Hace muchos años, Gentle Colors era una potrilla prometedora, todo lo contrario a lo que es ahora, incluso su cuero era de un color: un hermoso blanco. Su comportamiento era traviesa y curiosa, pero su mente tenía hambre de conocimientos... necesitaba aprender más y más, y la magia le atraía especialmente.
Hizo todo lo posible e imposible para entrar en la famosa Escuela de Magia de Canterlot (un sueño casi imposible para una poni de un pequeño pueblo). Sus padres pagaron el viaje y la audición para la escuela de magia y ella no tuvo problemas, debido a sus conocimientos, para realizar todas las pruebas: Transformar un huevo en una gallina, cambiar los colores del papel de una pared, pintar un cuadro mágicamente... y fue admitida. "Nunca antes hemos visto una magia tan avanzada en una potrilla unicornio", dijeron los miembros del jurado, asombrados.
En la escuela obtenía las notas más altas en todas las asignaturas. Todo el mundo estaba sorprendido, incluso los profesores. Simplemente la magia que recorría el cuerno de Gentle era especialmente poderosa. De hecho el director de la Escuela de Magia le dijo que únicamente la Princesa Celestia tenía más poder en Equestria.
Pero Gentle no dejó que ese comentario se le subiera a la grupa. Quería ser profesora de magia, o incluso asistente de la propia Princesa Celestia... pero, sobre todo, quería ayudar a los demás.
Un día, un profesor le informó que iba a hacer una audición importante en el que incluso la mismísima Princesa Celestia estaba interesada. Gentle se presentó en la audición. Era una competición contra otros unicornios, en tandas de dos a la vez. Incluso había una recién llegada, cuyo poder mágico prometía bastante: Twilight Sparkle.
Las pruebas a las que se presentó Gentle eran típicas: amaestrar un tigre de piedra, coger mágicamente un diamante de un cubo de lava, etc. Hasta que llegó a la prueba de transmutación... tenía que convertir la piedra en oro. Ese hechizo era el segundo más difícil del que ella tenía conocimiento (sólo superado por la incubación mágica de un huevo de dragón).
Empezó la prueba de transmutación con dudas, pero se concentró todo lo que pudo y empezó el hechizo. Poco a poco empezó a seguir los pasos necesarios para conseguirlo... Y lo habría logrado, de no ser por un resplandor que entró, de repente, por la ventana, desconcentrándola. La roca que estaba transmutando se deshizo y... no pasó la prueba. Toda la ilusión que tenía Gentle se habían ido al traste en un segundo.
Pero eso no fue lo peor. En realidad sí que había transmutado algo, pero fue su cuerpo. Tenía una parte rosa y la otra naranja. Fue imposible revertir el hechizo. Incluso la propia Princesa Celestia lo intentó, sin éxito.
La ganadora de la audición fue Twilight Sparkle, que actuó a la vez que ella, aunque el resplandor, en vez de perjudicarla, la ayudó a superar la prueba: una incubación mágica de un huevo de dragón.
Como le faltaba poco para terminar la carrera, Gentle hizo de tripas corazón y continuó yendo a las clases, pero todo el mundo la rehuía. Las que antes eran sus amigas, se apartaban. Los que antes le pedían ayuda, huían aterrorizados. Sabía que su sueño de ayudar a los demás había muerto con el cambio. Poco le importó sacar las mejores notas que habían dado jamás la Escuela de Magia. Para todo el mundo, ella era un monstruo.
Tuvo que volver al pueblo pero, cuando llegó, todo fue a peor. Sus padres renegaron de ella. Para ellos, Gentle era una abominación, y se fueron por la noche, avergonzados, para no volver jamás. Gentle supo que todo el pueblo la odiaría al saberlo. Estaba aterrada. Debía escapar de esa situación... y la culpable había sido la magia.
Se puso delante del espejo, cogió mágicamente una lima de pezuñas y se raspó el cuerno hasta el punto de que no pudo sostener la lima, que cayó inerte sobre la mesa, junto a sus lágrimas. Acababa de renegarse a sí misma.
Por la noche salió de la casa, dispuesta a no volver jamás... pero, en mitad de la calle, había una pequeña potrilla sin Cutie Mark. Estaba lloriqueando. Gentle no pudo dejarla sola, así que la subió a su espalda y, haciendo giros y trotes, logró hacerla reír. Entonces la potrilla le dijo que se había perdido.
Fueron de casa en casa preguntando por la familia de la pequeña. Al principio todo el mundo se sorprendió del aspecto de Gentle pero, cuando vieron que estaba ayudando a una potrilla, se unieron en la búsqueda hasta que encontraron a sus padres.
Y, viendo que para los habitantes del pueblo lo más importante no era el aspecto, sino los actos, Gentle decidió quedarse.
FIN
Nota aclarativa: Por si alguien no se ha dado cuenta, el resplandor que entra por la ventana es el primer Sonic Rainboom de Rainbow Dash.