La tempestad [Aventura][triste] Cap 18

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La tempestad [Aventura][triste] Cap 18

Notapor kolbjorn » 08 May 2014, 05:11

Bueno, aqui esta la suguiente historia, el segundo fic que escribi y el mas largo hasta ahorita. Espero que lo disfruten.

Capitulo 1
Spoiler:
La Víspera de la Guerra, Parte 1.

El calor era terrible, se podía oír el crujir de las piedras, al medio día todos los animales buscaban refugio bajó tierra o en la sombra que la escasa vegetación, compuesta sobre todo por cactus, podía proporcionar. A pesar de esto la actividad era constante a unos cuantos kilómetros de Appleloosa, dos ponies terrestres esperaban su carga enganchados a un carro.

-Rayos, ¿Por qué hay que construir una nueva vía del tren?, ¡ya hay una!

-Ayer me explicó el capitán que la antigua vía pasa por el territorio de los búfalos, ellos pidieron que se trazara una nueva, como parte del acuerdo ayudarán a la construcción y le mostrarán a los colonos donde hay un manantial.

-Yo no veo búfalos ayudando por ninguna parte.

-Aun no es su turno, ellos no tienen forma de romper las rocas para hacer los túneles y todo eso, nosotros tenemos al grandote.

A unos cuantos metros de ahí un dragón purpura y verde golpeaba rítmicamente con su cola una enorme roca, a diferencia de sus compañeros él se sentía con más energía cuando hacía más calor. Un último golpe y la enorme roca se dividió en dos, tomó un trozo con cada garra y se acercó a los ponies, depositando uno de los fragmentos en el carro.

-Listo, ya está lleno, ¿No quieren que les ayude con eso?, ya terminé lo mío.

-¡Por supuesto!, ¿una manzana?

-No gracias, encontré unos cuarzos en la roca

El dragón y los ponies movieron las enormes cantidades de roca a su lugar, después se tomaron un descanso, con los ponies relajándose a la sombra del dragón.

-Bueno, hará mucho calor, pero por lo menos es mejor que pelear con monstruos.

-¿De qué te preocupas?, con el grandote en nuestra unidad no tenemos que temer.

Spike no contestó, tenía su vista, más fina que la de cualquier pony, fija en el cielo.

-Hmmm, ¿Qué es eso?

-¿Qué, grandote?, no veo nada.

-Hay tres cosas volando muy alto, no puedo ver bien, pero son más grandes que un pegaso, Van hacia el este.

En el palacio de Canterlot las princesas avanzaban rápidamente por el pasillo que llevaba al salón de invitados, un viejo unicornio color café con crin gris y una cutie mark en forma de un pergamino caminaba nerviosamente junto a ellas.

-Dice que su nombre es Nam-Tar, primer ministro del emperador Nabucodonosor, del glorioso imperio de Kadingirra, e insiste que es importante que hable con usted, su majestad.

Luna inclinó su cabeza hacia un lado con una expresión de duda en su rostro

-¿Kadingirra?, Corregidme si me equivoco, querida hermana, pero, ¿acaso no es ese el nombre de una pequeña colonia que se encuentra en las lejanas y elevadas montañas al oeste de nuestro bienaventurado reino?, ¿Es común es esta época llamar a las pequeñas aldeas imperios?

-Kadingirra creció mucho en tu ausencia, Luna, hace cuatrocientos años firmamos un tratado acerca de nuestras fronteras, hace veinte fue la última vez que tuvimos contacto con ellos, el padre de Nabucodonosor solicitó permiso para que algunos de sus súbditos se establecieran cerca de Cloudsdale, eso fue cuando aun se llamaban a sí mismos "reino".

-¿Eso significa entonces que hay grifos habitando entre nuestros súbditos?

-Los últimos se fueron hace algunos años, no pudieron adaptarse bien a nuestra cultura. Ministro Smartpants, necesito que por favor esté relajado y no se asuste por nada, los grifos no tienen muy buenos modales en general, pero son sensatos.

Entraron en el salón de invitados, era amplio, con un enorme ventanal que daba acceso a una terraza desde la cual se podía ver la mayor parte de Canterlot. El salón estaba vigilado por ocho guardias, cuatro de cada orden, cerca de la salida hacia la terraza dos soldados grifos se mantenían en posición de firmes, cada uno del doble del tamaño de un pony.

Entre ellos estaba un viejo grifo, se veía pequeño comparado con los dos enormes soldados, se encontraba sentado, encorvado, se le podían ver las costillas a través de su piel, le faltaban algunas plumas en la parte delantera de su cuerpo y sus alas. Tenía los ojos entrecerrados, pero lo poco que se podía ver de estos a través de los parpados demostraba mucha inteligencia. Miraba a las princesas de forma fría y calculadora, especialmente a Luna, esto hizo que se sintiera incomoda. El hecho de que usara una capa no ayudaba en nada a su aspecto.

En cuanto las princesas entraron un guardia gritó a todo pulmón

-¡La princesa del día, emperatriz del la luz y gobernante de las orbitas solares!, ¡su aurea majestad!, Princesa Celestia de Equestria, ¡La princesa de la noche, emperatriz de las estrellas y gobernante de las revoluciones del astro de la noche!, ¡su etérea majestad!, Princesa Luna de Equestria.

El viejo grifo se levantó e hizo una reverencia

–Su majestad, mucho tiempo sin vernos, Princesa Luna, un gusto conocerla, las noticias de su regresó han sido muy comentadas, ¿podría preguntar quién es el caballero que nos acompaña?

Celestia se movió a un lado para permitir que el grifo viera de mejor manera al viejo unicornio.

-Es nuestro ministro de relaciones diplomáticas, Sir Smartpants.

Ambas princesas tomaron asiento y con un movimiento de su cabeza la pidieron al grifo que hiciera lo mismo. Celestia sonrió al embajador extranjero.

–Lord Nam-Tar, ¿Qué situación lo trae personalmente a Canterlot?, debe ser algo realmente importante.

-En efecto princesa, nuestro glorioso emperador, Nabucodonosor el todopoderoso, desea renegociar las fronteras.

-¿En serio?, bueno, si, el tratado anterior es muy antiguo, supongo que sería conveniente revisar algunos puntos.

Celestia miró a Smartpants, el cual a su vez miró a un guardia, este le entregó al ministro un pergamino y un mapa, el cual el viejo unicornio procedió a desplegar con mucho nerviosismo en la mesa. Después entregó a la princesa Celestia un pergamino.

-Muy bien- dijo esta mientras le pasaba el pergamino a su hermana. –De acuerdo a el tratado nuestra frontera actual discurre a través del rio del noroeste, desde su nacimiento en las montañas de Skydome hasta su desembocadura en el mar del sur, el poblado pony más cercano a la frontera es el pueblo de Appleloosa, recientemente formado, ¿Qué puntos inquietan al emperador?

Nam-Tar se levantó, de manera agresiva colocó una de sus garras en el centro del mapa y trazó una línea, rompiéndolo

–Su imperial majestad, Nabucodonosor el todopoderoso, considera que esta debe de ser la nueva frontera de nuestros reinos.

Celestia se levantó de su asiento inmediatamente, Luna dejó caer el pergamino que estaba leyendo con detenimiento

-¿Qué insensatez estáis diciendo?, ¡eso es más de la mitad de nuestro bienaventurado reino!, ¡Inclusive la mayor parte de estos territorios ya eran de nos aun antes de mi exilio!

Celestia colocó una de sus patas en el hombro de su hermana menor, miraba fijamente al primer ministro.

-Lord Nam-Tar, tengo fama de saber apreciar una buena broma, pero si ese es el caso esta es de muy mal gusto.

-Me ofende que consideré los justos reclamos de mi pueblo como una broma, su majestad. Esas tierras pertenecen por derecho divino a los grifos, hace cuatrocientos años usted y sus ponies se apropiaron de ellas utilizando una ventaja injusta, pero hoy hemos encontrado por fin la manera de eliminar esa ventaja.

Nam-Tar caminó hacia atrás, de entre los pliegues de su ropa extrajo una gema purpura engarzada en un aro de oro. Los guardias se adelantaron y los soldados grifo se colocaron a ambos lados del primer ministro.

La joya empezó a emitir un ligero brillo, la princesa Celestia tuvo un mal presentimiento. Luna tuvo una sensación aun peor, sentía como si alguna parte de su cuerpo se moviera por sí sola, revisó todo su cuerpo y realizo algunos movimientos de prueba, estaba en total control de este, pero la sensación se hacía cada vez más fuerte.

Sintió como si de repente se hubiera caído en un lago congelado, quiso gritar pero no tuvo voz, lentamente, sobre el horizonte, la luna empezó a asomar. Sin que ella emitiera orden alguna el astro de la noche se estaba elevando a pleno medio día.

Luna corrió inmediatamente hacia la terraza y se elevó en el cielo, extendiendo sus brazos, lentamente y con esfuerzo consiguió revertir el movimiento de la luna, no había tenido tantas dificultades para hacerlo desde que era un potrilla y sus padres le habían encomendado esa tarea. Cayó extenuada sobre la terraza, respirando pesadamente y con un sudor frio cubriéndole la frente.

Celestia corrió hacia su hermana, ayudándola a levantarse. Centró su mirada furiosa en el viejo grifo, que lentamente salía a la terraza seguido por sus soldados y los guardias de las princesas, Celestia clavó su vista en el.

-¡Que blasfemia es esta!, ¡Exijo que me entregues ese maldito artefacto inmediatamente!

-Por supuesto su majestad, pero comprenderá que esta baratija solo sirve para hacer señales- Nam-Tar arrojó la joya a las pezuñas de Celestia mientras este se elevaba seguido por sus soldados.

-Tienen una semana para evacuar totalmente los territorios antes de que tomemos posesión de ellos, después de todo ya sabemos que nuestras culturas son incompatibles. Si no lo hacen en ese tiempo, nos veremos obligados a ejercer nuestro derecho de tomar por la fuerza lo que nos pertenece, e incluso si es necesario, sumergir a Equestria en la noche eterna. Disculpe la falta de originalidad, Princesa Luna.

Los grifos emprendieron el vuelo, los guardias pegaso estaban a punto de seguirlos pero la princesa Celestia los detuvo con un movimiento.

-Llamen al comandante White Thunder y a la comandante Northern Wind, también a todos los nobles, y por favor, alguien atienda al ministro.

El viejo pony se había desmayado. Las dos princesas caminaban apresuradamente hacia la sala de los tronos gemelos. Luna aun tenía dificultad para respirar

-¿Qué acciones emprenderemos en esta, la más inesperada y horrible de las situaciones, querida hermana?

-Primero algo que nunca creí que sería necesario, llamaremos a un consejo de guerra.

Horas más tarde el salón de los tronos gemelos se encontraba lleno, el murmullo de decenas de voces llenaba el aire. Twilight y sus amigas se encontraban en un rincón, incomodas. Habían sido llamadas por ser caballeros de la orden de la corona solar, pero no se atrevían a opinar abiertamente en la discusión de los nobles y los militares. Rarity no hablaba en lo absoluto, estaba perfectamente consciente de que Spike se encontraba a pocos kilómetros de la frontera.
Rainbow Dash no dejaba de mirar los tronos, más específicamente a la joven pegaso sentada junto a la princesa Celestia, hablaba muy seriamente con ella, la princesa Luna y el comandante White Thunder.

Era de color gris, con una larga crin con un muy ligero color azul en dos tonos, casi blanco. Usaba una armadura dorada más grande y decorada que los otros guardias. Sus modales y forma de moverse no tenían nada que envidiarle a los de Rarity. Sabía que la había visto antes, Nort-algo no-recordaba-que. La pegaso más joven en ganar la competencia de jóvenes voladores, la única en haber rechazado una invitación de los Wonderbolts. Ella debió sentir la mirada, ya que giró su cabeza y miró a Rainbow por unos segundos antes de que la princesa Luna le dijera algo y atrajera su atención.
Celestia levantó su pezuña, lo cual causó silencio absoluto en la sala.

-Mis queridos ponies, la princesa Luna y yo hemos estado hablando con nuestros comandantes y hemos llegado a varias conclusiones, primero: le pediremos a nuestro ministro Sir Smartpants que no desista en llegar a una resolución pacífica del conflicto, aun así movilizaremos ambas guardias. Lo más probable es que los grifos rechacen cualquier tratado y tengan mucho tiempo preparándose para la guerra, debido a esto no tenemos tiempo que perder. Les pido por favor su total apoyo y cooperación en estos tiempos difíciles, tendremos reuniones con cada uno de nuestros ministros por separado. De momento nos retiraremos con Sir Smartpants.

Las princesas se retiraron, seguidas del viejo pony que tropezaba y sudaba constantemente. Los comandantes hablaron a varios oficiales, los cuales a su vez se acercaron a diferentes ponies y les dieron indicaciones. Twilight y sus amigas estaban sumidas en el silencio, ensimismadas en su pensamiento, excepto Pinkie, que soltaba de vez en cuando una risita.

Twilight no resistió.

-¿Qué pasa contigo?, esto es muy serio, ¿no estás preocupada por tus hijas?

-Lo sé, lo sé, pero ese viejo pony, ¡tiene el mismo nombre que tu muñeco!, ja ja ja.

-Sí, lo sé, es raro.

Twilight no pudo evitar sonreír un poco, Pinkie siempre sabia encontrar lo gracioso de cada situación.

Un guardia se acercó a ellas

–Los comandantes desean hablar con sir Rainbow Dash, sígame por favor.
Rainbow miró un poco perpleja a sus amigas, siguió al oficial a un pequeño cuarto. Ambos comandantes estaban sentados revisando documentos y un enorme mapa de Equestria lleno de reglas, brújulas y compases.

El oficial saludó y se retiró, White Thunder le pidió a Rainbow que se sentara, la otra pegaso no levantó su vista del mapa hasta que terminó de acomodar una serie de pequeñas figuras blancas que representaban pegasos, unicornios y ponies terrestres.

