una pequeña habitación, que se desplaza de un lugar a otro de arriba abajo-explicó el viejo mago.

Los ojos de la unicornio se iluminaron al oírlo.

-¡Eso sería muy útil! ¡Debe ser como un montaplatos! He visto a algunos de esos en Canterlot. Es curioso que no se nos ocurriera hacerlos más grandes. Quizás se pueda…

Pero Twilight se interrumpió en medio de la confusión, pensando de nuevo. El palacio de Canterlot ya tenía sus años, fue construido hace muchísimo tiempo como centro administrativo y residencia real. Era muy posible que la versión ecuestre de esos ascensores fuera una invención más reciente.

Puede que hubieran algunos en Manehattan, aunque pensándolo aún mejor, con uno de esos ingenios se evitarían las aglomeraciones en las escaleras de los edificios más altos.

Dumbledore tosió discretamente. Twilight se sonrojó, y trotó hacia adelante, hacia la cabina del ascensor. Spike la siguió, y luego la puerta se cerró con un chasquido.









-Hola, hemos venido a asistir a una vista a las once-anunció Twilight, sosteniendo con su magia la carta de aviso.

La recepcionista ni siquiera levantó la vista, ya que estaba ocupada comprobando unos papeles en su mesa.

-Espere en la antesala por la puerta a mano izquierda hasta que la llamen, por favor.

-De acuerdo.

Twilight miró hacia la única puerta que había a mano izquierda.

-¿Esperamos los dos allí?

-Esa es la sala de espera ¿siguiente?-indicó ella, despachándoles rápidamente.

-No es muy amable…-murmuró Spike.

-Bueno, parece un tanto ocupada…

Twilight miró hacia atrás por un momento. El primer hombre en la cola detrás de ellos no dejaba de lanzarles nerviosas miradas, y parecía un poco distraído.

-La División de Seres es, tal vez, una de las más ajetreadas-comentó Dumbledore- ya que los dos vais a asistir a vistas distintas, debo avisaros de que no vais a poder estar juntos.

-¿Qué? Pero…-dijo Spike, con una nota de incertidumbre en su voz.

-Sí, yo sé por qué. Tenía algo que ver acerca de cómo se podía entrenar a trolls para que repitieran frases simples, y así hacerlos pasar por seres inteligentes ¿verdad?

-Así es. Sin embargo, yo creo que no debería haber ningún tipo de restricción-comentó Dumbledore.

-Eso es bueno saberlo. No te preocupes, vamos a estar bien-aseguró Twilight, regalándole a Spike una sonrisa alentadora.

-Si tú lo dices...

Las grandes puertas de madera de teca se abrieron en cuanto se acercaron a ellas, y luego se volvieron a cerrar en cuanto pasaron, con un ruido siniestro.

Con un aire despreocupado, Dumbledore se sentó en una de las sillas que allí había.

-Bueno, tenemos unos diez minutos de espera, así que podríamos charlar. Dime, Twilight, ¿cómo llegaste a conocer a Spike?

-Oh. Bueno, en realidad le ayudé a nacer-explicóTwilight, compartiendo una mirada de confianza con Spike-me encontraba pasando una prueba de entrada para la academia de Celestia para Unicornios Talentosos, cuando…









-Podría ser que… ah.

Twilight se vio interrumpida por un hombre del Ministerio, por lo que tuvo que dejar la charla para otro momento; los detalles de cómo ella y Spike habían vivido en la Academia podían esperar.

-Mis disculpas, ¿podría el señor… eh… Spikoranu…?

-Spykoranuvellitar, sí, yo, pero sólo llámeme Spike, por favor-le cortó él.

-Ah, bien, entonces. ¿Podría el señor Spike pasar ya al tribunal para su vista, por favor?

-Buena suerte, lo harás bien-le aseguró Twilight con una sonrisa.

Dumbledore se levantó también.

-Me temo que tenemos que dejar nuestra conversación para otro momento, Twilight. Una pena, era del todo interesante.

Siguió a Spike y al empleado del Ministerio y se internaron en la habitación.

Una vez que Twilight se quedó sola, se dio cuenta de algo extraño. A diferencia de la mayoría de los profesores, por no decir todos, y otros adultos que había conocido aquí, Dumbledore la había llamado por su nombre de pila durante todo el tiempo que duró la conversación.

Había sido tan natural que ni siquiera se había dado cuenta.

Por desgracia, al no tener a nadie con quien hablar, Twilight comenzó a sentir ansiedad. No podía dejar de preocuparse y preguntarse por cómo le estaba yendo a Spike.

Para tratar de relajarse, se puso a andar. Ese particular intento falló singularmente, así que comenzó a planear mentalmente cómo iba a hacer para recuperar las clases perdidas del día.










Casi media hora después de que Spike entrara, la puerta se abrió de nuevo. El mismo empleado del Ministerio asomó la cabeza por la puerta, aunque Twilight se dio cuenta de que parecía un poco más tranquilo esta vez.

-¿Twilight Sparkle?

-Soy yo. Disculpe ¿qué pasó con Spike? ¿Cómo le fue?

Visiblemente avergonzado, el hombre se encogió de hombros.

-No estoy seguro de si estoy autorizado a decírselo...

Twilight dejó escapar una mueca.

-Qué lástima.

-Lo siento.

Twilight se acercó a la puerta.

-Muy bien, pues... vamos para allá.









La estancia era remarcablemente grande. En lugar de las salas de audiencia a las que estaba familiarizada, ésta incorporaba un muro de tres metros entre el área en la que los testigos y los acusados permanecían, e incluso el área más baja de los asientos para los distintos funcionarios.

También había silla muy grande y segura, con grilletes en ella, apartada en un lado de la habitación. Dumbledore la saludó alegremente con la mano desde donde estaba sentado, y con mucho cuidado se levantó mientras se dirigía al centro de la pista circular.

-Señorita... Twilight Sparkle.

La voz venía de alguna parte del panel de jueces, pero no podía decir de dónde exactamente.

-Sí, soy yo.

-Está aquí para una vista sobre su situación como Ser, en vez de Bestia, y, además, por su derecho de llevar y usar una varita. ¿Entiende?

-Bueno, si no lo hiciera, sería un tanto contraproducente…

Hubo un denso silencio que duró escasos segundos antes de que ella volviese a hablar.

-Lo siento, no pretendía ser sarcástica. Sí, lo entiendo.

Su respuesta produjo un murmullo tranquilo.

-Muy bien, este tribunal abre la sesión. Señorita Sparkle, exponga su caso.

Twilight tragó y respiró hondo antes de hablar.

-Está bien. Opino que me merezco el estatus de Ser, principalmente porque soy un ser consciente de mí mismo con la capacidad de entender y realizar argumentos razonables. Podría ser que no fuera tan inteligente como yo creo que soy, pero en ese caso el dicho Pienso, luego existo podría aplicarse perfectamente.

Hizo una rápida pausa, reordenando sus pensamientos.

-Además de eso, teniendo en cuenta que uno de los requisitos para ser un Ser es ser capaz y estar dispuesto a participar en el proceso de formar leyes, ¿puedo sugerir que las leyes actuales sobre el uso de la varita tal vez podrían ser interpretadas como injustamente restrictivas? Si bien es cierto que el uso de la varita no está autorizado a varios seres no humanos por desconocimiento de causa, aun así se permite al resto; me da la sensación de que el principal criterio para permitir el uso de una varita es que un ser sea únicamente de la misma especie que los humanos.

