[ROL] El fin de los ponis (PARTIDA) (COMPLETO)

[Pandora]

Minerbat enarca las cejas, mirando la penosa actuación de Sharp. Intentaba parecer despreocupada, pero se le veía a la legua que estaba a punto de echarse a temblar como un flan. Era evidente que quería la radio, pero si no medía sus actos se iban a quedar en nada, y toda su mentira se iría al traste. Por lo que había podido ir observando, no todos aquellos pajarracos estaban de acuerdo con su líder, y podían sacar ventaja de ello. La pregunta era cómo.

Resopló con burla, mirando a Sharp. El odio -según Minerva, irracional- de aquella pegaso por la batponi podría servir para algo esta vez.

-No me hagas reír. Si te cuesta disparar en condiciones tu propia arma, serías capaz de prender en llamas el comunicador con tan solo tocarlo -Minerbat esbozó la más amplia y brillante de sus sonrisas-. Además... Tú no sabes dónde está mí cuaderno. Bueno, el de Minerva. Ya me entiendes.

[Quetzal]

Eso hirió a Sharp Eye. Tanto que ni siquiera sentía enfado, sólo decepción.
Sus aficiones y juguetes, y su constante esfuerzo por aprender era lo único que evitaba que se cortara las venas. Y minerbat la había atacado en uno de sus valores internos. Y por mucho que fingiera, en el fondo ella también lo sabía. Minerbat era el monstruo en que la pegaso temía volverse, y esa parte de ella acababa de confirmarla eso.

En monotono, sin levantar casi la voz:
"Sí... Sí..." Se agacha de nuevo, enterrándose en sus patas. Un breve destello de esperanza se abrió paso entre sus labios, resistiéndose a ceder del todo. "Al menos sabrás que aquí abajo no hay cobertura, tendrías que salir fuera para hablar..."

Y ya vacía de significado, se desploma, sin siquiera poder llorar. Se sentía sola, nada de lo que hacía tenía sentido. Mira los trozos de metralla incrustados en sus infectadas patas. Sería tan fácil sacar uno y cortarse el cuello... olvidarse de todo, no sufrir más...

[Volgrand]

Sharp Eye se revolvió lo poco que podía en el sitio. De alguna forma la espera se le estaba haciendo eterna, aunque hubieran pasado sólo algunos minutos.
Resopla un poco molesta y pisa con sus cascos el suelo nerviosa. Rompiendo su reticencia propia de ella, tomaría las riendas en esta ocasión.

"Eh!" Grita a Goldark, poniéndose de pie e hinchando alas y plumas para parecer /mínimamente/ más grande y segura. "Esa parodia de pegaso no sabría hacer funcionar un tenedor, yo puedo llamar a Pajarillo por mí misma con esa radio, se más de eso que ninguno de los ponis aquí presentes."
Dicho eso, se mantiene firme y mirándole a los ojos.
"No sé de lo que estaba hablando y francamente no me importa, más allá que me ha tomado por estúpida. Déjame hacer el trabajo y lo haré." Y, como conclusión, se agacha de nuevo con sus cadenas en el suelo, mientras empieza a acicalarse las alas fingiendo despreocupación. "O esperala, es tu decisión, pero si se me necesita estaré aquí."

Minerbat enarca las cejas, mirando la penosa actuación de Sharp. Intentaba parecer despreocupada, pero se le veía a la legua que estaba a punto de echarse a temblar como un flan. Era evidente que quería la radio, pero si no medía sus actos se iban a quedar en nada, y toda su mentira se iría al traste. Por lo que había podido ir observando, no todos aquellos pajarracos estaban de acuerdo con su líder, y podían sacar ventaja de ello. La pregunta era cómo.

Resopló con burla, mirando a Sharp. El odio -según Minerva, irracional- de aquella pegaso por la batponi podría servir para algo esta vez.

-No me hagas reír. Si te cuesta disparar en condiciones tu propia arma, serías capaz de prender en llamas el comunicador con tan solo tocarlo -Minerbat esbozó la más amplia y brillante de sus sonrisas-. Además... Tú no sabes dónde está mí cuaderno. Bueno, el de Minerva. Ya me entiendes.

