horwaith escribió en 06 Feb 2015, 01:28:Siento el retraso, pensaba que había publicado el anterior hace mucho menos tiempo y no creo que vuelva a suceder, ya tengo algo para publicar después.
En cuanto a este capitulo, creo que sería:Capítulo 3 - Viaje turístico en Central ParkSpoiler:Cojee hasta un parque cercano tras preguntar señas y me tumbe cerca de un árbol bastante grande, allí leí los comentarios de la doctora: La paciente tiene diversas laceraciones y una ligera contusión con hinchazón en la pata derecha, se le aplicará una venda compresiva para detener la inflamación y los medicamentos prescritos para tal efecto. Se le han hecho pruebas para conocer las causas del desmayo y se ha descubierto que no tolera las luces fuertes, se aconseja reposo y una atenuación de las luces de 85% para su recuperación.
No pude seguir leyendo, también era un galimatías médico sin nada que aportar y mire las notas que había detrás, en ella explicaba las cuatro recetas que me había dado y me decía direcciones de otros bat-ponis que podrían ayudarme si me quedaba en la ciudad. Incluso me ayudarían a conocer a gente de otras partes que podrían querer a alguien trabajador para sus fincas, serían mi último recurso si decidía quedarme en esa ciudad.
Otra vez me quede dormida pero esa vez me encontraba mejor aunque el sol estaba dando de pleno, me sentí viva como hacía mucho tiempo no lo estaba. Las plantas me hacían siempre bien y estas parecían espesas y bastante arraigadas, me sentía viva aunque mis colores todavía no habían vuelto a ser lo mismo. Mi piel era verde, sin los signos de lianas que siempre había tenido y notaba que mi pelo no tenía las flores que me aparecían sin más. Fui por el jardín, más grande que todo Hollow Shades y pregunte la razón a una pareja bastante mayor, me dijeron que era el parque más grande de toda Equestria. Había oído hablar de él pero siempre he pensado que las historias exageran, en el fondo esta era lo contrario, alcé mi rostro y vi cafeterías en el acceso más cercano pero los unicornios que allí estaban iban bien vestidos, si aparecía alguien sin ropa no sería bien recibida y me fui a buscar otra.
Recorrí los accesos exteriores y poco después encontré un cartel sobre el lugar donde estaba y los nombres de sitios con un plato y un tenedor. La que había visto tenía cerca diversos hoteles de cuatro estrellas pero al otro lado del parque, yendo hacia el este, había hostales bastante peores, como mucho una o dos estrellas. Me dirigí hacía allí tranquilamente, que fuese una niña no era una razón para correr y las vendas no ayudaban a hacerlo. Algunos niños me llamaron para que jugase con ellos, vi una cosa romboidal mientras otros niños la seguían, uno de ellos tenía una cuerda sosteniendo esa cosa por la boca y parecía divertirse. Eran juegos sencillos que los ponis de todo el mundo disfrutaban y tenía miedo de lo que sucedería si veían mis ojos, no quise acercarme a ellos y las heridas no eran la única razón.
Llegue a la mitad del parque tras andar, y descansar, mucho rato, estaba empezando a cansarme y me senté. Al hacerlo y esperar un rato vi como un autobús se acercaba, el conductor hizo señas para que subiese pero estaba bastante lleno y en el fondo no quería.
- ¿Y donde vas pequeña? — dijo el conductor con un tono de voz divertido que me recordaba a mi propio padre.
- A Round Table — era el nombre del restaurante que había elegido.
- No me extraña que te hayas cansado, porque vienes del hospital — dijo observando mis vendas, aunque parecía preocupado — Sube porque no llegarías hasta pasado mañana si vas andando. Además, no queremos hacer esperar a los otros pasajeros, ¿verdad?
- Puede continuar, no creo que tarde tanto.
- PUEDO pero no me da la gana dejar a una niña, que sin duda se ha perdido, en medio del parque más grande de toda Equestria. Vas a subir, tarde o temprano, pero a mi me gustaría que fuese temprano, no quiero que mis jefes me chillen demasiado.
Algunos pasajeros que habían escuchado eso dijeron que subiese ya, que tenían prisa y me decidí a hacerles caso, llorando de felicidad. El trayecto duró casi dos horas pero fueron las mejores que había tenido en todo el viaje, vi árboles preciosos, plantas traídas desde todos los lugares del mundo, arbustos con formas de animales (aunque esto en el fondo no me gustase) todo ello armonizado por los comentarios ingeniosos del conductor o, más bien, guía de esa expedición. Al llegar a mi destino me dijo que era allí y me baje del autobús con cuidado, camine poco rato hasta la cafetería y mire que podía coger del menú, eligiendo una ensalada de nueces.
No había nadie en el exterior cuando me senté a una de las mesas y pasados unos minutos un camarero salió de la cafetería y le dije mi elección. Me sirvieron un plato bastante grande y el camarero se volvió adentro, al cabo de un rato una niña poco mayor que yo, y que parecía emparentada con él, se sentó en la otra silla de la mesa.
- ¿No esta ocupada, verdad?
- No espero a nadie — dije bastante cortada, no sabía que pretendía.
