EPISODIO 1 - NO DIGA CASO, DIGA "DERP"
"¡Maldita zea! ¿Porqué a nozotroz?"
"No noz pueden pillar... ¡No azí!"
"Tenemoz que encontrar a alguien que cargue con ezto..."
"Alguien como... ¡ella!"
"¡Haremoz que parezca que lo hizo ELLA!"
29 de octubre 17:15
Instituto Canterlot
Aula de 1º de bachillerato E
Instituto Canterlot
Aula de 1º de bachillerato E
"Guau... estoy hecha un manojo de nervios. Por si los exámenes no fueran bastante, ahora esto."
Una joven de aspecto adolescente y largos cabellos rojizos y rubios se secó con un pañuelo el sudor que ligeramente manaba de su frente. Mientras paseaba en círculos por el aula vacía, realizaba una lista mental, un truco que le había servido en otras ocasiones.
"Mi nombre es Sunset Shimmer. Aunque ahora tenga este aspecto, en realidad soy una unicornio nacida en un mundo distinto a este llamado Equestria. Abandoné mi hogar, me instalé en este mundo y he estado hasta hace poco... valiéndome de tácticas poco limpias para ser la más popular del instituto Canterlot..."
La joven tragó saliva. No hacía demasiado que sus tretas habían sido expuestas y había sido derrotada no solo por cinco de sus compañeras de curso, sino también por una joven que compartía su mismo origen. Fue ella la que, tras vencerla, le aseguró que podría rehacer su vida y ganarse la confianza de aquellos a los que no habría tenido reparos en pisotear.
Y ahora tenía una oportunidad de demostrar que estaba cambiando para bien. No podía desaprovecharla.
"¿Donde están estos dos? -reflexionó para sí misma mientras veía como el minutero del soso reloj de pared del aula seguía con su monótono avance- No tardarán en llamarnos y tengo que ponerlos al día"
No pasaron ni diez segundos cuando entraron precisamente los dos jóvenes en los que estaba pensando.
-SG, Lloyd... a menudas horas llegáis -les espetó Sunset con un tono ligeramente cargado de mosqueo.
-Perdona el retraso, Sunset -dijo el primero, disculpándose.
-No veas la charla que nos ha soltado la vicedirectora... -continuó el segundo.
La joven arqueó una ceja.
-¿La vicedirectora Luna ya os lo ha contado?
-Básicamente, si.
Lloyd y SG, o mejor dicho, LloydZelos y SG91, eran estudiantes de intercambio que se habían incorporado al poco de empezar el curso a las clases. Ambos le transmitían la extraña sensación a Sunset de encontrarse fuera de lugar... aunque por lo visto, probablemente se debiese a que habían acumulado la mayor racha de mala suerte del mundo al trasladarse al instituto, perdiendo en el camino casi la totalidad de sus pertenencias y presentándose casi con lo puesto, así que no les culpaba por parecer algo descolocados.
De hecho, para los dos ella era como un libro en blanco: no tenían apenas conocimiento de sus andanzas pasadas por lo que resultaba más cómodo tratar con ellos que con el resto de sus compañeros y compañeras...
Especialmente con SG...
...
Sunset Shimmer sacudió la cabeza de un lado a otro. No era el momento de ponerse a pensar en eso.
-¿Que os ha dicho, así a grosso modo? -les preguntó.
-Pues básicamente, que vamos a participar en un juicio escolar -explicó SG91- Ha habido un incidente en una de las aulas del colegio: la fachada exterior que va desde la calle a la ventana de la misma ha amanecido con una grieta considerable... demasiado como para haber aparecido por causas naturales. Como el colegio no puede permitirse más gamberrismo que sable la economía escolar, se ha realizado una investigación y ya hay una sospechosa. Dado que a la directora Celestia no le parecía correcto acusarla sin un fundamento claro, se ha decidido realizar un juicio justo que aclare lo ocurrido.
-Y eso, más o menos -dijo Lloyd alzándose de hombros-. También ha dicho que tras los incidentes en los que tuviste bastante que ver, había ahora una propicia ocasión para que mostrases abiertamente al resto de tus compañeros tus buenas intenciones, más que cualquier cantidad de horas extra copiando frases o en el aula de detención, de ahí que te hayan elegido como abogada defensora.
"Por si no tenía ya bastante presión..."-dijo Sunset Shimmer para sí mientras un sudor frío le recorría el espinazo.
-Lo que no me ha quedado claro es que pintamos nosotros en todo esto.
-¿No? Pues a mí si: claro y cristalino.
-¿A qué te refieres, Lloyd?
-Al motivo por el que nosotros, específicamente, tenemos que estar de asistentes de la defensa: aunque la excusa sea que es una forma de darnos a conocer al instituto, yo creo que en el fondo este es el mecanismo de la vicedirectora de pagar los platos rotos con nosotros.
-¿Platos rotos?
SG dejó escapar un suspiro.
-Ya veo lo que quieres decir... Verás, Sunset: la vicedirectora sospechaba que igual estábamos viniendo de gorra aquí al resultarle cuanto menos cuestionable nuestra cadena de infortunios. El otro día, cuando nos hizo llamar al despacho, nos acusó abiertamente, pero al final aparecieron nuestras actas de matriculación y no tuvo más remedio que retractarse... No obstante, parece que sigue con la mosca detrás de la oreja, de ahí que seguramente es por eso que nos ha designado a nosotros de asistentes. No es que me queje, en verdad... -añadió por lo bajo el joven.
