Quaver Note notó que la pegaso se alteraba ligeramente. La contestación con que le obsequió era la confirmación de que, al menos, parecía algo más calmada después de su roce con Sharp.
Pero para la unicornio, era preciso preguntarle por "eso" ahora que ambas dos, Minerva y su otro yo, tenían el recuerdo claro.
La unicornio materializó un grupo de perros joyeros los cuales se veían sorprendidos por la pegaso. Cada ataque de su versión ilusoria desvanecía a uno de los perro, hasta quedar ella sola. Quaver Note aumentó el tamaño de Minerva y mostró que, pese a que había terminado el combate, la pegaso tenía cortes y magulladuras.
Sin embargo, cuando cesó la ilusión, Quaver Note señaló a Minerva. Ella estaba intacta... o parecía estarlo.
El cuerno de la unicornio se iluminó antes de materializarse una cruz roja sobre su cabeza, seguida de una interrogación. ¿Realmente la pegaso estaba bien? y si lo estaba... ¿como había conseguido salir totalmente indemne de aquel asalto?