Mi nueva vida [Slice Of Life] [aventura] (Saga 4 y FINAL)

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Re: Mi nueva vida [Slice Of Life] [aventura] (Saga 3 cap.2)

Notapor EdoNova » 22 Abr 2015, 22:28

Gracias nyhao :)
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Re: Mi nueva vida [Slice Of Life] [aventura] (Saga 3 cap.3)

Notapor EdoNova » 14 May 2015, 21:18

El reino de Maya.


Tras cruzar el portal desde los jardines de palacio, nos encontramos en un largo y cegador túnel de luz, solo podíamos avanzar de poco a poco y todo recto. Todos avanzaban con tranquilidad, pero esa luz me hacia especialmente daño a cada paso, sentía que me ardía el cuerpo, pero no quería decir nada, así que decidí aguantarme.

Tras un pequeño recorrido por el túnel que nos ofrecía el portal, acabamos saliendo a, otro lado del mismo, lo que vimos, nos sorprendió bastante. Una enorme y densa jungla se alzaba ante nosotros, bañada solo por la luz de las estrellas, era misteriosa y, a la vez, parecía totalmente peligrosa.

Tras nuestro paso, el portal se cerró, era posible que Luna no pudiera soportarlo más abierto, además, debería de proteger Canterlot y a su hermana.
- ¿Así que esto es Maya? -preguntó Rainbow alzando levemente el vuelo por encima de unas ruinas que nos rodeaban. -Pensé que sería más emocionante, Fluttershy habría disfrutado si hubiera venido.
-No nos desviemos del tema. -dijo Ruby. - ¿Puedes ver Kukulcán?

Rainbow forzó la vista todo lo que pudo, llegó a avistar algo.
-Veo algo, pero esta muy lejos. -dijo Rainbow. -Pero muy, muy lejos.
- ¿Cuánto de lejos? -le preguntó Dust.
-Como a una semana de camino. -le respondió. Y entre estos árboles podemos tarde más incluso.
- ¡No tenemos tanto tiempo! -dijo Applejack. - ¡Las princesas nos necesitan!
-Oye, yo quiero llegar antes tanto como al que más, ¿pero has visto esa jungla? -le preguntó Rainbow. -Hasta un wonderbolt tendría dificultades para atravesar eso.
-Vale chicas, no os peleéis. -les dijo Ruby separándolas.

Yo di un par de pasos hacia la jungla, alzando la cabeza al aire y empezando a olisquear. Al ser mudo, mi oído estaba mas agudizado, pero mi olfato nunca se había visto desarrollado tanto como ahora. Esta nueva forma... Parecía más un depredador que un Pony, algo que me aterraba.
-Loud, ¿estas bien? -me pregunto Dust acercándose a mi.

No le dije nada, no estaba seguro de lo que olía. Por un lado olía a humedad y frescura, pero por otro lado, olía a algo raro, pero sin saber el que.
-Tío, deja de olisquear, pareces un perro. -volvió a decirme Dust.
- ¡Puede que esté oliendo mis cupcakes de mantequilla de arándano! -decía Pinkie poniéndose frente a nosotros y sacando de su crin una pequeña bandeja con cupcakes. - ¡Los hice antes de partir por que pensé que querríais! ¡Vamos chicos, coged uno!
-Pinkie... -le dijo Dust. -No creo que sea un buen...
- ¡No seáis tímidos!

Ante la insistencia de Pinkie, se me escapó un pequeño gruñido, cosa que no tomó por sorpresa a todos, a mi al que más. Asombrado por ello, di un par de pasos hacia atrás, nervioso y asustado.
-Loud... -me dijo Ruby. -Oye Loud, no te pongas nervioso, encontraremos la forma de devolverte a la normalidad.
-No te preocupes, terrón de azúcar. -me dijo Applejack. -Tengo una idea, vamos a comer un poco de estas jugosas manzanas que he traído de casa.
-Me parece una buena idea. -dijo Ruby.

Applejack sujetó el cesto que colgaba de su lomo y lo dejó caer sobre el suelo, pero al impactar, fuimos testigos de un extraño quejido que salía del cesto. Todos quedamos sorprendidos ante ello.
- ¿Qué ha sido eso? -preguntó Rainbow con algo de desconfianza.
-Ha sonado como una potrilla. -dijo Ruby.
- ¿Será Applebloom? -preguntó Pinkie.
- ¡Quien quiera que seas, ya puedes ir saliendo! -decía Applejack.

Temblorosa, alguien empezó a salir del cesto, al principio no podíamos ver quien era por la oscuridad, pero poco a poco, bañada por la luz de las estrellas, pudimos ver quien se ocultaba dentro del cesto. Mi asombro fue enorme, y no solo el mío, si no el de Applejack, al descubrir que quien se encontraba dentro del cesto era Apple Core.
-Hola mamá, hola papá. -decía la pequeña unicornio.
- ¡¿Apple Core?! -dijo sorprendida Applejack. - ¡¿Qué haces aquí?!
-Yo...
-Te has metido en un lío muy serio, potranca. -le decía Applejack en reprimenda.
-Pero mamá, yo... -intentaba decir nuestra pequeña con sus ojos llenos de lagrimas.
- ¡No estamos aquí para jugar! -le volvió a decir Applejack.

En ese momento, Apple Core comenzó a llorar fuertemente, cosa que nos chocó a su madre y a mi.
- ¡Yo... Yo... Yo solo quería ayudar a papá!

Ahí, no puedo mentir, me sorprendí.
- ¡Papá siempre me ha protegido, siempre me ha ayudado y me ha curado las heridas! -decía Apple Core sin parar de llorar. - ¡Nunca se lo he agradecido, y ahora...!

Apple Core no pudo evitar volver a llorar en un mar de lagrimas. Me había conmovido enormemente.

Applejack se le acercó y la estrechó con un casco, pegándola a su pecho.
-Esta bien terrón de azúcar... Tranquila...

Todos veíamos como Apple Core se abraza a Applejack, empapando su pecho en lagrimas.
- ¡Yo... Yo solo quería ayudar a papá! -decía Apple Core casi en un grito.
-Lo sé, cariño...

Me acerqué despacio a ellas, no quería asustarlas con mi presencia y mi planta.
-Loud, será mejor que no te acerques. -me dijo Dust.
-"¿Por qué?" -le pregunté.
-Es solo precaución. -me respondió -No quiero que Apple Core resulte herida.
-"¿Me ves como a esas criaturas?" -volví a preguntarle.

Dust no supo que responderme, pero su silencio me lo afirmaba.
-"Me ves como ellos..."
-No se trata de eso, Loud.
-"¡¿Entonces dime de qué se trata?!"

En ese momento, Rainbow se interpuso entre nosotros, separándonos.
- ¡No empecéis ahora! -dijo. -No tenemos tiempo que perder en discusiones, tenemos una misión. Debemos llegar a Kukulcán.
-Rainbow Dash tiene razón. -dijo Ruby. -Pelearnos entre nosotros en lo último que deberíamos de hacer, así no cruzaremos la jungla.
-Vamos chicos, podemos hacer el camino divertido. -decía Pinkie dando saltitos entre nosotros y colocándonos cascos con linternas. -Esto nos servirá para ver en la jungla, y además... ¡Os quedan bien!

Dicho eso, Pinkie encendió las linternas de los cascos, pero cuando la luz me impactó, sentí como si me ardiera, quejándome entre gruñidos fuertes y zarandeando la cabeza hasta que me quité el casco de golpe.

Todos me miraban frotándome la cara y mayor parte de mi casco de hueso, no salían de su asombro, ni siquiera Applejack y Apple Core.

Tras terminar de frotarme la cara con el casco, intenté mirar a todos, pude apreciar que todos me miraban asustados o asombrados.
-"¿Qué ocurre?"
-Loud... ¿Te hace daño la luz? -me preguntó Pinkie.
-"...Eso parece"
- ¿Desde cuándo hace que te duele? -me preguntó Ruby.
-"Desde que empezamos a cruzar el portal" -respondí.
-Es posible que en tu nueva forma seas mas sensible a la luz. -comentó Ruby. -Shade Soul usó la magia negra para matar a Celestia y tu recibiste el golpe, es posible que, debido a ello, te hayas vuelto vulnerable a la luz.
- ¿Eso quiere decir que no podrá volver a estar bajo el sol? -preguntó Applejack.
-Supongo que mientras permanezca en esa forma, así es. -le contestó la unicornio.
-Entonces no perdamos el tiempo. -dijo Dust. -Emprendamos el camino a Kukulcán.

Dicho eso, Dust se adelantó, volando a media altura entre los árboles, y evitando las ramas junto a Rainbow, mientras que los demás emprendimos la marcha en tierra, teniendo cuidado entre las enormes razias y la enorme vegetación. La jungla fue invadida por un sinfín de sonidos, el canto de los grillos, y el aullido de algún mono nos acompañaba en el paseo, hasta Pinkie comenzó a imitar el sonido de alguno de los simios, era divertido verla, pero no podía reírme.

Pude ver a Apple Core esforzándose por avanzar entre las enormes raíces que le doblaban el tamaño, pasando por debajo o por encima. Applejack la seguía de cerca, incluso juraría que ambas miraban hacia atrás de vez en cuando parar mirarme, podía ver la angustia y la tristeza en sus rostros, y especialmente el ansia en el de Apple Core.
-Mamá... -dijo Apple Core. - ¿Papá se va a quedar así?

A Applejack, se le hizo un nudo en la garganta, no supo que responderle a nuestra pequeña. Volvió a mirarme, y luego, volvió a mirar a Apple Core.
-Claro que no, terrón de azúcar. -le respondió.
-No quiero que papá este así... -volvió a decir. -Está llorando...

Los ojos esmeraldas de Applejack se clavaron en nuestra pequeña al oírla decir esas palabras.
- ¿Cómo lo sabes?
-Intenta no mirarnos cuando le vemos.

Applejack se percató de ello, y se le hizo un nudo en la garganta.
-Todo se arreglará, cariño.
-Pero... ¿Y si no? -le preguntó Apple Core. - ¿Y si papá se queda así para siempre?
-Verás como no pasa eso.
-Pero...
-Verás que... No pasa eso.

Apple Core se volvió a girar para verme, las seguía de cerca, intentando que no me mirasen así. Ruby se me acercó despacio, mirándome con pena en sus ojos. No alcé la vista, simplemente seguí caminando.
-Loud... Por favor, anímate. -me dijo.

Di un pequeño gruñido ante sus palabras.
- ¡A mi no me gruñas! -me gritó.

Me sorprendí ante su reprimenda.
-Loud, aunque parezca que te tenemos miedo ahora, estamos realmente preocupados por ti, hasta tu hija está preocupada por ti.
-"Ruby... Yo... No sé que me pasa, desde que estoy así me siento muy raro, siento como una sed de sangre incontrolable" -le dije. -"Estoy aterrado, no deseo esto"
-Lo sé Loud, pero solo puedo decirte que aguantes, créeme, haremos lo que sea para que vuelvas a ser tu.
"...Gracias Ruby"

Caminamos durante lo que parecieron horas, pero en esta noche perpetua, apenas sabíamos la hora que era, los relojes de sol no servían, y la selva nos acompañaba con el canto de los guacamayos y otra aves que pululaban por los alrededores y de rama en rama como simios.
- ¡Es enorme! -comentaba Pinkie sin borrar la sonrisa de su rostro. - ¡No se parece en nada al bosque Everfree!
-Para nada, esto es más escalofriante. -comentaba Rainbow. -Me preguntó si no habrá ningún animal que nos confunda con su comida.
-En tal caso estoy yo y mis gemelos. -decía Applejack refiriéndose a sus fuertes patas traseras. -Si algún bicho intenta atacarnos, yo me encargaré.
-No eres la única Pony fuerte aquí, Applejaca. -le respondió Rainbow burlona. -Tu tienes tus patas, pero yo tengo mis alas.
-Dos pegasos... Dos Ponys de tierra... Dos unicornios y una potrilla mestiza. -decía Dust. -Creo que podríamos valernos solos.
- ¿De verdad cuentas a Apple Core? -le preguntó Ruby con cierto asombro. -Es solo una potranca, apenas sabe usar bien su magia, y no sabemos si podrá usar la magia de materialización.
- ¿La magia de papá? -preguntó Apple Core.
-Así es. -le respondió Applejack. -Realmente espero verte hacer magia algún día.
- ¡Me esforzaré, mamá!

Pese a que todos reían y hablaban, cada vez más, me iba sintiendo aislado y solo, y notando un fuerte dolor en mi corazón. Delante de mi se manifestaban sombras que danzaban entre los árboles con voz y porte espectral, parecían voces de un pasado lejano o próximo.

Agitaba la cabeza mientras andaba hasta que, finalmente, me detuve apoyándome contra un árbol, provocando un leve ruido del golpe, cosa a la que todos llamaron la atención. En ese momento, Applejack se me acercó rápidamente, tomando con cuidado mi mentón con su casco. Al sentirla, me tranquilicé un poco y la miraba mientras jadeaba levemente.
- ¿Qué pasa? -preguntó Pinkie deteniéndose en medio de un brinco.
- ¿Que le ocurre Applejack? -le preguntó Dust.

Applejack intentaba mirarme a los ojos, pero mi mirada parecía vacía y nerviosa a la vez mientras jadeaba del agobio.
-Loud... -me llamaba.

Alcé un poco la vista cuando la oí llamarme.
-Loud, ¿qué te pasa? -me preguntó Applejack.

No supe que responderle, entonces, sentí como algo empujaba contra mi pata delantera, volví a bajar la vista y vi a Apple Core, toqueteando una de mis patas con la suya.
-Papá... -me decía Apple Core. - ¿Dónde te duele?

Mis ojos se abrieron de par en par al oírla decir eso, casi sentí como el mundo se me caía encima ante la estampa que se presentaba ante mi.
-"No me duele nada, Apple Core" -le respondí.
-No es verdad. -me dijo con un nudo en su garganta. -Te pasa algo. Mamá dice que es feo mentir, ¿por qué me mientes?

No supe que responderle, realmente no quería que se preocupasen por mi, pero tampoco podía ver así de preocupada a Apple Core. Aparté la mirada de ella, bastante preocupado.
-Papá...
-Apple Core, ve con la tía Pinkie, tengo que hablar con tu padre.
-Mami...
-Pinkie, por favor.

Pinkie se acercó y montó a Apple Core en su lomo, volviendo a la cabecilla del grupo. Applejack volvió a sujetarme la cara bajo el mentón y me obligó a verla de nuevo.
-Loud, vamos, háblame. -me decía.

Intenté hablarle por medio de mi magia, iluminando levemente mi deformado cuerno.
-"Applejack... Tengo mucho miedo..." -le dije. -"Me entra ansia por la sangre, oigo voces en mi cabeza... Y cada vez me comporto más como un monstruo"
-Loud, no eres un monstruo. -me dijo. -Solo estas asustado, no te preocupes, encontraremos la solución.
-"¿Y si os pasa algo por mi culpa?" -le pregunté temblando levemente. -"¿Y si pierdo el control?"
-No pasará. -volvió a decirme.
-"Applejack... Si hiciese algo que os ponga en peligro... Haz lo que sea necesario para detenerme"

Applejack se impresionó enormemente.
-No puedo Loud.
-"Prométeme que harás lo que sea para que no os haga daño a ninguno"

El rostro de Applejack se palideció levemente al decirle aquellas palabras.
-Loud, yo...
-"Por favor, Applejack" -le dije colocando mi casco sobre el suyo. -"…Para lo bueno, y lo malo..."
-...Para lo bueno y lo malo... -me respondió Applejack con un nudo en la garganta. -...Te quiero, Loud.
-"Y yo a ti, princesa"

Tras decirle aquello, intenté besarle la frente, pero mis colmillos casi le rozaron los ojos, así que me alejé apenado, pero Applejack se lanzó y me besó la mejilla.
-Todo saldrá bien...

Sentía un fuerte peso en mi corazón al verla así de preocupada, lo ultimo que deseaba el día de hoy era acaparar la atención de todos, pelearme con Dust, enfadarme con mi hija, y acabar en un reino desconocido siendo un grotesco engendro.

Applejack se giró mientras me observaba, volviendo con el grupo. La podía ver con semblante triste y congoja, ver a Applejack y a Apple Core así me destrozaba por dentro, me dolía el corazón y un nudo se me formaba en la garganta, me sentía realmente mal por lo que estaba pasando. Pero ya no había vuelta atrás, instintivamente, mi cuerpo comenzó a andar, siguiéndolos. Sé que me busqué esta situación por hacer lo correcto, y no me arrepiento de lo que hice con tal de proteger a Celestia, pero si que tengo miedo, miedo por lo que sea capaz de hacer ahora que sé que puedo perder el control de un momento a otro.

Tras unas cuantas horas, el cansancio comenzó a invadirnos.
-Chicos, creo que ya va siendo hora de descansar. -decía Dust aterrizando. -Será mejor montar un campamento.
-Iré a buscar algo de leña. -dijo Rainbow.
-Te acompaño. -le dijo Ruby.

Ambas se adentraron un poco en la jungla, mientras que los demás nos disponíamos a armar el campamento. Dust alzó un par de tiendas, Applejack colocaba un par de troncos caídos para hacer de asientos, y Pinkie dispuso unas cuantas piedras en círculos. Por otro lado, yo me aislé un poco de los demás, mirando hacia el oscurecido cielo que empezaba a iluminase con la luna.

De pronto, sin darme cuenta, noté como algo me agarraba una de mis patas traseras, me giré levemente para ver que era, Apple Core estaba aferrada a mi pata, temblando levemente, su anaranjada crin se mecía entre sus tembleques como cientos de hojas al viento.
-"¿Apple Core? ¿qué te pasa?"
-Quería estar contigo, papá. -me respondió. -Has estado triste todo el rato, no me gusta verte así.

Me conmoví enormemente al oírla decir esas palabras. Use mi magia para sentarla y me gire a su frente, a continuación, me senté frente a ella mirándola.
-"No estoy triste, tesoro" -le dije. -"No tienes nada de qué preocuparte"
- ¿De verdad?

Asentí ante su pregunta. Apple Core miró al suelo con la preocupación dibujada en su pequeño rostro.
-"Apple Core... Siento mucho haberte rugido y gritado en casa, no quería enfadarme contigo"
-Y yo siento haberte dicho que te odiaba, papá. -me dijo lanzándose contra mi pecho, ocultando su rostro en él. -No lo decía de verdad, no te odio...
-"Lo sé..."

Pase con cuidado mi casco sobre su pequeño lomo, abrazándola.

Mientras, Applejack nos veía desde el campamento, su mirada era tranquiliz adora y de satisfacción. En ese momento, Dust se le acercó.
-Applejack. -le dijo.
- ¿Ocurre algo, Dust? -le preguntó.

Dust parecía preocupado.
-Sabes que Loud es de mis mejores amigos, y por eso me duele lo que tengo que decirte. -pronunció Dust. -Pero aleja a Apple Core de él mientras esté así.

Applejack se impresionó.
- ¿Cómo puedes pedirme eso? -le dijo casi con enfado en su voz. - ¿Me estás pidiendo que aleje a mi hija de su padre?
-Sé lo duro que suena, pero me preocupa que Loud pueda perder el control como en palacio. -le respondió Dust. -Intento pensar en la seguridad de todos.

Applejack quedó algo cabizbaja.
-Lo sé... Pero entre lo que me pedís Loud y tu... Esto me va a resultar muy duro.
- ¿Lo que te ha pedido Loud?
-Me dijo que hiciese lo que fuera necesario para detenerle si llegase a descontrolarse. -le respondió Applejack.

