Capítulo 33
El golpe de la NOOSE (1ª parte)
El golpe de la NOOSE (1ª parte)
-¡Weazel News, confirmando tus prejuicios! ¡Escalada de violencia en Vespucci, los enfrentamientos entre bandas se cobran un nuevo territorio, y a la gente le da igual! Ayer por la mañana se registró un violento enfrentamiento entre miembros de la banda chicana de Marabunta Grande y los moteros renegados de los Lost, culminando en multitud de chicanos muertos y todos los moteros huidos. Hasta el momento se desconoce el porqué del ataque, hará cosa de un par de semanas atrás también se registró otro entre los propios chicanos y otra banda no identificada, la policía no descarta que ambos ataques estén relacionados, sin embargo hasta ahora no han llegado a ninguna conclusión fiable. La violencia entre bandas es algo habitual en esta ciudad de un tiempo a esta parte, aunque no lo es tanto en un barrio tan residencial y turístico como es el de Vespucci, lo que preocupa de cierta forma a los residentes locales, los cuales se han expresado a su manera.
-¡Menos mal que ayer llovía a cantaros y la playa estaba vacía, que si no alguien podría haber salido muy malherido! ¡Estoy harto de los chicanos de esta ciudad, de esos moteros ensutados en cuero y demás fauna que ensucia este maravilloso estado! ¡Con Jock Cranley esto no hubiera pasado! ¡Dios bendiga América!
-¡Oímos los tiros y explosiones desde nuestras casas y nos metimos bajo la cama muertos de miedo! ¡Por un momento parecía que estábamos en la franja de Gaza! ¡Este es un país libre, que se vayan a matarse a otra parte!
-¡Tenía la mañana hecha, aun a pesar de la lluvia, y los clientes salieron en espantada al oír los tiros y las explosiones! ¡Tuve que cerrar y encerrarme en mi cuarto del pánico hasta que pasó el peligro! ¡No es justo que jueguen con nuestros ingresos y derechos de esta manera! ¡Esto es América, no el Líbano!
Vespucci, lugar de los más recientes acontecimientos
Para entonces Twilight dejó de escuchar, puesto que si algo había aprendido de esa ciudad y la gente que la habitaba es que no había que tomarse en serio nada de lo que decían los santinos. Habían demostrado, y más de una vez, lo absortos y obstinados que eran, por lo que prefirió terminar de desayunar enseguida, apagando la radio de seguido.
Esa mañana Los Santos había amanecido aún algo húmeda, ya que había seguido lloviendo durante gran parte de la noche, pero ahora tan solo quedaban varios restos de nubes en el cielo junto con un descenso de las temperaturas que dejaron al ambiente más frío de lo normal.
Twilight no tenía grandes planes para ese día, pero entonces en un momento dado el móvil la comenzó a sonar y lo cogió de seguido, haciéndose una idea de quien podría ser.
-Dime.
-Sparkle te necesito ya aquí, he llamado a las demás, es importante.
-Voy.
Tras eso colgó y comenzó a prepararse rápidamente. Había llegado a un punto en el que ya se había acostumbrado a esa dinámica, sin preguntarse cómo ni por qué, y simplemente se dejaba hacer sin más. Desde el golpe a Epsilon algo había cambiado en ella, y de cierta forma incluso la propia Twilight lo sabía, haciéndose rápidamente a la situación sin mayores contemplaciones. Total ¿para qué seguir recalcando lo evidente?
Una vez que estuvo lista se dirigió a las Eclipse Towers y, una vez allí, se encontró con las demás que ya habían llegado, aunque faltaba Applejack.
-Hola chicas.
-Hola Twilight-la saludaron las demás.
Sunset no dijo nada, aunque en ningún momento se estuvo quieta, caminando de un lado para otro en un evidente signo de preocupación y ansiedad.
-¿Qué pasa, Sunset? Te veo alterada…
-¿No me digas, Sparkle? Qué aguda…-masculló la chica, de mala manera.
Aun así la chica ni ninguna de las demás no se lo tuvo en cuenta, a lo que la aludida comentó.
-Sí, eso ya lo veo, pero si no me cuentas lo que pasa…
-Pues pasa que estamos en un serio aprieto que nos concierne a todos, incluido a mi jefe, estoy que me subo a las paredes puesto que no he conseguido sacar ningún plan, se va a cabrear, la va a pagar conmigo y…
Antes de que Sunset fuera a más Twilight la cogió de los hombros y la miró con gesto serio y decidido, lo que de alguna forma logró calmar por un momento a la chica.
-¿Mejor?-inquirió Twilight.
-Ah… sí, mejor… gracias Sparkle.
Ante eso la chica esbozó una breve sonrisita condescendiente, murmurando de seguido.
-Ahora explícame lo que pasa.
-Lo haré, pero prefiero que estemos todas primero, quiero verlo con todas vosotras presentes.
Twilight asintió y estuvieron esperando a Applejack todas juntas, aunque Sunset estuvo apartada del resto como normalmente lo hacía; en un momento dado Rarity se acercó a Twilight y la comentó.
-¿Cómo has hecho eso, querida?
-¿El qué?
-Dominar por un momento a Sunset, me has dejado de piedra.
-Sí, es raro, ya que por lo normal es una tía indomable-asintió Rainbow.
