Vale, antes de que saltéis a leer os voy a explicar un par de cositas que creo son necesarias por el inusual formato de esto. Lo primero es que esto, además de ser un fanfic, es un juego. Es un juego de misterio, en el que tendréis que resolver un crimen. Jugáis contra mi, que soy la mente maestra que lo ha diseñado. El fic/juego está en 2ª persona, y el personaje que leeréis sois vosotros. Al final de cada capítulo, habrá dos opciones, y tendréis que elegir una. En el siguiente capítulo, leeréis el capítulo que corresponde a la opción que habéis elegido, y solo ese, puesto que si leéis todo, tendréis información extra y el juego no será tan divertido. Si elegís las opciones adecuadas, en el penúltimo capítulo podréis intentar desvelar quien es el asesino. Si lo conseguís, habréis ganado. ¿Premio? La diversión creo que es premio suficiente. Hay varias rutas que os pueden llevar a ganar, no vais a perder desde el capítulo 1, descuidad. Simplemente las opciones que escojáis os llevarán a unas pistas o a otras. Podéis volver a leerlo/rejugarlo tantas veces como queráis, pero siempre de una ruta en una. Si habéis ganado a la primera, podréis ver cuales eran las otras opciones y buscar otras rutas correctas. Si a la primera falláis, siempre podéis lograrlo a la segunda. O a la tercera. De eso va esto. Después de que todo esté claro, os dejo con una pequeña sinopsis y luego el capítulo.
Sinopsis:
Sois un exalumno de Canterlot High que de una manera u otra ha acabado trabajando en una peculiar agencia de detectives, peculiar por sus miembros. Después del horrible asesinato de la directora Celestia en su propio instituto, se acusa de ello a Luna, quien os contrata para demostrar su inocencia. ¿Podrás tú, lector, resolver el asesinato? Tendrás que desentrañar el misterio que oculta el ahora más peligroso instituto de Canterlot High.
Primer acto: El asesinato de la directora Celestia.
Spoiler:
Es un día tranquilo, como todos. Hace bastante frío, lo que te ha obligado a llevar bastante ropa. Es diez de Enero, un domingo como otro cualquiera. Un día tranquilo.
La tranquilidad es algo a lo que estás acostumbrado y a la vez no. En parte lo estás, porque el lugar de trabajo al que te diriges cada día es la tranquilidad edificada, por así decirlo, y es mérito absoluto de tus particulares compañeros de trabajo.
Por otra parte, esto es una ironía en sí misma, puesto que en realidad, tu trabajo debería ser de todo menos tranquilo, en los casos habituales. No es que siempre sea serio y peligroso, pero tampoco es algo que nunca ocurra.
Llegas algo pronto, unos quince minutos, más o menos, pero aún así, sabes que tus compañeros estarán ahí como todos los días, puesto que sin duda se toman su trabajo en serio, están entregados a él.
Das la vuelta a la esquina para entrar a una calle que por poco se libra del apelativo de callejón, y te paras en frente de unas escaleras que llevan directamente al segundo piso de un edificio pintoresco. El piso inferior está compuesto en su totalidad de una pequeña tienda de alimentos y otros productos varios de diversa índole, que habitualmente se usan en el día a día. Un pequeño supermercado, por así decirlo. La tienda se ve modesta y antigua, al igual que su propietario, un hombre mayor que pasa la mayor parte de sus días sentado en la caja, leyendo y releyendo un periódico distinto cada día, con un crucigrama distinto cada día, que de cualquier forma, por lo que sabes, nunca es capaz de resolver.
Las escaleras que subes en este instante son viejas, sí, pero están mimadas y cuidadas, pues todos los días, como bien has visto ya, son limpiadas con esmero para que den buena impresión a posibles clientes. Clientes, sí, los clientes de la agencia. Cuando ya estás llegando al segundo piso, tras girar en la escalera hacia tu izquierda, divisas el cartel que bien conoces. Un pequeño cartel que anuncia una igualmente pequeña agencia de detectives e investigadores privados. El cartel reza “Agencia de detectives La paz”, nombre que te es tremendamente familiar. Y no por nada precisamente. Desde hace poco tiempo estás trabajando ahí como ayudante, al fin y al cabo.