-Bien, esto representa la posición aproximada de mis tropas de acuerdo a los informes más recientes, puedo mover una unidad de pegasos y dos de terrestres que llegarían en cuatro días a la frontera, los demás tardaran más tiempo.

Levantó la vista y miró fijamente a Rainbow, que le sonrió. La pony militar se levantó de la mesa y se acercó a la pegaso.

-Buenas tardes, Sir Rainbow Dash, mi nombre es Northern Wind, Comandante de la guardia diurna al servicio de su aurea majestad, princesa Celestia de Equestria. Es un honor conocerla, a mi compañero y a mí nos gustaría hacerle un par de preguntas.

Rainbow gritó con excitación

-¡Lo sabia!, eres tú, tu… tu... tu ganaste... Y luego… rechazaste… no entiendo, ¿Cómo pudiste?, ¡me tomó años ser aceptada!, y tu, tu no, ¡no lo puedo creer!, eso es imposible, cómo pudiste… ¡rechazarlo!

-Señorita, tenemos asuntos más importantes que atender aquí…

-¡Pero no lo entiendo!, ¡ese es el sueño de todo pegaso!, ¡cómo pudiste no…!

White Thunder suspiró, se levantó, y tomó con su magia unas figuras similares, pero de color negro, ya sabía lo que estaba punto de suceder. Northern Wind golpeó fuertemente con su pezuña la mesa, su actitud calmada y sus finos modales se evaporaron.

-¡Maldita sea, potra!, ¿estamos al borde de una guerra y tu lo único en lo que puedes pensar es en esas estupideces?, no sé si te has dado cuenta pero todos esos grifos vuelan, son del doble de tamaño de cualquier pony y todos son guerreros por naturaleza. Ellos se han estado preparando para esto desde hace meses si no años, nosotros tenemos solo una semana. Tú eres amiga de la última grifo que estuvo en Equestria, me vas a decir todo lo que ella te haya dicho respecto a su país, ¡ahora!

Rainbow se dejó caer en su asiento, estaba sorprendida y molesta, sobretodo porque alguien de su edad le había llamado potra

-Gilda ya no es mi amiga. Nació en Equestria, sus padres no hablaban de su país. Deje de verla después de que terminó el campamento hasta que fue a Ponyville. No la he visto desde entonces.

White Thunder intervino.

-Gracias sir Rainbow Dash, si la necesitamos para algo mas la llamaremos.

Rainbow se alejó de mal humor, antes de salir lanzó una mirada desafiante a la comandante… que estaba totalmente concentrada en el mapa, lo cual enfureció mas a Rainbow.

White Thunder colocó las pequeñas figuras en el mapa.

-Deberías ser un poco más paciente, después de todo ellas salvaron a Equestria, varias veces.

-Esta situación es diferente, no creo que los grifos se rindan y regresen a casa porque alguien les dispare un arcoíris, ¿Dónde están tus tropas?

-Las mías están más alejadas que las tuyas, seis días la unidad de pegasos más cercana, hmmm, tengo una cuadrilla de construcción cerca de Appleloosa, diez ponies de tierra que acaban de ingresar…

-Eso no nos sirve de mucho.

-… y un dragón, lamentablemente es un novato también.

-¿Tienes a tu dragón en una cuadrilla de construcción?

-Tiene fuerza, pero no tiene la habilidad. Vuela relativamente rápido, y puede hacerlo durante mucho tiempo, pero no es muy diestro en el aire. No sabe esquivar, en los ejercicios aun los pegasos novatos lo esquivan y golpean fácilmente, eso hasta que empieza a lanzar fuego, tiene una puntería decente.

-Entonces, no nos sirve de mucho, en cuanto los grifos se den cuenta de que no sabe pelear será solo cuestión de tiempo.

-Es un dragón, tiene el instinto de pelear, lo he visto. Además puede comunicarse directamente con sus majestades según tengo entendido.

-Esperó que sobreviva lo suficiente para que eso nos sirva. Sus majestades llegaran en cualquier momento, debemos presentarles algunas estrategias y predicciones viables.

Rainbow caminaba lentamente por el pasillo, no solo la habían insultado, había sido insultada por alguien que obtuvo fácilmente y rechazó lo que a ella le había costado tanto conseguir. Pero lo peor era que se había enterado que todas sus amigas se encontraban en la biblioteca del palacio, la princesa Celestia le había pedido a Twilight que investigara todo lo referente a los grifos y a su maldito país de nombre extraño.

Afortunadamente la biblioteca tenía sillones cómodos en los que pudo acostarse a rumiar su furia. Twilight ya tenía una montaña de libros, los cuales Applejack le ayudaba a cargar, Fluttershy y Pinkie se movían entre las estanterías tratando de encontrar todos los libros que Twilight había escrito en una lista. Rarity se la pasaba mirando por la ventana hacia el oeste. Rainbow realmente se sentía mal por no haberle podido decir nada acerca de Spike, ciertamente con lo que pasó en la habitación no había pensado en el.

La información que había encontrado Twilight no era muy útil. Le asombraba que Equestria supiera tan poco de sus vecinos. Sobre todo considerando que la mayoría de los libros indicaban que los grifos eran muy agresivos. Le llamó mucho la atención el intento de establecer una colonia de grifos en Equestria, de ahí había venido Gilda.

Lamentablemente Rainbow estaba muy molesta por alguna razón y no le podía sacar mucha información al respecto. Las demás tampoco ayudaban mucho. Rarity estaba comprensiblemente preocupada por Spike, Applejack se esforzaba, pero el sistema de clasificación de la biblioteca la confundía, Fluttershy no conseguía armarse del valor para hablar con el personal y Pinkie se comportaba como Pinkie.

Habían pasado cuatro días desde el anuncio de las princesas. La noticia ya se había dado a conocer en toda Equestria. La movilización de los soldados y los recursos era increíble. Muchos jóvenes ponies se estaban enlistando en la guardia diurna, y otros tantos recibían invitaciones para unirse a la guardia nocturna. Twilight se sentía mal, no había podido ser de mucha utilidad para las princesas y hacía dos días recibió la noticia que Spike se quedaría en Appleloosa. El lugar donde probablemente se libraría la primera batalla.

Repentinamente todos los talentos de los que se sentía orgullosa se habían vuelto inútiles en el momento en el que su maestra la necesitaba más. Bajó a la biblioteca para tratar de distraerse escribiendo su libro, pero ahora lo que pasara o dejara de pasar en las estrellas parecía insignificante. No habían recibido ninguna nueva orden de ningún tipo.

Ahora que Spike ya no estaba con ella tampoco podía comunicarse con las princesas, aunque probablemente no tendrían tiempo de leer cualquier cosa que ella escribiera. Subió de nuevo a su cuarto, con un poco de esfuerzo sacó de debajo de su cama una pequeña caja con una cerradura mágica que abrió con su cuerno. Miró fijamente la pequeña tiara con una joya similar a su cutie mark en la parte superior. ¿De qué servía ser uno de los elementos de la armonía si no podías evitar una guerra? Miró por la ventana, un joven unicornio corría por la calle principal de Ponyville gritando algo, parecía estar muy alterado.

En Appleloosa, en lo alto de una enorme roca un pony y un dragón montaban guardia.

-Hey grandote, ¿una manzana?

Spike tomó la fruta entre dos dedos y se la arrojó a la boca, no era mucho pero el sabor era agradable. Desde la roca en la que estaban podía ver las luces del pueblo, se habían negado a irse a pesar de las órdenes de evacuación emitidas directamente por las princesas.

-¿Por qué la cara tan seria, grandote?

-No sé, ¿Tal vez porque estamos a cuatro días de una guerra?

-Tranquilo, para mañana tres unidades de la guardia diurna habrán llegado aquí, además te tenemos a ti, escuché historias de que derrotaste a un dragón más de tres veces tu tamaño.

-Para empezar lo único que hice fue entretenerlo lo suficiente antes de que llegaran los guardias, además me hubiera matado si no fuera porque mi hermana y sus ami… ¿Qué es eso? ¡Algo se acerca!

-Eso no es gracioso Spike.

-No es broma, algo viene volando muy rápido, ¡La señal!

El joven pony utilizó una lámpara para mandar señales a Appleloosa, unos pequeños destellos le indicaban que el capitán estaba enterado. Regresó a un lado del dragón.

-Creí que esos pájaros habían dicho que la guerra empezaría después.

-No parecen ser del tipo que cumple su palabra, ¡Prepárate, ahí vienen!

Un enorme grupo de sombras pasó volando a su alrededor a gran velocidad, Spike saltó de la roca, rugiendo a todo pulmón y extendiendo sus alas. Lanzó un golpe a un grifo que se encontraba a escasos metros, este ni siquiera se molestó en mirar a Spike, en el último momento dio un giro y evitó el golpe. Spike sintió un fuerte golpe en su ala derecha, perdió por completo la estabilidad y cayó al suelo.

-¡Spike!

Levantó la vista, un grifo había tomado a su compañero entre las patas y se elevaba con el por el aire, se detuvo, y lo dejó caer. El dragón trató de levantarse, volar, pero no tuvo oportunidad, su compañero golpeo pesadamente el suelo. No se levantó.

Spike estalló en ira, se levantó sobre sus dos piernas y comenzó a lanzar llamas, logró alcanzar a un grifo, antes de que una terrible sensación similar a una descarga eléctrica recorriera todo su cuerpo, haciéndolo caer a cuatro patas nuevamente, trató de recuperarse cuando otras dos descargas lo golpearon y perdió el sentido.

El sheriff Silverstar, el capitán de la unidad de Spike y Braeburn habían hecho sonar la alarma. Silverstar se acercó al oficial de la guardia nocturna.

-Capitán, ¿está seguro que esto no es una falsa alarma?

El pony militar miró al Sheriff

-Sheriff, el soldado Spike es el mejor vigía en toda la guardia nocturna.

Braeburn sonrió.

-¡Así es! sheriff, conocí al gran dragón cuando era solo un pequeño…

Un rugido interrumpió a Braeburn, los tres ponies alcanzaron a ver una llamarada a lo lejos, seguida de lo que parecía ser un relámpago purpura, y luego otros dos.

-¿Qué demonios?

Las sombras llegaron al pueblo, pasaban rápidamente por las calles, atacando a cuanto pony se encontrara en su camino sin importar la edad o el género. Los

grifos se posaban sobre los edificios y los destruían con suma facilidad, Braeburn miró hacia el cielo, en la oscuridad de la noche no podía estar seguro, pero decenas de sombras giraban sobre ellos como buitres.

-Capitán, sheriff, tenemos que…

Los ponies miraron aterrorizados como una enorme masa golpeaba al primo de Applejack, el grifo se detuvo a unos cuantos metros de ellos. Era enorme, sostenía al pony en una sola de sus garras. Su parte delantera y sus alas eran similares a los de un águila arpía, su parte trasera era como la de un tigre. Miraba atentamente al pony que se retorcía entre sus dedos, comenzó a apretar, hasta que el sheriff y el capitán escucharon el horrible sonido de algo que se rompía, el grifo dejó caer el inerte cuerpo del pony a tierra.

Una grifo de tamaño normal aterrizó junto a él, llevaba una armadura de acero con una joya purpura en el pecho.

-Lo ve general Nergal, le dije que los ponies eran patéticos.


Capitulo 2: viewtopic.php?f=11&t=4155&p=174074#p174620
Capitulo 3: viewtopic.php?f=11&t=4155&p=175491#p175491
Capitulo 4: viewtopic.php?f=11&t=4155&p=176163#p176163
Capitulo 5: viewtopic.php?f=11&t=4155&p=176834#p176834
Capitulo 6: viewtopic.php?f=11&t=4155&p=177937#p177937
Capitulo 7: viewtopic.php?f=11&t=4155&p=178833#p178833
Capitulo 8: viewtopic.php?f=11&t=4155&p=179915#p179915
Capitulo 9: viewtopic.php?f=11&t=4155&start=15#p180673
Capitulo 10: viewtopic.php?f=11&t=4155&p=183182#p183182
Capitulo 11: viewtopic.php?f=11&t=4155&p=185734#p185734
Capitulo 12: viewtopic.php?f=11&t=4155&p=186513#p186513
Capitulo 13: viewtopic.php?f=11&t=4155&p=188112#p188112
Capitulo 14: viewtopic.php?f=11&t=4155&p=189359#p189359
Capitulo 15: viewtopic.php?f=11&t=4155&p=194228#p194228
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Última edición por kolbjorn el 08 Ago 2014, 17:01, editado 18 veces en total
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 1

Notapor Volgrand » 08 May 2014, 12:06

De esta historia solo diré que Unade le hizo un dibujete. Colgaría una cita que me encantó -la misma que menciona Unade en su ilutración-, pero seríá un enorme Spoiler.
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 1

Notapor kolbjorn » 09 May 2014, 23:31

Capitulo 2

Spoiler:
La Víspera de la Guerra, Parte 2.

Twilight corría hacia Sweet Apple Acres, le dolían los músculos. La velocidad y su estado mental la hicieron caer nuevamente, se levantó y llegó a la granja. Estaba en silencio, encontró a Big Macintosh sentado afuera del establo. Tenía abrazadas a Applejack y Apple Bloom. Las yeguas no emitían ruido alguno, pero corrían lágrimas por sus mejillas.

Twilight se detuvo un momento para recuperar el aliento.

–Yo… lo siento, no sé qué decir, ¿saben algo más concreto?

Big Macintosh respondió en un tono de voz calmado.

–Solo sabemos lo que dijo el mensajero, Appleloosa fue tomada por los grifos, nada más.

Fluttershy llegó después, desde su convalecencia de las heridas causadas por el dragón se había vuelto muy unida a la familia Apple. Se sentó en silencio junto a su amiga y la hermana de esta, envolviéndolas a ambas con sus alas.

Big Macintosh se alejó, seguido por Twilight. El gran pony se sentó con la mirada fija en el horizonte

-¿Qué van a hacer?

-¿Nosotras?, no tenemos nada que hacer, es una guerra, es… diferente a lo que hemos hecho antes.

-Si algo le pasó a Braeburn no habrá manera de contener a mi hermana, lo sabes.