Se produjo un breve silencio tras sus contundentes razonamientos.

-Bueno, creo que está bastante claro ¿no?-murmuró Dumbledore alegremente-ciertamente, Twilight Sparkle no es ningún troll, por lo que a mí respecta su estatus puede ser la menor de las preocupaciones.

-Espera un minuto, Albus, aún no hemos acabado.

-Bueno, lo solucionamos del todo con el joven Spykoranuvellitar ¿no?-recordó Dumbledore, conservando su tono alegre-no veo que el caso de Twilight sea diferente, salvo que ella es más mayor.

-Lo del dragón ya fue bastante arduo. Pero se supone que esta tal Twilight ya es una maga totalmente formada. ¿Por qué asiste a Hogwarts?-inquirió otra voz.

-Creo que eso es un detalle menor…

-Pero es un detalle-insistió una vez más la primera voz.

Frunciendo el ceño, Twilight pensó que la primera voz se encontraba justo en medio; aunque era difícil de saber con la luz detrás de ellos, no estaba del todo segura.

-Como el director de Hogwarts, soy yo el que considera oportuno a quién aceptar.

En ese justo momento, la voz de Dumbledore sonaba algo más seria.

-Lo siento si no me siguen, por supuesto, pero si un estudiante debe ser apartado de Hogwarts, entonces hay que demostrar que es un peligro claro, presente e inmediato para el personal o los estudiantes.

-Tal vez deberíamos preguntarla-sugirió una tercera voz-¿y bien? ¿Por qué asiste a Hogwarts?

Twilight sonrió.

-Bueno, sobre todo por dos cosas. En primer lugar, no tengo a donde ir, ya que Spike y yo estamos perdidos. En segundo lugar, mientras que yo estoy entrenada en la magia, Spike no, y ninguno de los dos sabemos cómo funciona la magia que ustedes tienen aquí, con varitas.

-¿Quiere decir que no requiere de una varita para hacer su magia? entonces ¿para qué necesita una varita?-inquirió una tercera voz.

Dumbledore se rio entre dientes.

-¡No estamos aquí para reírnos, Albus!-le reprendió el primer orador, con cierto aire de petulancia que a Twilight no se la escapó.

-Bueno, perdóname, Cornelius ¿Acaso insinúas que nunca has realizado magia accidental?-inquirió Dumbledore, sonriendo ampliamente.

Hubo un pequeño silencio.

-No se trata de eso, lo que está en cuestión aquí es si ella es peligrosa-remarcó Cornelius.

-Todos somos peligrosos ¡aprendimos cómo lanzar hechizos en segundo año!-señaló alguien en las filas inferiores.

-Me parece que nos estamos desviando del tema…

-¿Y a ti quien te ha preguntado nada?

-¿Podemos al menos votar la primera cuestión?

Twilight esbozó una mueca de preocupación. Las cosas no iban del todo bien...

De bote a pronto, hubo una explosión junto a ella, y no pudo evitar saltar del susto; Dumbledore bajó su varita, la cual humeaba de su punta.

-¡Señoras y señores!

Toda la cháchara y algarabía se detuvo de golpe.

-Comprendo que los ánimos estén caldeados, aunque no entiendo por qué. Pero, por favor, en consideración a los visitantes en nuestro mundo, manténganse profesionales. Ahora, ¿alguien más quiere debatir sobre la cuestión de la condición de Twilight Sparkle como Ser?

Una bruja se aclaró la garganta antes de hablar.

-Sólo me gustaría recalcar algo. Si terminamos sin darla el status de Ser, me gustaría ver a un buen número de personas reclasificadas como Bestias.

Una rápida mirada penetrante por parte de Dumbledore detuvo la siguiente oleada de quejidos antes de que comenzara.

-Muy bien. ¿Quiénes están a favor de la concesión de su condición de Ser?

La mayoría de las manos se levantaron, incluyendo los tres en el centro del panel de jueces.

-Excelente. Felicidades, Twilight Sparkle.

-Gracias-asintió ella con la cabeza.

-Ahora, en cuanto al asunto de la magia... Mi opinión sobre esto es lo mismo que en la primera. ¿Por qué no?

-No podemos estar seguros de que no va a abusar de su varita mágica-dijo alguien.

-Yo tampoco puedo estar seguro de que algunos de mis estudiantes hagan un uso correcto de su varita-señaló Dumbledore razonablemente.

-Soy consciente de la ética del uso de la magia-comentó Twilight-no se puede echar un conjuro sobre alguien que no está preparado para recibirlo, salvo en casos de legítima defensa. Bueno, esa es la versión resumida. La versión completa se incluye en todo un semestre…

-¿Qué es un semestre?-preguntó Cornelius, distraído.

-Creo que, teniendo en cuenta el contexto, se refiere a un plazo-conjeturó Dumbledore.

-Sí, así es. Si un plazo es de los que tienen tres meses en un año escolar, lo es.

-En ese caso sí.

-¿No nos estamos alejando un poco del tema?-preguntó alguien lastimeramente.

-¡Oh! Por supuesto.

Cornelius se aclaró la garganta antes de volver a hablar.

-Bueno, en ese caso tal vez se requiera de los servicios de un perito. Llamo a William Jennings, de la Oficina de Servicios de Apoyo a Hombres Lobo.

-Esa no es una comparación justa-murmuró alguien, lo suficientemente alto como para ser escuchado. Cornelius se sonrojó.

-Ah, señor Jennings, ¿ya se encuentra bien?-preguntó Dumbledore a un mago delgado y lleno de canas que llegó al sitio entrando por otra puerta.

-Sí, tolerable, gracias, profesor. Ministro-saludó Jennings cortésmente.

Twilight se dio cuenta de que el tal Cornelius debía ser Cornelius Fudge, el Ministro de Magia. Achacó a los nervios el no haberlo reconocido antes.

-Señor Jennings ¿podría describir a la corte sus responsabilidades usuales?

-Por supuesto, señor Ministro. Estoy involucrado en el registro, el seguimiento y la aclimatación de los de los ciudadanos afectados por la licantropía.

Dumbledore levantó un dedo para llamar su atención.

-Disculpe, señor Jennings. ¿Puedo preguntar cuántos hombres lobo se han registrado en los servicios de apoyo?

-Ah... ninguno hasta el momento-murmuró Jennings, fijándose en las reacciones del Ministro.

-Es una lástima-murmuró Dumbledore con una sonrisa-¿y en el pasado?

-Ninguno.

-Vaya, vaya.

En ningún momento la sonrisa de Dumbledore cambió ni un sólo ápice.

-Entonces, por favor, continúe explicándonos el beneficio de su generosa experiencia.

Jennings hizo una pausa por un momento, pensando, y luego se volvió para irse. Fudge reaccionó bruscamente y de seguido.

-¡Señor Jennings! ¡Usted está obligado por la corte a…!

Pero otra voz le cortó enseguida; esta vez fue la de una mujer de edad avanzada.

-Acabe con esta farsa, Ministro.

-¡Usted no tiene la palabra, señora Longbottom!-la espetó Cornelius.

-¡De eso nada!

Twilight se volvió, junto con la mayoría de la sala, para observar a Augusta Longbottom mientras se levantaba.

-¡Soy una de los jefas de la casa en el Wizengamot asignada para observar las acciones de este comité, y está cada vez más claro que esto es un intento de difamación de una inocente, o mejor dicho, virtuosa mujer joven, sin importar su forma precisa¡ ¡Mi nieto, Neville, me ha escrito de las acciones de Twilight este pasado Halloween, cuando salvó la vida de ni más ni menos que Harry Potter!

