Tenemos capítulo nuevo. Sé que no son horas para subir nada, pero me encanta subir un capítulo tras darle vueltas desde que termino de escribirlo, para ponerme así con el siguiente.
Éste, es posiblemente el capítulo más largo que haya escrito hasta la fecha, pero ha sido tanto el sentimiento que he querido introducir, centrándome en Shine Comet, que acortarlo, me parecía un crimen.
Aquí, os dejo el Capítulo:
Os echo de menos
Estaba emocionado y nervioso por aquello, un gran oportunidad para mostrar mi talento, pues las mismísimas princesas me habían convocado para un encargo especial para la fiesta del hogar. Para ello, había viajado a Canterlot, llevando conmigo a mis hermanas para que pudiera. Conocer la capital mientras yo trabajaba elaborando varios bocetos para el encargo. Además, tenía que preparar un regalo para Pinkie Pie, pues era la que me había tocado en la ronda del "amigo invisible", juego que había elaborado ella misma.
Sin embargo, durante esos días, Shine parecía estar muy triste, y cabizbaja, y, sinceramente, empezaba a preocuparme por ella. Cuando intentaba preguntarle, ella me evadía respondiéndome con un: "No pasa nada, hermano", pero sabía en el fondo que no era verdad.
Los días, se fueron sucediendo, y estábamos ya cerca de la festividad del hogar, hoy, era el día en que mis amigos vendrían a hospedarse en el castillo de Canterlot con nosotros, deseaba volver a verlos, especialmente a Applejack; a quien no podía sacar de mis pensamientos, pues, antes de irme a Canterlot con mis hermanas, creí haberla visto más radiante y hermosa que de costumbre.
-Loud, ¿cuándo llegarán los demás? -me preguntó Greeny.
Me dirigí a ella, respondiéndole usando el lenguaje de signos: "No deben de tardar"
-Hermano, por ahí vienen. -decía Shine señalando por la ventana.
Me asomé junto a Greeny y Shine, era cierto, por ahí se acercaban mis amigos Dust, Ruby y Brave Heart, pero también, Applejack, con las demás.
Contento, monté a mis hermanas en mi grupa, y fui corriendo a la entrada. En cuanto salí, pude ver la sonrisa de todos en su rostro.
- ¡Loud! -decían contentos mis amigos.
Me acerqué a ellos, y les di un buen abrazo, escuchando sus risillas mientras los estrechaba en mis cascos. Al rato, abrí los ojos, y pude ver a Applejack, quien me sonreía con una tierna y dulce mirada. Me separé de mis amigos, y me acerqué a Applejack, juntando mi frente con la suya, sonriéndole.
-Hola, Loud. -me decía en bajito.
- ¡Eh, parejita, cortaos un poco! -decía burlona Rainbow.
Tras saludarlos a todos, los acompañé a las habitaciones, los primeros en parar en la primera habitación, fueron Brave Heart y Ruby Sparks, luego, Rainbow y Dust escogieron otra de las habitaciones; Twilight, Rarity en otra, y Applejack y Fluttershy en la que se encontraba al lado de la mía y de mis hermanas.
Realmente, me hubiera gustado dormir con Applejack, pero había que guardar las formas. Aún así, en cuanto dejó su maleta, fue a mi habitación, podía ver el pequeño desastre que había sobre el escritorio y mi cama.
-Caramba, si que has estado ocupado. -me decía la anaranjada Pony.
Me giré para verla, y enseguida, Applejack pudo notar que algo me preocupaba.
-Cariño, ¿te pasa algo? -me preguntó.
Asentí, y usé mi pizarra para responderle: "Es Shine... Lleva unos días como... Apagada"
-Si quieres, puedo hacerme cargo de ella mientras trabajas. -dijo acariciando mi lomo un poco, quitándome el polvo.
No supe que decirle. Antes de poder responderle, uno de los guardias irrumpió en la habitación, buscándome.
-Señor Loud Off, las princesas solicitan su presencia en el salón de baile. -me decía.
Miré un momento a Applejack.
-Tranquilo, Loud, yo me encargaré de cuidar de Shine. -me decía.
Usé mi pizarra para preguntarle: "¿Segura?"
-Tranquilo... Confía en mí. -respondió, frotando su morro contra el mío.
Sonreí, y cogí la maleta en la que llevaba mis trabajos para el pedido. El guardia, me estuvo guiando hasta que llegamos al salón donde se celebraría la fiesta del hogar. Era un salón inmenso, con unas paredes y decoraciones, dignas de la realeza, el corazón, me latía como loco de la emoción y de los nervios. Miraba a todas direcciones, sin salir de mi asombro.
-Buenos días, Loud. -me decía una regia y familiar voz desde mi espalda.
Me giré a ver de quién se trataba, aunque el tono de su voz, ya creía saber quién era. Mentiría si dijera que, a pesar de haberlas visto en ocasiones, no me seguía causando una gran impresión el encontrarme directamente en presencia de la princesa Celestia que, en este caso, venía además, acompañada de su hermana, la princesa Luna. Sin pensarlo mucho, me postré ante ellas en una reverencia inmediata.