Sunset no llegó a entender bien la última frase que SG había pronunciado, pero cuando fue a pedirle que la repitiese, la puerta se abrió con estrépito y por ella entro una alumna de cabellos rubio pajizo y ojos color miel y ligeramente desnivelados; iba a trompicones y trastabillándose de tal forma que acabó por chocar contra un pupitre, tumbándolo y desparramando todos los libros que había encima del mismo en mitad de una extraña humareda.
-¡Ups, lo siento! -dijo la colegiala con una sonrisa bobalicona mientras se quitaba uno de los libros de la cabeza- Venía a todo correr y me tropecé antes de abrir la puerta; no se qué ha salido mal...
Sunset Shimmer suspiró. La joven que acababa de entrar de forma tan triunfal, Ditzy Muffins Doo y coloquialmente llamada Derpy, era una de sus compañeras de instituto. Normalmente se trataba de una alumna que solía verse involucrada en los líos más dispares debido a sus buenas intenciones... pero manifiesta torpeza.
Todo había que decirlo: el asunto de la grieta en la pared parecía cosa suya, dado su historial de accidentes...
-Jo, no entiendo porqué se me acusa de este modo -dijo la joven-. Es cierto que de vez en cuando rompo cosas, pero...
Eso era lo que más escamaba a Sunset: daba la sensación que por muy torpe que fuese, lo de causar un estropicio de semejante magnitud era poco natural, hasta para ella.
-Derpy pue...
Sunset Shimmer dejó la frase a medias al comprobar que su "cliente" estaba ahora mismo totalmente risueña mordisqueando un muffin.
-¿De dónde lo habrá sacado? -se preguntaba SG91.
-¿Crees que puede haber una explicación remotamente lógica, sinceramente? -le respondió Lloyd con mirada resignada.
Sunset Shimmer no pudo sino dejar escapar un suspiro quejicoso. Los señores Doo sin duda habían dado en el clavo cuando decidieron ponerle a su hija Muffins de segundo nombre...
Segundos más tarde, alguien entró por la puerta: un joven con chaqueta americana y pelo azul que seguramente mantendría de punta con una buena dosis de gomina.
-Er... Hola -dijo Flash Sentry algo extrañado al ver aun a Derpy sentada en el suelo entre un montón de libros y comiendo felizmente-. ¿Interrumpo algo? Nada, que me mandan para deciros que ya es la hora. Será mejor que vayáis yendo.
El chico apuntó con ambos índices a los presentes y chasqueó la lengua risueñamente antes de retirarse. Todos fueron abandonando el aula, salvo LloydZelos, que se había quedado totalmente estático, como si le hubiesen atornillado los pies al suelo.
-¿Pasa algo? -le dijo SG91 al ver que no lo les seguía.
-No puedo... simplemente no puedo con él... -llegó a decir Lloyd antes de ponerse en marcha. En su ojo derecho se podía apreciar que los párpados hacían ademán de cerrarse, presos de un tic nervioso.
29 de octubre 17:30
Instituto Canterlot
Salón de actos
Instituto Canterlot
Salón de actos
Los murmullos que poblaban el salón de actos fueron acallados con un seco sonido de mazo.
-Se inicia la sesión por el juicio escolar contra Ditzy Doo -se oyó desde la tribuna central.
-La Gran y Poderosa Trixie está más que lista, directora.
Sunset Shimmer dio un rápido vistazo a la sala: el escenario del salón de actos se encontraba ahora mismo con el telón echado y en la platea se habían instalado sendos escritorios para la acusación y la defensa, un pequeño estrado para los testigos que prestasen declaración y una silla para que el acusado permaneciese allí sentado. La directora Celestia tenía su propia tribuna sobre el escenario, desde donde presidía el juicio.
-La defensa esta... -la joven se giró para confirmar que SG91 y LloydZelos estaban preparados, ambos lo confirmaron, uno asintiendo y el otro levantando el pulgar- la defensa también está lista, directora.
Los murmullos volvieron a la sala. El público, situado en las gradas del salón de actos, no era demasiado numeroso por lo que a Sunset no le costó ver las caras que ponían: casi todas eran de un escepticismo absoluto cargado de miradas de soslayo.
-¡BUENA SUERTE SUNSET SHIMMER! -exclamó una voz. Desde la parte más alta del escenario, una joven de pelo cardado y color rosa chicle agitaba la mano y junto a ella, cuatro chicas más hacían gestos de ánimo a la encargada de la defensa.
-Orden en la sala, por favor -dijo la directora con un tono cargado de formalismo-. Si la acusación tiene la bondad...
-¡Por supuesto! -la encargada de la acusación vestía para la ocasión la capa y el gorro que había llevado durante el baile de otoño y pese a que contaba con dos ayudantes, una joven de melenita morada y otra de larga cabellera rubia, ambas parecían estar más como animadoras que como ayudantes en sí-. La Gran y Poderosa Trixie se complace en anunciar un caso la mar de sencillo.
La joven se llevó la mano al bolsillo y sacó una especie de esfera que lanzó al medio del salón. La esfera estalló creando una humareda que no tardó en dispersarse... dejando a la vista una pizarra donde antes no había nada y junto a ella la propia Trixie.
Cualquiera pensaría que había materializado aquello de la nada mas absoluta...
-...de no ser porque se ha visto descaradamente a las ayudantes volver al banquillo. Está claro que lo han sacado ellas -apuntó SG.
-¿En serio, tío? ¡No me había dado cuenta! -dijo Lloyd con un tono que gritaba "sarcasmo" a los cuatro vientos.
Trixie dio una palmada y una de sus asistentes le enchufó un foco directamente a la cara.
