Tras un tiempo comiéndome la cabeza sobre como continuar el capítulo, doy gracias a Dios, y a Celestia de que por fin he podido terminarlo. Ésta es la primera parte de una batalla cuyo desenlace... terminará pronto. Espero que la disfrutéis
Rain Hope VS Shadow Gates. 1º parte: El legado de NeferisEsa misma mañana, los cuatro equipos que quedábamos nos dirigíamos hacia el coliseo. El corazón me latía con fuerza, mientras la frente me sudaba a causa de los nervios, pues nuestros siguientes contendientes serían esos desalmados de Shadow Gates.
Una vez dentro del coliseo, las cuatro princesas hicieron acto de presencia, esta vez, Discord les acompañaba en el palco, por si fuera necesaria su intervención.
-Discord... -le decía Celestia. -Confío en que estarás dispuesto a ayudarnos si la situación lo requiere, ¿verdad?
-No lo dudes, Celestia... -le respondió. -Permíteme recordarte que ya no soy el mismo que fui en el pasado.
Celestia esbozó una tímida sonrisa mientras su crin ondeaba al viento, tapando uno de sus ojos.
-Me complace saberlo.
Tras compartir aquellas palabras con Discord, Celestia se aproximó junto su hermana al borde del palco, extendiendo ambas sus alas ante el público.
- ¡Queridos súbditos! -exclamaba Celestia. - ¡Hoy es el segundo día de la ronda de combates!
El público alababa las palabras de Celestia, y algunos otros, alababan la presencia de su hermana, seguramente, devotos de Luna.
- ¡Quedan sólo cuatro equipos de los cien que iniciaron el torneo de Los Tres Equinos! -continuaba Luna. - ¡Rain Hope, Power Fillies, Rune Stone, y Shadow Gates!
-Ayer, estos equipos nos deleitaron con unos combates espectaculares y únicos que no volverán a verse hasta dentro de cien años. -seguía Celestia. -Como ya sabéis, el premio se trata del orbe de los deseos, un deseo exento de las condiciones de la magia que se cumplirá pase lo que pase, espero que los participantes muestren sus verdaderas intenciones en el torneo como ya fuera ayer con el combate entre Humunclus y Rain Hope.
Los Ponys del público, empezaron a lanzar vítores al escuchar el nombre de nuestro equipo, la euforia se palpaba en el ambiente, realmente nos tenían en alta estima.
Twilight, se acercó al borde del palco y, extendiendo sus alas, hizo uso de su magia para hacer visible la tabla de emparejamientos.
-El primer combate del día será entre dos equipos revelación, por un lado Rain Hope, y por el otro, Shadow Gates. -declaraba la más joven de las princesas.
-Ahí está... -decía Brave Heart con el ceño fruncido y voz áspera.
-Nos espera el combate más complicado de todos... -continuaba Dust.
Dirigí una mirada de lado hacia los Ponys que conformaban Shadow Gates, no parecían preocupados, es ms, los tres mostraban una sádicamente sonrisa mientras observaban el panel. De pronto, Scythe dirigió su mirada hacia mí, como si supiera que le estaba observando, ello provocó un vuelco en mi corazón, del susto y de la impresión, más que otra cosa, con esa mirada realmente parecía estar diciendo que iría a por mí.
-Rogamos a los equipos Rune Stone y Power Fillies que se retiren del campo, por favor. -pedía Celestia. -En unos instantes dará comienzo la segunda ronda de combates.
Dicho eso, del suelo volvió a brotar el cuadrilátero de ayer, colocándose cada adoquín del coliseo en su respectivo sitio, como si ya supiera donde tenía que estar. El coliseo nunca dejaba de sorprenderme.
Desde el lado izquierdo del campo, los del equipo Shadow Gates esperaban pacientes a que la ronda diera comienzo.
-Argent Jupiter, tu ira primero... -le ordenaba Scythe.
-Como quieras. -respondía.
Argent subió al cuadrilátero, donde esperaba paciente a su rival. Los tres le mirábamos como si lo analizáramos, teníamos que descubrir como derrotarlo. Finalmente, Brave Heart dio el paso.
-Chicos, iré yo. -dijo empezando a subir al cuadrilátero.