Dust también se impresionó ante sus palabras.
-Él también es consciente de lo que pasa, y no está preocupado... Si no aterrado.
- ¿Es eso cierto? -preguntó Dust.

Ella asintió a su pesar.
-Loud... -decía Dust impresionado. -Applejack, te prometo que haré lo que sea necesario para ayudaros a los dos.
-Te lo agradezco Dust... No sabes cuanto.
-Sé que Loud haría lo mismo por cualquiera de nosotros.

Mientras tanto, dentro de la jungla, Rainbow y Ruby seguían recolectando ramas. Rainbow las recogía a una velocidad asombrosa mientras que Ruby recogía algunas piedras.
-Aún me sigue sorprendiendo tu asombrosa velocidad. -le dijo Ruby. -Me da envidia.
-No es tan raro, cuando eres tan fabulosa como yo. -le respondió Rainbow.

En ese momento, Rainbow empezó a sentir náuseas. Soltó las ramas y voló rápidamente a un lado de la jungla.
- ¡Rainbow!

Cuando Ruby llegó a donde Rainbow se encontraba, pudo verla vomitando tras un enorme árbol, con las alas tensas y agitando levemente su colorida cola.
-Rainbow, ¿estas bien? -le preguntó Ruby.
-Ah... Más o menos... -le respondió mientras se frotaba la panza.

Ruby la miró impresionada.
-Rainbow... ¿Cuánto hace que estás con Dust?
-Desde hace casi nueve años. -le respondió. - ¿Por qué lo preguntas?
-Espera... ¿Rainbow, estas embarazada?

Las alas de Rainbow se tensaron de golpe al oír las palabras de Ruby.
- ¿Cómo lo has descubierto?
- ¿Esas náuseas han sido por eso?

Rainbow asintió resignada.
-Así es...
- ¿Has venido aquí en ese estado?
- ¡He venido por que era mi deber, la princesa Celestia está en peligro y una de mis mejores amigas está haciendo lo imposible por defender Equestria! -le respondió Rainbow.
- ¿Sabes lo peligroso que puede ser para ti y vuestro bebé si algo te pasa aquí? -le preguntó Ruby.

Rainbow calló de repente, bajando despacio sus alas.
-Lo sé... Pero no podía quedarme de cascos cruzados.
-Te entiendo Rainbow.
- ¿Me prometes que no le dirás nada a Dust por el momento?
-Tarde o temprano se dará cuenta, Dash.
-Prefiero que sea tarde, quiero que el pequeño Prisma sea una sorpresa para él. -dijo Rainbow.
-... ¿Prisma?
-El nombre que le daré a mi pequeño, Prisma Beam. -le respondió Rainbow. -Será una campeona o campeón como su madre.

Ruby sonrío.
-Bueno, será el secreto de los tres. -le respondió. -Pero hazme un favor, y no te excedas mucho, por el bien de los dos.
-Está bien. Muchas gracias Ruby.
-No hay de que.
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Re: Mi nueva vida [Slice Of Life] [aventura] (Saga 3 cap.2)

Notapor Mishiro » 15 May 2015, 09:02

Interesante capítulo... Muy bien descrito lo de Loud, aunque... pobrecillo... jajaja... En fin. Quedo a la espera de más.

¿Rainbow embarazada? Eso sí que no me lo hubiera esperado... ¿Prisma Beam? ¿De dónde sale ese nombre?
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Re: Mi nueva vida [Slice Of Life] [aventura] (Saga 3 cap.2)

Notapor EdoNova » 15 May 2015, 09:09

Mishiro escribió en 15 May 2015, 09:02:Interesante capítulo... Muy bien descrito lo de Loud, aunque... pobrecillo... jajaja... En fin. Quedo a la espera de más.

¿Rainbow embarazada? Eso sí que no me lo hubiera esperado... ¿Prisma Beam? ¿De dónde sale ese nombre?


El nombre se traduciría como "haz de luz prisma", y ya va siendo hora de que hubiera algo tras esa larga relación. Ya dije que en esta historia me iba a volcar en algo más oscuro, y no solo en la oscuridad de la situación, si no en los sentimientos que pasará Loud y el grupo. Gracias por tu comentario Mishi, hacia una eternidad que no te veía por aquí
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Re: Mi nueva vida [Slice Of Life] [aventura] (Saga 3 cap.2)

Notapor Nahyo » 15 May 2015, 13:38

Me ha gustado el capítulo, y también el nombre para el hijo o hija de Rainbow y Dust. Se te han colado muchísimas faltas de ortografía, revisalas. Deberías probar una aplicación llamada: "Joter Pad". Esperaré por más,

un saludo,

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Re: Mi nueva vida [Slice Of Life] [aventura] (Saga 3 cap.2)

Notapor EdoNova » 15 May 2015, 13:58

Nahyo escribió en 15 May 2015, 13:38:Me ha gustado el capítulo, y también el nombre para el hijo o hija de Rainbow y Dust. Se te han colado muchísimas faltas de ortografía, revisalas. Deberías probar una aplicación llamada: "Joter Pad". Esperaré por más,

un saludo,

Nahyo.

¿Qué faltas? Es una aplicación para iOS?
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Re: Mi nueva vida [Slice Of Life] [aventura] (Saga 3 cap.2)

Notapor Nahyo » 15 May 2015, 18:41

EdoNova escribió en 15 May 2015, 13:58:
Nahyo escribió en 15 May 2015, 13:38:Me ha gustado el capítulo, y también el nombre para el hijo o hija de Rainbow y Dust. Se te han colado muchísimas faltas de ortografía, revisalas. Deberías probar una aplicación llamada: "Joter Pad". Esperaré por más,

un saludo,

Nahyo.

¿Qué faltas? Es una aplicación para iOS?


La aplicación es para escribir, yo la uso muchísimo. Las faltas... Simplemente revisalas. Esperando por más,

un saludo,

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Re: Mi nueva vida [Slice Of Life] [aventura] (Saga 3 cap.2)

Notapor EdoNova » 11 Jun 2015, 09:53

El libre elige, el esclavo obedece.


Continuamos nuestra odisea por el reino de Maya, habían pasado lo que parecían dos días, pero como la noche no desaparecía no podíamos estar seguros de que momento o que día era. Rainbow parecía molesta al no saber que día u hora era.
- ¡Ah...! ¡Llevamos dos días sin saber si estamos más cerca o lejos de poder salvar a Celestia! ¡¿Hasta dónde se extiende esta jungla?! -decía Rainbow hecha un basilisco.
-Por mucho que grites, no vas a conseguir llegar antes. -le respondía Applejack seguida por Apple Core.
-Rainbow, debes calmarte, últimamente estas de los nervios. -le decía Dust.
-Si... ¿Se puede saber que te pasa, Dash? -le preguntó Applejack.
- ¿Tienes hambre? -le preguntó Pinkie. -Todos se ponen gruñones cuando tienen hambre. Por suerte siempre traigo conmigo mis cupkaces especiales de la abuelita Pinkie, tienen un ingrediente especial secreto que... -dicho esto, se aproximó a Apple Core y le susurró al oído... -Un secreeeeetoo...

Apple Core rió ante el acto de Pinkie, siempre le hacía gracia que la "tía" Pinkie hiciera tonterías y cosas divertidas.
-No creo que sea hambre, hace poco que acabamos de desayunar/comer/cenar. -respondía Dust, puesto que tampoco sabia que momento del día era.
-Dame un par de ellos, Pinkie. -dijo Rainbow aproximándose a ella.

Todos nos sorprendimos al verla tomar con rapidez un puñado de los cupcakes, comenzando a comerlos con ganas, era como si no hubiera comido.
-Rainbow, contrólate. -decía Ruby.
- ¡¿Estás de broma?! ¡No había visto a Rainbow así nunca, está súper feliz!

Me acerqué a Applejack y usé mi magia para hablarle.
-"¿No está Rainbow un poco rara?"
-Yo también lo he pensado. -me dijo. -Pero es Rainbow, apuesto mi casco derecho a que no es nada.
-Bueno, sigamos cuanto antes. -decía Ruby haciendo brillar su cuerno. -Con un poco de luz podremos continuar un poco mejor. Seguidme y no os perdáis, conozco esté tipo de junglas como mi casco, si alguien se separa es posible que no lo encontremos en medio de la noche.
- ¡Bien pensado, Ruby! -dijo Pinkie entusiasmada. - ¡Así esta mejor, ya puedo ver donde pongo los cascos!

Ruby se puso a la cabeza del grupo, usando su magia de luz para iluminar nuestro en la jungla. Ahora veíamos algo mas claro las raíces, lianas y rocas del sendero. Podíamos apreciar algunos monolitos en mitad del camino con los mismos grabados que el árbol de palacio, serpientes con alas y un sol sobre ellos, parecían indicar que eran representaciones de la diosa Quetzalcoalt.
-Parece que vamos por el camino indicado. -dijo Rainbow.
-Entonces deberemos de seguir el sendero sin perdernos. -terminó Ruby. -Apple Core procura no perderte.
- ¡Si, tía Ruby!

Pegada a Ruby, todos continuábamos el camino del sendero marcado con las piedras con los glifos grabados. En mi caso, me mantenía el último y lo más alejado posible de todos, continuamente oía voces espectrales resonar en mi cabeza, parecía que querían decirme algo y evitaba hacerles caso. Sacudía la cabeza de un lado a otro para evitar oír esas voces que me intentaban hablar, pero esa como un mal sueño, en eso momento, choqué contra algo. Al alzar la mirada, pude ver a Applejack, que se había detenido a esperarme.

No esperaba que Applejack fuera a esperarme, sorprendido, di un par de pasos hacia atrás.
-Loud... No tengas miedo...
-"Santa Celestia". -dije. -"Cariño, no puedes decirme que no tenga miedo... Oigo voces que me intentan decir algo, me duele el cuerpo entero, y no tengo idea de qué voy a hacer si nos encontramos con Shade Soul"
- ¿Crees que eres el único que lo esta pasando mal? -me preguntó.

Alcé la vista hacia ella, como un perro apaleado.
-Llevo deseando que vuelvas a ser el de antes desde que te vi así. -me dijo Applejack nuevamente. -Pero Loud, te lo diré solo una vez, así que escúchame.

Dicho esto, colocó su casco sobre mi corazón.
-Por mucho que cambies por fuera, me enamoré de esto, no de otra cosa.

No supe que responderle, pero sus palabras me habían logrado calmar, las voces se habían disipado de golpe con solo esa frase.
-Aunque no consigas ser el mismo de antes, solo tu corazón es lo que importa.
-"Applejack... Gracias mi princesa" -le dije.
-Estamos para ayudarnos.

Mientras tanto, en Xibalba, Shade nos observaba mientras las criaturas del su inframundo le rodeaban esperando órdenes.
-Así que ese usuario de alquimia mudo oye voces... -decía. -Es curioso, por que no le estoy dando ninguna orden.

Una de las criaturas le hablaba desde la espalda, un lengua incomprensible para cualquiera, menos para el alicornio oscuro.
-Es posible que se traten de fantasmas de su pasado que le intenten dar un poco de cordura. -respondía Shade Soul. -Hay que quebrantar esos entes... Cuatro de vosotros, salid a la caza de ese grupo, haced lo que sea necesario para hundir a ese usuario de alquimia en la desesperación, solo así seré capaz de doblegar su voluntad a mi dominio, cuando la Cutie Mark superpuesta a la suya la devore, será total y absolutamente... Mi esclavo...

Cuatro de las criaturas que acompañaban a Shade Soul, se desvanecieron entre las sombras, recorriendo todo el Xibalba hasta salir del mismo, atravesando la jungla a la carrera.

Mientras tanto, por el camino que seguíamos, acabamos llegando a un claro lleno de ruinas derruidas y devorada por , cuerpos de serpientes enormes decapitadas y símbolos similares a soles resquebrajados.
- ¿Qué es este lugar? -preguntó Pinkie extrañada del lugar.
-Un antiguo templo. -respondió Ruby. -Uno de los muchos que hay repartidos por Maya.
- ¿Templo? -preguntó Apple Core.
-La diosa Quetzacoalt es tan querida como Celestia en Equestria. -respondía Ruby. -No solo es la diosa del sol, es conocida también como la diosa del cielo y la tierra, pues dicen ayuda en los cultivos en las tierras poco fértiles.
- ¡¿En serio?! Quizá le pida alguna ayuda para algunas hectáreas de nuestra granja. -dijo Applejack.
- ¿Cómo es que sabes tanto de este lugar? -le pregunto Rainbow. -Creía que ningún Pony salvo las princesas habían llegado.

Ruby no supo que responder.
-Bueno... Mi padre me enseñó cosas de este lugar. -respondió. -Él fue un explorador, su sueño era desvelar los secretos de las antiguas civilizaciones Ponys.
-Tu padre era un genio. -comentó Dust.

Me adentré en las frondosas ruinas observando con interés, la figura de Quetzalcoalt era imponente aún estando grabada en la piedra, pero un extraño sentimiento me invadía al ver su figura, nunca la había visto, así que no podía opinar sobre ella, pero mi cabeza no dejaba de decirme que la odiase.

Deseando apartar esos pensamientos de mi cabeza, me empecé a golpear mi cabeza contra el muro, intentando apartar ese pensamiento en contra de semejante deidad. Rápidamente, Dust y Ruby fueron a separarme del muro para evitar que me hiciera más daño.
- ¡Loud, alto! -me decía Ruby tirando de mis hombros.
- ¡¿Se puede saber que te pasa?! -me preguntaba Dust mientras tiraba de mi cabeza hacia atrás.

Gruñí mientras intentaban detenerme, no podía parar de desear golpear mi cabeza contra el muro una y otra vez.
- ¡Loud, para! -decía Applejack corriendo hacia nosotros.

Applejack se lanzó sobre nosotros para impedirme golpearme una y otra vez.
- ¡Chicos, deteneros! -comentaba Pinkie. - ¡Esto no es una fiesta!
-Pinkie... No es el mejor momento para eso. -le respondió Ruby.
- ¡Papá! -gritó Apple Core.

Al oír su voz, me detuve por completo. Giré hacia ella y pude verla con cara de preocupación y nerviosa. Me incorporé despacio, la mirada de mi hija me destrozaba, no podía soportar verla así. Dust y Ruby me soltaron despacio, y Applejack dio un par de pasos hacia atrás.
- ¿Qué ha pasado, Loud? -me preguntó Ruby.

No respondí inmediatamente, caminé un poco en círculos antes de decírselo.
-"No sé... De repente sentí odio hacia la diosa..."

Eso los sorprendió.
- ¿Odio? ¿Cómo es posible? Ni siquiera conoces a Quetzalcoalt. -me dijo Dust.

Una vez más no supe que responder, tampoco tenía idea de por qué la odiaba, realmente no tenía ningún motivo para ello, no me gustaba eso.
-Vamos Loud, tranquilo... -me decía Applejack acariciando mi costado.

Apple Core se abrazó a la esponjosa cola de Pinkie, la Pony rosada pudo apreciar que las patitas de la pequeña unicornio temblaban.
-Apple Core, ¿qué te pasa? -le preguntó.
-Tengo miedo... -le respondió. -Tengo miedo de que papá se haga más daño.

Por primera vez, Pinkie no supo que responder para animar a una potrilla. Se agachó a ella y acaricio su cabeza tras el cuerno.
-Apple Core, conozco desde hace un tiempo a tu papi, y nunca se ha rendido. -le dijo. -Recuerdo una vez que salvó a tu madre cuando se hizo daño en una pata, y otra en la que se esforzó para prepararle un gran cumpleaños a tu tía Greenkey, y eso que se lo puse difícil.
-Pero mi papá...
-Te hago una Pinkie promesa. -le respondió. -Te lo juro con mi vida, o que me quede con un ojo tuerto, haré lo que esté en mis cascos para que tu padre siga siendo el de siempre.
- ¿De verdad?
- ¿Te mentiría yo, tu tía Pinkie?

Apple Core negó repetidas con la cabeza, dándole respuesta a su pregunta.
- ¡Pues ya está! -le dijo con una sonrisa. -Así que alegra esa cara, y estate junto a tus padres, parece que tienes cierta influencia en el estado de tu papá.
-Haré lo que sea por papá. -le respondió Apple Core.

De pronto, un rugido rompió con la felicidad del claro, seguidamente, otros pocos rugidos se escucharos.
- ¿Qué ha sido eso? -preguntó Rainbow en bajo y preparándose para volar si fuera necesario.
-No tengo ni idea... -respondió Dust alzando el vuelo.
-Pero... Creo que lo hemos oído antes. -dijo Ruby.

A los pocos segundos los rugidos volvieron a escucharse, lo cual, me provocó ponerme en guardia y gruñendo levemente.
- ¿Qué puede ser? -preguntó Pinkie.
-Sea lo que sea, se está acercando. -decía Applejack. - ¡Apple Core, ven conmigo!
-Pero...
- ¡Qué vengas!

Apple Core corrió a toda prisa hasta ponerse al lado de las patas de su Applejack, a la vez, me acerqué a ellas para protegerlas.

Mis orejas se movían solas, captando el sonido de fuertes pasos a la carrera sobre el follaje de la selva, era capaz de oírlos claramente por mi oído más desarrollado, debido a mi mudez. Me puse más a la defensiva, gruñendo como si fuera un perro, podía sentirlos acercarse a toda velocidad.

Applejack me vio preocupada al ponerme a la defensiva y soltando aquel gruñido similar al de una bestia, pero lo que más le impresionó fue ver la extraña marca similar a unas fauces sobre mi Cutie Mark, si sus ojos no la engañaban, parecía que fuera a devorármela.
- ¿Qué demonios es eso...? -se preguntaba Applejack horrorizada ante ello.

Los ruidos que procedían de la jungla cesaron casi de inmediato, cosa que no nos gustó a ninguno.
- ¿Y el ruido? Ha parado de golpe. -decía Pinkie sin creérselo.
-No os confiéis. -dijo Dust. -Y sobre todo, no os separéis.
-Si algo intenta atacarnos, le patearé la cabeza. -terminaba Rainbow.

El silencio se volvió incómodo, no parecía que fuera a romperse en ningún momento. Nos manteníamos juntos, protegiéndonos, pero sería algo que no duraría.

De el follaje selvático, y con siniestros y siseantes rugidos, aparecieron cuatro criaturas similares a las que invadieron Canterlot el día que el sol se tornó negro, con la diferencia de que eran más grandes en comparación, su piel era morada oscura, y estaba rayada. Las cuatro criaturas se acercaban a nosotros siseando y chillando.
- ¡Son ellos! -dijo Ruby.
-Son los monstruos de Shade Soul. -decía Applejack.

Las criaturas empezaron a rodearnos, calculando nuestros movimientos como si fuéramos sus presas.
- ¿Es una fiesta? -preguntó Pinkie.
-No... Nos están rodeando para atacarnos. -respondió Dust. -No os separéis...

Las cuatro criaturas caminaban en círculos a nuestro alrededor gruñendo y chillando. Finalmente, uno de ellos dio el primer paso y se lanzó al ataque, en concreto hacia Dust y Pinkie, ello provocó que empezáramos a separarnos, por un lado, Rainbow y Dust alzaron el vuelo para distraer a uno de ellos; Pinkie y Ruby intentaron alejar a otro corriendo alrededor de las ruinas; y los dos últimos se centraron en nosotros, Applejack, en mi y en nuestra hija.