-A cualquier lugar que valla Applejack nosotras iremos.

-Cuídalas, A Applejack… y a Fluttershy.

-¿Fluttershy?, pero… oh.

Big Macintosh caminó lentamente, tomó algunas herramientas y se dirigió a una sección de la cerca que estaba rota.

Twilight regresó con sus amigas.

–Hey Apple Bloom, creo que Big Mac necesita ayuda con esa cerca.

La joven pony se limpió sus ojos y fue a donde estaba su hermano mayor mientras Twilight concentraba su atención en su amiga.

-Applejack, Big Mac está preocupado porque hagas algo impulsivo si a Braeburn… le pasó algo.

-Por supuesto que voy a hacer algo, ¡voy a patear a cada una de esas malditas gallinas súper desarrolladas hasta llegar con ese tal nabo-cubo-no-soy!

En ese momento un pegaso con armadura dorada aterrizó a la entrada de la granja. Hizo una reverencia y se dirigió a las dos amigas.

-Sus majestades enviaron un carruaje, solicitan su presencia de manera inmediata.

Las ponies se encontraban en el salón de invitados, todas estaban extremadamente nerviosas e incomodas. Rarity apenas podía contener los sollozos, Twilight movía nerviosamente una de sus patas, Applejack caminaba de un lado a otro bufando, Fluttershy estaba sentada a un lado de Pinkie, que parecía más preocupada por el próximo cumpleaños de sus trillizas que por la guerra recién empezada, Rainbow Dash repetía en voz baja

–Por favor ella no, ella no, todo menos ella…

La puerta se abrió, entraron las princesas con rostros marcados por la tristeza y el enojo, detrás de ellas entró White Thunder, no podía disimular la furia que llenaba su rostro, finalmente entró Northern Wind, con el semblante tranquilo y manteniendo un elegante trote. Celestia suspiró antes de hablar

-Gracias por venir mis queridas amigas, en estos momentos tan difíciles necesito de alguien en quien pueda confiar. Mi hermana y yo tenemos noticias, lamentablemente la mayoría son malas. Empezaré diciéndoles que esta mañana recibimos un mensaje, el cual llegó por medio de una llama verde.

Al oír esto tanto Twilight y Rarity sintieron su corazón liberado. Applejack se adelantó.

-¿Y… que... qué pasó con el pueblo?

La princesa Celestia cerró los ojos, luna bajó la mirada al hablar

–Lamentablemente, en dicho mensaje se nos informó que el prospero asentamiento de Appleloosa no fue tomado, sino que en lugar de eso nuestros despiadados enemigos saciaron su sed de destrucción y demolieron el pueblo.

Applejack se acercó aun más a las princesas

-¿Y qué pasó con los ponies?, están bien, ¿cierto?

Celestia se adelantó y la envolvió con sus alas

–Siento decirte esto, mi querida potrilla, pero los grifos no se limitaron a destruir el pueblo, algunos ponies escaparon y se escondieron con la ayuda de los búfalos, pero lamentablemente la mayoría conoció otro destino, me temo que entre ellos tu familiar.

Applejack cayó al suelo, no podía pronunciar ninguna palabra. Celestia continuaba abrazándola con sus alas y frotando su cabeza con la de la pony.

–Tranquila, dulce hija mía, ya no está con nosotros, pero ahora mi padre cuida de él y está en paz y feliz.

La escena continuó varios minutos hasta que Applejack recuperó control sobre sí misma, se sentía más tranquila, aun con dolor pero con esperanza, su ira y deseo de venganza se vieron remplazados con un deseo de justicia. El abrazo de Celestia le recordaba a los de su madre.

Celestia dedicó un último gesto de cariño a la pony antes de dirigirse a los demás presentes.

–Hay otra razón por la cual los mandé a llamar, mi hermana y yo hemos examinado el mensaje con detenimiento, y hemos llegado a la conclusión de que nuestros enemigos de alguna manera han conseguido forjar armaduras mágicas.

Twilight interrumpió a su maestra

-¿Armaduras mágicas? pero ¡eso es imposible!, hace mas de mil años que tu y la princesa Luna prohibieron su uso y destruyeron todos los libros y pergaminos que indicaban como hacerlas.

Luna asintió lentamente.

-En efecto, mí muy apreciada Twilight Sparkle, nos estamos tan perplejas por este enigma como lo estáis vos. Mi querida hermana y yo hemos meditado y deliberado, y hemos llegado, muy a nuestro pesar, a la decisión que nuestra armada también deberá utilizar dichos equipamientos si deseamos igualar las posibilidades en el campo de batalla.

Twilight inclinó la cabeza hacia un lado

-Pero princesas, no hay nadie que sepa cómo hacerlas, no creo que los grifos se sientan muy inclinados a compartir el secreto.

-De hecho mi querida alumna, hay alguien que recuerda perfectamente cómo hacerlas.

La princesa Celestia miró a Luna, que bajó un poco la mirada.

–Durante mi… locura, consideré la idea de crear un ejército que combatiera las fuerzas leales a mi querida hermana, estos portarían armaduras mágicas que les darían la ventaja en los enfrentamientos, esos conocimientos continúan frescos en mi mente, y puedo impartirlos a mis súbditos con las habilidades necesarias para la creación de tales implementos.

Applejack intervino.

–Un momento, si entiendo bien esas cosas deben de tener algo lo suficientemente malo como para que las prohibieran y destruyeran los manuales de instrucciones ¿Por qué se las quieren poner a los soldados?

Celestia comenzó a caminar por la sala.

-Así es, las últimas versiones de estas otorgaban demasiado poder a aquellos que las portaban. Luna, nuestros comandantes y yo hemos estado discutiendo la situación, usaremos la versión más simple y antigua de las armaduras. Durante un pequeño momento estas pueden mejorar el talento especial de cada pony. Luna será la única que conocerá en su totalidad el proceso, ningún pony tendrá permitido hablar con otro pony que trabaje en otra fase diferente de su fabricación, al finalizar la guerra recogeremos las armaduras y las destruiremos.

Fue el turno de Luna de hablar.

-Para forjar las armaduras a la mayor velocidad posible necesitaré de la ayuda de cada pony cuyo talento especial se encuentre dentro de las ciencias de la magia, la herrería y el tallado de joyas, por supuesto esto os incluye a vos Twilight Sparkle y Rarity, pero esa no es la principal razón por la cual os hemos llamado.

La princesa del sol se acercó a Twilight y sus amigas y las miró a los ojos.

-Verán, las armaduras funcionan gracias a joyas mágicas, ustedes son las únicas que pueden usar las seis joyas mágicas más poderosas que hay.

Las seis ponies se quedaron en silencio mientras las implicaciones de lo dicho por la princesa se abrían paso en sus mentes.

Northern Wind se adelantó.

–Sus majestades, debo protestar nuevamente ante su idea de poner nuestra arma más poderosa en las pezuñas de civiles sin entrenamiento.
Rainbow Dash se exasperó.

-¿Podrías dejar de decir ese tipo de cosas?, somos los seis elementos de la harmonía, somos lo mejor de lo mejor que hay, acéptalo.

La comandante se acercó y la señaló con su pezuña mientras la miraba a los ojos.

-El hecho es que van a una guerra, no están preparadas ni física ni mentalmente para lo que puede pasar. Esos grifos ya nos demostraron de lo que son capaces, derribaron y dejaron inconsciente un dragón sin ningún esfuerzo. Dejar en las pezuñas de ponies que no está preparadas tales armas reduciría su eficacia. Peor aún, podrían ser capturadas y los elementos de la harmonía podrían caer en sus garras. No sabemos aun como es que los grifos consiguieron magia, pero el hecho es que inclusive encontraron una manera de contrarrestar en cierta medida los poderes de la princesa Luna, y probablemente también los de la princesa Celestia, por lo tanto existe la posibilidad que usen los elementos en nuestra contra.

Luna intervino.

–Suficiente, la decisión está tomada. Necesitaré que traigáis los citados elementos a la brevedad posible, yo me encargare personalmente de la fabricación de vuestras armaduras.

Cinco de las seis ponies partieron en el mismo carruaje que las trajo, Rainbow Dash les dijo a sus amigas que sería más rápido ir por el suyo volando sola. Apenas se había alejado unos cuantos metros cuando dio una vuelta y regresó al castillo. Encontró rápidamente lo que buscaba, Northern Wind se encontraba en la terraza, leyendo unos pergaminos. Rainbow aterrizó con una actitud desafiante enfrente de ella.

La comandante dejó los pergaminos en una mesa y se le quedó viendo con cara de fastidio

-¿Qué quieres, potra?

-Ya me canse de tu actitud dasde…. desde… ¡que no nos valoras!, salvamos tu trasero varias veces.

-Honestamente me pregunto como lo hicieron. Si obviamente ni siquiera puedes hablar correctamente.

Northern Wind sonrió sarcásticamente a la otra pegaso.

-¡Suficiente, te demostrare quien manda aquí!

Rainbow se lanzó hacia Northern Wind, que ágilmente dio un salto hacia atrás pasando sobre el barandal de la terraza, cayendo hacia Canterlot, rápidamente giró y extendió sus alas y empezó a ganar altura.

Rainbow rió.

–Eres muy lenta.

Se lanzó a toda velocidad contra la otra pegaso, que subía pausadamente. Cuando estaba a punto de alcanzar a Northern Wind esta giró, quedando ambas frente a frente, y en una fracción de segundo le propinó una poderosa coz en el pecho a la pegaso azul, el golpe fue aun más efectivo por la velocidad que traía consigo Rainbow. Esta perdió el aliento y retrocedió unos cuantos metros. A través de su vista borrosa alcanzo a ver a la otra pegaso que rápidamente la rodeaba para quedar de espaldas a ella. Rainbow giró para enfrentarla… y ya no estaba ahí. Sintió una corriente de aire frio a sus espaldas, seguido de un fuerte golpe que la mandó directamente a la terraza. Cuando trató de levantarse Northern Wind le puso una pezuña en la garganta

-¿Lenta?, parece que fui más rápida que tu, aun usando una armadura de varios kilos.

-¿Qué demonios sucede aquí?

White Thunder salió a la terraza y miraba fijamente a su colega. La comandante se alejó calmadamente de Rainbow mientras se acomodaba su crin ligeramente despeinada.

-Solo le estaba enseñando a esta potra las diferencias entre un civil y un soldado.

-Si las princesas se enteran de esto…

-Entonces tal vez sus majestades reconsideren su decisión de dejar a ponies inmaduras con responsabilidades tan grandes. ¿Está todo listo para la reunión con los capitanes?

- Si, vámonos se nos hace tarde.

Northern Wind entró al palacio caminando delicadamente, White Thunder miró con su único ojo sano a Rainbow Dash antes de hacer lo mismo. El comandante tenía una mirada poderosa y decía mucho a través de ella. Rainbow por lo general no captaba indirectas o cosas por el estilo, pero entendió lo que la mirada decía: "Tal vez mi compañera tenga razón".

Rainbow dejó escapar un grito mientras las lágrimas de frustración y rabia llenaban sus ojos y llevaba su adolorido cuerpo y aun más lastimado ego hacia su casa.
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 2

Notapor kolbjorn » 12 May 2014, 01:11

Capitulo 3, creo que es el capitulo mas corto de todo el fic.

Spoiler:
La Víspera de la Guerra, Parte 3.

Las seis ponies se encontraban en un salón circular, habían llevado sus elementos. Rainbow aun se quejaba de los golpes, pero se negaba a contarle a alguien lo que había pasado. La princesa Luna se encontraba en el centró rodeada de seis enormes montones de lingotes de oro y obsidiana. La princesa Celestia se encontraba fuera del círculo.

-Muy bien mis queridas ponies, por favor coloquen sus elementos sobre los materiales y quédense enfrente de estos, mi hermana tendrá listas sus armaduras en un momento.

Fluttershy levantó un poco su pezuña.

-Di... disculpe, princesa, pero, creo que había dicho que nadie debería de ver como se hacen las armaduras, si me equivocó lo siento mucho, muchísimo.

Celestia le sonrió a la pequeña pegaso.

-No te preocupes Fluttershy, esto ni siquiera yo lo puedo hacer.

Las ponies se colocaron en sus lugares, mirándose nerviosamente unas a otras. Luna extendió sus alas y comenzó a flotar, los ojos cerrados en una profunda concentración. Un ligero brillo purpura apareció en su cuerno. Lentamente se extendió a todo su cuerpo y aumentó en intensidad. La crin y la cola de la princesa se expandieron y giraron, envolviendo a las ponies en una nebulosa oscura.

Abrieron sus ojos, ya no estaban en la habitación, se encontraban flotando en un cielo estrellado cruzado por estrellas fugaces. La princesa Luna flotaba enfrente de ellas, un cálido brillo plateado emanaba de la princesa, similar a la luz de la luna llena. Había un agradable aroma a violetas que llegaba hasta las ponies. La princesa de la noche abrió sus ojos, Twilight y sus amigas se sintieron atraídas hacia la paz y el amor que emanaban de ellos, había también cierta sensación de melancolía y culpa en esa mirada. Un deseo de perdón y aceptación.

El brillo se extendió en seis direcciones, como delicadas raíces de una flor buscando agua. Las ponies notaron por primera vez que enfrente de ellas ya no estaban los materiales, ni los elementos de la armonía.

Twilight veía una brillante estrella color violeta con cinco pequeñas estrellas blancas girando a su alrededor. Fluttershy veía aletear lentamente en frente de ella a la mariposa más hermosa que jamás hubiera visto. Applejack solo tenía una palabra para describir la manzana que flotaba pocos centímetros de sus ojos: perfecta. Pinkie no podía evitar sonreír ante los tres globos que revoloteaban a su vista. Rarity estaba hipnotizada por el diamante más hermoso que hubiera visto. Rainbow Dash estaba emocionada ante los pequeños relámpagos de colores que se cruzaban a su alrededor.