- ¡Brave, espera! -le decía Dust. -Ten cuidado con ese Pony, recuerda que es capaz de moldear su cuerno a su antojo.
-Lo sé, el tiene la misma magia que Loud, pero yo tengo estas preciosidades. -decia dirigiéndose a sus patas traseras.
-"Buenas suerte Brave Heart, y ten mucho cuidado" -le dije.
-Descuida Loud, no tengo intención de salir herida, no puedo decir lo mismo de ese Pony.
Brave Heart comenzó a andar hasta quedar unos metros frente a Argent. Celestia miró a ambos luchadores observando primero a un lado y luego al otro. Acto seguido, extendió sus alas con fuerza, y declaró:
- ¡Que comience el primer asalto!
Discord apareció ante todos, haciendo solar una campana que seguramente había sacado de la nada. Tras tañir la campaña, Argent salió corriendo hacia Brave Heart, la cual le esperaba agachada.
-Vamos, ven aquí. -decia burlona la joven yegua.
Cuando Argent se encontraba lo suficientemente cerca de Brave Heart, esta saltó con fuerza antes de que pudiera embestirla, pateando el lomo del Pony de metal. El impacto provocó que Argent perdiera el equilibrio, cayendo de lado y besando el cuadrilátero.
- ¡No me puedo creer que eso sea todo! -decía Brave Heart en cierto tono de decepción. - ¡Sé que eres más duro que eso!
Argent se levantó pero, al girarse, nos dio a mostrar que su cuerno se extendía hacia el suelo, justo hacia donde él se había levantado. Nos repugnó un poco ese acto, no esperábamos que ese cuerno pudiera estirarse de aquella manera.
- ¿Que le ha pasado a tu cuerno? -preguntaba Brave Heart con cierto tono de asco.
Aquel Pony no respondió, simplemente mostró una amplia sonrisa. De pronto, el suelo bajo las patas de Brave Heart comenzó a temblar, se podía apreciar incluso por fuera del cuadrilátero.
- ¿Qué es esto? -preguntaba Brave Heart.
Los temblores se intensificaron, y del suelo emplearon a brotar pequeñas púas metálicas que rodeaban a Brave Heart, a continuación, el suelo se elevó, y las púas comenzaron a cernirse sobre Brave Heart, Argent había creado una gigantesca atrapamoscas con su cuerno, dispuesto a aplastar a Brave Heart.
Brave Heart comenzó a intentar huir de aquella trampa, pero le era imposible, los movimientos de la atrapamoscas eran bastante rápidos como para esquivarlos de forma inmediata. La atrapamoscas atrapó en su interior a la joven Pony, ante la mirada de horror del público.
- ¡Brave Heart! -gritaba angustiado Dust.
Argent sonreía con sadismo satisfecho de su trabajo realizado. De pronto, se empezó a oír un ruido tenue, como cuando alguien golpea una baranda de metal con un palo.
Cuando quise darme cuenta, la atrapamoscas de metal estaba zarandeándose, como si alguien la golpeara por dentro. Esos ruidos, y el zarandeo de la atrapamoscas, cada vez eran más potentes, Brave Heart estaba golpeando por dentro la "planta". Esta empezaban a deformarse más seguido, algo que preocupaba a Argent, quien intentaba que la planta no cediera.
De pronto, dos enormes agujeros aparecieron en uno de los lados de la atrapamoscas, de los cuales salieron haces de luz apenas apreciables y los cascos traseros de Brave Heart. Al conseguir romper aquel lado, inmediatamente Brave Heart golpeó el otro lado, consiguiendo desestabilizar a la "planta" y echarla al suelo, consiguiendo que esta abriera la mandíbula, saliendo Brave Heart de una pieza, y con su ara brillando con fuerza.
- ¡Está viva! -decia Dust con cierto tono de alivio en esa impresión.
-Maldita Pony... -mascullaba Argent.
Orgullosa, Brave Heart miraba de reojo a Argent mientras le daba la espalda.
-No existe metal tan duro en Equestria que estas patas no puedan destrozar. -decía henchida de orgullo.