Una conversación entre murmureos recibió esa declaración.

-Además, le informo de que voy a recomendar al Wizengamot una investigación sobre las circunstancias de este tribunal y, sobre todo, de la cuestión de si ciertas partes del Consejo Escolar de Hogwarts está teniendo una influencia indebida en las acciones de no sólo de la junta directiva en general, sino del gobierno en su conjunto.

La cara de Fudge palideció de golpe.

-¿Hay alguien que quiera despojar a Twilight Sparkle del estado predeterminado por la ley, y de su permiso de poseer una varita?-preguntó Dumbledore al silencio.

Ni una sola mano se levantó.

-Excelente. Muchas gracias por su tiempo. Vamos, Twilight, Spike debe de estar esperándonos fuera-indicó Dumbledore de forma amistosa.








Spike saltó desde un sillón en cuanto vio a Twilight saliendo por la puerta.

-¡Twilight! ¿Está todo bien?

-Sí, claro-asintió Twilight, y luego miró por encima del hombro-sin embargo, tengo que decir que me esperaba un poco más de las operaciones del gobierno local, la verdad...

Spike asintió distraídamente, tocando la funda de su varita como para asegurarse de que aún la tenía.

-Trajeron a un experto en dragones…. ¡Experto que apenas escuchaba nada de lo que le decía!

-De hecho, ése es el problema con los expertos. Lo saben casi todo sobre su tema elegido, por lo que puede llegar a ser muy difícil comprender nuevos hechos-explicó Dumbledore, guiñando un ojo.

Tras eso, dio una palmada rápida antes de continuar.

-Muy bien. ¿Volvemos ya? Creo que hay una chimenea cerca, a ver si puedo encontrarla.








Cuando volvieron al castillo, la clase doble de Pociones ya había terminado, por lo que el dúo entró en clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, la cual ya había empezado.

En vez de sentarse en su sitio de siempre, Twilight se apartó a un pupitre cerca de la parte posterior de la sala, donde se encontraba Neville, llevándose sus cosas consigo.

Twilight estuvo atendiendo durante los primeros cinco minutos, localizando el capítulo sobre el que Quirrell estaba hablando, hasta que decidió que podía leerlo después.

-Hola, Neville… ¿cómo estás?

-Bien…-murmuró el chico, muy poco convincente y sorbiéndose un poco.

-¿Qué visteis en Pociones? Me lo he perdido…

-Pues… la cagué haciendo una poción y mi caldero se derritió, por lo que Snape me gritó-explicó él, un tanto crispado.

-¿Estás bien?

Neville asintió de seguido, y Twilight se quedó un poco más tranquila.

-¿Qué poción era?

-Creo que era una poción curadora de forúnculos, o… no sé, ya no me acuerdo.

-Se-señorita Spa-Sparkle ¿Cu-cuál es la principal ve-ventaja del hechizo aturdidor?-inquirió Quirrell en ese momento.

-No puede hacer ningún daño permanente, a menos que sea usado en un niño pequeño-respondió Twilight rápidamente.

-¿Y las des-desventajas?

-Los hechizos defensivos más comunes los detienen fácilmente.

-Mu-muy bien. ¿Se-señor Po-Potter?

En cuanto Quirrell pasó, Twilight se volvió hacia Neville.

-Perdona por no haber estado ahí…

-No, no es tu culpa, sólo soy yo…-murmuró el chico, con voz apagada.

Twilight pensó por un momento antes de volver a hablar.

-¿Sabes? tu abuela me ayudó a salir más temprano.

-Ah ¿sí?

-Sí. Mencionó algo que la comentaste en una carta, y eso me ayudó mucho; gracias a ella sigo pudiendo usar mi varita. Así que gracias.

Neville sonrió débilmente.

-Pero bueno, ahora vamos a centrarnos en la clase, ¿vale? No dejes que Snape arruine el resto del día.

Con un gesto vacilante, y luego con uno más firme, Neville sacó su libreta y comenzó a escribir.

Twilight sonrió, y luego se puso a trabajar con la parte teórica de esa clase.









-¿Disfrutando de tu último día, Sparkle?-inquirió Malfoy esa noche, durante la cena.

Twilight parpadeó, extrañada, y se volvió hacia él

-¿Mi último día?

-No me sorprende que no te hayas dado ni cuenta. La vista a la que asististe esta mañana ¿recuerdas? Si es que te acuerdas, claro-se burló el muchacho.

-Bueno, de hecho recuerdo que me confirmaron como un Ser, y que me permitieron llevar y usar una varita. ¿Por qué?-murmuró ella lentamente.

Malfoy no pudo evitar sonrojarse de golpe. Quiso hablar, pero se lo pensó mejor antes de hacerlo.

-Esto aún no ha terminado-masculló finalmente, yéndose de allí rápidamente.

Los gemelos Weasley aplaudieron cortésmente.

-Excelente espectáculo-dijo uno de ellos.

-Te damos la mejor nota-añadió el otro.

Percy negó con la cabeza, sin poder evitar esbozar una fugaz sonrisa en sus labios.

-¿Qué ha pasado?-preguntó Ron, con mirada perdida.

-No estoy segura... ¿no era su padre miembro del Consejo Escolar?

-Así es. En gran parte debido al dinero, supongo-dijo Percy, frunciendo el ceño.

-Seguro. Bueno, la abuela de Neville comentó algo acerca de que los miembros del consejo estaban influyendo en sus acciones. Tal vez el padre de Draco les avisó de mi existencia de forma fortuita.

-No me sorprendería nada si hubiese sido él el que hubiera pedido que se realizase la vista-suspiró Percy.

Fred y George intercambiaron sendas miradas cómplices.

-Bueno, bien está lo que…

-… bien acaba, y para gastar bromas a Malfoy no necesitamos de grandes excusas, así que…

El primer gemelo miró al segundo, esbozando una gran sonrisa.

-Estoy del todo seguro de que la última será genial.

-¿Acaso insinúas de que vamos a dejar de gastarle bromas?

-Yo nunca he dicho eso.

Percy lanzó a sus hermanos una larga mirada.

-Tranquilizaos, los dos.

-No te preocupes, Perce. Seremos buenos-dijeron al unísono.

-Seremos más que buenos…

-… incluso positivamente y cinematográficamente…

-… galardonados.

-No creo que nuestro querido hermano esté lo suficientemente convencido, Fred.

Muchos de los alumnos de primer año se encontraban viendo el partido de tenis verbal, moviendo sus cabezas de un lado a otro y tratando de seguir la verborrea de los gemelos.

El espectáculo hizo a Twilight reírse tontamente.








-Me enteré de lo de la vista. Fue vergonzoso. Está clarísimo que eres como un ser humano en todos los sentidos-comentó el profesor Kettleburn, mientras Twilight le ayudaba a cargar algunas cajas en su despacho.

-¿No lo estaba desde hace mucho antes?-inquirió Twilight, mirándole divertida.

-Y así es ¿no?

-Desde luego. Bueno, pues esto es todo lo que recuerdo acerca de la biología de Spike-murmuró Twilight, entregándole un cuaderno de notas.

-¡Excelente! Veamos…

Kettleburn abrió el cuaderno y lo hojeó.

-Oh, has incluido diagramas, por lo que veo. Muy útil...