Eso hirió a Sharp Eye. Tanto que ni siquiera sentía enfado, sólo decepción.
Sus aficiones y juguetes, y su constante esfuerzo por aprender era lo único que evitaba que se cortara las venas. Y minerbat la había atacado en uno de sus valores internos. Y por mucho que fingiera, en el fondo ella también lo sabía. Minerbat era el monstruo en que la pegaso temía volverse, y esa parte de ella acababa de confirmarla eso.

En monotono, sin levantar casi la voz:
"Sí... Sí..." Se agacha de nuevo, enterrándose en sus patas. Un breve destello de esperanza se abrió paso entre sus labios, resistiéndose a ceder del todo. "Al menos sabrás que aquí abajo no hay cobertura, tendrías que salir fuera para hablar..."

Y ya vacía de significado, se desploma, sin siquiera poder llorar. Se sentía sola, nada de lo que hacía tenía sentido. Mira los trozos de metralla incrustados en sus infectadas patas. Sería tan fácil sacar uno y cortarse el cuello... olvidarse de todo, no sufrir más...

—¡Silencio las dos! —ordena Goldark—. Y tú, batpony, no me has respondido, ¿Qué vas a decirle a ese tal Pajarillo?

[Volgrand]

Minerva le dice que va a pedirle unas coordenadas para encontrar el cuaderno con sus investigaciones sobre el sol. La excusa parece convencer; dos grifos abren la celda y se acercan a Minerbat. Le atan las patas delanteras y las alas para que no pueda volar ni correr; solo entonces le sueltan el grillete del cuello y se la llevan escaleras arriba. El resto de ponis, aún encerrados, ven cómo se va escoltada por cuatro grifos bien armados, además de Goldark. Los que se habían congregado a escuchar el canto de Quaver Note se acaban marchando también, y en las celdas quedan solo tres o cuatro guardias.

Durante un buen rato solo hay silencio; al cabo de poco os empezáis a preocupar. Solo iba a mandar un mensaje, ¡ya deberían haber vuelto! Pero por más que preguntáis a los guardias o no quieren responder, o dicen que no saben nada. Y de pronto, lo escucháis.

Un largo grito de dolor de vuestra compañera. Al cabo de poco podéis escuchar que algunos gritos se intercalan con palabras ininteligibles; esto se repite durante algunos minutos hasta que el silencio vuelve a reinar. Y, entonces, hay pasos que se acercan por el pasillo.

Dos grifos de los que llevaron a Minerva escaleras arriba bajan, uno de ellos arrastrando a la batpony detrás. La meten en la jaula y la encadenan igual que antes sin ningún cuidado. Tiene el cuerpo cubierto de heridas y golpes, podéis ver que le han roto las alas y probablemente una pata. Está inconsciente en el suelo y no es difícil darse cuenta de la gravedad de sus heridas.

Uno de los grifos que ha entrado mira a los prisioneros y levanta un garra... señalando a Mad Fire.

-Ese será el siguiente.

Minerbat:
-Herida de gravedad.
-Alas rotas
-Pata rota.
-Pérdida de sangre.
-Secuelas emocionales.

Spoiler:

Nota del máster.
La mentira ha sido cazada; es tarde, pero pegaré aquí cuando pueda todo el roleo que hicimos pandi y yo por Skype. La idea original de esta fue muy buena, pero no el desarrollo posterior.

Jugadores, podéis actuar antes de que se lleven a Mad Fire.

EDIT: la escena de la radio y la pillada de la mentira.

Spoiler:

((Un detalle es que jamás hubo ningunos papeles. PAjarillo entendió al oír el código que Minerva le estaba hablando en clave))

-Soy Minerbat. Estamos todos bien -dijo, mirando de reojo a Goldark-. Necesito unas indicaciones que dejé escritas en unos papeles allí, ¿podrías? Cambio.

Hubo un largo silencio en el que oyó un ruido similar a alguien susurrando.

- ¿Minerbat? ¿Seguro que estáis bien? Cambio.