-Tranquilo, Loud Off. -me decía la majestuosa princesa Luna. -Aquí eres un invitado, no un súbdito.
Impresionado, me levanté despacio, y usando mi pizarra, les "hablé": "Me halaga que me hayan convocado para una tarea tan honorífica como ésta".
-No tienes por que agradecerlo. -decía Luna mostrando su sonrisa radiante. - ¿Cómo no íbamos a solicitar tu talento para este encargo?
-Exactamente. -añadió su hermana, Celestia, haciéndome casi sonrojar por los cumplidos de las sendos alicornios. -Y, ¿tienes algo para enseñarnos?
Comenzamos a "hablar" sobre el pedido que me ordenaron, caminando por la inmensidad del majestuoso salón de baile. Mientras que yo tomaba las medidas necesarias para transformarlo luego, ellas echaban un ojo a mis obras finales, ideadas para el evento.
-Loud, ¿puedes acercarte, por favor? -decía La princesa Celestia.
Al oír que me llamaba, me acerqué casi de inmediato, atento a lo que me dijesen, y, bastante nervioso.
-Son buenos proyectos, Loud... Pero no sé... Hay algo que falta. -decía Celestia, mientras observaba cada papel.
Por un momento, sentí que el corazón se me caía al suelo.
-Un momento... -decía Luna observando un dibujo en especial.
Usando su magia, lo tomó y lo observó con su hermana.
-Esto... Esto es justo lo que buscaba. -decía Celestia, observándolo.
Me asomé para ver de cual de mis trabajos se refería, y me sorprendió enormemente a ver aquel dibujo. Mentiría si dijese, que no estaba sorprendido.
-Este trabajo es perfecto para la celebración. -continuaba Luna.
Intenté usar el lenguaje de signos para excusarme, diciendo: "Pero... Princesas, ese trabajo... Eh... Lo siento, no es del proyecto, es más bien... Algo personal... Está ahí por error..."
-Sin excusas. -me interrumpía Celestia. -Entiendo que sea un trabajo muy importante y personal, pero espero que entiendas, que es justo lo que necesitamos para esta festividad, este trabajo... Está lleno de sentimientos que estimulan estas fechas, y me gustaría compartirlo con todos.
Celestia, sonrió dulcemente, al volver a verlo.
- ¿Qué nos dices, Loud? ¿Nos concederás ese placer a todos?
La calma, me invadió de golpe, no podía negarme a ese deseo tan sincero, simplemente, me era imposible. No me quedó más opción, que decir que si, asintiendo con la cabeza un par de veces.
-Muchas gracias, Loud. -me agradecía Celestia.
Mientras tanto, en los jardines de palacio, Fluttershy jugaba un poco con la pequeña Greeny, que, a su vez, jugaba con los animales que se le acercaban; y por otro lado, Shine estaba recostada sobre uno de los bancos del jardín, mirando triste al cielo.
- ¿Qué te pasa, preciosa? -le preguntó Applejack.
Shine, rápidamente giró su cabeza hacia la anaranjada Pony, dando un suspiro prolongado.
-No me pasa nada, Applejack. -le respondía.
-¿Nada? -le dijo. -Conozco esa expresión, cielo, y eso no es nada.
Applejack, se acomodó a su lado, tumbándose cuidadosamente sobre el banco.
-Puedes contarme lo que sea, no se lo diré a nadie.
Tras un largo suspiro, Shine cedió.
-Applejack... Tengo miedo de olvidar a mis padres. -le respondió.
Esto, pilló por sorpresa a Applejack.
- ¿Por qué ibas a olvidarlos?
-Tenía sólo cuatro años cuando murieron, y Greeny tenía dos, pero ella es capaz de reconocer la figura de mamá, pero yo...
Shine, silenció un segundo.
-Les tengo envidia a los demás potros, ellos tienen a sus padres, y parecen felices...
-Pero cariño... Tienes a tu hermano y a tu hermana. -le dijo Applejack. -Y sabes que Loud, y ahora yo, estaremos para lo que sea.
-Lo sé... Pero siento como si no fuera lo mismo.
En eso, sujetó uno de los cascos de Applejack, y se lo pasó por encima, a modo de abrazo.
-Echo de menos el abrazo de mamá y papá...
Esto, enterneció a Applejack, pues no esperaba esto. Aún así, la abrazó fuertemente.
-Sé cómo te sientes...
Sin quererlo, Shine, no pudo evitar que una lágrima brotase de sus ojos y corriera por su mejilla.
A la tarde, y tras la reunión con las hermanas, me dirigí a la habitación, había sido un día largo, y necesitaba un buen descanso, pues mañana, sería la esperada festividad del hogar. Por el camino a la habitación, me topé con Applejack y Rarity.
- ¿Qué tal tu primera reunión con las princesas? -me preguntó Rarity.
