Bronies al borde de un ataque de nervios [Humano] [Humor]

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Re: Bronies al borde de un ataque de nervios [Humano] [Humor

Notapor darkpollo » 09 Mar 2015, 18:41

Tampoco se ve que Sg y Lloyd tengan muchas ganas de irse eh :cherilee: , es más empiezo sospechar a que ya hasta están planificando una vida a largo plazo :ajhuh:

Saludos sensei y como siempre un buen trabajo :mola:
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darkpollo
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Re: Bronies al borde de un ataque de nervios [Humano] [Humor

Notapor Sg91 » 06 Abr 2015, 23:49

Capítulo 8
Entremeses



-Vale, repasémoslo todo una vez más. Entonces hemos quedado que somos de Oregón, concretamente de Portland…

-Sí.

-Nacimos el 20 de octubre y el 2 de julio de 1996 respectivamente.

-Ajá.

-Crecimos allí hasta los quince años y luego nos tuvimos que mudar a Arkansas a causa del trabajo de nuestros padres, que se conocen de toda la vida.

-Vale…

-Y ahora estamos aquí en un intercambio escolar para terminar los estudios y para luego marcharnos de vuelta a Oregón, ya que esto solo es temporal.

-Mismamente.

Nos miramos por unos breves instantes hasta que al final tiré el boli murmurando.

-No se lo cree ni Dios.

-Joder, qué rayada.

Desde que recibimos el segundo anónimo, las cosas se habían complicado a su manera; debido a que necesitábamos lo más parecido a una partida de nacimiento, o una partida de nacimiento en sí misma, planeamos un poco cómo poder salir del paso de una forma ingeniosa. Fuimos al ayuntamiento y les pedimos sendas copias de las partidas argumentando que las necesitábamos para realizar un trabajo para la asignatura de geografía. Sorprendentemente coló y las conseguimos más fácilmente de lo que nos esperábamos.

Aunque luego vino el detalle de los datos a reflejar en ellas; debido a que hasta ahora habíamos creado una falsa imagen de nuestras personas de cara a los demás, los datos proporcionados debían de ser equiparables, por lo que estuvimos rumiando una historia que fuera creíble y con datos contrastables y realistas. Eso era lo que más aspirábamos a ser.

-No, en serio, quien quiera que se crea esto por cualquier razón sería rematadamente tonto-mascullé yo, preocupado.

-Bueno, a ver, teniendo en cuenta dónde estamos no es tan rebuscado como puede parecer… es decir, vale, hay diferencias, pero tal y como lo veo yo podría funcionar. Podría-argumentó Lloyd.

-Eso no nos asegura nada, Lloyd…

-Lo sé ¿se te ocurre algo mejor?

Frente a eso, tan solo suspiré lacónicamente.

-Pues no…

Aunque ese no era el problema más inmediato; aunque la historia ya estaba montada en un papel en sucio, faltaba pasarla a limpio en las partidas, pero no podíamos rellenarlas nosotros con nuestra letra, puesto que nos podrían descubrir fácilmente si lo hacíamos así.

-También podemos hacer una cosa-comentó Lloyd en un momento dado.

-Ilumíname-le pedí yo con voz apagada.

-Como aún no sabemos quién puede ser esta persona, podemos remitirle los datos en una hoja aparte y que sea ella la que los rellene.

-¿Así sin más?

-Claro, así de esta forma evitamos tener que rellenarlas nosotros para no dar el canteo y matamos dos pájaros de un tiro… tanto por su parte como por la nuestra.

Lo pensé por un momento, llegando a una conclusión rápidamente.

-Bueno, sí, es una posibilidad…

No hizo falta pensarlo mucho más, por lo que decidimos hacerlo como Lloyd lo sugirió, dejándolo todo preparado para esa noche.

Desde la fiesta de Halloween había pasado ya bastante tiempo, y los dos apenas lo habíamos notado; el tiempo parecía pasar de forma muy sibilina y, de alguna forma, nos habíamos acostumbrado rápidamente a este nuevo ritmo de vida.

De hecho, desde entonces y hasta ahora ninguno de los dos habíamos vuelto a hablar sobre el asunto de volver a casa; Lloyd estaba tan ocupado tratando de desvelar quien nos estaba ayudando, y yo tan acostumbrado a la nueva rutina que el tema no había vuelto a ser mencionado desde entonces. Lloyd se quejaba cada vez menos, sobre todo después de la fiesta de Halloween, y por mi parte se refería no tenía ninguna queja. Más de una vez me había visto tentado a comentárselo, pero al final acababa desistiendo simplemente por mantener el estado de relativa calma en el que nos encontrábamos.

Además, había otros asuntos más importantes de los que ocuparse; estábamos en noviembre y ya pronto tendríamos los exámenes de la primera evaluación, y la cantidad de trabajo y cosas para estudiar se multiplicaba cada día que pasaba, lo que nos restaba tiempo para dedicarlo a otras cosas.

El trabajo seguía como siempre, eso sí, nuestro nivel adquisitivo había mejorado desde entonces y ahora vivíamos mejor; teníamos más cosas, como por ejemplo un portátil de segunda mano con el que trabajábamos y mirábamos cosas por internet en la habitación sin tener que recurrir a los de la biblioteca, más ropa, y algunos caprichitos como comics varios, un MP4 que solíamos compartir de vez en cuando (la cosa no nos daba para más) y un par de películas alquiladas. Nuestra habitación se parecía cada vez más a un hogar propiamente dicho.

-¿Había algo para mañana?-inquirió Lloyd en un momento dado.

-Sí, un par de mapas a analizar para geografía y un pequeño resumen sobre Platón para filosofía…

-Bof, había olvidado lo oxidado que estaba con esos tipos…

-Ya, y yo, pero puestos a comparar prefiero comerme el coco con Platón y compañía que con el resto de filósofos modernos, la verdad. Nietzsche debía de fumarse una mierda muy buena, siempre lo pensé.

-Ya ves, aunque Schopenhauer tampoco se le quedaba corto…

Los dos teníamos siempre una facilidad pasmosa para cavilar sobre nuestras propias cosas, olvidándonos de hacer el resto. La mayoría de las veces hasta teníamos que centrarnos para poder hacer las cosas, y esa no fue ninguna excepción. Casi siempre trabajábamos juntos, ayudándonos mutuamente con los deberes y apuntes, aunque luego estudiábamos por separado.
El uso del portátil tenía que ser a turnos, ya que a veces solíamos trabajar con él en cosas diferentes, por lo que le dejé a Lloyd ponerse con él para hacer lo del filosofía mientras yo iba haciendo lo mío a sucio; en un momento dado, Lloyd comentó.

-Por cierto ¿Cuándo tenías pensado recordarme lo del salir de aquí?

Al punto dejé de escribir de golpe, levantando la mirada y viendo que Lloyd estaba metido en el foro; yo, algo nervioso, hablé.

-Eh… bueno, no sé ¿en algún momento?

A eso Lloyd tan solo me lanzó una mirada inquisitiva ceñuda, a lo que yo respondí enseguida.

-No me mires así, hemos estado ocupados… además, tienes que admitir que no se está tan mal aquí.

A decir verdad no sabía cómo iba a reaccionar Lloyd ante esa frase, por un lado me daba cosa pensar en cómo se lo tomaría, pero aun así apechugué y lo dije sin tapujos. Por un momento el chico quiso responderme, pero al final soltó un sonoro suspiro y murmuró.

-Aunque me cueste admitirlo… sí, es verdad, está siendo más llevadero de lo que yo mismo me hubiera esperado. Pero eso no quita que quiera volver.

-Ya, claro, supongo que yo también…

-¿Supones?-repitió Lloyd, ceñudo.

-Sí, es decir… nosotros no somos de aquí, no pertenecemos a este mundo, es solo que…

Por un momento no supe cómo decir lo que quería decir y nos miramos brevemente, casi pensando en lo mismo.

-Oye, lo que me tengas que decir dímelo y ya está, así nos dejamos de tonterías…-murmuró Lloyd, con voz queda.

Ante eso suspiré, derrotado, y le respondí.

-Vale, pero luego no me vengas negándomelo o algo por el estilo.

-¿Negarte? ¿El qué?

-Que ahora algo nos ata aquí.

Ninguno de los dos dijo nada, tan solo nos sostuvimos la mirada durante unos segundos que parecieron una eternidad; justo después, en la pantalla del ordenador, vi algo que me distrajo completamente y me hizo mascullar.

-¿¡Elhme?!

Lloyd se dio la vuelta y se quedó tan flipado como yo; y es que Elhmelizee aparecía en la pantalla, cual videollamada de Skype, sentado en una silla de su habitación y cosiendo algo que parecía ser su próximo cosplay. Debido a esto no miraba a la pantalla, concentrado en las puntadas.

-Vale, entonces esta es una de esas veces, supongo…-murmuré yo, algo más calmado.

-Sí, eso parece… ¿le llamamos?-sugirió Lloyd.

-Sí ¿Por qué no?

No queríamos sobresaltarle y hacer que se pinchara con la aguja, por lo que le estuvimos llamándole a media voz, sin alterarnos; pero como no funcionaba, al final optamos por lo más seguro. Soltamos un buen grito y el chico reaccionó dando un bote.

-¡¡Ah!! ¿¡Qué, qué?!

-¡Estamos aquí!

El chico miró hacia la pantalla, viéndonos de seguido y quedándose particularmente sorprendido.

-¡Anda! ¡Lloyd, Sg!

-Los mismos-murmuró Lloyd.

-En carne y hueso-añadí yo, con una sonrisita.

-¡Ostias, ya creíamos que os habíamos perdido para siempre! Llevábamos una semana sin saber nada de vosotros ¿Qué hacíais?-quiso saber el chico, dejando las telas a medio coser en la mesa.

-Meh, poca cosa, volver a cursar primero de bachillerato…

-… currando los findes…

-… integrándonos un poco, ya sabes-acabé yo la frase.

-Buah, chaval, he de admitir que por un lado me dais un poco de envidia… quiero decir, j*d*r, estáis en el mundo de Equestria Girls ¿cómo es?-quiso saber Elhme, particularmente interesado.

-Pues mira, muy parecido al nuestro…

-… con cameos varios cada dos por tres, por así decirlo…

-… y algún que otro encuentro ocasional.

-¡Genial! ¿Habéis conocido a las chicas?

-Oh, desde luego, estamos en el grupo de hecho-anunció Lloyd.

-¡Hala, qué fuerte! ¿En serio?

-Sí, tenemos hasta grupo de wasap y todo…

A eso Elhme tan solo se rió con ganas.

-Bueno, bueno, quien os ha visto, chicos…

-En situaciones mejores, seguro-murmuró Lloyd.

Casi sin darnos cuenta, el hilo de la conversación se fue yendo por otros derroteros, olvidándonos casi por completo del asunto de volver. Aunque Lloyd no olvidaba tan fácilmente, por lo que encandiló rápidamente la charla.

-A ver, chavales, no nos olvidemos de lo verdaderamente importante aquí…

-¿El qué?-inquirió Elhme.

-Lo de volver…-comentó Lloyd, con tonito.

-Ah, sí, eso… buf, pues está complicado, aún no sabemos cómo podemos hacerlo-anunció Elhme, con gesto preocupado.

-¿Cómo que no? algo se podrá hacer, lo que sea…

-A ver, supongo que sí, pero hasta ahora no se nos ha ocurrido nada que podamos hacer. Después de todo, no es muy usual esto de los viajes interdimensionales…

-Cuéntanos algo que no sepamos…-suspiró Lloyd, hastiado.

-Me sigue llamando la atención que este tipo de conexiones se hagan solo por internet… quizás haya algún tipo de conexión-comenté yo en ese momento.

-O que esa sea la conexión…-añadió Lloyd.

-Puede, pero en ese caso ¿cómo hacemos para usarla y así volver?

Miramos por un momento a Elhme, el cual nos devolvió la mirada con cara de circunstancia.

-Me pilláis en ese aspecto, chicos…

-Genial…-musitó Lloyd, exasperado.

-Podría ser peor, imagínate que no hubiera estas conexiones…-argumenté yo.

-No, por favor…

-Quiero ayudaros, chicos, en serio, pero creo que esto sería mejor hablarlo entre todos…

En ese momento la imagen comenzó a distorsionarse, como si hubiera interferencias o algo estuviera interrumpiendo la conexión; Lloyd dejó escapar un gesto arrugado mezclado con un poco de horror.

-¡No, espera, ahora no!

-¡Elhme, te perdemos! ¡Elhme!

La voz de Elhme apenas se oía para entonces, siendo opacada por las interferencias; en un momento dado la pantalla parpadeó y el portátil se apagó, dejándonos colgados en el amplio sentido de la palabra.

Por un momento no dijimos nada, Lloyd miraba a la pantalla con gesto perdido y yo le miraba a él con gesto preocupado. Decidí entonces hablarle.

-Lloyd, escucha, saldremos de esta, ya verás, quizás solo sea cuestión de tiempo…

-No había guardado…-masculló en ese momento él.

-¿Eh?

-¡¡No había guardado!! ¡¡Me cago en la ostia, no había guardado lo de filosofía!!

Frente a eso solté un respingo, sin esperarme algo así de él.

-No pasa nada, puedes coger algunas ideas del mío…

-¡¡Y encima está que ya tiene sus años, un cierre así podría resultar fatal!! ¡¡j*d*r!!

Teniendo en cuenta como se lo había tomado preferí dejarlo así; aunque estaba claro que aún tenía en mente el volver, de alguna forma hasta él se había acabado acostumbrando a estar ahí.

-Bueno, asumo entonces que te lo piensas tomar con más calma…-comenté yo en un momento dado.

-Sí, claro, aunque recuerda que lo uno no quita lo otro.

-Ya, ya…

Dicen que el tiempo cura todas las heridas… y que el ser humano se acostumbra a todo. Personalmente, me inclino más a pensar en la segunda opción.


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-¿No habéis pensado nunca en apuntaros a uno de los clubes, chicos?

Esa pregunta nos cogió con la guardia baja, sin saber bien que responder a Rainbow. La comida transcurría en calma tras una mañana de lo más ajetreada, ya que se notaba que los exámenes de navidad estaban a la vuelta de la esquina.

-¿Los clubes?

-Claro, casi todo el mundo está apuntado en uno… hasta ahora no os habéis metido en ninguno ¿no habéis pensado en hacerlo?-inquirió Rainbow, algo extrañada.

-Rainbow, no tienen por qué meterse en ninguno si no quieren…-murmuró Rarity, con voz queda.

-Sí, que tú hagas algo no significa que los demás tengan que hacerlo también-añadió Applejack, algo molesta.

-Bueno, tranquilas, sólo lo decía por saber, nada más…-argumentó Rainbow, dando un sorbo a su zumo.

Lloyd y yo nos miramos por un momento, respondiendo yo justo después.

-Bueno, la verdad es que nunca lo habíamos considerado… ¿vosotras estáis en alguno, aparte de Rarity en el de costura?

-¡Por supuesto! ¡Yo soy la capitana de la mayoría de los clubes deportivos, aquí donde me veis!-anunció Rainbow, con salero.

-¿De todos?-inquirió Lloyd, ceñudo.

-¡Por supuesto! ¡Soy asombrosa! ¿Verdad?

-Tierra llamando a Rainbow Dash, aterriza-le espetó Applejack, molesta por su actitud.

-¿Y tú, Fluttershy?

-Oh, sí, yo estoy en el club de animales, ya sabéis que colaboro con el refugio, así que aprovecho también para hacerles publicidad desde dentro…

-¿Y qué hay de ti, Applejack?-quiso saber Lloyd.

-No, la verdad es que no tengo tiempo para esas cosas, entre los trabajos, exámenes y demás tareas en casa, apenas paro.

-¿Y tú, Pinkie?

-Huy, si tú supieras, Lloydi… hace tiempo traté de meterme en unos cuantos, pero al final preferí no hacerlo porque no había ninguno que me llamara la suficiente atención.

-¿Y tú, Sunset? ¿Estás en alguno?-inquirí yo, curioso.

La chica me miró algo azorada, contestando de seguido.

