[ROL] El fin de los ponis (PARTIDA) (COMPLETO)

[McDohl]

Los ojos de Quaver Note brillaron al comprobar que Gertrud parecía predispuesta a buscar nuevos espectadores.

Y así fue: los grifos carceleros que al parecer relevaban a sus compañeros aparecieron al poco, seguidos de un par de curiosos más. Algunos parecían escépticos ante la espectativa de ver a una prisionera entonar una pieza de su folklore, pero sus dudas se tornaron en sorprendidas miradas tan pronto como la unicornio empezó a cantar. No pasó mucho tiempo antes de que más grifos, Gorek entre ellos, se acercasen al oir la melodía entonada por Quaver Note, la cual se sentía mejor de lo que podía haber imaginado. Aquello era lo que le llenaba y le hacía sentirse plena: llevar la música y su historia a aquellos que agradecían escucharla. Algunos grifos parecían menos predispuestos a admitir que estaban disfrutando con su canto, pero sus ojos les delataban y eran claramente visibles en la penumbra de aquella mazmorra.

Penumbra que se vió contrarrestada cuando la Cutie Mark de Quaver Note empezó a brillar mientras entonaba el estribillo por última vez. Estaba terminando la última estrofa cuando Goldark, Golday y algunos grifos más hicieron acto de presencia.

Casi todos los grifos se hicieron a un lado para dejar pasar a su líder, pero la unicornio escrutó sus rostros, contastando que algunos sentían algo de decepción por haber cesado la música.

El tiempo diría si haber mostrado su talento musical ante más de una docena de grifos cambiaría de un modo u otro las tornas de su situación.

[Quetzal]

A pesar de las emotivas canciones de Quaver, Sharp seguía algo aislada en su mundo, decepcionada consigo misma y con Minerva.
Con el agua que le dieron y que ella misma ensució, al calentarla vio que empezaba a evaporarse. Mientras Quaver atraía la atención de los grifos, Sharp Eye se dedicó a recoger pacientemente todo el vapor que pudo con sus alas, que no fue poco, y lo compactó entre su cuerpo. Tenía consigo nubes.

Con ellas empezó a hacer figuras como si fuera arcilla para pasar el rato, entre ellas máquinas y herramientas que sólo vio en libros y fotografías, a los que muy posiblemente nunca volverían a la vida. En una de estas, le lanzó un nuboso boomerang a Minerbat, apuntando precisamente a su cabeza. Como era natural se descompuso al chocarla, pero la batponi sintió el golpe.
Su regocijo no duró mucho, pues atrajo la atención de uno de los nuevos grifos que habían acudido a las celdas convocados por la dulce canción de Quaver. Inmediatamente y con justificado enojo instó a la pegaso a que parara en nombre de Goldark.

Por suerte para ella, el grifo sintió cierta curiosidad por las maquetas que había fabricado con las nubes caseras. Ni corta ni perezosa, Sharp Eye procedió a explicarle emocionada cada una de las maravillas de Equestria reflejadas en sus nubes. Al grifo no le parecía hacer demasiada gracia el viejo mundo de los ponis, así que Sharp cambió de técnica y empezó a preguntarle acerca de los grifos y sus hazañas.
Eso sí que despertó el completo interés del grifo. Durante más de media hora, el grifo, que posteriormente se revelaría como Gunhild, la comentó henchido de orgullo las proezas, logros y conquistas de sus valientes antepasados, sin olvidarse de Griffonstore y de cómo el ídolo de bóreas trajo la más gloriosa era al imperio de los grifos. Sharp Eye escuchaba ensimismada, sin poder ni querer perderse una sola de sus palabras. Era un guerrero valiente como buen grifo que se apreciara, poco se parecía a Sharp, pero ella se sentía mejor con una sóla persona que en un grupo. Como resguardada de la tormenta que constituía la pequeña fiesta que se montaba a su alrededor.