-No queda más remedio... -decia aquel extraño unicornio mientras su cuerno volvía a la normalidad, junto al cuadrilátero. -No pensé que tuviera que hacer uso de ello contra rivales tan débiles...
- ¿Débiles? Acabas de ver como he pateado a tu planta de acero con estas preciosidades. -decía Brave Heart refiriéndose a sus cascos.
De pronto, el cuerno y el ara de Argent empezaron a brillar con intensidad, y bajo el brillo, se pudo apreciar que, sobre su cuerno se dibujaba un circulo de alquimia, su cuerno, empezaba a desfigurarse, y del mismo empezaban a formarse siete látigos o grandes gusanos. Las puntas de aquellas cosas empezaban a aportes, dando lugar a unas fauces llenas de pequeños y dientes afilados, siete cavidades carentes de ojos o cualquier orificio salvo la boca.
- ¿Qué es esa cosa? -decía Brave Heart asombrada.
-Mi invocación... -contestaba Argent. -Te presento a Hydra...
Las siete bocas lanzaron un chillido ante Brave Heart, quien se agazapaba ante el aliento ferroso de esas cosas a la vez que intentaba tapar sus orejas ante el ensordecedor ruido, al igual que muchos Ponys del público.
Tras el chillido, las siete cabezas intentaron atacar a Brave Heart, pero la joven Pony consiguió esquivar el primer mordisco, para poder colocarse encima de la cabeza de esa cavidad. Seguidamente, el resto de cabezas intentaron alcanzarla mientras subía por el cuello de la primera, las fallidas dentelladas se sucedían mientras Brave Heart las esquivaba y correteaba por ellas, liando a las cabezas, quienes iban por libre mientras que Argent tenía que ver desde abajo.
- ¡Aquí cabecita! -decía Brave Heart burlona.
Las cabezas seguían cerniéndose sobre ella mientras que se colaba por cada pequeño hueco que los cuellos le permitían, mientras la seguían. Una de las cabezas la acabó lanzando al aire, desestabilizándose a Brave Heart. Las cabezas de Hydra se lanzaron a por ella, pero cuando intentaron lanzar el primer mordisco, se detuvieron en seco una tras otra. Las cabezas estaban enredadas entre sí, parecían un ovillo de lana gigante.
- ¿Qué demonios? -decía Argent sin creérselo.
- ¡Eh, feo! -decia Brave Heart cayendo sobre una de las cabezas y deslizándose sobre el cuello de ésta.
Brave Heart se deslizaba rápidamente por el cuello metálico de Hydra, hasta que llegó frente a Argent. En ese momento, coceó al alquimista en la altura del pecho con ambas patas, haciendo que perdiera el aire y que el círculo alquímico desapareciera de su cuerno. Con ello, Hydra empezaba a desvanecerse, como si nunca hubiera estado ahí.
Argent se hallaba en el suelo, tratando de recuperar el aire debido a las fuertes coces de Brave Heart, pero le era imposible.
-Yo que tu no continuaba. -le decía la joven Pony. -Te he dejado sin aire, tardaras un rato en recuperarte.
Argent clavaba sus ojos expresando ira en la pequeña Pony de tierra?
Celestia extendió sus alas de par en par, declarando el final de primer enfrentamiento.
- ¡Ganador del asalto: Hope Rain! -declaraba Celestia.
La ovación del público se hizo presente casi de inmediato, los Ponys, eufóricos, vitoreaban la primera victoria de la ronda, pero aún quedaban dos asaltos. Brave Heart volvió con nosotros algo cansada.
-"¿Estás bien?" -le pregunté.
-Si... Pero... Ese Pony es muy duro... -comentaba Brave Heart. -Me he mostrado tranquila en el combate, pero la verdad es que.... Desde lo de la atrapamoscas esas he estado aterrada.
-Al menos estas de una pieza. -comentaba Dust. -Ahora iré yo, así que ahora, descansa.
Argent Júpiter a duras penas, consiguió llega al lado de su equipo, pero la bienvenida no fue nada cálida.
- ¿Qué has hecho? -le preguntaba Scythe.
Argent solo se mantuvo en silencio, apartando la vista de Scythe.
-Te di una orden muy sencilla, derrotarla... ¡¿Y no has podido con una maldita Pony de tierra?!