-La Gran y Poderosa Trixie, con sus fabulosas habilidades para el dibujo, mostrará a los presentes de forma esquemática lo ocurrido.
Del espectáculo que la encargada de la acusación montó durante los siguientes minutos, Sunset pudo extraer varias cosas. La primera: la grieta había aparecido en la fachada trasera y exterior del edificio; la segunda, el incidente al parecer se había producido a primera hora de la mañana, antes del inicio del horario lectivo; y la tercera, la grieta se había formado por medio del impacto de un objeto afilado y contundente.
-¿Pero que tiene que ver la acusada con esto? -preguntó Sunset Shimmer.
-¡Ajá! Que mejor forma de saberlo que preguntárselo directamente. ¡La Gran y Poderosa Trixie desea saber si estuvo el día de hechos a esa hora en el instituto, acusada!
-Sunset -intervino SG-, no se si es buena idea que...
-¡Pues si, si que estaba!
-...Responda -terminó el joven llevándose la mano a la cara.
-¿Pero que cojones hacía aquí tan pronto? -exclamó Lloyd.
-¿Para quién crees que son los muffins que horneas cada mañana, melón? -le respondió SG- Se los llevo a Derpy y ella personalmente los lleva la cantina, antes de que empiecen las clases.
Sunset no daba crédito al giro para mal que acababa de dar el juicio. Trixie parecía estar pasándoselo en grande.
-La Gran y Poderosa Trixie agradece que la defensa se tome las molestias de reafirmar la respuesta de la acusada. Ah, y por si fuera poco, he aquí algo que hemos encontrado dentro de su taquilla.
Desde el banquillo de la acusación, la asistentes de Trixie le lanzaron un objeto alargado que la chica empomó al vuelo y, tras voltearlo como si de un bastón de animadora se tratase, mostró a todos los presentes.
-¿Una pala?
-¡Mas bien el "arma del crimen"! Los miembros del club de geología denunciaron su desaparición la mañana de autos y que casualidad, ha aparecido dentro de la taquilla de la acusada. Puesto que una grieta de semejante magnitud solo se puede haber hecho con un objeto de una contundencia como la de esta pala y ésta se encontraba entre las pertenencias de la acusada... La Gran y Poderosa Trixie cree que es bastante decisivo, directora Celestia.
-En efecto, aquí lo pone claramente: "Club de geología: denuncia redactada a las ocho y cuarto de la mañana del lunes"; son bastantes los indicios que la apuntan, señorita Do -empezó a comentar la directora.
-¿Pero, pero...? -Sunset miró a Lloyd y a SG, buscando apoyo sólo para ver que sus rostros eran el fiel retrato de un cortejo fúnebre- ¡Derpy! ¿cogiste tu esa pala?
-¡No! ¿O si? ¡No me acuerdo! -dijo la joven con un tono de disculpa-. Si que es verdad que el viernes pasado me tocaba limpieza de pasillo y cogí una pala por error en vez de una escoba, pero creo que la devolví... y como perdí la llave de la taquilla a principios de curso siempre la tengo sin cerrar, así que quizás... ¿la pala me cogió cariño y se metió allí sola?
-¡Directora, todo es demasiado circunstancial! -exclamó Sunset Shimmer tratando de compensar aquel sentimiento de desesperación agarrándose a lo que podía en ese momento-. Una pala en una taquilla no es una prueba concluyente y más aun teniendo en cuenta que la taquilla de la acusada podía ser abierta por cualquiera.
-Coincido con la defensa -respondió Celestia- ¿Tiene la acusación alguna prueba más?
-¿Pruebas? ¡La gran y poderosa Trixie tiene algo mucho mejor! Llamo a declarar a un testigo que afirma haber visto a la acusada en el lugar de hechos. ¡Su testimonio despejará este caso de una vez y para siempre!
-Lo que nos faltaba... un testigo -comentó Sunset Shimmer, añadiendo un suspiro.
-No lo veo necesariamente malo... -le contestó SG.
-Yo tampoco, en eso estoy de acuerdo. Si Derpy no hizo ese destrozo, lo que vaya a declarar el testigo tiene que ser trola por fuerza.
Sunset se sorprendió ante la veracidad de las palabras de Lloyd. Quizás ahí estuviese la clave para ganar aquel juicio.
El testigo no tardó en hacer acto de presencia. Se trataba de un joven corpulento de piel grisácea, cabellos castaños y grandes brazos que llevaba un chaleco un tanto andrajoso y una especie de collar con incrustaciones brillantes al cuello. A Sunset le sonaba haberlo visto deambular por el instituto con un par más que vestían de una forma similar a la suya, pero siempre los había encontrado como una panda de bichos raros...
-Testigo, la Gran y Poderosa Trixie solicita que diga su nombre y su curso.
-Fido, zeñorita. Zoy alumno de primero de bachillerato y miembro del club de geología.
-¿Club de geología? -era la tercera vez que lo nombraban hoy, pero a Sunset seguía sonándole extraño- Nunca había oído hablar de él...
-La ignorancia de la encargada de la defensa no sorprende a la Gran y Poderosa Trixie. A pesar de que su club se encuentra aislado, literalmente, son fáciles de seguir sus actividades, pues se les ve a menudo por el campus.
-Yo habría pensado antes que eran más raros que un perro verde -comentó Lloyd por lo bajo, arrancándole una risita tanto a su amigo como a Sunset al caer ambos, sin percatarse entre si, en lo que había querido decir Lloyd con aquella puya.
-Testigo, ¿dice usted haber visto a la acusada la mañana de autos? -preguntó Celestia.