Intentaba usar mi magia para protegerlas, pero las criaturas no me daban ni la oportunidad de concentrarme, lanzando mordiscos al aire para evitarlo. Apple Core se empezaba a poner nerviosa entre el sonido de los rugidos y los chillidos, podía notarlo.
-"¡Apple Core, tranquila!" -le decía.
- ¡Nosotros te protegeremos! -terminaba

Las patas de una de esas criaturas rozó a Apple Core, lo cual le asustó y la obligó a salir corriendo, llamando la atención de una de las criaturas.

Applejack se percató y fue a por ella.
- ¡Apple Core! -dijo Applejack saliendo al rescate de Apple Core.

Al percatarme intenté ir por ellas, pero la última de las criaturas me agarró con sus colmillos del lomo, zarandeándome y arrojándome contra las pareces de las ruinas. Al intentar levantarme, me estampó nuevamente con una de sus patas, sentí como si fuera a romperme el cuello de un momento a otro, pero solo me chillo y me arrojó al suelo, y persiguió junto a su compañero a mi familia.

Al verlo quise levantarme, pero entre el mordisco y el golpe, me costaba un montón, y eso me ponía nervioso.
-"Apple Core... Applejack... No... ¡No, no, no las toquéis!" -me decía a mi mismo. -"Soy un inútil... No puedo siquiera salvar a mi familia"
-Un verdadero inútil. -comenzaba a decirme una voz en mi cabeza.

Abrí los ojos de golpe al sentir esa penetrante voz en mi cabeza, no eran como las demás que sonaban espectrales pero dulces, esta era... Dominante.
-Mira lo que has conseguido... -volvió a decirme.

Ante mi mirada esa voz me mostró unas imágenes que hubiera deseado no ver jamás, Applejack y Apple Core yaciendo en el césped frente a las ruinas heridas y ensangrentadas, siendo Apple Core abrazada por su madre. Esas imágenes me rompieron el corazón por completo, y la ira empezaba a apoderarse de mi. Rugí con fuerza lleno de dolor y odio hacia esas criaturas y hacia mí mismo.
-Eso es... Deja que tu odio y tu oscuridad florezcan... -decía esa voz. -Deja de ser un Pony para ser mi esclavo, destruye a las criaturas que han matado a tus seres queridos... Destrúyelas a todas.

Mis ojos se oscurecieron mientras decía esas palabras, y un ruido seco, similar a cuando dos piezas de metal chocan procedió de mi costado, la marca que había salido de mi Cutie Mark se había cerrado sobre esta. Mi ira me había dominado.

Mientras tanto, Applejack se lanzó contra Apple Core, salvándola del ataque de una de las criaturas.
- ¡Mamá! -decía Apple Core.
- ¡Tranquila cielo, ya estoy aquí! -le respondía.

Las dos criaturas empezaban a rodearlas mientras chillaban y siseaban. Asustada, Apple Core se abrazaba contra el pecho de Applejack llorando levemente.
- ¡Mamá...! -decía entre sollozos.
-No dejaré que te pase nada. -le respondía abrazándola. - ¡Te protegeré!

Las dos criaturas estaban dispuestas a lanzarse en cualquier momento. Aprovechando que ambas ponys no se movían, se lanzaron contra ellas, Applejack abrazó con fuerza a Apple Core para protegerla, pero de pronto, un sonido similar al de algo cortando el aire, detuvo el grito de las bestias de golpe.

Applejack miró despacio hacia las criaturas, las veía ahí inmóviles cuales estatuas, de pronto, ambas criaturas empezaban a caer de una forma grotesca, sus cuerpos fueron divididos en dos por la mitad, cayendo inertes al suelo.
- ¿Qué demonios...? -dijo Applejack impresionada.

Applejack pudo ver dos enormes hojas metálicas que revoloteaban cerca de las dos criaturas, las cuales eran sujetadas por sombras. Siguiendo los surcos de esas sombras, pudo ver que provenían de mi cuerno. Estaba cabizbajo y sin mostrar mi rostro.
- ¿Loud...? -me dijo.

Las cuchillas volvían a mi cuerno cuando Applejack terminó de decir esas palabras, desapareciendo en un pequeño circulo de alquimia. Acto seguido, guardé silencio.
- ¿Loud? Respóndeme por favor. -volvió a decirme

Alcé la vista de golpe, exponiendo mis ojos inexpresivos y gruñendo mientras apretaba mis dientes, asustándola un poco.
- ¿Qué... Qué haces...? -volvió a preguntarme Applejack.

En ese momento, solté un terrorífico rugido, lo cual llamó la atención de las otras dos criaturas que atacaban a Dust, Rainbow, Pinkie y Ruby. Las dos criaturas rugieron y corrieron hacia mi.

Oyendo sus rugidos y pasos miré hacia ellos, ya no veía a ningún Pony, solo a esas horrendas criaturas que alimentaban mi ira y frustración. La primera de las dos criaturas se lanzó gritando hacia mi, momento que me lancé hacia su pescuezo clavando mis largos colmillos en él. Todos se quedaron impresionados al verme actuar de esa forma, hincando mis colmillos en su cuello y zarandeándolo de un lado a otro hasta romper su cuello.

Mi boca quedó impregnada en sangre de la criatura, jadeando por la fuerza ejercida sobre su cuello. Mi mirada se dirigió a la que quedaba, la cual intentaba huir hacia la jungla, pero no tardé en atraparlo abalanzándome sobre su lomo y tirándolo al suelo, donde empece a clavarle las garras y los colmillos, dejando el césped impregnado en su sangre.

Mis amigos y familia miraban asombrados lo que fui capaz de hacer.
- ¿Loud...? -preguntó Dust.
- ¿Qué has hecho? -preguntó Pinkie.

Al oír aquellos sonidos me giré hacia ellos, no veía a mis amigos y familia, si no a más de esas criaturas. Cegado mi ira, les rugí.
- ¡Loud, detente! -decía Rainbow.
- ¡Ya ha pasado todo, Applejack, Apple Core y nosotros estamos bien! -dijo Ruby.

No oía nada mas que chillidos y gruñidos de aquellas bestias. Comencé a correr hacia ellos, rápidamente, Ruby hizo que se separasen.
- ¡Qué no os coja! -decía Ruby dispersándolos a todos.

Todos se separaron, Dust y Rainbow intentaron alzar el vuelo antes de les alcanzará, pero di un salto, agarrando entre mis fauces la cola de Rainbow, tirando de ella hasta el suelo.
- ¡Loud, no! -decía Rainbow algo asustada. - ¡Por favor, no lo hagas!

Rugí a Rainbow cerca de su cara, y antes de poder hacerle algo, Dust embistió contra mi, apartándome de la pegaso.
- ¡No te dejaré que dañes a Dashie! -decía Dust atrapándome contra el muro.

Haciendo fuerzas para apartarme de él, comencé a agitar las pezuñas para liberarme, en una de esas, le arañé el rostro, de arriba a abajo. Dust gritó de dolor, apartándose de mi y cubriendo su ojo izquierdo con el casco.
- ¡Mi ojo! -quejaba mientras su casco se llenaba de su sangre.

Me disponía a rematar a Dust, que se encontraba desprotegidos. En ese momento, sentí fuertes pasos acercándose a mi. Antes de poder reaccionar, recibí un fuerte golpe en el costado.
- ¡Loud! -decía Applejack con una voz que mostraba ira.

No respondí a ella como si fuera un Pony, si no como el ser irracional en el que me había vuelto.
- ¡Detente Loud, este no eres tu! -me dijo.

Solté un rugido hacia ella.
- ¡Sé que estás ahí, y si tengo que sacarte a golpes, por Celestia, lo haré!

Apple Core intentó ir hacia nosotros, pero Ruby la sujetó.
- ¡Espera Apple Core! -le decía Ruby. - ¡No es seguro!
- ¡Papá, papá está sufriendo! -decía Apple Core en tono desesperante.

Me acercaba a Applejack de forma amenazante, gruñendo, encorvado y exponiendo mis colmillos, mientras, ella se alejaba dando pasos hacia atrás.
-Loud... Por favor... No quiero hacerte daño... -decía. -Pero te lo prometí, haría lo que fuera necesario para detenerte, y pienso hacerlo.

Rugí sin hacerle caso a lo que decía. Applejack corrió contra mi, dispuesta a golpearme. Me levanté sobre mis dos patas traseras para atacarla, pero embistió contra mi panza, tirándome al suelo, momento que aprovechó Applejack para ponerse sobre mi y atrapar mis patas delanteras con sus cascos.

Gruñía y me zarandeaba intentando quitarme de encima a Applejack.
- ¡No pienso soltarte! -me decía.
-Apple Core, quédate aquí, Pinkie, ven a ayudarme. -decía Ruby. - ¡Apple Core, no te muevas!
-Pero...
- ¡Qué esperes aquí! ¡Vamos Pinkie!

Pinkie y Ruby corrieron a socorrer a Applejack.
- ¡Es el momento de la diversión! -decía Pinkie mientras sacaba unas guirnaldas de sus alforjas. - ¡Hay que evitar esos gruñidos!

Con ellas intentó cerrarme las fauces, un éxito que le duró poco, ya que mis fauces eran los suficientemente fuertes para romper las guirnaldas, volviendo a rugir. Usé mi magia para apartarlas de encima mía, levantándome de inmediato y gruñendo con fuerza, en ese momento, un rayo de luz cegador impactó contra mi cara, había sido Ruby que, usando su magia, me había atacado. La luz me había cegado casi al completo debido a mi nueva sensibilidad a la luz.
- ¡Detente, Loud! -decía Ruby. - ¡Ya se ha acabado, los...! -Ruby tragó saliva. - ¡Los has matado a todos... Para ya, por favor!

Volví a rugirle mientras mi cuerno brillaba, dibujándose un circulo de alquimia bajo mis patas. Del mismo, brotaron las raíces de los árboles cercanos, serpenteando como víboras, las cuales atraparon a Pinkie y a Ruby, impidiéndolas moverse.
- ¡Esto no es tan divertido! -decía Pinkie.
- ¡Loud, ya basta! -me decía Ruby.

Me giré y pude ver a la última criatura, quien realmente era Applejack. Un poco asustada, Applejack se intentó arrastrar para alejarse de mi mientras me aproximaba a ella de forma amenazante.
- ¡Loud, alto! -me decía. - ¡Sé que no eres tu, sé que mi esposo está ahí en alguna parte, y quiero que vuelva!

Ya frente a ella, gruñí con fuerza. Los ojos de Applejack empezaban a llenarse de lágrimas mientras observaba que mis ojos estaban vacíos e inexpresivos.
-... Por favor...

Alcé una de mis patas, pretendiéndole un "zarpazo". Preparándose para lo peor, Applejack cerró los ojos con fuerza, mi garra estaba a punto de cernirse sobre ella cuando una pequeña sombra se interpuso entre nosotros gritando:
- ¡Para, papá!

Al oír esas palabras me detuve en seco, poco a poco empezaba a ver las cosas claras, delante de mi veía a Apple Core con los cascos abiertos de par en par, evitando que le hiciera daño a Applejack. Pude verla aguantando el llanto mientras me miraba con una mirada de entre tristeza y valentía.
-"¿...Apple Core?" -dije impresionado.
-No... No... ¡No dejaré que le hagas daño a mamá! -decía Apple Core apretando sus ojos y derramando sus lagrimas.

Miré también hacia Applejack y mostraba una expresión de horror con sus hermosos ojos llenos de lagrimas. Miré mi casco alzado horrorizándome al ver en que posición en la que estaba. Di pasos hacia atrás horrorizado, mi magia se desvanecía, liberando a Pinkie y a Ruby, también pude ver a Rainbow ayudando a Dust a levantarse mientras su casco estaba impregnado en sangre junto a parte de su cara.

Lo había hecho, había dañado a mis amigos y familia. Comencé a jadear y respirar angustiada, moviéndome nervios en todas direcciones.
-Loud... -decía Ruby acercándose a mi.

Negué con la cabeza, no quería que se me acercara.
-Tra... tranquilo, Loud... -decía Applejack levantándose con esfuerzo. -Ya ha pasado...
-"No... No ha pasado..." -dije nervioso. -"He herido a Dust, ¿verdad? Y he estado a punto de matar a Applejack..."
-Pero...
-"¡No te acerques, por favor!" -le dije a Applejack. -"¡No estáis seguro conmigo, ninguno lo estáis!"
-Tranquilízate, Loud. -me dijo Ruby.
-"¡No!"

Dicho eso salí corriendo hacia la jungla, alejándome de ellos todo lo rápido que podía. Applejack intentó ir tras de mi, pero los demás se lo impidieron.
- ¡Applejack! -decía Rainbow. - ¡Déjalo ir!
- ¡Loud, por favor, vuelve! -decía Applejack.
- ¡Papá! ¡Papá! -decía la pequeña Apple Core. - ¡Vuelve papá!

Oía sus voces mientras me alejaba y lloraba, no quería irme, pero tampoco quería hacerles daño.

Tras un rato, Ruby se le acercó a Dust y, usando su magia, comenzó a curarle la tremenda herida que le había propinado, cerrándose rápidamente.
-He hecho lo que he podido Dust, pero te va a quedar una cicatriz. -le dijo. -Gracias a Celestia que tu ojo no fue gravemente dañado.
-Gracias Ruby... -le respondió. -Dash, ¿tu estás bien?
-No te preocupes ahora por mi. -le respondió. -Tienes suerte de conservar aún el ojo izquierdo.

Entonces, Rainbow miro a Applejack. Se acercó a su amiga y pudo comprobar que estaba destrozada mientras madre he hija se abrazaban.
-Applejack...
-Ahora no, Rainbow...
-Haz el favor de espabilar, Loud volverá.
- ¡Mientras esté así no va a volver! -le dijo la Pony anaranjada. - ¡Se ha ido para protegernos de él!
-Applejack, no pagues tu frustración con Rainbow. -le dijo Dust. -Loud sabía a lo que se exponía al venir a Maya.
-Dust, no te pases. -le dijo Ruby. -No viste lo que nosotras cuando recuperó la conciencia, estaba más aterrado el que nosotros.
- ¡Dile eso al ojo que casi me saca con las garras! -respondió furioso el joven pegaso de rescate.
- ¡Ha ja perdido el control.
- ¡Chicos, mirad esto! -decía Pinkie mientras estaba frente a uno de los cuerpos inertes de las criaturas que nos tocaron.

Salvo Applejack y Apple Core, todos se acercaron a los cadáveres de las criaturas, lo que parecía ser su sangre, comenzaba a evaporarse en el aire, junto a los cuerpos, como si fueran cenizas o nieblas. Al poco rato, los cuatro cuerpos que yacían cerca de ellos habían desaparecido por completo.
- ¿Qué demonios ha sido eso? -decía Dust impresionado. -Han... Desaparecido.

Al oír eso, Applejack alzó la cabeza para escuchar con atención lo que decían.
-Mami...

Applejack, le pidió a Apple Core que guardase silencio unos instantes.
-Se han evaporado en el aire como la harina. -decía Pinkie asombrada.
- ¿Qué demonios significa eso? -preguntó Rainbow.

Ruby no supo en un principio qué responder, pero no había duda posible.
-Esas criaturas no están hechas de carne, por lo que no deberían de morir de esa forma. -dijo.

Tras unos instantes de silencio, Ruby dedujo lo que había ocurrido.
-Shade Soul... Shade Soul mandó a esas criaturas a atacarnos para despertar la desesperación en Loud y así poder manipularle.
- ¿Qué has dicho? -preguntó Applejack enderezándose. - ¿La culpa la tiene ese alicornio?

Ruby se sorprendió.
-Es eso, ¿no?

Ruby asintió.
-Muy bien... A amenazado a Celestia, ha usado a Loud para que la matase, y ahora le ha forzado a comportarse de esa forma...

Llena de furia, Applejack coceó uno de los árboles cercanos al derruido templo, haciendo tanta fuerza que consiguió abollar el trono del mismo.
- ¡Esto es personal!
- ¡Estoy con mamá! -dijo Apple Core. - ¡Papá no haría lo que hizo por que quisiera, él nunca nos haría daño!
-Estoy con las dos. -respondió Dust. -Loud es mi amigo, y ha estado a nuestro lado para salvarnos el pellejo muchas veces, después de lo visto, me arrepiento de haber tan siquiera pensado en darle la espalda cuando más nos necesitaba.
-No hemos sido capaces de ayudarlo pero, te prometo Applejack, que Shade Soul pagará por esto.

Mientras tanto, en Xibalba, Shade Soul se encontraba satisfecho después de lo ocurrido, ya lo había conseguido, dominar mi voluntad a la suya.
-Ya está todo hecho...

Una de las criaturas se le acercó siseando y con cierto temor al ver a sus compañeros sacrificados en aquel ataque. Shade Soul, conocido en su momento como Magec Prime, se giró a sus "súbditos".
- ¿Qué si ha sido necesario eso? -preguntó con indiferencia. -Ahora he separado al usuario de alquimia del grupo, y lo más importante, lo tengo a mi control para hacer lo que quiera.

Las criaturas dieron un paso atrás aterrorizadas ante la crueldad de su señor.
-No me importa sacrificar a unos pocos de vosotros, sois sombras... La luz se apaga, las estrellas caen... Las sombras son eternas... Si caéis, simplemente renacéis en crías, así que no me vengáis con sentimentalismos, nos es propio de vosotros.

Las criaturas siseaban asustadas ante las palabras de Shade Soul que, aunque ciertas, demostraban cierto poder sobre ellas.
-Mantenedme vigilado al usuario de alquimia. -les dijo. -Ya lo controlaré cuando quiera.
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Re: Mi nueva vida [Slice Of Life] [aventura] (Saga 3 cap.2)

Notapor Mishiro » 12 Jun 2015, 08:46

Un capítulo muy emocionante. Especialmente me ha llamado la atención cuando un furioso y desbocado Loud destroza a las sombras que les atacaban. Me parece un capítulo muy bien hilado y estoy deseoso de ver cómo continua.
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Re: Mi nueva vida [Slice Of Life] [aventura] (Saga 3 cap.2)

Notapor EdoNova » 12 Jun 2015, 08:49

Mishiro escribió en 12 Jun 2015, 08:46:Un capítulo muy emocionante. Especialmente me ha llamado la atención cuando un furioso y desbocado Loud destroza a las sombras que les atacaban. Me parece un capítulo muy bien hilado y estoy deseoso de ver cómo continua.


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Re: Mi nueva vida [Slice Of Life] [aventura] (Saga 3 cap.5)

Notapor EdoNova » 17 Jul 2015, 09:22

El secreto de Ruby


Me llamo Apple Core, soy una potrilla unicornio que aún no sabe usar su magia pese a tener siete años. Estoy en un lejano reino llamado Maya, en busca de la diosa del Sol Quetzacoalt, para salvar a la princesa Celestia, pues se encuentra muy enferma. Al principio vine a Maya para serle de ayuda a mi papá y a mi mamá, pues mi papá fue transformado en un monstruo por proteger a la princesa.

Dos días, o noches, después de llegar a este extraño reino, mi padre se volvió loco y empezó a atacar a la tía Rainbow, a la tía Pinkie, al tío Dust, a la tía Ruby, y estuvo a punto de matar a mamá, no pude soportarlo y me puse en medio para evitarlo, lo conseguí, pero papá corrió hacia la jungla, evitando que nos hiciera daño.

Ya han pasado tres días o noches desde eso, y quiero a mi padre de vuelta, le hecho de menos...
- ¡Apple Core! -me llamaba mi mamá.

Su nombre es Applejack, pero yo siempre la llamo...
-Dime, mami. -le decía mirando hacia su rostro.
- ¿Estas bien, terrón de azúcar? ¿Necesitas que te lleve? -me preguntó.
- ¡Mamá, tengo siete años, no soy una potrilla!
-Esta bien, potranca... -me decía esbozando una sonrisa.