Argent parecía asustado.
-Yo...
Antes de poder medir palabra alguna, Scythe lo abofeteó, tirándole al suelo, eso nos impresionó, no esperábamos ese acto de crueldad entre ellos.
-Platina, no me falles ahora tú... -le decía Scythe a su compañera.
-Scythe, esto no era necesario. -reprochaba. -Argent siempre ha obedecido tus órdenes al pie de la letra, no se merecía...
Antes de poder acabar la frase, de uno de los cascos de Scythe Hollow se extendió una hoz hasta situarse a escasos centímetros del cuello de Platina,
-En ningún momento he pedido tu opinión.... Ahora, sal ahí, ¡y gana!
Platina voló hasta el centro del cuadrilátero.
En nuestro lado, Dust se preparó para quedar frente a Platina, frunciendo el ceño y tensando sus alas.
-Algo me dice que no quieres hacer esto. -le decía Dust.
-Oh... ¿El pegaso es adivino acaso? -preguntaba Platina burlona.
-He podido ver desde el otro lado tu expresión de sorpresa y miedo al ver a tu compañero golpear a Argent.
En ese instante Platina calló, mostrándose algo nerviosa.
-Me parece que he dado en el clavo.
-Da igual lo que digas, pegaso... -decía Platina con voz seca y seria.
Acto seguido, extendió sus filosas alas, mostrándose más amenazante.
-No tengo intención de perder...
Una vez más, Celestia extendió sus alas, y las batió para dar inicio al segundo asalto.
- ¡Adelante!
Platina alzó el vuelo con la intención de embestir a Dust, pero este, se elevó rápidamente para esquivarla. Platina le seguía de cerca, alzándose ambos varios metros por encima del coliseo, Dust la esquivaba mientras platina embestía con furia.
- ¡Creía que eras la más fría! -le dijo Dust. - ¡¿Te muestras aterradora ante un par de potrillas y te vuelves una cobarde con un Pony de tu mismo tamaño?!
- ¡De hecho, me sacas una cabeza!
En una de esas, Dust no consiguió esquivarla a tiempo, y una de sus alas fue alcanzada por las cuchillas que formaban las alas de Platina, haciéndole un leve corte. Dust soltó un quejido al aire, no esperaba que ella consiguiera alcanzarle. Se frotaba el ala, mientras luchaba por mantenerse en el aire.
-Parece que estás a punto de perder las alas, ¿verdad? -decia burlona Platina.
Entre quejidos y jadeos, Dust lograba alzar la vista, mirando de reojo a Platina.
-Esto... No es nada. -le decía. -Tenias que haber visto las heridas de mis entrenamientos.
Desde el suelo, el público vitoreaba a Dust con entusiasmo, algo que a Platina no parecía importarle.
- ¿Oyes eso, Pony? -preguntaba Platina. -Eso... Eso son los berridos de un rebaño que bala siguiendo a su pastor...
Dust no entendía muy bien a lo que se refería.
- ¿Sabes qué les pasa a las ovejas cuando su pastor no está por unas circunstancias u otras? Se descarrilan y son presa fácil para los lobos...
- ¿Qué tratas de decirme con ello?
-Esos Ponys ahora mismo os siguen ciegamente. -respondía Platina. -Y en cuanto caigáis... Nosotros acabaremos con todos los que se opongan a nuestro objetivo... ¡Hacer que la alquimia sea el poder supremo, junto a nuestra señora Neferis!
Platina comenzó a reír como una maniaca mientras su ara brillaba con fuerza, pero Dust no iba a permitir aquella barbarie.
-No.
- ¿Como dices?
El ara de Dust comenzaba a brillar con fuerza mientras luchaba por sostenerse en el aire, a la vez que las corrientes le rodeaban.
-No os lo pensamos permitir. -respondía nuevamente el pegaso amarillo. -Neferis pensaba para sí misma. Devoró a sus esbirros para incrementar su propio poder, ¿qué te hace pensar que no hará lo mismo con vosotros?
- ¡Mientes, la señora Neferis jamás haría eso!
-Lo vi con mis propios ojos.
- ¡Mentiras!