-Eh… no, no estoy en ninguno.

Al segundo siguiente me arrepentí profundamente por ser tan bocazas e imbécil, mordiéndome la lengua y aguantándome unas ganas terribles de darme de ostias con la bandeja. Lloyd aprovechó para sacarme del apuro.

-Bueno, podemos echar un vistazo… ¿qué clubes hay?

-Oh, hay muchos y muy variados, si os gusta algún deporte tenéis el de futbol, el de tenis, el de baloncesto…-explicó Rainbow.

-Aunque si buscáis algo más específico también podéis optar por algún otro… ¿Qué os suele gustar más?-quiso saber Rarity.

No nos tomó mucho tiempo decidir un tema en concreto, de hecho en cuanto vimos a Pinkie con su móvil dijimos enseguida.

-Oh, pues internet, móviles, videojuegos… ese tipo de cosas.

-Los tecnológicos-anunció entonces Applejack sin dudar.

-¿Los tecnológicos?-repitió Lloyd, extrañado.

-Así es como suelen llamar a los miembros del club de tecnología, siempre van juntos, de hecho normalmente se sientan en esa mesa de ahí-comentó Pinkie en ese momento, señalando una mesa cercana donde un chico con gafas rectangulares y un polo amarillo estaba recogiendo sus cosas para marcharse.

-¿Ese quién es?

-Atomic Adam, uno de los miembros del club, de hecho ese club en concreto es uno de los más pequeños del instituto, aunque debido a esto es de los más cómodos de estar, según lo que me han contado. Probad a apuntaros si os apetece, siempre organizan actividades relacionadas-nos animó Pinkie.

Al principio no nos llamaba mucho la atención, pero al final decidimos intentar probarlo; después de comer nos dijeron dónde se encontraba el club, justo al lado de la clase de informática de la planta baja, y allí nos dirigimos aprovechando que aún quedaba una hora y cuarto de recreo. Lloyd llamó a la puerta y una voz desde el interior nos dio paso.

El interior del club era casi tan grande como el de club de costura, aunque éste estaba más lleno y mejor decorado en comparación; en una esquina había una colección que todo amante del pixel adoraría tener, compuesto por una SNES, una game boy original, de las primeras que salieron al mercado, y una Nintendo 64. En contraposición, al otro lado había una Wii, una PlayStation 3 y una XBOX 360 conectadas a una televisión plana pero pequeña, no muy apta para la resolución que canalizaba. También había varios portátiles abiertos en una de las mesas, además de un par de tablets y un ordenador de sobremesa del año de la tana en la mesa posterior. En las paredes había posters variados, la mayoría de videojuegos, y otros que promocionaban otros productos, habiendo uno de Apple, otro de MAC y uno de Microsoft.

-Uauh, que divergente es todo aquí…-masculló Lloyd, algo chocado.

-Es como un templo del bit, mola-comenté yo, lleno de curiosidad.

Un total de cinco personas se encontraban allí en ese momento, Atomic Adam nos vio y saludó.

-Ah, hola ¿queríais algo?

-Sí, este es el club de tecnología ¿no?

-Sí, bienvenidos.

-Gracias, nos estábamos preguntando si nos podríamos unir al club…

Nada más oírlo, el resto de miembros se dieron la vuelta y nos miraron con la sorpresa grabada en sus caras.

-¡Oh, más gente, milagro, milagro!-exclamó una chica de pelo rizado y anaranjado, con gafas redondeadas.

-Lo veo y no lo creo, que alguien me pellizque…-murmuró un chico de pelo castaño, bien cortado y camisa blanca.

-Esto es lo más excitante que ha pasado en la historia del club desde la creación del mismo, si mal no recuerdo-argumentó un chico de pelo azul claro y nariz achatada.

-Dios mío, de aquí a entrar en el top diez de clubes solo nos falta un paso-masculló una chica de pelo cobre y piel lavanda.

Lloyd y yo nos miramos algo confusos, sin saber bien qué decir; Atomic Adam se puso en pie y se acercó a nosotros mientras hablaba.

-Por supuesto que sí, bienvenidos, no sabéis bien la alegría que nos dais…

-¿Y eso por qué?-quiso saber Lloyd.

-Bueno, no es que seamos el club más popular del instituto, aunque siempre es bueno recibir a nuevos integrantes… aunque antes que nada, yo soy Atomic Adam, encantado.

El chico me sonaba de haberle visto de vez en cuando por los pasillos, llevaba puesto un polo amarillo con el cuello y las mangas verdes, con el pin de un átomo en ella. Su pelo era azul cobalto, el tono de piel era de un color lavanda muy clarito y sus ojos eran oscuros, ocultos tras los gruesos cristales de unas gafas rectangulares de pasta gorda.

-Igualmente, yo soy LloydZelos.

-Y yo Sg91.

-Siempre es bueno conocer a nuevas caras. Dejad que os presente al esto del grupo, este es Bright Idea.

-Hola-saludó el chico de la nariz chata.

Vestía con una camisa blanca, sudadera de lana a cuadros y una corbata azul pequeña metida por dentro; llevaba puesto un pin en el que se podía ver una bombilla.

-El chico al otro lado de la mesa es Wiz Kid.

-¿Qué tal?-saludó el chico de pelo corto.

Este llevaba puesta una camisa blanca con una pajarita roja, un bolsillo superior de la camisa estaba lleno de bolis y lápices varios y llevaba puesto un pin en el que se podía ver una raíz cuadrada con un corazón en ella.

-La chica de pelo rizado es Scribble Dee.

-¡Hola, hola!-exclamó ella, toda emocionada.

Vestía con una camisa verde y un polo rosado, con una corbatita verde más oscura, además de una falda larga color cobre con un par de lápices entrecruzados estampados en ella. Su tono de piel era un amarillo muy pálido, más que el de Bright Idea.

-Y la chica de ojos violetas es Velvet Sky.

-¡Bienvenidos!-saludó ella, igual de emocionada.

Llevaba puesto un polo azul celeste, con una bufanda amarilla envuelta al cuello y una falda violeta larga, con dos copos de nieve de diferente color estampados en ella. Su pelo era de color cobre y su tono de piel era de un color lavanda claro.

-¡Y este es el club de tecnología! Asumo que si estáis aquí es porque os gustan cosas relacionadas…-obvió Adam.

-Sí, a mí me gustan mucho los videojuegos… y por lo que veo, aquí estáis bien servidos-comenté.

-Oh, sí, desde luego…

-A mí también me molan los ídem-añadió Lloyd.

A ese comentario Adam dejó escapar una carcajada, sumándose los demás.

-¡Qué gracioso eres! Vale, para poder uniros tenéis que rellenar unos formularios de admisión, un momentito.
Adam nos dio un par de formularios y los estuvimos rellenando bajo la atenta mirada de todos los demás; una vez que las terminamos de rellenar, Adam comentó.

-¡Pues bienvenidos oficialmente al club de tecnología!

-¡Siete integrantes! ¡Eso es un record académico!-exclamó Wiz Kid.

-Desde luego, ya podemos colgar el cartel de aforo máximo completo…-murmuró Bright Idea, divertido.

-Recordad este día como el día en el que hicimos historia…-añadió Scrible Dee con tono meloso.

-Lo decís como si la cosa no diera para más…-comenté yo, algo chocado.

-Lo que pasa es que lo tenemos asumido. Somos los únicos frikis de la informática y videojuegos de todo el instituto, sabíamos que no íbamos a ser precisamente los más populares, pero ¿siete personas en tres años? Hemos superado nuestras propias expectativas, y que conste que esta vez no es coña-explicó Wiz Kid.

-Bueno, aun y con todo lo tenéis muy bien montado…-murmuró Lloyd, mirando a su alrededor.

-La mayoría de las cosas las hemos aportado nosotros, ya que el instituto cortó las subvenciones desde lo del baile de otoño…
Por un momento un breve y denso silencio se instaló entre todos, haciéndonos compañía.

-Aunque bueno, tampoco es que dieran gran cosa, la verdad, lo justo como para sacar adelante el club.

-En el club de costura también les pasa algo parecido ¿es una constante acaso?-quise saber yo, algo intrigado.

-Pues sí, todos los clubes están en la misma situación, aunque normalmente los que más miembros tienen son los que menos apurados están, ya que se sustentan de donaciones de los mismos-explicó Adam.

-¿Y cuáles son esos?-inquirió Lloyd.

-Principalmente el de fútbol, el de música y el de danza, luego están los del resto de deportes, que normalmente son los que más activos son.

-Los más pequeños y menos activos siempre tienen más problemas para sustentarse.

-¿Y que hacéis vosotros en ese caso?

-Aportamos un poco entre todos, ya que mucho más no podemos hacer-reveló Adam.

-Nos comentaron que soléis hacer actividades relacionadas ¿Cuáles son?-quise saber yo.

-Torneos de algunos juegos de lucha como Pokémon o Smash, también alguno de Street Fighter o Tekken… tú tenías el All-Stars Battle Royale ¿no, Bright?

-Sep, tenemos pendiente un torneo con ese, por cierto-añadió el chico.

-También solemos colaborar de vez en cuando con la revista escolar escribiendo análisis de juegos o de sistemas operativos, yo reseñé la semana pasada la última versión de Android, la Kit Kat-comentó Scribble Dee.

Lloyd y yo nos miramos por un momento, sabiendo al instante que nos gustaría estar en ese club; tenían todo lo que normalmente nos suele gustar, y los integrantes eran todos muy buena gente. En ese momento Lloyd se adelantó e inquirió.

-Y contadnos ¿habéis jugado a algún juego bueno últimamente?


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-Bueno, pues me voy yendo para allá…

-Ah, sí, a tu cita con Pinkie…

-¡Y dale, que no es ninguna cita!

-Huy, no, que va…

-Para nada, ella me pidió que la ayudara con un encargo especial, y dado que hoy no hay curro, pues aprovecho.

-Huy, aprovechas, cómo suena eso…

-Eres un malpensado… y luego me dices a mí.

-Que va, es solo que cuando el río suena…

-¿Lo dices por algo en concreto?

Tenía que admitirlo, me encantaba meterme con Lloyd cuando la situación lo ameritaba; y dado que había quedado con Pinkie en su para nada cita la ocasión era perfecta.

-Te parecerá bonito, tú te vas por ahí de pingoneo y me dejas aquí solito, será posible…-murmuré yo, con tonito remolón.

-Ay, sí, pobrecito mío, el nene…-musitó Lloyd, con recochineo.

A eso yo tan solo le regalé una carita de cordero degollado, aunque en ese momento a Lloyd se le debió de ocurrir algo, comentando de seguido.

-Pues mira, si tan solito no quieres estar aprovecha y llama a Sunset, pídela una cita o algo así…

Eso me pilló con la guardia baja, sin poder evitar enrojecer de golpe.

-¡Eso es un golpe bajo!-le espeté, algo molesto.

-Lo siento, pero me voy ya a mi no cita, que te diviertas-me dijo él rápidamente, cerrando la puerta tras de sí y yéndose de seguido.

Cuando este chico quería podía ser un cabrón de cuidado. Aunque su comentario me dio que pensar, todo sea dicho. Ese era uno de esos días en los que los Cake se iban a visitar a unos parientes fuera del pueblo y no volvían hasta el día siguiente, lo que se traducía como un día libre. Normalmente solía aprovechar esos días para adelantar trabajo, pero justamente hoy me sentía especialmente apático y hacer cosas o estudiar era lo último que me apetecía hacer en esos momentos. Traté de distraerme con otra cosa, pero internet estaba muy desangelado en esos momentos, y comencé a aburrirme cosa mala. Fue entonces cuando las palabras de Lloyd reverberaron en mi mente e hice mano del móvil.

-Agh, ¿en serio voy a hacerle caso?-me pregunté por un momento.

Aun así, y sin poder ocultar cierto nerviosismo en mis dedos, marqué el número de Sunset y esperé. Tras varios rápidos toques descolgaron al otro lado y una voz familiar murmuró.

-¿Sí?

-Hola Sunset…

-¡Ah, hola Sg! ¿Qué tal estás? ¿Trabajando?-inquirió la chica, al otro lado.

-Ah, no, en realidad no, los Cake han ido a visitar a unos parientes y hoy tenemos el día libre.

-Oh, qué suerte…

-Pues sí, je, je… ¿y tú que tal?

-Ah, pues bien, algo aburrida… tenemos examen de filosofía dentro de poco, pero la verdad es que no tengo nada de ganas de mirármelo-admitió ella.

-Ya, ni yo, para que te voy a engañar…

-Ya, es sábado… ¿Quién hace eso los sábados?

-Poca gente…

A eso los dos nos reímos tontamente, y para entonces yo ya estaba lo suficientemente nervioso como para preocuparme de si mi voz temblaba demasiado; por un momento hubo un silencio un tanto incómodo, y fue entonces cuando decidí ir al grano.

-Ah, pues justamente quería comentarte… ¿haces algo esta tarde?

-Oh, pues… no, no realmente…

-¿Te apetece quedar a dar una vuelta y tomar algo?

Hubo un leve silencio durante unos brevísimos segundos que me parecieron horas, pero al final la chica anunció.

-Vale, sí, me encantaría…

-Ah, genial, pues… ¿dónde te apetece quedar?

-Me da igual, donde tú quieras…

-En ese caso… ¿Qué te parece en el parque, junto a la fuente?-la sugerí.

-Está bien ¿a qué hora?

-¿Qué tal a eso de la una? Así comemos por allí y damos un paseo…

-Me parece perfecto… allí estaré-asintió la chica.

-Estupendo, pues nos vemos en breve…

-Hasta ahora.

Nada más colgar no pude evitar soltar un grito emocionado, dándome cuenta inmediatamente después y enrojeciendo levemente. En esos momentos agradecía estar solo, aunque esta vez debía darme prisa y ponerme guapo y presentable, ya que en dos horas había quedado con ella. Así en frío parecía que había tiempo más que de sobra, pero me conocía, y preferí hacer las cosas anticipadamente.

Como ya empezaba a hacer frío, claro síntoma de que el invierno se acercaba, opté por llevar algo cálido, unos vaqueros, una camiseta de manga larga y una sudadera de una sola pieza, junto con un abrigo fino para no abultar mucho.

Salí media hora antes, dirigiéndome al parque, el cual no estaba muy lejos de allí; como era sábado había bastante gente por la calle, llegando a ver a algunos de mis compañeros de clase, e incluso a Atomic Adam por el camino, al que saludé fugazmente. El parque también estaba bastante lleno, sobre todo de niños que aprovechaban el día en compañía de sus padres. Siendo un pueblo pequeño, el parque era quizás uno de los lugares más transitados, sobre todo en días como ese, y el frío no parecía amilanar a nadie.

Localicé la fuente enseguida, ya que se encontraba situada justo en el centro del parque, y estuve esperando a Sunset, echando rápidos vistazos al móvil por si me llamaba o me decía algo por wasap. Finalmente, a pocos minutos de que diera la hora acordada, vi a Sunset acercándose y la saludé desde la distancia, respondiéndome ella con un rápido gesto. La chica llevaba puesta un abrigo de lana color beige y unos vaqueros muy parecidos a los míos. Una vez que llegó a mi lado me saludó.

-Hola…

-Hey… ¿Qué tal?

-Bien… ¿vamos?

-Claro.

A partir de ahí estuvimos dando una vuelta por el parque, acercándonos a la parte del lago, que estaba situado al noroeste, junto a una pequeña cafetería donde servían platos combinados muy buenos. El lago no era muy grande, pero tenía patos y carpas que siempre eran alimentados por los que venían a visitarlos.

-Me encanta venir al parque…-comentó Sunset en un momento dado.

-Es un sitio muy bonito, desde luego…-asentí yo.

-Sí, al menos aquí no me miran raro ni me señalan por la espalda…

-Eh, vamos, no digas eso, ya sabes que pensarlo constantemente no es bueno…

Aunque conmigo y con las demás se sentía a gusto y bien, su pasado y sus anteriores acciones aún la pesaban, y se dejaba llevar por lo que los demás podrían decir o pensar a sus espaldas. Tanto yo como las demás tratábamos de animarla y hacer que pensara en otra cosa, pero aun así ella no podía evitarlo. En ese sentido la comprendía, pero aun así traté de animarla.

