Pero Nomat, lo realmente importante es el contenido, no el continente. Un fanfic, por ejemplo, no es más que una sucesión de letras y más letras. Si alguien lo observa desde fuera, verá que no es más que una hoja emborronada y llena de grafos, pero si se digna a leerlo, lo mismo se encuentra con una historia que le termina encantando, incluso hasta el punto de acabar imaginándose a sí mismo en la narración. Pero por fuera, no lo neguemos, un fanfic es más feo que un pie sudao. De todas formas, yo prefiero que me envíen un fanfic regulero a que me envíen un dibujo hecho con la boca (por no decir otra parte de la anatomía humana), pero aunque me envíen un dibujo de ese estilo, no diría nada. O mejor dicho, diría que el dibujo me ha encantado, salvaguardado en parte porque por internet no se ve la expresión que uno tiene cuando dice algo. Como mucho, haría una crítica constructiva. Pero nunca, nunca jamás, haría algo que pudiese herir la sensibilidad del que me ha enviado su regalo, pues lo ha hecho con toda la ilusión del mundo, y además ha dedicado su tiempo (algo que puede ser precioso) a mí, y a nadie más que a mí. Puede que incluso sus padres, sus hermanos o sus amigos hayan colaborado, o puede que no. Pero me da lo mismo, es un regalo y ya está. "A caballo regalado no le mires el dentado".
Y que conste que mi intención no es arremeter contra nadie, sino que procuro contestar en defensa de alguien que ha hecho algo y no se ha sabido apreciar. Este asunto podría haberle pasado a cualquiera con cualquiera. Y punto.