-Zi, zi que la vimoz... digo; la vi, zi.
-¿Vimos? ¡Un momento! -exclamó Sunset Shimmer dando un manotazo en su escritorio- ¿Habían mas testigos? ¿Cómo es que no salen a declarar?
-Porque la Gran y Poderosa Trixie lo ve innecesario. Los testigos vieron lo mismo, así que es una redundancia escuchar varios testimonios si todos coinciden.
-Concuerdo con la acusación -sentenció Celestia-. Testigo, declare sobre lo que vio, pues.
-Zi, zeñorita directora.
Declaración del testigo: Fido
Lo que vi...moz
Lo que vi...moz
-Yo y miz compañeroz de club eztabamoz en la zala del mizmo.
-Llevabamoz todo el fin de zemana zin zalir de la zala del club trabajando duramente, cazi zin dormir.
-Entonzez notamoz que la pared temblaba.
-Miramoz fuera por la ventana y vimoz una grieta que ze extendía por la pared.
-Vimoz a alguien correr alejándoze. Era la acuzada, zeguro. Y llevaba algo conzigo.
-Era muy temprano, zi, las ziete de la mañana, pero ze diztinguía que era ella.
-Fue cuando reparamoz en que noz faltaba la pala que uzamoz en el club.
-Mmmm... entiendo... así que vieron a la acusada en lugar de autos.
-Ezactamente, directora.
Sunset Shimmer tragó saliva. Aquel testimonio era bastante perjudicial...
-Bueno, creo que es hora de que desmontes esa declaración -dijo SG con mirada seria.
-Ya, ¿y cómo lo hago?
-Será mejor que mires esto -dijo Lloyd entregándole una tablet- Aquí viene recopilada toda la información de la que disponemos: pruebas, perfiles, mapas, descripciones...
La joven se sorprendió.
-¿Pero cómo es que está tan actualizado?
Un rápido vistazo a la sala y su atención recayó sobre un joven con gafas que vestía un jersey amarillo de cuello alto y un pantalón chino que se sujetaba con unos tirantes. Su vista estaba fija en el portátil que tecleaba a toda velocidad. Parece ser que había encontrado una respuesta, al menos.
-La defensa puede interrogar al testigo.
-Un segundo, directora; tengo que revisar esta acta.
-Muy bien, pero no se demore.
Trixie se recostó en su escritorio de forma rimbombante.
-Como si fuese a servir de algo. La Gran y Poderosa Trixie afirma que este testimonio no da pie a ninguna duda.
Sunset se mordió el labio inferior. Tenía que haber algo... No disponían de muchas pruebas: la pala, los planos del colegio, la denuncia, un inventario del material de la sala de geología, algunas fotografías de la grieta en cuestión y una descripción de los emplazamientos.
Espera un segundo... había algo raro, ciertamente.
-Chicos, ¿no creéis que estos datos no concuerdan?
Lloyd y SG se fijaron en la prueba y en extracto de la declaración que Sunset Shimmer les mostraba.
-¡Es verdad! Es demasiado raro, será mejor que lo expongas a ver si sabe aclarártelo.
-Eso si sabe -dijo Lloyd con un ligero toque de malicia en su voz.
Sunset Shimmer respiró hondo y...
-¡PROTESTO! Testigo, hay algo que no cuadra en su testimonio.
-¿Eh? ¿De que hablaz? -se sorprendió Fido al verse acusado tan repentinamente.
-Directora, fíjese en el testimonio y en esta prueba -Sunset mostró la denuncia por la pala perdida-. El testigo ha declarado que el incidente sucedió a las siete de mañana, pero la denuncia se tramitó a las ocho y cuarto, ¡setenta y cinco minutos más tarde!
-¡PROTESTO! La Gran y Poderosa Trixie cree más que evidente que los testigos debieron tardar un buen rato en ver que les faltaba una pala antes de ir a tramitar la denuncia.
-¡PROTESTO! "¿Un buen rato?" ¡Estamos hablando de más de una hora! ¡No se puede decir que eso sea simplemente "un buen rato"!
-... La Gran y Poderosa Trixie opina... ¡Argh!
Trixie retrocedió hasta chocarse con sus dos ayudantes, que la amortiguaron lo suficiente como para que no se fuese al suelo. Aquel gesto de la encargada de la acusación levantó murmullos entre el público asistente, que parecía sorprendida con la protesta de Sunset.
-Testigo -dijo la joven encarándose a Fido- ¿Cómo explica el lapso de tiempo? Si es que hay algo que pueda explicar cómo dilapidó una hora entera...
-Yo... yo.. puez... -el musculoso joven parecía estar pasándolas canutas, pues había empezado a sudar copiosamente.
-¡UN MOMENTO!
Un grito retumbó en el gimnasio al tiempo que otro joven ocupaba junto a Fido el estrado de los testigos: vestía de forma similar al mencionado, pero era algo menos musculoso y sus cabellos eran de un moreno claro y peinados en punta.
-¿Y usted es? -inquirió la directora.
-¡Rover, zeñora directora! ¡Zoy otro de loz miembroz del club de geología! Eztaba prezente el dia de hechoz y puedo ezplicar el dezliz de mi compañero.
-Vaya, esto si es una casualidad -dijo Lloyd con cierto tono mordaz.
-Sunset, quizás deberías protestar esta intrusión, ¿no crees?
-¿Eh? -la joven, que se había quedado descolocada por aquella súbita intervención, volvió a poner los pies en la tierra con aquel comentario de SG- Oh, si.. claro... ¡PROTESTO! Directora, estábamos aun interrogando al primer testigo. ¡No podemos pasar al segundo!
