Al llegar al final del tunel, Romualda ve a un pequeño hombrecillo, sentado al lado de una hoguera y rodeado de más bichos de estos, este hombrecito se percata que esta encima de uno de esos bichos y le habla.
Preguntar quien es el y de paso pedir una rebequita, que el frío es muy malo.
"No se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos" "Pero ella le advirtió que no se dejara engañar por las apariencias, porque la belleza se encuentra en el interior"