-Lo sé, de verdad, pero es que… pienso en todo lo que hice durante tanto tiempo y sé que, en el fondo, me lo merezco. Fui mala persona y ahora me toca pagar por lo que hice.

-Pero eso no tiene por qué pesarte tanto. Sabes que hiciste mal, y ahora tratas de corregirlo, de hacer las cosas bien. Olvida el pasado, Sunset, es algo que ya no se puede corregir.

-No es tan fácil, Sg…

-Lo sé, me lo imagino… pero ya sabes que tanto yo como los demás estaremos ahí, apoyándote. Venga, anima esa cara, no me gusta verte triste.

Ante eso la chica esbozó una tímida pero sincera sonrisa.

-Ah, así está mejor…-murmuré yo, sonriéndola.

Para animarla un poco estuvimos dando de comer a los patos del lago, echándoles migas de pan que solían vender justo al lado; según me estuvo contando Sunset la gustaban mucho los animales, por lo que fue la distracción perfecta.

Luego estuvimos comiendo en la cafetería del lago, y después dimos otro paseo por el parque haciendo la tarde, hablando de todo un poco, desde cosas del instituto hasta de las chicas incluso.

-¿Con quién te llevas mejor de las cinco?

-Con Rarity, es la que más se preocupa por mí y me suelo entender muy bien con ella. Cuando estaba empezando a juntarme con las chicas, ella fue la que más dispuesta estaba a darme una oportunidad, y Fluttershy también, aun a pesar de que antes me solía meter con ella.

-Ya veo… ¿y qué hay de las demás?

-Bueno, Rainbow Dash era la que menos se fiaba de mí, y tardé un poco más en ganarme su confianza. Applejack al principio era un poco seca conmigo, pero luego poco a poco se fue abriendo.

-¿Y Pinkie?

-Huy, con Pinkie fue instantáneo, como un borrón y cuenta nueva. Al principio su constante buen humor me ponía muy nerviosa, pero una vez que te acostumbras…

-Sí, es que Pinkie es mucha Pinkie…

-Sí, desde luego.

Los dos nos reímos con confidencia, sabiendo muy bien que con Pinkie todo era muy sencillo.

-¿Y qué hay de ti y de Lloyd? Aunque parece que a veces no os tragáis se nota que sois buenos amigos-quiso saber ella, curiosa.

-Sí, bueno, Lloyd y yo nos conocimos hace ya tiempo en una quedada en nuestra ciudad de residencia y la verdad es que fue un entendimiento mutuo. Nos gustaban casi las mismas cosas, podíamos hablar de casi cualquier cosa que nos molara, desde videojuegos hasta de libros, comics o cualquier cosa relacionada. Lo considero un gran amigo, de los mejores que he tenido, la verdad.

-Sí, y se nota…

Hablar de Lloyd me hizo preguntarme dónde estaría y qué estaría haciendo en ese justo momento, aunque teniendo en cuenta que estaba con Pinkie cualquier cosa valdría.


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-Agh, me pitan los oídos…-masculló en ese momento Lloyd, rascándose el oído derecho.

-¿Cómo llevas la crema, Lloydi?

-Casi está, dame unos minutos…

-Vale, la masa ya la tengo, cuando termines avísame y lo mezclamos.

Lloyd y Pinkie hacían un buen equipo. Desde que trabajaban juntos las habilidades del chico habían aumentado exponencialmente, aprendiendo un montón de cosas gracias a ella. Y en ese momento ese encargo especial estaba quedando especialmente delicioso. Una vez que la crema estuvo lista Lloyd la vertió, al tiempo que Pinkie la iba mezclando con trocitos de chocolate, galleta y frutas variadas. En cuanto el molde estuvo lleno lo metieron en el horno y se tomaron un buen merecido descanso.

-¡Ya está! Veinte minutos calentándose y luego los remates finales. ¿No se te hace la boca agua?-inquirió Pinkie, toda contenta.

-Sí, la verdad es que sí…

La chica se quedó callada por un momento, como si estuviera eligiendo sus palabras, hablando enseguida.

-Gracias por ayudarme con este encargo especial, Lloydi… es genial que siempre pueda contar contigo.

-Ah, no es nada, ya lo sabes… contigo estoy aprendiendo un montón, la verdad-admitió el chico, algo cortado.

Pinkie tan solo esbozó una gran sonrisa, mirando al chico con una expresión difícil de adivinar.

-¿Sabes? Nunca pensé que llegaría a conocer a un chico como tú. A veces pareces muy serio y formal, pero luego resultas ser divertido y muy entusiasta. Es como un bombón de licor…

-¿Dulce por fuera y agrio por dentro?-inquirió él, algo extrañado por la comparación.

-No lo digo por eso, es por la combinación… al principio resulta chocante, pero luego te haces a ella y te acaba gustando.
Hubo un breve silencio en el que ambos se quedaron callados, sin poder evitar que un leve sonrojo se asomara en sus mejillas; Pinkie abrió la boca para decir algo, pero en ese momento su móvil comenzó a sonar y lo atendió enseguida.

Tras una breve y rápida conversación Pinkie colgó y anunció.

-Vale, la esperan cerca de aquí, en cuanto esté lista la llevaremos… voy a llamar a las chicas.

-Muy bien.

Pinkie se apartó para hablar, al tiempo que Lloyd comenzaba a pensar en sus propias cosas, con el rubor en sus mejillas aún presente.


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La tarde pasó en un suspiro, casi sin que nos diéramos cuenta; y es que pasar tiempo con Sunset hacía que cada minuto y cada segundo valiera la pena. Cuando no lo pensaba demasiado o se distraía con cualquier otra cosa, la chica sacaba su lado más tierno y divertido, haciéndolo casi único e irrepetible. En ese sentido se parecía a Twilight, pero ella misma hacía que hubiera algo, un no sé qué difícil de explicar, que lo hacia todo muy distinto.

Después de comer y dar un paseo por el parque fuimos al centro comercial que había abierto hace poco y estuvimos curioseando por las tiendas. Sunset demostró un gusto particular por las joyas, echando largos vistazos a los escaparates de un par de joyerías que allí había; por mi parte estuve un rato en una tienda de videojuegos cercana, y ella me acompañó en todo momento. Luego fuimos a comprar un helado, pero como apenas quedaba, ya que la tienda cerraba enseguida, nos pedimos una tarrina de nata y la compartimos entre los dos.

En cuanto dieron las ocho salimos de vuelta a la calle, ya había anochecido y comenzaba a refrescar más que antes.

-Me lo he pasado muy bien. Gracias por tan buena tarde, Sg…-murmuró ella, con gesto feliz.

-Yo también me lo he pasado muy bien. Y gracias a ti también-hice lo propio yo, regalándola una fugaz sonrisa.

La chica me devolvió el gesto y ambos nos quedamos callados por unos breves segundos que se me antojaron larguísimos; aunque en ese momento nuestros móviles sonaron a la vez y con tonos diferentes.

-Ah, ese es el grupo…-observé yo.

-Sí, el mío también…-asintió Sunset.

Me metí en el wasap y leí lo último escrito.

Pinkie
Hey, Sunny! Dnde stas?

Sunset
Estoy junto al centro comercial, con Sg


Rainbow
Con Sg? Huy, huy, esto promete… :D

Sg
Déjalo ya, Rainbow Dash


Sunset
Qué querías, Pinkie?


Pinkie
Stamos montando una super fiesta en casa de Rarity! Tenéis que venir, no os la podéis perder!

Sunset
Ahora?


Pinkie
Pues claro, tontita! Cuando si no? :P

Sg
Cuando dices estamos asumo que estáis todos…


Lloyd
Asume bien, señor

Pinkie
Tenéis que venir, venga, veníos, no será lo mismo sin vosotros!

Por un momento Sunset levantó la mirada, algo indecisa, y yo lo vi.

-Hey ¿Qué pasa? Podemos pasarnos un rato…-la sugerí.

-Ah, sí, supongo, es solo que…

-¿Qué pasa?

Sunset abrió la boca para contestar, pero al final se reservó sus comentarios y comenzó a teclear.

Sunset
Está bien, vamos para allá



Pinkie
Genial! Os esperamos!

Por nuestra parte nos pusimos en marcha hacia la casa de Rarity, sin decir nada más; Sunset no volvió a hablar, y lo que quiso decirme aquella vez se quedó en agua de borrajas. Aun así yo traté de hacer que se animara.

-¿Qué era lo que querías decirme antes? Parecía importante…

-¿Eh? Ah, no, no es nada…-murmuró ella, algo cohibida.

-¿Segura? No pareces muy convencida.

Ante eso la chica se quedó algo cortada, sin saber bien que decir.

-Sabes que puedes contármelo si quieres-la recordé yo, con una sonrisa.

Eso debió de animarla, puesto que al final respondió.

-Te parecerá una tontería, pero es que… hay veces que me da la sensación de que no me merezco todo lo que hacen por mí. Siempre están animándome, lo cual agradezco inmensamente, y si no fuera por ellas todo sería muy diferente y difícil, pero...

Antes de que pudiera decir nada más, la paré por un momento y hablé.

-Sé lo que me vas a decir, y ya te digo yo que no.

-¿Qué? Pero no sabes lo que iba a decir…

-Oh, vamos, Sunset, no seas tan dura contigo misma. Te lo dije esta tarde y te lo vuelvo a decir ahora, lo que importa es el presente, lo que estás haciendo ahora, y lo que harás también.

-Lo sé, pero… a veces miro atrás y me doy cuenta que, si no fuera por ellas, estaría sola.

-Pero ahora ya no.

Antes de que Sunset me dijera nada más llegamos a casa de Rarity, donde la puerta principal se encontraba entreabierta.

-Qué raro, se la han dejado abierta…-murmuró la chica, pasando primero.

El recibidor lucía vacío y semioscuro, la única luz provenía de afuera y de una pequeña lámpara al otro lado del pasillo contiguo; la puerta que daba al salón se encontraba sumida en penumbra, dándole un aspecto lúgubre y un tanto aterrador.

-¿Rarity? ¿Estás ahí?-llamó Sunset, sin obtener respuesta.

-Qué raro es esto ¿no?-inquirió ella justo después, algo amilanada.

-Un poco, espera, a ver si encuentro la luz…-murmuré yo, buscando a tientas el interruptor.

Finalmente di con él y lo encendí, en cuanto la luz se encendió una gran algarabía exclamó de golpe y porrazo.

-¡¡¡Sorpresa!!!

En cuanto nos situamos vimos que todos estaban allí, en medio de una gran decoración, y con una tarta justo en el centro del salón. Tanto Sunset como yo nos quedamos perplejos, sin saber bien a qué venía semejante sorpresa.

-¿Sorpresa? ¿Pero a quién?-inquirió la chica, extrañada.

-¿¡Pues quien va a ser?! ¡A ti, tontita!-exclamó entonces Pinkie.

-¿A mí?

-¡Pues claro! ¿A quién si no?

-Pero… no lo entiendo ¿por qué?-quiso saber Sunset, aún perpleja.

-¡Pues porque hace ya dos meses y tres cuartos desde que nos hicimos amigas! ¿No te parece eso acaso motivo más que suficiente?

Eso cogió con la guardia baja a Sunset, la cual se llegó a emocionar hasta las lágrimas.

-Esto… ¿lo habéis hecho todo por mí?

-¡Claro! Bueno, excepto Sgi, que no podía saber nada, aunque Lloydi le ayudó un poco también para que la sorpresa fuera perfecta-añadió Pinkie, con una sonrisita.

Ante eso miré al interfecto con las cejas levantadas y con un gesto de sorpresa dibujado en la cara, aunque al final murmuré.

-Así que cita para nada…

-Bueno, al menos por mi parte, pero por la tuya algo me dice que sí…

Ante eso tan solo me reí tontamente, chocando un puño con él. La fiesta comenzó inmediatamente después y nos congregamos alrededor de la tarta, haciendo los honores Sunset y probándola ella primero.

-La hemos hecho Lloydi y yo, pero tiene un poquito de todos-comentó Pinkie alegremente.

-¡Está buenísima! ¡Tiene un poco de todo, sabores extraños, pero combinan de maravilla!-exclamó Sunset, encantada.

-¡Sí, esa es la esencia! Dulce por fuera, extraño por dentro, pero especial… muy especial-asintió Pinkie, llegando a lanzar una rápida mirada a Lloyd, el cual tan solo sonrió.

Por mi parte me acerqué a Sunset cuando tuve la ocasión y la dije por lo bajo.

-¿Lo ves? Ya te dije que no estarías sola.

Ante eso la chica tan solo me dedicó una gran sonrisa que se me antojó brillante y perfecta, casi tanto como ese mismo día, el cual se había convertido en el mejor de todos cuantos habíamos estado viviendo aquí hasta el momento. Afuera una limpia noche decoraba el firmamento lleno de estrellas, con una gran luna llena por corona.


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Esa misma noche el superintendente Discord no estaba de humor; había sido llamado por el presidente del Consejo Escolar, ya que debía de entregar sus informes sobre sus últimas inspecciones, y el presidente no le había podido atender hasta ese momento. No era por querer llevarle la contraria, pero hasta él tenía unos horarios, los cuales se estaban viendo bastante comprometidos por esa misma razón.

-¿Y bien, Discord? ¿Tienes los informes?-inquirió el presidente, desde la penumbra de su mesa.

-Sí, señor Sombra, aquí están-murmuró él, con gesto cansado.

-Siento no haber podido atenderte hasta ahora, pero es que he estado muy ocupado. He estado todo el día fuera, ya que el senador quería charlar conmigo sobre asuntos de educación del estado.

-Lo entiendo perfectamente, señor Sombra, gracias por recibirme.

-Bien, veamos…

El despacho del presidente Sombra siempre estaba en penumbra, incluso de día; por la noche encendía las luces, pero las regulaba hasta tal punto que apenas llegaran a alumbrar más allá de su escritorio. Discord tenía serias dudas sobre si podría leer sus informes, pero para su sorpresa, no le supuso ningún impedimento.

-Bueno, por lo que veo todo sigue como hasta ahora… es bueno saber que las administraciones saben destinar bien sus fondos.

-Sí, esa es la regla general…

Sombra siguió leyendo por encima, quedando sumamente satisfecho; pero entonces vio algo que le dejó especialmente chocado, comentando de seguido.

-Un momento ¿Qué es esto? ¿Concepto de obras de reparación a cargo de la administración local? ¿¡Por valor de 500000 dólares?! ¡¿Qué despropósito es este?!

-Ah, sí, el instituto Canterlot, es un caso especial, creo que lo marqué al principio de la ficha…-murmuró Discord, sin muchas ganas.

-Un momento… así es, aquí está. ¿Quién es el responsable de semejante calamidad?-quiso saber Sombra, particularmente molesto.

-La directora Celestia, ya la he amonestado debidamente, no será ella quien reciba la subvención de este año…

-¡¡Y menos aún con semejante cifra!! ¿¡En que estaba pensando esa mujer?! ¿¡Por qué no se me notificó previamente?!

-Razones extra protocolarias, por así decirlo, está todo en la ficha.

-Bueno, al menos el resto no lo ha tocado… espera, dos becas de ayudas vigentes, por valor de 3000 dólares cada una ¿Qué es esto?-inquirió Sombra, extrañado.

-Oh, sí, el caso especial… sospecho que pueda haber dos gorrones que estén viviendo a costa de la administración de ese centro y, por consiguiente, del Consejo. Le he dado a Celestia un tiempo límite para que arregle cuanto antes tan irregular situación, me parece aún más derroche esos 6000 dólares que un accidente repentino, supongo que en ese aspecto estará conmigo-explicó Discord, con gesto pensativo.

-¡¡Por supuesto!! ¿¡Pero que se han creído que somos, hermanitas de la caridad!? ¡¡No pienso tolerarlo, de ninguna manera, ya solo faltaba eso!! ¡¡Asegúrate de que esto queda aclarado, Discord, es una orden!!-masculló Sombra, particularmente enfadado.