-Sí, sí -dijo, con impaciencia-. Por favor, busca mis papeles y dime qué pone en ellos. Los guardé en un armario del segundo piso. La página es la 394, marcada como Octavia. Búscala, ahí está lo que necesito saber, cambio.

-Ajjam... vale... déjame ver. Si, aquí los tengo, ¿qué necesitas?

-Que me digas las anotaciones que pongan allí.

-Vaaaaale, vale. Mira, aquí tienes mil papeles, niña! Vamos a ver, ¿a cuáles te refieres? ¿Tienes alguna indicación de por donde quedan esas coordenadas?

-No -respondió Minerbat-. Minerva apuntó demasiadas cosas ahí y no lo recuerda con exactitud. Están ahí y punto -tras una pausa, en la que hubo silencio y bastante ruido de papeles, la batponi habló de nuevo-. A propósito, ¿qué tal andan los demás? ¿Todo bien por ahí? Dile a High Pitch que se abrigue, que si no va a acabar ronca en cualquier momento; y dile de mi parte a Brown Blur que tiene que decirme su secreto para que las setas crezcan tan rápido, las suyas son las únicas que me gustan... Ah, y no se te olvide decirle a Silver Morning que tenga cuidado cuando salga de expedición, que no pase como la última vez en aquel campo de piedras, ¿te acuerdas, hace unos cuatro superciclos? Aquellas piedras que parecía que tenían cara, estuvimos allí asentados una temporada y el bruto de Silver se torció los tobillos por lo menos tres veces. Parece que no sabe por dónde va...

-Eh.... sí claro, jeje este torpe de Silver. De verdad, que no veo a qué coordenadas te refieres. ¿Qué necesitas exactamente?

-Algo que indique un lugar, tipo mapa del tesoro
-Dame un minuto -se escucha ruido de papeles a través de la radio-. Vaaaale, creo que lo tengo, creo que las coordenadas que quieres son....

Pajarillo le dice unas coordenadas a través de la radio que parecen corresponder con algún logar a una hora de camino al sur del templo.

-Ah, sí, ¡esas son! Tonta de mí, creí que no me servirían para nada y mira, ahora resulta que sí -ríe, sonando natural

-¿Y qué es lo que has encontrado?

-Algo muy útil que escribí hace unos años y dejé enterrado. Ahora nos podría servir

-Vaya, me alegro. ¿Algo más que necesites?

-No... Que tengáis todos mucho cuidado. Los demás os mandan saludos -la voz de Minerbat se vuelve muy seria de repente, pero de nuevo vuelve a alegrar el tono-. Y esperamos volveros a ver pronto

-Tened cuidado también, esperamos veros pronto. Corto y cierro.

Minerbat mira a Goldark tras cerrar la radio.

-Ya has oído las coordenadas, jefe. Más o menos por allí está nuestro cuaderno
-Sí, tenemos las coordenadas -menciona uno de los guardias-, pero algo no cuadra aquí, jefe.

El grifo en cuestión camina alrededor de Minerva mientras cuenta con los dedos.

-Primero, resulta que tú eres una estudiosa del sol, que has hecho muchas averiguaciones al respecto que nos pueden ser útiles. Toda una casualidad.
>>Luego resulta que enterraste tu diario con tus investigaciones está... escondido, por alguna razón. Y eso es más extraño, ¿por qué extraña razón ibas tú a esconder un diario con un montón de anotaciones? ¿Tanto valor tiene?

El que sigue después es Goldark, que se adelanta.

-Gelcork, ya basta. No necesito que sigas... es cierto que algo no cuadra. Quedó bien claro cuando os encontramos que jamás habíais venido por esta zona del mundo. Controlamos más de tres horas de velocidad de vuelo a la redonda... ¿Y aún así lograste esconder tu diario a menos de una hora caminando de nuestro templo?

Minerbat se lo piensa.