-¡PROTESTO! -la fiscalía parecía haberse recuperado del momento de duda y de nuevo volvía a mostrarse rimbombantemente exultante- La Gran y Poderosa Trixie lo dejó claro al principio: los tres testimonios son idénticos. ¿Qué importa quién testifique?
-No deja de ser verdad. Protesta denegada.
La cara de Sunset era un poema al ver como algo tan obvio era pasado por alto por la directora. La chica apenas llegó a escuchar como SG decía por lo bajinis "lo siento".
-Asi pues, ¡la Gran y Poderosa Trixie exige que declares dicha explicación!
-Zi, zeñora.
Declaración del testigo: Rover
La explicación
La explicación
-En verdad, zi tramitamoz la denuncia en zeguida.
-El incidente zucedió a las ocho y no a laz ziete de la mañana.
-Mi compañero ze ha equivocado por culpa de laz campanadaz del reloj del colegio.
-Ze ve que eztá eztropeado, porque dio ziete en vez de ocho.
-Ezo lo ezplica todo, ¿no?
-¿Las... las campanadas?
-Ciertamente, la Gran y Poderosa Trixie estaba informada de ello -una de las ayudantes de la fiscal en funciones le entregó una especie de informe a los pocos segundos de terminar la frase-. En pocos días entraremos en el horario de invierno y tengo entendido que el relojero local debía hacer un ajuste este fin de semana para que el mecanismo cambiase automáticamente.
-Pero, si aun no hemos entrado en dicho horario, ¿porqué el reloj va mal? ¡Y se supone que en todo caso debería ir adelantado y no atrasado!
-Esto... ¡pido la palabra, su Señoría Directora! -el rostro de Sunset proyectó una mueca a mitad caballo entre el terror y el desconcierto al ver que Derpy levantaba la mano alegremente- el Doctor tuvo que ausentarse desde el pasado fin de semana por lo que dijo que era "un temporal asunto de índole universal" y dado que somos buenos amigos, me encargó a mí que pusiese a punto el mecanismo. Esa mañana antes de llevar un reparto a la cantina, subí a ajustarlo... y pensaba que lo había hecho bien, pero está claro que debí darle al botón que no tocaba...
Una imperiosa necesidad de enterrar su cabeza bajo sus brazos se apoderó de la joven pelirroja de mechas rubias. SG no tenía mejor cara, pero en el caso de Lloyd...
Se frotaba la frente como si hubiese recibido un pinchazo y apretaba los dientes en una clara mueca de malestar...
-Lloyd, tío, ¿estás bien? -SG escrutó el rostro de su compañero y reconoció aquella expresión: era la de bilis subiéndole por el estómago.
-Sí, no es nada, es solo que... -Sunset se había girado también, uniéndose a SG en su preocupación por su amigo- da igual, luego os cuento...
-Si la defensa está lista, puede interrogar al testigo.
-Claro, a ver... -Sunset repasó mentalmente el testimonio y una duda le vino a la cabeza- ¿Cómo es que el testimonio se basa en las campanadas del reloj? ¿No habría sido más fácil ver la hora en el reloj de la sala del club?
-Ah, pero ez que nueztro club no tiene un reloj de ezoz -explicó el grandullón-. El tictac noz ponía nerviozoz, azí que lo quitamoz.
-De hecho, cualquier ruido noz pone nerviozoz -continuó su compañero-, de ahí que el club ezté...
-¡¡Creo que nos ha quedado claro el motivo, muchas gracias!!
Sunset Shimmer arqueó una ceja. Aquella intervención de Trixie destilaba sospecha por todos sus poros, empezando porque se había olvidado de la tercera persona y siguiendo porque había resultado patéticamente exagerada.
-Creo que acaban de caerse con todo el equipo -dijo SG pasándole la tablet a Sunset Shimmer-. Mira lo que pone acerca de la sala del club de geología.
La joven leyó aquella descripción y en su rostro se dibujó una sonrisa. Aquello sin duda iba a dar un vuelco al juicio.
-¡PROTESTO! Lo siento, Trixie, pero tus testigos se acaban de suicidar.
La encargada de la acusación no dijo nada, pero su cara lo decía todo: era la de alguien que sabe que le han pillado con el carrito del helado.
-No te cortes y bórralos del mapa -dijo Lloyd, ya recuperado de su extraño ataque.
-Tengo aquí la descripción de todos los emplazamientos de este caso -Sunset Shimmer mostró la tablet a todos los presentes-. Y me he fijado en algo, una particularidad que hace del testimonio que acabamos de escuchar algo no improbable, sino imposible. El testigo habla de que el desliz temporal se debe a que escucharon las campanadas de la torre del reloj. ¡Asunto complicado, cuando el aula entera está insonorizada!
-¡Argh! ¡Maldita sea!
Esta vez faltó un pelo para que Trixie se cayese al suelo, pero sus dos asistentes la volvieron a coger a tiempo.
Sunset Shimmer clavaba su mirada en los dos testigos. Se les había quedado cara, literalmente, de tontos. La misma que se le queda a un alumno cuando lo pillan con una chuleta en pleno examen.
-Directora, tengo una explicación para esta situación tan peculiar.
-Oigámosla pues.
La joven se giró para ver a sus dos asistentes. No hizo falta intercambiar palabras para saber lo que estaban pensando: era el momento de sacar la artillería pesada.