-¡Y no solo eso, sino que te ha dado las gracias así sin más! Viniendo de ella eso ha sido raro incluso para mí-añadió Pinkie, igual de impresionada.
-Sí, bueno, digamos que ahora la comprendo un poco mejor…
Por un momento las demás se quedaron un tanto extrañadas ante esa afirmación, aunque en ese momento llegó Applejack y se quedaron con la miel en los labios.
-¡Ya estoy aquí! Dios, esta ciudad y su tráfico son simplemente horribles…
-Bien, vamos, os explico.
Se dirigieron todas a la sala de preparación y, una vez allí, Sunset comenzó a hablar.
-Vale, tenemos un grave problema, parece ser que de alguna manera el gobierno federal se ha puesto las pilas y, gracias a un soplo, hemos conseguido averiguar que poseen información clasificada tanto de mí, como de la organización, mi jefe y todas vosotras incluidas, información más que suficiente como para acabar todas y todos una larguísima temporada en Bolingbroke.
Esa noticia alarmó a todas las presentes, y no era para menos, puesto que acabar en la cárcel era lo último que cualquiera con dos dedos de frente querría. Además Bolingbroke no destacaba especialmente por ser una penitenciaría común al uso, ya que era una de las más duras y rígidas de la costa oeste, teniendo bastante fama en ese sentido.
-Espera, espera ¿¡qué?! Pero… ¿¡cómo han conseguido esa información?!-inquirió Twilight, alarmada.
-¡No lo sé, el caso es ese, no tenemos ni idea de cómo ha pasado, pero el soplo es auténtico, tienen la información guardada en un disco duro, es cuestión de tiempo que se decidan a usarla y, en cuanto eso pase, empezaremos a vestir de naranja y muy probablemente alguna de vosotras se convierta en la reinona de alguna musculoca del pabellón de mujeres de Bolingbroke!
-¡Ah, gracias por los ánimos, eso ayuda mucho! ¡No puedo ir a la cárcel! ¿¡Qué sería de mi familia?!-exclamó Applejack, aterrada.
-¡No he llegado hasta aquí para acabar en el trullo, eso por descontado, vamos, me niego!-masculló Rainbow, igual de alterada.
-¡Oh, cielo santo, no me quiero ni imaginar cómo sería la vida ahí dentro, rodeada de convictas y vistiendo con un horrible naranja chillón!-exclamó Rarity.
-¡Oh, sí, porque esa sería la mayor desgracia, vestir de naranja!-la espetó Applejack.
-¡No puedo ir a la cárcel! ¿Qué pensarían de mí mis padres y mis hermanas cuando se enteraran?! ¿¡Y mis amigos?! ¡Ya no estoy nerviemocionada!-musitó Pinkie.
-Yo… nunca he estado en la cárcel, y no me gustaría estar nunca…-murmuró Fluttershy, preocupada.
Por un momento todas comenzaron a hablar a la vez, dejándose llevar por el pánico, pero entonces Twilight decidió intervenir, gritando.
-¡Ya está, calma todo el mundo, silencio!
Al instante todas las demás se calmaron y dejaron de chillar, mirando a una Twilight ligeramente encendida; en cuanto tuvo la ocasión, habló.
-Vale, ya sé que es grave, pero vamos a calmarnos todas y dejemos que Sunset siga explicando ¿de acuerdo?
Ante eso todas asintieron sin decir nada más, prestando atención.
-Bien, gracias Sparkle. Como decía tienen la información guardada en un disco duro al que va a ser muy complicado acceder, puesto que lo tienen en custodia en la sede de la NOOSE en el extremo norte de Palomino Highlands, un lugar muy vigilado.
Nada más decirlo desplegó la cortina de la pizarra, dejando a la vista una foto del complejo, el cual estaba compuesto por una serie de edificios con forma octogonal y unidos entre sí mediante accesos internos. Además la NOOSE, cuyas siglas responden a National Office of Security Enforcement, destacaba por ser una agencia del gobierno federal que siempre actuaba en casos extremos en los que era necesario aplicar gran fuerza y donde además se investigaban los casos más importantes y de mayor peso concernientes a la seguridad nacional, incluyendo terrorismo o conflictos internos.
Sede de la NOOSE
-No sabemos exactamente dónde lo tienen guardado, aunque suponemos que siendo un disco duro lo deben de tener en alguna sala de servidores o similar. Y ahora normalmente es cuando pasaría a explicaros el plan, pero ahí está el problema, no tengo nada, no he podido montar nada en tan poco tiempo y con tanta presión. Así que os voy a pedir por primera vez ideas para poder entrar ahí, sacar el disco y salir echando ostias.
Tras eso todas se quedaron calladas, sin saber muy bien qué decir ni cómo tomárselo; por un instante nadie dijo nada, aunque Twilight se acercó a la pizarra para observar un poco mejor la sede, llegando a comentar en voz alta.
-Dado que es un complejo de alta seguridad sería imposible atacar de frente, por lo que tendremos que realizar un acercamiento más cauteloso. Podríamos averiguar alguna forma de entrar, o bien hacer salir a la gente y luego entrar nosotros.
-Hacer salir a la gente es una opción, aunque ¿qué podría hacer salir a un buen montón de agentes federales y fuerzas de seguridad del estado?
-¿Causar follón?-inquirió en ese momento Applejack.