Al llegar Goldark con su séquito y parar la celebración, la mayoría se quedaron callados. Gunhild puso una ligera mueca de desagrado por la interrupción. Sharp preguntó por lo bajo al grifo acerca de su líder:
"¿Por qué está tan interesado con eso?"

[Pandora]

Minerva leyó y releyó el cuaderno varias veces, con calma, mientras escuchaba el hermoso canto de Quaver. Poco a poco un montón de grifos se congregaron tras la jaula, escuchando la hermosa melodía que al parecer era un antiguo cántico grifo.

"Ugh, estoy demasiado harta de tantos pajarracos mirando."

"Grifos... Ellos nos capturaron. Mi cuaderno no sirvió."

"Premio."

"Después no sé qué pasó... Me duele la cabeza."

"Recuerda despacio. Les engañamos para recuperar el cuaderno, pero ahora la treta debe continuar. ¿Recuerdas la trola del cuaderno?"

"Sí... Algo de un cuaderno secreto, ¿sí?"

"Premio otra vez. No hay prisa, ve recordando despacio. Vaya a ser que te de algo raro en el cerebro y nos quedemos para allá"

"Debo contarle a Goldark dónde se encuentra el cuaderno."

"Premio gordo. Procura ser natural. Nada de esas florituras inservibles de antes."

De repente Goldark hizo aparición, preguntando a Minerbat el paradero del cuaderno. Ésta cambió para tomar control de su cuerpo.

-Debo consultarlo un momento -acto seguido se quedó quieta, con los ojos cerrados, como si fuera una estatua-. Minerva dice que se encuentra situado más o menos al este desde esta posición, a muchos ciclos de distancia. Sin embargo... Dice que no recuerda la localización exacta. Aun así, dice que la última vez que lo cambió de sitio guardó la localización en unos documentos en casa de la familia Good Hope. Si tal vez pudiéramos comunicarme con la que se hace llamar Pajarillo, podría pedirle las coordenadas exactas. Ella, por supuesto, no tendría idea de qué información nos estaría dando.

[Volgrand]

Minerva leyó y releyó el cuaderno varias veces, con calma, mientras escuchaba el hermoso canto de Quaver. Poco a poco un montón de grifos se congregaron tras la jaula, escuchando la hermosa melodía que al parecer era un antiguo cántico grifo.

"Ugh, estoy demasiado harta de tantos pajarracos mirando."

"Grifos... Ellos nos capturaron. Mi cuaderno no sirvió."

"Premio."

"Después no sé qué pasó... Me duele la cabeza."

"Recuerda despacio. Les engañamos para recuperar el cuaderno, pero ahora la treta debe continuar. ¿Recuerdas la trola del cuaderno?"

"Sí... Algo de un cuaderno secreto, ¿sí?"

"Premio otra vez. No hay prisa, ve recordando despacio. Vaya a ser que te de algo raro en el cerebro y nos quedemos para allá"

"Debo contarle a Goldark dónde se encuentra el cuaderno."

"Premio gordo. Procura ser natural. Nada de esas florituras inservibles de antes."

De repente Goldark hizo aparición, preguntando a Minerbat el paradero del cuaderno. Ésta cambió para tomar control de su cuerpo.

-Debo consultarlo un momento -acto seguido se quedó quieta, con los ojos cerrados, como si fuera una estatua-. Minerva dice que se encuentra situado más o menos al este desde esta posición, a muchos ciclos de distancia. Sin embargo... Dice que no recuerda la localización exacta. Aun así, dice que la última vez que lo cambió de sitio guardó la localización en unos documentos en casa de la familia Good Hope. Si tal vez pudiéramos comunicarme con la que se hace llamar Pajarillo, podría pedirle las coordenadas exactas. Ella, por supuesto, no tendría idea de qué información nos estaría dando.

—¿Y cómo piensas comunicarte con esa tal Pajarillo? Vaya nombres gastan los ponis —comenta, levantando alguna risa—. Creo que tengo un buen plan, ¿dónde queda la casa de la familia esa? Iremos a hacerles una visita.