Para responderles, usé mi pizarra para responderles: "Digamos que, ha sido un éxito".
- ¡Genial! -exclamaba Applejack.
-Ahora, sólo queda una cosa por hacer. -añadía Rarity. -Tenemos que prepararte algo elegante para mañana.
Me extrañé un poco, y más cuando Rarity me empujó, junto a Applejack a sus aposentos. Una vez ahí, me hizo subirme a un pequeño pedestal, y con su cinta métrica, comenzó a tomarme medidas.
-Bien, creo que un par de medidas más y podré tener listo para mañana por la tarde un conjunto para ti. -me decía Rarity.
No supe que decir, aún estaba bastante impresionado por la reacción de Rarity, quien parecía más entusiasmada por hacerme una buena vestimenta, que yo, por el pedido que desarrollé.
Me tomó un par de medidas en mis cascos y el cuello, finalizando con todo.
-Ya esta, puedes bajarte Loud. -me decía sonriendo.
Bajé con cuidado del pedestal, casi de inmediato, vi a Applejack con cara de preocupación. Así pues, le pregunté: "¿Ocurre algo?", usando el lenguaje de signos.
-Si... ¿Puedo hablar contigo a solas?
Asentí. Salimos de la habitación y me estuvo llevando al jardín, por un momento pensé que quería llevarme a ver a Shine, pero al llegar al jardín, no había nadie, lo cual me extrañó.
-Loud... Creo que sé por qué estaba rara Shine. -me dijo.
Al escuchar aquella declaración, me acerqué con interés.
- ¿Tu te acuerdas de tus padres? -me preguntó. -Quiero decir... ¿Recuerdas como eran?
Sinceramente, esa pregunta me pilló por sorpresa, pero asentí.
-Pues... Shine tiene miedo a olvidarlos.
El corazón se me paró un momento, dejando la boca abierta, al igual que mis ojos.
-Le prometí que no se lo diría a nadie, pero es muy grave.
Entonces, Applejack sujetó uno de mis cascos, y yo dirigí mi mirada a ella, que mantenía su cabeza baja.
-En cierto modo, la entiendo... Ay... Loud... No soporto verla así. -me decía con la voz tembloroso.
Intenté animarla, frotando su frente con la mía, pero en el fondo sabía, que ella no estaba bien, yo era mudo, no idiota.
Cuando se tranquilizó un poco, usé mi pizarra para decirle: "Gracias princesa. No te preocupes, yo intentaré hablar con ella, y animarla".
-Ay, Loud... No tienes remedio. -tras eso, me dio un beso en la mejilla. -Siempre quieres acarrear tu sólo con la situación.
Ante ello, solté una ligera sonrisa, mirando los ojos esmeraldas de Applejack.
El resto de la tarde, se fue sucediendo hasta que el sol se puso, y cuando la noche entró, mis hermanas dormían profundamente. Greeny parecía muy cansada tras jugar con Fluttershy, pero Shine... Ella parecía muy triste mientras dormía, era como si el corazón se me encogiera, normalmente ella era muy fuerte, muy segura de sí misma, y verla así, me destrozaba.
Tras arroparla, y darle un beso en su frente, me dirigí a mi escritorio, aún tenía algo por hacer. Durante alrededor de una hora, estuve abocetando y pasando líneas a limpio, pero en eso, oí unos pequeños pasos, me giré, y pude ver a Shine tras de mi, lo cual, me sorprendió.
-Loud... ¿Puedo dormir contigo esta noche? -me preguntó.
No me esperaba eso de ella, nunca se iba a dormir conmigo si no era con Greenkey también, pero no se lo negué, así pues, asentí.
La llevé a mi cama, guiándola, pues, aún estaba algo adormecida. Cuando consiguió meterse, me acomodé en la cama, y nos tapé con la manta, y cuando menos lo esperaba, sentí a Shine abrazándome con fuerza, la miré, y pude oírla decir en sueños...
-Papá...
Al oírla, se me partió el corazón, y no pude evitar, quedarme dormido abrazándola.
A la mañana siguiente, al despertarme, aún seguía mi hermana abrazada a mi. Intentaba levantarme, pero era complicado, así pues, la cogí en mi casco. Al rato, tocaron a la puerta; me acerqué a abrir, y pude ver a Twilight.
-Buenos días Loud. -me decía, perdiendo su mirada en la pequeña Shine. - ¿Eh llegado en mal momento?
Negué con la cabeza, y alcancé mi pizarra usando mi magia, entonces, le escribí: "Digamos... Que Shine no ha pasado una buena noche".
-Entiendo... ¿Quieres que cuide de ellas por hoy? Así podrías terminar de trabajar, y salir luego con Applejack.
Me preocupé un poco, pero accedí. En eso, Twilight usó su magia para coger a Shine, quien aún dormía, por sorpresa para ella, la joven potrilla la abrazó, musitando en bajo:
-Mamá…
Twilight, se sorprendió enormemente al oírla, y a mí, se me partió el alma al escucharla.