-No me han salido tan bien como pretendía... He utilizado un hechizo de ilusión para recrear la imagen que quería incluir, y luego la he estampado en el papel, pero no ha quedado muy nítida. Todavía estoy tratando de ver si hay un algún hechizo de transcripción...-explicó Twilight.

-Bueno, si encuentras uno, házmelo saber, de por sí ya es bastante complicado escribir con un solo brazo.

Se quedó en silencio durante unos minutos mientras seguía hojeando el libro.

-¿Qué es esto? ¿Crecimiento por avaricia?

-Oh, sí, casi me olvidé de añadirlo; cuando un dragón como Spike se vuelve muy codicioso, puede comenzar a crecer inusitadamente.

-Eso suena arriesgado, si quieres mi opinión… ¿Cómo se puede detener?-inquirió Kettleburn casualmente.

Twilight dejó escapar una mueca antes de contestar.

-La última vez que lo intenté fue… gritando. Pero me sentiría responsable si ocurriera de nuevo, así que me gustaría poder evitarlo. El proceso pareció detenerse cuando alguien que le importaba se encontraba en problemas. Y ahora que él también lo sabe, la mitad de nuestro problema se resuelve, ya que antes no sabía casi nada sobre biología de los dragones.

-Ya veo, comprendo por qué sería un problema. Bueno, se lo haré saber a Hagrid por si vuelve a pasar, que espero que no. Un tipo duro, Hagrid.

-Sí, es un poco... ¿desconsiderado? No, esa no es la palabra apropiada…

-Sé a lo que te refieres. Espera, ¿no fuiste con él en una de sus patrullas por el bosque la semana pasada?

-No me lo recuerde, por favor…. nos encontramos con un unicornio muerto, y… fue duro para mí-murmuró ella, algo consternada.

Kettleburn trató de animarla dándola una palmada en el hombro.

-Lo sé, asuntos turbios... yo también me pongo malo, y eso que somos de especies distintas. Pero bueno, si necesitas hablar, mi puerta está siempre abierta para ti y Spike… a no ser que esté en clase, claro.

Twilight asintió, algo más animada.

-Gracias, profesor.

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Bueno, y tras un largo paréntesis, Saphroneth nos vuelve a deleitar con un capítulo nuevo de este genial fic. Éste me ha llevado bastante tiempo traducirlo, ya que necesité documentarme un poco para recordar algunos términos y elementos del universo de Harry Potter, ya que desde que leí el último libro no he vuelto a sumergirme en él. Si alguien se quedó extrañado por lo del Quodpot, es la variante americana del Quidditch inglés.

Te voy a escribir toda enterita... cachito a cachito... con todo lujo de detalles...
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Re: El unicornio en Hogwarts [Crossover] [Aventura] [Humano]

Notapor Sg91 » 16 Mar 2014, 15:11

Capítulo 7

Un hombre puede sonreír, y sonreír


Twilight levantó la vista de su último libro, uno de historia, al oír una gran algarabía proveniente de la sala común.

-Esto...-se aventuró ella, con nerviosismo.

Algunos de los estudiantes más cercanos a ella se volvieron para atenderla, muchos de ellos se encontraban fuertemente abrigados.

-¿Qué pasa?

-¡Partido de quidditch!-anunciaron varias personas a la vez.

-¡Es el primero de la temporada!-añadió Ron, sonriente-¡Gryffindor contra Slytherin, Fred y George son los bateadores! Es una lástima que no estuviéramos el año pasado, Charlie era el capitán.

-Lo sabemos, lo mencionas con bastante frecuencia-murmuró Seamus.

-Oh… ¿Tengo que ir?-inquirió Twilight, algo absorbida.

-Bueno, supongo que no, si no te apetece…-murmuró Ron, algo cohibido.

-¿Nos vamos ya? Ah, Twilight ¿vas a venir?-preguntó Spike, saliendo de la habitación con una bufanda de Gryffindor en el cuello.

Después de echar un vistazo a Spike y, a continuación, a su libro, Twilight decidió; un descanso no la vendría del todo mal. Marcó la página por la que se quedó, dejando una nota pidiendo que no tocaran sus libros, un viejo hábito que adquirió durante sus años en la Academia.

-Muy bien, vamos entonces-asintió ella, aplicándose a sí misma un hechizo para mantenerse calentita.









Twilight se quedó un poco atrás mientras bajaba las escaleras en dirección hacia la planta baja, muchos otros estudiantes pasaban a su lado embalados y bastante emocionados.

-No te ves especialmente entusiasmada-comentó Percy, vigilando al resto.

Twilight disminuyó su ritmo hasta ponerse a su altura.

-Bueno, no soy precisamente una fanática del deporte…

-Oh, yo tampoco-admitió Percy-a mis hermanos le encantan. Y somos cinco, por lo que te diré... Pero bueno, es cuestión de acostumbrarse.

-Hombre, siempre es bueno tener algo que compartir con tus hermanos ¿no?

-En realidad no es por ellos. Mi compañero de cuarto es Oliver Wood. Pasa cuatro años en la misma habitación con alguien como él, acabas aprendiendo a la fuerza.

-Ya veo…








El juego era interesante, al menos para Twilight. Las reglas aún se la antojaban un poco extrañas ¿por qué la snitch valía quince veces más puntos que la pelota principal? Pero de lo que estaba segura es que a Dash la encantaría.

A Spike le gustaba especialmente. Sus ojos corrían imparables alrededor de todo el estadio, sin quitar ojo a la Quaffle que se movía rápidamente, y aplaudía tan fuerte como el resto cuando Gryffindor anotaba un buen tanto. Twilight no estaba segura de si el comentarista debería estar animando de la misma manera, pero al menos añadía algo más de emoción al ambiente.

Alrededor de los veinticinco minutos de partido, el buscador de Slytherin consiguió atrapar la Snitch. Lo que había sido una cómoda ventaja para Gryffindor de unos ochenta puntos de diferencia, se convirtió en una pérdida de setenta puntos, lo que dejó a todos un tanto abatidos.








-¡Han hecho trampa!-se quejó Ron, mientras subían las escaleras.

-Pero... ¿no es ese mismo el cometido del buscador?-recordó Neville, frunciendo el ceño.

-Bueno, sí... pero sin Charlie, el buscador de nuestro equipo es una mierda.

-Estoy de acuerdo-comentó un chico de cuarto año-Cormac no es terrible, pero no sabe jugar muy bien, sólo es de segundo año, y apenas tiene experiencia.

-Por lo menos, Fred y George lo hicieron bien-añadió Ron, tratando de animarse a sí mismo.

-Ciertamente, sin duda son capaces de golpear con bolas enormes a otras personas como si hubieran nacido para ello-comentó Percy, haciendo que Ron le lanzara una mirada llena de desdén.

Twilight reprimió una sonrisa, luego se dirigió a Spike.

-No estás muy decepcionado… ¿o sí?

-No… bueno, un poco molesto, supongo. Sólo espero que Gryffindor tenga un mejor buscador, el de ahora es muy malo…

-Sí, algo así he escuchado antes…

-¡Y es que encima no vio la Snitch en ningún momento!-exclamó Spike-yo pude seguirla, era fácil...

-Yo también-afirmó Harry en ese momento-la perdí de vista un par de veces, pero no me fue muy complicado volver a reubicarla de nuevo.

-Seguro que es más difícil cuando estás subido en una escoba-comentó Twilight, mientras las escaleras comenzaban a moverse de nuevo.