No es que no me gustase estar sobre el lomo de mamá, ella es tan fuerte, y tan cálida... Adoro estar sobre su grupa durmiendo o paseando, pero me dije a mi misma que debía de empezar a ser más fuerte desde que papá huyó para protegernos, pensé que, tal vez, si demostraba que podía ser más fuerte, papá volvería con nosotras.

La tía Ruby estaba a la cabeza de nuestro grupo, inspeccionaba la jungla para evitar que nos perdiéramos entre los árboles.
-Ruby, ¿estás segura de que vamos por el camino correcto? -le preguntó Dust.

Ruby parecía un poco preocupada, pero no dudó en responderle.
-He encontrado un sendero, parece que ha sido creado por los habitantes de este reino. -decía Ruby.
- ¡¿En serio?! -preguntó Pinkie entusiasmada. - ¡Al fin podremos conocer a los habitantes de Maya, tengo cupkackes para todos!
-No creo que sea el mejor momento para eso, Pinkie. -comentó Rainbow.
-Es verdad, debemos preguntar como llegar a Kukulcán. -declaró mamá.

Yo no sabia que decir, pero si la tía Ruby decía que aquello era un sendero, podía apostarme el cuerno y uno de mis coleteros, a que era cierto.
-Lo mejor que podemos hacer es seguir el sendero, tarde o temprano nos llevará a un poblado. -decía Ruby. -Así que movamos esas grupas.

En cuanto la tía Ruby comenzó a andar hacia el sendero, todos empezamos a seguirla. Yo iba muy pegada a mamá, sujetando su espesa cola dorada con la boca, cosa que le sorprendió, pues hacía tiempo que no hacia eso.
-Apple Core... ¿Estás bien? -me preguntó.
-Si... -le respondí.
-Dime qué te pasa... -volvió a decirme.

Aparté la vista de ella, mirando al suelo.
-Es por papá, ¿verdad? -me preguntó.
-Si... Mamá... ¿Si soy valiente, papá volverá con nosotras?

Mamá parecía impresionada ante mi pregunta, pero tras un momento, esbozó una sonrisa, y pasó un casco tras mi cuerno, acariciándome la cabeza.
-Ya te dije que papá se fue para protegernos de él, no fue culpa tuya. -me dijo.
-Pero yo fui quien se puso en medio cuando te iba a hacer daño. -le dije.

Mamá suspiró mirándome con ojos cálidos.
-Si no hubieras hecho eso, ahora no estaría aquí contigo. -fue la respuesta que me dio. -Fuiste muy valiente.
-Entonces... ¿Si sigo así, papá volverá?
-Eso espero, cariño.
- ¡Eh, tortugas, ¿venís?! -nos llamaba la tía Pinkie dando saltitos. - ¡Os estamos esperando!
- ¡Ya vamos! -le dijo mamá mientras se giraba y empezaba a andar.

Yo la seguía mientras pensaba en papá, no podía sacarme de la cabeza lo que mamá me había dicho. En un descuido, sentí la cola de mamá rozando mi morro, impresionada, alcé un poco la vista.
-Siempre me cogías la cola cuando estabas preocupada siendo un poco más pequeña. -me dijo. -Puedes hacerlo si quieres...
-Gracias mamá... -dije mientras lo hacía, mordiendo con suavidad.

Así me sentía un poco más segura, su crin olía a heno y manzana, era como estar en casa... Ojalá todo esto no hubiera pasado, así podría estar jugando con mis tías, o con Winona, o escuchando las historias de la bisabuela Smith, o ayudando un poco a mamá, a papá y al tío Big Mac... Daría mis coleteros si eso pudiera arreglarlo todo...

Al poco tiempo de avanzar por el sendero, llegamos a un tramo en donde habían flores enormes de aroma intenso y dulce y colores llamativos, creo que papá llamaba a esa tonalidad "pastel", nunca entendí por qué se llamaban así.
-Estas flores son inmensas. -decía la tía Rainbow. -Huelen como a miel.
-Tened cuidado con las flores, no sabemos si son venenosas o no. -decía el tío Dust.
- ¡¿Cómo pueden ser peligrosas?! -decía la tía Pinkie correteando alegre de flor en flor. -Si huelen como unos cupcakes recién hechos.
- ¡Espera, Pinkie! -decían todos a la vez.

Pinkie, se aproximó a una de las flores oliéndola intensamente, de tal forma que los pétalos se quedaban pegadas a su cara. De repente, se oyó un pequeño sonido proceder de esa misma flor, una pequeña planta carnívora había mordido la nariz de Pinkie.
- ¡¿Qué es esto?! -decía Pinkie impresionada mientras sacudía su cabeza para que le soltase.

De pronto, empezaron a brotar largas cepas de las flores, estábamos siendo rodeados por plantas carnívoras que empezaban a soltar mordiscos al aire.
-Vale, no son tan bonitas como creía. -decía Pinkie, reuniéndose con nosotros.
-No os separéis. -a decía la tía Ruby. -Así no podrán con todos.

Las plantas parecían esperar un buen momento para mordernos, pero entonces, se oyeron varios silbidos proceder de detrás de las plantas, y las mismas se detuvieron casi al instante.
-No tenéis que ser tan agresivas con nuestros invitados. -decía una voz melosa y suave que parecía salir de todas partes.
- ¿Quién eres? ¡Muéstrate! -decía la tía Rainbow.

Las plantas carnívoras empezaban a esconderse entre los arbustos, y de los mismos, empezaron a aparecer yeguas y potrillas de color verdoso con crines de colores de flores, tras ellas, al final de sus grupas, estaban esas enormes flores que habíamos visto, con las plantas carnívoras que salían de ellas, era como si ellas fueran sus colas.

Mamá y los demás, y yo también, estábamos impresionados, nunca habíamos visto Ponis así, era como estar dentro de un cuento de hadas.
-Lamento que nuestras pequeñas os hayan asustado. -dijo una de las ponis con la crin anaranjada. -Estábamos enseñando a nuestras potrillas como alimentarse solas.
- ¿Quienes o qué sois? -preguntó Dust sin salir del asombro.
-Somos Ponis, como vosotros. -nos contestó de nuevo aquella Pony.
-Eh... Los Ponis normales no tienen plantas pegadas a sus cuerpos. -contestó la tía Rainbow un poco desconfiada.
-Bueno, aquí nos hemos ido adaptando gracias a la diosa Quetzalcoalt. -respondía aquella Pony. -Disculpad mis modales, me llamo Alelí.
-Encantada Alelí. -dijo Ruby. -Disculpa, ¿has nombrado a la diosa Quetzalcoalt? ¿De qué la conocéis?
-Venid a nuestra aldea y os lo explicaremos junto a una buena comida. -fue la respuesta de Alelí.
- ¿Nos disculpas un momento? -pidió Dust mientras nos reunía a todos. - ¿Debemos confiar en estas Ponis?
- ¿Y por qué no? Parecen muy majas, y nos están ofreciendo un lugar donde pasar la noche, o el día, o lo que sea. -decía mamá.
-No sé yo... Sus plantas hasta hace poco se estaban debatiendo si darnos un mordisco o no. -comentó Rainbow.
-Yo creo que deberíamos de aceptar su invitación. -decía la tía Ruby. -Hemos pasado los últimos días a la intemperie, quedarnos una noche en una cómoda cama no nos hará daño.
-Además, ¡fijaros! Son preciosas con esas flores por cola. -terminaba la tía Pinkie.

Tras un pequeño rato, la tía Ruby se aproximó a las ponis de flores y les dio una respuesta.
-Aceptamos vuestra generosa oferta. -le dijo.
-Me alegra que hayáis aceptado. -dijo Alelí con una amplia y cálida sonrisa. -Seguidnos, nuestro poblado está al final del sendero.

Comenzamos a seguir a aquellos ponis por el camino que nos decían. Quise pensar que, si no tenían ni cuernos ni alas, quería decir que eran como mamá y la tía Pinkie, ponis de tierra, pero... Me preguntaba por que tenían plantas carnívoras en vez de cola.

Algunas de las potrillas nos acompañaban de cerca, miraban a mamá y a los demás con interés mientras sonreían dulcemente.
- ¿Ocurre algo, pequeñas? -preguntó Rainbow.
-Señora pegaso, ¿cómo ha conseguido una crin tan colorida? -le preguntó una de las más pequeñas.

La tía Rainbow se sentía el centro de atención, mamá me había contado varias veces que eso le gustaba.
-Nací así de fabulosa. -decía orgullosa la tía Rainbow.

Los potrillos la rodeaban y admiraban, decían que deseaban tener unas crines tan coloridas como las suyas.
-Niñas, dejadlas en paz... -decía Alelí. -No atosiguéis a nuestros invitados.
- ¡Vale, señora Alelí! -decían las potrillas casi a la vez.

A medida que avanzaba os por el sendero, las flores se volvían de colores más llamativos, se empezaban a oír voces de otros ponis, y la tía Ruby parecía nerviosa.
- ¿Ruby, estás bien? -le preguntó la tía Pinkie.
-Eh... Si... Si lo estoy. -decía con voz nerviosa.

La tía Ruby siempre se había mostrado segura, ¿por qué estaba ahora tan nerviosa?

Finalmente, llegamos al límite del sendero. Llegamos a un poblado iluminado por farolillos que colgaban de unas cuerdas que cruzaban los tejados de las casas, su suave color naranja iluminaba un poco la aldea. Los ponis del lugar nos miraban con interés y sonrisas agradables. Un par de corceles pasaron cerca de nosotros, nos sorprendimos al ver que sus colas no eran como las de las yeguas, eran lianas rodeadas de hojas.
- ¡Por todos los ponis! -dijo Pinkie sorprendida. - ¡Los caballos tienen lianas por cola!

Ese par de ponis, miraron sorprendidos por la reacción de Pinkie, continuando su camino por el poblado.
-Veréis, las yeguas nacemos con flores y plantas carnívoras, y los corceles tiene lianas para alimentarse mejor con los rayos del sol. -explicaba Alelí. -Ya hemos llegado a mi casa. Bien chicas, podéis ir a casa, mañana ls seguiré enseñándoos a alimentaros.
- ¡Hasta mañana, señorita Alelí! -decían las potrillas mientras se iban a casa.

Tras que se fueron, Alelí nos invitó a pasar a su casa, en ella, había un gran potro de piel como la tierra, y una liana marrón con las hojas secas.
-Cariño, ya estoy en casa. -decía Alelí.
-Hola, florecilla. -decía aquel Pony, frotando su morro con el de la señora Alelí. -Veo que tenemos invitados.

Alelí y aquel Potro se frotaron el morro y volvieron a vernos sonriendo.
-Encantado de conoceros, me llamo Savage Leaf, ¿quiénes sois? -preguntó el señor Leaf.
-Venimos de Equestria. -comentó Dust. -Venimos en busca de...
- ¿De Equestria? -dijo sorprendido el señor Leaf. - ¿Qué os trae desde un reino tan lejano?
-Venimos para salvar a la princesa Celestia. -le siguió la tía Pinkie. - ¡El sol de Equestria se volvió negro por culpa de un alicornio llamado Shade Soul!

Los dos ponis cambiaron su cara de alegría a asombro rápidamente, estaban realmente extrañados.
-Disculpa, ¿ha dicho Shade Soul? -preguntó el señor Leaf.
-Así es, ¿cómo es que lo conoce? -preguntó mamá.

Los dos ponis se miraron y volvieron a dirigirnos la mirada.
-Todos los habitantes de Maya conocemos la historia de Shade Soul. -respondió Alelí. -Antes, cuando se llamaba Magec Prime, una extranjera llegó de tierras lejanas, la joven disfrutó de la gracia de la diosa, cosa que a Magec le molestó.
-Espere, ya conocemos la historia. -interrumpió Ruby. -La princesa Luna nos lo contó antes de partir...
-Por culpa de Shade Soul, hemos perdido a un amigo. -contestó Dust.
-Pobrecillo... ¿Qué le pasó?

De repente mamá y los demás se callaron, no podía aguantar el silencio sin la respuesta.
-Mi papá protegió a la princesa Celestial de Shade Soul, y lo convirtió en un monstruo al que puede engañar para hacer lo que quiera. -contesté.
- ¡Apple Core...! -me dijo mamá.
- ¿Le transformó en un umbro? -preguntó Alelí.
- ¿Un qué? -preguntó Rainbow sorprendida.
- ¿Qué es un umbro? -añadió Pinkie.
-Cuando una de las criaturas del Xibalba atraviesa el corazón de un Pony débil y cansado, es capaz de matarlo. -explicaba el señor Leaf. -Pero cuando el Pony está sano, y en su corazón no alberga maldad, pero sí un pequeño ápice de oscuridad que le atormenta, la criatura es capaz de transformar el cuerpo y la mente del Pony al que ataca, haciéndole pasar por un infierno... Le hace rememorar su mayor oscuridad una y otra vez, hasta que su espíritu y su voluntad son destruidos... Transformándolos en bestias salvajes.

Todos parecían impresionados ante la explicación del señor Savage Leaf.
- ¿Y existe alguna cura? -preguntó mamá.
-Nosotros no tenemos la cura. -respondió Alelí. -Pero es posible que nuestra protectora lo conozca.
- ¿Protectora? -preguntó Rainbow.
-Una de las hijas de la diosa Quetzalcoalt, la grandiosa Sacred Lullaby.

Al oír ese nombre las orejas de la tía Ruby se tensaron casi de golpe.
- ¿Y dónde vive ella? -preguntó mamá de nuevo.
-En un pequeño templo en nuestro poblado. -le respondió Alelí. -Os puedo llevar, pero no sé si estará dispuesta a hablar...
- ¿Por qué no? -preguntó la tía Pinkie.
-Hace casi quinientos años que no se digna a dirigir la palabra al pueblo que debe cuidar, desde aquel día...
-Por intentarlo no perdemos nada. -dijo Dust. - ¿Puede llevarnos a ese templo?
-Por supuesto. -contestó Alelí.

La señorita Alelí nos comenzó a guiar por el poblado hasta llegar a una pequeña cueva con enormes serpientes aladas de piedra en la entrada, no parecía una cueva ordinaria, estaba muy decorada e iluminada con antorchas por fuera.
-Hemos llegado, éste es el templo de la nana, lugar de culto de nuestro poblado para la diosa y donde reside nuestra guardiana. -comentó Alelí. -Lamento no ser de gran ayuda, espero que aquí esté lo que busquéis.
-Honestamente, yo también. -dijo mamá.

Mamá fue la primera en entrar, seguida por la tía Pinkie y la tía Rainbow, Dust fue el ultimo en entrar, pues la tía Ruby no parecía entusiasmada por entrar.
-Ruby, ¿ocurre algo? -le preguntó Dust.
-No... Es solo que... Prefiero esperaros aquí, nada más. -le respondió.
-Esta bien, como quieras, estaremos dentro si nos necesitas.

Dust volvió a entrar en la cueva, acompañando a mi mamá y a las demás. Tras un rato, acabamos llegando a lo que parecía un altar, sobre él, había dibujado en el techo otro dibujo de una enorme serpiente con alas, esta vez rodeando otro dibujo similar a un sol. La tía Rainbow fue la primera en aproximarse al altar, llena de curiosidad, dando leves golpes con el casco.
-Creo que es aquí. -dijo la tía Pinkie.
- ¿Y ya está, esto es todo? -preguntó la tía Rainbow un poco enfadada. - ¡¿Hemos recorrido una jungla, tratando de encontrar a la diosa Quetzalcoalt, para nada?!
- ¡¿Quién osa pronunciar el nombre de la diosa en vano?! -decía una voz regia desde lo más profundo de la cueva

De la profunda oscuridad de la cueva, una enorme figura empezaba a aproximarse a nosotros. Lo primero que pudimos ver salir de las sombras fue un gran cuerno blanco, luego un rostro serio de una enorme yegua blanca, con las crines rojas y cortas, de brillantes ojos amarillos, luego, expuso unas largas patas, con los cascos rojos, finalmente, al sacar todo su cuerpo de las sombras, pudimos ver unas enormes alas blancas, con un arpa bajo una de ellas, y tras ella una larga cola de león acabada en penachos rojos.

Mamá y los demás parecían impresionados, era un poco más alta que la princesa Celestia, realmente era imponente.
- ¿Quienes sois? -preguntó aquella imponente Pony.
-Venimos de... -intentó decir la tía Rainbow.
- ¡No os he preguntado de donde venís, si no quienes sois! -dijo de nuevo aquella Pony.

Fue muy intimidante, con miedo me escondí detrás de mamá bajo su cola, eso pareció impresionar un poco a la imponente alicornio.
- ¿Una potranca? ¿Vosotros, forasteros, traéis al templo de mi madre a una potranca?
-Tenemos nuestros motivos. -decía Dust. -Tenemos que hablar con la diosa Quetzalcoalt.
- ¡Nadie salvo nosotros, los equs'ngel, podemos hablar con ella! -dijo aquella enorme Pony.
- ¡Pero necesitamos hablar con ella! -exigió la tía Rainbow.
-La princesa Celestial está... -intentó decir mamá.
-Un momento, ¿habéis dicho Celestia?
-Si. -respondió mamá.

La alicornio parecía calmarse.
-Tenéis mi atención, ¿qué ha ocurrido con Celestia?
-Primero que nada, ¿eres Sacred Lullaby? -preguntó la tía Pinkie.

La alicornio asintió.
-Así es, soy Sacred Lullaby, una de los hijos de la diosa Quetzalcoalt.
-Bien, ahora toca presentarnos. -dijo Dust. -Me llamo Dust Typhoon.
-Yo soy Rainbow Dash.
-Me llamo Pinkie Pie.
-Applejack.

La señora Sacred Lullaby dirigió su mirada hacia mi, yo me limitaba a esconderme detrás de mamá. Pero la extraña Pony me sonrió con calidez, cosa que me dio una extraña sensación cálida.
- ¿Y esta pequeña potranca, como se llama? -me preguntó.
-Vamos, saluda. -me dijo mamá.

Tenía un poco de vergüenza, pero decidí salir de debajo de la cola de mamá y saludar.
-Me... Me llamo Apple Core... -le dije.
-Encantada, pequeña. Hecha las presentaciones, contadme, ¿qué le ha ocurrido a Celestia?

La tía Rainbow comenzó a explicarle la situación, la señora Sacred escuchó atentamente toda la historia hasta el momento.
-Eso explica por que nuestro sol también está negro... Santa madre, Magec... ¿Cómo has podido poner en peligro a todo un reino por esto?
- ¿Podrá ayudarnos? -preguntó mamá.

Sacred negó.
-No tengo el poder para disipar la oscuridad de un umbro. -respondió. -Pero puedo ir hacia Kukulcán y poner en aviso a mi madre.
- ¿Nos guiará? -preguntó la tía Pinkie.
-Desgraciadamente no, tengo prohibido llevar a extranjeros desde que tuve que despedirme de mi hija.
- ¿Su hija? -preguntó Dust.

De pronto, la tía Ruby nos llamó desde la entrada de la caverna.
- ¿Chicos, estáis bien?
- ¡Si, estamos bien! -respondió Pinkie.

La señora Sacred alzó las orejas al escuchar la voz de la tía Ruby.
-Esa voz...
- ¿Ocurre algo? -le preguntó mamá.