Al gritar, un círculo de alquimia se dibujó frente a ella, y de este, empezó a emanar una enorme corriente de aire, la cual embestía contra Dust, pero las corrientes que le rodeaban le protegían.
-Si no quieres escucharme, entonces no tengo otra.
Con esfuerzo, Dust extendió su ala herida, dejándose caer al vacío mientras giraba sobre sí mismo. Platina no entendía a que venía eso, pero pronto lo descubriría.
Las corrientes empezaban a rodear el cuerpo de Dust y, poco a poco, lo cubrían por completo. Antes de tocar el suelo, el tifón que generó Dust se impulsó al aire de nuevo, rápido como un haz de luz, hasta que por fin quedó de nuevo frente a Platina.
-Estas lleno de sorpresas... Había oído hablar del Sonic Rainboom, pero eso... Simplemente interesante, así que puedes generar y formar tifones tu solo, ¿eh?
-Y no solo eso.
Dust tomó impulso para embestir a Platina, pero esta le esquivaba volando a favor de la corriente que generaba Thyboom, para ella era como un juego infantil.
-Nada mal chico, nada mal, pero si eso es todo lo que tienes, tenemos a una ganadora.
Las alas, junto al ara de Platina, empezaron a brillar y, bajo estas, se dibujaron dos círculos de alquimia. Dust aprovechó ese momento para embestir junto con el Thyboom, a escasos metros de ella, se detuvo en seco, y el viento que lo rodeaba explosionó, creando un estallido de aire. El fuerte viento golpeó el coliseo con fuerza, ensordeciendo levemente al público, quien se miraba expectante la exhibición aérea que ambos pegasos presentaban.
Cuando la corriente se disipó, Dust se encontraba jadeando con un ojo cerrado y llevando su casco derecho a su ala izquierda.
-Creo... Que tenemos ganador. -dijo Dust creyendo haber ganado.
De pronto, un chillido similar al de un águila, mucho más agudo, se escuchó de donde supuestamente ya no debería estar Platina Slash. El viento, empezaba a remolinarse en aquel sitio, y un fuerte brillo esmeralda se dejaba ver entre las densas corrientes. Casi de inmediato, empezaron a aparecer dos enormes alas oscuras metálicas que se extendían de lado a lado del coliseo, tapando casi la luz del sol de Celestia. Poco a poco, un inmenso cuerpo de un ave, similar al de una gran rapaz se dejó ver, parecía que el aire corría a su alrededor formando su cuerpo negro, como si de una tormenta viviente se tratara
Dust alzaba la vista al ver semejante monstruo aparecer de entre las fuertes corrientes de aire.
- ¿Qué es eso...? -decía acongojado.
-Mi alquimia desatada... -contestaba Platina. -Te presento a Roc.
La criatura volvió a lanzar un fuerte chillido, retumbando esta vez por todo el coliseo, resquebrajando con el parte de los cimientos del mismo.
-Roc... Acaba con él...
A petición de su invocador, la criatura de alquimia alzó el vuelo para impactar sobre Dust, y el joven pegaso no podía hacer nada para evitarlo.
Antes de que la criatura pudiera hacer nada, una enorme barrera apareció delante de Dust, salvándole del impacto y provocando que el Roc rebotase hacia atrás.
- ¡¿Qué demonios?! -proclamaba Platina pillada por sorpresa.
-Suficiente querida. -decía una voz tras Dust.
Sobre los cansados hombros de Dust, se apoyaron una garra de águila y una zarpa de león, al alzar la vista, pudo ver a Discord.
-El combate ha acabado. -declaraba la princesa Celestia alzando la voz ante todos. -En vista del acontecimiento presentado ahora, y debido a la condición del participante Dust Thyphoon, el combate queda concluido.
Todos esperábamos la respuesta de Celestia.
-La victoria de este combate entre Dust Typhoon y Platina Slash es para el equipo Shadow Gates.
Al oír el veredicto de Celestia, el público empezaba a quejarse, pero Platina sonreía con cierto aire de superioridad y crueldad.
-Retira a tu criatura inmediatamente, no hagas que me arrepienta de mi decisión. -le decís Celestia a Platina,
-Como ordene... Majestad...