-Pero ¿no sería eso contraproducente? Se supone que es un acercamiento cauteloso, no a lo loco…-recordó Rarity.
-No necesariamente, al menos si les hacemos creer lo contrario-comentó entonces Twilight.
-¿A qué te refieres?-inquirió Rainbow, ceñuda.
-A provocarles, a darles un motivo para sacar a todos sus efectivos de la sede de modo que sea más fácil entrar… ¿Quiénes suelen tener acceso allí?-preguntó Twilight a Sunset.
-Pues los agentes federales, las fuerzas que allí operan, que son las que se suelen replegar en caso de emergencia, los funcionarios que allí trabajan, guardias de seguridad… ah, sí, y la policía local y estatal, claro está, ya que colaboran entre sí conjuntamente.
El cerebro de Twilight comenzó entonces a trabajar a toda velocidad, comenzando a montar estrategias y situaciones; se movió entonces hacia el mapa al tiempo que comenzaba a explicar.
-Supuesto ataque terrorista en el centro de la ciudad, un lugar público, lleno de gente y bastante transitado… Legion Square, por ejemplo, es un buen lugar. Se monta la de dios y eso provoca una respuesta contundente por parte de la NOOSE, lo suficientemente contundente como para vaciar casi toda la sede. Es entonces cuando entramos allí disfrazados de policías tanto locales como estatales, pasando desapercibidas para el resto de gente que quede allí, que no supondrán ninguna amenaza, cogemos el disco y nos largamos. ¿Cómo lo veis?
Todo el mundo se quedó de una pieza, como si no se esperaran que a Twilight se le hubiera ocurrido algo semejante; Rarity fue la primera en opinar, inquiriendo de seguido.
-Vale pero ¿cómo pretendes provocar un ataque terrorista? ¿Acaso vas a ir tú misma a provocar el caos?
-No, tenemos que hacerles creer que ha sido cosa de terroristas, pero no tiene por qué morir o salir herido nadie.
-Pero ¿cómo? Si no hay víctimas o daños visibles apenas se moverían…-obvió entonces Fluttershy.
-Recuerda que se trata de hacerles creer algo, no tiene por qué haber algo.
-Pero si luego no hay nada verán enseguida que se trata de una falsa alarma y sospecharán, al menos algo tiene que haber, lo que sea-murmuró Pinkie en ese momento.
-No, ya entiendo lo que quieres hacer, Twilight, lo que pasa es que si te centras en un solo sitio no funcionará, habría que seleccionar varios lugares icónicos y atacarlos simultáneamente-sugirió entonces Rainbow.
-¿Por ejemplo?-inquirió ella.
-Se me ocurren unos cuantos: el cartel de Vinewood, el Vinewood Bowl, Legion Square, el pabellón coreano de Little Seoul, el muelle de Del Perro, el Kortz Center, las torres Rancho, la Terminal del puerto, la presa Land Act, el circuito de Vinewood, el estadio Maze Bank, el observatorio Galileo…-comentó a enumerar Sunset, al tiempo que marcaba los lugares en el mapa.
Al ver entonces lo que estaban sugiriendo tanto Rainbow como Sunset las demás se estremecieron, siendo Rarity la primera en opinar.
-Oh, por dios… la ciudad entera se sumiría en el más absoluto caos…
-Pero en algunos de esos sitios… podría haber heridos…-murmuró Twilight, preocupada.
-Es un riesgo que debemos correr si queremos llamar la atención del NOOSE y que se desplieguen todos sus efectivos, puede que incluso también el ejército se mueva. Muy bien pensado, Dash-murmuró Sunset.
-Pero… ¿cómo lo haríamos?-quiso saber entonces Fluttershy.
-Está claro, bombas que exploten más o menos a la vez pero de forma escalonada, así no damos tiempo a reaccionar a la policía, por lo que se verán obligados a pedir ayuda al NOOSE ante un ataque de semejante magnitud, los cuales estarán muy ocupados tratando de cazar a unos terroristas que realmente no existen-resumió rápidamente Twilight.
-Madre mía, pero eso provocará un caos tremendo, puede que incluso provoque pillajes y disturbios…-murmuró Applejack.
-Exacto, como los del 92, aunque en este caso el motivo no sería social, sino militar.
-Bien, pues teniendo en cuenta todo esto necesitaríamos una buena cantidad de explosivos, mi jefe los podrá conseguir para nosotros. Además habría que hacerse con uniformes tanto de la policía de Los Santos como de la policía del condado de Los Santos y dos patrullas, una de cada cuerpo-resumió Sunset rápidamente, al tiempo que iba apuntándolo todo en la pizarra.
-Está bien, en ese caso Fluttershy y yo nos ocuparemos de las del condado de Los Santos, incluyendo uniformes-anunció Applejack rápidamente.
-Bien ¿Quién se ofrece para los de la policía de aquí?
-¡Oh, yo, yo, yo, yo!-exclamó en ese momento Pinkie.
-Vale ¿alguien más?
-Déjame que te acompañe, querida, necesitarás la ayuda de alguien más para hacer esto-la sugirió en ese momento Rarity.
-¡Vale, hagámoslo juntas! ¡Qué emoción!-exclamó la chica.
-¿Estás emocionada porque vamos a atentar contra la ciudad a gran escala, Pinkie?-inquirió en ese momento Twilight, ceñuda.