-No tengo un mapa a mano para comprobarlo, pero creo que se debe a que nosotros exploramos por primera vez en dirección contraria, y no quisimos alejarnos demasiado. De ese modo no llegamos a encontrar este lugar. Enterré el cuaderno por precaución en caso de volver a pasar por este lugar. No teníamos un rumbo fijo. Toda esta zona es bastante desconocida para nosotros -abre las alas, a modo de seca respuesta-. Puedo volar bastante tiempo sin cansarme y soy muy sigilosa

-No todos tus compañeros pueden volar, ¿verdad? ¿O es que además también ibas cargando con el carro en pleno vuelo? Basta de tonterías, ya nos has hecho perder bastante tiempo.

Goldark se gira a dos grifos y reparte órdenes.

-Lleváosla y sacadle toda la información, ya sabía yo que un poni no era de fiar. Cuando acabéis coged al siguiente, quiero saberlo todo.

A continuación dos guardias se te llevan a una habitación aparte

[edgareo]

Mad observó con dolor el estado de su componiera. Respiró hondo y trago saliva. Él era quien más sabía del Sol de todos sus componieros, y habria que poner todos sus conocimientos a relucir, pero algo le decia que eso no sería suficiente. Ahogó un suspiró, mientras se preparaba y miraba al fuego de la antorcha para tranquilizarse.

[Pandora]

Dolor...

Demasiado dolor...

La batponi había aguantado las palizas y torturas recurriendo a toda su fuerza de voluntad, toda la cordura que había podido adquirir. Había soportado incluso que le hubieran roto sus alas, que eran su orgullo, su todo. Un de sus patas traseras también estaba rota, pero ya le daba igual.

La batponi estaba enfadada. Muy enfadada. Todas las mentiras no habían colado, aun cuando parecía que les había convencido a todos. Si salía de allí los mataría a todos, uno por uno, torturándoles de la misma forma que la habían torturado a ella. Sentía su hocico hinchado y escupió algo de sangre cuando terminaron de encadernarla. Mantuvo sus ojos cerrados todo el tiempo, notando su corazón palpitar en las sienes. Oyó que se llevaban a Mad Fire. Genial, se llevaban al mudo. Sin apenas moverse, ya que el dolor era demasiado intenso, dijo, con un ronco hilo de voz:

-Él lleva... toda la vida... tratando de traer el sol de vuelta -y dejó caer la cabeza con un gruñido dolorido.

Después dejó de prestar atención y entreabrió los ojos, mirando al vacío. Uno de sus ojos permanecía rosa y con la pupila alargada, mientras que el otro se había vuelto de un frío marrón casi sin vida. En ese momento perdió la consciencia y se desmayó.

[McDohl]

Quaver Note trató de acercarse rápidamente a Minerva cuando los guardias la encadenaron a la pared, pero su propia cadena se lo impidió.

Estaba claro que estaba malherida... la habían torturado.

La unicornio perdió la compostura durante unos instantes, tratando de hacer algo, lo que fuese, por tal de acercarse a su compañera... hasta el punto de empezar a importunar a los guardias con sus esfuerzos inútiles.

-¡Estate quieta, poni! -le dijo un grifo desde fuera de la cerda, apuntándola con una lanza.

-Déjalo, yo me encargo -dijo la ya reconocible voz de Gertrud, que se aproximó a los barrotes con tal de hablar con la unicornio.

-Haz el favor de comportarte, ¿quieres? No lo hagas peor aun...

Aquello sonó como un eco en su cabeza.

"¿Peor? ¿PEOR? ¡Estaban torturándolos hasta casi dejarlos medio muertos uno por uno!"

Quaver Note señaló a su compañera, inconsciente en el suelo... y después a la pequeña Nana con un gesto que era mas que claro.... Y la grifo pareció entenderlo, pues la mueca en su rostro daba a entender que se había imaginado su pequeño cuerpecillo después de pasar por el interrogatorio que acababa de sufrir Minerva.

-La culpa es vuestra -dijo la grifo recuperando una cierta seriedad en sus facciones-. dadle la información a Goldark y no os harán esto.

Quaver Note bajó la cabeza y sonrió... pero era una sonrisa que la grifo reconoció al instante: es la que pone alguien que sabe que se enfrenta a una muerte segura. La unicornio alzó los hombros y negó lentamente.