Sacred Lullaby saltó sobre nosotros y corrió hacia la entrada de la caverna, acercándose a toda velocidad hacia la tía Ruby. Ruby se asomó y se asustó al ver a Sacred acercarse rápidamente, a la tía Ruby no le dio tiempo ni a poder salir corriendo. Al ver a Ruby, Sacred se detuvo casi enseguida, jadeando frente a la tía Ruby, como si la inspeccionará.

Ruby no dijo nada, simplemente la miraba con respeto mientras la señora Sacred la investigaba. Al poco salimos de la caverna, sin soltar en ningún momento la cola de mamá.
- ¿Estás bien, Ruby? -le preguntó Rainbow.

Ruby se giró para vernos, no sabia que responder.
- ¿Eres tu, Ruby? -preguntó Sacred. - ¿Ruby Sparks?

Todos nos quedamos sorprendidos al oír que Sacred Lullaby conocía el nombre completo de la tía Ruby.

Finalmente Ruby se giró hacia Sacred, y no convicción dijo.
-Hola mamá.
- ¡¿Cómo?! -dijimos todos a la vez.
- ¡Espera, ¿mamá?! -decía la tía Pinkie. - ¡¿Sacred Lullaby, la hija de la diosa Quetzalcoalt, es tu madre?!
-Yo... -decía la tía Ruby caso sin palabras. -Eh... Chicos... Os debo una explicación.
- ¿Aún llevas ese harapiento chaleco? Quítatelo. -decía Sacred sujetando y tirando del chaleco con los dientes.
- ¡¿Qué?! ¡No, espera! -decía la tía Ruby desesperada, no parecía querer que le quitasen el chaleco que siempre llevaba.
-No digas tonterías. -decía Sacred. -Deja que te vea bien.
- ¡¡No!!

De golpe y porrazo, el chaleco fue retirado del cuerpo de la tira Ruby, lo que a continuación vimos nos dejó sin palabras. De debajo del chaleco, se extendieron dos grandes alas, casi tan grandes como su cuerpo, apenas las batía, solo las encogía mientras se sentaba en el suelo.
-Así esta mejor, mira que alas más hermosas tienes. -decía Sacred. -Nunca entenderé por qué las escondes.

La tía Ruby no medió palabra, simplemente se quedó sentada dándonos la espalda.
- ¿Ruby? -decía la tía Pinkie acercándose. - ¿Estás bien?
- ¡Dejadme! -decía apartándose. - ¡No me miréis!
- ¿Qué significa todo esto? -preguntó Dust. -Desde... ¿Desde cuando tienes tu...?

La tía Ruby, no dijo nada.
- ¿No le habías dicho a tus amigos que eras una equs'ngel? -le preguntó Sacred.
- ¡Por que no lo soy! -le respondió Ruby. - ¡Soy solo una mestiza, no soy una Pony, ni una equs'ngel! ¡Nadie debía saber mi secreto, nunca!
-Ruby, cuéntanoslo todo. -le decía la tía Rainbow.

Ruby suspiró resignada.
-Mi padre fue uno de los pocos exploradores que se adentró en este reino, aquí conoció a mi madre. -decía señalando a Sacred. -Después de un tiempo, me tuvieron a mi, la hija de un viejo unicornio normal y corriente y una equs'ngel inmortal... Nací con alas de cisne por la condición de mi madre, y unicornio por mi padre. Tras cumplir quinientos años decidí irme lejos de Maya y vivir por mi cuenta, ocultando mis alas ante todo ser que conocía.
- ¡¿Quinientos años?! -dijo mamá sorprendía. -No los aparentes, y no pensé que fueras tan longeva.
- ¿Por qué no nos dijiste nada desde un principio? -le preguntó Dust.
-Tenía mucho miedo de que todos me rechazasen. -respondió ocultando su rostro y lagrimas en sus alas. -No tenéis idea lo que se siente ser tan diferente al resto de Ponys... Pero entonces os encontré a vosotros, un unicornio mudo, una Pony de tierra enana y a un pegaso impetuoso que, tras ayudarles, me tomaron como amiga... Me sentí tan feliz que no quería estropearlo. Luego os conocí a todas, y me sentí más feliz aún.
-Ruby, te hubiéramos tratado igual si hubieras tenido dos las, o tres cuernos. -dijo Dust. -Eres nuestra amiga.
- ¿Cómo estás tan seguro? -le preguntó la tía Ruby con el rostro lleno de lagrimas. -No tienes idea de como me siento.
-Pero conoces a alguien. -le dijo la tía Pinkie. -Todos lo conocemos.
-Loud Off... -dijo mamá nombrando a papá. -Deberías haberle conocido el primer día que llegó a Ponyville, se sentía exactamente como te sientes tu ahora, aterrado, triste y confuso.

La tía Ruby se secaba las lágrimas mientras la escuchaba.
-Te veo y es como si viviera ese mismo día. -dijo mamá de nuevo. -Te ves igual de nerviosa y asustada que él.

La tía Ruby, se sobó un poco más sus ojos.
-Tienes razón...
-Ruby... -le decía Sacred.

La tía Ruby se giró hacia la señorita Sacred.
-Si te sentías así, ¿por qué nunca me lo dijiste? -le preguntó. -Soy tu madre, por las escamas de la diosa. Hace quinientos años desde que supo de ti por ultima vez, te he echado de menos.
-Lo siento mamá, pero eres una devota de Quetzacoalt, si te hubiera dicho algo, seguramente te habrías opuesto a ello.
- ¿Y por ello montaste todo ese paripé? -dijo Sacred.
-Con todos mis respetos. -intervino la tía Rainbow. -Ruby es una Pony con la que siempre hemos contado, y creo que lo que ha hecho ha sido la mejor decisión que haya podido tomar, siempre esta ahí para echarnos un casco, si aún piensa que si no debió montar este paripé como usted dice, pues si.

El silencio se hizo, y Sacred observó a Ruby de nuevo.
- ¿Esta joven Pony es una de tus amigas? -le preguntó.

Ruby sólo asintió.
-Muy bien... ¿Y el que ha sido transformado en umbro?

La tía Ruby volvió a asentir.
-No los dejes escapar, todos ellos parecen estar dispuestos a dar la cara por ti. -le dijo. -Me alegro de que hayas encontrado buenos amigos, capaces de aceptarte tal y como eres.

Los ojos de la tía Ruby parecían brillar con fuerza ante las palabras de Sacred.
-Mamá, yo...

Antes de que pudiera terminar su frase, unos rugidos se pudieron oír venir desde el poblado.
- ¡¿Qué ha sido eso?! -dijo Dust asombrado.
- ¡Mis protegidos! -decía Sacred alzando rápidamente el vuelo.

Al poco, la perdimos de vista.
- ¡Vamos a ayudarla! -dijo mamá.
- ¡Esos Ponys han sido muy amables con nosotros, seria muy desagradable no devolverles el favor! -dijo la tía Pinkie.
- ¡¿Entonces a qué esperamos? Vamos! -decía Dust elevando el vuelo.

Todos se dirigieron al poblado a ayudar, pero la tía Ruby se quedó ahí sentada. La tía Rainbow, se le acercó para darle unas palabras de apoyo.
-Ruby, ven.
-Vosotros me habéis aceptado, ¿pero que hay del resto? No puedo arriesgarme a que me aceptes por como soy.
- ¿De verdad te preocupa como te ven los demás, o lo que te preocupa es lo que puedes o no hacer? -le dijo la tía Rainbow. -Si cambias de parecer, estaremos protegiendo a los aldeanos.

Dicho esto, Rainbow se unió de nuevo al grupo, dejando a Ruby ahí, pensativa.

Cuando llegamos al poblado, pudimos ver que seres similares a los que nos atacaron en Canterlot invadiéndolo, la gran diferencia que había es que estos tenían cuatro patas, se movían como lagartos, pero sin arrastras la panza en el suelo.
- ¡Son esas criaturas! -exclamaba Pinkie.
- ¡Venga Ponys, debemos ayudar a estos Ponys a librarse de esta plaga! -decía mamá. -Apple Core, tu escóndete.
- ¡Pero mamá...!
- ¡Escóndete! -dicho eso, mamá corrió a ayudar a Sacred a salvar.

Las criaturas destrozaban los huertos y las casas de los Ponys del poblado, espantando a los habitantes, quienes huían con sus potrillos para protegerlos. Una de las criaturas intentó atacar a una familia, pero en ese momento, mamá coceó su mandíbula inferior, cerrando su boca y dejando atontado a la criatura.
- ¡Salid corriendo! -les decía mamá.

Cuando la criatura se recuperó, intentó atacar a mamá, pero en ese momento, el tío Dust llegó para salvarla.
- ¿Estás bien, Applejack?
-Si, gracias.

Las criaturas se seguían acercando, pero Sacred las alejaba usando su magia para proteger a los pueblerinos.
- ¡Id hacia el templo! -les decía Sacred.
-Sacred Lullaby... ¿Ha vuelto por nosotros? -preguntó uno de los Ponys, asombrado.
-Sois el pueblo a mi cargo, no puedo dejaros así.

Rápidamente, todos los habitantes empezaron a alabar a voces el nombre de Sacred Lullaby, contentos después de mucho tiempo sin saber nada de la protectora de su aldea.
- ¡Id al templo!

Los habitantes se dirigían hacia el templo hasta que un pequeño grupo de las criaturas les cortó el paso, Rainbow fue al rescate, pero no era rival para todas esas criaturas, quienes la tiraron al suelo de un zarpazo. Una de las criaturas se disponía a darle un mordisco fatal, pero en ese momento, un potente haz de luz impactó sobre las criaturas, ahuyentándolas. Cuando la tía Rainbow se recuperó, pudo ver a la tía Ruby volando sobre ella y los ciudadanos.
- ¡Vamos, id al templo! -decía Ruby.

Sin vacilar, los Ponys corrieron hacia el templo de la diosa. Tras que el peligro pasase, Ruby descendió para ayudar a Rainbow a levantarse.
-Te dije que tuvieras cuidado. -le dijo Ruby a Rainbow. -No puedo estar siempre a tu lado protegiéndote a ti y al potrillo que llevas.
-Tienes razón. -le respondió.
- ¿Han evacuado todos ya?
-Creo que ese era el último grupo.
-Perfecto, avisemos a mi madre.

Al poco tiempo, las tías Rainbow y Ruby se acercaron a Sacred, avisando de que todos los ciudadanos estaban seguros,
-Es mi turno entonces...

Tras decir eso, el cuerno de Sacred comenzó a brillar, haciendo levitar su arpa. Las criaturas se acercaban feroces hacia nosotros, rodeándonos. Antes de que se dispusieran a asaltarnos, una dulce melodía comenzó a emanar del arpa, y de la voz de Sacred, la más dulce de las nanas, más incluso que la que me abuela me cantaba. Las criaturas se adormecían y caían poco a poco dormidas, era como si nunca hubiera pasado nada.
-Eso ha sido ¡asombroso! -decía Pinkie.
- ¿Cómo ha...? -decía atónita la tía Rainbow.
-Mi nombre no es Sacred Lullaby por nada. -respondió. -Mi poder es el de apaciguar los corazones de todas las criaturas de Maya.
-Ha sido asombroso. -decía mamá.

Sacred, se aproximó a Ruby y la miró con orgullo.
-Gracias hija, sin tu ayuda no habría podido salvarlos a todos.
-No ha sido nada.

Tras que el jaleo se acabara, mamá fue a buscarme, me había ocultado debajo de las raíces de un gran árbol, estaba llena de barro, así que me dio un buen baño cuando todos los habitantes volvieron a sus casas.
-Estate quieta, potranca. -me decía.
- ¡Lo haces muy fuerte, mamá! -me quejaba.
-No haberte llenado de barro.
-...Mamá, ¿podré llegar a ser tan fuerte como tu?
- ¿Por qué me preguntas eso?
-Por que quiero empezar a protegerte también, no quiero tener que seguir escondiéndome en cualquier sitio para no molestar, quiero demostrarte que puedo protegerte a ti también.

Al oír esas palabras, Applejack recordó lo ocurrido hace poco, cuando su potranca la defendió de que su padre la matase. Una sonrisa se dibujó en el rostro de Applejack.
-Por supuesto que serás fuerte, serás la unicornio más fuerte de toda Equestria.
- ¡¿De verdad?!
-De verdad.

Por otro lado, Ruby comenzó a entablar una conversación con su madre.
-Por un momento pensé que tendría que hacerlo todo yo sola. -le decía.
-No podía abandonar a mis amigos, ellos no lo harían.
-Quinientos años, has tardado, pero te has convertido en una equs'ngel hecha y derecha.
-No mamá... No soy una equs'ngel. -le respondía. -Por primera vez en mi vida sé lo que soy. No soy una mestiza ni una equs'ngel, soy Ruby Sparks, una Pony cuya madre es una diosa, y mis alas son el regalo que me ha dejado,

Sorprendida, Sacred sonrió amablemente a Ruby, extendió una de sus alas y la tomó bajo ella.
-No puedo llevaros a Kukulcán, pero os puedo decir como llegar. -le dijo. -Seguid el sendero, en unos días, u horas mejor dicho ahora, os encontraréis con un poblado de Ponys ordinarios de toda clase, a partir de ahí. Id recto hacia el norte, así llegareis al poblado que vigila mi hermano, Sirius Major.
- ¿Sirius Major? ¿Pero... No es ese el equs'ngel que no escucha a nadie salvo a la diosa?
-Dile que vas de mi parte, tus alas serán la prueba de que vas en mi nombre. -le respondió. -Yo iré a avisar inmediatamente a madre de lo que ha ocurrido en Equestria y a Celestia.
-Esta bien.
-Hija, me alegro de que hayas encontrado buenos amigos. No los pierdas.
-Jamás.
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Re: Mi nueva vida [Slice Of Life] [aventura] (Saga 3 cap.6)

Notapor EdoNova » 20 Ago 2015, 13:29

Lamento el paron, he tenido una larga crisis de bloqueo que me ha impedido continuar con los fics, y especialmente éste capítulo que se me ha quedado demasiado extenso, pero espero que lo disfrutéis


La bella y la bestia


Tras la parada que tuvimos en el poblado de los Ponys de planta, y tras conocer a Sacred Lullaby y el secreto de la tía Ruby, continuamos caminando por la selva de Maya. Ahora, la tía Ruby iba con sus alas al descubierto y no parecía importarle, mamá estaba aún preocupada por papá y la tía Rainbow empezaba a comer cada vez más y más, era como si no hubiera comido nada en días, Dust y Pinkie parecían más relajados, aunque viniendo de la tía Pinkie diría que era normal.
- ¿Qué tal es ese Sirius Major, Ruby? -le preguntó Dust.
-Es un Pony muy protector con sus protegidos, y no deja que nadie mencione a la diosa bajo ningún concepto, los únicos con quienes se relaja es con los equs'ngel. -explicaba Ruby. -Es... Un poco desagradable...
- ¿Estará dispuesto a ayudarnos? -le preguntó la tía Pinkie.

Ruby calló por un momento.
-Si os digo la verdad, no sé, es como intentar tratar con un niño, es el más joven de los sirvientes de la diosa..
-Vamos, un tipo duro de roer. -decía la tía Rainbow mientras comía otro cupcake de la tía Pinkie.
-Rainbow, ¿qué te pasa? Desde que hemos llegado comes a dos carrillos. -le decía Dust.
- ¡No me pasa nada! -le gritó Rainbow.

Dust dio un pequeño paso hacia atrás de la impresión, ya había visto a Rainbow varias veces enfadada o alterada, pero últimamente estaba rara.
-Yo... Perdona Dust... No quería...
-No pasa nada Rainbow, todo esta bien. -le respondió con una sonrisa y avanzando.

Ruby se acercó a Rainbow y empezó a hablarle en voz baja.
-Rainbow, te prometí guardar el secreto, pero no eres nada sutil. -le decía. -Tarde o temprano todos se darán cuenta.
-Lo sé Ruby, pero es que tengo mucha hambre, la comida de antes la he vomitado. -decía Rainbow. -Quiero a este pequeño a mi lado, Ruby, pero esto es muy duro.
-Entiendo, pero...
- ¡¿De qué estáis hablando?! -decía Pinkie interviniendo en la conversación.
-De... ¡de nada, ¿verdad, Rainbow?! -le dijo Ruby.
- ¡Oh, si, de nada! -respondió Rainbow.

Pinkie les observaba con mirada curiosa.
- ¡Vale! -dijo sonriente.

Pinkie se adelantó al resto del grupo, y se percató de algo que llamo su atención, un poco a lo lejos, se podían apreciar haces de luces que se movían de lado a lado todo el tiempo, y un espeso olor a algodón de azúcar se posó en su morro, era un olor muy reciente, cosa que provocó que su cola empezase a agitarse de la impaciencia.
- ¡Chicos! -decía corriendo hacia nosotros. - ¡Lo he encontrado, lo he encontrado!
-Eh... ¿Qué has encontrado, Pinkie? -preguntó mamá.
- ¡¿No oléis eso?! -decía entusiasmada.

Haciendo caso a la tía Pinkie, olfatee hacia el aire, también lo hizo el tío Dust y mamá. Era un olor dulce mezclado con olores salados.
-Huele como a... -decía mamá sin estar muy segura.
-Huele a algodón de azúcar. -dijo Dust. -Y no solo eso, huelo a cacahuetes y manzanas de caramelo.
- ¿Todo eso? -preguntó Ruby. - ¿Eso no son cosas típicas de...?
- ¡Un circo! -decía entusiasmada Pinkie. - ¡Vamos, vamos, quiero ir al circo!

La tía Pinkie se había alejado bastante de nosotros. Al poco tiempo todos empezaron a seguirla, pero yo no sabia de que hablaban.
-Mamá... -decía tirando de su cola. - ¿Qué es un circo?

Mamá se pensó un poco su respuesta, frotándose la barbilla con el casco.
-Es un sitio donde la gente va a reírse y a emocionarse, hay domadores de feroces fieras, trapecistas, forzudos y hasta payasos. -explicaba mamá.
- ¡¿Y podemos ir?! -pregunté entusiasmada, nunca había visto un circo en casa.

Mamá se me quedó mirando un rato, pero su mirada cambió a una de rendición.
-Esta bien, pero después a buscar a papá.
- ¡De acuer...! Oh...

Mi rostro cambio rápidamente de expresión, mamá parecía impresionada.
-No quiero ir... Papá es lo primero...
-Te entiendo Apple Core, yo también estoy preocupada. -me decía mamá. -Pero debemos ser fuertes por los demás, ¿vale?
-... Vale...

En ese momento, sentí que mamá me besaba la base de mi cuerno, cerca de mi frente, eso era nuevo, siempre me abrazaba y me acariciaba, o me besaba en la mejilla, pero ahí, fue nuevo.
-Vamos con los demás. -me dijo.
- ¡Si!

La música y el olor a dulce se intensificaba a medida que avanzábamos, poco a poco pudimos ver a un gran grupo de Ponys que se aproximaban hacia allí, para nuestra sorpresa eran Ponys normales, no tenían plantas o elementos extraños, pero sus Cutie Mark no parecían representar ninguna conocida como en Ponyville, tenían mariposas, árboles, semillas, huellas de animales y aves. Parecían estar deseando entrar, pues en la entrada de la carpa había un trio de Ponys payasos.
- ¡Pasen y vean yeguas y caballos! -decía uno de los payasos. - ¡Vean nuestros Ponys trapecistas, Ponys de tierra que desafían la gravedad y unicornios capaz de hacer maravillas acrobáticas!
- ¡No se pierdan el vuelo magistral de lady Humming Bird la trapecista que es capaz de volar sin alas! -decía un payaso unicornio de pelaje blanquecino.
- ¡¿Un Pony que es capaz de volar sin alas?! Esto huele a truco. -decía Rainbow.
- ¡¿Qué dices, Dashie?! ¡Esto es asombroso! Iré a coger entradas para este espectáculo! -decía la tía Pinkie adelantándose.