-¡Puede que suene raro, pero sí, me da como cosica!-asintió ella, dejando estupefacta a la chica.
-Está bien, tan solo quedaría decidir dónde plantar las bombas y qué volar…-murmuró Sunset, mirando el mapa de la ciudad.
-Eso déjamelo a mí y a Rainbow, lo haremos de tal forma que cause los menos heridos posibles-comentó Twilight en ese momento.
-Je, por mí no te cortes, Twilight, vuela lo que más te apetezca…
-No es que me apetezca realmente, pero no hay otra forma de hacer salir al NOOSE si no es haciendo muchísimo ruido, así que…
Y así estaban las cosas, con tal de proteger su integridad debían de bombardear Los Santos y hacerla arder para poder entrar en la sede de la NOOSE. ¿Qué podía salir mal?
Como no sabían en qué momento podrían usar los federales la información del disco duro en su contra, tuvieron que realizar los preparativos en tiempo record y en poco menos de una semana.
Las primeras en realizar su tarea fueron Applejack y Fluttershy, eligiendo para ello la comisaría de Paleto Bay; para ello decidieron simular una situación extraña, Fluttershy se acercó a la comisaría con gesto preocupado y visiblemente azorada aprovechando que había una oficial de guardia junto a la puerta.
-¡Oh, oh, ayúdeme por favor, mi amiga se ha lastimado en el bosque y no se despierta!
-¿Qué la ocurre, señorita?-inquirió la mujer, acercándose a ella.
-¡Mi amiga, se trata de mi amiga, estábamos paseando por el bosque cuando se cayó en una zanja y ahora no respira, por favor, señorita, tiene que ayudarla!
-Está bien, está bien, cálmese ¿dónde está en su amiga?
-¡En el bosque, un poco más adelante, pasado un camino de tierra!
De esta forma consiguió que la oficial abandonara su puesto, atrayéndola hasta el lugar, donde una aparentemente inconsciente Applejack yacía tirada entre los árboles. La oficial de policía se agachó ante ella y la comprobó el pulso.
-Tiene pulso, por lo que está viva… ¿decía que no respiraba?
Sin embargo Fluttershy no dijo nada, aprovechando ese momento para empuñar su bastón de combate y asestarla un seco golpe en la nuca que la dejó inconsciente de seguido, desplomándose en el suelo. Applejack se levantó en cuanto la oficial estuvo fuera de combate, comentando de seguido.
-Caramba, Fluttershy, qué fuerza tienes…
-En realidad no se trata de fuerza, sino de saber dónde golpear, no soy tan fuerte a decir verdad-reveló la chica.
-Entiendo… ayúdame a cargarla, la esconderemos en el desaguadero bajo la carretera.
Entre las dos la metieron en el pequeño canal que discurría bajo la carretera para evitar inundaciones y una vez allí la despojaron de su uniforme, el cual se puso Fluttershy; el uniforme de la policía del condado de Los Santos consistía en una camisa color beige, unos pantalones de pana color verde oscuro y unos zapatos deportivos marrones, además de un sombrero de ala ancha con el distintivo del cuerpo de policía correspondiente. Las armas reglamentarias eran la clásica y distintiva porra policial y una pistola estándar, mucho más precisa y potente que la pistola cutre que Fluttershy poseía, además de una radio para comunicarse con la centralita y las patrullas.
Una vez que estuvo vestida y lista, Applejack la recordó su otra parte del plan.
-Vale, así vestida nadie te llamará la atención y podrás entrar ahí sin mayores complicaciones, ahora coge dos uniformes más como este, las llaves de una patrulla y sal de ahí tranquilamente, yo te esperaré al otro lado del bosque junto a la autopista, al lado del teleférico.
-Está bien.
Applejack se marchó al tiempo que Fluttershy regresaba hacia la comisaría; nada más llegar otra oficial salió en ese mismo momento del edificio, y, al verla, la inquirió.
Comisaría de Paleto Bay
-Hey ¿has visto a Jenny? Me dijo que salía a fumar un cigarro pero no ha vuelto…
La chica se dio cuenta enseguida de que probablemente se refería a la oficial que había dejado inconsciente, por lo que rápidamente inventó una excusa.
-Ah, sí, se ha tenido que ir, la llamaron de repente y se marchó, debía de ser importante.
-Oh, sí, probablemente fueran noticias de su madre, pobre mujer, está convaleciente en el hospital de Pillbox Hill, ya le diré al comisario que se ha tenido que ir.
-Sí…
-Por cierto, no me suenas de nada ahora que te veo mejor ¿eres nueva?-inquirió entonces la mujer, mirándola atentamente.
-Eh, sí, es que fui la última de mi promoción y me destinaron hace poco…-murmuró Fluttershy, tratando de sonar convincente.
-Ah, pues bienvenida al cuerpo.
-Gracias… voy entrando.
-Sí, ve.
La chica respiró un poco más relajada en cuanto dejó de hablar con ella, ya que, aun a pesar de sus progresos con sus amigas, aún no conseguía soltarse del todo con gente que no conocía, costándola más en ese sentido.