-En primer lugar tenemos una solicitud tramitada bastante tiempo después del incidente y segundo, unas campanadas que no habrían podido oír. Empezando por el segundo punto, la explicación es muy sencilla -Sunset Shimmer mostró en la tablet el mapa aéreo de la escuela-. Si escucharon las campanadas, es porque los testigos se encontraban fuera del aula, y no dentro. Concretamente... ¡aquí!
La sala se sorprendió al ver donde había señalado la joven.
-¿No es esa la pared donde está la grieta?
-Efectivamente, directora. Y esto nos lleva al primer punto. Si tardaron más de una hora en tramitar la orden de desaparición de la pala... es porque tras golpear la pared y causar un destrozo imposible de reparar antes de que se presentase todo el personal docente y estudiantil, emplearon dicho tiempo en urdir una trama para implicar en el incidente a una pobre alumna que pasaba por allí, ¡la única de hecho!
-Esa soy yo... ¿verdad? -dijo Derpy, sonriendo.
Nadie más dijo nada más. El salón de actos había quedado silenciado por completo.
Finalmente la directora Celestia rompió el silencio con la pregunta que todos se habían formulado en sus cabezas.
-¿La defensa está acusando a los testigos de ser los verdaderos responsables?
Sunset se sonrió para si misma.
-Responsables, si, de una grieta que seguramente causaron al golpear la pared, presos de un error forzado por el cansancio de un fin de semana entero de trabajo geológico sin dormir apenas -la joven puso los brazos en jarra y mostró una mueca socarrona-. ¿Que otra explicación hay? O quizás la acusación pueda darnos alguna...
Trixie se había quitado el sombrero y lo estrujaba entre sus manos.
-La Gran y... Poderosa Trixie... ¡necesita un receso para pensarlo!
-Ni receso ni pollas -soltó Lloyd-. Esto canta más que un historiador hablando de formulación.
-Ya te digo -corroboró SG-. Es como un libro de religión en mitad de la sección de filosofía. Dewey se revolvería en su tumba.
-¡IDIOTAZ!
Un grito retumbó en toda la sala al tiempo que entre los dos testigos era aupado un tercero, el más bajito de los tres, que de nuevo vestía de forma similar, solo que era moreno y sin apenas cuello.
-¡Zoiz una panda de eztúpidoz! ¡No era tan difícil lo de teztificar!
El pequeñajo blandía en sus manos un pico de minero que no paraba de balancear de un lado al otro en medio de su histrionismo. Sus compañeros se esforzaban por mantenerlo elevado al tiempo que esquivaban los extremos de la puntiaguda herramienta, la cual parecía tener el cabezal algo aflojado y daba vueltas de forma siniestra.
-Déjame adivinar... he aquí el misteriosísimo tercer testigo -dijo SG arrastrando la voz.
-¿Me vas a hacer sacar el sarcasmómetro? -replicó Lloyd con socarronería.
Sunset Shimmer estaba más pendiente en ese momento de resistirse al impulso de taparse los odios. La voz de aquel pequeñajo era mucho más chillona que la de sus compinches.
-¡Y tu, pelirroja endemoniada! -el pequeñajo apuntó el pico hacia la encargada de la defensa, haciéndolo girar aun más-. ¿Te creez que puedez cargarnoz el muerto azí zin maz? ¡Aquí la maz zozpechoza de agrietar zonaz comunez deberiaz zer tu!
Aquello fue un golpe bajo que Sunset no encajó demasiado bien. Lloyd taladró con la mirada al testigo de tal forma que parecía que lo iba a atravesar de parte a parte.
-Cabrón...
-¡Eso es injusto y lo sabe! -saltó SG- ¡Aquello no tiene nada que ver con esto!
-No, dejadle, chicos... no deja de ser verdad.
Trixie aprovechó que la estrategia de la defensa se había visto interrumpida para, por fin, rehacerse y contraatacar.
-¡La Gran y Poderosa Trixie opina lo mismo! ¡La defensa trata de usar una ruin artimaña para acusar a jóvenes inocentes! ¡Algo muy propio de ella en el pasado, como todos sabemos!
El público empezó a murmurar y se intercambiaba miradas que claramente destilaban escepticismo...
-¡PROTESTO!
Los murmullos cesaron al tiempo que todos giraron sus cabezas hacia las gradas... donde cierto grupo de chicas se habían puesto de pie.
-¿Se puede saber de qué vais? ¡Sunset está haciendo lo mejor que puede por ayudar a una alumna! ¿Y lo que hacéis es meteros con ella? ¡Cobardes!
-Rainbow Dash tiene razón -dijo la joven rubia de sombrero vaquero-. Tanto Sunset como la defensa están intentando que se resuelva este tinglado, pero los testigos no dejan de colar una trola tras otra. Creo que está claro quien es de fiar y quien no.
-¡Y encima recurriendo a tácticas tan innobles! -añadió la joven de fastuosa melena morada- ¡Qué infamia!
-S... se están pasando... un poco... -comentó con un hilo de voz la cuarta chica del grupo, la única que no se había levantado.
-¡ESTAMOS CONTIGO, SUNSET SHIMMER!
El grito de la quinta chica, la de cardado pelo rosa, fue seguido de un golpe seco de mazo.
-¡Orden en la sala! -recordó la directora Celestia a todos los presentes.
El semblante de Sunset Shimmer cambió al tiempo que sus compañeras recuperaban su sitio en las gradas, dedicándole saludos y gestos de ánimo.
En ese momento notó que una mano se posaba en su espalda.
-Tus amigas te apoyan, Sunset... y nosotros también -dijo SG.
-Creo que ya sabes lo que hay que hacer -dijo Lloyd, aguantándose un poco la risa ante el melodramatísmo de su compañero.