Me percaté de algo, había un pequeño recinto que parecía una cabaña, llena de dibujos de una criatura negra y ojos enrojecidos. Curiosa, me acerqué a aquella caseta, cuando estuve cerca, junte mi oreja a la caseta, inmediatamente, algo golpeó con fuerza la misma pared a la vez que rugía, el susto provocó que retrocediera.
- ¿Que haces aquí, pequeña? -decía un Pony unicornio de pelaje morado vestido con capa y un enorme sombrero de copa.
-Yo... Ah...
- ¡Apple Core! -decía mamá mientras se me acercaba. -Disculpe las molestias señor...
-Whipe, Severus Whipe. -contestó aquel Pony. -Soy el maestro de ceremonias de este circo.
-Yo soy Applejack, y ella es Apple Core, mi hija.
-Un encanto de criatura, pero será mejor que no se acerque a las cosas peligrosas, podría hacerse daño.

Aquel Pony no me daba confianza alguna, asustada, me escondí entre las patas de mamá.
- ¿Qué haces, terrón de azúcar?
-No se preocupe, espero que se dignen a deleitarnos con su presencia en nuestro público.
-A eso íbamos ahora mismo. -dijo mamá.
- ¡Excelente! -exclamó Severus. -Espero que disfrute, hoy estrenamos una nueva atracción.
-Se... Será un placer. -respondió mamá.

Nos acercamos a los demás, yo aún me sentía algo nerviosa por aquello, y todavía me preguntaba que había realmente dentro de la caseta. En la cola, la tía Pinkie y los demás estaban en medio de la cola, ella tenía un par de manzanas de caramelo colgando de su crin mientras comía de un algodón de azúcar.
- ¡¿Donde habéis estado?! Estamos a punto de entrar. -decía mientras se comía el algodón.
-A mi peque le pudo la curiosidad.

No dije nada, estaba un poco nerviosa y asustada debido al señor Severus.
- ¡Yeguas y caballos, gracias por su paciencia, pueden comenzar a pasar! -decía el Pony payaso que se encontraba en la entrada de la carpa.

Cuando la tía Pinkie pasó al lado del payaso, se quedó quieta mirándolo como si lo estudiara. Aquel Pony, la miró extrañado, no esperaba que alguien le observará como hacia Pinkie.
- ¿Ocurre algo? -preguntó el Pony payaso.
-No eres feliz trabajando aquí. -le respondió Pinkie.

El Pony se sorprendió al oírla decir eso, su rostro cambió a sorpresa casi de inmediato.
- ¿Cómo?
- ¡Pinkie, vamos, el espectáculo va a comenzar! -decía mamá.
- ¡Ya voy! -decía Pinkie volviendo con nosotros.

Mientras nosotros nos adentrábamos a la carpa, tras las gradas, aquel payaso iba a quitarse su disfraz, con un poco de esfuerzo, y su magia, logró quitarse la abultada peluca de pelo rizado de payaso. Al quitársela, dejó salir de debajo de ella una espesa y ondulada melena amarilla con franjas grises y fucsia, su pelaje era blanco bajo aquel maquillaje.
- ¿Cómo ha sabido esa Pony que yo...?
-Fogsun, ¿estás bien? -le preguntó una voz femenina.

Al girarse, Fogsun pudo apreciar una figura esbelta y delgada de una Pony terrestre, tenía el color de su piel de color verde pastel, y sus crines eran de color rojo intenso, vestía con un traje ajustado y unas mallas.
- ¿Humming Bird? -decía sorprendido el joven unicornio.
-Llevo todo el día sin verte, me estaba empezando a preocupar.
-Humming Bird, ya no soy un potrillo, sé cuidarme solo perfectamente.
-Ya... La cosa es que seas capaz de hacerlo tal y como lo dices. -respondía Humming Bird. -Llevo cuidándote desde que te encontramos, has sido como un hijo para mi.
-Y tu has sido como la madre que nunca tuve. -decía Fogsun apartando la mirada.

Humming Bird pudo ver que algo le inquietaba.
-La Pony rosa de antes te ha calado, ¿verdad?

Las mejillas blancas de Fogsun se volvieron rojas ante las palabras de Humming Bird.
- ¿Por qué dices eso?
-Eres un Pony que se enamora rápidamente, Essence, Sugilite, Vesper... ¿Debo recordarte que te hicieron? Te enamoraste de esas Ponys y te utilizaron.
-Y tu siempre estuviste ahí para ser mi salvavidas.
-Contrólate esta vez, no quiero volver a verte sufrir. -le dijo Humming Bird -Debes preparar la nueva atracción, antes de que Severus se enfade.
-No me hace ninguna gracia hacerlo.
- ¿Por odio a Severus?
-Eso no tiene nada que ver, esa criatura... La he visto a los ojos, en algún momento dado la he visto tranquila y nostálgica, y no deja de hacer extraños dibujos en las paredes con las garras.
-No podemos hacer nada más que obedecer a Severus, venga, prepáralo todo, dentro de poco empezará el espectáculo.

Las gradas comenzaban a llenarse hasta los topes, nosotros estábamos en la segunda fila por petición de Pinkie, que quería disfrutar del espectáculo de cerca, la tía Rainbow parecía impacientarse.
- ¡¿Por qué tardan tanto?! ¡Me estoy cansando!
-No puedes acelerar un espectáculo circense. -le respondió Pinkie con cierto aire de superioridad. -Si se hiciera así, los actores podrías salir dañados.

En ese momento las luces se fueron, y los pegasos empezaron a revolotear por la carpa mientras cargaban con los focos, iluminando la pista a la vez que los timbales sonaban, he de admitir que era un maravilloso espectáculo, sobre todo cuando, al sonar el platillo, los focos se centraron en los altos pilares, en lo alto de ellos se encontraban un par de Ponys terrestres sobre unas pequeñas plataformas. De pronto, dos de los focos apuntaron al centro de la pista, donde había tirado una capa, la cual comenzó a brillar y a elevarse.

Cuando alcanzó un poco de altura, comenzó a girar a toda velocidad y, en cuanto se detuvo, aquel unicornio que estaba frente a la caseta de antes apareció, posándose poco a poco en el suelo. En ese momento, me abracé a mamá, no me gustaba nada aquel Pony.
- ¡Bienvenidos, yeguas y caballos! -decía Severus. - ¡Es un placer tenerlos aquí a todos bajo el techo de el circo de la luna!

Todos comenzaron a aplaudir con entusiasmo, pero no me olía nada bueno de lo que decía ese tal Severus.
- ¡Permítanme presentarles a la segunda atracción de la noche, desde las alturas, la Pony de tierra que no tiene miedo de la gravedad, ligera como una pluma y rápida como una avispa, lady Humming Bird!

Los pegasos apuntaban con los focos a aquella esbelta Pony, todos nos quedamos mirando como saludaba y sonreía, parecía disfrutar la situación.
-No pretenderá saltar, ¿verdad? Solo mirad, no tienen ni red de seguridad. -decía Dust con el corazón en el casco.
-Si es tan buena como dice, no necesitará nada más. -decía Rainbow en tono chulesco.
-Pero...
- ¡Calla Dusty! -decía Pinkie. -Esto es muy emocionante.

El silencio se hizo de golpe, y los tambores comenzaron a sonar rápidamente. Antes de que pudiéramos darnos cuenta, Humming Bird se lanzó al vacío bajo la sorprendente y angustiosa mirada de los demás ponis. Sin avisar, un trapecio apareció delante de la trapecista, sujetándose a este e impulsándose hacia el otro, haciendo varias piruetas hacia el siguiente, ahí, otro Pony la sujetó de sus cascos traseros, impulsándola al siguiente trapecio en donde se encontraba otro compañero.

Hummbird estuvo durante un rato hiendo de un lado a otro entre volteretas, hasta que, se dejó caer adentre sus compañeros.
- ¡Se ha despeñado! -decía Pinkie.
- ¡Que alguien haga algo! -decía Ruby.

Antes de poder quisiera levantarnos, una luz brotó de la pista, y varios relámpagos brotaron, corriendo por los postes y encontrándose a pocos metros de Hummbird. Al impactar ambos relámpagos, un destello cegador iluminó todo el interior de la carpa, cuando se desvaneció, pudimos ver a Humming Bird sobre una plataforma saludando al público junto al resto de acróbatas.
- ¡Yeguas y caballos, den un gran aplauso a lady Humming Bird! -decía Severus.

El público, bullicioso, comenzó a golpear el suelo con sus cascos mientras silbaban eufóricos por el espectáculo. Pero el tío Dust y la tía Ruby estaban algo escépticos por los relámpagos que habían aparecido en mitad de la actuación.
- ¿Habéis visto eso? -preguntó Dust. -Ha sido sospechoso.
- ¿A qué te refieres? -preguntó Rainbow.
- ¿No os habéis fijado? -preguntó Ruby. -Una luz, dos relámpagos que han trepado por los postes y a aparecido una plataforma, ¿no os suena de nada?
- ¡Oh, oh! ¡Yo, yo! -decía Pinkie.
-Magia de materialización. -respondió mamá. -La magia que Loud y sus hermanas pueden usar.
- ¿Pero cómo es posible? Loud escapó de nosotras, y no usa relámpagos en su magia salvo para invocar a Zuk'Baen. -decía Rainbow.
-Entonces, ¿qué significa eso? -pregunté. - ¡¿Papá está aquí?!
-Es una posibilidad cariño. -me dijo mamá.

En ese momento, la tripa de la tía Pinkie le rugió.
- ¡Jeje...! Tengo hambre, voy a buscar un poco mas de chuches.
- ¡Pero si te has comidos dos bolsas de palomitas, tres manzanas de caramelo y un algodón de azúcar! -decía la tía Ruby. - ¡En serio, Pinkie, ¿dónde metes lo que te comes?!
-Es un secreto. -respondió. -Ahora vuelvo.
-En serio mamá, ¿dónde mete la tía Pinkie todo lo que come? -pregunté.
-A veces hay preguntas que nunca tendrán respuesta. -fue su respuesta.

No sabía a lo que se refería, aunque sabía que la tía Pinkie hacia locuras.

Pinkie, que no sabia por donde salir de entre la pocas salidas de la carpa, se coló bajo las gradas buscando la salida.
- ¿Dónde estará la salida? Estoy deseando comerme otro de esos algodones de azúcar. -decía absorta en su propio mundo.

En ese momento comenzó a oír chasquidos fuertes y quejidos, cosa que llamó su atención, lo que vio deseó no haberlo hecho jamás. Severus, el maestro de ceremonias del circo, estaba dandole latigazos al joven unicornio que Pinkie había conocido.
- ¡¿Cuantas veces te he dicho que uses tu magia para hacer más impresionante la actuación y no el final?! -le decía Severus sin compasión. - ¡Eres un inútil Fogsun!

El joven unicornio se quejaba mientras intentaba proteger su rostro, pero los latigazos le marcaban en el lomo y el flanco sobre su Cutie Mark.
- ¡Lo siento señor Severus, la próxima vez...!
- ¡Para ti no hay próxima vez! -le dijo Severus a punto de darle otro latigazo.

Pinkie sintió la necesidad de ayudarle, pero antes de interferir, Humming Bird intervino, dejando que el látigo se enredase en su casco, cosa que impresionó a la joven Pony rosa.
-Humming Bird... ¿Se puede saber que haces? -le preguntó Severus.
-Si no fuera por Fogsun, no habríamos tenido ese espectacular final. -le dijo. -Ninguno de nuestros unicornios domina la magia de Fogsun, ¿y aún así pretendes hacerle daño?

Severus no respondió, simplemente usó su magia para recoger el látigo del casco de Humming Bird.
-Tienes suerte de ser la estrella de nuestro circo, si no, te aseguro que éste inútil hace tiempo que lo habría tirado a la jungla. -respondió Severus. -Usa tu magia para algo bueno y trae a la nueva atracción para el final.

Dicho esto, Severus se largó para volver a las pistas, dejando a Fogsun levantándose con esfuerzo.
- ¿Estás bien, Fogsun?
-Si, solo herido en mi orgullo. -le respondió Fogsun.
-De erais irte de aquí, a este paso Severus te acabará moliendo a palos.
-Mientras pueda aguantar, aquí estaré. Iré a traer la jaula.

Mientras Fogsun se alejaba, Pinkie no pudo evitar estar atenta a todo lo que había pasado.
-Puedes salir ya de ahí, jovencita. -decía Humming Bird sin voltearse.

Pinkie no pudo evitar dar un pequeño salto, ni siquiera su sentido Pinkie le hubiera podio avisar de que le pillase por sorpresa.
- ¿De... Desde cuando sabes que estaba viendo? -le preguntó Pinkie. -Y si me permites decir, estuviste genial en la pista, nunca he visto a una Pony de tierra hacer las cabriolas que has hecho.

Humming Bird rió levemente ante el comentario de Pinkie.
-Sé que estás ahí desde el principio. -le respondió. -Destacas mucho para ser una Pony que espía.
-No estaba espiando. -le respondió Pinkie. -Solo quería un poco más de ese algodón de azúcar tan bueno que tenéis.
-Pues te has equivocado de lugar, querida. -le respondió la acróbata. -Lo has visto todo, ¿no?

Pinkie asintió.
-Te ruego que no digas nada. -le decía Humming Bird.
- ¡¿Por qué no?! -decía Pinkie sorprendida.
-Aunque no lo parezca, le debemos a Severus más de lo que imaginas. -decía la acróbata. -Nos dio un techo, comida y trabajo, enfrentarle seria una locura, ya que castiga la insubordinación, los errores y la falta de educación.
- ¡¿No os dais cuenta de que sois esclavos?! -le preguntó Pinkie.
-Por supuesto que si. -le contesto Hummming Bird. -Pero no podemos volver a las calles.
- ¡Pero os muele a palos! -decía Pinkie.
-Nos hemos hecho a la idea, pero temo por Fogsun... Es un buen chico, y muy sensible, ojalá encuentre una yegua enérgica que le ayude a abrirse y a fortalecer su carácter, si sigue aquí poco a poco se romperá y hará una locura.
-Vaya... -decía Pinkie bajando las orejas, pero inmediatamente las alzó, recordando lo de antes en la pista en plena actuación. - ¡Por cierto! Esa magia... Los relámpagos que subían por los postes... Me recuerda a la magia de un amigo mío, ¿era magia de materialización?
- ¿Magia de materialización?
- ¡Si! Se dibuja un círculo en el suelo y de este sale magia poderosa.
- ¿Círculos? -dijo Humming Bird pensativa. -Es cierto que Fogsun puede realizar esa magia, y salen relámpagos de sus círculos.
- ¡Es esa magia! -decía Pinkie contenta. -Tal vez sepa algo de Loud Off.
- ¿Loud Off?
-Es el marido de una de mis amigas y el padre de su hija.

Pinkie comenzó a describir a Loud Off, pero por desgracia, su descripción era de antes de su transformación en umbro.
-Vaya... Lo siento, no he visto a ningún Pony así, tal vez alguno de mis compañeros lo sepa. ¿Tiene algún rasgo algo más descriptivo?
-Es tranquilo, no puede hablar por que es mudo, sus ojos son morados, y suele dibujar.
-Algo así he visto, pero no sé donde.
-Por favor, necesito encontrarle por mi amiga, si sabe algo, dígamelo por favor.

Humming Bird estaba impresionada por la insistencia de la pequeña Pony rosa, pero sólo pudo asentir con una sonrisa.
-Te doy mi palabra, si sé algo de ese Pony, te buscaré para decirlo.
- ¡Gracias, de verdad! Bueno, voy a volver con mis amigos, por favor, si sabe algo, búsqueme en las gradas.
-Así será.

Pinkie se marchó en dirección a las gradas, y justo en ese momento, Fogsun volvía arrastrando con su magia la casita a la que Apple Core se había acercado antes.
-Aquí estoy. -decía el joven unicornio.
-Ya veo, cariño.
- ¿A qué viene esa sonrisa? -le preguntó.
-Mmm... Tal vez hayas elegido bien esta vez, esa Pony rosa es muy simpática y enérgica.

Fogsun, ignorante, no sabia de qué hablaba.
- ¿Qué dices?
-Ya me entiendes Fogsy…

Al poco tiempo, la tía Pinkie consiguió volver a la gradas, justo a tiempo para el comienzo del espectáculo de magia, protagonizado por dos hermanas unicornio vestidas de gala y mayas de redecillas.
- ¿Dónde has estado? -preguntó mamá.
-Yo… me perdí buscando los dulces. -respondió.
-Espera… -dijo la tía Ruby mirándola. - ¿Te ha pasado algo?
-Eh… creo que he visto algo que prefería no haber visto antes…
- ¿A qué te refieres? -preguntó Rainbow.
-Pues… ya os diré, el espectáculo va a comenzar.

Las gemelas comenzaban su espectáculo, haciendo evitar las gradas para que el público las observase desde lo más alto, la pista empezaba a ser iluminada con varias figuras que se alzaban, bailaban como burbujas y sus formas cambiaban, transformándose en siluetas de Pony que, al cruzarse entre ellos, intercambiaban sus colores, maravillando al público con su actuación.

El público aplaudía con entusiasmo ante el asombroso número de magia de las unicornios. Al acabar la actuación, las unicornios bajaron las gradas mientras saludaban.
- ¡Un fuerte aplauso para Spell y Sorceress, las gemelas mágicas! -clamaba Severus al público.

Como si de una orden se tratase, el público aplaudía con entusiasmo. quedé maravillada, y deseé que, algún día, pudiera hacer magia como esa.
- ¡Y ahora, yeguas y caballos, estrenaremos una nueva actuación para todos ustedes! -decía Severus mientras las gemelas se iban de la pista y comenzaban a sacar una especie de cajón enorme. - ¡Desde lo más profundo de la jungla de Maya, una extraña criatura acecha en las sombras… tan negra como la noche y con una mirada vacía…!
- ¿Negra como la noche? -dijo Dust.
- ¿No os recuerda algo? -preguntó Rainbow.

La caseta fue colocada en el centro de la pista mientras Severus continuaba con su discurso de presentación.
- ¡Yeguas y caballos, os presento a una de las bestias más peligrosas de Maya, aquí tenéis... A un umbro!

Los Ponys unicornios comenzaron a elevar la caseta, de debajo de esta se encontraba una jaula, y de ella, unas cadenas se zarandeaban de un lado a otro haciendo ruido. Cuando la luz señaló el interior de la jaula, pudimos apreciar al umbro que se agitaba de un lado a otro con los cascos y el cuello encadenados al suelo de la jaula mientras rugía.

El público se asustó al ver al umbro pese al estar encadenado, pero aún así, notábamos algo familiar en aquel umbro, mamá lo observaba con determinación, creía ver algo en ese umbro.
- ¡Y ahora, haré lo que nadie ha hecho jamás, yo, Severus Whipe, doblegaré la voluntad de esta bestia, y mi ayudante Fogsun elevará la jaula y soltará para que quede libre!
- ¡Esta loco! -decía Pinkie.
-Estoy de acuerdo con Pinkie. -seguía Ruby. - ¿Piensa manipularlo?
- ¿Qué le hace suponer eso? -dijo Rainbow. -Espera... ¿Ese no es...?
-Loud... -dijo mamá.