Una vez dentro de la comisaría buscó los vestuarios, entrando en los de mujeres y comprobando las primeras taquillas hasta encontrar dos uniformes más o menos de la misma talla que la suya; los guardó en una bolsa de deporte que encontró tirada en el suelo y, tras eso, fue a por las llaves de una patrulla. Normalmente no sabría dónde buscarlas, pero por mediación de la propia Rarity, que ya había estado antes en una comisaría, pudo saber que normalmente las colgaban en un tablón de corcho en las oficinas inmediatamente más cercanas al mostrador de recepción. Nada más entrar saludó a dos policías que se encontraban allí, frente a sus ordenadores, y vio en la pared contigua a la de la puerta dicho corcho con una serie de llaves colgadas en él. Sin dudarlo cogió las primeras que vio, aunque nada más hacerlo el policía más cercano a ella la habló.
-¿Qué, de patrulla?
-Ah, sí, me han asignado el tramo noreste de la autopista de Great Ocean…
Lo cierto era que no se había preparado nada, y se estaba sorprendiendo a sí misma de las rápidas salidas que se iba sacando cada vez que las necesitaba.
-Sí, mucho tráfico por ahí, sobre todo por la tarde. Que te sea leve.
-Gracias.
Tras eso salió de allí rápidamente, sin muchas ganas de hablar con nadie más, y se dirigió directamente al parking, donde la gran mayoría de coches patrulla se encontraban estacionados. La gran mayoría de ellos seguía el mismo esquema de color, totalmente blanco, con los signos de la oficina del sheriff puestos en los costados y el capó, y con dos luces LED de policía rojas y azules. Se subió al que más cerca la quedaba y arrancó el motor, saliendo del parking e incorporándose al tráfico rodado, dirigiéndose hacia el sur y saliendo así del pueblo. Una vez lejos de la comisaría respiró mucho más tranquila, e incluso sorprendiéndose a sí misma, ya que lo había conseguido, y de una forma bastante impecable. Condujo unos cuantos kilómetros más hasta llegar a ver a Applejack en el mismo sitio donde quedaron, recogiéndola justo al lado de la estación del teleférico y continuando hacia el sur dirección Los Santos.
Patrulla de la policía del condado de Los Santos
-Bravo, Flutters, lo has conseguido-la felicitó Applejack nada más subir al coche.
-Sí, la verdad es que sí, vaya…-murmuró la aludida, contenta y feliz por su logro.
-Bien, voy a llamar a Twilight para avisar que ya tenemos lo nuestro.
Al cabo de unos pocos segundos de espera la granjera habló.
-Podemos tachar los uniformes y la patrulla del sheriff del condado de la lista, dulzura.
-Bien, estupendo, dejadlo todo en el almacén del campo petrolífero de Murrieta, donde la última vez.
-Vale.
El viaje de vuelta fue tranquilo y pausado, aunque algo aburrido, ya que los coches patrullas no tenían radio, no obstante se entretuvieron escuchando los canales de la radio de la policía. Mientras tanto Los Santos permanecía ajena al peligro que la acechaba.
Los siguientes en ejecutar su plan fueron Pinkie y Rarity, las cuales optaron por una táctica parecida a la de Fluttershy y Applejack aunque ligeramente diferente. Dado que se había aumentado la presencia policial en las calles de Vespucci tras el enfrentamiento entre los Lost y Marabunta Grande, decidieron repetir el mismo esquema aunque atrayendo esta vez a una patrulla, ocupada coincidentemente por dos oficiales femeninas de la policía de Los Santos. Rarity las salió al paso de un callejón cercano, obligándolas a parar de seguido.
-¡Oh, cielo santo, ayúdenme, por favor, nos han robado en el callejón y han dejado inconsciente a mi amiga, tienen que ayudarla, se lo suplico!-exclamó ella, haciendo mano de su buena interpretación.
Las dos oficiales acercaron el coche al callejón y se bajaron del mismo, acercándose a Pinkie, la cual se encontraba tendida en el suelo. En cuanto las tuvo justo enfrente de ella la chica se despertó de improviso, exclamando.
-¡Bu!
Acto seguido roció a ambas oficiales con sendos espray de cloroformo, durmiéndolas al instante y cayendo en redondo junto a ella.
-¡Ja, dos por uno! ¿Has visto qué rápido?-inquirió la chica, reincorporándose de golpe.
-Sí, Pinkie, sí, ahora ayúdame a esconderlas y a quitarlas los uniformes-murmuró Rarity, cargando con una.
Escondieron a las dos detrás de unos espaciosos contenedores, aunque sólo Rarity se cambió, guardando el otro y llevándose consigo el coche patrulla, el cual destacaba por ser blanco y negro, con un grueso guardabarros dispuesto en el radiador, un par de serigrafías en los costados con la palabra Policía y un par de luces LED rojas y azules en el techo. En cuanto a los uniformes se refería consistían en una camisa azul oscura, unos pantalones de pana de igual color y unos pulcros zapatos negros formales, todo ello rematado con una gorra policial. Las armas reglamentarias eran la clásica porra policial y una pistola estándar, además de una radio para comunicarse con la centralita y las demás patrullas, aunque incluía también un modelo de pistola eléctrica para inmovilizar sospechosos.
Patrulla de la policía de Los Santos
-Bien, la comisaría más cercana está a un par de manzanas de aquí, entraré a coger el uniforme que falta y nos iremos como si nada hubiera pasado. Tú espérame aquí, Pinkie-murmuró Rarity, conduciendo la patrulla.