El brillo tocó las imágenes que tanto atraían a las ponies, de repente una avalancha de recuerdos cruzó por sus mentes. Todos los momentos felices, tristes, graciosos, difíciles, todos fueron revividos. Pero no eran recuerdos, porque los recuerdos no tienen olor, ni puedes sentir las cosas en ellos. Era como si estuvieran de nuevo ahí. Pero estaban muchas veces ahí, cada una, oyendo, viendo, sintiendo, viviendo lo mismo que experimento cada una de sus amigas en cada uno de esos maravillosos momentos que estuvieron juntas.

La luz plateada las envolvió, haciendo las sensaciones más intensas. Lentamente las ponies sintieron nuevamente el piso bajo sus pezuñas. Al abrir los ojos vieron a la princesa Luna en el piso, abrazada por su hermana mayor, ambas estaban llorando. Luna repetía constantemente.

–Hermoso… tanto amor… yo... no se… fue hermoso…

Las ponies se dieron cuenta que también tenían lagrimas en sus mejillas, inmediatamente corrieron a unirse en el abrazo de las princesas.
Más tarde Luna dormía en su cama, había sido llevada hasta ahí por su hermana. Twilight y sus amigas la habían acompañado. Celestia le dio un pequeño beso en la frente.

-Estoy muy orgullosa de ti, hermanita, descansa ahora, tenemos tiempos aun mas difíciles por delante.

Pinkie Pie se acercó

-Va a estar bien, ¿verdad?

-No te preocupes, fue un gran esfuerzo mágico y emocional, pero nada que unas horas de descanso no solucionen. Y bien, ¿Qué opinan de sus nuevas armaduras?

Las ponies se percataron por primera vez que estaban usando armaduras

La de Twilight era similar a las túnica de los grandes magos unicornios, grabada con símbolos arcanos, dorada, con las estrellas hechas de obsidiana, su elemento de la armonía se encontraba en su pecho en el centro de un sol, tenía un casco mas similar a una diadema.

Rainbow Dash portaba una que era similar a las de los guardias, incluyendo casco, pero era más completa, tenia incluso protecciones para las alas, sin embargo se sentía ligera y flexible, también era dorada, su elemento estaba en su pecho, con relámpagos de obsidiana que partían de él y recorrían toda la longitud de la armadura.

Fluttershy se sentía un poco incomoda en la suya, era pequeña y no cubría su cuerpo tanto como las demás, pero al mismo tiempo se sentía fuerte y extremadamente solida, su elemento estaba en el pecho, curiosamente en el centro de una manzana labrada, pequeñas flores de oro adornaban el metal oscuro

Rarity estaba asombrada, su armadura era más similar a un vestido hecho de seda negra que una armadura. Sin embargo era definitivamente una armadura, firme y hermosa al mismo tiempo, con elegantes adornos dorados en un fondo negro que convergían en su símbolo, que se encontraba en el centro de un dragón, por supuesto incluía una tiara.

La de Applejack era simple, negra, sin muchos adornos, resistente, afortunadamente el pequeño casco le dejaba usar su querido sombrero, su símbolo se encontraba custodiado por un gran pony dorado de un lado y uno pequeño del otro.

Pinkie Pie lucia una muy peculiar, en general era parecida a las de los guardias pero tenía un enorme listón en la espalda, los adornos negros que la recorrían parecían serpentinas, su elemento estaba rodeado por tres pequeños globos, su cabeza coronada por una pequeña diadema.

No dejaban de brincar, de asombrarse y reír. Celestia las interrumpió

-Siento cortar su entusiasmo mis queridas potrillas, pero estamos en una situación difícil, las armaduras serán una ayuda, pero no una garantía de victoria. Mas importante aun, podríamos despertar a mi hermana.

La princesa dejó a las ponies un salón donde podían descansar que la gran avalancha de emociones, además de meditar acerca de las implicaciones que su nueva misión traerían. Incluso Rainbow Y Pinkie se mantenían serias. Las palabras de Northern Wind hacían eco en mayor o en menor medida en sus mentes. Era una guerra, habría decenas, sino cientos de grifos tratando de lastimarlas, y lo más probable era que aunque no quisieran ellas tendrían que lastimar a alguien tarde o temprano para defenderse. O quizá se verían obligadas a hacer algo peor.

Pinkie fue la primera que rompió el silencio

–Vamos chicas, no hay que estar tan serias, tenemos estas súper ultra increíbles armaduras, ¡ayudaremos a los ponies!, terminaremos esto rápido para que todo vuelva a la normalidad.

La hiperactiva pony se puso a dar saltos por todo el salón y comenzó a cantar una tonta canción que arrancó sonrisas y les devolvió el optimismo a sus amigas. Poco tiempo después ambas princesas entraron al salón, Celestia les sonrió

–Me alegra que hayan recuperado el buen humor, mis queridas amigas, ahora tenemos una gran tarea adelante que requiere tener todas nuestras esperanzas depositadas en un futuro lleno de paz, por favor acompáñenme.

Salieron a un balcón del castillo, desde este se podía observar el centro de Canterlot, las seis amigas se quedaron atónitas ante la enorme plaza llena de ponies, pero no solo eran los unicornios que formaban la mayor parte de la población de la capital. Había todo tipo de ponies y sus ropas y modales indicaban que venían de muchos lugares diferentes. Refugiados buscando la seguridad de la gran ciudad.

No estaban solas en el balcón. Además de las princesas estaban los comandantes y un gran número de oficiales y nobles. Celestia y Luna se adelantaron.

-Mis muy queridos ponies, se que todos ustedes han oído las terribles noticias de lo sucedido en Appleloosa. Lamento decirles que lo que los rumores son reales. El triste destino de esos valientes ponies nos hiere a la princesa Luna y a mí con el dolor de una madre que ha perdido sus hijos. Pero este dolor no impedirá que tomemos decisiones firmes respecto a lo sucedido.

Es cierto, los enemigos tienen una fuerza que ha resultado inesperada y una crueldad que no conocíamos. Pero ahora mi querida hermana menor nos ha proporcionado una luz de esperanza. Nos levantaremos, secaremos nuestras lágrimas y haremos frente a lo que el destino nos presente. Le demostraremos a los grifos que el hecho de ser una raza amable no nos hace una raza débil. Que nuestra vida tranquila no nos ha convertido en cobardes. Les ofrecimos nuestra amistad y ellos la rechazaron, les extendimos una pezuña y ellos llenaron sus garras de sangre y nuestros corazones de dolor. Pero ese dolor será la fuerza que nos guie.

Responderemos a su odio con un deseo de justicia, no de venganza. ¡Ellos han iniciado una guerra! ¡Pero nosotros desataremos una tempestad sobre nuestros enemigos como no se ha visto en siglos! ¡Golpearemos con la justa furia del viento, el indomable poder de la magia y la incontenible fuerza de la tierra! ¡Llenaremos de arrepentimiento sus corazones y los haremos lamentar el día en que se dejaron llevar por la codicia! ¡Venceremos!, ¡Equestria vencerá!

La multitud estalló en gritos de orgullo y aprobación, todos menos una unicornio que miraba fijamente a Twilight con una sonrisa sarcástica.

-Pero porrr supuesto, no podrrria ser de otrrra forrrma, tenía que ser ella.
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 3

Notapor horwaith » 12 May 2014, 14:15

no dejes con tantas ganas, esta genial y miedo me da esa unicornio; no es bueno que arrastren letras, nada bueno
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 3

Notapor kolbjorn » 13 May 2014, 03:00

horwaith escribió en 12 May 2014, 14:15:no dejes con tantas ganas, esta genial y miedo me da esa unicornio; no es bueno que arrastren letras, nada bueno

Gracias, y respecto a ese pny y su forma de hablar... bueno, ya lo veras
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 3

Notapor kolbjorn » 14 May 2014, 03:25

Capitulo 4
El inicio de la tempestad, Parte 1.
Spoiler:
Twilight caminaba adolorida, las Princesas le habían dado parte de razón a Northern Wind, así que ella y sus amigas estaban recibiendo algo de entrenamiento militar. Naturalmente Applejack no tenía problemas, Rainbow tampoco, excepto con la disciplina, Fluttershy y Pinkie estaban recibiendo un entrenamiento especial, pero ella y Rarity eran las que sufrían más.

Entró lentamente en la gran carpa, estrechamente vigilada, que se ubicaba en uno de los jardines del palacio. Adentro de esta decenas de unicornios voluntarios ejecutaban el hechizo especial que la princesa Luna les había enseñado sobre las joyas especialmente preparadas antes. Twilight no sabía cómo se preparaban las joyas, ni como los siguientes ponies las montaban en las armaduras. Tal y como lo habían dicho las princesas solamente la princesa Luna conocía en su totalidad el proceso.

Había una gran conmoción en una esquina, la unicornio se acercó con curiosidad.

-¿Qué sucede?

Un joven unicornio giró, visiblemente emocionado.

-Es esa nueva chica ¡Solo lleva un día aquí y ya ha llenado tres vagones!
Twilight estaba genuinamente impresionada, ella en un buen día podía llenar un vagón si no estaba cansada, y ya llevaba tres días haciendo eso. Se abrió paso entre el pequeño grupo de unicornios. Vio a una joven pony azul claro que ejecutaba el hechizo con gran facilidad, depositaba la joya en un pequeño vagón a su lado e inmediatamente tomaba otra joya sin tratar.

-¿Trixie?, ¡esto es grandioso!, ¡no esperaba verte aquí!, me alegro que estés bien.

La unicornio azul no se molestó en mirar, seguía concentrada en su trabajo.

-Estoy ocupada, no tengo tiempo parrra hablarrr.

Twilight notó algo curioso en su forma de hablar, su peculiar acento seguía ahí. Era otra cosa, pero no podía encontrar que.

-Escucha, nada de lo que pasó en Ponyville era mi intención. Solo hice lo necesario para que la osa menor no lastimara a nadie.

- Si, y supongo que arrruinar mi forrrma de ganarrrme la vida tampoco errra tu intención.

-Yo…, lo siento, pero si ese par de tontos no hubieran…

-¿Van a quedarrrse aquí todo el día mirrrandome hacerrr su trrrabajo?, los grrrifos no van a esperrrar.

Los unicornios se sintieron un poco culpables e inmediatamente regresaron a sus estaciones de trabajo. Twilight esperó unos minutos, pero Trixie no dio ninguna señal de querer hablar, así que fue a ocupar su lugar. Al terminar su jornada la buscó, pero no fue capaz de encontrarla.

Decidió regresar a su cuarto en el palacio, al día siguiente tendrían una reunión con las princesas y los comandantes, la primera ola de guardias con armaduras mágicas seria desplegada dentro de dos días y ella y sus amigas saldrían ya al campo de batalla.

Desde su ventana podría ver la sección del jardín donde se forjaban las armaduras, pero no podía ver el proceso, solo las columnas de humo de los hornos que salían de la enorme herrería que fue construida solo en cuestión de horas.

Twilight estaba impresionada y orgullosa de su maestra, en cuestión de días bajo su dirección Equestria se había convertido de un festivo y pacifico país en una afinada máquina de guerra. Su estancia en el palacio le permitía enterarse de algunas cosas y se dio cuenta de que probablemente Celestia tenía previsto que algo así pasaría tarde o temprano y tenía un plan de emergencia listo.

Unos suaves golpes sonaron en la puerta.

–Adelante.

Rarity entró, dedicó una sonrisa cansada a su amiga y se dejó caer pesadamente en un sillón.

-Estoy terriblemente cansada, si esto sigue así voy a morir antes de ver a algún grifo.

-Heee, sabes, no deberíamos hablar, tú trabajas en otra fase y todo eso.

-No te preocupes, la princesa solo nos dijo lo más básico, solo sé que recibo las joyas de un pony, hago lo mío y se lo doy a otro pony, no sé cuantos pasos hay antes o después y no se para que sirve exactamente lo que hago, soy como un loro que solo repite las palabras sin comprenderlas.

-¿Y cómo vas con el entrenamiento?

-Terrible, mi cuerno es una herramienta delicada para crear arte, no está hecho para esas cosas rudas, puedo hacerle un buen hoyo al suelo, pero no puedo darle al blanco, me pregunto si la armadura me ayudará con eso, bueno, por lo menos es exquisita. ¿Tu como lo haces?

-El instructor se dedicó a enseñarme hechizos de pelea, pero tampoco soy muy buena. ¿Crees que realmente seremos de ayuda en la guerra? Comienzo a creer que la comandante tiene razón.

-Las princesas tienen mucha confianza en ti, al igual que nosotras. Y nunca nos has decepcionado ni a ellas ni a nosotras. Estoy segura que esta vez también será así. Hablando de las princesas ¿te han dicho algo de Spike?

-No he tenido oportunidad de hablar con ellas. Por lo que he oído parece que son capaces de enviar y recibir mensajes inmediatamente al frente. Eso quiere decir que él está bien.

-También quiere decir que el está en medio de la batalla. De haber sabido que pasaría esto jamás hubiera aceptado que se uniera a la guardia. Pero el estaba tan feliz en la boda y yo no pensaba que hubiera algo que pudiera dañarlo. Y ahora sé que la única razón por la cual los grifos no lo mataron es porque se desmayó y creyeron que estaba muerto.

-No te preocupes, Spike es listo y tiene mucho sentido común. Sabrá cuidarse.

Las dos unicornios cambiaron de tema y continuaron platicando. Eventualmente las otras cuatro ponies llegaron al cuarto. Las seis amigas iniciaron una pequeña reunión sin proponérselo, recordando viejos tiempos y riendo. A pesar de la alegría había también cierto dejó de melancolía. El día siguiente sería el primer día que recibirían órdenes y el día después de ese se embarcarían. Las ponies extendieron cobijas y almohadas en el piso de la habitación de Twilight y durmieron juntas, arrullándose mutuamente con su respiración.

El día siguiente empezó muy temprano, las seis amigas se pusieron sus armaduras y se presentaron ante las princesas en el salón de reuniones del palacio. El consejo de guerra ya estaba en sesión y ellas escucharon atentamente lo que se decía. Northern Wind hablaba mientras movía las pequeñas esculturas a través del enorme mapa, había ahora un tercer tipo de esculturas, amarilla.