-Así lo haré, señor…

-Canterlot, Canterlot, instituto Canterlot… agh, un momento.

La oscura figura del presidente Sombra se inclinó levemente hacia delante, oprimiendo entonces un botón de un interfono, y una voz saliendo de este.

-¿Sí?

-¡Tirek! ¡Búscame y tráeme el expediente del instituto Canterlot, es urgente!

-Ahora mismo, Sombra, dame un momento-pidió una grave y prominente voz, cortando la comunicación.

Aunque no se quedó ahí y luego oprimió el primer botón, de todos, saliendo esta vez una voz femenina del interfono.

-Dígame, señor.

-¿Chryalis? No me pases llamadas, voy a estar ocupado.

-Lo que usted diga, señor.

La espera no duró mucho, y al cabo de unos breves minutos alguien llamó a la puerta.

-Adelante.

Una figura muy musculosa y grande se dejó ver tras el umbral de la puerta, entrando en el despacho rápidamente con una carpeta entre sus enormes manazas.

-El expediente del instituto Canterlot-murmuró entonces, entregándoselo.

-Gracias, Tirek, puedes retirarte.

El tal Tirek se fue por donde había venido, dejando solos a Discord y Sombra, el cual comenzó a ojear rápidamente los documentos.

-Vaya, por lo que veo ya nos reportaron problemas financieros desde el último año fiscal…

-Sí, me parece que fue por una exagerada cantidad de clubes de actividades extraescolares, Celestia permitió que se crearan tantos como los alumnos quisieran, grave error si quiere mi opinión-murmuró Discord, con mirada lacónica.

-¡Pero bueno, esta mujer es estúpida!-soltó Sombra, cada vez más enfadado.

-No, lo que pasa es que es una buenaza y su buena voluntad la pierde. Su hermana Luna tiene más criterio, pero tan solo es la vice directora en funciones.

-¡¡Pues más la vale que arregle esto si no quiere verse suspendida de empleo y sueldo!! ¡¡No quiero incompetentes en mis institutos, quiero gente que piense!! ¡¡Y si tan competente es esa Luna, pues ya tendré con quien suplirla!!-insistió Sombra.

-No se preocupe, señor, me ocuparé personalmente de este caso, doblaré mis inspecciones en ese instituto si es preciso-aseguró Discord, con gesto tranquilo.

-¡¡Pues hazlo, Discord, inmediatamente!!

-Descuide, así lo haré.

Estuvieron hablando un rato más hasta que finalmente Sombra le despidió y Discord se retiró, dejándole solo en medio de la penumbra y pensando en voz alta.

-Instituto Canterlot… más te vale rendir como es debido o haré poda contigo.


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Esa misma noche la luna llena era especialmente brillante, iluminando ampliamente el bosque que había al norte del pueblo; una leve brisa nocturna agitaba suavemente las copas de los pinos y sus ramas eran mecidas de tal forma que parecieran que susurraban entre ellas.

Sin embargo había algo más que era arrastrado por el viento; una dulce y embelesante melodía se podía oír entre los árboles del bosque, proveniente de un lago cercano cuyas aguas se encontraban completamente en calma. Junto a la orilla, subida a una roca, una chica de frondoso pelo anaranjado cantaba una lenta y armoniosa canción que llegaba a resonar al otro lado del lago. Recostada en sus piernas había otra chica de pelo azulado y liso, dormitando profundamente. En cuanto la chica que cantaba se percató de esto, dejó de cantar, mirando a la otra con especial celo.

-¿Ya se ha dormido?

-Sí.

-Deja que te la quite de encima…

Una tercera chica de pelo violeta y destellos azulados se acercó hasta donde estaban las dos y cogió en brazos a la chica de pelo azul, bajándola de la roca y dejándola en un saco de dormir cercano. La de pelo anaranjado fue la siguiente en bajar, acercándose a la orilla y extendiendo una mano sobre la superficie del agua, sin llegar a tocarla.

-Bof, siempre nos hace lo mismo… es la primera en sugerir algo, y luego se olvida-comentó la chica de pelo violeta, algo molesta.

-Ah, déjala, ya sabes cómo es…

Ese comentario despertó el interés de la chica de pelo violeta, llegando a murmurar.

-Vaya Adagio ¿es sólo mi imaginación o de repente estás más permisiva con ella?

Antes de contestar, Adagio dejó escapar un suspiro lleno de melancolía, llegando a rozar las yemas de sus dedos el agua del lago.

-Este sitio siempre consigue que me olvide de todo… me ayuda a desconectar y pensar en otras cosas. Siempre intento que no me afecte, pero no lo puedo evitar.

Ambas se quedaron en silencio por unos breves segundos antes de que la otra chica respondiera.

-Agh, déjalo ya, Adagio, no te pega eso de ser tan sentimental…

Sin embargo la tal Adagio no respondió, mirando al agua con gesto inquisitivo, como si quisiera descubrir algo que no estaba ahí. En ese momento se levantó y anunció con voz queda.

-Me voy a bañar.

-¿Qué, ahora? Son casi las doce de la noche, y hace un frío que pela…

-¿Y? sabes perfectamente que el agua fría no es nada intimidante para nosotras, Aria.

La tal Aria se quedó algo extrañada por su comentario, aunque antes de que pudiera decir nada más, Adagio ya se estaba desvistiendo para meterse en el agua. No tardó nada en despojarse de sus ropas, metiéndose en el agua sin ningún atisbo de duda, ni siquiera hizo ningún comentario sobre la temperatura del agua. Lo hizo de forma lenta y pausada, sin revolver demasiado la lisa superficie del lago. Una vez dentro sumergió la cabeza y regresó a la superficie cogiendo aire de nuevo.

-¿No piensas acompañarme?-inquirió ella entonces, mirando de reojo a Aria.

Esta al final acabó decidiendo enseguida, desvistiéndose ella también y siguiendo a Adagio; aun a pesar de que el agua estaba fría, ella tampoco hizo ningún comentario al respecto.

Sin decir nada en ningún momento, Adagio cogió aire y se sumergió, siendo seguida al poco rato por Aria; bajo el agua las dos comenzaron a moverse con una ligereza y rapidez pasmosas, como lo harían las más experimentadas nadadoras. Movían el cuerpo entero de manera sincronizada para avanzar, ayudándose con sus brazos de vez en cuando, aunque no siempre, haciendo amagos extraños de vez en cuando con ellos, pegando los antebrazos a sus cuerpos y doblando los brazos hacia abajo, en forma de asa.

Estuvieron un buen rato buceando, aguantando la respiración de una manera casi profesional, consiguiendo aguantar sumergidas más de siete minutos. Debido a que la luna brillaba con fuerza esa noche, podían distinguir el fondo y lo que las rodeaba, moviéndose con más confianza y destreza. Llegaron incluso a ver peces varios en el fondo del lago, sobresaltándolos y haciéndoles huir rápidamente.

Finalmente las dos nadaron hacia la superficie y respiraron de nuevo una vez que emergieron.

-Agh, no me acostumbro a que ahora tengamos un límite… es un asco-masculló Aria, visiblemente molesta.

Por su parte Adagio no hizo ningún comentario; de hecho comenzó a cantar de nuevo, extendiendo una suave melodía por todo el lugar. Aria la miró ceñuda, pero al cabo de un rato se acabó sumando ella también, coordinándose con ella enseguida y casando el tono y el ritmo rápidamente. Las dos voces se entremezclaron, sonando incluso aún mejor, y terminando con un decrescendo musicalmente perfecto. En cuanto calló, Adagio nadó hacia la orilla y se apoyó en una roca cercana, sin salir del agua. Aria la siguió y en cuanto se puso a su lado inquirió.

-¿Me vas a contar de una vez qué es lo que te pasa?

Adagio no contestó inmediatamente, pero finalmente acabó haciéndolo tras unos breves segundos guardando silencio.

-¿En qué momento perdimos nuestro instinto? A veces no soy capaz de distinguirlo, Aria… es como si lo hubieran reemplazado-masculló ella, mirándose sus manos con un gesto difícil de escudriñar.

-Siempre ha estado ahí…-murmuró Aria, no muy convencida de su propia respuesta.

-Pero ahora ya no. No te atrevas a negármelo. Antes podíamos verlo todo, oírlo todo, sentirlo todo. Ahora el agua es como una cortina que no te deja ver, ya no se desliza como antes sobre ti, y la presión hace mella cuando antes no había nada.

-Pero aún tenemos nuestras voces…-recordó Aria.

-La música sigue siendo la misma, pero ya no suena de la misma forma, ni llega a los demás con la misma intensidad. Cuando estoy ahí fuera me olvido y trato de sobrevivir, pero cada vez que venimos aquí… me acuerdo de lo que alguna vez llegamos a ser. Y sé que, de alguna forma, nunca volveremos a ser las mismas.

Hubo entonces un denso silencio tan solo roto por el borboteo del agua y los sonidos de la noche que sonaban en la lejanía.

-Lo sé, es un asco. Pero no hay nada que podamos hacer para remediarlo. Estamos aquí y ahora-murmuró Aria, con tono resignado.

-Sí, ese es el problema, que estamos aquí y ahora. Donde antes todo era algo, y ahora es nada. Ese brillo, esa melodía tan especial… perdida para siempre. Condenadas a vagar, a ser ignoradas, a ser olvidadas. No, me niego a desaparecer así. ¡¡¡No!!!

Ese grito resonó por toda la cuenca del lago, llegando a hacer eco más allá de los árboles de la otra orilla; aun a pesar de esto, la chica de pelo azul no se despertó, tan solo se revolvió en su saco y siguió durmiendo.

-Cálmate, vas a despertar a Sonata…

-No, sabes que ella siempre ha tenido el sueño pesado.

-Sí, eso es verdad…-asintió Aria, llegando a esbozar una fugaz sonrisa.

-Sin embargo tú siempre me dabas más problemas cuando se trataba de ir a dormir.

-Pero eso es porque Sonata es fácil de convencer, es como una niña pequeña…

-No, Sonata sigue siendo una niña pequeña…-murmuró Adagio, con cierto tono melancólico en su voz.

Por un momento las dos se quedaron calladas, dándose cuenta de que no estaban ni siquiera discutiendo.

-Al menos seguimos juntas…-comentó Aria en un momento dado.

-Sí…

En ese momento se levantó una breve pero fuerte brisa que hizo reaccionar a ambas chicas, recordando que hacía frío y sin poder reprimirlo mucho más. Aria fue la primera en levantarse, aunque antes de volver a la orilla se dirigió a Adagio murmurando por lo bajo.

-Gracias por cuidar de nosotras, Adagio.

La aludida no dijo nada, tan solo asintió con la cabeza mirando a la inmensidad del cielo. Aria se secó y volvió a vestirse, comentando justo después.

-¿Vienes?

-Ahora voy, quiero quedarme un rato más.

Sin decir nada más, Aria se apartó y se dirigió hasta donde estaba Sonata, metiéndose en otro saco y acurrucándose en él. Una vez sola, Adagio cerró los ojos, recordándose a sí misma sus objetivos.

-No dejaré que seamos olvidadas, aunque no volvamos a ser nosotras mismas nunca más. Si alguien merece aquí que sean recordadas son ellas, no yo.

En ese momento una estrella fugaz apareció en el firmamento, describiendo una amplia línea curva en el cielo; Adagio la vio y formuló su deseo, al tiempo que comenzaba a entonar otra melodía, sonando esta vez como una suave y dulce nana. El viento se llevó consigo las notas, resonando más allá del bosque y fundiéndose con el ambiente. La luna siguió brillando con fuerza en lo alto del cielo.

Te voy a escribir toda enterita... cachito a cachito... con todo lujo de detalles...
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Re: Bronies al borde de un ataque de nervios [Humano] [Humor

Notapor agustin47 » 07 Abr 2015, 08:55

Cuando sale un nuevo capítulo no sé si estar contento por poder leerlo o triste por saber que lo voy a leer megarápido y luego voy a tener que esperar. Magnífico trabajo como siempre.
Los milagros no son gratuitos.

La ignorancia a veces puede significar felicidad, y en este caso, la nuestra resulta ser una verdadera bendición.


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Re: Bronies al borde de un ataque de nervios [Humano] [Humor

Notapor Marquis Perhaps » 07 Abr 2015, 18:26

Sombra entre las sombras buen " juego" , Saldrá una especie de "smoozie" como Flabber (?).

Well en resumen me ha encantado el capitulo y la Cita / No Cita cada vez queda menos para " la boda" :D
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Re: Bronies al borde de un ataque de nervios [Humano] [Humor

Notapor Sr_Atomo » 08 Abr 2015, 21:14

Capítulo leído... y cada vez estoy más convencido que no regresarán...

Por cierto, Sunset cada vez me gusta más, las tres dazzlings adquieren un trasfondo que me convence muy mucho, y Pinkie Pie... Pinkie Pie está a punto de caramelo, Lloyd... aprovecha :P
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Re: Bronies al borde de un ataque de nervios [Humano] [Humor

Notapor RedVixenFur » 08 Abr 2015, 22:04

Jrasias por calentarme el kokoro con Sunny. Lo "nesecitava".
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Re: Bronies al borde de un ataque de nervios [Humano] [Humor

Notapor Volgrand » 10 Abr 2015, 15:26

Por favor, que alguien que sepa de dibujo o edición prepare banners con los siguientes logros:


La mayoría de self insert caen en el romance fácil, el mundo que gira en torno al insertado y demás. SG91 nos demuestra que una BUENA historia no adolece de semejantes horrores. Por ello, es para mi un honor anunciar:

LOGRO DESBLOQUEADO:

SELF INSERT EXITOSO EN EL MUNDO X2



Los HiE suelen ser fics que destruyen el mundo sobre el que escriben, salvo contadas ocasiones. SG hace un insert en el que el mundo no se pone a girar en torno a los protagonistas, en el que estos no tienen super poderes y cuyo misterio gira en torno a cómo llegaron al instituto Canterlot. Por ello, debo concederle el...

LOGRO DESBLOQUEADO:

HUMANOS EN EQUESTRIA /EG SIN ROMPER EL MUNDO



Todos detestamos a Mary Sue y su hermano Gary Stu. Estos hermanos destruyen mundos e historias, y convierten tramas bien planteadas en mierdas infumables. Es por ello que SG gana, un vez más, el logro a...

LOGRO DESBLOQUEADO:

NO MARY SUES / GARY STUS



¡Cuán fácil es caer en el romance irreal! ¡Cuán fácil hacer que nuestros personajes favoritos se enamores del self-insert del autor, aunque este no haya hecho nada para merecer su amor! Aquí tenemos no uno, sino DOS romances que se están construyendo poco a poco a partir de una amistad. Aún falta tiempo para desbloquear este logro, pero estamos en proceso de lograr el....

LOGRO 50% DESBLOQUEADO:

ROMANCE DE HUMANO CON PERSONAJE CANON CREÍBLE X2



¿Cuántos habéis leído fics en los que el autor humilla a los villanos de forma ridícula? Aquí nos muestran a casi todos los villanos de MLP en un estado... humillante, pero que no se siente como tal. Y, curiosamente, estos malos me dan más mal rollo que los originales. Quizá sea por mi pasado en el instituto... como sea:

LOGRO DESBLOQUEADO:

EPIPATÉTICA HUMILLACIÓN DE TODOS LOS VILLANOS DEL FANDOM



Oh, dios, las dazzlings, quizá, no sean tan malvadas. Las vemos aquí como hermanas, protegiéndose mutuamente, sobreviviendo y frustradas por haber perdido casi todos sus poderes. Me gusta, me gusta.

LOGRO 50% DESBLOQUEADO:

HEADCANON: LAS HERMANAS DAZZLING: ¡ADAGIO NO ES TAN MALA!


Y... un logro que SG91 lleva desbloqueado desde que lei por primera vez una de sus historias largas (Lo que fuimos): un arte grandioso a la hora de llevar hasta los lectores eventos de la vida cotidiana de manera amena, eficaz y absorbente. Por ello, es para mi un honor concederle el logro...