El circulando alquimia que generaba a Roc desapareció, provocando que la criatura empezara a desvanecerse, permitiendo que la luz del sol bañara de nuevo el coliseo. Discord ayudó a Dust a llegar con nosotros.
- ¡Dust! -decia Brave Heart.
-"¡¿Estás bien?!"
-Yo...
- ¡Dust!
Al oír esa voz, nos giramos para ver a Rainbow volar a toda prisa hacia Dust, sujetándolo bajo las axilas.
- ¡¿Estás bien?!
-Rainbow... Yo... -Dust dibujó una falsa sonrisa en su rostro, reprimiendo el dolor que sentía. -He perdido...
-Has estado genial Dust. -le contestaba Rainbow. -Un 20% más genial que yo... ¡Pero no te acostumbres!
Dust volvió a sonreír, esta vez de corazón gracias a las palabras de Rainbow.
-Ven, te llevaré a la enfermería.
Rainbow empezó a llevarse a Dust ante Zecora, pero en u. Instante, la detuvo para dirigirse a mí.
-Loud... Escucha... -decía Dust entre jadeos. -No importa cómo, si usas un círculo de alquimia o solo usas tu magia de materialización para luchar, pero detenlos... No deben llegar al orbe de los deseos...
Tragué salivas al escuchar su petición, por una vez no sabía que contestar, salvo...
-"No te preocupes Dust, no lo permitiré"
Dust sonrió y, de inmediato, Rainbow lo llevó a la enfermería. Ya solo quedábamos uno en cada equipo, una última oportunidad de romper el empate.
El corazón me latía con energía, y mi respiración se notaba nerviosa y agitada. Brave Heart me golpeó el costado.
-Tranquilo Loud. -me decía. -Debes mantener la calma y estar atento al objetivo, olvídate de ganar, solo tienes que conseguir derrotarlo.
-"¿No es lo mismo?"
Brave Heart, soltó una pequeña risilla apenas apreciable.
-He aprendido mucho con el viejo que acompañaba a tu madre... Su objetivo es ganar, el nuestro simplemente es no perder.
-"Creo que te entiendo" -le "respondí".
-Pues buena suerte.
Mientras tanto, en el otro lado, pese a lo que imaginábamos, Platina no estaba recibiendo un bien trato.
- ¿Por qué no has acabado con ese pegaso? -le preguntaba Scythe.
- ¿Que querías que hiciera? Ni es criatura ni Celestia me iban a permitir hacer nada. -respondía Platina con nervios en su voz. -Si lo hubiera matado, habría llevado al equipo al Tártaro.
-Cierto... Bueno... Solo queda el usuario...
Empecé a subir al cuadrilátero, firme, tembloroso y aterrado después de lo que había visto. Por el otro lado, Scythe saltó desde fuera hasta estar frente a mí, me miraba con una mirada desafiante, mientras que yo, empezaba a recordar todo lo que hizo hasta el momento, intentar matar a AJ, herir a otros Ponys, y herir a mi amigo.
-Solo quedamos tu y yo, usuario. -comentaba Scythe.
No le respondía, simplemente le devolvía la mirada.
-Aún sigo sin creerme que un Pony del montón como tu derrotase a nuestra señora... ¿Tu, que ni siquiera has desatado el poder completo de la alquimia? Eres un insulto para todos aquellos que le damos uso y evitar que caiga en el olvido.
Los cuatro cascos de Scythe empezaban a brillar.
Celestia extendió nuevamente sus alas y, de nuevo, las batió con fuerza, dando inicio al tercer combate.
En cuanto se dio inicio al combate, Scythe se alzó sobre sus cascos traseros, golpeando con fuerza el suelo del cuadrilátero. Tras el impacto, un enorme círculo de alquimia se empezó a extender por todo el coliseo hasta unos metros fuera, de pronto, fue como si algo se elevará, era una especie de burbuja que cubría todo el coliseo.
-Ahora ningún Pony huirá. -me decía. -Quiero que todos vean como te hago jirones poco a poco...
Retrocedí un poco, impresionado.
-Ahora no pareces tan hablador como antes, ¿eh?