-Hemos tenido enfrentamientos con los grifos en ocho puntos diferentes. Después de la masacre de Appleloosa los grifos se confiaron y creyeron que todas las tropas serian como esos soldados novatos. Aun así lo único que hemos podido hacer en todo caso en mantener las posiciones por unos días antes de vernos forzados a retirarnos.

White Thunder tomó la palabra.

–Hay algo más grave, un grupo de grifos ha penetrado a bastante distancia en nuestro territorio. Todo parece indicar que son parte del batallón que causó la masacre de Appleloosa. Están siguiendo el camino más corto posible hacia Canterlot. Me temo que están siendo guiados.

Rainbow Dash sintió un dejó de preocupación y culpa. Celestia habló

-¿Qué medidas se están tomando respecto a eso comandantes?

Northern Wind se inclinó y movió una pequeña figura más elaborada y que incluía a los tres tipos de ponies.

-Su majestades, tengo en este momento a mi mejor unidad mixta tendiéndoles una emboscada en el caminó hacia Cloudsdale.

Celestia asintió lentamente mientras observaba el mapa.

-Excelente, por favor, asegúrense que de mantenernos informadas lo más frecuentemente posible respecto a esto. Luna, ¿qué avance tenemos respecto a las armaduras?

-Tenemos listos ochocientos juegos para ponies de tierra, cuatrocientos para unicornios y otros ochocientos para pegasos. Todos están listos para el despliegue de mañana. La producción es eficiente y no hemos tenido problemas de ningún tipo ni fuga de información, en una semana estaremos en posibilidades de proporcionar una armadura a cada miembro de nuestras guardias.

-Excelente, respecto al despliegue ¿estamos listos?

White Thunder revisó unos documentos.

-Tenemos diez dirigibles y cinco trenes especialmente modificados. Están en perfectas condiciones y listos para partir, llegaremos al frente en dieciséis horas.

La princesa del sol asintió nuevamente.

-Perfecto, en ese caso mi hermana y yo les damos autorización para partir mañana a la hora programada. Ahora, hemos discutido este asunto nuestros comandantes y hemos decidido a que unidades se incorporaran los caballeros de la orden de la corona solar. Su nivel de mandó será similar al de los comandantes y responderán solamente ante nosotras, sin embargo les sugiero que sigan los consejos y las ordenes de ellos y de los oficiales con más experiencia.

Sir Twilight Sparkle se unirá a la primera unidad de unicornios de la guardia diurna, bajo el mando del capitán Steady Step. Lady Rarity quedara en la primera unidad de unicornios de la guardia nocturna con el comandante White Thunder. Sir Applejack se unirá a la primera unidad de Ponies de tierra de la guardia nocturna junto a la capitana Dreamycloud. Sir Rainbow Dash estará en la primera unidad de pegasos de la guardia diurna….

-¡SI!

-…bajo las ordenes de la comandante Northern Wind…

-¡Rayos!

-… finalmente Lady Fluttershy y Lady Pinkie Pie se unirán a la unidad mixta de sanadores.

Los comandantes asintieron y observaron a sus nuevos soldados. Twilight, Rarity y Applejack tenían una expresión resuelta, Fluttershy sonreía, feliz con la idea de estar lejos de los combates, Pinkie sonreía también, aunque eso no tenía nada fuera de lo normal y los comandantes no estaban muy seguros si tenía algo que ver con su asignamiento, por el otro lado la expresión de Rainbow no tenía nada que envidiarle a la que tendría si le hubieran dicho que le amputarían sus alas.

White Thunder fue el primero en hablar

-Muy bien señoras y señoritas, el embarque será en la estación especial de Canterlot a las cero quinientas. Tienen que estar ahí mínimo una hora antes, así que les sugiero que duerman temprano hoy, obviamente los pegasos irán por aire, los unicornios utilizaran los dirigibles y los ponies de tierra los trenes, la unidad de sanadores nos seguirá en un dirigible especial.

Northern Wind se les acercó.

–Espero que estén consientes que esto bajo ninguna circunstancia es similar a cualquiera de las misiones que hayan tenido antes. Llevan nuestras armas más poderosas. Utilícenlas bien y no defrauden a sus majestades.

Los comandantes se retiraron, las princesas abrazaron a cada una de los ponies. Celestia abrazó al último a Twilight, quedándose más tiempo con ella.

-Mi más fiel alumna, mi querida Twilight Sparkle. Por favor ten mucho cuidado. Sigue tu corazón, apóyate en tus amigas. Cuando estés ahí recuerda que ya te has enfrentado antes a enemigos mucho más fuertes que tu y has salido victoriosa, pero también recuerda que no lo has hecho sola. Ellas te seguirán a donde las lleves y estoy completamente segura que las guiaras correctamente. Mi corazón me dice que tú y tus amigas ayudarán a la resolución final de esta terrible situación.

Twilight no podía hablar, solo se limito a contestar tratando de contener las lágrimas

-Sí, gracias, no la defraudare princesa.

Al día siguiente las ponies se encontraban listas en el andén, eran el centro de la atención con sus armaduras. Estaban un poco confundidas, especialmente Rainbow Dash, que nunca en su vida se habría levantado tan temprano. Se sobresaltaron cuando cuarentaicinco minutos antes de la partida unos oficiales empezaron a gritar ordenes y los regimientos se dirigieron a sus respectivos andenes, antes de separarse se abrazaron y se despidieron, uniéndose a sus unidades sin dejar de mirar atrás, a sus queridas amigas.

Twilight subió a un enorme dirigible, era una nave de recreo antes de la guerra, pero los carpinteros habían hecho un excelente trabajo modificándola, inmediatamente subió a la primera cubierta, un viejo unicornio con armadura dorada mas decorada que las demás se dio la vuelta, era color verde oscuro y su crin ya estaba gris, pero sus ojos cafés estaban llenos de vida y brillantes, le dedicó un saludo militar y después le sonrió.

-Vaya, pero si es la discípula personal de nuestra querida princesa Celestia, ¿Sir Twilight Sparkle verdad?, es todo un honor tenerla a bordo, cualquier cosa que desee no dude en pedírmelo.

Twilight sonrió.

–Me siento honrada de que se me permita ponerme bajó las órdenes de tan agradable pony, por favor, considéreme a su completa disposición y no dude en corregirme y aconsejarme si es necesario.

-Encantadora señorita, definitivamente su majestad no se equivocó con usted. Si me disculpa tengo que asegurarme que mis muchachos puedan poner este trasto en el aire.

El viejo unicornio se alejó dando órdenes. Su forma tranquila y pausada de hablar cambió inmediatamente al tono seco y autoritario que Twilight asociaba con los militares.

Rarity subió a otro dirigible, un poco más pequeño. Dentro se encontraba el comandante White Thunder, que daba órdenes, o mejor dicho las gritaba. La unicornio extendió una pezuña.

-Disculpe comandante, ¿Puede ayudarme a subir?

El unicornio suspiró y ayudo a Rarity a subir los escalones. Ella se asombró ante el hecho de que los demás unicornios no hacían ningún movimiento sin la previa autorización del comandante. Sintió un poco de pena por su esposo, tan dado a los comentarios sarcásticos y expresar lo que pensaba. Seguramente se metió en algunos problemas con un jefe tan estricto.

-Muchas gracias, comandante, ¿Podría ser tan amable de indicarme donde esta mi camarote?

El comandante volvió a suspirar, mientras supervisaba los amarres en los aparejos

–Segunda cubierta, los dormitorios femeninos están a la izquierda. Le sugiero que se dé prisa, las literas de arriba son muy disputadas.

-¿Litera?, me temo que eso no es posible, después de todo soy una caballero de la corona solar.

-Y yo soy el oficial de más alto rango en toda la guardia, excepto por su etérea majestad, y duermo en las mismas condiciones que mis soldados. Lo siento, pero esa es la forma en que lo hacemos en la guardia nocturna.

Rarity frunció el seño pero la expresión en el rostro del unicornio no cambió. Empezaba a mirarla con ese ojo tan penetrante que tenia.

-Rayos- pensó esta –Podría ser capaz de sostenerle la mirada incluso a Fluttershy, seguramente no voy a poder obtener nada de él.

White Thunder se giró para dar más órdenes.

-Una última cosa comandante, ¿Nos reuniremos con Spike?

El unicornio respondió sin voltear a verla.

-El dragón fue reasignado a la decimo segunda unidad de pegasos, a menos que algo extraordinario suceda este contingente no se unirá con el suyo, lo siento. Ahora si me disculpa estaré en la cubierta de carga.

Applejack subió a su tren, inmediatamente ubicó su litera, dejó sus cosas y empezó a buscar a su oficial. La encontró en un vagón cercano a la maquina. Era de color rosa con una crin purpura que contrastaban con su armadura negra, tenía una expresión firme en sus ojos azules. Applejack realizó lo mejor que pudo un saludo militar.

-Buenos días, capitana, mi nombre es…

-Sir Applejack, originaria de Sweet Apple Acres, a las afueras de Ponyville. Sin experiencia previa en combate. Sin embargo ampliamente recomendada por sus majestades y con halagadores comentarios del instructor.

La pony militar la observó fijamente, Applejack se mantuvo firme. Finalmente la otra pony se permitió una pequeña sonrisa.

-Perfecto, he tenido soldados originarios de granjas de manzanas y sé que tienen fuertes patas. Esperamos mucho de usted, Sir Applejack.

-Gracias señora, no la decepcionare.

Fluttershy y Pinkie subieron a un dirigible especialmente modificado, de forma redonda y con muchos compartimientos separados. Se ubicaron y empezaron a buscar su superior, estaban muy contentas de poder viajar juntas. Repentinamente una voz conocida les llamó la atención.

-¿Qué es esto que ven mis ojos?, ¿acaso son las ponies que antes me causaron enojos?
Ambas se dieron vuelta pare encontrarse con una sonriente Zecora y corrieron a abrazarla.

-¡Deberíamos de hacer una fiesta!, ¡esto es increíble!, ¡hay que festejar!

Fluttershy sonrió ampliamente al separarse de la cebra

-¿Qué estás haciendo aquí?, no sabíamos que estabas en el ejercito.

-Y no lo estoy, pero seré la que manda aquí a partir del día de hoy. Las princesas me pidieron que asumiera el mandó debido a mis conocimientos, esperan que con mi ayuda podamos salvar a cientos.

Un pony con una armadura dorada se acercó a Zecora

–Disculpe señorita, estamos listos para partir en cuanto de la orden.

-En eso caso esperaremos a nuestros compañeros para poder juntos surcar los cielos.

Finalmente Rainbow se unió de bastante mala gana a su unidad, la cual se encontraba en plataformas elevadas junto a los demás pegasos del ejército. Northern Wind interrumpió la inspección que estaba llevando a cabo e inmediatamente la abordó.

-Escúchame bien, potra. No quiero tonterías, esto es muy serio. Seguirás mis órdenes exactamente como te lo indique. A la primera estupidez te mandare a la cocina y la única acción que veras será pelar las papas. Si tengo que elegir entre salvarte a ti y salvar el elemento de la armonía elegiré el último, ¿quedó claro?

Rainbow contestó de una manera bastante apagada.

-Si.

-Bien quédate en donde pueda verte y no estorbes.

Todos los transportes estuvieron listos, solo esperaban las ordenes de partir. A la hora señalada, los dirigibles despegaron, las maquinas empezaron a andar y los pegasos desplegaron sus alas. Los soldados podían ver, recortándose contra el sol que ascendía, las siluetas de las princesas, supervisando su partida.

Twilight nunca había viajado en un dirigible y el capitán le permitió curiosear por toda la nave. Finalmente regresó a la cabina, dese ahí podía ver los otros dirigibles que volaban al lado de la nave insignia donde ella volaba. Los comandados por miembros de la guardia nocturna viajaban más atrás y a menor altura, aun mas atrás logró ver un único dirigible de forma redonda que viajaba lentamente.

Podría ver las sombras de los pegasos que volaban sobre ellos. Más abajo podía ver los trenes que avanzaban uno atrás de otros en la misma vía, dando la impresión de que se trataba de un solo convoy enorme.

El capitán estaba a su lado sonriente y bebiendo una taza de té. Llevaban doce horas volando, durante las cuales los pegasos tomaban turnos para descansar en las naves. Twilight y el conversaban animadamente. El viejo militar resultó tener un amplio conocimiento de magia y se mostraba contento de compartir esos conocimientos. Un oficial se acercó corriendo.

-¡Capitán, tenemos contacto visual con el enemigo!

El viejo unicornio dejó caer su tasa.

-¿Qué?, eso es imposible. ¡Llamen a la comandante!

Inmediatamente la pegaso aterrizó en la cubierta. Observó por unos momentos a través de un telescopio.

-Son cientos de grifos. Definitivamente sabían que veníamos por aquí, nos están esperando.

-¿Un espía?

- Más bien un traidor. Cuando esto termine tendremos que comunicarnos inmediatamente con las princesas. Inicien el despliegue y adquieran posiciones de combate, tendremos oportunidad de probar estas armaduras antes de lo pensado.

El capitán empezó a gritar órdenes mientras la comandante volaba hacia la nave insignia de la guardia nocturna. Twilight distinguió pegasos de ambas guardias que se dirigían hacia los trenes.

Los dirigibles se detuvieron y comenzaron a girar para presentar las portillas a los grifos, estas se abrieron. Twilight pudo ver grupos de tres unicornios que se colocaban en estas, el de enfrente ya tenía su hechizo listo.

Los dirigibles de la guardia nocturna descendieron lo suficiente para permitirle a los unicornios saltar a tierra, incluyendo a Rarity, lo cual fue recibido con una honesta mirada de aprobación del comandante. Los trenes se detuvieron e inmediatamente cientos de ponies de tierra bajaron y tomaron formación junto a los unicornios de la guardia nocturna.

Los pegasos tomaron altura y se ubicaron sobre el espacio que había entre los dirigibles de la guardia diurna y los grifos. El dirigible especial se detuvo y aterrizó por completo.