LOGRO DESBLOQUEADO (otra vez):

SLICE OF LIFE



¡Personajes que evolucionan! Y además, no necesariamente a mejor, ¡somos humanos! SG91 y LloydZellos se acaban acostumbrando a su nueva rutina, ¡y es normal! En el fondo, viven bien, tienen amigos y cosas que hacer. ¿Quién puede culparles? Un buen personaje evoluciona. Por ello, debo conceder a "Bronies al borde de un ataque de nervios" el logro..
.
LOGRO DESBLOQUEADO:

EVOLUCIÓN DE PERSONAJES
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Re: Bronies al borde de un ataque de nervios [Humano] [Humor

Notapor neizan » 21 Abr 2015, 15:23

Totalmente de acuerdo con Volgrand, si dibujara decentemente y a la velocidad de la luz yo mismo haría los logros. Pero no :D2

Solo añadir que además de todo eso, hace gracia y bastante además :sisi1:

En cuanto al cap. Me gustó, se nota (no sé) que lo escribiste en un periodo más prolongado de tiempo.
Bien, Sg le ha hechado... y ha ido a por Sunset directamente a sangre fría, algo de lo que no dificultoso cuanto menos pero ahí ha estado el campeón. Yo tampoco creo que tengan demasiados planes para la vuelta, pero dejar su vida pasada así sin más me parece demasaido fuerte. Sus pobres familias...
El cambio de perspectiva de las Dazzlings no me convence al 100% pero es creíble. Veo que introduces también la trama de Tyrek and company que creía que no ibas a hacer y que puede alargar muuuucho la historia. Si fuera tú o haría un cambio o la iría llevando hacia su desenlace para que saliera redonda; si la alargas demasiado puede perder o te puedes liar entre mil cosas haciendose repetitiva y perdiendo su unidad. Pero ya he visto en otros de tus fics (con Amor de madre se podría hacer un libro? :sisi1: ) que eres experto en ello.

Bueno, ahí te comento y esperando impasiente a tu sig cap, que espero que no tarde tanto como este, porque se me pasan demasiado rápidos. Saludos!

Spoiler:
PD: si prefieres que comente por privado no tienes más que decirlo, lo hago aquí por que a priori me parece mejor
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Re: Bronies al borde de un ataque de nervios [Humano] [Humor

Notapor LloydZelos » 24 Abr 2015, 21:27

Servidor leyendo esto:

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Primeramente no te has olvidado de que seguimos con el agua al cuello con el tema de nuestras identidades falsas, lo cual es de agradecer (y una gran putada por cómo va la cosa). Debo decir que lo de utilizar a nuestro benefactor para rellenarlas es una solución brillante, ya que podemos intentar averiguar su identidad a partir de su letra y así nos evitamos también el error de intentarlas colar con la nuestra. La charla con ehlme te ha quedado genial, es él en estado puro y hasta he leído sus líneas con su voz. Nuevo detalle que confirma que me estoy adaptando: me quejo del apagón del ordenador no por volvernos a quedar sin manera de volver, sino por el trabajo que había que entregar :sherlock:

Con el club de los tecnológicos te has coronado de manera soberbia. Como tú dices, es un auténtico templo del bit, mi alma de jugón ha llorado de alegría mientras ibas enumerando los aparatos y la decoración, y de tristeza al recordar que no tenemos consola alguna y que nuestro portátil no da para esas cosas (normal, tampoco hay que derrochar). Nuestra afición favorita, torneos, reseñas para la revista del instituto y buena gente (me parece particularmente maja y entusiasta Scribble Dee). Lo vamos a pasar de p*ta madre ahí :brohoof:

O eso me gustaría decir, porque tiene toda la pinta de que el Consejo Escolar va a entrar en escena pronto y a lo bestia con lo de nuestra presencia y para recortar aún más los presupuestos (tengo una escena bizarra en mi mente con el presidente entrando en nuestro club y echándonos mientras Tirek se come las consolas y tablets :roto2: ). Discord nos va a dar mucho por culo, y Sombra me da verdadero miedo, impone de verdad. Intrigado sobre por qué Tirek es el único que le llama de tú :ajhuh:

Lo reconozco constantemente: soy un cabrón, y por eso apruebo mi táctica para mantenerte lejos de la fiesta con Sunset :roto2rie: Buena cita te has montado en el Parque del Retiro, por cierto :sisi1: ¿Las carpas serán igual de monstruosas? De cualquier modo, ha sido una escena muy buena (está muy mona con su abrigo de lana, debo decir adicionalmente), desarrollando vuestra relación y el personaje de Sunset y sus dudas además de sus pensamientos sobre sus amigas, con un momento de alegría muy bonito en la fiesta...

Ante eso la chica tan solo me dedicó una gran sonrisa que se me antojó brillante y perfecta


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:roto2rie:

...y también muy cachondo (dos meses y tres cuartos, totally Pinkie).

Que hablando de la susodicha... Dios. Dios. REDIOS.

La chica se quedó callada por un momento, como si estuviera eligiendo sus palabras, hablando enseguida.

-Gracias por ayudarme con este encargo especial, Lloydi… es genial que siempre pueda contar contigo.

-Ah, no es nada, ya lo sabes… contigo estoy aprendiendo un montón, la verdad-admitió el chico, algo cortado.

Pinkie tan solo esbozó una gran sonrisa, mirando al chico con una expresión difícil de adivinar.

-¿Sabes? Nunca pensé que llegaría a conocer a un chico como tú. A veces pareces muy serio y formal, pero luego resultas ser divertido y muy entusiasta. Es como un bombón de licor…

-¿Dulce por fuera y agrio por dentro?-inquirió él, algo extrañado por la comparación.

-No lo digo por eso, es por la combinación… al principio resulta chocante, pero luego te haces a ella y te acaba gustando.


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No he logrado encontrar una combinación de gifs que exprese adecuadamente la mezcla de alegría, emoción y puro contento que me ha provocado este momento, mis disculpas de antemano si intentándolo lo he ridiculizado. La evolución de la relación a partir de la amistad te está quedando muy natural y encima cuentas cosas tan normales como que mis habilidades hayan mejorado gracias a ella y que a base de ello y de trabajar juntos los fines de semana hagamos un buen equipo, por no hablar de lo que se vio en el capítulo anterior de que lo pasamos estupendamente. Por algún motivo me pega verla así de tímida para estas cosas, y explicaría por qué solo Vinyl se lo huele: es alguien ajeno al grupo y por lo tanto menos proclive a bombardear con coñas o preguntas, y aun así no se lo ha dicho directamente. Es increíble cómo logras transmitir las emociones de los dos de una manera tan sencilla pero sin decir apenas nada, y encima metiendo humor de por medio bien para relajar la tensión o bien por mis nervios (cabrón, sal de mi cabeza, yo diría algo así :roto2: ), junto con ese cierre introspectivo hacia mi persona con mi cabeza en un mar de pensamientos, dudas y emociones que adivino, pero prefiero esperar al siguiente y no adelantar acontecimientos. Te ha quedado redondo, creíble y emocionante. Y esa comparación del final... :pprainbow: Ansioso por ver cómo se desarrollan los acontecimientos.

Perdona un momento, voy a tener un par de comentarios conmigo mismo.

-Bueno, pues me voy yendo para allá…

-Ah, sí, a tu cita con Pinkie…

-¡Y dale, que no es ninguna cita!

-Huy, no, que va…

-Para nada, ella me pidió que la ayudara con un encargo especial, y dado que hoy no hay curro, pues aprovecho.


¡¡Pero vamos a veeeeeeeeeeer, tonto del culo!! ¿Encargo especial? ¿En día no laborable? ¿A solas? ¿¿Tú estás ciego o no quieres ver??

-¡Sí, esa es la esencia! Dulce por fuera, extraño por dentro, pero especial… muy especial-asintió Pinkie, llegando a lanzar una rápida mirada a Lloyd, el cual tan solo sonrió.


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:facehoof:

Tras comprobar y reafirmar lo gilipollas y pimpinela que puedo llegar a ser, debo decirte que la escena de las Dazzlings me ha convencido y extrañado a partes iguales. Convencido porque les da una melancolía y profundidad muy creíbles (me vienen recuerdos de Ganondorf en WW, quien lo haya jugado me entenderá) al recordar lo que han perdido, llegando a nadar en postura nada cómoda para recordar sus antiguos cuerpos. Y extrañado porque, dejando a un lado minucias como que deberían ser más conscientes de sus "nuevas" limitaciones tras tanto tiempo (quejarse ahora de su capacidad pulmonar y exponerse a pillar una neumonía por el chapuzón a esas horas intempestivas), no acabo de entender que con lo hijaputas que son entre si normalmente ahora las pintes como una especie de familia que se protege entre si, sobre todo siendo tan comprensivas hacia Sonata (co*o, que hasta Aria no rezuma bilis). Vale que tras tanta puya salga a flote algún momento así, puedo verlo, pero con cómo son se me hace raro. Buena escena igualmente. Y Adagio sigue siendo una hija de la gran p*ta con su frase final, así que supongo que se mantiene el status quo :roto2:

Muy buen capítulo. Ahora, teniendo en cuenta todo lo visto y comentado, voy a mostrarte cómo estamos todos ahora mismo, yo el primero (literal, imagíname como Marty pero con la espalda contra la locomotora).



La diferencia es que NADIE puede escapar. Así que sigue dándole combustible a la caldera del hype para que esta historia pueda seguir explotando en nuestros cerebros y corazones a no mucho tardar, o te denunciaremos por asesinato de masas. Un saludo, y recuerda: lo haremos.
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El Caos es la fuerza que mueve el universo. Es un gran error pensar que puede controlarse o eliminarse.
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Re: Bronies al borde de un ataque de nervios [Humano] [Humor

Notapor agustin47 » 25 Abr 2015, 11:46

Has tardado pero lo has hecho, un comentario que sin duda lleva tu nombre... En fin, me suscribo a todo lo que has dicho. El Hype es real, existe.
Los milagros no son gratuitos.

La ignorancia a veces puede significar felicidad, y en este caso, la nuestra resulta ser una verdadera bendición.


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Re: Bronies al borde de un ataque de nervios [Humano] [Humor

Notapor Sg91 » 11 May 2015, 23:16

Capítulo 9
Blanca Navidad


Las montañas Rocosas se formaron durante la orogénesis cenozoica y fueron marcadas profundamente por la glaciación cuaternaria, además de por ciertos fenómenos volcánicos, lo que propicia la aparición de todo tipo de materiales sedimentarios y minerales como oro, plata, plomo, cinc, cobre, carbón y hasta petróleo. Posee también un núcleo central de rocas cristalinas que favorece la aparición de piedras preciosas como diamantes. Su pico más alto es el monte Elbert con 4401 metros de altitud.

El examen de geografía era uno de los últimos de todos junto con el de matemáticas; este se me estaba dando bastante bien, pude completar sin problemas los dos mapas que se nos proporcionaron, tanto el geográfico como el fluvial, y ahora estaba contestando a las preguntas teóricas de respuesta corta.

Esa semana estaba siendo una de las más ocupadas de todas puesto que los exámenes siempre meten presión, aunque yo soy de los que siempre se lo toman todo con mucha calma, de forma muy parecida a la de Lloyd. En cuanto a las chicas cada una lo llevaba a su manera: Pinkie era la más despreocupada de todas, casi tanto como yo, mientras que a Rainbow la costaba centrarse un poco más.

Este examen en concreto no me había preocupado lo más mínimo, puesto que siempre se me había dado bien geografía; aunque el que me daba auténtico pavor era el de esta tarde, el último de todos, el horror, el infierno en la tierra. Putos números de mierda…

-Os quedan quince minutos-anunció en ese momento la señora Fillyway, la profesora de geografía.

Ese aviso hizo que se reencauzaran mis pensamientos y volví al examen, el cual estaba casi terminado, tan solo me quedaban las últimas preguntas. Tras contestar un par de preguntas relacionadas con la demografía de Alaska y una última pregunta acerca del clima en California lo repasé todo rápidamente, incluyendo los mapas, antes de que se acabara el tiempo.

En cuanto dio la hora, la señora Fillyway anunció el fin del examen.

-Muy bien, se acabó el tiempo, dejad de escribir.

Inmediatamente después se pudo oír un buen montón de bolis cayendo en las mesas, aunque el rasgueo de uno en concreto justo a mi siniestra se me antojó profundamente familiar.

-Señor LloydZelos, he dicho que deje de escribir, no se lo vuelvo a repetir.

Ante esa tajante frase el aludido soltó el boli y miró hacia delante con expresión airada.

-Siempre igual ¿eh? En fin, pasadlos hacia delante.

Los exámenes se movieron rápidamente y, en cuanto estuvieron en su poder, la señora Fillyway indicó.

-Muy bien, estarán corregidos en una semana, podéis retiraros.

Todo el mundo se levantó casi a la vez, abandonando el aula y dirigiéndose afuera para disfrutar de la nieve; por nuestra parte nos reagrupamos en el pasillo, siendo Pinkie la primera en hablar.

-¡Solo queda uno, solo queda uno! ¿Qué tal os ha salido?

-Bueno, decente-murmuró Rainbow, sin muchas ganas de hablar.

-Especialmente bien, la verdad-asintió Applejack, animada.

-Bien, realmente no ha sido muy complicado…-murmuró Fluttershy a media voz.

-Ha estado bien, sí-asentí por mi parte.

-Uno de los más fáciles, si me distáis-opinó Sunset.

-Sin problemas, queridos-dijo Rarity, con convicción.

Para entonces el único que no habló fue Lloyd, el cual parecía estar muy lejos de allí.

-¿Y tú que tal, Lloydi?

-¿Eh? Ah, sí, bien supongo…

Por un momento nos miramos entre todos, algo preocupados por él; desde que empezó la semana de exámenes Lloyd había estado un tanto distante, como si hubiera algo que me molestase. Intenté hablar con él hace poco, pero tan solo me contestó que estaba concentrado con los estudios y nada más. Pinkie por su parte también lo intentó, ya que desde la fiesta sorpresa de Sunset se la veía más cercana y cariñosa con él, pero apenas logró sonsacarle algo más.
En ese momento, para aliviar un poco el ambiente, Pinkie comentó.

-Eh, una cosa, ya que el último examen no es hasta esta tarde ¿Qué os parece si hacemos una guerra de bolas nieve?

-¡Eh, eso sí que mola, me apunto!-exclamó Rainbow, animándose de golpe.

-¡Vayamos por equipos, cuatro vs cuatro!-sugirió Applejack.

-¡Elijo primer!

Dado que Rainbow y Applejack siempre estaban compitiendo por lo que fuera, las dos hicieron de líder de cada facción y estuvieron eligiendo a quien meter en su equipo. Rainbow optó por Fluttershy, Pinkie y Lloyd, mientras que Applejack escogió a Rarity, Sunset y a mí. Una vez que los equipos estuvieron dispuestos salimos al patio, el cual estaba cubierto de nieve.

Durante las últimas semanas las nevadas habían estado a la orden del día y habían dejado buenas capas de nieve fresca, perfecta para hacer muñecos de nieve, esculturas de hielo por las noches, ya que de madrugada helaba tanto que la nieve acababa congelándose, y por supuesto, guerras de bolas de nieve. Se notaba que la navidad estaba a la vuelta de la esquina.

Mi equipo y yo elegimos un buen sitio donde hacernos fuertes, entre Applejack, Rarity, Sunset y yo levantamos un muro que nos sirviera de parapeto y dejamos que la cruenta lucha empezara.

Era en esos momentos cuando nuestros buenos años se reducían automáticamente y parecía que volvíamos a tener entre doce o trece años, pasándolo pipa jugando con la nieve y encima con la mejor compañía. De alguna forma ya daba igual que nos encontrásemos donde nos encontrásemos, momentos como esos hacían que la estancia en el instituto Canterlot de por sí mereciese la pena.

-¡Cuidado, Sunset, a tus nueve!-exclamé yo, al ver que Pinkie se acercaba de avanzadilla.

-¡¡Ja, os tengo!!-masculló Pinkie, con una bola de nieve enorme entre su manos y a punto de lanzarla.