Tras un par de pasos, bajo sus cascos delanteros se dibujaron dos círculos de alquimia del color del acero, y entonces, sus cascos se moldearon como si de una masa se tratase, hasta que, a ambos lados de su cuerpo, se alzaron dos grandes hojas de guadaña.
-Llevo todo el torneo deseando enfrentarme a ti... Quien derrotó a la maestra Neferis.
Comencé a enderezarme, preparado para enfrentarme a Scythe.
-"No huiré" -le respondí. -"No pienso permitirte que dañéis a los demás Ponys para realizar vuestro objetivo".
-Vaya, eres muy valiente... Pero pronto entenderás que la valentía no sirve de nada cuando tienes todo en tu contra.
Dicho eso Scythe se lanzó hacia mí, moldeando sus cacos delanteros hasta formas con ellos dos filos similares a una enorme tijera. Cuando se hallaba lo suficientemente cerca, intentó cerrar ambos filos, por suerte tuve tiempo de agacharme, si se puede decir suerte, porque Scythe no dudó ni un segundo en usar el metal que cubría sus cascos traseros para hacer aparecer de ellos dos pilares de hierro, los cuales, me golpearon e impulsaron al borde del cuadrilátero.
Estando a punto de caer, Scythe trasformó el metal de sus cascos en garras para sujetarme.
-No... Así no es divertido... -decía. - ¿Qué sentido tendría el que esto acabara tan fácilmente?
Dicho esto, me elevó por encima de su cabeza y me arrojó al suelo tras de sí, golpeando mi lomo ante la mirada de horror de los demás Ponys.
- ¡Hermano! -gritaban Greeny y Shine desde las gradas.
- ¡Papá! -gritaba Apple Core asustada.
Me intentaba levantar con esfuerzo del suelo, la espalda me dolía horrores y la cabeza más aún, pero podía por los gritos de horror de las gradas, atemorizados por lo ocurrido.
- ¿Oyes eso, usuario? -me preguntaba Scythe. -Pues esos gritos no son ni punto de comparación a los que habrán cuando Neferis vuelva del Tártaro.
Miraba de reojo a Scythe.
-Cuando vuelva, la alquimia reinara de nuevo como hizo en el pasado como la madre de la magia. Y ni tú ni nadie podrá impedirlo.
Scythe alzó su pata, la cual transformó en una gran guadaña.
-Hasta nunca, usuario.
Directo fue a asestarme lo que parecía ser un golpe final, pero en ese instante, usando mi magia, materialicé un gran escudo que provocó que su pata rebotase. En cuanto tuve la oportunidad me levanté y materialicé otro escudo igual para protegerme.
- ¡Je! ¿Solo vas a defenderte? Eres patético como usuario de la alquimia, ¡ni siquiera eres capaz de llevarla al máximo esplendor!
Ante eso, de la superficie de mis escudos brotaron cortas y gruesas púas, cosa que sorprendió a Scythe, ambos escudos empezaron a cerrarse sobre mi hasta que se formó una bola de púas.
-Interesante... ¿Así que pasas a la acción?
La bola que me cubría empezó a girar sobre el suelo del cuadrilátero, tomando cada vez más impulso, hasta que pude impulsarme dentro de ella hacia Scythe. Embestía, pero Scythe esquivaba la bola de púas que había creado como si de un juego de preescolar se tratara.
- ¿Vas a estar así todo el día? -me preguntaba mientras me dirigía de nuevo a él. -No es nada ¡divertido!
Al gritar aquello, un enorme circulo de alquimia se dibujó bajo sus cascos y, de estos, empezaron a brotar varias púas de hierro, las cuales golpeaban y desestabilizaban mi envestidura de púas, logrando separar ambos escudos y dejándome indefenso en el suelo.
- ¿Y ahora que, usuario? Voy a hacer que todos los presentes vean como te arrancaré la piel a tiras. -proclamaba Scythe mientras que de uno de sus cascos se extendía una larga cuchilla.
Al ver las intenciones de Scythe, Celestia se impresionó.
- ¡Discord!
- ¡Allá voy!
Discord se dirigía a toda velocidad a socorrerme, pero Scythe, al percatarse de que se aproximaba, no iba a permitir que Discord interfiriera de nuevo.