-Sí, supongo…-murmuró Spike, sacudiendo la cabeza-en fin…








Unos días más tarde, Twilight se dio cuenta de que el profesor Quirrell cojeaba cuando entró en clase. Lo ocultaba bastante bien, pero la mueca de dolor mientras se sentaba era evidente.

-Muy-muy bien, cla-clase, ho-hoy, vamos a ve-ver el encantamiento a-aturdidor. ¿Alguien co-conoce este he-hechizo de antes?

Twilight levantó la pezuña. Aunque para su sorpresa, Seamus Finnigan levantó una mano un poco antes.

-¿Se-señor Fi-Finnigan?

-Bueno, mi madre lo utilizó una vez, cuando fuimos de compras una noche en Dublín. Yo tenía unos nueve años, fuimos a comprar algo para mi padre cuando un maleante encapuchado nos amenazó. Ella sacó su varita, le aturdió, y esperó a que los desmemorizadores llegaran.

-Ya veo... ¿te con-contó tu madre acerca de e-ese he-hechizo?

-Me comentó que siempre es una buena elección, porque no hace daño a nadie. Simplemente noquea. Y luego esperar a los aurores. En eso me insistió mucho, en esperar a los aurores.

-U-una bru-bruja inteligente tu ma-madre… La de-defensa contra las a-artes oscuras consiste en la pro-protección contra la ma-magia oscura. Pero también sirve para pro-proteger a otras pe-personas. Lo im-importante es co-conservar la calma. Siempre re-recuerda que los mu-muggles pueden llegar a ser pe-peligrosos también. ¿Se-señorita Sparkle?

-Al igual que una gran cantidad de conjuros, el encantamiento aturdidor, desmaius, se conjura para hacer una determinada tarea, lo que hace que sea más fácil de conjurar frente a otros hechizos que requieran más factores para su consecución. Con un hechizo para conjurar agua, por ejemplo, puedes invocar tanto agua dulce como salada, así como fría o caliente, y también más o menos cantidad. Por lo que el componente de voluntad es complicado aquí. Pero con desmaius, el componente de voluntad es muy simple, y es sencillo de conjurar, tan solo has de desear poner KO a alguien, esa es la única finalidad del hechizo.

-Mu-muy bien resumido, se-señorita Spa-parkle-asintió Quirrel, satisfecho-ahora, ¿cu-cuáles son las desventajas del he-hechizo aturdidor, se-señor Weasley?

-¿Eh?-saltó Ron, con la guardia baja.

-S-su hermano Charlie es un do-domadragón ¿no?

-Oh, sí… Charlie comentó al final del verano que, durante sus clases de preparación, a veces necesitaban a toda una clase para poder poner fuera de combate a un solo dragón ¿Se refiere a eso?

-Mi-mismamente, se-señor Weasley.

Quirrell levantó su varita, levitó una tiza, y comenzó a poner los puntos de la gente ya había mencionado en la pizarra.

-Entones, re-recapitulando, el he-hechizo desmaius no es el más po-poderoso, y mu-muchas criaturas ma-mágicas pu-pueden resistirlo. Los escudos ta-también pueden blo-bloquearlo. ¿A-algo más?

Otro par de manos se levantaron.

-¿Se-señorita Pa-Patel?

-Se-señorita Sparkle, ¿po-podría venir un mo-momento?

-Claro.

Twilight recogió sus libros y los puso en sus alforjas, mientras esperaba a que el resto de clase desalojara la sala antes de acercarse a la mesa del profesor.

-Usted me dirá, profesor.

-Bu-bueno, he estado co-comprobando las pro-protecciones de las que antes hablamos. Me quedé de pi-piedra al de-descubrir que una de-defensa nueva había sido pu-puesta sin ni siquiera da-darme cu-cuenta-explicó Quirrel, sujetándose la pierna.

-Ya veo, así que eso era lo de la pierna… ¿se encuentra bien?

-So-sobreviviré. La-las he visto pe-peores, créame.

Hizo una pausa breve, y luego continuó al ver la expresión curiosa de Twilight.

-Se trata de un pe-perro de tres ca-cabezas.

-¿Un cerbero? Oh, me encontré con uno de esos una vez. Sólo necesitó un cosquilleo y se calmó. Mi amiga Fluttershy trató con él, y luego lo llevé de vuelta al Tártaro.

Quirrell parpadeó, un tanto chocado.

-Ah… ¿No es el Ta-tártaro el hogar de los mu-muertos?

-Creo que es la prisión de los monstruos, en realidad. Si hubiera más alrededor, estoy segura de que una de las princesas se habría encargado sin problemas… Oh, lo siento, perdí un poco el hilo. ¿Qué más hay acerca de las defensas?

-S-sí. Bueno, la primera medida era so-sólo una pu-puerta cerrada, lo que…

-… lo que no es muy seguro, ya que encantamientos como alohomora, o cualquier otro hechizo, sirven para tratar con puertas cerradas-continuó la frase Twilight-que raro. Incluso haciendo estallar el muro se entraría igualmente.

-Mu-muy curioso, desde luego…La ma-mayoría de los estudiantes de cu-cuarto año podrían li-lidiar con la pu-puerta, por lo que no es muy se-seguro tener tan pe-peligrosa bestia al otro la-lado. Cu-cuando ayudé a suministrar un t-troll para las defensas, lo hice pa-para ayudar, nu-nunca me imaginaría que na-nadie llegara a encontrarse con él…

-Es bastante extraño. Me pregunto si el profesor Kettleburn sabría de dónde podría haber salido el perro…

-Sólo no le de-dejes saber por qué estás pre-preguntando. Es un bu-buen hombre, pero po-podría hablar con la persona e-equivocada…

-Es un buen punto, sí. Ya he tenido problemas con gente que no me creía incluso con una buena razón. No sé si me he convencido a mí misma por esta vez, por lo que trataré de convencerle…

-Una sa-sabia decisión, se-señorita Sparkle.








Cuando la unicornio lavanda volvió a la torre de Gryffindor, se sorprendió al descubrir que Spike no estaba allí. Estuvo preguntando a algunos alumnos si lo habían visto, pero nadie le supo decir a dónde había ido; resignada, suspiró y retomó su investigación acerca de escudos de protección. Los paralelismos entre su propio estilo de magia y la versión local comenzaban a hacerse patentes, a pesar de que las concordancias acerca de las formas reales de los conjuros permanecían frustrantemente imprecisas. Su tren de pensamientos permanecía inalterable y del todo imparable

-Veamos... un escudo tipo Protego es el más básico, y detiene cualquier tipo de magia no realizada por el que lo haya conjurado. ¿Cómo era? Ah, sí, firma mágica… Aunque ¿Por qué no son capaces de detener esas maldiciones prohibidas tan horribles? No puedo saberlo por ahora. Tal vez sean como el efecto armónico, recuerdo que Luna llegó a comentar una vez que trató de escudarse antes que los elementos la purificaran de Nightmare Moon…

Tomó nota de todas y cada una de sus divagaciones. Por desgracia, su propio elemento se había quedado en el palacio de Canterlot, junto con todos los demás. Por lo que, en ese aspecto, tampoco podría probar nada.

Se quedó pensativa por un momento, y luego se dirigió hacia uno de los estudiantes de sexto año que allí había.

-Perdona…

-¿Sí? Oh, hola Twilight-la saludó el chico, levantando la vista de un libro.