-Applejack me habló de esto... Espero que se anime pronto. -decía Twilight. -Vete a trabajar Loud, puedes estar tranquilo.
Asentí y recogí algunas cosas para irme a trabajar al salón de baile. Al poco tiempo, Shine empezó a despertarse, grande fue su sorpresa al verse entre los cascos de la princesa Twilight.
Nerviosa, intentó apartarse.
-Tranquila, pequeña. -le decía Twilight.
-Perdón... -se disculpaba Shine.
Twilight le sonrió, apoyándola sobre el suelo.
- ¿Dónde está mi hermano? -le preguntó.
-Acaba de irse a trabajar, le veremos esta noche durante la celebración. -le respondía.
-Oh...
-Vamos a despertar a tu hermana y a desayunar.
Tras despertar a Greeny, Twilight las llevó a desayunar en un balcón que daba a un nevado jardín, ahí, las pequeñas desayunaban como nunca, habían probado los manjares de la familia Apple, pero la cocina de palacio, no estaba mal.
-Decidme chicas, ¿queréis ir luego a dar una vuelta por Canterlot? -les preguntó Twilight.
- ¿No molestaremos? -preguntaba Greeny sujetando entre sus pequeños cascos unas tortitas.
-Para nada. Es más, me gustaría pasar un tiempo con vosotras. -les respondió.
Tras desayunar, la princesa Twilight acompañó a las afueras del palacio a las dos potrillas. Durante el paseo por Canterlot, Shine, veía con auto compasión a las familias de Ponys que pululaban por las calles, poniendo más una cara de pena. Twilight se percató de ello.
-Oye Shine, no estés triste. -le dijo. -Hoy es un día de celebración.
-Lo sé Twilight... -le respondió la blanca potrilla.
Tras un largo paseo, acabaron llegando a un enorme parque lleno de columpios y otras actividades. Greenkey, estaba entusiasmada, así que, fue corriendo para jugar con todo, y los demás potrillos, por otra parte, Twilight, acompañó a Shine a uno de los columpios, dónde la montó, y empezó a empujarla delicadamente.
- ¿Te lo pasas bien? -le preguntó la joven princesa.
-Si... -le respondió. - ¿Por qué haces esto, Twilight?
- ¿A qué te refieres?
-Cuidar de nosotras. -le respondió la pequeña Pony. -Podrías estar con las demás, y, sin embargo, estas aquí.
Twilight, bajó del columpio a Shine, y le dio un pequeño abrazo entre sus alas.
- ¿Y por qué no debería? -le respondió. -La verdad, es que las dos me recordáis un poco a la relación que tengo con mi hermano.
Shine, se encogió sobre su cuerpo.
-Tengo una idea, hagamos un muñeco de nieve.
Las tres, estuvieron jugando en la nieve hasta bien entrada la tarde, hora, en la que tuvieron que volver a palacio, para ir preparándose para la fiesta.
Todos nos aseábamos, las chicas se bañaban juntas, mientras que Dust, Spike, y yo, nos sentíamos tranquilos y relajados en la enorme bañera de nuestro baño, quitándome el olor a pinturas que traía encima, llevaba gran parte de la mañana trabajando en el cuadro para la fiesta.
-Oye, Applejack, ¿qué tal la tarde con Loud? -le preguntó Pinkie.
-Ha sido relajante, justo lo que necesitábamos. -respondía Applejack. -El pobre estaba hasta arriba de trabajo.
-He oído que durante la celebración, expondrán su obra al público. -decía Ruby. -Me pregunto ¿cómo será?
-Es Loud, parece que no lo conocieras. -continuaba Brave Heart.
-Por eso mismo lo digo.
-Seguro que será algo glamuroso. -decía Rarity peinando su crin.
Mientras, Applejack se frotaba la tripa, limpiándola con cuidado, algo que llamó la atención de Fluttershy.
- ¿Te duele el estómago?
- ¡Ah! ¡No, no, no es nada! -se excusaba Applejack.
Tras el aseo, me llevé a mis hermanas a la habitación, ahí, empecé a vestirlas para la fiesta. El vestido de Greenkey, era amarillo pastel, algo voluminoso, mostrando su larga y sedosa cola, con una elegante diadema, adornada con un lazo azul cerca de su oreja izquierda; y el vestido de Shine, era casi igual de voluminoso que el de Greenkey, de color celeste, haciendo juego con sus ojos de un azul intenso, y una gargantilla con una elegante piedra. Tras vestirlas a ellas, me empecé a poner el traje que Rarity confeccionó para mí; sinceramente, no me sentía muy cómodo en él.
-Hermano, sal ya, que todas deben de estar lista. -decía Greeny tocando el biombo.
Unos segundos después de que tocase el biombo, salí de detrás de él, aquel traje, me llegaba hasta la grupa, sin tapar mi Cutie Mark, las mangas, llegaban hasta por encima de mis cascos, y llevaba una elegante corbata morada junto a una camisa blanca.
