La verdad es que no ha sido el día más tranquilo de la historia, no nos vamos a engañar. Primero la guardia, luego Grey(creo que ya es su nombre oficial), luego prisionero y luego Fluttercord confirmed. Menuda tardecita, j*der.
Ya me estaba yendo para casa, a ver si Flash seguía vivo o qué, y además rezando para no encontrarme ni con Fresh, ni con Grey, ni con la loca, ni con la tsundere. Me tienen ya entre todas la cabeza loca. Parezco el prota de un harem sin las ventajas de ser el prota de un harem. No veo tropezones que acaban con dos metiéndose mano sin querer, situaciones ecchi random y similares. Lo que sí veo es a una loca con un cuchillo, a una tsundere, a una que parece que cada vez me odie más y a la que no suelta una palabra ya le corten la cabeza. Que se acabe ya todo...
Cuando llegué a casa, abrí la puerta como si nada ocurriera. Y efectivamente, nada ocurrió. Flash estaba dentro, durmiendo en su habitación. Por lo demás, la casa estaba completamente vacía, y ordenada. Creo que Grey se tomó la molestia de ordenar la casa antes de irse. Que considerado de su parte, que mona. Bueno, pues creo que me voy a ir a dormir yo también y tal...
De repente, escuché fuera un griterío curioso.
Malditos ponis, que se alteran por la más mínima gilipollez. Flash se despertó, y frotándose la cara(no sé como demonios te frotas los ojos con un casco, misterios de MLP), me miró con una cara interrogante.
-No tengo ni pajolera idea de por qué gritan, pero conociendo este pueblo, nada bueno puede ser. Y mañana me toca curro, osea que más vale que sea algo importante, al menos.
Flash se quedó mirando al vacío un segundo, para proceder con un bonito encogimiento de hombros fácilmente interpretable como “me importa una p*ta mierda”.
-Yo no puedo salir, ya sabes. Echa un vistazo tú si quieres, y me avisas si es algo peligroso.
No te mojas ni lo mínimo, ¿Eh cabrón? En fin, en realidad tiene razón. Creo que lo mejor será que salga y eche un vistazo.
Salí por la puerta, porque por la ventana está como que difícil, y me encontré con un grupo de ponis alrededor de algo. O alguien. También vi a la zorra de Twilight volando, al lado de...
Oh, j*der, ¿Es eso lo que creo que es?
Me acerqué para escuchar lo que estaban diciendo, puesto que tenía bastante curiosidad.
-Me alegra darte la bienvenida, como princesa de la amistad, a Ponyville. No eres la primera de tu raza en estar aquí, pero entiendo que esto no debe ser nada fácil para ti. Tu objetivo de aprender lo que es la magia de la amistad, aún siendo tan diferente de nosotros, los ponis, es admirable. Me enorgullezco de poder enseñarte todo lo que sé, y de poder transmitir mi saber a otras culturas, además de la poni.
Hubo bastantes aplausos por parte de los ponis, aunque algunos seguían estando bastante asustados. Normal, por otra parte. No todos los días se ve a una dragona en un pueblo de ponis. Me recuerda a los dragones del capítulo de Spike, el de el volcán y tal. Dios, que mierda de capítulo. Pero en fin, es bastante más grande que un poni, aunque obviamente aún le falta un montón para ser una dragona adulta. Eso no es más que motivo de alegría, porque tener a una dragona adulta... no iba a ser fácil.
-Por desgracia, me acaban de informar de que la casa en la que te ibas a alojar ha sido ocupada recientemente, y no tenemos otra disponible...
La cara de Twilight era tranquila, y eso es raro. La Twilight de siempre estaría jodidamente neurótica y asesinable si algo iba tan mal en su plan. Pero claro, ya no sé que esperarme de este mundo.
La dragona mantenía un gesto sereno e imperturbable, que no hacía más que demostrar el ya denotado orgullo de la raza de los dragones.
-Estamos buscando un método para solucionar el tema del alojamiento, y mientras tanto podrás quedarte en la casa de Applejack. Ahora mismo estamos dedicando la mayor parte del tiempo a la búsqueda de un peligroso criminal,
Así que es eso... Como has cambiado, Twilight, tú antes molabas.
Un casco se levantó entre la multitud, lo que llamó la atención de la princesa de la amistad.
Era de alguien a quien yo conocía. Alguien que ya había visto antes, y que había demostrado que me odia un poco. O bastante.
Fresh se adelantó, y haciendo honor a su nombre, me miró con una sonrisa que haría que el Joker, Maiko y el amigo del prota de Toradora cuyo nombre me es imposible recordar, se levantaran y aplaudieran al unísono.
-Princesa, la verdad es que yo conozco a la persona que se ha alojado en esa casa. Es un amigo mío que llegó hace poco al pueblo, y como favor especial le he dejado vivir en mi casa un mes hasta que consiguiera rehacerse un poco.
No. No serás así de hija de p*ta, ¿Verdad?
-Por lo que me consta, está viviendo solo, con lo que, estoy seguro que como favor especial hacia mí, que tanto le he ayudado, y hacia la princesa, no le importaría dejar vivir en su casa, que es de dos habitaciones, a nuestra importante invitada. ¿Verdad?
Me miró con una sonrisa, que dolorosa e irónicamente debo admitir, es fresca y hermosa. Aunque de hija de p*ta, sin duda.
-¿En serio?¿Lo harías?
Me cago en...
-Eh... bueno... Es cierto que vivo solo... Yo... ¡Está bien, lo haré!
Twilight sonrió radiantemente ante esto, pero yo sentí que mi mundo se tambaleaba. Nuevamente. Pobre Flash, la que le acabo de liar.
-Bueno, pues, como se hace tarde... ¡Le enseñaré la casa a la invitada, ya podéis iros!
Y sin pensarlo dos veces, la cogí de la garra y la llevé a mi casa rápidamente. Ni siquiera me di cuenta hasta un par de segundos después, que era una dragona, que era grande, y que tenía pinta de cabrearse fácilmente. Esto no va a salir bien.
Nada más entrar en la casa cerré la puerta con todos los candados posibles, y me fui girando hacia ella.
-Mira, solo te pido una-
Cuando la miré... Estaba roja como un tomate. Y tenía una expresión totalmente distinta. Vale, eso no me cuadra.
-¿Estás bien?
-S-sí, es q-que... Es l-la primera vez que m-me toca un poni, así que...
¿Pero qué me estás contando?¡¿Qué es esa actitud de damisela pura?!¡No le pega nada!
-Bueno, lo que sea... Mira, hay una condición para que te quedes, así que escucha bien.
Dio un pequeño respingo.
-¡S-sí!
Oh, Dios, es adorable.
-Te contaré algo. No vivo solo, hay alguien más aquí. Pero no se lo puedes contar a nadie. Nunca. Jamás de los jamases. ¿De acuerdo?
Ella asintió energéticamente.
-Va en serio, pasará algo muy malo si lo haces. ¿Me lo prometes?
Se volvió a sonrojar.
-S-sí...
-Bien, perfecto.
Una menos, ahora queda lo difícil.
-Flaaaaash, tengo una noticia nuevaaaaaaa. Te vas a reír con esto...