-Me preguntaba si podrías prestarme tu libro estándar de hechizos, Grado seis…

-Sí, claro. Tengo que revisar un par de encantamientos más tarde, pero puedo prestártelo por una hora

-Gracias, con una hora me es suficiente.

Cogió el libro con su magia, y regresó a la mesa donde estaba trabajando.








A los pocos minutos, llegó a encontrar lo que ella buscaba. Un hechizo defensivo de sexto año diseñado específicamente para bloquear el hechizo desmaius.

-Entonces ¿cómo se puede determinar el hechizo a bloquear? ¿Mediante la forma del mismo? Puede, pero eso implica una rápida respuesta de decisión, y se supone que este es un hechizo simple... espera un segundo…

Siguió leyendo un poco más hasta dar con la respuesta.

-¡Oh, ya veo! No hace falta tomar ninguna decisión, tan solo se refuerza la superficie mediante un contrahechizo. Vaya, eso es especializado. Me pregunto si podría modificar un hechizo que Shining me enseñó…

-¿Twilight?

La aludida levantó la vista de su quinta página de notas para encontrarse con una cara conocida.

-¡Spike! ¿Dónde estabas? No te vi por ningún lado…

-Fuimos a ver a Hagrid. ¿No te acuerdas? Nos invitó…-comentó entonces él, frunciendo el ceño.

Twilight dejó escapar una sorpresiva mueca.

-¡Es verdad! Oh, no, ahora me siento fatal… Lo siento mucho, Spike.

El dragón se encogió de hombros, aunque todavía se le veía un poco herido.

-No te preocupes, Hagrid sabe que estás ocupada, y yo también, así que…

-No, en serio. Sé que estoy trabajando duro. Quiero descubrir una forma de volver a casa, y para eso necesito entender cómo funciona la magia aquí. Pero dejaría a la princesa Celestia en mal lugar si descuido así a mis amistades. Si se me vuelve a olvidar, la próxima vez envíame una nota para recordármelo ¿vale? Para que no vuelva a pasar.

-Está bien ¿Has hecho más progresos?-inquirió Spike, algo más animado.

-Un poco. Estaría mucho mejor si tuviera mis viejos libros de referencia aquí, apenas me acuerdo de todo, pero menos es nada. Poco a poco. Pero bueno, ¿qué tal con Hagrid?

-Igual que siempre, se tiró la mitad del tiempo tratando de no quedarse mirándome todo el rato. Fang parece haber superado su timidez conmigo, pero ahora le ha dado por lamerme todo el rato. Me puso la cara llena de baba de perro, ugh…

-Vaya, lo que me he perdido… ¿qué más?

-Hablaba mucho de Charlie, el hermano de Ron, ya sabes, el domadragones…

-Sí, me acuerdo…-asintió Twilight.

-El mismo. Ron volvió a hablar de quidditch otra vez, y Neville le preguntó que cómo era Charlie, a lo que Hagrid tenía mucho que decir. Al parecer, ayuda al profesor Kettleburn con algunas de las clases de fin de año en Cuidado de Criaturas Mágicas, por lo que llegó a ver a Charlie trabajando.

-¿Y?

-Parece ser que es como una mezcla entre Fluttershy y Rainbow Dash-explicó Spike con una sonrisa.

Twilight se estremeció ante la idea, llegando a imaginarse a una pegaso exigiendo que todo el mundo se pusiera a entrenar hasta que les dolieran las pezuñas.

-Así que, sí, así es como pasamos la tarde-terminó Spike.

-Suena divertido. Aunque… ¿Cómo llevas los deberes?-inquirió Twilight, lanzándole una mirada.

Spike soltó un suspiro exasperado.

-¡Los llevo casi al día!

-¿Casi?

-Bueno, hay algo de Historia de la Magia que no he hecho todavía, y el resumen para Quirrell sobre los usos adecuados del hechizo aturdidor...

-Bueno, vamos a quitarnos lo de Historia de la Magia. Era sobre la rebelión de 1719 ¿no?

-Si… ¿Qué era lo que había que hacer?-inquirió Spike, yendo a por su libro y un pergamino en blanco.

-Hay que enumerar las principales batallas en orden cronológico diciendo quién las ganó, y luego seis párrafos contando por qué los duendes perdieron.

-Hombre, fue bien obvio… no tenían varitas…-murmuró Spike.

-Bueno... sí. Pero hay que decirlo en seis párrafos.









Twilight observó la gran tabla de madera que cubría la mayor parte de una de las paredes del estudio de Kettleburn.

-Vaya, impresionante…

-Me alegro de que te guste.

El profesor se puso a su lado y estuvo observando el gráfico grabado en la madera; apuntó su varita hacia este, revelando una versión mágica de un gráfico esqueleto muscular.

-Esto es todo lo que tengo hasta el momento de mis estudios acerca de tu anatomía. No debería tomarme mucho más tiempo antes de que pueda trabajar con la señora Hooch en ese encantamiento de amortiguación modificado.

-Eso estaría muy bien... Dash siempre decía que volar es genial-murmuró Twilight, con un poco de nostalgia.

-Nunca me ha llamado la atención, la verdad. Aunque montar en el lomo de un hipogrifo, eso ya es algo harina de otro costal.

Twilight asintió y se volvió para irse. Entonces se detuvo y se giró hacia él.

-¿Profesor? Me gustaría preguntarle algo…

-Adelante. Como ya te he dicho antes, mi puerta está siempre abierta; aunque, en este caso, ya estás dentro-murmuró Kettleburn, sentándose.

-Bueno, ya sé cuáles son las diferencias en cuanto a los dragones y los grifos de aquí, así como de los unicornios, pegasos e incluso mantícoras. Pero hay unas cuantas criaturas que todavía no he visto, mientras que en mi mundo sí.

-¿De veras? Continúa, por favor ¿Por ejemplo?

-En primer lugar, tuve una experiencia bastante desagradable con una hidra; era tal que así-explicó Twilight, produciendo una ilusión en el aire con su magia y mostrándosela.

-¡Ah, una hidra! ¿Puedes acercarla un poco?-pidió Kettleburn, inclinándose un poco.

Twilight hizo la proyección un poco más grande en cuestión de segundos.

-¡Maravilloso, una hidra! Y pensar que solo he tenido que acercarme un poco para ver una...

-¿Tan raras son?-preguntó Twilight, preocupada.

-Bueno, se encuentran extintas, me temo. Pobrecillas. Los magos acabaron con ellas durante el Imperio Romano; eran demasiado peligrosas, y muy difíciles de eliminar. Me imagino que lo mismo hubiera ocurrido con el nundu si hubiera estado cerca de la civilización…-explicó el profesor, dejando escapar un lánguido suspiro.

Twilight no supo en ningún momento cómo tomarse eso. Ciertamente, si se encontraría con una hidra en medio de Canterlot o en algún lugar como era el colegio, podría ser necesario que la Guardia Real o los profesores la derribaran, pero... ¿toda la especie entera?

-Fue hace mucho tiempo, y muy lejos de aquí, además. Supongo que fue elección suya, o la única opción posible-pensó ella antes de contestar

-Ya veo… qué pena…

-Oh, desde luego. De hecho, estamos tratando de reubicar a las criaturas mágicas en la actualidad, es por eso que tenemos dragones custodiados en reservas-comentó Kettleburn rápidamente.

-Vale, gracias por la información. Ahora este...-indicó Twilight, produciendo otra ilusión en el aire.

-¿Eso no es un basilisco?