La jaula fue levantada y las cadenas sueltas, lo cual desconcertó al umbro por un momento, pero luego dirigió su mirada a Severus, acercándose acechante al maestro de pistas.
-Eso es, bestia inmunda... Acércate a mi... -decía Severus.

El umbro se le acercaba gruñendo mientras seguíamos observándolo. Los ojos de Severus se mostraron verdes, y extrañas espirales aparecieron en ellos, clavándose en los ojos del umbro, el cual se detenía y mantenía una mirada perdida y la boca abierta, quedándose quiero en el sitio.
-Estas bajo mi control, bestia... -decía Severus observando al umbro.

La criatura no decía nada, simplemente asentía. Mamá parecía agitarse ante lo que pasaba.
-Otra vez no... Le están manipulando. -dijo empezando a angustiarse.
-Applejack, ¿qué te pasa? -decía Rainbow.
- ¿No lo ves? Ese umbro es Loud. -comentó mamá.
- ¿Loud? -dijo Dust fijándose en el umbro. - ¡Es Loud!

El umbro permanecía a la espera de las órdenes de Severus.
-Muy bien estúpida bestia... Lanza un gran rugido al aire.

El umbro que mamá aseguraba ser papá, se preparó para lanzar un fuerte rugido al aire, entonces, lo hizo, el rugido ensordeció a todo el público, pero yo empezaba a sentirme triste, triste de ver a papá ser manejado como una marioneta, estaba harta de verle así.
-Papá... ¡No, ya basta! -dije saltando de la grada a la pista.
- ¡Apple Core! -me decía mamá.

Corrí hasta donde se encontraban papá y el desagradable de Severus.
- ¡Deja a mi papá! -le dije.

Severus me miró con un poco de desprecio.
-Vaya... La potrilla entrometida de antes...

Severus usó su magia sobre mi y me levantó del suelo.
- ¡Yeguas y caballos, para el próximo número, tenemos a una voluntaria! -decía Severus. - ¡La voluntaria meterá la cabeza dentro de las fauces del umbro!
- ¡¿Qué?! -dije impresionada.
- ¡Apple Core! -dijo mamá saltando de las gradas y corriendo.
-Vamos, estúpido umbro, abre la boca.

Papá abrió la boca lentamente mientras Severus me acercaba a ella, sus colmillos me asustaban e intentaba zafarme.
-Vamos potrilla, eres parte del espectáculo.
- ¡Suéltame! -le dije zarandeándome. - ¡No, papá!
- ¡Aléjate... De... Mi hija! -decía mamá golpeando a Severus con sus fuertes cascos, haciendo que me soltase.
- ¡¿Pero que diablos...?! -decía Severus intentando levantarse.
- ¡Cómo la vuelvas a tocar, juro que te partiré el cuerno de una coz! -decía mamá ocultándome tras sus cascos.
-Maldita pueblerina...

En ese momento, pude ver a papá zarandear la cabeza como si estuviera mareado. Al poco tiempo gruñía mientras elevaba su mirada, estaba vacía.
-Mami...

Mamá miró rápidamente hacia papá, este se acercaba despacio hacia nosotras.
- ¿Loud?

Papá comenzó a gruñir.
- ¡Dust, ven conmigo! -decía Ruby.
- ¡Voy!
- ¡Yo también voy! -decía Rainbow.
- ¡Tu quédate aquí! -le dijo Ruby.
- ¡Ruby, yo también puedo ayudar!
- ¡En tu estado no puedes!
- ¿En SU estado? -dijo Dust sorprendido.

Ruby se tapó la boca de golpe, había dicho eso de forma inconsciente.
- ¿Rainbow? -le decía Dust.
-Yo... Puedo explicártelo...
- ¡Busca el momento adecuado luego, ahora, vamos Dust!

Ruby y Dust volaron hacia Applejack y Apple Core a toda prisa, despistando a papá de nosotras. Entonces, Severus le dio un latigazo a papá en el costado, justo donde su armadura no le cubría, el público, asombrado por lo sucedido, silenció de golpe.
- ¡Estúpida bestia, debes obedecerme! -decía Severus. - ¡Fogsun, trae la jaula, vamos a meter a ese umbro de nuevo en ella!
-Pe... Pero Severus...
- ¡Es una orden, no me desafíes o tu también cobrarás!

Un poco asustado, Fogsun accedió a la orden de Severus, usando su magia, alzó la jaula y la colocó detrás de papá.
- ¡Entra de nuevo, criatura infecta! -decía Severus mientras agitaba el látigo y papá se quejaba de dolor.
- ¡Déjale en paz! -dije.
-O si no, ¿qué? Potrilla. -dijo Severus preparando otro latigazo.

Cuando el látigo iba a impactar nuevamente en el costado de papá, su cuerno comenzó a brillar, y de bajo de sus cascos comenzó a dibujarse un circulo de alquimia. Una cosa larga se interpuso entre el látigo y él, protegiéndolo. Del mismo circulo, comenzó a emanar una gigantesca sombra, similar a un lagarto con una máscara parecida a la de las criaturas de Xibalba, exponiendo unos ojos locos.
- ¿Zuk'Baen? -dije sorprendía. -Tu también no...

La criatura rugió, acercándose a Severus con intenciones funestas. El maestro de pista se vio intimidado por el tamaño de la criatura.
- ¡¿Qué magia es esta?! -decía Severus.

Zuk'Baen le atrapó con su gigantesca garra en el suelo, evitándole huir y abriendo sus fauces. De pronto, otro circulo de alquimia se dibujó entre los postes, y del mismo, apareció algo alargado, rápido y luminoso que impactó contra el Zuk'Baen, parecía ser una serpiente, pero tenía cabeza de dragón, y el cuerpo envuelto en relámpagos.
- ¿¡Qué ha sido eso!? -preguntó Pinkie.

Rápidamente, dirigió su mirada al joven unicornio blanco de crines rubias y onduladas, él había invocado a esa criatura.
- ¡Rainbow, mira, es el payaso de la entrada, puede usar la misma magia que Loud!
- ¡¿Cómo es posible?! -decía Rainbow. -Pinkie, tenemos que hacer algo.
- ¡Así es, nosotras nos encargaremos del Pony payaso!

Ambas criaturas se enfrentaban casi entre lanzándose entre ellas mientras Severus intentaba huir a rastras de la pista, en ese momento, Dust y Ruby le cortaron la vía de escape.
- ¿Qué demonios hacéis?
-Conseguir respuestas. -le decía Dust sujetándole del la camisa con el casco. - ¿Qué demonios pasa en este circo de locos?
- ¿De locos? Este es mi circo y mi palabra es la ley. -le dijo Severus.
-Amigo, no me obligues a hacerte daño, ¿qué le has hecho a mi amigo?
- ¿Ese umbro era tu amigo? Oh chico, deberías escoger mejor a tus amistades.

Ante ese comentario, Ruby usó su magia sobre Severus, tirando de su traje.
- ¡¿Qué le has hecho?! -le dijo airada.
- ¡Vale, vale, vale, usé mi magia de hipnotizador para doblegar su mente a mi voluntad!
- ¡¿Y dónde le encontraste?!
- ¡En la jungla, hace dos noches!
-Dust, es hora de hacer entrar en razón a Loud, ya.

Las dos criaturas empezaban a luchar en serio, el transformado Zuk'Baen se enfrentaba al extraño dragón eléctrico, mientras que Fogsun hacia lo imposible para manejar la situación. Zuk'Baen consiguió apartarse de la criatura, empujándola contra Fogsun. En ese momento, y antes de que el dragón del rayo impactase sobre el joven unicornio, Rainbow consiguió salvarle a tiempo.
- ¿Estás bien, amigo? -preguntaba Rainbow.
-Fogsun, ¿estás bien? -preguntó Pinkie.
-Yo... Si, muchas gracias a las dos.

Fogsun vio a Zuk'Baen aún sin creérselo.
-Ese umbro, ¿usa mi misma magia?
-Alquimia. -respondía Pinkie mientras le ayuda a levantarse. -Ese Pony es nuestro amigo, o al menos lo era.
- ¿Vuestro amigo? ¿Puedo saber de donde venís?
-De Equestria. -respondió Rainbow.
- ¡¿Tan lejos?!

Mamá intentó acercarse a papá, quien aún se quejaba de sus heridas. Jadeaba de dolor y cansancio, sus ojos estaban vidriosos y miraba al suelo mientras su lomo era impregnado en su sangre.
-Loud... Escúchame por favor... -decía mamá.

Jadeando, papá miró hacia mamá, su mirada no parecía cambiar, era como si no nos reconociera.
-Loud, te hemos estado buscando. -le decía mamá. -Apple Core y yo te hemos echado de menos, por favor Loud, déjanos ayudarte...

Papá rugió con fuerza hacia mamá y embistió contra ella, tirándola al suelo.
- ¡Mamá! -decía corriendo hacia ellos.

Como la ultima vez, papá alzó su casco contra mamá, yo estaba lejos como para interponerme como antes, me empezaba a angustiar, quería ayudar y no podía llegar.
- ¡Papá, para, no papá, por favor!

Sin poder darme cuenta a tiempo, comencé a sentir un enorme calor en mi cuerno mientras corría, cuando quise darme cuenta, me encontraba entre papá y mamá, y de mis lados brotaban cepas enormes que sujetaban a papá y le inmovilizaban, pero este se zarandeaba y quejaba intentando librarse de ellos.
- ¿Apple Core? -decía mamá sorprendida.

Cuando quise darme cuenta, miré a mamá con mis ojos llenos de lagrimas y los labios temblorosos, mi cuerno estaba brillando de verdad, y a mi lado habían dos círculos de alquimia, de los cuales brotaban las cepas.
-Ma... Mamá... -decía llorando.
-Por Celestia...

Papá seguía rugiendo y gruñendo mientras se zarandeaba, ya no podía aguantarme, no podía seguir mostrándome fuerte, me dolía, dolía mucha verle descontrolado y enloquecido. Golpeé mis cascos entre ellos, cosa que pareció llamar la atención de papá, y al verme mover los cascos parecía calmarle.

No sabía mucho del lenguaje de signos, mamá me había enseñado tres o cuatro frases, pero esta la conocía perfectamente, era "Te quiero, papá"
-Vuelve papá... Por favor... -decía con la cara empapada en lagrimas mientras repetía una y otra vez esa frase con los cascos.

Parecía calmarse, incluso atendía a cada movimiento de mis cascos cerrando sus fauces.
- ¡Quiero a mi papá de vuelta! -decía rompiendo en llanto. - ¡Por favor, papá!

Pude oír un pequeño sonido como de goteo, y no venia de mis lagrimas. Dirigí la mirada hacia mi frente, y pude ver a mi padre que, aún con la mirada perdida e inexpresiva estaba llorando, sus lagrimas corrían como ríos por su casco y su rostro.
-"A... pple... Co... re..."

Podía oír esas palabras en mi mente.
- ¿Lo has oído? -me preguntó mamá.
- ¿Papá?

Poco a poco pude ver como los ojos de papá volvían a verse claros, su mirada inexpresiva cambio a una de tristeza y arrepentimiento.
-"Yo... Yo no quería... No podía..."

Mamá le tapó la boca con el casco.
-Ya ha pasado, Loud...

Papá no podía dejar de llorar, mi magia poco a poco se desvanecía, liberándolo, quedándose apoyado en el suelo sobre su panza mientras mamá se mantenía a su lado.
-Ya ha pasado, Loud... De verdad... -decía mamá frotando su morro contra la nuca de papá.
-Papá... -decía colocándole un casco sobre el suyo.

Papá me miró aun con sus ojos entristecidos y húmedos mientras su cuerno centelleaba.
-"Lo siento Apple Core... Yo no quería esto... No quería hacerte llorar..."
- ¡No pasa nada! -decía abrazando su cuello. - ¡Estás aquí, papá, eso es lo que importa!

Papá guardó silencio, mientras que Zuk'Baen desaparecía por el circulo de alquimia del que había aparecido, dejando solo al dragón de relámpagos, a nuestros amigos, a Severus y Fogsun a un público que miraba como mi mamá y yo abrazábamos a papá. En ese momento, sentí que en mi flanco algo brillaba, papá y mamá se percataron y se quedaron mirando, cuando la luz se disipó, apareció media manzana en forma de corazón rodeado por un circulo de alquimia.
-Apple Core... -decía mamá asombrada.
-Mi... Mi Cutie Mark... -dije asombrada. - ¡Papá, mi Cutie Mark!

Parecía sorprendido, entonces, me empezó a frotar con el morro en la tripa, haciéndome cosquillas.
-Espera, ¿esa potrilla ha llamado papá a ese umbro? -decía Fogsun sin salir de su asombro.
-Al final si que resulta que era Loud. -decía Rainbow.
- ¡Sabía que si veníamos aquí lo encontraremos! -decía Pinkie.
- ¿Que lo sabías? Ha sido pura chiripa. -decía Rainbow en respuesta.
-Parece que todo ha ido bien... -dijo Dust con cierto alivio en sus palabras.

En ese momento, pudo ver a Severus arrastrarse por el suelo para escaparse. Llamó la atención de Ruby y, usando su magia, atrapó al unicornio.
- ¡Oh no, de aquí no te vas! -le dijo Ruby sujetándolo de la cola con su magia.
- ¡¿Qué haces? Suéltame! -exigía Severus.
-Has utilizado a nuestro amigo para lucrarte, creo que no estas en posición de exigirnos nada. -le decía Dust.

En ese momento, los músicos comenzaron a tocar, captando la atención de todos. Los demás miembros del circo se presentaron de manera espectacular, Fogsun, haciendo uso de su magia, ayudó a resaltar el espectáculo que sus compañeros circenses improvisaban. Tras todo ello, Humming Bird se dejó caer grácilmente delante de todos sus compañeros y saludó al público, quienes empezaron a aplaudir.
- ¡Muchas gracias, querido público! -decía Humming Bird. - ¡Espero que hayan disfrutado del espectáculo, estaremos encantados de recibirles una vez más, no se olviden de recomendarnos a vuestros amigos!

El público se había vuelto loco, aplaudían y silbaban con entusiasmo ante el espectáculo orquestado por la acróbata.

Tras que el público se fuese, mamá curó y vendó la herida del costado de papá, papá no gruñía ni se quejaba, parecía muy cansado y respiraba relajado.
-Ya estás, Loud. -decía mamá. -Con esto la herida se te curará.

Papá resopló un poco y bostezó, realmente estaba muy cansado.
-Chicos, ¿habéis visto a Fogsun? -preguntó Pinkie.
-Creo que estaba con la acróbata. -dijo Dust.
-Iré a verle, para agradecerle la ayuda. Esperadme, ahora vuelvo.

Pinkie fue a buscar a Fogsun tras las telas de la carpa, ahí, podía oír unos ruidos extraños.
- ¡¿Que vas a qué?!

Pinkie identificó aquella voz, era la de Severus, se asomó y pudo ver a Severus y a Fogsun.
-Repíteme eso, creo que no te he oído bien.
-Por supuesto... -Me largo. -le respondió Fogsun.
- ¡No me hagas reír! -le dijo Severus. - ¡¿Y a dónde piensas ir?! ¡¿Quien te acogió cuando quedaste huérfano?! ¡¿Quién te dio un techo y comida?!
- ¡¿Y quien me dio cada latigazo en el lomo hasta que me crujieran los huesos?! -replicó Fogsun. - ¡Te he obedecido cada día de mi vida sin rechistar, pero lo de hoy... Ha sido pasarse demasiado! ¿Usar a una potrilla en un umbro? ¡Eres un monstruo!

El cuerno de Severus comenzó a brillar, alzando su látigo.
- ¡¿Cómo te atreves?!

Severus agitó el látigo, apunto de golpear con él sobre la cabeza de Fogsun. Pero en ese momento, uno de los compañeros del joven unicornio blanquecino interceptó el golpe, cosa que impresionó a Fogsun, Pinkie y Severus.
- ¿Se puede saber que haces, Iron Heart?
-Proteger a mi compañero. -respondió aquel enorme y fornido Pony de tierra.
- ¡¿Qué desacato es este!? -le preguntó Severus indignado. - ¿Piensas desobedecerme igual que ese desertor?

El enorme Pony, no supo que responderle.
-Se acabó, Severus. -decía la voz de Humming Bird.
-Tu... ¿Eres la cabecilla de esta rebelión?
-Estamos cansados de como nos tratas y te desquitas con Fogsun. -respondía una de las gemelas magas. -Deja que se marche.

Fogsun se sintió conmovido por como sus compañeros daban la cara por él.
-Si sigues tratándolo de esa forma, no trabajaremos más. -decía Iron Heart.
- ¿Ah, si? ¿Y qué pensáis hacer? No has muchos circos en Maya, ¿pensáis malvivir de las limosnas de quienes vean vuestros espectáculos callejeros?

En ese momento, Pinkie intervino para decir:
- ¡¿Por qué no formáis vuestro propio circo?!

Todo el mundo guardó un silencio sepulcral ante la sugerencia de Pinkie, la cosa, es que nadie pensó en que fuera mala idea.
-Claro… -dijo Humming Bird. - ¡Formaremos nuestro propio circo, en donde todos trabajaremos para que sea el mejor!
- ¡¿Va en serio?! –decía Severus sin creérselo. - ¡¿Pensáis abandonarme después de lo que he hecho por vosotros?!
-Tratarnos como esclavos y pezuñas de obra barata para enriquecerte. –decía Spell, otra de las gemelas magas.
-Estamos artos de ti. –seguía Sorceres, su hermana.
-Sabéis que esto es un motín, ¿no?
-Para nada. –respondió Humming Bird. –Es una rebelión.

Severus dio un par de pasos hacia atrás hasta toparse con Iron Heart, el cual, le dio una coz, echándolo de la carpa. Esto, tomó por sorpresa tanto a Pinkie como a Fogsun.
-Llevabas años deseando esto, ¿verdad, Iron Heart? –preguntaba Fogsun.

El fornido corcel solo se limitó a sonreír de satisfacción.
-Pinkie, ¿es así como te llamas, no? –preguntó Humming.

Pinkie dirigió su mirada a la yegua acróbata.
-Muchas gracias por darnos el valor que necesitábamos para plantarle cara a Severus.
-No ha sido nada, un circo es para que todos se diviertan, si no, ¿qué gracia tendría?
-Cierto.

Humming, dirigió su mirada a Fogsun, quien le miraba con impresión, aún por lo que había ocurrido.
- ¿Es cierto que te vas a ir?

Fogsun asintió ante la pregunta.
-Pensé que estaría preparada para el día en que te fueras. –respondió. –Fogsun, has sido como un hijo para todos nosotros.
-Y vosotros como la familia que perdí. –respondió Fogsun.
-Fogsy, allá donde vayas, y como decidas vivir, no te olvides de nosotros, tu familia siempre estará para lo que te haga falta.

A Fogsun casi se le caían las lágrimas de la emoción, realmente veía a cada miembro del circo como su familia, tantos años juntos habían dejado huella en el corazón del joven unicornio blanco.
-Bueno, la cuestión ahora es… ¿a dónde voy?
- ¡¿Por qué no te vienes con nosotros?! –intervino Pinkie.

Fogsun, ruborizado, la miró sorprendido.
- ¡¿Qué?!
- ¿Por qué no? Tenemos una misión, y después volveremos a Equestria. Podrías vivir en Ponyville, te encantará, ¡y te montaré una fiesta de bienvenida!