"No había información que dar. No había posibilidad de que ni a buenas ni a malas les sonsacasen lo que no sabían"

Quaver Note se recostó en la pared y señaló a todos antes de señalar a Minerva. Era cuestión de horas antes de que acabasen igual que ella. Pero después señaló a la propia grifo con un gesto entre la resignación y la imploración.

"¿Realmente ella aprobaba esto? ¿Realmente TODOS los grifos de aquel lugar lo aprobaban?"

[Quetzal]

Sharp, ante la partida de Minerbat, no hizo nada. Aquella vamponi la había fastidiado hasta lo más profundo de su ser, y no le importaba que desapareciera, por muy parte de su familia que fuera. Sólo se quedó mirando sus cascos, autocompadeciéndose, apenas resistiéndose a llorar y gritar.

Entonces bajó Minerbat. O lo que quedaba de ella. Quizá no fuera amigable, quizá la odiara, pero una punzada de empatía la atravesó el corazón al ver cómo había quedado.
Las cosas sólo empeoraron cuando señalaron a aquel semental que incondicionalmente la había aceptado como era y quería para ser el siguiente. No sabía qué hacer, o cómo sentirse.
Pero lo que realmente prendió su mecha interior fueron las últimas (¿Últimas?) palabras de Minerbat “Él lleva toda la vida tratando de traer el sol de vuelta.”.

“¡Hey!” Grita, nuevamente, a los grifos. “Nunca vi a alguien tan ilusionado y empeñado en hacer resurgir el sol como ese poni. Todo lo que sabe, todo su corazón es para ello. Se ha volcado en cuerpo y alma por su sueño, ha viajado hasta estas tierras desconocidas con nosotras para buscar respuestas e incluso ha arriesgado su vida por sus compañeras.”
Y luego continua: “¿Y qué es de vosotros? Un culto como el vuestro debería ser enorme, lleno de gente de todas las razas todos entregados a tan noble tarea como sería devolver nuestro sol. Podríamos habernos ayudado. ¿Pero con qué nos encontramos? Con dos docenas de grifos encerrados en su templo, con un líder que dice ser sacerdote y cuya santa misión es encontrar a su perdido dios, que hace trucos con fuego pero nada más. Torturadnos cuanto queráis, no nos sacareis nada. Porque no sabemos nada. Goldark sólo os está demostrando lo perdido que en verdad está. Gastad vuestro tiempo atormentando a un verdadero seguidor del sol en vez de buscarlo por vosotros mismos y el mundo perderá mucho. Si de verdad os consideráis discípulos, no le hagáis daño alguno.” Y en baja voz. “…Por favor.”

[Volgrand]

Spoiler:

Quaver Note trató de acercarse rápidamente a Minerva cuando los guardias la encadenaron a la pared, pero su propia cadena se lo impidió.

Estaba claro que estaba malherida... la habían torturado.

La unicornio perdió la compostura durante unos instantes, tratando de hacer algo, lo que fuese, por tal de acercarse a su compañera... hasta el punto de empezar a importunar a los guardias con sus esfuerzos inútiles.

-¡Estate quieta, poni! -le dijo un grifo desde fuera de la cerda, apuntándola con una lanza.

-Déjalo, yo me encargo -dijo la ya reconocible voz de Gertrud, que se aproximó a los barrotes con tal de hablar con la unicornio.

-Haz el favor de comportarte, ¿quieres? No lo hagas peor aun...

Aquello sonó como un eco en su cabeza.

"¿Peor? ¿PEOR? ¡Estaban torturándolos hasta casi dejarlos medio muertos uno por uno!"

Quaver Note señaló a su compañera, inconsciente en el suelo... y después a la pequeña Nana con un gesto que era mas que claro.... Y la grifo pareció entenderlo, pues la mueca en su rostro daba a entender que se había imaginado su pequeño cuerpecillo después de pasar por el interrogatorio que acababa de sufrir Minerva.

-La culpa es vuestra -dijo la grifo recuperando una cierta seriedad en sus facciones-. dadle la información a Goldark y no os harán esto.

Quaver Note bajó la cabeza y sonrió... pero era una sonrisa que la grifo reconoció al instante: es la que pone alguien que sabe que se enfrenta a una muerte segura. La unicornio alzó los hombros y negó lentamente.