El comentario viene acompañado por una sonrisa que no presagia nada bueno. De los grifos que hay reunidos, hay bastantes que no parecen acompañarla.

------Siguiente mensaje escrito en: 08 Mar 2016, 01:52 . Beep!------

A pesar de las emotivas canciones de Quaver, Sharp seguía algo aislada en su mundo, decepcionada consigo misma y con Minerva.
Con el agua que le dieron y que ella misma ensució, al calentarla vio que empezaba a evaporarse. Mientras Quaver atraía la atención de los grifos, Sharp Eye se dedicó a recoger pacientemente todo el vapor que pudo con sus alas, que no fue poco, y lo compactó entre su cuerpo. Tenía consigo nubes.

Con ellas empezó a hacer figuras como si fuera arcilla para pasar el rato, entre ellas máquinas y herramientas que sólo vio en libros y fotografías, a los que muy posiblemente nunca volverían a la vida. En una de estas, le lanzó un nuboso boomerang a Minerbat, apuntando precisamente a su cabeza. Como era natural se descompuso al chocarla, pero la batponi sintió el golpe.
Su regocijo no duró mucho, pues atrajo la atención de uno de los nuevos grifos que habían acudido a las celdas convocados por la dulce canción de Quaver. Inmediatamente y con justificado enojo instó a la pegaso a que parara en nombre de Goldark.

Por suerte para ella, el grifo sintió cierta curiosidad por las maquetas que había fabricado con las nubes caseras. Ni corta ni perezosa, Sharp Eye procedió a explicarle emocionada cada una de las maravillas de Equestria reflejadas en sus nubes. Al grifo no le parecía hacer demasiada gracia el viejo mundo de los ponis, así que Sharp cambió de técnica y empezó a preguntarle acerca de los grifos y sus hazañas.
Eso sí que despertó el completo interés del grifo. Durante más de media hora, el grifo, que posteriormente se revelaría como Gunhild, la comentó henchido de orgullo las proezas, logros y conquistas de sus valientes antepasados, sin olvidarse de Griffonstore y de cómo el ídolo de bóreas trajo la más gloriosa era al imperio de los grifos. Sharp Eye escuchaba ensimismada, sin poder ni querer perderse una sola de sus palabras. Era un guerrero valiente como buen grifo que se apreciara, poco se parecía a Sharp, pero ella se sentía mejor con una sóla persona que en un grupo. Como resguardada de la tormenta que constituía la pequeña fiesta que se montaba a su alrededor.

Al llegar Goldark con su séquito y parar la celebración, la mayoría se quedaron callados. Gunhild puso una ligera mueca de desagrado por la interrupción. Sharp preguntó por lo bajo al grifo acerca de su líder:
"¿Por qué está tan interesado con eso?"

Gunhild te mira con cara de sorprendido.

—¿Que por qué? ¿Qué hay más importante que resucitar al dios Sol?

[Quetzal]

La pegaso mira al grifo ante esa respuesta de pregunta:
"Todos queremos que vuelva el sol. Apenas recuerdo nada, pero no se me olvidará la vez en que..." Se queda un momento callada, rememorando al astro rey junto con su hermana y sus padres. Sus ojos se empañan un poco, pero aparta la mirada. "Cosas. Pero él sólo quiere eso. ¿Qué es más importante que resucitar al sol? Pues que quede algo que pueda disfruar de él cuando vuelva. Si por él fuera seguro que no dejaría nada con vida. Por no decir que no duda en creer a esa vamponi un segundo. ¿Y si os lleva a una trampa? Ha demostrado lo retorcida que puede llegar a ser. ¿Sacrificarías a tus compañeros por por un impulso así, casi un desvarío? Sus motivos son nobles, pero parece que su obsesión le ha vuelto demasiado obcecado... No tiene por qué ser todo con o contra él."