Nada más alcanzar la puerta, das tres golpes muy flojitos, como de costumbre, y esperas pacientemente. Unos quince segundos después, ves como la puerta se abre y te topas con una cara tan familiar como el cartel, pues en tu memoria el mismo tiempo. Una cara inexpresiva donde las haya. Desde que la conociste, nunca has divisado una sonrisa, un ceño fruncido o siquiera una ínfimamente detectable mueca. Nada. Además, solo habla cuando es estrictamente necesario. Pero eso es la norma por aquí, literalmente.
Cuando hiciste esta entrevista de trabajo, lo que más te llamó la atención no fue la dejadez de la entrevistadora, el sueldo o las horas de trabajo, si no el hecho de que una de las condiciones indispensables del trabajo es precisamente mantener el silencio en la medida de lo posible. Esto, hasta dónde sabes, es simplemente por preferencia de los trabajadores de la agencia, que se sienten muy cómodos con ese ambiente.
La que tienes frente a ti en este instante es la más habladora de todos, y también la jefa de la agencia.
-Buenos días, Maud.
-Buenos días.
Tras ese corto intercambio de saludos formales, entras al lugar, para encontrarte lo que, después de tan poco tiempo, ya podría calificar como “lo de siempre”. Como siempre, puedes encontrar a una joven de pelo rosa bastante largo en la esquina más apartada, que mientras trabaja, acaricia a un conejo con cara permanentemente aburrida. Como siempre también, puedes observar al único entre tus compañeros que es un hombre, con una concentración digna de admirar en lo que hace. Y, como siempre, puedes ver a una chica aún más joven que la anterior, con un claro a parecido a la jefa, ayudando al anteriormente mencionado compañero, siempre en silencio, pero con una casi imperceptible y tímida sonrisa, que escaparía a cualquiera que no se fije bien.
El ambiente siempre es el mismo, y la mejor forma de definirlo es, al fin y al cabo, silencioso. Como un cementerio. No es que sea algo malo, ni tampoco bueno. No es un silencio incómodo, o molesto. Para nada. Es un silencio habitual. Es un silencio natural.
El cómo empezaste a trabajar en una agencia de detectives es algo que aún a día de hoy te sigues preguntando y a lo que le das bastantes vueltas, pero tampoco muy seriamente.
Intentas concentrarte en tu trabajo, pero aún te viene a la mente aquella noticia de hace dos días. Una funesta noticia. Tú, como todos los presentes, eres joven. Y tú, como todos los presentes, estudiaste en Canterlot High. Y por último tú, como todos los presentes, tuviste como directora a la, ahora nacionalmente conocida, directora Celestia. El problema que ronda tu mente viene del motivo por el que es conocida. A algunos les caía bien la directora Celestia, y a otros no tanto. Tú mantenías una opinión indiferente sobre el asunto, es la directora y ya está. Pero sabes que, tuvieras la opinión que tuvieras de ella, no se merecía ser brutalmente asesinada en la biblioteca de su propio instituto.
Pero había una noticia aún peor que salió ayer por la tarde, como actualización del caso. Ha sido puesta en custodia en base a una más que considerable cantidad de pruebas circunstanciales, como principal sospechosa y a espera de juicio, a su hermana, la subdirectora Luna. La subdirectora Luna siempre ha sido cuestionada por sus estrictos métodos de enseñanza, y se la conocía en el instituto por no pasar ni una. Ella nunca ha sido tu amiga, es imposible considerarla como tal para ti, y tampoco te caía particularmente bien. No la conocías tanto como probablemente lo hacía su hermana, ni mucho menos, pero sabes una cosa, y es que tu instinto te dice que no es una asesina, y mucho menos sería capaz de matar a su propia hermana.