-Sí-murmuró ella, un poco alterada-lo siento, es que tuve una experiencia horrible con uno de estos. Me llegó a petrificar, y le tomó varias horas a mi amiga Fluttershy para salvarme.

-Si ella consiguió librarte de algo como eso, debe de ser una estudiante modelo de Cuidado de Criaturas Mágicas; de hecho, casi podría tener mi mismo trabajo…

Twilight se rio tontamente, sorprendiéndose a sí misma. Fue entonces cuando tuvo una idea muy tonta, y se echó a reír.

-Twilight ¿estás bien?-preguntó Kettleburn.

-Sí, sí, lo siento, profesor. Es sólo que... cuando estábamos hablando de esto, pensé que las siglas de Cuidado de Criaturas Mágicas son CMC, y... bueno, había unas tres potrillas en mi hogar muy propensas a meterse en líos que se hacían llamar las Cutie Mark Crusaders... lo siento, puede que le suene muy extraño...

-No, tranquila, no pasa nada ¿Algún otro?-inquirió Kettleburn.

-Hay uno más-murmuró Twilight, creando la imagen del cerbero.

-Vaya, vaya, parece que el tema griego es muy recurrente ¿no?-comentó Kettleburn, mirando el perro de tres cabezas-un poco más rechoncho de lo que recuerdo, pero reconocible ¿Cómo lidiaste con él?

-Fluttershy lo volvió a hacer. Le dio un masaje en el vientre, por extraño que eso suene.

-Bueno, supongo que podría funcionar, al menos si consiguieras llegar hasta su vientre sin que te zampe primero... lo que me parece que sí que funciona es la música. Los adormila, vaya…

-Vale. Eso me ayudará si alguna vez me encuentro con otro de nuevo. Gracias, profesor.

-De nada, Twilight.









A la mañana siguiente, en el desayuno, Owlowiscious apareció descendiendo desde lo alto del techo junto con el resto de los búhos y lechuzas. En sus garras llevaba una copia del Profeta.

Lo dejó caer delante de Twilight, lo desenrolló hábilmente con sus patas, y luego señaló el titular con su pico. Twilight tomó el periódico con su magia, y leyó el artículo que la señaló.

-¿Escándalo en el Ministerio?-leyó en voz alta.

Lanzó entonces una mirada avergonzada por Seamus, el cual más bien se mostró sorprendido, y se puso a leer el artículo enseguida.

Una serie de acuciantes preocupaciones han salido a la luz en el Ministerio desde la semana pasada acerca de la atroz manipulación del Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas. Augusta Longbottom, matriarca de la familia Longbottom, pronunció un discurso en el Wizengamot ayer, acusando al gobierno de Fudge de "dejar a un lado voluntariamente los derechos de unos pocos para apoyar a las clases más favorecidas y mejor influenciadas".

La señora Longbottom también condenó lo que describió como una influencia indebida de un grupo de hombres con cargos penales presentados contra ellos (como el conocido filántropo Lucius Malfoy) en los asuntos de la Secretaría. Mientras que este reportero cree que quizás está redundando demasiado en un hecho tan aislado, la situación es ya, de por sí, difícil de creer, casi tanto como el hecho de que tan augusto cuerpo de hombres y mujeres como el Ministro y sus subsecretarios principales, pudieran permitir la corrupción en el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas.

"La oficina del Registro de Hombres Lobo es un despilfarro" proclamó una fuente que desea permanecer en el anonimato. "Ningún hombre lobo se ha registrado allí en toda la historia de la oficina. ¡Llegué a oír que sólo uno llegó a pedir las ayudas, y que además fue rechazado por ser demasiado pobre! Eso solo significa que el dinero de las ayudas va a parar directamente a los bolsillos de las autoridades departamentales, por supuesto".

El ministro había tenido hasta ahora el apoyo incondicional del Wizengamot, aunque de un tiempo a esta parte sus apoyos parlamentarios son mucho menores que de costumbre, y la cámara no pudo aprobar un proyecto de ley que necesitaba de su apoyo para seguir adelante; veintitrés miembros se abstuvieron de votar. El proyecto de ley habría revocado la legalidad para registrar la casa de un mago con una orden ministerial, sin previo aviso de dos días, para asegurarse de que el mago en cuestión estuviera presente durante el registro.

La crisis fue provocada tras una última audiencia hace quince días, en la que dos criaturas mágicas, una unicornio llamada Twilight Sparkle y un dragón con el nombre de Spykoranuvellitar, fueron certificadas como jurídicamente Seres y se le permitió asistir a Hogwarts. (Fotos en la página 3).


Twilight regresó a la página en cuestión, interesada.

Ambas fotografías mostraban la sala de la audiencia general en el Ministerio, con los magos y brujas sentados en sus bancos alrededor, e involucrados en una acalorada discusión. La foto de Spike, situada en el lado de la izquierda, saludaba con la mano, mientras que la de Twilight, situada en el lado de la derecha, guiñaba un ojo al lector.

-Oye, mira esto, sales muy favorecido en esta foto-comentó Twilight, pasándole la página a Spike.

Owlowiscious dejó caer unas cartas junto al plato de Ron; se había ofrecido como voluntario para hacer trabajo extra y así ayudar al chico de Gryffindor, Twilight había acordado devolverle el dinero antes de que regresaran a Ecuestria.









Las siguientes semanas pasaron con relativa calma, muy propia de la rutina de la vida en Hogwarts. Spike mejoró notablemente con su varita, sobre todo gracias a Twilight, la cual aprovechaba los descansos de su investigación para ayudarle; el pequeño grupo de Halloween pasó varias noches en la cabaña de Hagrid conversando sobre un montón de variados temas.

Casi inevitablemente, uno de esos temas fue el escándalo en el Ministerio. Las orejas de Neville enrojecieron durante todo el día, y no habló mucho, pero Twilight notó que se encontraba muy orgulloso de su abuela.

En última instancia, el escándalo acabó por apagarse, aunque no antes sin una serie de debates enconados en el Wizengamot, que incluyeron una espectacular arenga pública hacia Lucius Malfoy por parte de Augusta Longbottom.

A Twilight le encantó el detalle que tuvo el Profeta, el cual incluyó la transcripción completa de ese discurso, añadiendo un cambio memorable en el que la señora Longbottom trataba continuamente de obligar a Lucius a retractarse, el cual acabó lamentando todo lo ocurrido.

Hagrid había llegado a ladrar de la risa.

-¡Y pensar que sólo quería admitir su derrota!

Todo el asunto fue bastante duro y un tanto áspero, casi tanto como durante los primeros años de Ecuestria que con el parlamento moderno de Canterlot. Pero fue un tanto humillante el ver lo que los dos ecuestrianos desplazados habían provocado.

Aunque también llegó a haber un resultado interesante. Un hombre llamado Remus Lupin había sido contratado para revisar la acción de la oficina del Registro de Hombres Lobo, y lo poco que dijeron los periódicos sobre él, era equiparable a la biblioteca menos dinámica y metódica que Twilight habría tenido la desgracia de conocer.








Las noches en la cabaña de Hagrid no solo se limitaban a discutir acerca de política, incluso Twilight llegaba a disfrutarlas casi tanto como cualquier otro descanso de sus estudios e investigaciones.