[Volgrand]

La pegaso mira al grifo ante esa respuesta de pregunta:
"Todos queremos que vuelva el sol. Apenas recuerdo nada, pero no se me olvidará la vez en que..." Se queda un momento callada, rememorando al astro rey junto con su hermana y sus padres. Sus ojos se empañan un poco, pero aparta la mirada. "Cosas. Pero él sólo quiere eso. ¿Qué es más importante que resucitar al sol? Pues que quede algo que pueda disfruar de él cuando vuelva. Si por él fuera seguro que no dejaría nada con vida. Por no decir que no duda en creer a esa vamponi un segundo. ¿Y si os lleva a una trampa? Ha demostrado lo retorcida que puede llegar a ser. ¿Sacrificarías a tus compañeros por por un impulso así, casi un desvarío? Sus motivos son nobles, pero parece que su obsesión le ha vuelto demasiado obcecado... No tiene por qué ser todo con o contra él."

Gunhild no llega a responder, pero te mira como si hubiera considerado tus palabras. Después se retira cuando Goldark llega y empieza a hablar.

[agustin47]

Después de presenciar la escena, Golday se queda pensativo un momento, y después acerca la cara hasta la oreja de su padre, susurrando algo que para los ponis es inaudible.

[Volgrand]

Después de presenciar la escena, Golday se queda pensativo un momento, y después hacerca la cara hasta la oreja de su padre, susurrando algo que para los ponis es inaudible.

El líder del culto escucha a su hijo y dice:

—Debiste decírmelo antes. Ve a buscarla.

[agustin47]

Golday sale rápidamente de la sala.

[Volgrand]

Un rato después Golday vuelve a las mazmorras portando algo en la mano. En seguida lo reconocéis como la radio que os había dado Pajarillo para comunicaros. Goldark la toma entre sus garras y, tras darle unas cuantas vueltas, pregunta:

—¡¿Y se puede saber cómo se usa esto?! Y además, ¿qué vas a decirles? ¿Y esa tal "pajarillo" cómo puede saber las coordenadas del cuaderno, si no sabe de qué se trata?

[agustin47]

Golday se acerca a Goldark nuevamente y vuelve a susurrar en su oído, con una cara que denota algo de impaciencia.

[Quetzal]

Viéndose sola y no objeto de atención de nuevo, Sharp recoge todas sus figurinas y maquetas de nubes y se las guarda bajo el ala para no levantar intereses no buscados. Un modelo de un helicóptero diminuto se lo mete en la boca para mascarlo como un chicle, el resto como una no muy grande pelota bajo su ala que aprieta como una bola anti estrés.

"Esta espera es exasperante." susurra para sí, justo antes de sentir un gruñido en la panza. "Y me muero de hambre, a este paso no sé si me matarán antes los grifos o mis jugos estomacales."
Aunque por supuesto, el hambre no era la más urgente de sus necesidades biológicas.

[HeyThereNana]

Nana estaba pensando cuando a sus oídos llegó la conversación que los grifos estaban teniendo entre ellos. Solía pasarle, lo de oir conversaciones sin apenas esforzarse, pero esta vez tuvo que esforzarse en no sonreir. "Lo que creo que sería buena idea es que los ponis hablen con el tal "pajarillo" ....les digan que van para allá para recoger el cuaderno... Si sus amigos les dicen que van a buscar algo, no sospecharán. O quizá... código oculto, o algo". Había demasiados grifos cerca como para comunicarlo a sus amigos, tenía que pensar. Sería demasiado obvio intentar llamar la atención de sus compañeros, ya fuera con ruidos o moviendo el cuenco de agua, que era el único objeto a su alcance.

Tenía que ser silenciosa. Como Mad o Quaver. Ellos se decían las cosas sin palabras, y la verdad, es que después de tanto tiempo con ellos, Nana pensó que podría imitarlos. Quizá fuera una buena forma de ponerse en contacto con ellos. Así pues, empezó a gesticular, en silencio, intentando llamar la atención de alguien. Quaver se giró hacia ella, con cara de preguntar qué pretendía hacer. Con mucho esfuerzo, Nana trasladó mediante gestos a su compañero lo que había oído, utilizando tantos de los símbolos de su lenguaje como recordaba e inventando otros.

