por McDohl » 11 Nov 2015, 09:15
Quaver Note negó con la cabeza. Lo de encender hogueras fuera no les haría salir, había que ser algo mas... persuasivos.
En la escena que proyectó con su magia, se podía ver perfectamente la torre de radio. La unicornio se ilustró a sí misma cantando y como progresivamente se iban encendiendo fuegos, acercándose progresivamente a la torre. De ese modo, los perros joyeros sentirían que el peligro se aproxima... pero dejando sin hogueras una zona en concreto de aquella abandonada aldea. Después, tenían que conseguir introducir alguno de aquellos artefactos incendiarios dentro de la torre, uno que fuese suficiente como para causar una humareda que convenciese definitivamente a los perros que ya estaban allí dentro. Si el miedo era suficiente, los perros deberían huir de la torre en dirección a la zona del pueblo sin hogueras, dejándoles vía libre para explorar la torre.
Quaver Note añadió una ilustración mas: la de un enorme artefacto incendiario dentro de la torre, pero lo tachó con una equis: eso era lo que no tenían que hacer; el artefacto tenía que causar humo, pero no excesivamente. Si llenaban la torre con demasiado humareda, luego les sería imposible entrar ellos a explorarla.