"No había información que dar. No había posibilidad de que ni a buenas ni a malas les sonsacasen lo que no sabían"

Quaver Note se recostó en la pared y señaló a todos antes de señalar a Minerva. Era cuestión de horas antes de que acabasen igual que ella. Pero después señaló a la propia grifo con un gesto entre la resignación y la imploración.

"¿Realmente ella aprobaba esto? ¿Realmente TODOS los grifos de aquel lugar lo aprobaban?"

Spoiler:

Sharp, ante la partida de Minerbat, no hizo nada. Aquella vamponi la había fastidiado hasta lo más profundo de su ser, y no le importaba que desapareciera, por muy parte de su familia que fuera. Sólo se quedó mirando sus cascos, autocompadeciéndose, apenas resistiéndose a llorar y gritar.

Entonces bajó Minerbat. O lo que quedaba de ella. Quizá no fuera amigable, quizá la odiara, pero una punzada de empatía la atravesó el corazón al ver cómo había quedado.
Las cosas sólo empeoraron cuando señalaron a aquel semental que incondicionalmente la había aceptado como era y quería para ser el siguiente. No sabía qué hacer, o cómo sentirse.
Pero lo que realmente prendió su mecha interior fueron las últimas (¿Últimas?) palabras de Minerbat “Él lleva toda la vida tratando de traer el sol de vuelta.”.

“¡Hey!” Grita, nuevamente, a los grifos. “Nunca vi a alguien tan ilusionado y empeñado en hacer resurgir el sol como ese poni. Todo lo que sabe, todo su corazón es para ello. Se ha volcado en cuerpo y alma por su sueño, ha viajado hasta estas tierras desconocidas con nosotras para buscar respuestas e incluso ha arriesgado su vida por sus compañeras.”
Y luego continua: “¿Y qué es de vosotros? Un culto como el vuestro debería ser enorme, lleno de gente de todas las razas todos entregados a tan noble tarea como sería devolver nuestro sol. Podríamos habernos ayudado. ¿Pero con qué nos encontramos? Con dos docenas de grifos encerrados en su templo, con un líder que dice ser sacerdote y cuya santa misión es encontrar a su perdido dios, que hace trucos con fuego pero nada más. Torturadnos cuanto queráis, no nos sacareis nada. Porque no sabemos nada. Goldark sólo os está demostrando lo perdido que en verdad está. Gastad vuestro tiempo atormentando a un verdadero seguidor del sol en vez de buscarlo por vosotros mismos y el mundo perderá mucho. Si de verdad os consideráis discípulos, no le hagáis daño alguno.” Y en baja voz. “…Por favor.”

Uno de los guardias, el que, a jurar por su aspecto, torturó a Minerbat, mira directamente a Sharp Eye.

—¿Y por qué íbamos a creeros, ponis? ¿Creeis que no sabemos que habéis intentado tendernos una emboscada con vuestros amigos de fuera? ¡Por favor! ¡Cómo pudísteis pensar que justamente hubiérais dejado algo dentro de nuestro territorio sin que nos dieramos cuenta! Pero ya que insistes tanto en proteger a tu amigo, así sea. Tú serás la siguiente, entonces.

Se disponían a cumplir las órdenes cuando se escucharon unos pasos por el pasillo.

—No, espera. Vosotros ya habéis hecho bastante.

Goldark, acompañado de su hijo Golday, aparece en los calabozos.

—Tomáos un descanso, seguiremos nosotros —dice, refiriéndose a él mismo, Golday, Gertrud y Gorek—. Interrogándolos por separado no haremos nada.
—Pero señor...
—Vé con los guerreros, podrás ayudar a capturar al otro grupo de ponis.

Eso parece convencer a los dos torturadores, que se marchan. Tras eso, reparte órdenes entre los presentes.

—Vamos a interrogaros a la vez, ponis, si vuestras respuestas no concuerdan sabremos que mentís. Golday, ve con la muda —dice, señalando a Quaver Note—. Gertrud, coge al unicornio ese que no habla tampoco, no aguanto a los mudos. Gorek, llévate a la enferma. De la pequeña... de esa me encargo yo. Dejad a la loca, si está viva dentro de un par de horas podemos volver a preguntarle.