[McDohl]

Quaver Note empezó a preocuparse al ver la siniestra sonrisa en las facciones de Goldark. Ahora mismo la veracidad sobre la existencia del cuaderno de Minerva quedaba eclipsada por lo que se podía avecinar: el líder grifo estaba dispuesto a hacerse con cualquier pieza de información que fuese necesaria para traer de vuelta el sol y lo mas preocupante del asunto es que no se iba a detener ante nadie para conseguirlo, aunque eso implicase llevarse por delante todo lo que encontrase.

La unicornio escrutó el resto de caras de entre los grifos que se habían reunido allí. No hacía falta ser una maestra de la empatía para adivinar que a no pocos no les gustaba el plan de embarcarse en una expedición hacia terreno poco conocido para ellos y basándose en las simples directrices de una batponi bipolar: muchas hablaban entre si y prestaban poca atención al resto de presos en la celda.

Y fue por ello por lo que Nana trató de decirles algo, o eso parecía, pues a Quaver le costó unos segundos reparar en lo que estaba haciendo: estaba usando algunos de los gestos que la propia unicornio usaba para comunicarse con el resto. La penumbra de la mazmorra no le dejaba ver con claridad, pero entendió lo que quería decirles: "grifos querer que nosotros hablar con Pajarillo, así no sospechar".

Las pupilas de Quaver Note se dilataron. ¿De verdad pretendían que Minerva engañase a la familia Good Hope para que los grifos los pudiesen emboscar mejor? Aunque por otro lado, demostraba lo que venía pensando: no se mostraban propensos a correr riesgos, por lo que no parecían ser ni la mitad de fanáticos que su lider.

Eso podía ser una ventaja. No tenía claro como podía usarlo aun, pero el hecho de que fuesen más cautos de lo que parecía podía jugar a su favor.

Sin embargo, aun quedaba un cabo del que tirar. Quaver Note se había fijado en como Gertrud miraba a Nana cuando estaban encerrados en la celda y quizás notó algo más que simple compasión ante el cautivo. Quizás algo mas profundo y que no se apreciaba a simple vista. Por fortuna, la carcelera se encontraba cerca de Quaver Note, perdida en sus pensamientos. Aprovechando que Nana había dejado de gesticular, trató de llamar la atención de la guerrera grifo para después señalar a la pequeña y al mismo tiempo, gesticular con un símbolo que era mas que claro: maternidad. ¿Quizás Gertrud añoraba ser madre? Quaver Note había tratado las heridas del alma numerosas veces, pero nunca antes las de un grifo, aunque viendo sus comportamientos desde que habían sido encerrados, quizás no fuesen tan distintos de los ponis después de todo... ¿Quizás hubiese algo que pudiese hacer por sus captores que no estuviese relacionado directamente con la investigación solar? ¿Habrían heridas abiertas que nunca se habían tratado mientras Goldark mandaba sobre aquel contingente?

[Quetzal]

Sharp Eye se revolvió lo poco que podía en el sitio. De alguna forma la espera se le estaba haciendo eterna, aunque hubieran pasado sólo algunos minutos.
Resopla un poco molesta y pisa con sus cascos el suelo nerviosa. Rompiendo su reticencia propia de ella, tomaría las riendas en esta ocasión.

"Eh!" Grita a Goldark, poniéndose de pie e hinchando alas y plumas para parecer /mínimamente/ más grande y segura. "Esa parodia de pegaso no sabría hacer funcionar un tenedor, yo puedo llamar a Pajarillo por mí misma con esa radio, se más de eso que ninguno de los ponis aquí presentes."
Dicho eso, se mantiene firme y mirándole a los ojos.
"No sé de lo que estaba hablando y francamente no me importa, más allá que me ha tomado por estúpida. Déjame hacer el trabajo y lo haré." Y, como conclusión, se agacha de nuevo con sus cadenas en el suelo, mientras empieza a acicalarse las alas fingiendo despreocupación. "O esperala, es tu decisión, pero si se me necesita estaré aquí."