- ¡No molestes!
Dicho eso, un círculo de alquimia se dibujó bajo Discord, envolviéndole con su luz. Discord, comenzó a sentir su cuerpo pesado y, cada vez, con más dificultad, le costaba moverse, tenía todo el cuerpo, menos la cabeza, envuelta en piedra.
-Los elementos de la armonía no son lo único capaz de controlarte, ¿eh? -decia Scythe a Discord.
- ¿Cómo has...?
-Ya lo he dicho, la alquimia en la madre de todas las magias... ¡Y volveremos a llevarla al lugar donde se merece!
En ese instante, el suelo bajo los cascos de Scythe, empezaba a agitarse de un lado a otro, como si fuera de gelatina, cuando se dio cuenta, pudo verme usando mi poder de opina manera menos defensiva. El cuerno me brillaba con fuerza, mientras que, bajo mis patas, empezaba a dibujar un círculo de alquimia.
- ¿Un círculo de alquimia? -decía Scythe no muy impresionado. -Asi que quieres jugar con las reglas de la alquimia, ¿eh?
No dije nada, me esforzaba en concentrarme para usar todo mi poder en completar el círculo.
- ¡No eres el único capaz de hacerlo!
Scythe golpeó sus cascos contras el suelo, bajo sus cascos, y en mitad del cuadrilátero empezó a dibujarse un enorme y rojizo círculo de alquimia. Éste, comenzó a brillar con fuerza, y del mismo, empezaron a brotar ocho largas y metálicas patas, luego, un enorme cuerpo, acompañada de una pequeña cabeza empezó a emerger, aquella cosa era una enorme araña de metal.
-Te presento a mi invocación: ¡Aracne!
La gigantesca araña, comenzó a gruñir todo lo fuerte que pudo, retumbando el coliseo. Un escalofrío recorrió completamente mi lomo, asustado y sin saber qué hacer, aquello no era para nada como cuando nos enfrentamos a Neferis, esto era mucho peor.
La araña empezaba a acercarse, lo cual provocó que el círculo que dibujaba bajo mis cascos se disipara. Las zancadas de las patas de la araña hacían retumbar el suelo de todo el coliseo, gradas y palco incluidos. La araña intentó atacarme con sus largas y ferrosas patas, pero tuve algo de tiempo para moldear el suelo del coliseo hasta levantar dos enormes garras hechas de los adoquines del mismo, parando aquellas patas.
Scythe corría por las patas de la araña para acercarse a mí, mostrando una sonrisa amplia y macabra. Mientras, yo luchaba por que la araña no avanzase. Sin poder remediarlo, Scythe consiguió embestirme, lo que provocó que las garras desaparecieran.
Me encontraba tendido en el suelo, exhausto y hecho polvo, mientras Scythe se aproximaba a mí, moldeando su casco derecho en una hoz.
-Este es el fin... No puedo decir que ha sido una buena batalla entre usuarios, por que estaría mintiendo como un bellaco.
La hoz empezaba a levantarse ante los ojos del público. Apple Core empezaba a ponerse ansiosa y a asustarse.
- ¡Papá, papá! -griataba la pequeña asustada mientras Ruby la sujetaba junto a Shine. - ¡Papá!
Scythe podía escuchar los gritos de Apple Core desde las gradas.
- ¿Tu hija? -me decía con cierto desprecio. - ¿Sabes? Puedo alargar más tu sufrimiento. Puedo acabar contigo destruyendo a tu hija y a tu familia antes de acabar contigo... Sus gritos serán un deleite para mí.
Al oírle me hervía la sangre, quería levantarme, pero no podía por mucho que tensase los músculos.
-A ver... ¿Dónde está esa potrilla que te llama? -decía Scythe observando las gradas.
-"No... No... ¡No la toques!"
De pronto, bajos mis patas empezó a dibujarse y a extenderse un circulo de alquimia, cuyo brillo nos empezó a cubrir, cegándonos a todos. Empezaba a sentir como algo, dentro de mí estallaba, y no parecía ser la ira que empezaba a sentir hacia Scythe y los suyos, si no... El despertar... El despertar de mi alquimia.
CONTINUARÁ