La joven asintió. Era cierto: había cambiado. Ya no era la Sunset Shimmer de los trucos sucios, los chantajes y las amenazas. Y ahora era el momento de demostrarlo.
-¡La defensa solicita a los testigos que, si realmente no tienen nada que ver con el incidente, sean tan amables de demostrarlo!
-¿Conque ezaz tenemoz, eh? -respondió Spot, aun aupado por sus compañeros.
Declaración del testigo: Spot
¡No tenemoz nada que ver!
¡No tenemoz nada que ver!
-¡Nozotros no tenemoz que demoztrar nada!
-¿Y que zi estabamoz fuera del inztituto? ¡No cambia en abzoluto lo que vimoz!
-Fue la acuzada la que golpeó la pared y la que noz robó la pala!
-¡Zi, ezo fue lo que pazó!
-Testigos -intercedió la directora-. Entonces si es cierto que estaban fuera de su club. ¿A qué se debía?
-¡Dezpuez de pazar todo fin de zemana encerradoz en eza aula, ya tocaba algo de trabajo de campo en loz terrenoz! ¡Mira ezta fotografía y veraz loz hoyoz que habíamoz cavado.
Spot sacó de su chaleco una foto arrugada en forma de pelota que bateó con el pico, golpeando a Sunset en toda la frente.
-Bueno, ya tienes tu explicación -añadió Trixie-. La Gran y Poderosa Trixie no ve más motivos para seguir con este juicio.
-¡Un momento!
Sunset Shimmer recapacitó durante unos instantes mientras desenvolvía aquella pelota. La imagen mostraba un profundo hoyo junto a una roca con una enorme muesca. Había algo que le resultaba extraño en aquella fotografía.
-Los testigos acaban de decir que estaban haciendo trabajo de campo... ¿Cómo? La pala, según ellos, estaba en posesión de la acusada.
Spot se echó a reir.
-¡No eztabamoz uzando la pala zino el pico, tontaina!
Trixie se encogió de hombros.
-Lo siento, pero tu acusación se queda en nada.
De nuevo la joven defensora tuvo la misma sensación. Había algo que no cuadraba... ¿pero qué?
-Hay algo que no tiene sentido -comentó en voz alta a sus compañeros-. ¿Qué pensáis que puede ser?
Los dos intercambiaron miradas.
-Han estado escondiendo deliberadamente que estuvieron fuera del aula, ¿no? -empezó SG.
-Si, y creo que la cosa no es porqué estaban fuera del aula... Sino el motivo que tenían para ocultarlo.
Sunset Shimmer reflexionó unos segundos. Trabajo de campo. Aquel hoyo. La grieta en la pared...
...
¡Ya está!
-¡PROTESTO!
-¿En nada, Trixie? Más bien lo contrario... ¡Los testigos acaban de retratarse ellos solos!
-¿Q... que quierez decir? -respondió Spot algo nervioso, mientras sus compañeros empezaban a flaquear bajo su peso.
-Quiero que revisemos lo que sabemos hasta ahora: los testigos pasan el fin de semana entero encerrados en el aula de su club, pero antes de que lleguen todos los alumnos deciden salir a cavar hoyos. ¿Correcto?
-La Gran y Poderosa Trixie desea saber a dónde quiere llegar la defensa.
-Oh, es muy sencillo. Quiero que prestemos atención a esta fotografía, la que los testigos acaban de presentar. ¿Alguien se cree que un hoyo de semejante tamaño y profundidad lo han hecho valiéndose únicamente de un pico?
-¡AIGH!
Tras aquel grito lastimoso que sonó casi como el gemido de un perro herido, Fido y Rover retrocedieron, dejando caer a Spot al suelo.
-Pero lo más interesante es la piedra que se ve al lado, la cual tiene una muesca familiar... y digo yo: ¿donde hemos visto esa muesca antes?
La joven cogió la tablet y mostró a todos la fotografía de la grieta en la pared.
-Y aquí está la pieza final del puzle: el punto donde empieza la grieta es idéntico a la muesca. ¡Una muesca profunda, hecha por una herramienta afilada e imposible de hacer por una herramienta lisa como la pala que inculpaba a la acusada!
-¡PROTESTO! ¡La Gran y Poderosa Trixie opina que esto es una falacia!
-¡PROTESTO! ¡Pues la Humilde y Redentora Sunset Shimmer solicita que se traiga un peñasco para ser golpeado por el pico que porta el testigo! Si las muescas coinciden... ¡Sabremos quien hizo la grieta en la pared!
-¡No la ezcucheiz! -gritó Spot, tratando de asomarse al estrado- ¡Intenta manipularoz en nueztra contra!
Sunset Shimmer golpeó el escritorio con los puños.
-¡Se muy bien lo que es acusar injustamente a un inocente y ahora es lo que estáis haciendo vosotros! Pero las manipulaciones terminan aquí -la joven extendió el brazo izquierdo apuntando con su dedo índice a los tres testigos-. ¡Los tres habéis caído en vuestro foso!
Spot lanzó un aullido de rabia y empezó a girar sobre si mismo como una peonza, blandiendo el pico, que finalmente lanzó con toda su alma hacia arriba... solo para después caer sobre Fido, rebotar contra Rover y finalmente contra el propio Spot, dejándolos a los tres atolondrados.
-Y así se cierra el caso -rió SG entre dientes.
-Ver un breakdown en un videojuego es satisfactorio... verlo en vivo es impagable -se vanaglorió Lloyd.
Los tres testigos se desplomaron uno encima del otro en una torre humana.
