Tercer capitulo por fin, siento la tardanza
Espero que os guste
CAPITULO 3Las cuatro llegamos tarde a clase, como era de esperar. Por suerte, la fuerte nevada había complicado la llegada de muchos alumnos e incluso de algunos profesores, así que no nos dijeron nada. Dejamos a nuestras hermanas en su clase, en el primer piso; la nuestra en cambio, estaba en la última planta, por lo que tuve suficiente tiempo para pensar en todo lo que había pasado antes de llegar al aula. Me sentía muy confusa, notaba una mezcla de sentimientos extraños que me incomodaban. Por un lado deseaba que aquella pequeña despertara lo antes posible, quitarme un peso de encima y no tener que preocuparme más; pero por otro lado, necesitaba estar a su lado cuando lo hiciera. Por desgracia, lo que realmente ocurriría no dependía de lo que yo quería.
Cuando AJ y yo entramos en la clase nos vimos rodeadas por el gran alboroto que los alumnos más problemáticos, como Lightning Dust y Gilda habían generado. Al otro lado de la clase, mirando por las enormes ventanas empañadas estaban nuestras cuatro amigas. Nada más verlas comenzamos a abrimos paso entre los abrigos y mochilas que había tirados en el suelo, con tantos objetos amontonados entre los pupitres era difícil avanzar si no mirabas al suelo.
– ¡Rainbow Daaash! – Aquella inconfundible voz chillona me cogió por sorpresa haciéndome tropezar con una de las mochilas y haciéndome caer al suelo.
– Pinkie Pie… – Sacudí las manos – Puaj – me había llenado de polvo.
– ¡Buenas! – Applejack se apoyó en una de las mesas mientras las chicas hacían un corro a mí alrededor. Me estaba comenzando a poner de pie cuando al alzar la mirada me di cuenta de que todas se habían parado en frente de mí sin hacer un mínimo esfuerzo para echarme una mano. Sonreí.
– No me ayudéis todas a la vez – Dije con tono sarcástico. AJ dejó su mochila en el suelo y me tendió la mano para ayudarme.
– Rainbow os tiene que contar una cosa.
– Sí, de hech… – Como no podía ser de otra manera, me vi interrumpida por la imparable energía de Pinkie Pie.
– ¡GUAU! ¡Hacía tiempo que no veía nevar así Dash! ¡Me he levantado en mitad de la noche y he visto que nevaba así que no he podido volver a dormir y he salido a la calle!...
–…Pinkie… – Intenté calmarla.
– ¡Al ver que había taanta nieve me puse a hacer un muñeco! Pero claro… no se puede hacer un muñeco de nieve sin una zanahoria para la nariz y una bufanda…
– Am… Pinkie Pie… – Fluttershy también lo intentó, pero simplemente era imposible hacerla callar.
– ¡Así que volví a casa a coger la bufanda y después busqué una zanahoria, para así poder terminar mi Super Duper muñeco de nieve! – Acercó su cara lentamente a la mía – Entre tu y yo… – me susurró al oído – La zanahoria la he cogido de la despensa de la Señora Cake… – Sonrió. Me quedé callada esperando que continuara hasta que di por sentado que no lo iba a hacer.
– Bueno… – Disimulé – Ahora… a lo que iba… – empujé suavemente con un dedo a Pinkie para alejarla de mí, necesitaba mi espacio personal – Quer…
– ¡Le he sacado una foto! – Sacó su móvil – ¿Quieres verla? ¿Quieres? ¿Quieres? ¿Eh? ¿Eh? ¿Eh? – Me acercó el teléfono a la cara.
– Luego Pinkie, luego… – Sinceramente… quería, ¡no! Necesitaba que se callara de una vez – Ahora ¿me dejas hablar? – Pinkie asintió con la cabeza.
– Quizá un sombrero de copa le habría quedado bi…
– ¡PINKIE PIE! – Mis oídos pedían a gritos un momento de paz.
– ¿Sii? – Volvió a sonreír.
Todas se acercaron más a mí. Applejack me miró y asintió.
– ¿Estas bien, querida? – La preocupación que todas mostraban me hacía sentir aún más extraña. Por un lado no podía evitar angustiarme por la pony pero por otro lado el saber que siempre podría contar con mis amigas me hacía feliz. ¡Mis sentimientos se mataban mutuamente!
– Veréis… – En aquel momento la voz de la directora Celestia sonó a través de la gigantesca red de altavoces que recorría el edificio, volviéndome a interrumpir – ¡Oh, venga ya!
– Estimados alumnos, os informamos de que ya que la nevada ha impedido la llegada de un gran número de profesoras, las clases quedarán suspendidas por hoy. Así que podéis coger vuestro material y volver a casa. Disculpad las molestias – Todas nos miramos eufóricas. Aquello significaba que no tendría que esperar todo el día para saber sobre la pequeña, me sentí aliviada.
Aproveché el camino de vuelta a la granja para explicarles lo que había ocurrido. Les comenté que me había encontrado una pequeña Pegaso azul celeste en el bosque; que probablemente vendría de Equestria y que seguramente se trataba de la amiga de Twilight que me representaba. Pese a que se mostraban intrigadas, no comentaron nada en especial y prefirieron esperar a verla. En cambio Scootaloo, Apple Bloom y Sweetie Belle, que no paraban de corretear a nuestro alrededor, ni siquiera sabían de lo que estábamos hablando.
– ¡Ya estamos en casa! – Exclamó AJ al entrar por la puerta a la vez que Big Mac salía de la cocina para recibirnos – ¿Ha despertado ya?
– Nop… – En aquel momento se me hundió el corazón. Lo cierto era que aunque sabía que era prácticamente imposible una parte de mí esperaba que ya se hubiera desvelado.
– Vamos chicas – AJ nos invitó a subir a su habitación.
– ¿Applejack? ¿Podemos ir a jugar a la casa del árbol? – Demandó Apple Bloom.
– Claro – Asentimos.
Fui la primera en entrar en el cuarto. La pequeña estaba tendida sobre la cama, acurrucada entre unas mantas y tal y como había dicho Big Mac, aún dormía plácidamente. Me acerqué a ella y me senté a su lado. Todas me siguieron asombradas.
– Es preciosa – Rarity se acercó para verla mejor.
– Pobrecita… – La voz de Fluttershy temblaba, parecía que iba a empezar a sollozar. Lo vi normal, no era la primera vez que la veía tan preocupada por algún animalito.
– Está bien Flu, tranquila, seguro que se recupera – La intenté calmar.
Volví a mirar a la Pegaso, Rarity estaba en lo cierto, realmente era hermosa. Acaricie su crin, apartándole el flequillo de la cara. La luz que entraba por la ventana se reflejaba en su cabello de arcoíris haciendo que reluciera de una manera desmesurada. Jamás había visto algo parecido.
– Rainbow Dash – Dijo Sunset Shimmer.
– ¿Si? – pensé que se refería a mí.
– ¿Eh? Ah, no – Sonrió – Me refería a la pony, es Rainbow Dash. Cuando decidí ir a robar la corona a Equestria me documenté un poco. Busqué información sobre todas las amigas de Twilight, para saber a quién me enfrentaba. Averigüé que Rainbow es una increíble voladora, es muy rápida y bueno, lo demás creo que tú lo comprenderás mejor que yo. Al fin y al cabo compartís la misma personalidad – Sunset me sonrió. Guau, se llamaba igual que yo; ya lo había pensado antes pero no estaba segura del todo, la Princesa Twilight no nos había dicho nada sobre eso...