Actué rápido y la lancé un proyectil hacia ella, pero en ese momento Lloyd apareció de improviso y la interceptó, lanzándome otra en el proceso. Me hice a un lado para esquivarla, pero entonces Pinkie lanzó su enorme bola hacia Sunset, pillándola desprevenida. Sin pensarlo siquiera me lancé hacia delante y recibí el proyectil en su lugar, dándome en toda la cara y sintiendo la crudeza del invierno en mis carnes.

-¡¡Sg!!-exclamó Sunset, inclinándose sobre mí.

-No te quedes parada, ataca…-mascullé yo, con la cara adolorida.

Ante eso la chica se envalentonó, cogió un buen puñado de nieve, la amasó bien y se la lanzó a Pinkie desde abajo, llegando a golpearla en la barbilla. La chica rosada se tambaleó hacia atrás, perdiendo el equilibrio, pero Lloyd fue más rápido y la sostuvo entre sus brazos antes de que cayera.

-¿Estás bien, Pinkie?-inquirió él.

La chica, aún algo mareada, se reincorporó y masculló.

-¡¡Sin piedad!! ¡¡No nos quitarán nuestra libertad!!

Tras ese grito los demás se lanzaron contra nosotros, en un ataque frontal directo, al tiempo que nosotros también cargábamos contra ellos con nuestras armas en alto. El encontronazo se tradujo en una buena trompada, cayéndonos todos al suelo sin tiempo siquiera de atacar. Por un momento nos quedamos allí, tirados, exhaustos y sin decir nada. Pero al segundo siguiente nos empezamos a reír con fuerza, dejándonos llevar por la situación.

-Bueno, lo podemos dejar en empate…-sugirió Applejack, entre risas.

-Normalmente te diría que narices, pero bueno, te lo dejaré pasar-murmuró Rainbow, entre divertida y seria.

Una vez que la contienda terminó nos metimos de nuevo en el instituto para descansar un rato y seguir estudiando para el examen de esa tarde; durante la semana que duraba los exámenes no había clase, puesto que estos ocupaban la mayor parte del tiempo, por lo que muchos aprovechaban para apurar las últimas horas y repasar antes del examen. Personalmente yo no solía hacer eso, desde mi experiencia lo consideraba bastante arriesgado ya que me había pasado más de una vez: al haber repasado previamente al examen, todo lo anterior aprendido fue alterado, liándome y cagándola de forma sistemática haciendo el examen.

Aunque como el examen de matemáticas era el último, siendo el horror supremo para muchos, yo incluido, las más versadas en números como Rarity y Sunset estuvieron ayudando a los menos duchos, como Dash y yo, a dar los últimos coletazos antes de las cuatro de la tarde.

Comimos algo rápido, aprovechando que en época de exámenes hay buffet libre, y nos fuimos a una de las salas de estudio de la segunda planta, donde pudimos estar a gusto mirándonos las cosas, o al menos intentándolo.

-Bof, no entiendo como os puede gustar tanto numero junto, qué mareo…-masculló Dash en un momento dado, estirándose vistosamente.

-Di que sí, Rainbow-murmuré yo, chocando un puño con ella.

-Oh, venga, si no lo intentáis mal vamos…-murmuró Rarity.

-Sé que no te gusta esto, Sg, pero haz un esfuerzo, sé que puedes hacerlo-me animó por su parte Sunset.

No pude evitar que se me subieran ligeramente los colores, y en parte tenía razón; hasta ahora la chica me había estado ayudando cuando más lo necesitaba, sobre todo con esta materia, por lo que me armé de valor y me dispuse a seguir.

-Muy bien, hagámoslo.

-Vaya, menuda inyección de moral, Sg, cualquiera diría que algo te motiva…-murmuró entonces Rainbow, mirándome divertida.

-Muy graciosa, Dash…-la espeté yo, algo cortado.

-Bueno, bueno, haya paz, sigamos con las matrices… ¿qué era lo que no os quedaba claro?-inquirió Rarity, cortante.

El resto de horas se pasaron rápidamente y, a una hora del examen, por mi parte dije basta, siguiendo mi propio código. El resto apuraron hasta los últimos minutos, incluyendo Lloyd, que se encontraba extrañamente callado.

Entrar en el aula fue como entrar en otra dimensión; Cranky Doodle ya estaba allí, esperando, y me lanzó una larga mirada que se me antojó simplemente demencial.

-Joder, este cabrón va a por mí…-mascullé por lo bajo.

-Tranquilo, ignórale, tan solo concéntrate en el examen y recuerda todo lo que hemos visto-murmuró Sunset, con gesto tranquilizador.

-Sí… gracias, Sunset.

Ante eso ella tan solo me sonrió dulcemente antes de sentarse en su sitio, imitándola justo después; Lloyd se dejó caer pesadamente en su silla, mirando a la pizarra con gesto vacío, lanzándole por mi parte una mirada inquisitiva. Sin embargo, él no me devolvió el gesto.

-Muy bien, vamos a empezar, recordad que tenéis hora y media para realizar el examen. Las preguntas las podéis hacer en el orden que queráis y recordad que me tenéis que entregar los papeles en sucio también. No quiero lápices en las hojas de respuesta, así que ya sabéis. Podéis usar la calculadora.
El silencio posterior cayó como una losa pesada, y antes de que me pudiera dar cuenta, el examen había empezado; tratando de ignorar los nervios que me atenazaban me enfoqué en el examen y entré en modo concentración.

Durante todo el tiempo que duró el examen mi cerebro trabajó a toda velocidad, aplicando todo lo que Sunset y Rarity nos habían estado enseñando; la punta del boli estuvo danzando durante toda la hora y las teclas de la calculadora echaban humo debido al uso. El silencio era tan denso que solo se oía el rasgueo de los bolis y lápices sobre el papel y el tecleo casi constante de las calculadoras. Los demás se veían tan concentrados como yo, hasta Rainbow lo estaba, que ya era decir mucho. Apenas miré a mi alrededor, tan solo me concentré en los números, teniendo que aparcar la animadversión que sentía por ellos y centrándome como nunca.

La hora y media se me antojó larguísima, pero finalmente el examen finalizó a una orden de Cranky Doodle; tuve el tiempo muy justo para repasarlo todo, dejándome por el camino algunas cosas de las que no estaba muy seguro, pero asegurándome igualmente de que el resto estuviera de alguna forma bien.
Una vez que todos los exámenes volvieron con Cranky Doodle, éste nos largó rápidamente y todos salimos en estampida, anunciando oficialmente el fin de la semana de exámenes. En cuanto alcanzamos el pasillo Sunset se dirigió a mí.

-¿Qué tal te ha salido?

-Bien, creo que bien, espero aprobar.

-Me alegro… seguro que lo consigues.

Ante sus ánimos yo tan solo la sonreí, muy agradecido por todo su apoyo; en ese momento Pinkie exclamó.

-¡Sí, por fin, se acabó, ahora sí! ¡Vayamos a celebrarlo al Sugarcube Corner!

-¡Me apunto!-exclamó Rainbow, animándose enseguida.

-¡Di que sí, hermana!-hizo lo propio Applejack.

-Yay…-murmuró Fluttershy.

Aunque el único que apenas habló fue Lloyd, el cual seguía tan callado como antes. Por su parte Pinkie trató de animarlo una vez en la cafetería, con chistes varios y sustos repentinos. Eso le hizo reaccionar un poco más, pero siguió tan apagado como esa misma mañana.

Estando allí tomando nuestros batidos, una vocecilla familiar exclamó en ese momento.

-¡Applejack! ¿Ya has terminado con los exámenes?

Todos nos giramos y vimos entonces a la pequeña Apple Bloom al lado de su hermana, acompañada tanto de Sweetie Belle como de Scootaloo.

-¡Ah, hola Apple Bloom! Sí, claro, ¿por qué?

-Es que quería pedirte que nos ayudaras para la obra de teatro que vamos a hacer para el último día, la señorita Cherilee me pidió que te lo dijera, ya que necesita toda la ayuda posible.

Todos los años, y antes de las vacaciones de navidad, el último día se dejaba libre en plan festival en el que tanto los niños de primaria como algunos de los cursos superiores, e incluso de los nuestros, hacían obras de teatro, cantos, bailes y otros espectáculos para amenizar el último día antes de irnos todos de vacaciones. Todo el que quisiera podía participar y no había límite de ningún tipo.

-¡Por supuesto! Ahora que hemos terminado nos vendrá bien relajarnos un poco ¿Qué me decís, chicas?-inquirió en ese momento Applejack, dirigiéndose al resto.

-¡Por supuesto que sí, querida! Yo diseñaré lo que haga falta-asintió Rarity, encantada.

-¡Contad conmigo también!-asintió Rainbow.

-¡Por supuesto!-hizo lo propio Pinkie, toda emocionada.

-¿De qué va a ser la obra?-pregunté, curioso.

-Vamos a hacer una versión de Cuento de navidad, Scootaloo, Sweetie Belle y yo vamos a hacer de fantasmas de las navidades, yo voy a ser el de las navidades pasadas-reveló Apple Bloom.

-¡Yo voy a ser el de las navidades presentes!-anunció Sweetie Belle, emocionada.

-Y yo el de las futuras-añadió Scootaloo, no muy animada.

-¿Y quién hace de Scrooge y Jacob Marley?-inquirió en ese momento Lloyd, rompiendo su silencio.

-Scrooge creo que iba a ser Diamond Tiara… y Jacob Marley Silver Spoon-reveló Sweetie Belle.

-Vaya, muy propio…-comenté yo por lo bajo, cosa a la que Lloyd tan solo asintió con la cabeza.

-¡En ese caso contad con nosotras!

-¡Genial, gracias Applejack!

El caso es que la idea me recordó bastante a lo que se solía hacer en mi colegio durante todas las navidades, sin poder evitar sentir cierta morriña que traté de ocultar como buenamente pude. Después de todo era navidad, y era una época de alegría o de gozo… al menos normalmente.

Estuvimos un rato más hablando con ellas y finalmente las chicas se retiraron, al tiempo que nosotros poníamos rumbo hacia la residencia. De camino, pasando entre el hueco libre de nieve de las aceras, le hablé a Lloyd.

-Has estado muy callado hoy ¿hay algo que te preocupe?

-¿Eh? Ah, no, estoy cansado, eso es todo…

-¿Seguro? No pareces muy convencido…

-Sí, seguro.

-Ah, venga ya, eso no te lo crees ni tú, llevas unos cuantos días en ese plan. ¿Qué te pasa, tío? Echo de menos tus sarcásticos y biliosos comentarios-murmuré yo, divertido.

-Hay veces que pienso que eres un poco masoca tú…

-Es posible… venga, sabes que puedes contármelo.

-Ya te he dicho que no es nada, no seas pesado.

-Vamos, venga, no seas así conmigo…

-Que no.

Por mucho que lo intenté el tío no soltó prenda y estuvimos así durante todo el tiempo que duró el camino de vuelta hacia la residencia. Encima de nuestras cabezas las nubes se arremolinaban lentamente, dejando escapar unos cuantos copos de nieve.


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-¡Muy bien, el escenario está listo! ¿Qué hay de la iluminación?

-Todo preparado, señorita Cheerilee…

-Vale, a ver, escena, escena… ¡Silver Spoon! ¿Estás preparada?

-Sí, señorita Cheerilee…-murmuró una hastiada Silver Spoon.

-¡Agh, no, espera! ¿Dónde está Diamond Tiara? ¡Sin ella no podemos empezar la escena!

-Estoy aquí…

Antes de que la señorita Cheerilee pudiera decir nada más, Applejack se adelantó y la calmó.

-Señorita Cheerilee, relajase, saldrá bien, han estado practicando, no veo por qué iban a hacerlo mal.

-Ah, tienes razón, perdona Applejack, pero tiendo a ponerme nerviosa…

-No lo piense más, señorita Cheerilee, después de todo estamos aquí para ayudar.

-Sí, y os lo agradezco inmensamente, sin vosotros hubiera sido más complicado.

-Ah, ya ve usted.

Aunque algo pesado al principio, ayudar en la obra de teatro resultó ser mucho más gratificante de lo que parecía, y ahora que las niñas iban a salir a escena se notaba aún más. Todos pusimos un poco de nuestra parte y ahora podíamos ver por nosotros mismos el resultado.

Los trajes habían sido diseñados por Rarity, teniendo un cuidado especial con los de su hermana y sus amigas; Applejack estuvo ayudando de todo un poco, siendo su ayuda una parte importante a la hora de montar el decorado al ser toda una manitas. Tanto Rainbow como Fluttershy, Pinkie y Sunset ayudaron con algunas decoraciones y por nuestra parte le pedimos ayuda a algunos de nuestros compañeros del club, resultando en un éxito rotundo; Atomic Adam nos ayudó con el sistema de audio y luz, haciendo de técnico de sonido.

-¡Muy bien, todos listos! ¡Salimos a escena en breve!

Dado que estaban a punto de empezar, nosotros desalojamos rápidamente los bastidores para sentarnos en la fila más cercana al escenario; a mi diestra se sentó Lloyd, con gesto sobrio, y a mi siniestra Pinkie comía palomitas, esperando a que la función empezara.

-¿Estáis nerviemocionados, lo estáis? Porque yo sí…

-Oh, yo estoy deseando ver cómo lucen los vestidos que diseñé-admitió Rarity.

-¡Que empiece ya, que me aburro!-exclamó por su parte Rainbow.

Al cabo de unos breves minutos las luces se apagaron y comenzó la función; en las primeras escenas se vio a Tiara asumiendo bastante bien el papel de Scrooge, junto con Featherweight, que hacía de Bob Cratchit.

-¡Pero señor Scrooge, necesito un aumento para dar una cena de navidad decente a mi familia!

-¡Paparruchas! ¡Suficiente tengo pagándote lo que te pago y tú apenas te esfuerzas! ¡Más brío a esa pluma, Cratchit!

El escenario estaba muy bien recreado y con un fondo dibujado en papel cartón, cortesía de las briosas manos de Fluttershy; además, Sunset la había estado ayudando con los colores.

Varias escenas después llegó la visita de Jacob Marley a Scrooge, en la cual Tiara se encontraba agazapada en la cama, al tiempo que Silver Spoon aparecía envuelta en una tela traslúcida de color celeste, simulando muy bien su apariencia etérea y fantasmal, junto con varias cadenas colgadas de sus hombros. Los ojos de Rarity brillaron como chiribitas al verla.

-¡Oh, Scrooge, te espera un eterno tormento si no cambias tu forma de ser!-masculló en ese momento Spoon, con voz grave y cavernosa, agitando sus cadenas.

-¡Marley, amigo! ¿Qué quieres de mí?-inquirió Tiara, temblando.

-Esta noche recibirás la visita de tres fantasmas que te ayudarán a ver lo malo de tus acciones. Escúchales, atiende a lo que te enseñen, no acabes como yo… aun puedes salvarte.

-¡No, vete, tan sólo eres una alucinación, márchate!

-Recuerda mis palabras, Scrooge…

En ese momento un ventilador oculto al otro lado del escenario se encendió y Spoon se retiró tras la brisa que éste levantó, quedando especialmente bien.

-Ya os dije que quedaría genial-apuntó en ese momento Rainbow.

-¡Sí! ¡Qué suerte que la señorita Spitfire nos hiciera el favor de traer ese ventilador gigante de la base aérea de los Wonderbolts!-asintió Pinkie, emocionada.

En la siguiente escena Scrooge recibió la visita del primer fantasma; Apple Bloom apareció entonces envuelta en un vestido muy luminoso que hacía reflejar la luz, la cual se atenuó para dar sensación de ambiente antiguo y pasado.

-Genial, Adam es un máquina jugando con la luz-comenté yo en ese momento.

-Sí, desde luego-afirmó Lloyd.

-Oh, Scrooge, es una verdadera lástima. Una vez, hace ya tiempo, hubo bondad en tu corazón. Pero ahora pareces haber olvidado lo que alguna vez la vida te dio. Quizás sea bueno que te enseñe como eras.

La transición se hizo rápidamente cambiando el fondo, al tiempo que más personajes entraban en escena; durante la visión del pasado muchos otros niños hicieron de extras y otros personajes secundarios, entre ellos destacaban Dinky haciendo de Belle.