Cumpliendo las órdenes, todos menos Minerva sois desatados de los barrotes y, a punta de espada, os escoltan por el pasillo. Cada uno sois conducidos junto a vuestro interrogador a una habitación separada.

MAÑANA RESOLVERÉ CADA ESCENA

[Volgrand]

Jugadores, por comodidad lo resuelvo todo aquí. Pero por favor, intentad leer solo vuestro spoiler hasta que se acabe todo esto, luego ya podéis leer el de los demás .

Habitación de Gorek y Sharp Eye

Spoiler:

El guerrero grifo te hace entrar en una habitación; parece algún tipo de almacén que ahora mismo no está siendo usado. Una vez ahí te ata a un banco que hay ahí pero... no hace nada más. Le ves dubitativo, mirándote y mirando a la puerta. Por un instante le oye susurrar varias maldiciones hasta que parece tomar una decisión.

—Quédate aquí, poni, y no hagas ruido.

Después sale y te deja a solas. Puedes oír que ha cerrado la puerta con llave.

Goldark y Nana

Spoiler:

Goldark ha practicamente cargado con la pequeña, tirando de la cadena a su cuello y, al llegar a la habitación, la tira al centro. No tiene ninguna intención de parar, eso es evidente, y por respeto a que este es un foro para todos los públicos no voy a narrar lo que ocurre. Nana, te pregunta sobre la familia Good Hope -aunque solo conoce el nombre de Pajarillo- y sobre lo que sabes del sol. ¿Qué le dices?

Gertrud y Mad FIre

Spoiler:

Gertrud te lleva hacia la habitación, una que parece haber sido adaptada a partir de una enfermería. Te parec eun lugar ideal para una sala de interrogatorios. La grifo cierra la puerta detrás de si misma y se queda quieta, escuchando al exterior. Después se gira hacia ti.

—Esto no está bien. Si al menos puedo salvaros a uno de la locura de Goldark, lo haré.

A continuación empieza a liberarte del casco que te impide hacer magia.

—Tienes que irte, hay demasiados de mis compañeros, si te oyen vendrán todos y no os salvaréis ninguno. Te llevaré a la salida, ¡vamos!

¿Qué haces?

Golday y quaver Note

Spoiler:

Sentíos libres para rolear lo que proceda, jugadores.

[Quetzal]

Spoiler:

Sharp Eye se queda en donde la han dejado, y susurra a muy baja voz: "¿Qué?"
Decidiendo que es ahora mismo el Pony de Schrodinger, decide al menos tener un mínimo de control en su vida. Primeramente, viendo dónde se encuentra y si podría usar algo de ahí.
Se fija en cajas, al parecer vacías. No puede alcanzarlas fácilmente, ha de usar sus alas (Que agradece tener, eran casi como manos para ella) y acerca a sí. Alguna cinta, trozos cortos de cuerda y apenas nada más. Se coloca la cinta alrededor de sus patas enfermas para mitigar un poco el dolor, retira la caja y se tumba en el suelo. A esperar.
Al menos se puso un lacito en la cabeza.

[agustin47]

Spoiler:

Golday y Quaver se dirigen despacio y con calma, impuestas por el paso del grifo, a una habitación a parte. Quaver pudo notar como Golday le susurraba a Gertrud algo al oído antes de separarse y como cogía su archivador de algún lugar en el que parecía haberlo "escondido". Nada más entrar a la habitación, el aparente estado de calma pasa a algo más cercano a un estado de alerta.

-No hables y escúchame, tenemos poco tiempo. Oh, bueno, perdón por eso. Te resumiré la situación; conseguí hablar con vuestros amigos por radio y habíamos organizado un rescate, pero esa llamada vuestra ha descolocado nuestros planes. Ante la situación vigente, tengo que cambiar de plan. Sé que te va a doler oír esto, pero tenemos que salir de aquí, tú y yo. Confío en que Gertrud ayudará a tu amigo y podremos ir juntos. Por tu forma de comportarte, imagino que lo que menos quieres es dejar a tus amigos atrás, pero ahora mismo no podemos arriesgarnos. Tienes que ser pragmática. Tenemos que salir de aquí antes de que los grifos lleguen al lugar en el que tu amiga le dijo a los otros que formaran una emboscada, para avisarles. Si no...