Prestas atención a tus compañeros, porque te gustaría saber su reacción. Hasta el momento nadie ha dicho nada, ni hablado del tema, pero eso realmente hubiera sido una utopía inimaginable. Si no sacas el tema, es realmente improbable que alguien diga algo, casi imposible. Es la esencia de esta agencia. El silencio.
Decides romper dicha esencia de una manera poco habitual. Enciendes la pequeña televisión y pones las noticias. Para no perturbar demasiado el aura, la pones con el volumen al mínimo, y aún así parece alta aquí.
Después de unos ocho minutos de noticias poco importantes, dan las en punto y el ciclo se repite, como viene siendo habitual. Un atentado en un país bastante lejano. Un incendio en un edificio de Nueva York. Un derrumbamiento que acaba con la vida de tres alpinistas. Un asesinato en un instituto. Cuando suena esto último, notas como el ambiente cambia repentinamente. El silencio, antes absoluto, se acompaña ahora por una respiración que antes prácticamente imperceptible y ahora se ha agitado muy ligeramente, pero se ha agitado. Alguien coge aire, brevemente, y se oye una tos. Todo suena al mismo tiempo, pero en vez de eclipsar un poco el sonido de la televisión, parece como si este hubiera aumentado naturalmente.
La noticia habla sobre como va el caso, como avanza y que se sabe de nuevo, pero esto no capta tu interés. Tu concentración se centra, más que en la noticia, en las reacciones de tus colegas a ella. Ellos también estudiaban allí, como tú.
Puedes observar que a la jefa es a la que le pertenece la, ligeramente, más agitada respiración, pero es el único cambio puedes ver en su actitud. No parece ni haber mirado. La reacción de Big Mac es inexistente. Sigue su trabajo como si nada hubiera pasada. Sin embargo, a Marble no le sucede lo mismo. Su pequeñisima sonrisa se ha desvanecido completamente, y sus ojos, más serios y con el ceño ligeramente fruncido, siguen principalmente centrados en las papeles que tiene delante, pero un alguna vez has podido notar que da una mirada rapidísima a la televisión, luego a Big Mac, y luego vuelve a sus papeles. Fluttershy parecía ni haberse dado cuenta, pero tras mirar la noticia durante un segundo, ves algo raro. La miras, y ella te mira, y notas que tiene los ojos cristalinos. Luego de eso, se levanta sin mediar palabra y entra al baño.
Cuando pasa la noticia, apagas la televisión ganándote las miradas de los tres que quedan en la habitación, que se desvían de vuelta a sus trabajos un instante más tarde. Unos nueve minutos después, Fluttershy vuelve del baño, pero sin decir nada se sienta en su sitio. Tampoco ha vuelto a acariciar a Angel.
Después de un buen rato, oyes que llaman a la puerta, lo cual es algo realmente inusual. Te levantas a abrir, porque tu escritorio es el más cercano y además eres el ayudante. Abres la puerta y ves a un hombre trajeado, con una cara seria y un maletín en la mano derecha. Parece tranquilo a pesar de que sus pantalones están muy mojados. Aunque ahora mismo no llueva, si que estuvo cayendo una buena de madrugada, lo que explica los charcos en el suelo y las manchas de agua, aunque sí te fijas en que sus manchas llegan más arriba que las tuyas.
-Buenos días. Agencia La paz, ¿Cierto?
-Buenos días. Sí, es aquí. Pase, por favor.
Tiene un tono realmente mecánico y practicado. Tu voz la notas ronca, por la falta de actividad reciente.