Toda la actividad rápidamente cesó cuando las tropas estaban en su posición y dio pasó a un silencio tenso mientras los ponies esperaban a sus enemigos que se acercaban volando a gran velocidad con las garras extendidas. El primer vendaval de la tempestad estaba a punto de desatarse.
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 4

Notapor horwaith » 14 May 2014, 15:26

una pregunta debería ser: ¿quien ha traicionado a los ponis? Ya la haré algún día, creo y me parece que me va a gustar cuando se conviertan en comandantes verdaderos, no solo de nombre
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 4

Notapor Volgrand » 14 May 2014, 16:35

horwaith escribió en 14 May 2014, 15:26:una pregunta debería ser: ¿quien ha traicionado a los ponis? Ya la haré algún día, creo y me parece que me va a gustar cuando se conviertan en comandantes verdaderos, no solo de nombre


Yo lo sé, yo lo séeeee JAJAJAJAJA! Pero no te lo diré!
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 4

Notapor kolbjorn » 15 May 2014, 04:49

Volgrand escribió en 14 May 2014, 16:35:
horwaith escribió en 14 May 2014, 15:26:una pregunta debería ser: ¿quien ha traicionado a los ponis? Ya la haré algún día, creo y me parece que me va a gustar cuando se conviertan en comandantes verdaderos, no solo de nombre


Yo lo sé, yo lo séeeee JAJAJAJAJA! Pero no te lo diré!


Hey, ¡nada de spoilers! XD
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 4

Notapor horwaith » 15 May 2014, 18:26

todos sabemos que no va a haber XDDDDDD. Por cierto, no he preguntado nada, solo aventurado una cosa (no me apetece ir a fanfiction/parecidos)
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 4

Notapor kolbjorn » 16 May 2014, 06:03

Capitulo 5

El inicio de la tempestad, Parte 2.
Spoiler:
Twilight estaba nerviosa, Su primera batalla había llegado antes de lo esperado. El capitán Steady Step miraba a la enorme nube de grifos que se acercaban.

-¡Firmes!

Su voz era lo único que se oía en la nave. La joven unicornio recordó las historias que había oído de la masacre de Appleloosa.

-¡Firmes!

Estaban cada vez más cerca, volando a una increíble velocidad.

-¡Firmes!

Ya podía oír sus voces, sus gritos y sus rugidos.

-¡Fuego!

A la orden del viejo unicornio los unicornios en el dirigible dispararon al unisonó desde las tres cubiertas de armas. Refulgentes esferas de magia se dirigieron directamente a la formación de grifos. Los otros dirigibles también descargaron sus hechizos.

-¡Fuego!

El primer unicornio de cada portilla se colocó detrás del tercero, que estaba preparando su hechizo, dejando espacio para que el segundo disparara.

-¡Fuego!

El movimiento se repitió, el unicornio que era originalmente el tercero ahora estaba en frente, disparando.

A la corta distancia los grifos apenas tuvieron tiempo de reaccionar. La mayoría tuvo que romper la formación, algunos fueron alcanzados y cayeron, las esferas que no hicieron blanco estallaron después de algunos segundos, aturdiendo a los grifos que las habían esquivado.

Rarity contenía la respiración, White Thunder le había ordenado que se quedara junto a él. Podía ver a los grifos acercarse cada vez más al dirigible donde se encontraba su amiga, pero nada pasaba. Los unicornios y los Ponies de tierra se encontraban perfectamente quietos mirando al cielo y los pegasos no se veían por ningún lado.

Repentinamente de todos los dirigibles una andanada de hechizos explosivos salió disparada hacia los grifos, a los pocos segundos otra y después otra, repitiéndose a intervalos regulares. Los grifos rompieron su formación.

-¡Ahora!

El grito del comandante asustó a Rarity. Inmediatamente los unicornios de la guardia nocturna descargaron los hechizos que tenían preparados. Eran más pequeños que los de los ponies en los dirigibles, pero tenían mayor alcance y velocidad. Lograron hacer blanco en varios grifos que habían esquivado los disparos desde los dirigibles. Decenas de grifos se separaron de la gran nube y descendieron directamente hacia los ponies.

Applejack se encontraba al lado de un joven unicornio color verde claro que disparaba sus hechizos, no tenía muy claro por qué la habían puesto ahí. Los grifos ahora estaban lanzándose en picada, pudo ver uno que se acercaba velozmente al flanco de un unicornio a unos metros más adelante. Repentinamente el pony de tierra que se encontraba al lado de ese unicornio embistió al grifo, lanzándolo al suelo con gran violencia, otro pony de tierra que no se encontraba asignado a algún unicornio inmediatamente se acercó y le propinó una coz que lo dejó sin sentido. La pony granjera sonrió, embestir y patear era lo que mejor sabía hacer. Elevó su vista, localizo un grifo que se dirigía directamente a su compañero.

Los pegasos se mantenían planeando sobre el campo de batalla. Rainbow Dash estaba impaciente, pero Northern Wind no daba ninguna orden y mantenía la vista fija sobre la nube de grifos que esquivaba los disparos mágicos y se lanzaban en picada sobre los ponies en tierra. Se peino su larga crin que sobresalía de su casco. Movió los labios como si estuviera calculando algo.

Habló con una voz calmada, como si estuviera en una apacible conversación

–Muy bien soldados, patrón de ataque amplio, escojan un objetivo, cuando lo derriben tomen altura y comiencen de nuevo, no se enfrasquen en peleas de perros si pueden evitarlo, los ponies en tierra se encargaran si los grifos sobreviven.

Apenas había dicho esto la compacta formación de pegasos se expandió. Sin recibir ninguna orden se lanzaron sobre los grifos, golpeándolos en la espalda y los costados, haciéndolos caer a tierra.

Pinkie Pie y Fluttershy esperaban junto con la mayoría de los ponies de la unidad de sanadores, sus alforjas estaban llenas de medicinas, hierbas y material de curación. Zecora observaba pacientemente a través de un pequeño telescopio.

-La suerte nos ha sonreído, aparentemente ninguno de los nuestros ha caído. Sin embargo debemos vigilar, ya que la batalla apenas acaba de empezar.

La batalla se expandió, eventualmente envolvió a los dirigibles y las cubiertas de armas de ambos lados disparaban. Twilight no se había movido de su lugar desde que empezó la refriega. Cualquier cosa que se hubiera imaginado no se comparaba al caos que se estaba desarrollando frente a sus ojos. Grifos, pegasos y hechizos volaban a ambos lados, debajo y encima de los dirigibles. Podía ver el momento en que la magia hacia impacto en los grifos, las embestidas de los pegasos, y lo peor, el momento en el que algún pegaso recibía un ataque de los grifos.

Repentinamente ocurrió lo que había estado temiendo. Una descarga de magia impactó el dirigible. Un rayo de algo que parecía electricidad purpura hizo blanco en una de las portillas a escasos metros de ella. El equipo de unicornios que se encontraba ahí salió disparado y terminó en el otro lado de la cubierta. Twilight venció su medio y se acercó corriendo. Uno estaba gravemente herido pero respiraba, los otros dos no.

Steady Step no se inmutó, seguía observando la batalla, solamente se limito a ordenar a nadie en particular

-¡Lleven a cualquier superviviente a la cubierta medica!

Twilight se disponía a ayudar al pobre unicornio cuando escuchó el rugido de un grifo. A través del agujero recién abierto en la pared del dirigible entró uno de sus enemigos, rompiendo aun más los bordes. Aterrizó pesadamente enfrente de ella. Durante unos segundos que a la pony le parecieron años desplegó lentamente sus alas. Tenía el doble de tamaño de ella. De la joya en el pecho partían pequeños rayos purpuras que recorrían toda su armadura de acero. Fijó sus ojos dorados en Twilight, que se encontraba totalmente paralizada. La bestia hibrida lamió su pico, se levantó sobre sus patas de león y extendió sus garras de águila. La unicornio no podía quitar la vista de ellas, estaban cubiertas de sangre.

El grifo estaba a punto de descargar un golpe sobre la aterrorizada pony cuando se vio envuelto en un resplandor verde. Inmediatamente fue elevado y golpeado con violencia contra el techo antes de ser lanzado por el agujero mediante el cual entró. Logró recuperarse y se disponía a entrar de nuevo cuando el viejo capitán disparó un pequeño pero efectivo hechizo que lo golpeó en un ala, haciéndolo caer.
Steady Step vociferó.

-¡Necesito un equipo en esta estación de combate! ¡Ahora!

Inmediatamente volteó a ver a Twilight

-¡No se quede ahí parada!, ¡Haga algo útil!

La pony salió de su estupor e inmediatamente levantó al unicornio mal herido mediante un gran esfuerzo con su magia. Otro unicornio la ayudó y corrieron escaleras abajo. Twilight lloraba, pero el retumbar de la batalla no dejaba escuchar su llanto.

Rarity respiraba rápida y profundamente mientras caminaba hacia atrás. Un grifo se acababa de estrellar a pocos centímetros de ella, salpicándola de lodo, pero esto era lo que menos le preocupaba. De vez en cuando un relámpago purpura golpeaba el suelo provocando una gran explosión que hería a los ponies que alcanzaba. A pesar de esto White Thunder permanecía en el mismo lugar, no se había movido ni un centímetro y se limitaba a dar órdenes. La unicornio no lo había visto utilizar su magia en ningún momento.

Dos grifos volaban en círculos amplios cuando notaron algo peculiar.

-¿Ya viste? ¡Hay un pony con vestido y con corona!

-Parece que el pony negro con la armadura grande la está cuidando, debe ser alguien importante.

-¡Es una de esas princesas!

-Si le llevamos su cabeza al emperador nos convertirá en generales, mínimo.

-Tú por la izquierda, yo por la derecha.

Los grifos se separaron e iniciaron un ataque coordinado. Rarity miraba nerviosa a todos lados sin percatarse de los dos soldados que se acercaban rápidamente a ella. Repentinamente tuvo una sensación de peligro, giró la vista y alcanzo a ver un enorme grifo que volaba en su dirección con las garras extendidas y a toda velocidad emitiendo un horrible rugido, alcanzó a oír otro rugido similar que venía de sus espaldas. Instintivamente cerró los ojos.

Escuchó un retumbar a su alrededor, sintió que su crin se erizaba y una potente luz blanca lastimó sus ojos a través de los parpados. Con miedo de descubrir un nuevo horror abrió los ojos. Cuando las sombras azules y purpuras que le impedían ver bien se desvanecieron se encontró mirando el cuerpo de un grifo que despedía humo, pocos metros atrás de ella había otro en iguales condiciones.

-¿Está bien Lady Rarity?

El comandante White Thunder se acercó a ella, su cuerno resplandecía con un brillo blanco que se iba apagando poco a poco.

-Esos grifos definitivamente la estaban atacando a usted, le sugiero que use ese cuerno un poco más y tenga más cuidado, no quiero tener un dragón preguntándome qué demonios le pasó a su esposa.

El comandante regresó a su puesto y miró al cielo. Rarity se dio cuenta de que la batalla se había detenido por unos momentos alrededor de ellos. Fuera lo que fuera, lo que había hecho el comandante alejó a los grifos y dejó asombrados a los ponies, pero lamentablemente esa pequeña paz duro solo unos segundos antes de que los combates se reanudaran.

Rainbow Dash volaba a toda velocidad, la adrenalina jamás la había afectado de esa forma. Lamentablemente no se debía a estar en una competencia o en una exhibición con los Wonderbolts. Un grifo la seguía de cerca y la distancia que los separaba era cada vez más corta. Apenas había derribado a su primer grifo cuando esta maldita gallina gigante se le pego y no la dejaba en paz ni un segundo. Tuvo una idea pero era demasiado loca y arriesgada.

–Bueno- pensó -no es muy diferente a otras ideas que has tenido antes ¿verdad?

Se dirigió en picado directamente hacia el campo de batalla en el suelo, con un poco de suerte un pony de tierra daría un gran saltó o un unicornio daría en el blanco y le librarían de esa molestia. La persecución se había convertido en la peor carrera de obstáculos en la que jamás había participado. Esquivaba por pocos centímetros a otros pegasos, grifos, esferas de magia y los malditos rayos purpuras.
Obtuvo unos segundos de paz cuando salió de la batalla aérea. Pero inmediatamente se encontró con otro infierno en el suelo. Pasó volando a escasos metros sobre los ponies en tierra. Ya casi podía sentir las garras del grifo en su cola. Afortunadamente sintió una explosión a sus espaldas, miró hacia atrás y su perseguidor ya no estaba ahí. Se detuvo unos momentos para recuperar el aliento. Miró hacia arriba y detecto un grifo descuidado. No era tiempo de descansar.

Applejack corría a toda velocidad e impactó con su cabeza un grifo que acababa de caer. Este rodó varios metros y no se levantó. Con un poco de suerte solo lo había dejado inconsciente. Aprovecho el momento para verificar su costado. Tenía un feo rasguño en la parte donde no la cubría su armadura y en la parte en la que si sentía el dolor del golpe. Había aprendido de la forma difícil que a los grifos no se les ataca de frente. Escucho un zumbido peculiar, ya había aprendido a identificar a los grifos aun cuando no emitían ningún rugido, giró hacia su compañero unicornio y se dirigió a toda velocidad a su lado. El grifo se lo pensó mejor y gano altura de nuevo. La pony granjera se volvió hacia el unicornio verde.

-¿Todo tranquilo compañero?

El unicornio disparo un hechizo y se tomó el tiempo de mirar a Applejack.

–Si gracias, eres muy buena para ser novata.

-Gracias, por cierto, soy Applejack.

-Mint Blast, mucho gusto.

-Apuesto que a los grifos no les pareces tan refrescante.

El unicornio rió y levantó la vista hacia el cielo.

-No, no lo creo, por cierto ahí viene uno feo.

Applejack cambió de posición y rasco el suelo con una pezuña mientras resoplaba.

-Tu dispara, te tengo cubierto.