-¡Okie dokie! Te ves de lo más intimidante vestida así, espero que no me vayas a detener por infringir las leyes…
-Oh, querida, infringir las leyes como tal se queda corto ante lo que vamos a hacer en esta ciudad. Va a ser terrorismo puro y duro, y eso no se regula mediante las leyes comunes.
-Sí, bueno, patata, tomate, tampoco hay tanta diferencia…-murmuró la chica pelirosa, con gesto normal.
-Pinkie, a veces realmente das miedo…
La comisaría de Vespucci se encontraba situada en la intersección entre la calle principal y el paseo de la playa, Rarity aparcó justo enfrente y se recompuso el pelo antes de salir, recogiéndoselo para que la gorra no la entorpeciera.
Comisaría de Vespucci
-Oh, creo que es la primera vez que te veo con el pelo recogido, Rares-comentó en ese momento Pinkie.
-Sí, bueno, es que si no se me desarregla con la gorra, no suelo recogérmelo, pero bueno, es algo eventual. Lo dicho, quédate aquí, y ponte en la parte de atrás mejor, así la gente pensará que eres una detenida.
-¡Oki, doki!
Rarity salió del coche y se dirigió hacia la comisaría con paso seguro y decidido, metiéndose en el papel de una oficial de policía; nada más entrar un compañero tras el mostrador de recepción la saludó y ella le devolvió el gesto rápidamente, sin detenerse siquiera. Entró en las dependencias policiales y buscó los vestuarios, encontrándolos enseguida al otro lado del pasillo y entrando en el de mujeres.
Nada más hacerlo oyó entonces varias voces saliendo de algunas duchas, lo cual la hizo bajar el ritmo e ir con cuidado.
-Mierda…-pensó ella, algo contrariada.
Al mismo tiempo otro par de oficiales entraron tras ella, saludándola de seguido.
-Hola.
-Ah, hola queridas…-murmuró ella, para aparentar.
-Bof, qué rollo, tía, siete patrullas, siete, y encima no vimos ni un solo yonki al que trincar, que al menos hubiera sido más divertido, pero ni por esas.
-Estás tú que lo tiras, Sammy ¿te crees que por cuatro tiros que se suelten aquí ya van a venir todos los delincuentes y camellos de la ciudad? Si precisamente este barrio destaca por ser medianamente tranquilo…
-Ya, Lily, pero una servidora entró en el cuerpo para alardear de ello ante mis amigas y creerme superior al resto de los hombres, algo tenía que tener esto de bueno ¿no?
Las chicas comenzaron entonces a desvestirse para meterse en las duchas, pero al ver que Rarity no se movía se dirigieron a ella.
-¿Estás bien? ¿Te has perdido?
-No me suena de nada, debe de ser nueva…
-Ah, sí, sí, sólo estaba pensando ¿Cuál era mi taquilla?
-Puedes usar la que quieras, sólo van numeradas, esto no es un instituto-comentó entonces Sammy.
-Si lo fuera el sargento Rowney sería el profesor de gimnasia-sugirió en ese momento Lily.
-¡Huy, sí, y amenazaría a los tíos con meterles un palo por el culo si no hicieran los ejercicios! Eso es algo que querría ver sí o sí…
Ante eso las dos se rieron con ganas y Rarity las imitó para aparentar, comentando de seguido.
-Je, je, sí, muy buena esa, queridas…
-Sí… ¿te vas a duchar tú también?-inquirió entonces Lily, dirigiéndose a ella.
-Ah… sí, sí, claro…
Ante eso la chica no tuvo más remedio que hacerlo para que no sospecharan, desnudándose rápidamente, metiendo su ropa en la taquilla más cercana a la ducha más alejada y metiéndose en esta rápidamente. Normalmente no se metería ni loca en una ducha comunal como esa, aunque situaciones desesperadas requerían medidas desesperadas, por lo que hizo de tripas corazón y comenzó a mojarse un poco con agua caliente, puesto que no tenía gel de baño ni champú consigo.
Estuvo esperando a que los vestuarios se vaciasen, teniendo que quedarse allí un buen rato hasta que finalmente pudo salir aunque con las manos arrugadas por la humedad.
-Bof, qué mal rato, por dios…
Buscó una toalla por allí y comenzó a secarse, aprovechando además para buscar un uniforme para llevarse, encontrando uno de su misma talla en una taquilla cercana a la salida y metiéndolo en una bolsa de plástico de un 24/7 que encontró tirada por allí. Se vistió de nuevo, secándose al menos el pelo para que no se rizara demasiado, aunque no pudo plancharlo ya que no tenía consigo su plancha para el pelo.
-Agh, no me gusta demasiado rizado, pero bueno, ya me lo plancharé cuando vuelva al hotel.
En cuanto estuvo lista salió de allí a paso ligero, volviendo al coche y subiéndose a él; nada más llegar Pinkie inquirió.
-¿Por qué has tardado tanto? Me empezaba a preocupar… aunque espera ¿qué le ha pasado a tu pelo?
-Había gente en el vestuario y me he tenido que duchar para aparentar, ha sido horrible, no pienso volver a pisar una ducha comunal en mi vida-masculló la chica, arrancando el motor.
-Oh, ya veo… qué fina eres, Rares…
-Pues sí, querida, sí que lo soy, qué quieres que te haga…
Salieron de allí y Pinkie aprovechó para llamar a Twilight y avisarla de que ya estaba todo por su parte.