Después de este torrente de palabras, se queda callado un momento.

-Bueno, aquí está tu archivador, ha sido realmente útil. Es... impresionante. Debió ser duro hacerlo. Oye, si tienes algo que decirme, tiene que ser ahora. Lo que sea, en serio.

Y Golday deja encima de la mesa que hay en la habitación papel y un carboncillo.

-Ah, casi se me olvida...

Golday se apresura a liberar a Quaver del casco.

-Mucho mejor.

[edgareo]

Spoiler:

Mad la miraba en silencio y levemente sorprendido, no se esperaba para nada que la grifo la ayudase, pero se acercó a ella, e intento llamar su atención. No había mucho tiempo, y no tenia tiempo de pensar mucho en como decirselo por gestos, así que decidido algo que nunca creyó que volveria a hacer, hablar:

-¿Estar...segura de esto...?-su voz parecia bastante aspera, como si no la hubiese usado en bastante tiempo, e incluso le costaba un poco sacar algunas palabras-tu...ponerte en peligro...-musito, mirándola

[McDohl]

Spoiler:

Golday y Quaver se dirigen despacio y con calma, impuestas por el paso del grifo, a una habitación a parte. Quaver pudo notar como Golday le susurraba a Gertrud algo al oído antes de separarse y como cogía su archivador de algún lugar en el que parecía haberlo "escondido". Nada más entrar a la habitación, el aparente estado de calma pasa a algo más cercano a un estado de alerta.

-No hables y escúchame, tenemos poco tiempo. Oh, bueno, perdón por eso. Te resumiré la situación; conseguí hablar con vuestros amigos por radio y habíamos organizado un rescate, pero esa llamada vuestra ha descolocado nuestros planes. Ante la situación vigente, tengo que cambiar de plan. Sé que te va a doler oír esto, pero tenemos que salir de aquí, tú y yo. Confío en que Gertrud ayudará a tu amigo y podremos ir juntos. Por tu forma de comportarte, imagino que lo que menos quieres es dejar a tus amigos atrás, pero ahora mismo no podemos arriesgarnos. Tienes que ser pragmática. Tenemos que salir de aquí antes de que los grifos lleguen al lugar en el que tu amiga le dijo a los otros que formaran una emboscada, para avisarles. Si no...

Después de este torrente de palabras, se queda callado un momento.

-Bueno, aquí está tu archivador, ha sido realmente útil. Es... impresionante. Debió ser duro hacerlo. Oye, si tienes algo que decirme, tiene que ser ahora. Lo que sea, en serio.

Y Golday deja encima de la mesa que hay en la habitación papel y un carboncillo.

-Ah, casi se me olvida...

Golday se apresura a liberar a Quaver del casco.

-Mucho mejor.

Spoiler:

Quaver Note trató de asimilar aquel torrente de información. Lo que Golday le contaba parecía sensato. Si no se apresuraba, los Good Hope serían masacrados por grifos menos piadosos que el que ahora mismo la acababa de salvar.

Pero tenía que al menos intentar algo... Estaba convencida de que toda su familia haría lo que fuese por los demás. Minerva se había expuesto y había quedado moribunda por tratar de sacarlos con un ardid... Y había visto como aquel despreciable se llevaba a Nana... No podía abandonarlos sin mas.

Haciendo levitar el carboncillo con magia, garabateó lo más rápido posible un par de frases en el papel:

Te seguiré, pero hay algo que me gustaría saber: ¿si te diese tiempo, podrías salvar a alguien mas? ¿Existe algún lugar, dentro o fuera de este recinto, donde mi voz pueda llegar a todos?

[agustin47]

Spoiler:

Golday se queda un poco pillado por la pregunta, pero tras un par de segundos responde.

-Si, hay un sistema de megafonía, pero ¿A qué viene eso en un momento como este?