El quidditch era uno de los temas más recurrentes, y uno del que casi todos los chicos disfrutaban hablando. Hagrid mismo no era muy dado a volar, debido principalmente a su corpulencia, pero él y Ron eran capaces de pasarse toda la tarde perorando sobre los méritos relativos de sus equipos preferidos. Ese tipo de conversaciones eran muy difíciles de entender para Twilight, por lo que se pasaba la mayor parte del tiempo hablando sobre plantas con Neville, pero una cosa que parecía ser incontrovertible es que los Chudley Cannons fueron el mejor equipo en la Copa de Quidditch.

El hecho de no haber ganado un solo trofeo en memoria viva, (excepto en la memoria viva de gente como Dumbledore, por supuesto) no pareció cambiar esta opinión. Habían estado de "siglo sabático", y los más incondicionales estaban convencidos de que ganarían ese año, con toda seguridad.








En otra ocasión hablaron de dragones. Twilight tuvo varias palabras punzantes que decir acerca de ciertos dragones de Ecuestria, mientras que Hagrid admitió con nostalgia que le encantaría criar a un dragón; aun a pesar de que la creencia popular más extendida proclamaba que son indomables, él pensaba de manera diferente. Twilight tan solo podía esperar que lo hiciera en un lugar a prueba de incendios.

Spike le llegó a mostrar su fuego postal, el cual ahora no servía de mucho, ya que no tenía correo regular que entregar; aunque, al igual que Twilight, echaba de menos la rutina de la vida en Ponyville, sobre todo los reportes de amistad y los picnics entre semana.








Una tarde estuvieron hablando de Ecuestria; lo que empezó como una discusión de cómo la Princesa Celestia trabajaba con el Parlamento, desembocó a continuación sobre Canterlot, luego sobre Ponyville, y poco después, la conversación divagó sobre otros muchos temas variados y continuó hasta la noche. Twilight y Spike describieron su tierra natal en tonos de voz que variaban entre la nostalgia y los nudos en la garganta en el transcurso de la noche, ya que todos los recuerdos que había intentado enterrar volvieron a surgir de nuevo con fuerza.

Spike mencionó, en voz baja, su no tan secreto amor por Rarity. La idea de que un dragón estuviera enamorado de una unicornio parecía confundir un tanto a los magos más jóvenes, pero Hagrid tan solo se encogió de hombros, aceptándolo.

Esa fue también la noche en la que Peewee llegó a cantar delante de todos ellos. Se levantó el ánimo después de un tema tan triste, y en cuanto el pequeño fénix terminó y soltó un gorjeo engreído, la choza estalló en risas y aplausos.

Mientras se dirigían de regreso al castillo a través de la oscuridad de una noche de principios de diciembre, iluminados por la marcha constante de Peewee, Twilight se acercó un poco para hablar con Harry.

-¿Estás bien? Vi que lucias un poco triste antes…- preguntó ella, en voz baja.

-Sí… Bueno, en realidad no. Estaba pensando en... bueno, mi hogar.

-¿Tu hogar?-repitió Twilight.

-Sí. El trimestre está a punto de terminar, y sé que tengo permiso para quedarme aquí, pero... no quiero volver a casa para nada.

Twilight se quedó en silencio, invitándole a hacer más comentarios.

-Por ejemplo, tú y Spike... también echáis de menos vuestro hogar. Desde que me enteré de que soy un mago, todo ha sido increíble... pero lo que he dejado atrás no se siente como un hogar para nada. Me siento más en casa aquí en Hogwarts que con los Dursley.

-Hay algo más, ¿verdad?-preguntó Twilight con suavidad.

-Sí. Verás, aquí en el castillo todo el mundo piensa en mí como el niño que vivió. Soy una celebridad, y la gente solo ve eso. Se esperan de mí una especie de... héroe, con espada en ristre y una varita, que desmonta de un dragón y los salva. ¡Incluso me siguen preguntando cómo derroté a Voldemort! Yo sólo quiero ser... Harry Potter, mago de primer año.

Dejó escapar un hondo suspiro y luego sacudió la cabeza.

-Perdona…

-No, tranquilo, de hecho, sé cómo te sientes. Cuando llegué por primera vez a Ponyville traté de encajar e integrarme, no fue sencillo, pero luego mis amigas y yo derrotamos a Nightmare Moon, y luego a Discord, lo que nos unió aún más-explicó Twilight, tratando de animarle.

Harry asintió con la cabeza, algo más animado.

-Si hay algo que pueda hacer por ti para ayudarte...

-Sí, bueno, puede que sí. Verás, cuando la gente normalmente te ve, al mismo tiempo que me ven a mí, son más propensos a pensar que tú eres lo extraño mientras que yo puedo permanecer relativamente normal.

Twilight ahogó una risita, mostrándose comprensiva.

-Me recuerda a aquella vez cuando me senté al lado de Pinkie Pie...








Un minuto más tarde, entraron en el recibidor del castillo, donde Filch y la señora Norris se encontraban vigilando.

-¿Qué hacéis todavía fuera de la cama?-inquirió Filch, mirándolos como si fueran potenciales sospechosos.

-Fuimos a visitar al guardabosque-respondieron Fred y George al unísono.

Uno de ellos miró su reloj, y el otro añadió

-Nos quedan cinco minutos antes del toque de queda.

-Y eso lo decís porque sabéis que vais a llegar a la sala común a tiempo, ¿no?-preguntó el portero, torciendo una inquietante sonrisa.

Todos se miraron por un momento, y luego echaron a correr escaleras arriba.

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Bueno, pues aquí tenemos el nuevo capítulo de El unicornio en Hogwarts; éste me ha gustado especialmente ya que se ha sentido como si fuera un capítulo más escrito por la mismísima J.K. Rowling, por lo que en ese sentido, no puedo hacer más que aplaudir ante la agudeza y el ingenio de Saphroneth; entrelaza de tal forma los nuevos acontecimientos con los ya conocidos acerca de Harry Potter de forma tan magistral, que todo sucede con mucha naturalidad, lo que ayuda y mucho a seguir el hilo sin ni siquiera romperlo. También me ha gustado mucho la construcción de personajes entre Harry y Twilight, hasta ahora se había centrado mucho en ella, y es bueno ver cómo la unicornio estrella de MLP se va relacionando con el chico estrella homónimo. Aunque ha habido un ligero problema de traducción que seguro que habéis notado; la broma de las CMC radica en las siglas de la asignatura Cuidado de Criaturas Mágicas, pero en inglés (Care of Magical Creatures, CMC). En español, las siglas cambian, CCM. He preferido dejar la broma íntegra en inglés para que se pudiera entender, pero literal y gramaticalmente hablando no está del todo bien. Para los que dudaban, los nundu son unos leopardos gigantes provenientes del este de África, y una de las criaturas más peligrosas del mundo mágico; aparece en el libro spin-off Animales fantásticos y donde encontrarlos, de Newton Scamander.

Te voy a escribir toda enterita... cachito a cachito... con todo lujo de detalles...
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Re: El unicornio en Hogwarts [Crossover] [Aventura] [Humano]

Notapor Nima » 18 Mar 2014, 18:25

Pues espero con ganas el siguiente, cada vez me está gustando más. Muy buen trabajo de traducción, Sg91 :)
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Re: El unicornio en Hogwarts [Crossover] [Aventura] [Humano]

Notapor Sg91 » 18 Mar 2014, 18:28

Nima escribió en 18 Mar 2014, 18:25:Pues espero con ganas el siguiente, cada vez me está gustando más. Muy buen trabajo de traducción, Sg91 :)


Me alegro de que te guste ;)

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