El recién llegado se sienta frente al escritorio de la jefa, como le has indicado, y empiezan una charla. Bueno, una charla en la que uno habla y la otra escucha. El tono de voz del hombre es pausado, tranquilo. Sus maneras, muy formales. No puedes escuchar la conversación del todo, porque la lluvia acaba de volver a empezar, y sumado al hecho de que habla realmente bajito, cuesta oírlo todo, pero sí que captas ciertas palabras clave. “Trabajo, abogado, visita, subdirectora e inocencia.” Tras unos minutos de charla, el abogado se retira, y la jefa se dirige a vosotros.
-Era el abogado de Luna. Quiere que la visitemos para que nos comente un trabajo. Iré a verla en quince minutos-dijo Maud justo antes de mirarte directamente a los ojos-, y tú me acompañarás.
Sin decir nada más, se sentó durante quince minutos exactos, y después de eso partís.
Llegáis a la comisaría, y tras unas palabras de la jefa con un policía que parecía conocer, y al que no puedes ver bien, os dejan pasar. Os encontráis con una escena lamentable. Una Luna abatida y visiblemente cansada mira sin ver hacia delante, sentada. Tiene los ojos visiblemente enrojecidos y con unas ojeras grandes. Antes de ir hacia ella, la jefa te mira.
-Toma nota de todo.
Asientes, y acto seguido sacas tu pequeño bloc de notas con tu bolígrafo de bolsillo para anotarlo todo palabra por palabra.
A Luna se le ilumina la cara muy brevemente al veros.
-Me alegro de veros...
Devolvéis su saludo. Sin rodeos, Luna empieza a hablar.
-Seré sincera desde el principio para que podáis ayudarme lo máximo posible. He acudido a vosotros porque os conozco. Sé que nunca he sido el tipo de profesora que es amiga de sus alumnos, pero creo que me conocisteis los bastante como para saber que nunca haría algo como de lo que me acusan. Quiero contratar vuestros servicios.
Mantiene la voz firme.
-Muy bien-dice Maud-, necesitaremos tu testimonio completo.
Tras unos veinte minutos, os retiráis de la comisaría y volvéis a la agencia. Nada más llegar, y sin siquiera saludar, la jefa vuelve a hablaros a todos.
-Mañana iremos a Canterlot High y pediremos la colaboración del director temporal. Hemos sido contratados para demostrar la inocencia de Luna.
Y sin una palabra más en todo el día, terminas la jornada laboral.
Al día siguiente, te levantas y te propones, como cada mañana, pero te das cuenta de que te ha llegado un mensaje de tu jefa, indicando que tenéis que ir directamente al instituto.
Llegas allí y ves a todos tus compañeros de trabajo, bien abrigados y con las mismas caras de siempre. Es como si estuvierais en la agencia, pero sin estar en la agencia.
-He hablado con el director, y nos dejará investigar. El crimen se cometió en la biblioteca, así que allí es donde nos dirigimos.
Entráis a la biblioteca y veis que no hay nadie dentro. En el cartel de la puerta observas que aparece el horario, de nueve a nueve. Las clases empiezan a las ocho y media, y tu reloj marca las ocho y tres minutos.
-El director me ha dado tres horas y media en las que nadie entrará a la biblioteca. A partir de ese momento, abrirán. Antes de pasar a los detalles del crimen, es decir, lo que sabemos y sospechamos, examinaremos el supuesto lugar del crimen. El cuerpo fue hallado aquí-dijo la jefa mientras señala el centro exacto de la sala-, y por el momento buscaremos pruebas que la policía haya podido pasar por alto. Tendremos acceso al informe de policía más adelante.
La jefa era igual que siempre, pues cuando se trata de investigar, es cuando puedes realmente oírla hablar. Además, aunque hable de temas escabrosos, nunca cambia de expresión.
Tras sus palabras, os ponéis a investigar la biblioteca a fondo, separados unos de otros para cubrir más terreno.
Después de unos cuarenta minutos, aproximadamente, y sin encontrar nada, percibes un sonido muy débil, pero audible desde donde estás ahora mismo. Te asomas por la estantería, y ves a Big Mac y a Marble salir juntos de la biblioteca, y se nota que intentan hacerlo lo más sigilosamente posible. Puedes darte cuenta de que no han cerrado la puerta del todo para que no haga ruido, pero que desde lejos parece cerrada. Pasará tiempo hasta que los demás se den cuenta de que no están, por la cantidad de estanterías que hay.