Tras las escenas de las visiones la siguió otra en la que Scrooge y el fantasma conversaban antes de que éste desapareciera.

-¿Y qué si alguna vez fui feliz? Al menos ahora tengo un negocio que me sustenta y dinero, mucho dinero con el que me pago mis caprichos.

-¿Y esos caprichos te hacen verdaderamente feliz? ¿No te hizo alguna vez feliz el amor que sentiste por Belle? Ella verdaderamente te quiso, y tú la pagaste su amor con dinero. No es lo que tenemos lo que nos hace verdaderamente felices, Scrooge, sino lo que somos.

-¡Bah, paparruchas, paparruchas! ¡Vete, fuera de mi vista, no quiero que me digas más!

Apple Bloom se retiró lentamente, haciendo gala de una gran interpretación que hasta emocionó a su hermana.

-Esa es mi hermanita, qué bien lo hace… ¿no te parece, Big Mac?-comentó Applejack a su hermano, que estaba sentado a su lado.

-Eh… sep.

La siguiente escena fue el primer contacto entre Scrooge y el fantasma de las navidades presentes, saliendo Sweetie Belle a escena, la cual llevaba una túnica roja con bordados blancos y dorados, además de una corona de laurel. Y además se metía en el personaje desde el principio, riéndose entre frase y frase.

-¡Hola, Scrooge! ¡Soy el fantasma de las navidades presentes! ¡La fiesta y el jolgorio son mis banderas, puesto que es navidad! ¡Y no hay nada mejor que celebrar la navidad con todos aquellos a los que más quieres! ¿Y tú, Scrooge? ¿No tienes a nadie con quien celebrarla?

-¡Bah, paparruchas! ¿Quién quiere celebrar la navidad? Es una tradición estúpida que solo me hace perder dinero…

-Ah, pero no todos tienen los mismos estándares que tú… y con muy poco que tienen, aun así se contentan. Quizás tengas que verlo por ti mismo para comprender lo que te estoy hablando.

Las siguientes escenas se concretaron rápidamente, resumiendo muy bien lo que el fantasma le quería enseñar a Scrooge, incluyendo la fiesta de navidad en casa de su sobrino Fred Scrooge, el cual lo interpretaba Pipsqueak. Aunque la escena crucial fue en casa de los Cratchit. Featherweight reapareció acompañado por unos cuantos potrillos más, que hacían tanto de la mujer y los hijos de Bob, entre los que se encontraban Twist, Zipporwhill, Noi, Buton Mash y Shady Daze; aunque el papel estrella se lo llevó Rumble, haciendo de Tiny Tim.

-Siempre es bueno poder estar todos juntos un año más, en familia-comentó en un momento dado Twist, que hacía de la mujer de Bob.

-Sí, y aunque no sea una gran cena siempre es bonito estar con los que te quieren-añadió Zipporwhill, haciendo de hija mayor.

-Bueno, bueno, aun a pesar de todo seguimos juntos, y hay que agradecer al señor Scrooge por todo lo que ha hecho por nosotros-recordó Spoon, metiéndose en el papel.

-¿En serio, padre?

-Sí ¿cómo puedes decir eso de semejante sabandija?-masculló Twist, llena de rabia.

-¡Martha, por favor! Es verdad que el señor Scrooge no es que sea el mejor hombre, pero he estado trabajando para él durante cuatro años, y me ha pagado, aun y con todo. Si no fuera por él, estas navidades serían muy distintas. Y estoy dispuesto a sacrificarme por vosotros, como buen padre que soy. Es por eso por lo que quiero dar las gracias al señor Scrooge.

Justo después entró en escena Rumble haciendo de Tiny Tim, apoyado en una muleta, y haciendo un gran papel.

-Sí… gracias al señor Scrooge tenemos algo que comer y estamos todos juntos. Que Dios le bendiga.

Tan bien lo hacía que llegué a ver por allí algunas caras enternecidas e incluso miradas vidriosas entre la multitud; aunque en ese momento vi que Lloyd se levantaba, sin decir nada.

-¿Estás bien?-le pregunté.

-Sí, sí, solo voy al baño.

Aunque al principio me pareció notar algo raro en su voz me centré de nuevo en la obra, para no perderme mucho más. No obstante hacía rato que no oía a Pinkie comer palomitas, giré la cabeza y entonces vi su sillón vacío, cosa que me extrañó sobremanera.


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En la zona superior del acceso al salón, a mano derecha, los baños se encontraban abiertos, siendo estos mixtos debido al reducido espacio; Lloyd entró en ellos y se inclinó sobre uno de los lavabos, con gesto alterado. Abrió el grifo y se mojó un poco la cara, en un intento por serenarse un poco. Al secarse la cara oyó entonces una voz familiar en la puerta que decía.

-Lloydi…

El aludido se dio la vuelta y vio a Pinkie, la cual le miraba con gesto preocupado.

-Ah, Pinkie… ¿Qué haces aquí?

-Vine a verte… ¿estás bien, Lloydi?

-Eh, sí, claro, es solo que hace calor ahí dentro, quería refrescarme un poco…

Ante eso la chica esbozó una triste mirada, clavando la vista en el suelo.

-Sé que algo te pasa, pero no se lo quieres decir a nadie… ni siquiera a mí. ¿Por qué, Lloydi? Todos estamos preocupados por ti. Y yo echo de menos al serio pero divertido Lloyd que siempre me hace reír…

Sus palabras hicieron reaccionar al chico, el cual esbozó una triste mirada; Pinkie se acercó a él y le cogió de una mano, al tiempo que le echaba una inquisitiva mirada. Finalmente Lloyd se rindió y soltó un quejumbroso suspiro, mirando a Pinkie y hablando de seguido.

-Todas las navidades las paso en compañía de mi familia, desde que empiezan hasta que acaban. Me gusta especialmente ir con ellos de tiendas y disfrutar de la cena, todos juntos. Pero este año no va a poder ser, porque estamos aquí, y… bueno…

Ante eso Pinkie tan solo sonrió, comprendiendo un poco mejor al chico.

-Ya veo, entiendo cómo te sientes. Debe ser duro separarte de tu familia en unas fechas tan señaladas. Si yo tuviera que irme lejos de aquí y celebrar la navidad sin ellos, yo también estaría triste. Pero míralo así, nos tienes a todos nosotros. A las chicas, a Sg, a mi… somos como una gran familia. Y, por supuesto, celebraremos la navidad todos juntos. De hecho, mira, podemos hacer eso mismo. Podemos quedarnos en casa de Fluttershy, por ejemplo, y pasar la Nochevieja todos juntos. ¿Qué me dices?

-Ah, bueno, suena como un buen plan…

-En ese caso no tienes por qué estar tan triste, tontín… vamos, alegra esa cara-murmuró Pinkie, haciéndole sonreír ella misma con sus dedos índices.

Ante eso el chico dejó escapar una risita tonta, sin poder evitarlo.

-Ah, mira, así está mejor.

-Gracias, Pinkie…

Ella tan solo sonrió y el chico la devolvió el gesto, sin decirse nada más. Ambos regresaron al salón de actos, sin darse cuenta siquiera que seguían dados de la mano.


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Apenas habían pasado poco más de cinco minutos cuando Lloyd regresó, sentándose a mi lado con gesto algo más tranquilo.

-¿Mejor?-inquirí.

-Sí… mucho mejor-asintió él, algo más animado.

Por mi parte me quedé más tranquilo, aunque aún me encontraba un tanto confuso por la desaparición de Pinkie; fui a preguntar a Rarity, que era la que se sentaba a su siniestra, cuando de repente vi a la interfecta de vuelta en su sitio, retomando sus palomitas.

-¡Ah, hola Sgi! ¿Quieres palomitas?-inquirió ella, sonriente.

-Eh… no, esto… ¿dónde, cuándo…? ah, ¿Qué más da? -me dije entonces, prefiriendo evitar un muy posible dolor de cabeza.

El segundo acto terminó enseguida y comenzó el tercero, en el cual el fantasma de las navidades futuras hacia presencia; haciendo honor al cuento original, y ayudados por las luces y las sombras, la entrada de Scootaloo se hizo de tal manera que pareciera que surgiera de la sombra de Tiara. La niña llevaba puesta una densa toga negra que la tapaba completamente, sin dejarla ver el rostro, aunque se había blanqueado las manos con pintura en espray lavable para verse aún más intimidante.

-¿Eres tú el espíritu de las navidades futuras?-inquirió Tiara, con voz temblorosa.

Scootaloo por su parte tan solo asintió muy levemente, casi no parecía que lo hubiera hecho.

-Si hay algo que más temo ahora es tu presencia, por lo que por favor, muéstrame el futuro más inmediato.

Las siguientes escenas fueron más rápidas que el resto, aunque hubo un añadido extra que no estaba en el original, en el cual dos sepultureros, interpretados por Snips y Snails, entablaban una conversación en el cementerio, siendo oídos por Scrooge.

-¿Has visto esa nueva tumba de ahí? La colocaron hace escasos días y nadie la ha ido a visitar ni una sola vez.

-Sí, parece que el que está ahí enterrado es una persona non grata o algo así, un tipo particularmente rico que no daba a los demás.

-Pobre diablo, incluso muerto nadie más se acuerda de él… aunque supongo que por una buena razón.

-Desde luego, me pregunto por qué…

Tras eso los dos se alejaron riéndose socarronamente, dejando a Scrooge solo en la escena, acompañado por el fantasma.

-Espíritu ¿Quién es? ¿Quién es el tipo que está enterrado allí?

El espíritu tan solo alzó un brazo, señalando hacia la tumba; Scrooge se acercó hasta ella, comprobando horrorizado que se trataba de la suya propia.

-¡No! ¡¡Por favor, espíritu, dime que esto es un posible futuro, que no un futuro real!! ¡¡Te lo suplico, dime que puedo salvar al pequeño Tim!!

Sin embargo el espíritu no dijo ni hizo nada, tan solo siguió señalando a la tumba; fue entonces cuando las luces comenzaron a cambiar y a parpadear, indicando confusión y caos, al tiempo que una luz roja se enfocaba en la tumba. Por su parte Tiara lo remató exclamando.

-¡¡No, por favor, dame una segunda oportunidad, ahora veo que he hecho mal, no dejes que me consuma el olvido!! ¡¡Por favor, espíritu!!

La transición entre esa escena y la siguiente fue clave, las luces se apagaron de golpe y durante ese breve lapso de tiempo se cambió todo, desencadenando la última y final parte, que se sucedió rápidamente.

Una vez que la obra llegó a su fin todos nos levantamos, aplaudiendo con fuerza; había sido una gran interpretación y había quedado especialmente bien, sobre todo en cuanto a actuación se refería. Y, por supuesto, en cuanto a decoración y attrezzo se refería también había quedado de fábula.

Las tres pequeñas actrices se reencontraron después con sus hermanas, las cuales las felicitaron efusivamente.

-¿Qué tal he estado, qué tal he estado?-inquirió Apple Bloom.

-¡Genial, esa es mi hermanita, ven aquí!-exclamó Applejack, abrazándola.

-¿Y yo, Rarity, y yo?

-Oh, pues fabulosa, querida, como bien me esperaba.

La única que no parecía demasiado contenta era Scootaloo, cosa de la que Rainbow se percató.

-¿Y esa cara tan larga, enana?

-Ah, es que apenas he hecho nada, tan solo he tenido que salir, estar de pie y señalar…

-¿Bromeas? A mí me ha gustado tu actuación.

-¿En serio?

-¡Pues claro! Te veías intimidante con esa toga, hasta yo me hubiera cagado de miedo si me hubiera encontrado contigo así de repente.

-¿En serio, tú, Rainbow Dash, cagándote de miedo sólo por eso?-inquirió Scootaloo, ceñuda.

-Eh, vamos, la intención es lo que cuenta. Además, si no hubieras sido tú, nadie más lo habría hecho y no hubieran podido hacer la obra. Fuiste parte de ella, y te mereces las mismas felicitaciones que los demás.

Ante eso Scootaloo sonrió, feliz, y le dio un rápido abrazo a la chica, la cual aceptó el gesto sin reticencias.

El festival duró toda la mañana y, una vez que acabó, las clases se acabaron y las vacaciones oficialmente empezaron; de camino hacia el Sugarcube Corner para celebrar el éxito de la obra, Pinkie llegó a comentar.

-¡Hey, chicos! ¿Qué os parece si este año celebramos el año nuevo todos juntos?

-Vaya, esa es una idea interesante, aunque… yo por mi parte tenía intención de celebrarlo con mi familia-comentó Applejack en ese momento.

-Oh, bueno, pero he pensado que quizás podríamos probar algo nuevo… venga, animaos, serán unas navidades diferentes.

-Bueno, se podría hacer, aunque… ¿Qué opináis, chicas?-quiso saber Applejack.

-A mí me gusta la idea, aunque primero tendría que consultarlo con mis padres-murmuró Rarity, pensativa.

-Yo igual-añadió Fluttershy.

-Por mí adelante, me mola la idea-asintió Rainbow.

-¡Genial! Aunque prefiero esperar a que me lo confirméis, chicas.

-Sin problemas, querida, en cuanto sepa algo te digo.

-¿Y vosotros chicos?-inquirió en ese momento Pinkie, mirándonos.

-Oh, por mi genial, al menos no pasaremos la navidad solos ¿y tú qué dices?-quise saber yo, mirando a Lloyd.

-Me parece perfecto, hagámoslo-asintió él con seguridad.

Por mi parte me sorprendió verle tan predispuesto, aunque no le dije nada. Después de todo era navidad, y aunque no estuviéramos en casa para celebrarla en familia, bien podría valer celebrarla entre amigos. De cierta forma esas vacaciones de navidad se perfilaban únicas, y personalmente quería ver cómo se desarrollaban. De entre las nubes grises cargadas de nieve se llegaron a colar varios rayos de sol, incidiendo sobre la nieve y reflejando la luz.


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Ese 31 de diciembre estaba siendo una velada perfecta; al final, tras muchos dimes y diretes, tanto Rarity como Fluttershy pudieron ir a la cena, e incluso la propia Fluttershy consiguió poner su casa para que pudiéramos hacerla sin problemas. En ese sentido sus padres se mostraron muy comprensivos y arreglaron un poco la casa, además de hacer sus propios planes para no molestarnos.

En cuanto a la cena se refería hubo de todo un poco: jamón cocido, pollo con salsa de arándanos, puré de patatas, ensalada, canapés varios, pan dulce relleno de pasas… no faltaba de nada, todos habíamos aportado algo, aunque la que más fue Applejack, trayendo una tarta de manzana hecha por su abuela que nos supo a gloria bendita.

-Madre mía, Applejack, tu abuela es una artista… y tú también-añadí yo, agradecido.

-Oh, me alegro de que os guste, la ha preparado con todo su amor, como normalmente hace.

-Y el pollo con arándanos está de muerte-comentó Lloyd.

-Gracias, Lloyd, querido, mi madre es una especialista con el pollo.

-¿Y qué hay del pan dulce? ¿Te gusta el pan dulce?-inquirió Pinkie en ese momento.

-Sí, te ha salido especialmente bien.

A eso Pinkie se puso contentísima, abrazando fugazmente a Lloyd. Nada más verlo, a Rainbow la dio su vena graciosa.

-Bueno, Lloydi, cómo te las traes ¿eh?

-Casi tanto como tú, Dash-masculló él, algo molesto.

-Hombre, al menos yo intento ser más críptica, ya sabes…

Lloyd quiso responder, particularmente colorado, pero en ese momento Pinkie intercedió.

-Oh, Dashie, deja de molestar al pobre Lloydi…

-¿Molestar? ¿Quién ha hablado de molestar? Yo tan solo estoy ayudando a Lloyd como buena amiga que soy…-murmuró ella, como quien no quiere la cosa, al tiempo que cogía un canapé y se lo llevaba a la boca.

Por mi parte dejé escapar una pequeña risita, a lo que Lloyd me miró con desdén. Aunque para entonces Rainbow cambió de objetivo.

-Y cuéntame, Sg, ¿contemplas mucho los atardeceres últimamente?