-¡Hey, TwiTwi, ya tenemos los uniformes y el coche patrulla de la policía de LS!
-Oh, bien, estupendo, llevadlo todo al almacén del campo petrolífero de Murrieta, donde la última vez.
-¡Oki, doki!
Las dos se dirigieron sin más premura allí, dejando atrás la comisaría y mezclándose entre el tráfico de una ciudad ajena al peligro que la acechaba.
Una vez que tanto los coches patrullas y los uniformes correspondientes estuvieron cubiertos, las siguientes en realizar su tarea fueron Twilight y Rainbow, las cuales tuvieron que decidir qué sitios y lugares bombardear. Al contrario que Twilight, Rainbow iba nombrando lugares sin ton ni son, mientras que la bibliotecaria prefería ir analizando los pros y los contras de cada lugar para tratar de evitar la menor cantidad de víctimas posibles.
-¡Oh, vamos Twilight! ¿Qué clase de ataque terrorista es lo suficientemente considerado como para evitar que la gente salga herida? ¡Se trata de justo lo contrario, si queremos que toda la NOOSE al completo se persone aquí debe haber víctimas!
-¡Sí, Rainbow, pero no mortales por necesidad, bastante cargo de conciencia tengo ya con la muerte de toda esa gente y la de Trixie con lo del programa Epsilon!-la recordó ella, visiblemente dolida.
Ante eso Rainbow aceptó a regañadientes la petición de Twilight, murmurando.
-Está bien, lo haremos a tu manera, sor angustias… Vinewood Hills ¿qué elegimos?
-El cartel de Vinewood es lo más inmediato, es un símbolo único y reconocible en todo el mundo, en cuanto la gente lo vea reventar se llenará de miedo.
-Vale ¿dónde colocamos las cargas?
-Entre la E y la W, así evitaremos destrozar todo el cartel, no es necesario destruirlo todo.
-Vale ¿qué más?-inquirió Rainbow, apuntándolo.
-Había pensado en el Vinewood Bowl, el anfiteatro local, por las mañanas no hay nadie por lo que no habrá riesgo alguno. Una carga bien colocada en el centro del escenario puede hacer ceder la cúpula.
-Bien, Vinewood Bowl… ¿Qué más?
-Sunset llegó a mencionar la presa Land Act, supongo que para provocar una inundación, pero tal y como están diseñados los canales del río podrían evitarla perfectamente, por lo que si se trata de provocar una inundación moderada he pensado en la presa del lago Vinewood, situada en la urbanización homónima. No hay tanta agua acumulada en comparación con la de la reserva de Land Act, pero tiene la suficiente como para inundar toda esa parte de las colinas, incluso puede que llegue hasta el barrio de Vinewood, provocando un buen estropicio.
-Bien, presa del lago Vinewood… necesitará una buena carga que destruya toda la pared…
-No necesariamente, simplemente debemos colocarla en el punto de gravedad central, que es donde se sostiene la pared, con ese punto destruido toda la parte frontal de la pared caerá, con que abramos una brecha es más que suficiente.
-Ya está la marisabidilla… en fin, vale, lo que tú digas.
Ante eso Twilight tan solo rodó los ojos, volviendo al mapa para elegir el siguiente objetivo.
Estuvieron toda la mañana elaborando una lista que finalmente, y tras alguna que otra discusión eventual, quedó tal que así:
- · Cartel de Vinewood, Vinewood Hills, entre la E y la W
· Vinewood Bowl, Vinewood Hills, centro del escenario
· Teatro Sisyphus, Vinewood Hills, centro del escenario
· Presa del lago Vinewood, Vinewood Hills, centro de la pared de contención
· Observatorio Galileo, Vinewood Hills, lado derecho de la cúpula central
· Kortz Center, Pacific Bluffs, torre del reloj del edificio de la campana
· Circuito de Vinewood, Vinewood Este, en el centro del campo, junto al lago
· Club de golf de Los Santos, Richman, en el centro del campo
· Edificio en obras en Alta, planta baja
· Pabellón coreano, Little Seoul, en el centro del gazebo
· Legion Square, Pillbox Hill, en lo alto de la estructura abstracta junto a la fuente
· Playa de Vespucci, en el bote pesquero abandonado lleno de grafitis
· Monumento a Martin Luther King, Davis, en el centro
· Fábrica textil quemada y abandonada Darnell Bros, La Mesa, primera planta
· Matadero Raven, Cypress Flats, junto a la entrada
· Estadio Maze Bank, La Puerta, junto a la entrada
· Desguace del campo petrolífero de Murrieta, El Burro Heights
· Terminal del puerto, entre los contenedores del centro
· Almacén en el muelle 400, Elysian Island
· Estatua del avión junto al restaurante y bar Sightings, aeropuerto internacional de Los Santos
-Pues ya está… veinte localizaciones, veinte explosiones concatenadas-murmuró Twilight, repasándola.
-Madre mía, la ciudad va a arder...-murmuró Rainbow, divertida.
-Desde luego, si esto no hace salir a toda la sede del NOOSE, no sé qué lo hará.
-Más les vale.
Ya sólo faltaba colocar las cargas y seleccionar el día. Cada vez faltaba menos para el momento de la verdad. Y debían de estar preparadas.