-Vaya, hermano... Que elegante. -decía Shine al verme.
Al decirme eso, me sacudí un poco la manga, no me sentía muy cómodo con el traje, no era yo mismo.
-Vamos, que nos esperan. -decía Greeny tirando de mi casco.
Antes de salir, me aseguré de recoger el regalo para el "amigo invisible". Al salir de la habitación, pude verlos a todos, las chicas, estaban elegantísimas, y mis amigos, igual; Dust, llevaba un traje similar al mío, pero preparado para sus alas.
- ¿Tu tampoco estas cómodo, verdad? -me preguntó.
Asentí.
-Pero ambos estáis elegantes. -irrumpía Rarity, pasando sus cascos sobre nosotros.
-Y estas pequeñas potrillas también lo están. -decía Fluttershy mirando a Shine y a Greeny.
Las dos, se pusieron coloradas, en el caso de Greeny, se aferraba sonriendo a Mopi, mientras que Shine, pateaba un poco el suelo.
-La fiesta debe de estar a punto de empezar. -decía Ruby. - ¿Vamos ya?
Todos asentimos para ir a la fiesta. Dust y yo, andábamos juntos, pero al poco, Applejack se me pegó a mi izquierda, y Rainbow a la derecha de Dust.
-No pensareis que os vamos a dejar solitos, ¿verdad? -decía Rainbow.
-Dos sementales como vosotros no podéis ir solos a este tipo de fiestas. -decía Applejack frotando su cabeza en mi cuello.
Le regalé una sonrisa a mi querida Applejack.
-Bueno, no podemos ignorar una petición como esta. -decía Dust. -Vamos pues.
Por el camino, usé mi pizarra para preguntarle a Applejack: "¿Desde cuándo están estos tan unidos?"
-No lo sé. -me respondió. -Pero parece que hacen buena pareja.
Al llegar a la sala, los guardias nos abrieron. La primera en entrar, disparada, fue Pinkie Pie, quién se lanzó contra los dulces del catering. Seguidamente, entramos los demás, Rarity, con porte elegante, para mostrar su vestido al público, acompañada por Ruby y Brave Heart como séquito; la siguiente fue Twilight, quien casi de inmediato, empezó a ser agasajada por los demás Pony. Dust y Rainbow, fueron los siguientes, sonriendo. Fluttershy, entró con mis hermanas, enterneciendo a todos los invitados, como si fueran ellas la familia. Y los últimos, fuimos Applejack y yo, el corazón, me latía con fuerza, era la primera vez que me encontraba en un evento como éste.
Applejack, me ayudaba a tranquilizarme.
-Tranquilo, Loud... Todo saldrá bien.
Como ya era la costumbre, eso me bastaba para tranquilizarme. Applejack y yo, acabamos entrando, pero, algunos invitados se me acercaron, interesados por la obra que había trabajado.
Por otra parte, Shine, estaba algo nerviosa entre tanta gente.
- ¿Estás bien, Shine? -le preguntó Fluttershy.
-No... -le respondía.
- ¿Quieres salir un momento al balcón?
Shine, asintió ante la pregunta de la pegaso amarilla. Así pues, Fluttershy las llevó al balcón, que daba una vista impresionante de Canterlot, iluminado por la hermosa y blanquecina luz de la luna. Shine, se asomó por el balcón, respirando entrecortadamente.
- ¿Shine? -decía preocupada Fluttershy.
La pequeña, no respondió durante un tiempo, hasta que finalmente, musitó:
-Mamá... Papá... Os echo de menos...
Shine, intentaba recordar con todo su corazón, todas las fiestas que pudo pasar con sus padres, pero simplemente, no recordaba su aspecto, y eso, la aterraba. Su pequeño cuerno, empezó a brillar, rodeándose de un aura amarillenta. De éste, empezó a querer materializar dos formas incompletas, la pequeña unicornio, deseaba recordar a sus padres, pero las formas, no parecían ser sus padres. Éste acto, asustó un poco a Fluttershy, quien protegía a Greeny bajo su ala, pero la pequeña Pony turquesa, se deslizó bajo ésta, y corrió al interior.
El hechizo de Shine, no se pudo completar, pero produjo una pequeña explosión mágica, que la empujó contra Fluttershy, pero ella, la sujetó.
- ¡Shine, ¿estás bien?! -le preguntó.
Shine, gimoteó, derramando lágrimas.
-Oh... Cielo...
Greenkey, estuvo corriendo entre los invitados, tratando de dar conmigo, pero apenas podía meterse entre los otros Ponys.
- ¡Loud, Loud! -gritaba, intentando dar conmigo.
Me percaté del grito de Greeny, y me acerqué a ella, apartándola del resto de invitados.
- ¡Loud!
Usando el lenguaje de signos, le pregunté: "¿Qué ocurre?"
- ¡Es Shine, no está bien, ha intentando usar su magia para crear Ponys! -me decía.