Clamaba Pinkie mientras lanzaba confetis que sacaba de Celestia sabe donde. Fogsun lo pensó un poco, pero aceptó.
- ¿Por qué no? Después de tanto tiempo trabajando en el circo, ir a un lugar tranquilo no lo veo malo. Muchas gracias, Pinkie.
-Por eso te dije que esta vez habías escogido bien. –decía Humming Bird risueña. –Buena suerte Fogsun, se feliz allá donde vayas.
-Así haré. –dicho esto, Fogsun abrazó a Humming Bird. –Te quiero Humming…
-Y yo a ti, Fogsy… -decía Humming correspondiendo el abrazo.

Tras un tiempo, Pinkie volvió con el grupo acompañado con Fogsun, lo cual tomó por sorpresa a los demás.
- ¿Qué hace el payaso contigo? –preguntó Rainbow.
- ¡Oh! Va a venir con nosotros, ha decidido irse a vivir a Equestria.
-Entonces, seremos otro más en el grupo. –dijo Dust. –Me llamo Dust Typhoon, encantado.
-Yo soy Rainbow Dash.
-Applejack, y él es Loud Off. –decía mamá señalando a papá.
-Ruby Sparks.
-Apple Core. –dije.
- ¡Y por supuesto, yo soy Pinkie Pie!

Un poco cortado, Fogsun sonrió y se presentó también.
-Yo soy Fogsun, Fogsun Dremtly.
-En cantado. –decía Ruby. –Espero que seas capaz de seguir nuestro ritmo, nos dirigimos a Kukulcán para tener una audiencia con la diosa Quetzalcoalt.

Fogsun se sorprendió ante el nombre de la diosa.
- ¿Vais a ver a la diosa?
-Si, necesitamos hablar con ella. –le respondió Rainbow. –Necesitamos que salve a la princesa Celestia, el sol se ha apagado en nuestro reino, y aquí también, por lo que veo.

Fogsun dudó un poco, pero aceptó. Por otra parte, no me importaba ahora muchas cosas, solo quería seguir estando con mi familia, por fin papá había vuelto, había obtenido mi Cutie Mark y ya era capaz de usar la magia de papá. Espero que podamos volver a casa pronto, quiero volver a jugar con mi familia bajo la brillante luz del sol, volver a ver a la abuelita Smith, al tío Big Mac y a las tías Applebloom, Shine y Greeny.
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Re: Mi nueva vida [Slice Of Life] [aventura] (Saga 3 cap.6)

Notapor Mishiro » 05 Sep 2015, 08:42

¡Por fin! Je, je, je. Era un capítulo que esperaba leer con muchas ganas. Algo "raro" y sorprendente lo de un Fogsun "enamoradizo"... Pero me ha gustado. Aparta de esto, muy emocionante la parte de acción del capítulo y muy significativo que Apple Core le calme usando el lenguaje de signos...

En fin... Quedo a la espera del siguiente. :)
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Re: Mi nueva vida [Slice Of Life] [aventura] (Saga 3 cap.6)

Notapor EdoNova » 05 Sep 2015, 08:53

Mishiro escribió en 05 Sep 2015, 08:42:¡Por fin! Je, je, je. Era un capítulo que esperaba leer con muchas ganas. Algo "raro" y sorprendente lo de un Fogsun "enamoradizo"... Pero me ha gustado. Aparta de esto, muy emocionante la parte de acción del capítulo y muy significativo que Apple Core le calme usando el lenguaje de signos...

En fin... Quedo a la espera del siguiente. :)


Estoy en ello, pero me cuesta arrancar, tal vez esta noche si no llego cansado empiece
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Re: Mi nueva vida [Slice Of Life] [aventura] (Saga 3 cap.7)

Notapor EdoNova » 15 Sep 2015, 15:22

La sonrisa del corazón

Unas horas tras alejarnos del circo, empezábamos a sentirnos cansados, Ruby, quien lideraba el grupo, halló un claro para descansar.
-Descansemos aquí, nos vendrá bien parar un momento tras tanto movimiento. -decía Ruby.
-A algunas más que otros. -decía Dust un poco molesto hacia Rainbow.
-Oh... ¿Quieres dejarlo ya? -le dijo Rainbow. -Ya te he dicho que no quería contártelo aún.

Yo aún no entendía que pasaba, no podía decir nada, y no solo por ser mudo, si no por que no sabia como actuar. Applejack hizo que me recostase sobre el suelo, y comenzó a cambiarme el vendaje de la herida del latigazo que recibí.
-Necesito que estés tranquilo, Loud. -me dijo Applejack. -Igual te puede escocer.

Apoyé la cabeza en el suelo, ciertamente, escocía, pero no era nada en comparación a lo que había pasado. Apple Core colocó uno de sus cascos sobre mi morro y miré a sus ojos celestes, aún parecía un poco preocupada, pero parecía comprender que estaba aquí.
-Te pondrás bien, papá.
-Todos parecen cansados, necesito que todos se tranquilicen un poco antes de continuar a Kukulcán -dijo Ruby.
- ¡Iré a buscar un poco de agua! -decía Pinkie.
-Yo... Yo la acompañaré. -dijo Fogsun.
-Muy bien, gracias chicos.

Pinkie comenzó a alejarse dando saltitos junto al tímido unicornio blanco de crines rubias a rayas.
- ¿Y bien? -preguntó Dust a Rainbow.
- ¿"Y bien" qué? -le respondió Rainbow.
- ¿Cuando pensabas decirme que iba a ser padre?
-Yo... Pues... Tenía pensado decírtelo, pero surgió esta misión y...
-Y no se te ocurrió ni preocuparte siquiera. -decía Dust algo enfadado.
-Dust...
-Déjame un rato tranquilo, Rainbow. -le respondió el pegaso de crines azules. -Necesito tranquilizarme...

Mientras tanto, Pinkie y Fogsun se adentraban en la jungla, esquivando la maleza mientras intentaban hallar aunque fuera un triste riachuelo.
- ¿Has encontrado agua, Fogsun? -le preguntó Pinkie a su nuevo compañero.
-No, nada... -respondía el joven unicornio mientras buscaba.

Fogsun tropezó y cayó por una pequeña colina hasta caer de morros contra un pequeño río.
- ¡Oh, lo has encontrado! -decía Pinkie feliz y contenta.
-Eso parece... -decía Fogsun mientras se levantaba y se quitaba un poco del barro de la cara y sus cascos.
- ¡Rellenemos las cantimploras!

Pinkie comenzó a rellenar las cantimploras casi de inmediato, tarareando un poco mientras lo hacía.

Fogsun, un poco cortado, intentó entablar una conversación con Pinkie.
-Oye, Pinkie. -le dijo. -Háblame de los demás, desde que he llegado a este pintoresco grupo parece que hay un poco de tensión.
-No es tu culpa. -le respondió la Pony rosada. -Desde que ocurrió aquello de que el sol se volvió negro han pasado muchas cosas.
- ¿Puedes contármelo? -le preguntó. -Aquí en Maya hace unos días que tampoco brilla el sol, ya no sé cuándo es el día nuevo y cuando no.
-Un alicornio llamado Magec Prime apareció en el palacio de la princesa Celestia tras hacer que las sombras se tragasen el sol. -comenzó a explicar. -Loud Off, mi amigo, se puso en medio de una lanza de sombra que iba dirigida a la princesa, así fue como se convirtió en umbro.
-Así que ese umbro se llama Loud Off, ¿y ese nombre? ¿Es que acaso es muy callado? -preguntó acompañando de una pequeña risilla.
-Es mudo.

Las orejas de Fogsun se tensaron de repente.
-N-no sabía.
-No pasa nada, yo tampoco lo sabia cuando lo conocí, y de eso hará ya casi siete años.
- ¿Y qué me dices de los demás?
- ¡Claro! Rainbow Dash y Applejack son de mis mejores amigas, aunque, últimamente Applejack esta ocupada con su hija como para estar con todas nosotras. Rainbow parece que esta ahora mismo en una pequeña pelea con Dust, pero en el fondo esos dos se quieren con locura. Ruby es una amiga que todos pensábamos que era una unicornio y realmente Maya es su casa y luego está Dust, que es un pegaso de rescate… ¡Oh! También están Cranky, Lyra, Bon Bon, Berry Punch…
-Vaya... Conoces a muchos Ponys.
- ¡Eso es por que todos los Ponys son mis amigos! -respondía Pinkie entusiasmada.

Fogsun se vio reacio ante la idea, el pensaba en Pinkie de otra forma, la veía diferente a otras Ponys que había conocido estando en el circo, ella le sacaba la sonrisa que necesitaba, el brillo que le faltaba, en poco tiempo veía a Pinkie como si la necesitase para poder sonreír.

Mientras tanto, Rainbow se intentó acercar a Dust, evitando hacer ruido para que no le pillase, pero fue en vano.
- ¿Qué quieres? -le preguntó.

Rainbow se posó delicadamente en el suelo, y se recostó al lado de Dust.
-Dust... En serio, yo no quería esconderte esto, pero... Desde que comenzamos esta misión, tuve el deber de no abandonar a mis amigas ni a la princesa.
-Al fin de al cabo, ese es tu elemento, ¿no? -le dijo Dust.

Rainbow cruzó la mirada con el pegaso de rescate.
- ¿Elemento de la lealtad?

Rainbow sonrió ante el comentario de Dust para, seguidamente, asentir.
- ¿Te digo la verdad sobre este bebé? -le dijo Rainbow. -Hará ya unos años, pero fue mi deseo.

Dust alzó las orejas al oír el comentario de Rainbow.
-El deseo que gané en el torneo de los tres equinos fue formar una familia contigo.

Los ojos rojos de Dust se abrieron de par en par, no esperaba esa respuesta, Rainbow usó su deseo para eso, pudiendo desear entrar en los Wonderbolts deseó formar una familia con él.
- ¿Cómo? -preguntó Dust.

Esa pregunta dejó perpleja a la joven pegaso cerúlea.
- ¿Cómo va a ser el nombre de nuestro bebé?

Rainbow se sonrojó y agachó una de sus orejas, dibujando en su rostro una sonrisa.
-Prisma... Prisma Beam.

Tras un leve silencio, Dust acercó su rostro a la tripa de Rainbow, y la acaricio con el casco.
-Prisma, cariño, soy yo, papá... -decía Dust como un tonto. -Déjame decirte algo, tienes una madre que es una cabezota, una imprudente y un poco arrogante.

Rainbow se empezaba a molestar ante los comentarios de Dust.
-Pero en el fondo no vas a encontrar a nadie mejor para confiar que tu mamá... -decía Dust, cosa que tomó a Rainbow por sorpresa. -Voy a protegeros a ti y a tu madre para que no os pase nada, pero quiero que sepas una cosa, da igual como crezcas, pero se tan fuerte como ella.

Rainbow se ruborizó enormemente, apartando la vista de Dust, quien se le acercó y frotó su cara con la de una sonrojada Rainbow.
-Eres un idiota... -le respondía Rainbow sonriendo.
-Y tu una cabezona...

Yo tenía a Apple Core entre mis cascos durmiendo, la pobrecita estaba muy cansada, necesitaba recobrar fuerzas, estaba orgullosa de ella al haber realizado por primera vez su magia de alquimia, un poco pronto, si, pero lo hizo. Ruby parecía un poco preocupada, sentía la responsabilidad de cuidar de todos, pero había algo que me inquietaba, así que le pregunté a Applejack.
-"Applejack"
-Dime...
-"¿Cómo es que Ruby tiene alas? ¿Es ahora una princesa alicornio?"
-Es... Un poco complicado... -dijo Applejack rascándose un poco la nuca. -Resulta que Ruby es natural de Maya, y es hija de una de las guardianas de la diosa Quetzalcoalt. Es una mestiza.

Mentiría si dijese que no estaba sorprendido, durante mucho tiempo pensé que Ruby era solo una unicornio normal y corriente, nunca imaginé que tuviera esas enormes alas escondidas bajo aquel zarrapastroso chaleco.
-"Han pasado muchas cosas desde que me fui para protegeros" -le respondí.
-Loud, sabemos que Shade Soul te manipuló para que actuarás como él quería. -decía Applejack. -No te culpamos por lo que pasó la otra noche.
-"Pero yo si me culpo" -le respondí. -"No puedo describir lo que fue verme en esa situación, yo enfrente de las dos, con mi casco levantado... Fue horrible, casi mato a mis dos tesoros más importantes"

Applejack se ruborizó un poco al oír aquello.
-"¿Sabes que estaba haciendo con Rarity el día que partimos?" -le pregunté. -"Estaba buscándote un vestido como tu regalo de cumpleaños"
- ¿Qué...?
-"Quería algo especial para ti, también buscábamos un vestido que hiciera juego con el tuyo para Apple Core, y ahora, soy un monstruo, y estamos en mitad de la selva de un reino desconocido"
-Loud... ¿De verdad hiciste eso... Por mi?

Entrecerré los ojos al oír su pregunta, buscando el brillo de sus ojos esmeraldas. Podía verme reflejado en ellos, y no era capaz de ver nada mas que un monstruo. Finalmente, asentí. Dejé pasar unos segundos y, de pronto, noté un fuerte abrazo. Miré a Applejack, era ella quien me abrazaba, no sabia que decirle.
-Loud... Eres un idiota... No hacia falta nada de eso. -me dijo. -Y no eres un monstruo... Tienes un corazón que no te cabe en ese pecho... Has pensado en protegernos a todos demasiadas veces, deberías dejar que alguien te proteja.
-"Una vez dejé que alguien me protegiera... La cosa no acabó bien..."
- ¿Qué?

El corazón me dio un vuelco al decir eso, no quería que supiese "aquello".
-"N-nada, princesa. De verdad"
-Ahora descansa...

Dicho eso, y con mirada de preocupación, Applejack se apoyó en mi, respirando con tranquilidad. No quería que supiera aquel doloroso recuerdo de mi pasado, no lo iba a permitir.

Mientras tanto, Fogsun seguía escuchando atentamente todo lo que Pinkie le contaba de sus incontables amigas y amigos, empezando a sentirse un poco afligido, considerando que no tenia ninguna cualidad que le fuera a permitir destacar entre todos aquellos Ponys que conocía.
-…Y luego, aquella noche, en la que hubo una fiesta para la princesa Luna en la que preparé una gran fuente de chocolate y...
-Esto… Pinkie... Quiero preguntarte una cosa. -decía Fogsun.

Pinkie quedó extrañada ante las palabras del joven unicornio blanco.
- ¿Qué piensas de mi?
- ¿Que qué pienso? -Pinkie se llevó el casco al mentón, pensando un poco. -Pienso que deberías poner un poco mas de diversión a tu vida. -le respondió. -Seguro que así muchos Ponys querrán ser tus amigos.
-No, no, Pinkie… No te preguntaba eso… Yo… Quería saber… En fin… Digamos… Qué… Una opinión más… personal…
- ¿Más personal? No sé de que me hablas.
- ¿Te gusto?

Pinkie se quedó muda ante la pregunta del unicornio blanco, nunca había pensado en gustarle a alguien y, sinceramente, ver a Pinkie con pareja sería realmente extraño, por no decir digno de verse.
-Eh... Yo...
-Pinkie, desde que me viste a los ojos y dijiste que no era feliz en mi trabajo, sentí algo. -continuó Fogsun. -Sentí algo que... Deja que te cuente una historia. Fuí encontrado cerca de un incendio por Humming Bird cuando era un potrillo, parece ser que mis padres murieron en él, ella me crió y me educó junto a los demás miembros del circo, el resto es historia, hasta hace horas.
- ¿Qué quieres decirme con eso?
-Nunca he sido… me he sentido feliz… Nunca he reído de corazón… como haces tu.

Esa respuesta dejó en sorprendida a Pinkie.
-He reído, pero nunca desde el corazón, como tu dices. -continuó Fogsun. -Cuando dijiste aquellas palabras antes de entrar en la carpa, entendí casi de inmediato lo que quiste decirme. No, no era feliz en lo que hacia, pero no podía dejar a mi familia, a todos aquellos que me habían cuidado.
-Fogsun...
-Pinkie Pie… Te lo suplico… Ayúdame a sonreír desde el corazón. –le pidió Fogsun. –No me deje solo… Te necesito

Pinkie le abrazó de inmediato.
-Tranquilo Fogsun, te prometo que encontraré la forma de hacerte sonreír de verdad. -le dijo. -No te pienso dejar solo, y haré todo lo posible por hacer que sonrías.
- ¿De verdad?
-Es una Pinkie-promesa. -respondió Pinkie.

Sin darse cuenta, Fogsun empezó a sonreír por las palabras de Pinkie, pero no sabia si era una sonrisa desde el corazón o no.
-Volvamos con los demás, deben de esperar el agua.
-Esta bien, vamos.

Al rato, Fogsun y Pinkie acabaron llegando junto a los demás, estaban un poco manchados de barro, pero con las cantimploras llenas de agua.
- ¡Ya estamos aquí! -decía Pinkie.
- ¿Dónde habéis estado? -preguntó Ruby. -Ya me estaba empezando a preocupar, ¿por qué estáis llenos de barro?
-Una simple caída... -decía Fogsun haciendo uso de su magia sobre las cantimploras, repartiéndolas. -Pero al menos encontrado el agua.

Todos tomamos una cantimplora. Dust tomó la suya y se la dio a Rainbow.
-Toma tu primero, las dos lo necesitáis ahora. -le dijo.

Ruborizada, Rainbow aceptó.
-No te acostumbres a mimarme. -le respondió Rainbow. -En cuanto el bebé nazca no dejaré que te pongas tonto.
- ¡Jeje! De acuerdo, campeona.
- ¡Uh, Uh! ¿Ha pasado algo mientras no estábamos? -preguntó Pinkie.
-Digamos que lo hemos hablado. -dijo Rainbow.

Tomé la cantimplora y se la di a Applejack, quien la tomó, entonces, despertó a Apple Core, toqueteando su flanco de la pequeña que dormitaba entre mis cascos delanteros.
-Apple Core, despierta, tienes que tomar un poco de agua. -le decía Applejack.
-Mmm... Jo... Mamá... Quiero dormir... -decía Apple Core medio dormida.

La toqueteé un poco con el morro, haciendo que se levantara, la pobrecilla se tambaleaba aun dormida, bostezando prolongadamente.
-Vamos, bebe un poco. -le decía acercándole la cantimplora.

Nuestra pequeña dio unos pocos tragos y se separó de la cantimplora, aún estaba medio dormida, buscando sitio para dormir ahora en los cascos de su madre.
-Mamá... ¿Ya puedo protegeros a ti y a papá?

Me sorprendí ante la pregunta de Apple Core, mirando con interés.
- ¿Por qué preguntas eso?

Apple Core volvió a bostezar.
-Por que por fin puedo usar la alquimia como papá y las tías Shine y Greeny. -respondió la pequeña potranca.

Una vez más, quedé sorprendido por mi propia hija.
-Siempre me estáis protegiendo, y yo no podía... -decía Apple Core bostezando. -Ahora... -la pequeña comenzó a sonreír. -Puedo protegeros a los dos...

Me enternecí ante las palabras de Apple Core, no esperaba ese discurso mientras andaba aún dormida. Applejack me miró mientras nuestra pequeña se quedaba dormida entre los cascos de su madre.
-"¿A qué ha venido eso?" -le pregunté.
-Cuando te fuiste, Apple Core pensó que era culpa suya. -me respondió Applejack. -Piensa que... Si aquella vez nos hubiera protegido mejor, no te habrías marchado.

Seguí sin saber que responder, muchas cosas rondaban mi cabeza en ese momento, la posesiones, mi transformación... Y ahora mi hija. No sé si podré protegerlos a todos, solo deseo que esta pesadilla termine de una vez, deseo volver a casa, y disfrutar de un baño de sol en las colinas de Ponyville.
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