-La... -Trixie torció el gesto entre un mar de sudor, al ver como sus testigos confesaban sin palabras-. La Gran y Poderosa Trixie acaba de recordar que tiene un compromiso en otra parte, ¡contemplad su último y mejor truco!
La encargada de la acusación lanzó una esfera contra su mesa que de nuevo explotó en una densa humareda. Al dispersarse tanto ella como sus ayudantes ya no estaban frente al escritorio.
-¡Ha desaparecido! Ah no, espera... ¡está ahí!
La joven de cardado pelo rosa apuntó hacia una de las ventanas del gimnasio, donde las dos asistentes ayudaban a Trixie a descolgarse por la misma. Al verse sorprendidas, en un acto reflejo de esconderse por las tarimas, soltaron a la joven, que se desplomó mas allá de la ventana con un grito ridículo.
-La Gran... y Poderosa... Trixie... ha aterrizado... perfec...tamente... -se atinó a oír fuera del recinto.
Pasados unos segundos de rigor por la sonrojante situación, la directora dio un golpe con su mazo.
-Creo que este caso ha quedado prácticamente visto para sentencia. Lo único que queda por explicar es porqué los testigos dejaron la pala y no el pico en la taquilla de la acusada.
-Es sencillo, directora -explicó Sunset Shimmer-. Por el tamaño del pico. Habría sido imposible esconderlo en la taquilla de la acusada, la única que podía abrirse sin llave, y de ese modo inculparla del incidente. De ahí que escondiesen la pala en su lugar.
-Entiendo. En ese caso, no veo más motivos para prolongar este juicio escolar. La junta de profesores se reunirá en breve para evaluar las subvenciones del club de geología de cara a sufragar los gastos de reparación de los desperfectos en la pared. De los cargos que se le imputaban, declaro a la acusada, Ditzy Muffins Doo...
NO CULPABLE
Las cinco chicas del público se pusieron a vitorear y aplaudir al tiempo que una de ellas disparaba sendos lanzaconfetis cuyo contenido se dispersó por todo el gimnasio.
-Eso es todo -sentenció la directora-. ¡Se levanta la sesión!
29 de octubre 19:00
Instituto Canterlot
Aula de 1º de bachillerato E
Instituto Canterlot
Aula de 1º de bachillerato E
Tal cual cruzaron la puerta del aula, Sunset Shimmer dejó escapar un profundo suspiro de alivio.
-¡Fiuuuuuuuuuuu! ¡Lo conseguimos! Lloyd, SG, gracias por echarme una mano. Habría sido muy crudo sin vosotros.
SG se rascó el pescuezo en gesto de modestia.
-No tienes porqué darlas, lo hiciste todo tu.
Lloyd por otra parte mantenía el gesto serio.
Pero antes de que pudiese explicar nada, la puerta se abrió con estrépito y Derpy volvió a entrar trastabillándose, atropellando esta vez a los dos jóvenes y dando todos con sus huesos en el suelo ante el estupor de Sunset.
-¡Hala! ¡Gracias por amortiguar mi caída!
-No... no hay de qué -alcanzó a decir SG.
-Ay... mis riñones... me estás incrustando la rodilla -se oyó quejarse a Lloyd-. No sé que puede ser peor.
En ese momento, el joven de azulados cabellos volvió a entrar en el aula, mutando su semblante molón por una cara de circunstancias.
-Vaaaaale... creo que ahora si interrumpo algo. ¡Enhorabuena y eso! ¡Nos vemos!
Tal cual salió escopetado de la sala, la cara de Lloyd cambió de rojo a verde a velocidad match 2.
-¿Pero para qué hablo? ¡¿PARA QUÉ HABLO?! ¡Yo me cago en San Pito Pato!
SG y Sunset se aguantaron las ganas de reírse mientras Derpy le ofrecía un muffin al iracundo joven.
-No sé qué ha pasado, pero ten. ¡Las penas, con muffins, son menos!
Suspirando, Lloyd aceptó aquella pieza que había horneado él mismo hacía unas horas y ahogó sus penas en bollería. No pasó ni un minuto antes de que entrasen las cinco amigas de Sunset y se pusiesen a felicitarla por su bien llevada defensa de la joven de estrábicos ojos.
Sunset Shimmer sonreía algo azorada. Quizás aquello fuese el primer paso para mostrar a todos su nueva yo.
Sin embargo, mientras se terminaba el muffin, Lloyd volvía a adoptar el semblante serio.
-¿Vas a decirme a que viene esa cara? -preguntó finalmente SG- ¿Tiene que ver con lo que te ha pasado en el juicio?
Lloyd se limpió las migas de la boca antes de asegurarse de que solo su amigo lo oía.
-Tío, no sabría decirlo, pero... ¿no has notado nada raro en lo que Derpy ha dicho en el juicio?
-Pues... no. Nada.
Lloyd le puso la mano en el hombro a su compañero.
-Eso es porque no te has adentrado lo suficiente en el lado oscuro, mi joven padawan. A diferencia de mí, tú no has leído tantos textos que habrías deseado sacarte los ojos. Y lo que hoy ha declarado Derpy, lo de que es amiga del Doctor y todo eso... apesta a fandom y badfic que tumba de espaldas.
-¿Qué quieres decir?
-No estoy seguro... Pero me temo que no será este juicio un caso aislado... y temo lo que esté por venir. Espero con toda sinceridad equivocarme... Pero lo dudo. Que Superman nos pille confesados.
NO DIGA CASO; DIGA "DERP": FIN
Spoiler:
3333