- ¡Loud, tienes que ir a hablar con tu hermana! -decía Applejack.
Estaba preocupado, realmente, la magia de materialización era bastante poderosa, pero, ¿crear vida a partir de ella? Era algo que nuestro abuelo nos había prohibido.
-Creo que puedo prestaros mi ayuda. -decía la voz de la princesa Celestia, acercándose a nosotros.
Los invitados, se separaron, al ver que se aproximaba a nosotros.
-He escuchado lo que estabais diciendo. -nos decía. -Loud, ciertamente necesitas hablar con tu hermana con tus propias palabras, pero no tengo poder para darte voz... Pero... Puedo hacer esto por ti... En agradecimiento...
El cuerno de la regia princesa, comenzó a brillar, aproximándose al mío, cubriéndome con una cegadora y cálida luz.
Mientras, en el balcón, Shine, no dejaba de llorar, cubriendo su cara con sus cascos, gimoteando y derramando lágrimas.
-Shine... ¿Qué has hecho? -le preguntaba Fluttershy.
-Que... Quería recordar a papá y a mamá... -decía Shine con voz temblorosa. -Pe... Pero no me acuerdo como eran... ¡Tengo miedo, Fluttershy! ¡Quiero volver a ver a mis padres!
-"Shine..." -le llamaba una voz suave, madura, y desconocida para la joven potranca.
Shine, alzó la vista, intentando buscar esa voz que le resonaba en la cabeza, igual que a Fluttershy.
-"Aquí, Shine Comet..." -volvía a decirles la voz.
Las dos Ponys, se giraron a la entrada del balcón, ahí, pudieron verme, acompañado por los demás. Shine, pudo ver, que mi cuerno era cubierto por una extraña aura dorada.
-"He venido a hablar contigo". -le decía.
- ¿Hermano? ¿Cómo has...? -decía atónita la pequeña Shine.
-"Es un regalo temporal de la princesa Celestia". -le respondí. -"Sólo los más cercanos a mi pueden escucharme".
Al decir eso, dirigí mi mirada a mis amigos. Shine, se pudo dar cuenta de que, cada vez que oía mi "voz" en su mente, mi cuerno parpadeaba.
-"Shine, ¿qué te pasa? Normalmente eres más sensata, no se te habría ocurrida jamás desobedecer al abuelo, no podemos crear vida con la magia de materialización". -le explicaba.
Shine, empezó a derramar sus lágrimas sin control, mostrándose cabizbaja.
-Lo sé... -respondía entre sollozos. -Pe... Pero... Echo de menos a papá y a mamá... Tengo miedo de olvidarlos... ¡Necesito verlos de nuevo!
Shine, no podía aguantar más el llanto, derramando lágrimas desconsoladamente. Así pues, me acerqué a ella junto con Greeny, abrazando a Shine.
-"Creo... Que ya es hora de que os cuente una historia, a las dos". -les dije. -"La historia de vuestros nombres, por qué papá y mamá os dieron esos nombres".
Las dos, me miraron expectantes.
-"Shine, unas semanas antes de que nacieras, mamá cayó enferma, con una fiebre muy alta, los médicos, le contaron que era posible que no sobrevivieras".
Esa noticia, mantuvo a Shine atenta, abriendo mucho sus ojos.
-"Pero ella no se rindió, quiso demostrar que eso no iba a pasar, que daría a luz a una hermosa y fuerte potrilla, que le curaría con sólo verla"
Todos, escuchaban atentos esta historia, la historia de una madre fuerte y que amaba a sus hijos, aún sin que estos nacieran.
-"El día en que ibas a nacer, papá estaba a mi lado, esperando a que nos dejasen ver a mamá". -le seguía explicando a Shine. -"Cuando por fin naciste, pudimos entrar a veros a las dos, tenías que haberte visto, eras tan chiquitina que cabías en mi casco, tu pelaje brillaba con intensidad, naciste sana pese a las predicciones de los médicos".
Shine, se me acercaba despacio, atenta a lo que mi "voz" le decía.
-"Mamá estaba orgullosa de ti, con sólo unos minutos, habías demostrado ser dura, por esa razón, y como esa noche, un cometa cruzaba el cielo nocturno, decidió llamarte Shine Comet, por que fuiste el brillo que sanó a mamá, y por honor al cometa que te vio nacer".
Shine, estaba impresionada, y llena de alegría, pero su rostro, estaba empapado en lágrimas, algunos de nuestros amigos, tampoco podían aguantarse las lágrimas, pero aún quedaba otra historia. Dirigí mi mirada a Greeny, para contársela.
-"En tu caso Greeny, tu naciste muy sana en un día muy especial, eras un poco más grande que cuando nació Shine". -le comencé a explicar. -"Quién te dio tu nombre, fue papá".
Greenkey, escuchó atenta, mirándome.
-"Nada más verte, me decía que había entrado un tercer ángel en su vida". -le decía. -"Te quería con locura, el decía: que eras la llave de su corazón, en donde nos reunía a todos, que lo único que deseaba al verte, era que sonrieras de corazón junto a nosotros, tus hermanos".