¿Deberías seguirlos silenciosamente y ver qué se traen entre manos, o sería mejor quedarse en la biblioteca buscando posibles pruebas?
Opción 1: Seguirlos sigilosamente.
Opción 2: Seguir buscando en la biblioteca.
Una aclaración porque me han preguntado Esto NO es rol. No hay que interpretar nada. No tenéis que publicar lo que habéis elegido(aunque podéis hacerlo), y agradecería que no pongáis vuestras sospechas, cada uno que juegue solo que es más divertido. Simplemente, en cada capítulo nuevo, pondré la misma cantidad de textos que opciones había en el anterior, y tendréis que leer el que corresponda a la opción que habéis elegido. Simple, ¿Verdad?
Los milagros no son gratuitos.
La ignorancia a veces puede significar felicidad, y en este caso, la nuestra resulta ser una verdadera bendición.
De hecho, es justo al contrario. Estar en el lugar donde mataron a un ser querido te saca sentimientos, es normal que, en un equipo así, se hayan ido con disimulo a consolarse
Tenéis tiempo para decidir, puesto que tardaré en escribir cada capítulo dado que cada vez se dobla el número de trabajo que tengo que hacer. Os lo podéis tomar con calma
Los milagros no son gratuitos.
La ignorancia a veces puede significar felicidad, y en este caso, la nuestra resulta ser una verdadera bendición.
En la vida real, tendrías toda la razón, Sasir. Pero esto es un fic, al fin y al cabo. Y si no hemos encontrado nada más que eso en los últimos 40 minutos, creo que nos está indicando que es algo importante para la narración. Hay una regla, y es que todo lo que se escriba y las acciones que suceden están ahí para algo y han de ser usadas. Puede que sea un red herring de esos, pero prefiero arriesgarme. Al fin y al cabo, siempre podremos volver a la biblio, ¿no? Pero seguir a esos dos, no creo que sea tan fácil. Quizá sepan algo que nuestro personaje no.
Es básicamente cuando un autor de misterio utiliza un "movimiento de distracción", que te enseña algo que luego es irrelevante. Es un recurso literario muy habitual en ficción detectivesca.
Los milagros no son gratuitos.
La ignorancia a veces puede significar felicidad, y en este caso, la nuestra resulta ser una verdadera bendición.
agustin47 escribió en 21 Ene 2016, 11:58:Es básicamente cuando un autor de misterio utiliza un "movimiento de distracción", que te enseña algo que luego es irrelevante. Es un recurso literario muy habitual en ficción detectivesca.
Más el autor nos ha dado una pista crucial. Lo comento porque muy posiblemente no vuelva a hacerlo en el futuro (La gente tiene la malsana costumbre de aprender de sus errores. Mal mal...)
¿Qué mierdas hace Fluttershy trabajando ahí? La premisa pinta muy interesante, siendo como soy un fan de los libros de "Elige tu propia aventura" y el concepto de las visual novel. Te va a dar un trabajo impresionante, por lo que te aplaudo por ello. Elijo quedarme en la biblioteca a investigar, dudo que esos dos sepan nada y no me apetece hacer de voyeur.
El Caos es la fuerza que mueve el universo. Es un gran error pensar que puede controlarse o eliminarse.
Esto NO es rol. No hay que interpretar nada. No tenéis que publicar lo que habéis elegido(aunque podéis hacerlo), y agradecería que no pongáis vuestras sospechas, cada uno que juegue solo que es más divertido. Simplemente, en cada capítulo nuevo, pondré la misma cantidad de textos que opciones había en el anterior, y tendréis que leer el que corresponda a la opción que habéis elegido. Simple, ¿Verdad?