Un pony de tierra yacía en el suelo, su pata trasera izquierda ardía con el dolor. Trataba de no moverse y parecer lo mas muerto posible. Había escuchado rumores de Appleloosa y no le agradaba mucho la idea de dejar que un grifo descubriera que no podía caminar. Repentinamente una voz alegre lo sorprendió. Abrió los ojos para encontrarse con una pony rosada que le sonreía y lo miraba con curiosidad.

-¡Vaya!, ¿Qué te pasó? Estas más golpeado que una piñata, pero no te preocupes, con un poco de la súper especial medicina milagrosa de la vieja y buena Pinkie estarás como nuevo antes de lo que canta un perro.

Mientras el soldado herido trataba de comprender la última parte Pinkie Pie luchaba por sacar una botella que aparentemente era más grande que la alforja en la cual la había metido. Con un último tirón de su boca logró desatorarla pero el impulso la hizo caer sentada, lo cual le provoco un pequeño ataque de risa. El soldado no pudo evitar sonreír ante el extraño espectáculo que le ofrecía un pequeño respiro.

Fluttershy miraba a Pinkie un poco alejada. Estaba llena de miedo, pero le había dado más miedo decirle a Zecora que no podía ir al frente a auxiliar a los heridos. También se sentía mal por el hecho de que de no ir estaría defraudando a sus amigas y a las princesas. Un quejido la sacó de sus pensamientos. Empezó a buscar y se encontró con un grifo. Tenía un costado quemado y apenas podía respirar. La tímida pegaso instintivamente empezó a buscar en sus alforjas.

-¿Qué demonios haces?

Fluttershy levantó la vista y se encontró con un pony que usaba una armadura dorada y la miraba con cara de enojo y duda.

-Es… esta herido, solo trataba de ayudar.

El pony se le acercó y le gritó a escasos milímetros de la cara

-¡Ellos iniciaron esto, deben aceptar las consecuencias!, ¡Si tienes ganas de ayudar puedo llevarte a donde hay ponies! ¡Sígueme, rápido!

El guardia salió corriendo, se detuvo después de unos metros y miró impacientemente a Fluttershy. Esta empezó a caminar lentamente sin dejar de mirar al grifo caído. Eventualmente consiguió reunir el valor suficiente para apartar la vista del grifo y dirigirse a donde le indicaba el guardia. Había varios ponies heridos y la batalla estaba lejos de terminar.

Rarity trataba de regular su respiración, y apuntar con el hechizo que apenas podía contener en su cuerno.

-Muy bien Rarity, puedes hacer esto. Eres Lady Rarity, le enseñaras a esos barbajanes a no meterse con una dama. Recuerda lo que te dijo el instructor, contén la respiración y dispara entre latidos ¿Cómo se supone que voy a hacer eso?

El último pensamiento la distrajo totalmente y disparo el hechizo de manera errática. Este desafortunadamente no golpeo a ningún grifo, pero afortunadamente tampoco hirió a ningún pony. La elegante unicornio se preparaba para intentar otro disparo cuando un relámpago purpura impacto a pocos metros. Perdió el control de la magia y repentinamente tuvo una sensación familiar que la desconcertó.

-¿Joyas? Pero por su puesto tonta, estas rodeada de armaduras mágicas. Estúpido cuerno ¿Por qué siempre haces lo que quieres?

Un rugido la sobresaltó, un grifo se acercaba a ella. Sin pensarlo, de manera nerviosa y sin desactivar la magia que ya estaba actuando disparó. La esfera era pequeña y el grifo la esquivo con facilidad, solo para que el hechizo diera vuelta y empezara a seguirlo. El confundido grifo cesó su ataque y trató de esquivar el persistente hechizo dando varios giros hasta que este impactó en su pecho.

El grifo no cayó, pero la joya en su pecho estaba destrozada, su armadura era ahora solo un montón de metal pesado. Miró confundido a su alrededor antes de huir. White Thunder se acercó a Rarity.

-Eso fue... interesante, muy interesante y muy útil, ¿Cómo lo hizo?

Rarity giró, se acomodo su crin y le giñó un ojo

–Una dama no revela sus secretos ni siquiera a su esposo.

Sonrió al comandante que la miraba con una mezcla de confusión y enfado mientras ella misma trataba de deducir exactamente como había logrado hacer eso.
Twilight estaba sentada afuera de la enfermería del dirigible. Lloraba sin producir ningún ruido. Había defraudado a la princesa y se había convertido en un estorbo. La nave se sacudió violentamente, otro relámpago purpura había impactado al dirigible. La unicornio empezaba odiar especialmente esos ataques.

-No puede ser, tonta electricidad mágica. Un momento… electricidad… mágica.

Su rostro se iluminó y subió corriendo a la primera cubierta de armas, que ya presentaba varios agujeros, y se acercó al viejo capitán.

-¡Un hechizo de pararrayos mezclado con un disipador arcano!- le gritó llena de excitación

Steady Step la miró confundió.

-Perdón ¿Un qué?

La unicornio señaló las portillas emocionada.

-Para los relámpagos purpura, son hechizos muy sencillos, ¡mire!

Twilight se acercó peligrosamente a una de las portillas y esperó. No pasó mucho tiempo antes de que un grifo disparara. Twilight reaccionó rápidamente, su cuerno brilló y un pequeño disco translucido apareció enfrente de ella en el exterior del dirigible. El relámpago se desvió, impactó en el disco, el cual se tornó purpura y se disolvió. No hubo explosión ni daño de ningún tipo.

La cubierta se quedó en silencio por algunos segundos. Steady Step fue el primero en reaccionar

–Muy bien señores, ya vieron como se hace. Quiero un cuarto pony en cada equipo. Comuniquen la estrategia a los otros dirigibles y a tierra.

Se volvió a Twilight, que sonreía, y le hizo una reverencia.

–Justo lo que se esperaba de la aprendiz personal de su aurea majestad, es un honor servir junto a usted.
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 5

Notapor Volgrand » 16 May 2014, 15:55

Si algo me gusta de esta guerra es la lógica tan buena de las tácticas de los ponis:
Spoiler:
Ponis de tierra y unicornios formando equipo en tierra como fuerza de choque; pegasos como fuerzas aereas; unicornios desde los dirigibles como plataformas de artillería. Una táctica simple, lógica y efectiva que yo también usaría si tuviese un ejército poni bajo mi mando.

Los grifos, por contra, usando su mayor fortaleza física unido a la magia de sus gemas para ganar la contienda. Y como se verá más adelante, las tácticas se vuelven cada vez más avanzadas por parte de ambos ejércitos.
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 5

Notapor kolbjorn » 17 May 2014, 07:00

Volgrand escribió en 16 May 2014, 15:55:Si algo me gusta de esta guerra es la lógica tan buena de las tácticas de los ponis:
Spoiler:
Ponis de tierra y unicornios formando equipo en tierra como fuerza de choque; pegasos como fuerzas aereas; unicornios desde los dirigibles como plataformas de artillería. Una táctica simple, lógica y efectiva que yo también usaría si tuviese un ejército poni bajo mi mando.

Los grifos, por contra, usando su mayor fortaleza física unido a la magia de sus gemas para ganar la contienda. Y como se verá más adelante, las tácticas se vuelven cada vez más avanzadas por parte de ambos ejércitos.

Parece que todos esos años de jugar Age of Empires, Starcraft y Civilization por fin sirvieron de algo (porque en los juegos aun me siguen pateando el trasero)
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Re: La tempestad [Aventura][triste] Cap 5

Notapor kolbjorn » 20 May 2014, 05:12

Capitulo 6
El inicio de la tempestad, Parte 3.
Spoiler:
Los dirigibles se encontraban rodeados de pequeños discos translucidos que recibían y neutralizaban las descargas de los grifos. Pero no todas, aun los guardias con más control sobre sus cuernos no tenían la soltura con la magia como la tenía Twilight para lanzar dos hechizos tan diferentes al mismo tiempo.

Aun así ese pequeño truco desconcertaba a los grifos. Habían oído historias y todas indicaban que las batallas serian fáciles. La primera batalla ni siquiera había sido eso, el general Nergal y sus guerreros habían destrozado un pueblo y matado a todos sus habitantes mientras los patéticos soldados ponies lloraban y suplicaban por sus vidas. Incluso habían matado a un dragón que los ponies tenían como mascota. En las demás batallas solo se limitaron a cazar soldados ponies hasta que estos huían con la cola entre las patas.

Les habían dicho que tenían que esperar. Tarde o temprano un montón de ponies viajaría por las vías y en globos, presa fácil. Ni siquiera se necesitaría una emboscada, podían atacar de frente sin ningún problema. Pero no fue así. Estos ponies tenían algo diferente en su actitud. Se detuvieron, se defendieron, y ahora estaban contraatacando con toda su fuerza.

Rainbow Dash localizó un grifo. Este acababa de disparar y se encontraba mirando fijamente el dirigible que no había sido afectado. La pegaso sonrió, sería su quinto grifo del día. Nada mal para una principiante. Se lanzó directamente contra su blanco. Un buen golpe en la espalda y eso lo mandaría hacia abajo. Cuando estaba a punto de impactar al enemigo este giró un poco, no fue para ver a Rainbow, sino alguna otra cosa. A pesar de que trató de corregir su dirección era demasiado tarde y la pegaso impactó con toda su fuerza directamente contra las alas de su blanco.

Sintió la desagradable sensación de que algo se rompía bajó sus pezuñas delanteras. El grito de dolor del grifo resonó en sus oídos. Se quedó paralizada viendo cómo caía a tierra, imposibilitado para corregir su rumbo de alguna manera. Desde esa altura aun sin la intervención de un pony de tierra o un unicornio no había otro resultado posible. Lentamente el horror de lo que acababa de hacer se abría pasó en la mente de la joven pegaso.

-Le rompiste el ala, buen trabajo. Así incluso si sobreviviera a la caída jamás podría volver a volar.

Rainbow miró a su derecha. Northern Wind estaba a su lado, parecía recién salida de algún evento social en Canterlot y no de una batalla. Fresca, sin un solo cabello de su crin fuera de su lugar o una sola mancha en su armadura o su cuerpo excepto…

La mente de Rainbow funcionaba rápida pero desorganizadamente

-No puede ser Dashie- se dijo a sí misma -Ella tiene eso por alguna otra razón. Ayudo a un pony herido, eso debe de ser.

La comandante le miraba con una pequeña sonrisa. Algo que Rainbow hubiere celebrado. Pero la pegaso azul estaba más concentrada en las pezuñas de la otra pegaso. Estaban rojas y goteaban

Rápidamente su atención cambió al grifo que se acercaba a la comandante por la espalda. En una fracción de segundo esta giró y descendió un poco. Le propinó dos potentes coses al pecho. Eso era suficiente para dejar fuera de combate al grifo, pero la comandante hizo algo más. Con su pezuña delantera derecha golpeó con toda su fuerza la cabeza del grifo. Esta cayó girando incontrolablemente.
Northern Wind regresó su mirada a Rainbow Dash.

-Bueno, debo de admitir que eres…

Notó la mirada de terror y culpa en la pegaso azul

–Oh, ya entiendo, fue un accidente, y ahora te sientes mal por matar al enemigo. Patético.

Northern giró y le dedicó una última mirada desdeñosa antes de dirigirse contra otro grifo.

Rainbow Dash se quedó flotando unos segundos antes de que el ruido de una explosión la despertara. Miró a todos lados, lo que hace unos momentos le pareciera una gloriosa batalla ahora era una terrible pesadilla. El sonido de las explosiones se hizo cada vez menos fuerte en su mente, pero el de los gritos de dolor y furia aumentaba. Mirara a donde mirara podía ver los grifos y los pegasos luchando, hiriéndose y cayendo.

No soportó más.

–No, no, no, no- empezó a repetir, antes de salir volando lejos de la batalla.

Un joven grifo se mantenía planeando lejos de la acción. Las cosas se estaban poniendo feas para él y sus compañeros. Primero los ponies habían empezado a usar alguna especie de escudo o protección que reducía la efectividad de su mejor arma. Escucho rumores de que los ponies también tenían armaduras especiales a pesar de que los oficiales les habían dicho que esa era SU arma secreta. Y ahora de alguna manera se las estaban arreglando para destruir sus armaduras.

Escuchó un suave aleteo junto a él. Giró nervioso esperando enfrentarse con un pegaso. Se encontró con otro grifo.

-Ca… capitán, lo siento, solo estaba tratando de…

El grifo de mayor rango se colocó junto a él.

-Tranquilo, se ve mal ¿verdad?

El grifo joven asintió.

-Nos dijeron que correrían y se esconderían, señor, pero están contraatacando y creo que ellos también tienen armaduras especiales y no debimos atacar de frente y…

-No estoy ciego soldado, creo que lo mejor será retirarnos por el momento.

-Señor, si se retira lo más probable es que el general Nergal lo ejecute.

-Y si me quedó aquí seguramente los ponies nos mataran o capturaran a todos, y entonces lo más probable es que me ejecuten ellos. Contacte a los tenientes, nos veremos dentro de tres horas en el punto de reunión.

Rarity cayó al lodo, estaba mareada. Jamás había usado tanto su cuerno para otra cosa que no fuese confeccionar ropa o encontrar joyas. Trató de ponerse de nuevo en pie. White Thunder le ofreció una pezuña.

–No debería excederse Lady Rarity, no es sano abusar…

No terminó la frase y se arrojó sobre la unicornio. Rarity sintió un fuerte impacto y un horrible sonido la dejó sorda y desorientada. Sintió que el peso del comandante se levantaba de su cuerpo. Lo vio gritando furioso y señalando hacia el cielo, había pequeñas columnas de humo que salían de su armadura y de su cuerpo, tenía quemaduras en varias partes de este. El unicornio negro se volvió hacia ella y le habló, parecía muy preocupado.
Rarity gritó involuntariamente.

–No escucho nada, ¿Qué fue eso?

El comandante volvió a mover su boca pero Rarity solo escuchaba sonidos ahogados. Él la tomó de una pezuña y se la llevó corriendo. El cansancio de su cuerpo, la sordera y la desorientación hacían difícil que lo siguiera, pero estaba más sorprendida con el hecho de que el comandante hubiera recibido la mayor parte del impacto y pudiera seguir como si nada.