Me empezaban a brotar las lágrimas recordándoles, pero tenía que seguir.
-"Papá, deseaba de corazón veros crecer a las dos, y mamá, decía a todas horas, que os convertiríais en unas hermosas Ponys cuando crecierais, decidme, ¿creéis que los deseos de papá y mamá se han cumplido?" -les pregunté a mis hermanas.
Ambas, se miraron, las lágrimas corrían sin control, pero se cogieron cada una del casco de la otra, y se obsequiaron entre ellas una sonrisa. Al poco, dirigieron sus miradas hacia mí.
- ¡Si, hermano! -dijeron al unísono.
De golpe, y mientras mi cuerno perdía aquel fulgor prestado por la princesa Celestia, ambas se abrazaron a mí.
-Gracias, Loud... -me decía Shine.
-Una historia tierna y emotiva. -decía Ruby. -No esperaba esto.
-Unos padres maravillosos. -añadió Twilight.
-Loud... -decía Applejack acercándose a nosotros.
Al verla, mostrándose nerviosa, solté un momento a mis hermanas, y me puse frente a ella.
-Quería decirte esto durante el reparto de regalos, pero... Me he emocionado al escuchar la historia de tus padres que... No puedo esperar.
Applejack, sujetó mi casco ante la mirada de todos, y puso sobre él, el papel del amigo invisible, en el cual, llevaba mi nombre.
No entendía hacia donde quería ir a parar Applejack, pero, era como si hubiera reunido mucho valor. Entonces, se empezó a frotar la tripa ante todos, poniéndose colorada, y mostrando una sonrisa tímida.
-Loud... -me decía con la voz temblorosa y un gran sonrisa. -Vamos a ser padres.
El corazón me dio un vuelco, y la boca se me quedó abierta de la impresión, pero de inmediato, se me dibujó una enorme sonrisa con la boca aún abierta, y los ojos abiertos. Todos los demás, no escapaban de su asombro, nos miraban con gran interés. Con el lenguaje de signos, le dije: "¿De verdad?"
Applejack, asintió.
-Si... ¡Papá! -me dijo burlona.
Sin salir de mi euforia, sujeté a Applejack de sus patas, y le di un par de vueltas a mi alrededor, lanzándola un poco al aire para recogerla con un abrazo.
- ¡Loud, tranquilo! -decía feliz Applejack por mi reacción.
La bajé con delicadeza al suelo, y sin soltarla del abrazo, la besé. La sorprendida Pony anaranjada, correspondía con vergüenza el beso, bajo la mirada de todos. Tras separar nuestros labios, los demás se acercaron.
- ¡Felicidades, chicos! -decía Rainbow.
- ¡Dentro de poco habrá un nuevo potrillo en la ciudad! -gritaba Pinkie Pie.
- ¡Felicidades, campeón! -me decía Dust, frotándome la cabeza con el casco.
- ¡Así se hace! -seguía Brave Heart.
-Seguro que serás un buen padre. -terminaba Ruby.
Me acerqué a mis hermanas, y les dije con el lenguaje de signos: "Y vosotras, seréis sus tías".
- ¿Tías? -decía impresionada Greeny.
En eso, los guardias me llamaron.
-Señor Loud Off, es la hora. -me decía uno de ellos.
Asentí, e hice un gesto a mis hermanas, este trabajo, tenían que verlo las dos.
Atravesé el salón guiado por los guardias hacia el telar que tapaba mi obra, junto a las hermanas alicornio.
- ¿Has podido solucionarlo, Loud? -me preguntó Celestia con una sonrisa.
Asentí.
-Bien, ponte en tu lugar, por favor.
Me coloqué cerca del cordón que permitía desvelar la obra. Tras sentarme, Celestia, habló ante todos.
-Ésta obra, la hemos escogido entre todas las que, nuestro querido invitado, Loud Off, nos ha presentado. -decía la princesa, señalándome con su mirada. -Es una obra, que invita a que nos invada el espíritu de estas fechas, llena de cariño, amor, y sentimiento. Mi hermana, la princesa Luna, será la intérprete de nuestro invitado.
En eso, Celestia me hizo una señal para que la destapasé. Usando mi magia, tiré del cordón, destapando mi obra. Shine, y Greenkey, se impresionaron, pues aquel cuadro, era una ilustración de nuestra familia años atrás: nosotros más jóvenes, mostrando a nuestros padres, por un lado, nuestra madre, una hermosa unicornio negra, de crines plateadas e intensos ojos amarillos, en sus cascos, sostenía a Greenkey cuando tenía sólo un año, y a sus pezuñas, jugaba una pequeña Shine Comet de tres años; y por el otro, nuestro padre, que era un gran unicornio gris perla con las crines beige, jugando conmigo cuando tenía diecisiete años, con unos juegos de construcción.