- ¿De donde has venido? Porque pareces de alguna otra parte — soltó la poni como si habríamos entablado una amistad y no habría contestado a eso.
- De Hollow Shades — casi tartamudee, pese a que nunca lo había hecho, me sentía arrollada por su voz en ese instante.
- ¿Voy a tener que sacarte todas las respuestas a cuentagotas? — pregunto mirando a mi cara, estaba sonriendo con la mirada, pese a que estaba seria con el resto de la cara, y no pude más que reírme de eso — Bien, así me gusta.
- Vale, mi nombre es Nature y, como he dicho, vengo de Hollow Shades donde se tiene la costumbre de irse para encontrar nuestro camino en la vida. Casi todos los niños de mi edad lo han hecho y finalmente he decidido hacerlo también.
- No ha sido tan difícil, ¿verdad?
- No, pero no es tu única pregunta …
- Cierto, quiero saber cosas del mundo exterior. Al contrario que vosotros, en Manehattan no existe la costumbre de irse a “encontrar ese camino”.
- No sabría que decirte, apenas he salido de mi aldea.
- Pero has estado en ella y sabes lo que se prepara en las fiestas o en alguna casa por esos motivos.
- Ah, ¿quieres saber sobre nuestras comidas? Apenas he hecho pero tienes razón que en las fiestas se hacen cosas especiales y ayudaba a mi madre con ello.
Quizás fue su mirada tan parecida a Red Iris, quizás pensaba que los ponis de Manehattan eran mucho más abiertos que los de Hollow Shades, no sé porque empecé a contarle los postres que teníamos en casa, pero lo hice. Le dije que no eran tan elaborados como otros de la zona y le describí esos porque no sabía los ingredientes, solían ser secretos mantenidos por cada familia, le dije tanto sobre ellos que sus comentarios me hacían gracia cuando simulaba a las reposteras evitando que se probarían alguno de ellos. Cuando termine de contarle todo eso, me di cuenta que había hecho una amiga y finalmente ella dijo:
- Eso esta bien, pero los postres no es lo único que quiero. Si vuelves otra vez me cuentas las comidas porque ahora debo entrar a estudiar para mis clases — comentó, lo cual tome como una invitación para charlar en otra ocasión.
- De acuerdo, pero ¿cual es tu nombre? — dije al darme cuenta que no se había presentado.
- Ya lo dice mi padre, soy demasiado enérgica y me olvido de lo más importante siempre, es Blue Waitress — contesto y me di cuenta que iba a ser verdad, aunque el azul era bastante grisáceo pues las notas que había tomado eran perfectas, no tenía que volver a repetir nada de lo que le decía — Hasta otra, Nature.
Seguí comiendo, pues sus comentarios permitían que comiese algo y apenas quedaba nada en el plato. Sabía realmente bien, aunque era sorprendente al final y pensé que lo habían hecho especialmente para mí; en el fondo había algas azules que se cultivaban cerca de Hollow Shades y que vigorizaban a cualquiera que las comiese. Cuando acabe el plato iba a pagar al dueño del café, pues ese sería un restaurante familiar. Al ver que tenía la cartera en la mesa dijo:
- Mi hija dice que dejes eso en su sitio o se enfada.
- No creo que se enfade y …
- En este restaurante tenemos una regla, cada plato que se dice es una comida gratis, así todos ganamos y no se debe pagar a críticos gastronómicos como hacen en otros restaurantes del parque. Pero encima, si se dice el primero de una categoría se tiene un postre gratis — dijo sacando una copa enorme de helado, jamás había visto algo igual pues tenía frutas de todas las especies y parecía más cara que todas las cosas del menú.
Lo probé, estaba azucarado pero no en demasía y con un crocanti que me encantó, pese a que parecía vainilla sabía a frutas, casi los mismos que había debajo de él y ganaba cuando se recogían las cosas que había puesto debajo. Pare para darle las gracias pero el negó con la cabeza, seguramente era la reacción natural de todos al probar algo así y no le importaba.
- Es … lo mejor que he probado en mi vida — dije tras acabarlo, era el único cumplido que podía hacerle a ese postre.
- Mi esposa estará encantada de saberlo — contestó el camarero con una sonrisa.
- Gracias por todo — respondí mientras me levantaba.
Volví hacía el parque, contemplando la vegetación y decidiendo donde iría a dormir. Elegí un hostal desde el que se veía el parque, sus habitaciones eran pequeñas pero no necesitaba más. Le pregunte al conserje donde había una farmacia para ir a por los medicamentos que me había recetado y camine hasta allí para recogerlos. Cuando me dijeron el precio era más de la mitad de lo que tenía pero me convenía tenerlos para alguna emergencia como había dicho la doctora, aunque también compre unas vendas adhesivas y alguna cosa para curarme si ocurría algo parecido.
Me di cuenta que tendría problemas para vivir con lo que me quedaba y podía mirar quienes eran los ponis que había puesto la doctora, pero no quería hacer las cosas tan fácilmente. De momento me relajaría allí un poco y ya se vería que deparaba el futuro, si habían hecho un parque tan grande sería por algo más que mera estética, seguramente les gustarían las plantas a mucha gente.
¡¿Comida gratis?! ¡¿DÓNDE?! Interesante capítulo, a ver como continua