Debido a la gran cantidad de cargas que requerían, un total de veinte, se tardó un poco en armarlas y tenerlas todas listas, pero en cuanto estuvieron terminadas empezaron a colocarlas todas yendo una por una. Lo hicieron tanto Sunset como Twilight, la cual llevaba la lista consigo y la iba diciendo a Sunset dónde colocarlas, al amparo de una noche cerrada sin luna; en cuanto a las cargas en sí consistían en un grande y generoso paquete lleno hasta arriba de C4 y otros componentes explosivos para hacer la explosión aún más potente y destructiva. El detonador se encontraba acoplado en un viejo móvil adosado a la carga, el cual, en cuanto recibiera la llamada, la desviaría hacia el siguiente móvil y, tras eso, detonaría las cargas, provocando de esta forma una reacción en cadena que haría que las explosiones fueran consecutivas, dándose una tras otra y con un pequeño lapso de unos pocos segundos de duración entre una y otra.
Comenzaron colocando primero las de Vinewood Hills, siendo la primera de todas la del cartel de Vinewood, colocándose entre la E y la W según las indicaciones de Twilight. Sunset se encargó de activarla una vez que estuvo ubicada y la ocultó con unas cuantas ramas para que no llamara la atención.
-Bien, ya está ¿la siguiente?-inquirió Sunset, subiendo a la furgoneta donde transportaban las cargas.
-En el Vinewood Bowl, un poco más abajo desde aquí.
-Sí, sé dónde está ¿dónde va?
-En el centro del escenario.
-¿En el centro del escenario? ¿Qué pasa? ¿Es que queréis anunciar a todo el mundo el inminente ataque terrorista?-inquirió Sunset, con sorna.
-Estuve informándome previamente y sé que por las mañanas no suelen haber representaciones, así que está bien, nadie la verá.
-¿Segura? Te recuerdo que no podemos cagarla, Sparkle, un solo fallo y tanto la policía como la NOOSE sospecharán-la recordó Sunset, con contundencia.
-No, tranquila, estoy segura.
Sunset no dijo nada, optando por confiar en su criterio, y continuaron colocando las distintas cargas. En un momento dado, y tras colocar bien la de la presa del lago Vinewood, la chica comentó.
-Qué raro que no hayas dicho nada al respecto…
-¿Sobre qué?-inquirió Twilight, tachando de la lista la carga más reciente.
-Sobre todo esto… como siempre tienes algún comentario indignado concerniente a casi todo lo que hacemos…
Frente a eso Twilight dejó escapar una risita ahogada, algo que cogió por sorpresa a Sunset, la cual inquirió.
-¿Te hace gracia todo esto?
-No, me hace gracia que me hagas esa pregunta.
-¿Y eso por qué?
Por su parte la chica miró a Sunset con gesto resignado, murmurando justo después.
-¿No está claro? Después de todo lo que hemos hecho hasta el momento, incluyendo lo que estamos haciendo ahora, un ataque terrorista fingido ni más ni menos, ya nada me sorprende. De cierta forma me he acabado acostumbrando, y además ¿qué más dará mancharme la conciencia un poco más de lo que ya está? En fin, supongo que te tengo que dar las gracias después de todo…
-¿A mí? ¿Por qué a mí?-inquirió Sunset, extrañada.
-¿No es obvio? Fuiste tú quien me enseñaste.
Esa afirmación cogió con la guardia baja a Sunset, la cual no se esperaba para nada algo semejante, y sin saber muy bien qué decir al respecto, puesto que después de todo tenía razón. Sin embargo tampoco pudo evitar pensar al respecto, quedándose muy callada durante el resto de la noche.
Continuaron colocando las cargas restantes siguiendo la lista y cubriendo casi todos los barrios de la ciudad, terminando en el aeropuerto a las dos menos cuarto de la madrugada. Para entonces ambas chicas estaban que se caían de sueño, subiendo a la furgoneta y alejándose de allí para no llamar la atención.
-Bueno, pues esa era la última…-bostezó Twilight, tachando la última carga de la lista.
-Sí, por fin… aunque no pueden quedarse allí mucho tiempo, corremos el riesgo de que alguien las descubra, así que mañana mismo las detonaremos y comenzaremos la operación.
-¿¡Qué?! Pero espera un momento, si ni siquiera hemos preparado un plan de acción para cuando entremos en la sede…
-No os preocupéis por eso, he estado preparando algo, llevad vuestros pinganillos siempre puestos, coged los coches patrulla, dirigíos a las montañas Tataviam mañana por la mañana y, en cuanto estéis listas, detonad las cargas. Si sale todo bien podréis ver desde allí como la sede de la NOOSE se vacía y podréis acercaros sin peligro. Llama a las demás y avísalas.
-Sí, ya, ahora mismo deben de estar durmiendo…
-Pues las despiertas, esto es importante, deben de estar preparadas.
-Está bien…
-En fin, te acerco a casa.
-Gracias, Sunset…
-De nada.
Ninguna de las dos dijo nada, sin darse cuenta siquiera del hecho en sí, y dejando pasar el tiempo. Llegaron al poco rato a Del Perro y se despidieron, al tiempo que Twilight hacía mano de su móvil y comenzaba a llamar a las demás una por una. Mañana iba a ser el gran día. Y debían estar preparadas.