La sacó del campo de batalla y la acercó a un pony que llevaba un par de alforjas, habló algo con él, el otro pony se dirigió a ella y dijo algo. Rarity se señaló una oreja y sacudió la cabeza. El comandante dijo algo más y regresó corriendo al campo de batalla. Aun salía un poco de humo de sus quemaduras.

Los grifos empezaron a no devolver los ataques y se limitaron a esquivar. Eventualmente se esparcieron en todas las direcciones, algunos pegasos los persiguieron pero no lograron mucho antes de regresar. Después de tres horas los ponies ganaban su primera batalla en la guerra.
Mint Blast le sonrió a Applejack

–Parece que todo terminó.

Applejack le devolvió la sonrisa.

–Así parece compañero.

Con esta frase lo último que le quedaba de fuerza de voluntad le abandonó. Cayó sobre sus rodillas y empezó a llorar. Ni siquiera tenía idea de por qué lloraba. Abrió sus ojos y pasó la vista por el campo de batalla. Había cientos de cuerpos, la mayoría eran de grifos, pero podía ver a varios ponies. Los sanadores estaban en libertad de correr por todos lados buscando supervivientes. Ella seguía llorando, tratando de quitarse el lodo. Un lodo normal no le molestaría, pero lo que había humedecido la tierra no era agua, y ella había ayudado a derramarlo.

Los dirigibles aterrizaron y los unicornios empezaron a bajar. Twilight se acercó a la rampa de desembarque, Steady Step la detuvo

-No va a ser nada agradable lo que se encuentre afuera señorita, se lo puedo asegurar.

La unicornio purpura asintió lentamente.

-Lo sé pero no puedo pasarme toda la guerra escondida, tengo que encontrar a mis amigas.

Bajó la rampa, afortunadamente los dirigibles se habían posicionado en la zona en la que establecerían el campamento definitivo, lejos del campo de batalla. Pero aun así pudo ver el transporte de los heridos y de los cuerpos. Los ponies trataban con sumo cuidado y respeto a sus compañeros caídos, arrastraban como costales de basura a los grifos.

Durante un tiempo le fue imposible apartar la mirada de la escena. Finalmente decidió que el mejor lugar para empezar buscar a sus amigas seria en el dirigible de los sanadores. Ahí encontraría seguramente a Pinkie y Fluttershy. Esperaba no encontrarse con ninguna otra de sus amigas en ese lugar.
Al llegar descubrió que sus deseos no se cumplieron. Entre el caos se encontró a Rarity sentada en un rincón con una tela bañada en algún liquido aromático en la frente. Tenía una expresión distraída muy rara en ella.

-¡Rarity!, ¿estás bien?, ¿Qué te pasó?

Su amiga se le quedó viendo un rato, se señaló las orejas y gritó

–No puedo escucharte, pero no te preocupes, se me pasara.

-¿Has visto a Pinkie o a Fluttershy?

-¿Perdón?

-¿¡Has visto a Pinkie o Fluttershy!?

-¿¡Perdón!?

Los sanadores se les quedaron mirando con expresiones duras y ambas sonrieron apenadas. Zecora se acercó a ellas, provocando la alegría de Twilight.

-Tus amigas están cumpliendo con su deber, pero hay un asunto más importante que debes atender.

La llevó a un pequeño espacio en el dirigible. Twilight sintió un escalofrió, las diferentes partes de la armadura de Rainbow estaban esparcidas por el suelo. Zecora descorrió una cortina, Rainbow estaba sentada en un catre, llorando. No levantó la vista para ver quien había entrado. La mirada que mantenía clavada en el suelo estaba llena de miedo y vergüenza.

Zecora tomó una tetera y sirvió un poco de té en un pequeño vaso hecho a partir de una rama de bambú, se lo ofreció a Rainbow.

-Tómalo mientras está caliente, te ayudara a despejar tu mente. Ahora vuelve la vista hacia arriba, ha venido a visitarte una vieja amiga.

Rainbow le dio un sorbo al te y levantó la mirada. En cuanto vio a Twilight se arrojó hacia a ella y comenzó a llorar. Durante algunos minutos continuó así. Finalmente pudo hilar algunas palabras.

-No quiero, no quiero seguir con esto, no soy una asesina.

Twilight la abrazó y recargó su cabeza en la de ella.

-Lo sé Rainbow, pero las princesas nos pidieron ayuda. Sé que es difícil, pero por el bien de todos los ponies que dejamos atrás en Ponyville debemos esforzarnos.

La pegaso se separó un poco y sacudió la cabeza

-Hay otras formas de ayudar. No quiero herir a nadie.

-Lo sé, lo sé, ninguna de nosotras lo quiere. Si te hace sentir cómoda te buscaremos otra función. Pero te necesitamos aquí. Los elementos de la armonía deben de estar juntos.

-Somos elementos de la armonía, no de la guerra. No deberíamos estar aquí.

-Las princesas nos explicaron porque debemos estar en el frente. Recuerda que al principio no nos pidieron ayuda pero las circunstancias cambiaron. Toma la medicina de Zecora, descansa. Mañana estarás más calmada y podremos ver esta situación más tranquilamente.

Rainbow continúo sollozando por unos momentos antes de calmarse un poco y aceptar esperar un día o dos antes de tomar alguna decisión.

Eventualmente Applejack apareció también, causando preocupación entre sus amigas, pero rápidamente su herida fue tratada sin ninguna dificultad. Decidió no comentar nada de su colapso al finalizar la batalla para no preocupar a sus amigas. Ella y Rarity se unieron a Twilight para hacerle compañía a Rainbow, Pinkie y Fluttershy seguían ocupadas y solo podían permitirse distraerse unos segundos.

Aparecieron soldados llevando grifos prisioneros heridos, pero no a todos, solo los más graves y que tenían alguna esperanza de sobrevivir. Los sanadores recibieron instrucciones de hacer solo lo necesario para que sobrevivieran lo suficiente para ser interrogados.

Un mensajero se acercó a las ponies y realizó un saludo.

–Los comandantes solicitan la presencia de las caballeros de la orden de la corona solar para la junta que mantendrán con los capitanes.

Llegaron a una carpa enorme, muchas más estaban siendo montadas, a lo lejos podían ver enormes hogueras de las cuales no tenían la mas mínima idea del por qué.

Al entrar ambos comandantes y los capitanes de cada unidad las saludaron. Dreamycloud se acercó a Applejack y le habló en voz baja.

-¿Cómo estás?, oí de lo que pasó al terminar la batalla, no te preocupes es normal después de tu primera vez en este tipo de cosas.

-Todo está bien señora, no hay nada de qué preocuparse, mi compañero unicornio fue muy amable en ayudarme.
Northern Wind miraba fijamente a Rainbow, estaba a punto de hacer un comentario cuando notó la mirada perdida de esta. Decidió que habría un mejor momento para decirle lo que pensaba.

White Thunder fue el primero en hablar.

-Bien, tenemos muchas cosas que hacer aquí, el primer punto a tratar es la modificación a los planes que teníamos. De acuerdo a nuestro plan anterior deberíamos haber llegado a la frontera para establecer un puesto de avanzada hace aproximadamente una hora. Los exploradores nos han informado que los grifos sabotearon las vías del tren. Los ponies de tierra tendrán que seguirnos a pezuña. Esto nos haría llegar a nuestro destino mañana al medio día si estamos en condiciones de partir a las cero seiscientas. Los dirigibles de la guardia nocturna sufrieron pocos daños, tengo entendido que el de los sanadores está en perfectas condiciones. ¿En qué estado se encuentran los de la guardia diurna?
Steady Step se levantó de su asiento

–La nave insignia presenta daños medios, los otros recibieron daños entre medios y ligeros. Se encuentran en posibilidades de partir aunque no en muy buenas para entablar batalla. Si esperamos para realizar reparaciones empezando desde las cero quinientas retrasaría nuestra partida mínimo dos horas.
Northern Wind continúo.

–No estamos seguros que nos espera más adelante. Los exploradores no han podido encontrar nada pero existe la posibilidad de que mas grupos de grifos nos estén esperando. Se realizaran las reparaciones. Adicionalmente eso ayudara a la unidad de sanadores. Por cierto, ¿Dónde está la cebra?
Fluttershy levantó tímidamente la pezuña

–Di… dijo que no podía venir, lo siento. Tenemos pacientes graves que necesitan que se quede con ellos, pero me pidió que leyera esto
Sacó nerviosamente un pequeño papel que procedió a leer.

–Te… tenemos quince unicornios de ambas guardias graves, treintaicinco con heridas medias. Treinta pegasos de ambas guardias con heridas graves hmmm, solo seis con heridas medias. Cincuenta ponies de tierra con heridas graves y ochenta con heridas leves… ¿estuvo bien?, ¿me equivoque en algo?
White Thunder asintió con su cabeza

–Fue un buen informe Lady Fluttershy, muchas gracias. Necesitamos un reporte de las bajas, cada capitán se encargara de eso. El campamento debe estar totalmente montado y las guardias organizadas a mas tardar veinte minutos después de que se termine esta reunión. Sir Twilight Sparkle, recuperamos armaduras de los grifos, deberá entregar lo mas ponto posible un reporte a la comandante Northern Wind y a mi donde detalle las propiedades mágicas de estas y que podríamos esperar en un futuro ¿Algo más?

Ninguno de los asistentes dijo nada. Northern Wind asintió y tomó la palabra.

–Ahora tenemos un tema extremadamente delicado a tratar. Esos grifos nos estaban esperando. De alguna manera se enteraron de nuestra ruta. No es una ruta muy transitada y excepto por las vías del tren no hay caminos. Hay un espía, o más probablemente un traidor, en Canterlot.

Los capitanes empezaron a discutir entre ellos. Todas las ponies se sintieron impactadas por la noticia, excepto Twilight que ya había oído la conversación entre la comandante y el viejo capitán. Rainbow fue la más afectada de todas. Northern Wind levantó la pezuña para pedir silencio.

-El comandante y yo hemos decidido enviar un mensaje directamente a las princesas mediante mi mensajero personal. En este mensaje les informaremos de esta situación y les comunicaremos que ignoraremos cualquier orden no venga firmada por ellas. ¿Estamos de acuerdo?

Todos los ponies aceptaron. Northern Wind hizo una señal para que entrara su mensajero. Twilight y sus amigas se quedaron boquiabiertas. El mensajero era una pegaso gris, de crin amarilla y ojos desviados.

Derpy las miró y las saludo efusivamente. Usaba una armadura blanca con dorado que indicaba que tenía algún grado. Se acercó a la comandante, realizó un saludo y extendió su pata para recibir el mensaje.

Pinkie fue la primera en hablar

-¿Derpy?, pero… pero… pero… ¡Ella es la cartera de Ponyville! ¿Realmente está en el ejército?, ¡esto es increíble!, ¡deberíamos festejar!

Derpy asintió energéticamente, con lo que su casco se le resbaló y le cubrió los ojos. Northern Wind miró con severidad a las ponies, sabiendo leer la incredulidad en sus rostros

–La teniente Hooves tiene un historial impecable ¿o acaso alguna vez han tenido problemas con el correo en su pueblo?, no tolerare que se dude de su capacidad en mi presencia.

Derpy abrazó a la comandante. Que de inmediato se sonrojó y la apartó mientras susurraba

–Ya te he dicho que en situaciones oficiales no hagas eso.

La mensajera se plantó en frente de la comandante con el mensaje en su boca. Realizó un saludo militar, pero se golpeó el casco que salió rodando fuera del lugar de la reunión y la obligó a correr detrás de él.

El silencio duró unos segundos mientras Pinkie realizaba grandes esfuerzos para contener la risa. White Thunder tosió

–Muy bien, la mayoría tenemos trabajo que hacer, los que no les sugiero que descansen, lo necesitaran.

Todos los oficiales se retiraron. Pinkie Y Fluttershy regresaron a atender a los heridos. Twilight partió de inmediato a analizar las armaduras. Rarity se dirigió a su dirigible acompañada por Applejack. Rainbow decidió dar una pequeña caminata.

Eventualmente se encontró con un pequeño grupo de arboles que no se había visto afectado por la batalla. Logró distinguir a Derpy, sentada cómodamente sobre una piedra mientras comía un muffin. También vio a la comandante que se acercaba lentamente. Llena de curiosidad se aproximo al lugar tratando de hacer el menor ruido posible. La comandante se sentó a un lado de la mensajera y se quitó el casco

-Te he dicho antes que no hagas ese tipo de cosas mientras estamos de servicio.

-Lo siento, pero me llena de emoción que me defiendas.

-¿Qué hay de Dinky? ¿Está bien?

-Antes de partir me asegure que estuviera en un tren a Trotingham, es un pueblo pequeño y no tiene importancia estratégica, los grifos no lo atacaran.

-Excelente idea, deberías de ayudar en la estrategia, siempre has sido buena.

-No me gusta, volar y llevar mensajes es mas lo mío, ya sabes.

-De acuerdo, será mejor que partas ya, ten mucho cuidado, el caminó es peligroso. ¿Podrás hacerlo?

Derpy se acercó a Northern Wind y le dedicó un cariñoso gesto en la cabeza, lo cual despeino por completo su crin siempre perfecta.

-No digas eso, ¿acaso alguna vez te he decepcionado, hermanita?

Rainbow apenas pudo contener su gesto de sorpresa. La comandante se acomodó su crin y regresó al campamento. Derpy se quedó unos momentos sin moverse. Se colocó su casco, caminó hacia los arbustos donde Rainbow se escondía, los movió y sonrió a la sorprendida pegaso. Antes de que esta pudiera decir algo Derpy se llevo la pezuña a su armadura y sacó una carta, que le entrego a Rainbow.

-Te la hubiera dado antes, pero te fuiste al castillo y yo fui llamada al servicio, lo siento.

Después de esto sonrió de nuevo, se dio media vuelta y se elevó con una trayectoria errática.
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