Los invitados, la miraban, pero no lo entendían bien. Me senté en el suelo, preparado para "hablar" con el lenguaje de signos. Luna, se aclaró la voz, y empezó a traducirme.
-"Ésta obra, no estaba destinada a estar expuesta en un principio". -me traducía Luna. -"Ésta obra, iba, y sigue siendo, dirigida a mis pequeñas hermanas, para hacerles recordar a mis difuntos padres, mi madre, Opal Night, y mi padre, Star Light, los dos, fueron unos Ponys importantes en mi vida hasta hace mucho. Ellos nos amaban con todo su ser, nos cuidaban mucho, y gracias a ellos, hoy estoy aquí presente ante todos ustedes, ante mis amigos, ante mis hermanas..."
Dirigí mi mirada a Applejack, sonriéndole con dulzura.
-"...Y ante mi nueva familia".
Luego, miré al cuadro, sin dejar de usar el lenguaje.
-"Siempre pienso en ellos, en los buenos y malos momentos, y ello, me da fuerzas para seguir adelante" -continuó traduciéndome Luna. -"Sólo puedo decir, que, para mi, esto es la perfecta representación de la fiesta del hogar, y quiero compartirlo con todos vosotros. Muchas gracias por su atención".
Por un momento, el silencio invadió la sala, pero los aplausos, empezaron a hacerse notar, invadiendo al silencio. Me levanté, acercándome a mi familia y amigos, pero no anduve mucho, ya que mis hermanas corrieron hacia mí, abrazándome con fuerza.
-Muchas gracias, Loud... Necesitaba esto. -me decía Shine.
-Muchas gracias, hermanito... -continuaba Greeny.
En eso, Applejack se nos acercó, y le hice una seña para que se uniera al abrazo. Ella, abrazó a mis hermanas, cubriéndolas entre nuestros cuerpos, como harían unos padres con sus hijos. Esto, llenó de felicidad el cohibido corazón de Shine, que, tras muchos años, volvía a estar feliz.
Tras la exposición de la obra, nos fuimos al balcón, ahí, empezamos a repartirnos los regalos del amigo invisible, Applejack, ya me había dado el mío, así que continué yo.
Me acerqué a Pinkie Pie, y le di su regalo, lo abrió con entusiasmo, y pudo ver una ilustración de ella, con un enorme pastel de chocolate.
- ¡Es genial Loud, gracias! -decía abrazándose a la ilustración.
Los demás, empezaron a repartirse los regalos, en uno de ellos, la casualidad fue que Dust y Rainbow tenían que regalarse el uno al otro. El regalo de Dust a Rainbow, fue una foto autografiada de Daring Doo, mientras que el regalo de Rainbow a Dust, fueron unas gafas de piloto nuevas; ambos parecían felices por sus regalos, y los demás también.
La última en recibir su regalo, fue Applejack, por parte de Rarity, un elegante collar en forma de manzana, que se abría, mostrando una foto de todos juntos en Ponyville.
Tras la fiesta del amigo invisible, Twilight se le acercó a Shine.
-Shine... -le llamaba.
Shine, prestó atención a la joven princesa.
-Veo que necesitas mejorar en tu magia, es poderosa, pero inestable. -le decía. - ¿Te gustaría que fuera tu mentora?
Shine, no supo que decir por unos instantes, era algo que no esperaba, ¿mejorar su magia? Ello podría ayudarla a sentirse mejor consigo misma.
- ¡Claro, Twilight!
El resto de la noche, se fue sucediendo, y ya era la hora de dormir de mis pequeñas hermanas. Con la ayuda de Applejack, las llevamos a la habitación, por primera vez desde que nos fuimos a Canterlot, pude ver en la cara de Shine una sonrisa angelical cubriendo su infantil rostro.
-Hay que ver... Siempre consigues enternecernos a todos, Loud. -me decía Applejack tras arropar a Greeny.
Me acerqué a ella, aún feliz por la noticia, la simple idea de ser padre, y más con ella, me había alegrado la noche. No pude aguantarlo más, y le dije con mi pizarra: "Quédate esta noche a mi lado, por favor". Esto, enrojeció a la joven Pony.
- ¿Estás seguro? -me preguntó.
Asentí ante su pregunta, añadiéndole: "Quiero tener a mi princesa y a nuestro hijo cerca esta noche".
-Tonto... -me respondió.
Applejack, y yo, nos acostamos en mi cama, abrazándola desde su lomo, acariciándole la anaranjada tripa, sintiendo que había ganado algo contorno.
-Buenas noches... Papi Loud... -me decía a punto de quedarse dormida.
Mientras aún acariciaba su estómago con mi casco, y tras oírla decir aquello, di un beso en la nuca de Applejack, sobre su espesa y suave crin dorada. En mi mente, sólo podía pensar, en lo afortunado que era ahora, mis hermanas, eran cada día más felices, tenía a Applejack junto a mí, y dentro de poco, traeríamos una nueva vida a este mundo, y como el nacimiento de Shine, nos iluminaría con su presencia.