En ese momento estaba dando un sorbo al cava, llegando a absorberlo repentinamente y saliéndome por la nariz. Ante eso Rainbow tan solo se rió con estridencia.

-Ja, ja, muy graciosa, Dash, me parto la caja contigo…-mascullé yo, entre tosidos.

-¿Estás bien, Sg? Toma, bebe un poco de agua-murmuró Sunset, dándome un vaso lleno.

-Ay, ya deja de meterte con ellos, Rainbow-la reprendió Rarity.

Durante el resto de la cena estuvo más tranquilita, aunque sin poder evitar soltar algún que otro chiste jocoso.

Tras el postre quedaban menos de veinte minutos para la medianoche; por la tele estaban retransmitiendo en directo la situación en Times Square, en Nueva York, el cual ya estaba a rebosar y con la bola expectante en lo alto del One Times Square.

-¡Faltan quince minutos! Hey, Rainbow, ¿me ayudas a preparar el ponche de huevo para brindar?-la sugirió Applejack.

-¡Vale, vamos!

Las dos se dirigieron a la cocina rápidamente para aprovechar el tiempo; aunque, en un momento dado, Rarity exclamó.

-¡Oh, cielo santo, Fluttershy, querida, tu vestido!

La aludida se miró por un momento, descubriendo entonces que tenía un manchurrón en la parte superior del pecho.

-Oh, vaya, qué desastre, debí mancharme comiendo el postre… lo siento, Rarity-masculló ella, dado que el vestido era suyo.

-No te preocupes por eso, querida, aunque hay que lavar eso enseguida, no puedo dejar pasar semejante atentado contra la imagen personal. Vamos al baño, vamos.

Las dos se dirigieron al baño del piso superior, dejándonos solos tanto a Lloyd, Sunset y a mí, viendo la tele; Sunset y yo estábamos sentados en el sofá, mientras que Lloyd, por su parte, permanecía de pie apoyado en el respaldo del mismo. Aunque el chico se percató enseguida de cierta ausencia e inquirió.

-Eh ¿y Pinkie?

Nada más decirlo oyó a la voz de la chica llamándole desde el otro lado de la casa.

-¡Lloydi!

-Ve a ver que quiere ¿no?-le sugerí entonces.

-Sí, ya sabes cómo es, igual te quiere dar una sorpresa-añadió Sunset, divertida.

A eso el chico decidió enseguida ir a ver qué quería, dejándonos a nosotros dos solos.


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Lloyd salió al pasillo principal al lado del recibidor y llamó a Pinkie al no verla por ningún lado.

-¿Pinkie?

Fue entonces cuando pudo oír la risa de la chica un poco más adelante, en la sala de estar colindante al salón; el chico entró en ella, pero esta se encontraba vacía.

-¿Pinkie?

La decoración en esa sala era bastante cuca, con mesas con tapetes de encaje, propio de una salita del té, y con fotos varias de la familia de Fluttershy. Una vistosa lámpara de araña colgaba del techo, sobre la mesa principal de cristal.

-¡Lloydi!

El aludido alzó la vista, mirando hacia donde había oído ese llamado, viendo la puerta que daba al pasillo contiguo al principal; apretando el paso se dirigió hacia ella, y en cuanto estuvo bajo su dintel, una figura rosada apareció de improviso, dándole un buen susto.

-¡Agh! ¡Pinkie, no me des estos sustos!

La chica tan solo se rió tontamente, mirándole con una sonrisita pilla y un gesto de complicidad en sus ojos, sin decirle nada. Lloyd se quedó un tanto extrañado ante su comportamiento.

-¿Estás bien? ¿Sucede algo?

Sin embargo la chica siguió callada, mirándole fijamente y conservando todo el rato esa sonrisita divertida. Aún más extrañado si cabía, Lloyd la lanzó una inquisitiva mirada, alzando una ceja. A eso Pinkie tan solo sonrió un poco más, llegando a lanzar una fugaz mirada hacia arriba. Lloyd hizo lo mismo justo después y entonces la vio.

Una rama de muérdago se encontraba colgada del dintel de la puerta, balanceándose levemente, expectante. Fue entonces cuando el chico comenzó a enrojecer, mirando entonces a Pinkie. Abrió la boca para decir algo, pero antes de que pudiera decir nada, Pinkie se inclinó hacia delante, posando sus labios sobre los del chico. Por un momento el tiempo se paró, sobre todo para Lloyd, que sintió como su corazón se disparaba. El momento se alargó una eternidad, o al menos esa era la sensación para él, al tiempo que la chica incidía un poco más. Por un momento pudo jurar que sus labios sabían a fresa, comprobándolo él mismo justo después. Nada más había en ese momento, tan solo estaban ellos dos, solos, disfrutando del instante.

Pinkie fue la primera en romper el beso, viendo ella misma que Lloyd se había quedado paralizado de la impresión, con una carita que la hizo reírse tontamente. Sin embargo no se preocupó por su súbita parálisis. Sin decir nada se acercó a él y le susurró al oído.

-¿No me vas a dar un beso?

Lloyd reaccionó inmediatamente después, cogiendo de las mejillas a Pinkie, y devolviéndola el beso. Esta vez fue mucho más apasionado y lleno de amor, transmitiendo en él todo lo que sentían. Las palabras se volvieron insuficientes e incluso inservibles, diciéndoselo todo en nada. Sus labios conectados eran más que suficientes. Y fue entonces cuando todo cambió.

Finalmente, tras un par de minutos que parecieron horas, los dos se separaron, mirándose fijamente sin necesidad de decirse nada y haciéndose mimos de cuando en cuando. Pinkie le dio un beso a Lloyd en la punta de la nariz y él la imitó, riéndose tontamente inmediatamente después.

En cuanto los dos acaramelados se repusieron de su momento de amor, Pinkie le hizo señas a Lloyd para que la siguiera, llevándole hasta una pequeña escobera, de donde sacó una caña de pescar. En cuanto el chico vio lo que colgaba del cebo esbozó una maliciosa sonrisa, al tiempo que miraba a Pinkie con expresión confidente.


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La retransmisión en directo del Times Square empezó a aburrirnos enseguida y al final acabamos viendo videos chorras en YouTube con mi móvil, desafiando a la batería y su integridad; normalmente ver videos en YouTube sería lo último que haría estando con Sunset, pero al final ella misma le gustó la idea y al final nos acabamos adaptando enseguida.

En ese momento nos entreteníamos viendo un video en el que un gatito se había metido en un jarrón proporcionalmente más pequeño a su tamaño, y nos partíamos la caja debido a su alto grado de diabetes concentrado en cinco minutos de puro jolgorio.

-¡Ay, qué bueno!-exclamó Sunset, muerta de risa.

-¡Ya ves! Siempre lo he pensado, internet está compuesto básicamente de videos de gaticos y de ostias-argumenté yo.

-Completamente de acuerdo.

Los dos nos reímos, divertidos, y nos volvimos a centrar en el video; sin darnos cuenta siquiera, llegamos a acercar nuestras caras al punto de tocarnos con las mejillas. Fui a decir algo, cuando de repente oímos un extraño ruido por encima de nuestras cabezas, muy parecido al del carrete de una caña de pescar.

Levantamos la vista y vimos entonces una rama de muérdago enganchada a un sedal en forma de cebo, colgando justo encima de nuestras cabezas. Siguiendo el hilo y la caña vimos también que el que la sostenía era ni más ni menos que un puñetero y tocapelotas Lloyd, el cual sonreía socarronamente, acompañada de una divertida Pinkie Pie.

Quise decir algo, pero en ese momento Sunset me llamó la atención, mirándome con un gesto inquisitivo en su rostro y las mejillas encendidas; por mi parte no pude evitar ponerme nervioso, pero aun así la sostuve la mirada con firmeza. Por un momento no hicimos ni dijimos nada, pero entonces la chica se inclinó hacia mí y yo la imité, hasta que finalmente nos encontramos en un suave y dulce beso. Mi corazón se desbocó, al tiempo que noté como sus suaves labios rozaban con los míos, en una marea de sentimientos desbordados tanto por su parte como la suya. No nos separamos en ningún momento, alargando el beso y el momento todo lo posible, perdiéndonos en él y en nuestros sentimientos, que ahora nos acompañaban.

Me pareció una eternidad, pero finalmente rompimos el beso, mirándonos con las mejillas enrojecidas y sendas sonrisas de felicidad grabadas en nuestros rostros. No nos hizo falta decir nada, tan solo nos volvimos a besar con mucho amor y delicadeza, envolviéndonos en nuestros brazos y dejando pasar el tiempo.

Por su parte, el dúo dinámico no terminó ahí con su pesca y luego se movió hasta la puerta de la cocina, esperando al momento apropiado; tanto Applejack como Rainbow salieron juntas, llevando consigo sendas bandejas con dos jarras de ponche de huevo y varios vasos.

-¡Qué buena pinta tiene! Me muero por probarlo-comentó Rainbow, en un momento dado.

-Huy, si, y yo, además, le he añadido un chorrito de sidra-añadió Applejack, guiñándola un ojo de manera confidente.

Nada más saberlo la cara de Rainbow cambió a una de pura felicidad, quiso decir algo, pero en ese momento ambas oyeron el ruido del carrete y se quedaron quietas por un momento. En cuanto vieron de lo que se trataba Applejack dejó escapar un respingo, al tiempo que Rainbow no pudo evitar ponerse colorada. Ambas chicas se miraron por un momento, sin decirse nada. Por su parte Applejack la provocó imitando a una gallina, a lo que Rainbow se enfadó brevemente y se acercó a ella con decisión; pero en el último momento se achantó y tan solo le dio un rápido y seco pico en los labios, echando a correr hacia el salón inmediatamente después con la cara totalmente roja.

-¡¡Pero bueno!! ¿¡Qué mierda de beso es ese?! ¡Vuelve aquí y dame uno como dios manda!

Rainbow, en cuanto se desocupó las manos, le dedicó un corte de mangas y desapareció de la vista.

-¿¡Será posible?! ¡Rainbow Dash, sé una mujer y dame un beso decente!-masculló Applejack, dejando la bandeja en la mesa y yendo tras ella.

Pinkie y Lloyd tan solo se reían con contundencia, al tiempo que oían a Rainbow Dash gritar desde el piso de arriba.

-¡¡Pinkie Pie, Lloyd, esta os la guardo!!

Aunque el resto de minutos pasaron enseguida y al final nos reunimos todos en el salón, con el ponche preparado, y a escasos minutos de iniciar el nuevo año. Por la tele la gente se encontraba bastante emocionada, y la bola estaba a punto de bajar. En cuanto inició la cuenta regresiva, ésta comenzó a descender, mientras que todo el mundo iba siguiendo a coro los números restantes. Incluso nosotros, desde casa, también nos unimos.

Finalmente, tras el segundo uno, la bola alcanzó el punto más bajo; el reloj de pie del salón marcó medianoche, tocando las campanas para indicarlo. En Nueva York miles de fuegos artificiales silbaron en el aire y todos exclamamos.

-¡¡Feliz año nuevo!!

Inmediatamente después brindamos, le dimos un largo sorbo al ponche, y tanto Lloyd como yo besamos a nuestras novias, sin sorprender absolutamente a nadie.

-¡¡Bueno, ya era maldita hora!!-exclamó Rainbow.

-¡¡Aleluya!!-hizo lo propio Applejack.

-¡¡Oh, queridos, por fin, pensaba que no os atreveríais nunca!!

-Me alegro muchísimo por vosotros…-murmuró Fluttershy, tan feliz como los demás.

Tras los besos y las felicitaciones de año nuevo llegó el momento de los regalos; por mi parte sorprendí a Sunset con unos pendientes con la forma de su marca de belleza.

-Te vi la última vez mirándolos en la joyería del centro comercial y les pregunté si hacían personalizaciones-expliqué yo.

-¡Son preciosos, me encantan! ¡Gracias, cielo!-exclamó ella, dándome otro beso.

Aunque el beso no fue lo único que me dio, puesto que justo después me sorprendió ella a mi regalándome un móvil nuevo, concretamente un huawei blanco precioso que me dejó totalmente KO.

-Como últimamente te quejabas tanto de este viejo móvil tuyo, pues decidí darte una sorpresita-argumentó ella.

-Pero, pero… ay, madre, te lo agradezco inmensamente, cielo, pero es que… te ha debido de costar un riñón.

-¡Que va! Con los puntos acumulados que tenía se me ha quedado en muy buen precio, tuve mucha suerte.

Ante eso tan solo pude darla un gran abrazo, además de otro beso, esta vez más fuerte y apasionado.

En cuanto a Lloyd, este regaló a Pinkie un megáfono de tamaño medio con filtros de voz y una correa para llevarlo colgado en la muñeca. La chica rosada se puso loca de contenta al verlo, agradeciéndoselo con un vistoso beso y un delantal de lo más vistoso en el que se podía leer Besa al cocinero. Pinkie obedeció sin rechistar.

Las demás se regalaron cosas de todo tipo, Rarity recibió de Fluttershy una tela especial de cachemira de color violeta y con destellos celestes, mientras que la modista regaló a la tímida chica un libro sobre veterinaria y medicina para animales. Applejack regaló a Rainbow unas gafas de aviación nuevas, y la chica de pelo multicolor hizo lo propio con un pañuelo de seda rojo con su nombre bordado en él.

Fue entonces en una situación como esa cuando todo se concretó, los detalles perdieron importancia y ambos supimos que había llegado ese momento en el que alguna vez llegamos a pensar. Ya daba igual que estuviéramos en el mundo de Equestria Girls y que nos encontráramos lejos de casa. Esas habían sido las mejores navidades de nuestras vidas, y nada ni nadie nos quitaría ese momento, ni siquiera Celestia o el Consejo Escolar. Teníamos a grandes amigas con nosotros y a alguien muy especial que nos acompañaba. Y no pedíamos más para ser más felices de lo que ya nos sentíamos ahora. Afuera se podían oír los silbidos de los petardos y fuegos artificiales que se lanzaban desde muchos puntos del pueblo; la débil luz de la luna entre las nubes bañaba con su luz los primeros copos de nieve del nuevo año.

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PD.

Spoiler:
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:roto2rie: :roto2rie: :roto2rie: :roto2rie: :roto2rie:

Te voy a escribir toda enterita... cachito a cachito... con todo lujo de detalles...
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Re: Bronies al borde de un ataque de nervios [Humano] [Humor

Notapor RedVixenFur » 12 May 2015, 02:36

Spoiler:
"En cuanto los dos acaramelados se repusieron de su momento de amor, Pinkie le hizo señas a Lloyd para que la siguiera, llevándole hasta una pequeña escobera, de donde sacó una caña de pescar. En cuanto el chico vio lo que colgaba del cebo esbozó una maliciosa sonrisa, al tiempo que miraba a Pinkie con expresión confidente."

Mi imagen mental de Lloyd en este momento es riéndose a carcajada limpia, malvadamente, con rayitos, música tétrica y todo esto por dentro XDDD
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Re: Bronies al borde de un ataque de nervios [Humano] [Humor

Notapor agustin47 » 12 May 2015, 02:47

Ay que me... ay... ay... tú quieres matarme. No tienes ni idea... bueno, si, sabes perfectamente el tiempo que llevo esperando esto junto con Lloyd porque te ha dado la tabarra día si y noche también, pero aún así... my gosh, ha sido aún mejor de lo que me esperaba! Ha tenido mil detalles de los que Lloyd y yo con tanta esperanza comentábamos, simplemente genial. El feeling. El jodido feeling. Y ahora el hype mortal. Diossss.....
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Re: Bronies al borde de un ataque de nervios [Humano] [Humor

Notapor edgareo » 12 May 2015, 16:02

Me has dejado desencajadocon este capitulo

Aunque ciertamente me esperaba ciertas cosas :sisi1:


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Re: Bronies al borde de un ataque de nervios [Humano] [Humor

Notapor Marquis Perhaps » 12 May 2015, 17:48

- Lloyd ¿ Deseas a Pinkie Pie como tú Legítima esposa tras leer este capítulo?

-

- Y tú Pinkie Pie ¿Deseas a Lloyd Zelos como tú futuro esposo ?

-

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